-All I wanna see you in is just skin {Zayn & Tú} HOT

CAP II. Parte 4.
{Maratón. Parte 1}

El moreno rápidamente buscó en la cocina un frasco con crema batida para untar. Invitado miró sorprendida y llena de deseo la crema, para luego relamerse los labios de forma muy lenta, provocando una sonrisa cargada de picardía por parte del moreno. Sabía perfectamente que se iban a divertir y que aquella noche iba a ser muy larga. Y es que en su cabeza pasaban infinidades de viñetas de ambos, y ninguna de ellas era inocente.

-Entonces, Malik ¿Qué te hace pensar que me voy a dejar ensuciar con eso?

-No lo pienso. Sé que te vas a dejar limpiar por mi – Dijo el moreno con un deje de arrogancia en su tono.

-Vaya, estás muy seguro de mi mismo – Musitó la chica tomando el frasco para luego untar un poco de crema sobre el hombro de él.

-Nunca es malo estarlo – Respondió, mientras dejaba caer los párpados y disfrutar como la chica pasaba suavemente la lengua a lo largo de su piel.

De un momento a otro Zayn tomó a la chica por la cintura y la recostó con cuidado sobre la cama. Por un momento se quedó observando la silueta de la chica que la luz tenue le brindaba. Pechos redondos, un cintura pequeña, y unas anchas caderas. Realmente era una diosa. Se dio cuenta de aquellos pensamientos cursis que pasaban por su mente y sacudió la cabeza para apartarlos. Una mujer sensual estaba acostada debajo de él, esperando para su actuación. Y el chico estaba dispuesto a escucharla gemir toda la noche si era necesario.

Untó un poco de crema sobre los labios de la chica, y los besó saboreando el contraste del dulce de esta junto a su sabor femenino. Capturó sus labios de forma salvaje, hasta sentir como sus pulmones se vaciaban, para nuevamente volver hacerlo. Ahora fue el turno de los senos de la chica que se vieron envueltos de crema. Zayn la miró deseoso, para luego hundir la cabeza en aquellos provocativos pechos. Largos lametones y pequeñas mordidas hacían a la chica suspirar, y respirar cada vez más pesado.

-Demonios, Zayn –Jadeó Invitado, al dar un pequeño salto al sentir los dientes del moreno sobre su pezón.

-Vaya, tenemos a alguien un poco agresiva –Rio el chico al sentir como la joven le clavaba las uñas en su hombro.

Aplicó un poco a lo largo de su torso y pasó la lengua haciendo un lento recorrido, mientras que sentía como la chica se retorcía bajo él. Le encantaba tenerla de aquella manera, tan entregada a él. Sin esperar un momento más, echó crema en la entrepierna de la chica. No quería hacer más que hacerla tocar las nubes con lo que él podía hacerle. Si había algo que se había convertido en uno de los playlist favoritos, eran los gemidos de la hermana de su mejor amigo. No tenía perdón, ni siquiera tenía excusas para explicar lo que había hecho, y es que no había vuelta atrás. Si iba a ir al infierno, estaba feliz por la razón.

-Vas a gemir tan fuerte que vas a despertar a los vecinos, preciosa.

-¿Estás seguro?

-Completamente.

CAP II. Parte 6.
{Maratón. Parte 3}

Zayn la había hecho mujer y no se arrepentía. Le había hecho tocar el cielo tantas veces en tan poco tiempo. Había escuchado a un par de chicas con quienes se había acostado lo buen amante que podía llegar a ser, y esta vez podía confirmarlo. Para ella el sexo nunca había sido un tabú, sin embargo, sabía que no se iba acostar con cualquier extraño que se lo propusiera. De cierta forma, Zayn era su amigo, un amigo a quién le tenía ganas y esas ganas eran devueltas. Por el historial del chico estaba clara que no se iba a involucrar sentimentalmente con este, y es que no era uno muy bueno, Zayn no era la clase de chicos con quién se podía llevar una relación estable.

Por otra parte se encontraba su hermano Harry, el mejor amigo del chico que se encontraba a su lado. Sabía que iban a rodar cabezas si se llegaba a enterar. Debían ser discretos si quería seguir con aquellos encuentros.

-¿Te digo un secreto? – Preguntó el chico mientras besaba el hombro de la chica y a su vez jugaba con el pezón erecto de esta.

-¿Cual secreto?

-No, mejor no te digo nada – Musitó al soltar un suspiro.

-No. Ahora dime – Al ver que el chico no contestaba se posicionó encima de él, haciendo que ambas intimidades rozaran y ambos se estremecieran.
-No.

-Oh vamos dime. O te torturo – El chico encarnó una ceja mirándola expectante, esperando la respuesta de ella. Y en lugar de emitir palabra alguna, comenzó a moverse creando una fricción entre ambas intimidades, sin llegar a la penetración – Entonces. ¿Me vas a decir?

-No – Volvió a decir Zayn, esta vez apretando los dientes soltando un pesado suspiro. Para ese momento su visión era extremadamente excitante al ver la chica moviéndose sobre él.

-Dime – Dijo Invitado con voz temblorosa, al igual que era una tortura para él, lo era para ella.

Los movimientos se hacían cada vez más constantes, cosa que había creado una gran erección en el miembro de Zayn, y aunque este intentase penetrarla, la chica era lo suficientemente rápida para que no lo hiciera y así podía torturarlo hasta conseguir la respuesta que quería. Sin embargo, aquel roce la había encendido de una forma nada normal, sentía el cosquilleo en su interior y le comenzaba agradar. Por su lado Zayn mostraba una cara de dolor, y es que su miembro le dolía al no poder penetrarla de una vez por todas, varios gruñidos se habían escapado de la boca de chico.

-Bien. Te lo diré – En un rápido movimiento posicionó a la chica debajo de su cuerpo y rozó con lentitud su entrepierna. Se acercó a su oído y mordió el lóbulo de su oreja mientras se posicionaba entre sus piernas – Desde hace mucho tiempo, me provocas erecciones – Susurró.