Enchanted to meet you (Nick y tu)

CAPÍTULO 5...


-¡Feliz cumpleaños Evan! – lo abracé.
-Muchas gracias _______, el día está cada vez mejor- en su cara se formó una sonrisa.
-si me permites – me acerque a Marcus y le hablé al oído- oye tontito, iré a comprar algo, vuelvo enseguida- me alejé rápido y él no logró alcanzarme.
Aunque fue algo estúpida mi escusa, ya que a esta hora debía de estar todo cerrado pero necesitaba tomar aire, despejarme de todo esto me ayudaría, cruce la gran puerta que daba una acogedora bienvenida al lugar y baje la pequeña escalera me quite los tacones que usaba, esa noche pero solo para ser formal, si había algo que odiara era estar incomoda y los zapatos me hacían estar incomoda, siempre fui de usar zapatillas aunque se viera poco femenino. Sentía el frio del pavimento en mis pies, se sentía tan bien y el viento corriendo por mi cuerpo, mis brazos se erizaron debido al frío pero en fin la noche se estaba hermosa.
Unos cuantos pasos me quedaban para volver al gran lugar donde me encontraba una hora atrás, cuando sentí unas enormes manos tomar mis brazos de una manera que me hacia doler hasta el último hueso del cuerpo, asustada trate de dar vuelta mi cabeza pero este lo impidió, sus grandes manos no dejaban que yo tuviera movimiento, comenzaba a desesperarme, tenía mis tacones en las manos y como pude me zafé de su agarre y lo golpeé con uno de mis zapatos y salí corriendo.
Corrí lo más rápido que pude, dirigiéndome hasta donde estaba mi hermano, corría desesperadamente tratando de evitar a la multitud lo que no era sencillo con toda esa gente, habían momentos en los que yo odiaba a las personas y este se estaba volviendo en uno de ellos – Tranquila- le escuché decir a un chico, este me tomo del brazo y me atrajo hacia él. Mi miedo comenzó a aumentar.
-¡Suéltame desgraciado!- gané la mirada de algunos- que me sueltes- volví a decir tratando de alejarme de él.
-tranquila señorita, esta a salvo- dijo esa voz. Si no hubiera estado alterada habría sonreído, su voz era dulce y angelical, no pude mas y me largue a llorar.
-por favor, no me hagas daño- su mano limpió una de mis mejillas húmedas.
-confía en mí, no te haré nada- dijo en un susurro, intentó abrazarme y un escalofrío recorrió mi cuerpo- tranquila- correspondí a su abrazo.
-busco a mi hermano- le dije y me miró a los ojos, unos hermosos ojos café que brillaban por el efecto de las luces.
-si quieres te acompaño- limpió mi otra mejilla- ah por cierto, soy Nicholas Jonas- me ofreció su mano, yo la tomé.
-_______ Wesley – sus ojos se posaron en los míos y nuestras miradas no se cansaban de etar unidas, creo que él se puso algo incómodo.
-¿quieres que te ayude?- se sonrojó, yo bajé mi mirada.
-no te preocupes, mi hermano ha de andar con Evan- e cargo en una rodilla y tomó mi pie.
- a esto me refería yo- me quitó los zapatos de las manos y los volvió a poner en su lugar, le agradecí y me perdí en la multitud. Nicholas Jonas, era un hermoso nombre.



Habían pasado dos semanas de aquel baile y desde entonces yo no había vuelto a soñar, aunque en cierto modo me aliviaba no tener esos sueños, me preocupaba el porqué de esto, aunque, quizás solo imaginaba las cosas y los sueños eran debido a mi amplia imaginación, si eso era, sólo mi imaginación.
-sigues pensando en eso- mi hermano me sacó de mis pensamientos.
-Joe, es extraño, ya van dos semanas que no vuelvo a tener uno de esos sueños- le respondí.
-eso explica todo esto, ¿Qué no te has dado cuenta?- preguntó mi hermano, yo sin entender le respondí.
-¿explica qué?, ¿de qué cosa no me he dado cuenta? Joseph, por favor, explícate tú.
-que no te has dado cuenta que andas más feliz que antes- una sonrisa se formo en mi cara- ¿lo ves?
Lo miré y me puse a pensar, quizás él tiene razón, desde la noche de la celebración de la familia Smith he estado de buen humor, bueno desde que vi a esa hermosa chica, la recuerdo muy bien y también recuerdo su hermoso nombre, _______.
-hermano, te juro que me asustas cuando de pones así, siento que estas loco- me dijo y se retiró del sofá donde me encontraba, aun pasábamos horas encerrados en el estudio, ya teníamos muchas canciones listas y algunas que nos faltaba terminar de graba, todo iba perfecto, excepto que no la había vuelto a ver, desde ese día. Y cada vez que pensaba en mis sueños, me imaginaba con ella. Tal vez ella sea una de las razones por las que deje de tener esos fantasiosos sueños.

Me encontraba con mi amiga almorzando cerca de su trabajo ya que ella me había invitado para que hablemos, no sé de que. Pedí algo liviano por que no estaba con mucho apetito.
-¿Qué tal el primer día?- comenzