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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
{Capitulo #O4}
Pasaron juntos toda la noche aunque no llegaron a intimar. __________ no era el tipo de chica que se iba a la cama con el primero que aparecía en su vida, especialmente si se trataba del típico turista americano que iba a Australia de vacaciones y seducía a las chicas locales con su verborrea. Sabía que a Liam no le hubiera importado que algo más sucediera, pero se mostró gratamente sorprendido al comprobar que ___________ resistía sus avances. Pasaron la noche paseando por la playa de la mano. Charlaron sin parar y, al amanecer, Liam le dijo que era la chica por la que llevaba toda la vida esperando.
Horas después lo acompañó al aeropuerto y él prometió llamarla tan pronto como llegara a casa. Su apasionado beso de despedida consiguió que le diera vueltas la cabeza y le devolvió parte de la autoestima que Paul le había robado.
En cuanto volvió a Sydney, Danielle le advirtió que los hombres que se conocen durante las vacaciones casi nunca volvían a dar señales de vida. Pero Liam sí que lo hizo. Y habían estado en contacto desde entonces. Algunas veces mediante llamadas telefónicas, pero sobre todo por correo electrónico.
_________ sentía que había llegado a conocer a Louis mucho mejor de lo que nunca había conocido a Paul, una rata con la que había perdido los dos últimos años de su vida. Hasta que la dejó por una rubia enganchada al aeróbic a la que había dejado embarazada.
Cuando Liam le pidió que se casara con él en noviembre, __________ no dudó antes de aceptar su propuesta. Quizás habría vacilado si él no hubiera estado dispuesto a casarse en Sydney y comenzar allí su vida en pareja.
«O si no tuviera veintiocho años ya y temiendo que nunca llegara a casarme», le dijo una vocecilla en su cabeza.
__________ trató de no pensar en eso, ya no la preocupaba. Se casaba al día siguiente e iba a ser una boda por todo lo alto. Esperaba que a Liam no le importara. Él quería una boda sencilla, sin iglesia, sólo con el oficiante y unos pocos invitados. Liam apenas tenía familia, sus padres habían muerto en un incendio cuando él era sólo un adolescente.
Pero el padre de __________ no llevaba veintiocho años esperando para casar a su hija pequeña sin proporcionarle nada menos que una boda en condición.
Y la verdad era que ella estaba encantada con esa idea. Sus dos hermanas mayores habían sido unas novias bellísimas, enfundadas en preciosos trajes blancos, y ___________ quería vivir esa experiencia. Había conseguido convencer a sus padres para que no fuera en una iglesia, pero todos los demás detalles estarían presentes. Habría un banquete, una tarta nupcial de tres pisos y el tradicional vals. En definitiva, el lote completo.
Aún no se lo había contado a Liam. Pensaba que una vez que llegara le podría explicar que no había sido idea suya sino de sus padres. Además, Liam no iba a tener que hacerse cargo de pagar ninguna factura. Su padre, que era un encanto corría con todos los gastos. Lo único que tenía que hacer Liam era probarse un esmoquin esa tarde, ya había concertado ella una cita en la tienda de alquileres, y aparecer puntual a la ceremonia al día siguiente.
__________ estaba segura de que no sería mucho pedir. No de un hombre que la quería. Y sabía que era así. Tenía que ser así, de otra forma no vendría desde tan lejos para casarse con ella. Y tampoco le habría enviado un precioso anillo de compromiso. Instintivamente, echó un vistazo al anillo que brillaba en su dedo. Sólo mirarlo le daba seguridad.
Media hora más tarde, paseaba inquieta frente a la puerta de llegadas internacionales, por donde tenía que salir Liam. Mirando cada dos por tres la rampa por la que descendería su prometido en cualquier momento. Su avión había aterrizado diez minutos antes. Llegaba con algo de retraso, pero a los viajeros de primera nunca les hacían esperar en las aduanas.
No podía estarse quieta. Los nervios le atenazaban el estómago. No sabía si estaba contenta o asustada. Una parte de ella temía que se estuviera precipitando al decidir casarse con un hombre con el que ni siquiera se había acostado.
Aunque quizás así era mejor. Se había acostado con todos sus novios y ninguno le había pedido que se casara con él. Pensaba que a lo mejor les había decepcionado en la cama. No conseguía disfrutar con el sexo y ese hecho acababa frustrando más a sus novios que a ella misma.
Había sido muy sincera con Liam desde el principio y él le aseguró que no se casaba con ella por ninguna cuestión sexual sino porque era preciosa, cariñosa y deseaba lo mismo que él, formar una familia. Además, estaba convencido de que todo saldría bien en la noche de bodas.
Elizabeth♥
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
WUUUUUOOOO :O estaaaa muuuy bueeno! wiiiiiiii muchoos caps! Pero lastima que los temirneee! QUIEROO MAAAS! sigueela(:
un beso!
un beso!
Floopi.
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
Hello! Me colgué un poco, pero ya me leí todos los capítulos y la verdad es que ¡ME ENCANTÓ! Ah bueno, la Rayita se casa con Liam ¡Oh, que emoción! ¡Qué envidia! ¡Te envidio Rayis y no sabes como! xD. Y por el otro lado: Harry... pobrecito, que vida dura que tuvo u.u ¡que ganas de abrazarlo! Quiero leer más, me gustó y mucho los capítulos ¡quiero más... capítulos! Tu lectora pervertida te lo ruega (: JAJAJA.
Invitado
Invitado
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
Flo bollo escribió:WUUUUUOOOO :O estaaaa muuuy bueeno! wiiiiiiii muchoos caps! Pero lastima que los temirneee! QUIEROO MAAAS! sigueela(:
un beso!
JAJAJAJAJ! Que bueno que te gusta linda. Ya la sigo; Gracias por comentar!
Elizabeth♥
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
Sofilinda escribió:Hello! Me colgué un poco, pero ya me leí todos los capítulos y la verdad es que ¡ME ENCANTÓ! Ah bueno, la Rayita se casa con Liam ¡Oh, que emoción! ¡Qué envidia! ¡Te envidio Rayis y no sabes como! xD. Y por el otro lado: Harry... pobrecito, que vida dura que tuvo u.u ¡que ganas de abrazarlo! Quiero leer más, me gustó y mucho los capítulos ¡quiero más... capítulos! Tu lectora pervertida te lo ruega (: JAJAJA.
Hola Linda; n.n no te preocupes(: JAJAJAJAJA! Si bueno... ya sabras que ba ha pasar con ellos 2! Si ganas de Abraazarlo; Besarlo &.. Bueno mejor dejemos esto hasta ahi e.e' Ya la sigo Linda Gracias por comentar!
Elizabeth♥
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
OOOOOOO MM LIAM...HAZZA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA HAHAHA SON HOMBRES HERMOSOS Y SENSUALES....ZAYN NIALL Y LOUSI LOS CINCOOOOOO HAHA TIENES QUE SEGUIRLA ALEX!!!!!!!!!!
Yenifer
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
ALEXXX AQUI ESTA HELENA DE SHEERAN HACIENDO ACTO DE PRESENCIA AHHAHA LOL ME ENCANTA ESTA NOVELA LA TRAMA YA ME DEJO SIN UÑAS ENCERIO TIENES IDEA DE LO DIFIL QUE ES COMERSE UÑAS CON BRACKETS PUES LO ES Y ASI Y TODO YA NO TENGO UÑAS ME ENCANTA LA NOVELA ESTA BUENISIMA AHAAH TIPICA VIDA STYLES A HELENA LE GUSTA SIGUELA PRONTO LINDA ME ENCANTA COMO VA LA TRAMA SE VE GENIAL BUENO EMM QUE MAS ASI TU SABES NUEVA Y FIEL LECTORA SIGUELA PRONTO :)
Helena.
{Capitulo #O5}
{Capitulo #O5}
Eso esperaba. Quería sentir la tierra temblar bajo ella, tal y como Danielle le contaba. Y si no lo conseguía, Liam le había asegurado que harían lo suyo funcionar tarde o temprano.
«¡Allí está!», pensó cuando lo vio por fin.
Empezó a saltar y a mover los brazos sonriente:
—¡Aquí! ¡Aquí estoy! —le gritó.
Cuando volvió la cara hacia donde ella estaba, _________ se quedó de piedra. No era él y su sonrisa se esfumó. Se parecía mucho a Liam. Más o menos de su altura, su prometido medía casi dos metros, y con un pelo muy similar, castaño oscuro y ruloso. Su perfil también era parecido, frente alta, nariz contundente y una barbilla fuerte y marcada.
Pero cuando ese hombre la miró vio que sus ojos no se parecían. Tenía una mirada profunda y penetrante. Los ojos de Liam eran marrones y los de ese desconocido eran verdes esmeralda, con un toque gris cuando los entornaba como estaba haciendo en ese momento.
Se dio cuenta de que la estaba mirando. Y de una forma muy intensa. Nadie la había mirado nunca de esa manera. Sus ojos tenían una fuerza abrasadora.
El hombre se dirigió hacia ella arrastrando su equipaje y ella colocó su bolso frente a su pecho en un instintivo movimiento de defensa. Estaba avergonzada por la confusión, pero no podía apartar los ojos de él. La mirada de ese hombre era magnética.
—¿Te ha pedido Gemma que vengas a buscarme? —le preguntó parándose frente a ella.
Su acento era muy parecido al de Liam lo que le recordó la razón por la que estaba allí.
—No, lo siento —se disculpó con rapidez mientras buscaba a Liam a su alrededor—. No sé quien es Gemma. Es que te he confundido con mi prometido.
Siguió escrutando el abundante número de pasajeros que llenaban la sala, pero Liam no estaba por ninguna parte. Volvió la mirada hacia el americano, que aún estaba allí. Seguía mirándola, ahora con curiosidad, aunque en sus ojos había algo más que no conseguía descifrar.
—Te pareces bastante a él. Bueno, un poco —explicó.
La verdad era que Liam no le llegaba ni a la suela de los zapatos. Era un hombre guapo pero ese extraño era increíblemente atractivo.
— ¡Ya entiendo! —dijo él.
Su voz reflejaba decepción, a ________ no se le pasó por alto. No entendía qué era lo que ese extraño hombre había creído o quién esperaba que fuera.
—Nos casamos mañana —explicó ella sin saber muy bien por qué.
—Es un hombre afortunado —murmuró él observándola de arriba abajo.
De repente se dio cuenta de qué era lo que había en sus ojos y por qué parecía decepcionado.
Había visto el deseo en los ojos de muchos hombres pero nunca se lo habían transmitido con tal intensidad. Sus ojos eran increíbles. No sólo bellos sino también intrigantes, inteligentes y sexys.
Se estremeció al entender sus palabras, cargadas de electricidad. Su mirada, de alta tensión, consiguió encender todo su cuerpo y se sonrojó. No podía entender su reacción. Hacía años que no se ruborizaba.
—Si me disculpa —se despidió mientras obligaba a sus piernas a moverse de nuevo.
Tenía que alejarse de aquel hombre. Siguió buscando a su prometido con la mirada, pero su mente seguía ocupada por el misterioso y atractivo desconocido. Se preguntaba quién sería y qué haría en Sydney.
Harry casi se alegró de que le diera calabazas. «¿Qué se supone que estaba haciendo? ¿Mirándola como lo hacía?», se preguntó confuso.
Intentar ligar con mujeres no era su estilo. Además, esa chica era rubia y de bote. Harry sentía aversión por las rubias teñidas.
Claro que esa chica no era la típica rubia de bote, como las jóvenes con las que su padre se casaba, las chicas que tanto abundaban en Los Angeles, cuyo artificial color de pelo no era lo único falso en ellas.
A pesar de las raíces oscuras, el pelo de esa mujer era brillante y su corte sencillo. Su melena caía como una cortina hasta media espalda. Tampoco había nada artificial en su cara, que era preciosa y natural, un rostro refrescante. Si llevaba maquillaje, éste era muy ligero y sutil. De todas formas, su piel suave y brillante no necesitaba más realces. Sus ojos también eran bellos, azules como el océano y enmarcados con largas y oscuras pestañas.
Sí recordaba que llevaba brillo de labios. Habían atraído gran parte de su atención y tenía claro que destacaban por estar más brillantes de lo normal. También recordaba que eran gruesos, carnosos y extremadamente sexys. El tipo de boca que estaba hecha para besar, ser besada y...
Sus pensamientos lo estaban traicionando. Se movió bruscamente para alejarse de donde estaba. Se había quedado embelesado mirando a aquella joven. Hacía mucho tiempo que nadie lo dejaba fuera de combate a primera vista.
Y más extraño aún era que no pudiera conseguir al objeto de sus deseos, siempre lo lograba.
Un hombre inteligente tenía que darse cuenta de cuando merecía la pena ir tras una mujer y cuando no. Aquella joven se iba a casar al día siguiente, así que Harry no esperaba que cayera rendida a sus pies. De hecho, no esperaba de ella ningún tipo de reacción.
Pero eso mismo era lo que no podía quitarse de la cabeza. Una mujer en sus circunstancias no habría reaccionado asi al conocerlo, pero Harry había notado algo en ella, una respuesta. Notó en sus ojos una especie de conexión sexual y su cuerpo y su manera de moverse le decían que se había sentido tensa. Sabía que a ella le había sorprendido el sentirse atraída por él tanto como a él le había pasado con ella.
Recordaba cómo se sonrojó cuando la miró de arriba abajo. No era el rubor de una niña avergonzada e inocente sino el de una mujer que estaba sintiendo algo en su interior.
Harry estaba seguro de ello y le fastidiaba. No era un hombre que estuviese acostumbrado a perder ninguna batalla pero, en esa ocasión, iba a tener que ignorar la mutua atracción sentida por ambos y seguir adelante.
Suspiró y se dispuso a buscar a su hermana entre las personas que abarrotaban la sala de llegadas. Intentó evitar la zona hacia donde la rubia se había dirigido. Lo último que necesitaba su ego masculino era ver cómo abrazaba a su prometido.
Gemma no aparecía por ningún lado. No era la persona más puntual del mundo pero, tras el retraso sufrido en su vuelo, pensó que ya debería estar allí.
Sonó su teléfono móvil. Lo sacó del bolsillo y se dispuso a contestar la llamada.
—Hola, Gemma —dijo con sequedad al ver el número de su hermana en pantalla.
—Perdona, Harry, pero me he quedado dormida. Estaba tan nerviosa con tu llegada que anoche no me podía dormir. Así que me levanté y estuve en el sofá viendo la televisión hasta las tantas. Pero me quedé dormida allí y no oí el despertador. Supongo que Josh lo oyó, lo apagó y siguió durmiendo.
—Bueno, pues voy en taxi y ya está.
—No, no. Voy ahora mismo para allá. Vete a desayunar al café que está al lado de la terminal de llegadas y yo estoy allí en veinte minutos, ¿vale?
—Muy bien —asintió con resignación.
—¿No estás enfadado conmigo?
—No.
—¡Me extraña!
—Mientras volaba hacia aquí he tomado la decisión de estar más relajado de ahora en adelante —le dijo con una sonrisa irónica.
Aunque la verdad era que en ese momento no se sentía relajado en absoluto. Le faltaba práctica para saber cómo controlar su estrés y, lo que era más incómodo, su frustración sexual.
—¿En serio? Vaya, eso habrá que verlo. Bueno, te dejo que no quiero que me vean hablando por el móvil mientras conduzco. Ya me han quitado tres puntos de mi carnét de conducir por exceso de velocidad. Te veo ahora. Adiós.
—Hasta ahora —se despidió él aunque ella ya había colgado.
Elizabeth♥
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
{Capitulo #O6}
Sonrió con una mueca y se guardó el teléfono. Arrastrando su maleta, se dirigió hacia la cafetería que Gemma le había indicado.
Se pidió sólo un café, ya había desayunado en el avión, y se sentó a una de las mesas. Estiró las piernas y se dispuso a mirar a su alrededor mientras esperaba a su hermana.
Mala idea.
De todas las personas que llenaban el aeropuerto tuvo que ser la atractiva rubia la que se dirigía hacia él en ese momento. Estaba sola y no había rastro del prometido por ninguna parte. Andaba muy despacio, hablando por un pequeño móvil rosa y completamente enfrascada en la conversación.
Una vez más, no pudo quitarle los ojos de encima. Se concentró en su cuerpo, mucho más fácil de contemplar y disfrutar mientras avanzaba lentamente. Lo primero que le atrajo fueron sus pechos redondos y exuberantes bajo la estrecha camiseta rosa. Sus pezones, de lo más sugerentes, se dibujaban perfectamente a pesar del sujetador. La parte baja de su cuerpo tampoco era desdeñable. Su cintura era estrecha y sus caderas femeninas. El vientre liso, las piernas largas y los tobillos esbeltos.
Las mujeres con buen cuerpo y enfundadas en vaqueros ajustados eran la debilidad de Harry. Especialmente si los pantalones eran estrechos hasta el tobillo. No le gustaban los vaqueros acampanados. Quería poder ver sus tobillos y sus pies.
Los pies de esa mujer eran bellos y pequeños, sobre todo calzados en las sandalias de tacón alto que llevaba. Las uñas estaban pintadas del mismo rosa chicle de su camiseta y su móvil.
Cuando se acercó más a él pudo darse cuenta de que estaba pálida. Pálida y algo temblorosa. Estaba claro de que acababa de enterarse de una mala noticia.
Se paró de pronto tan cerca de la mesa de Harry que podía oír sus palabras.
—¡No me lo puedo creer! —gritó ella— ¡No me puede estar pasando a mí! —
Parecía que era grave, quizás algo serio le hubiera pasado a su prometido. Aunque a Harry le habría encantado que la mujer estuviese libre y sin compromiso, no era tan egoísta como para desear que algo malo, como un accidente, le hubiera pasado al novio de esa chica.
—¡Será canalla! —espetó ella de pronto.
Harry se estremeció al oírla. Parecía que no había sido un accidente ni nada similar. Simplemente, el muy sinvergüenza no había aparecido y, a juzgar por el enfado de la mujer, parecía que no tenía intención de hacerlo.
Se sintió fatal por ella, pero eso no impidió que su fantasía comenzara a plantearle todo tipo de posibilidades, casi todas de tinte sexual. Su conciencia intentó intervenir y él la ignoró. Era, al fin y al cabo, un hombre normal y viril. No era ningún santo.
—Estoy bien, estoy bien —dijo ella en tono cortante—. Soy fuerte. No, claro que no voy a llorar. Al menos no en un lugar público. ¡Sólo me faltaba eso! Esperaré a llegar a casa, o al coche.
Pero no cumplió su promesa y, en cuanto colgó con su interlocutor, rompió a llorar. Y no fueron lágrimas serenas sino un llanto desgarrador que sacudió todo su cuerpo.
Harry agradeció su buena suerte y se levantó, dirigiéndose hacia ella.
—¿Puedo ayudarte en algo? —le preguntó amablemente mientras colocaba su mano firme en uno de los temblorosos hombros de la mujer.
________ se quedó parada. Levantó la vista y vio, entre lágrimas, al apuesto americano que había confundido con Liam sólo unos minutos antes. El mismo que la había observado con una mirada hambrienta y ardiente. Pero sus ojos expresaban algo muy diferente entonces. La miraban con preocupación y amabilidad.
—Acabas de recibir malas noticias, ¿verdad?
—Así es —dijo ella mientras buscaba en el bolso un pañuelo para limpiar su nariz.
—Oye, ¿por qué no vienes y te tomas un café conmigo? —le ofreció el hombre mientras señalaba una mesa cercana— Estoy aquí aburrido, esperando que venga mi hermana a buscarme y me encantaría tener compañía. Así me puedes contar por qué no ha aparecido tu prometido.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó sorprendida.
—Bueno, me confundiste con él en la sala de llegadas —explicó él—. No veo a nadie a tu lado y estás llorando. Como te puedes imaginar, no ha sido muy difícil averiguarlo.
—Ya, claro —dijo ella limpiándose la nariz de nuevo y respirando profundamente.
—Entonces, ¿te ha dejado plantada temporal o definitivamente?
—Me temo que definitivamente —dijo ella pasando del dolor a la desesperación.
No entendía por qué el destino estaba siendo tan cruel con ella. No tenía ni idea de qué iba a contarles a sus padres.
—Algunos hombres son completos imbéciles —dijo el americano.
________ se sentía demasiado desolada para apreciar el elogio.
—Venga. Seguro que un café te sienta bien —la animó él.
La tomó del brazo para llevarla hasta la mesa. _________ no tuvo fuerzas para negarse y se dejó llevar. Su conciencia le decía que el americano tenía interés en ella y por eso estaba siendo amable, pero no le preocupaba demasiado. Estaban en un lugar público y se sentía segura. Si quería invitarla a un café no se iba a negar. La verdad era que no estaba en condiciones de conducir de vuelta a casa hasta que se repusiera un poco.
Lo que tenía claro era que no iba a contarle nada personal. Al fin y al cabo no era más que un desconocido para ella.
Los siguientes minutos pasaron sin que se diera cuenta. Estaba aturdida. El americano le pidió un capuchino y se lo trajo. Él mismo le añadió un par de cucharadas de azúcar y se lo acercó.
—Venga, bébetelo —le aconsejó—. Necesitas un poco de azúcar para salir del estado de shock en el que estás.
Obedeció y enseguida empezó a sentirse un poco mejor.
—Gracias. Tenías razón. Lo necesitaba.
—¿No me vas a contar lo que te ha pasado?
—¿Qué más te da eso? —le preguntó un poco grosera.
__________ sabía que no tenía ningún interés verdadero en saber por qué estaba dolida. Sólo quería ligar con ella. Su caballeresco rescate, el capuchino y sus amables preguntas eran sólo sus armas para conseguir lo que quería: a ella.
No era la primera vez que conocía a gente como él. Extranjeros que llegaban a Australia y buscaban compañía mientras estuviesen allí. Lo más seguro era que es tuviese casado o tuviera novia. Los hombres con su aspecto y su forma de vestir estaban casi siempre casados. Su traje tenía toda la pinta de estar hecho a medida y su reloj de oro y su anillo parecían caros.
—Veo que ya empiezas a recuperar la fuerza —le dijo sonriente y divertido—. Creo que saldrás de ésta, sobrevivirás.
—Eso depende de tu definición de sobrevivir —replicó ella—. Mis padres vienen de camino a Sydney para conocer a mi prometido. Y mañana llegará el resto de mi familia para asistir a la boda. Vienen todos: tíos, tías, hermanas, sobrinos, primos, llevan años deseando que me case. Son gente del campo que piensa que el matrimonio y la maternidad son los únicos objetivos de la mujer. Así que, para ellos, había llegado por fin mi momento.
Las lágrimas asomaron de nuevo a sus ojos pero ella las retuvo con valentía.
—Cuéntame qué ha pasado con tu prometido —insistió él.
Lo miró intensamente y se preguntó si habría juzgado mal sus intenciones. Sus ojos, que eran muy expresivos, parecían de verdad preocupados.
—No hay mucho que decir —dijo encogiéndose de hombros—. No va a venir y se suspende la boda. Eso es todo.
Tuvo que recurrir de nuevo al pañuelo. Siempre la emocionaba encontrar comprensión en otros cuando estaba disgustada.
Mientras secaba sus ojos, él permaneció callado, no quería presionarla... _________ consiguió recomponerse rápidamente. Tomó un sorbo de café y un incómodo silencio se abrió entre ellos. De pronto sintió la necesidad de desahogarse. Era verdad que él no era más que un desconocido, pero ¿qué importancia tenía eso? Estaba muy enfadada y quizás fuera más fácil hablar con él que con su mejor amiga. La mayor parte de sus amigos estaban hartos de oír historias sobre sus malogradas relaciones.
—Danielle tenía razón —espetó ella de pronto dejando caer la taza con brusquedad—. No me quería.
—¿Quién es Danielle?
—Mi mejor amiga. Compartimos piso.
—Es con quien estabas hablando por teléfono, ¿verdad?
__________ asintió, sorprendida por la perspicacia e intuición de aquel hombre.
—Al parecer Liam llamó anoche y dejó un mensaje diciendo que no iba a llegar en ese avión y avisándome de que había enviado un correo electrónico explicándome todo. Pero anoche salimos hasta muy tarde y no lo escuché. Danielle vio el mensaje esta mañana. Llamó a Liam para ver qué pasaba pero no contestó. Supongo que allí es medianoche. Así que me llamó a mí y le pedí que mirara mi correo electrónico.
—Liam es tu prometido, ¿no? El que está perdido en combate.
—Sí, Liam Payne. Y no está perdido en combate —explicó ella con amargura—. Está en Los Ángeles con su secretaria. Su secretaria embarazada. ¡Qué casualidad que el mismo día que él tomaba un avión para venir a casarse conmigo ella descubriera que estaba embarazada de él!
—¡Ah!
—Sí, eso es: «¡Ah!»
—Entonces, ¿cuándo fue la última vez que viste a Liam?
—En junio.
—Pero, ¡de eso hace ocho meses! —exclamó él con sorpresa.
Estaba claro que al americano le parecía que eso era demasiado tiempo para dejar a un hombre solo. No había sido muy sutil.
—Yo siempre le he sido fiel —contestó ella.
—Eso es muy loable. Pero los hombres no son conocidos por su fidelidad cuando sus novias, o esposas, están al otro lado del mundo durante tanto tiempo.
—Dime algo que no sepa.
—¿Por qué estuvieron tanto tiempo separados?
__________ suspiró y le resumió en pocas palabras su historia con Liam, sin decirle que nunca se había llegado a acostar con él. Le contó, sin embargo, que había organizado una boda por todo lo alto y de lo más tradicional en uno de los mejores hoteles de Sydney, a pesar de que Liam quería algo sencillo.
—Supongo que, siendo americano, no conocerás el Regency Royale.
—Me suena —dijo él.
—Es uno de los hoteles más lujosos de Sydney. Todo es carísimo allí. Supongo que podré anular la reserva de una suite que hice allí para la noche de bodas. Pero en cuanto al banquete... ¿Conoces a alguien que quiera una tarta nupcial de tres pisos y un traje de novia de firma? Y eso sin contar el viaje de cinco días, ya pagado, al valle de Hunter.
Su padre no había sido el único en dejarse una pequeña fortuna en la boda.
—No te puedo ayudar, pero a lo mejor lo puedes vender en Internet. Hoy en día, todo el mundo vende de todo en la red.
—No me hables de Internet —repuso con un gruñido.
—Sólo intentaba ser práctico.
—Ya, pero sé lo que piensas.
—¿Qué pienso?
—Que las relaciones por Internet no son más que una fantasía en la que participan dos personas. Que no es real. Que no nos queríamos de verdad.
—Mucha gente piensa eso.
—A lo mejor era así para Liam, pero no para mí. Yo lo quería —dijo ella llorando—. Y me iba a casar con él mañana.
Mientras proclamaba la sinceridad de su amor por Liam, _________ reconoció que quizás hubiera habido algo de fantasía y romanticismo en su relación. Además, la verdad era que ella había estado algo desesperada. Quizás era mejor de esa manera, que no llegara nunca a casarse con Liam, aunque ese pensamiento no logró apaciguar en absoluto su dolor.
—Mañana va a ser el peor día de mi vida y el más humillante —dijo con una mueca—. Bueno, no. Quizás sea hoy el peor. He quedado con mis padres para comer y para presentarles a Liam. Haría cualquier cosa por no tener que contárselo a mi padre. Se ha gastado mucho dinero en organizar la boda y no es un hombre rico. Sólo es un granjero. Quiero devolverle cada céntimo pero, con mi sueldo de peluquera, tardaré años en conseguirlo.
Lamentó haberse comprado un coche el año anterior y haber despilfarrado dinero en una estúpida luna de miel que nunca haría. Su cuenta corriente estaba bajo mínimos.
Suspiró y bebió lo que quedaba de su café. Se sintió más desolada que nunca en su vida.
—¿Te gustaría cenar conmigo esta noche?
________ levantó la vista sorprendida. Con sus grandes ojos azules completamente abiertos.
—¿Me tomas el pelo? —preguntó incrédula— ¿Es que no me has estado escuchando? Me acaban de plantar en el altar. Me han roto el corazón. Lo último que quiero es salir con otro americano guapo y zalamero que viene de vacaciones y que haría y diría cualquier cosa por intentar acostarse con una mujer.
—Pues no soy americano —le informó él con frialdad—. Soy australiano.
—¿Qué?
—Ya sé que tengo acento americano —explicó—. Llevo años viviendo y trabajando en Los Angeles. Pero nací en Sydney. Mi madre se casó con un americano y nos trasladamos a Estados Unidos cuando era un bebé. Mi hermana Gemma nació allí, pero los dos estudiamos aquí. Gemma se quedó y se casó con un médico de Sydney. Por cierto, hablando del rey de Roma, ahí está...
________ levantó la vista y vio a una mujer en avanzado estado de gestación yendo hacia ellos. Se parecía a su hermano, alta y guapa con ojos y pelo oscuros. Se imaginaba que tendría unos veintitantos, alguno menos que su hermano.
—Veo que no has cambiado, hermanito —dijo sonriente mirando a __________—. Te dejo solo y te encuentro con la chica más guapa de por aquí. Pero te lo advierto, chica, éste es de los que no se comprometen ni borrachos.
—Gracias por las excelentes referencias, hermanita —respondió mientras se levantaba para darle un beso en la mejilla—. Te presentaría a esta señora si supiera su nombre pero se le olvidó mencionarlo.
_________ se dio cuenta de que era su oportunidad para irse y no hacer ninguna estupidez, como decirle su nombre y aceptar su invitación para cenar. Ya había conocido a demasiados hombres como él en su vida.
Se levantó, recogió su bolso y le sonrió.
—Gracias por el café pero tengo que irme —dijo ella antes de volverse y andar hacia la salida.
Caminó tan rápido como sus altas sandalias la permitieron.
—¡Espera! —la gritó él corriendo tras ella— Mi hermana estaba bromeando, no te lo creas.
Ya se había imaginado que no se rendiría fácilmente. Se volvió y lo miró con una sonrisa cínica.
—¿No? ¿No eres de los que odian el compromiso? —le preguntó ella mirando a unos ojos que confesaban culpabilidad—. Ya me lo imaginaba —añadió ella mientras re-emprendía la marcha.
—Al menos dime cómo te llamas.
_________ se paró de nuevo y lo miró a la cara. A su atractiva cara. Al instante se dio cuenta del error. Sus ojos reflejaban el mismo ardor y deseo de antes. Quería darle su nombre, su teléfono y aceptar su invitación, pero sabía que eso sería una gran estupidez. Y, con veintiocho años, había llegado el momento de dejar de hacer estupideces en sus relaciones con los hombres.
—No, no, será mejor que no... —contestó ella con poca convicción.
Antes de que pudiera protestar, él sacó una tarjeta y un bolígrafo de su bolsillo.
—Los números impresos no te servirán mientras esté aquí —explicó mientras sujetaba la tarjeta en su palma izquierda y escribía algo en ella—. Pero te estoy apuntando mi nuevo número de móvil en la parte de atrás. O puedes llamarme a casa de mi hermana. Se llama Gemma Devine. Su marido es un cirujano ortopédico que se llama Josh Devine. Viven en Bahía Rose y voy a estar en su casa durante las dos próximas semanas. Su número está en la guía. Llámame si cambias de opinión —añadió mientras dejaba la tarjeta en la mano de __________—. Ahora estás enfadada pero tanto tú como yo sabemos que en realidad no querías al tal Liam.
_______ se quedó boquiabierta ante la franqueza y desfachatez de aquel hombre. Su intuición femenina hizo sonar la alarma de emergencia.
—¿Qué quieres decir? —preguntó sin apenas aliento.
—Sabes perfectamente lo que quiero decir, preciosa —le respondió él.
________ abrió la boca para protestar pero no pudo hacerlo. La verdad era que tenía razón. No podía haber estado enamorada de Liam cuando en ese momento se daba cuenta de que ese hombre la estaba haciendo sentirse más consciente de su condición de mujer como nadie antes. Tenía el corazón a mil por hora y sentía como si toda su piel estuviera en llamas.
Miró la tarjeta que tenía en la mano. Por una parte sentía curiosidad y, por otra, necesitaba apartar la vista y librarse de sus ojos magnéticos y seductores.
Su nombre era Harry Styles. Un abogado con despacho en Los Angeles.
Se rió con ganas, no pudo evitarlo. Todo era demasiado irónico.
—¿De qué te ríes?
—Liam también era de Los Angeles. Creo que con uno ya he tenido suficiente, ¿no crees? —dijo ella con cinismo.
Le devolvió la tarjeta, giró sobre sus tacones y se marchó
Elizabeth♥
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
Yenifer escribió:OOOOOOO MM LIAM...HAZZA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA HAHAHA SON HOMBRES HERMOSOS Y SENSUALES....ZAYN NIALL Y LOUSI LOS CINCOOOOOO HAHA TIENES QUE SEGUIRLA ALEX!!!!!!!!!!
JAJAJAJA! Lose linda! yo se pero ya veraz lo que pasa con Liam & porque el Ruloso Sexi entra en el Juego;*--*
Oh si Todos One Direction es Sexy;*-* Dan ganas de comertelos;*-* Gracias por comentar linda!
Elizabeth♥
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
Helena De Sheeran escribió:ALEXXX AQUI ESTA HELENA DE SHEERAN HACIENDO ACTO DE PRESENCIA AHHAHA LOL ME ENCANTA ESTA NOVELA LA TRAMA YA ME DEJO SIN UÑAS ENCERIO TIENES IDEA DE LO DIFIL QUE ES COMERSE UÑAS CON BRACKETS PUES LO ES Y ASI Y TODO YA NO TENGO UÑAS ME ENCANTA LA NOVELA ESTA BUENISIMA AHAAH TIPICA VIDA STYLES A HELENA LE GUSTA SIGUELA PRONTO LINDA ME ENCANTA COMO VA LA TRAMA SE VE GENIAL BUENO EMM QUE MAS ASI TU SABES NUEVA Y FIEL LECTORA SIGUELA PRONTO :)
Hola Linda c:
me alegra mucho que te hayas pasado por aqui n.n' JAJAJAJAJA! ya me imagino ami tambien me tenia asi ; Bueno Linda Bienvenida & ya sabes que te adoro;*--*
Elizabeth♥
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
Bueno Lindas ahi estan sus capitulos; 2 porque no habia subido e,e' espero les gusten n.n
Elizabeth♥
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
¡No, no lo puedo creer! Liam ¡que cruel sos, hacerle eso a la Rayita un día antes del casamiento no tiene perdón! ¬¬. Pobrecita, debe ser horrible que te planten a un día de la boda ¡Liam, no podes! Este Harry, que rapidito que es (; JAJAJAJA me encanta <3. Me encanta como va la novela, me encantaron los dos capítulos, mi escritora pervertida segui adelante con esta historia ¡Quiero leer más!
PD: Como envidio a Gemma, embarazada y casada con Josh <3 ¡Ay, la envidio sanamente! (:
PD: Como envidio a Gemma, embarazada y casada con Josh <3 ¡Ay, la envidio sanamente! (:
Invitado
Invitado
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
Hola; mi nombre es mariely y pues me reporto como nueva lectora ñ.ñ siguela por favor ♡
Harriet
Re: ‣ɴσνіα ραЯα ʉɴα ɴσϲʜє›ʜαʀʀʏsτʏιes&τʉ‹∙ʜστ∙
Siguela porfiss, ahora k pasara?? e.e Necesito massssss!!!!!!!
Scarlett Devine
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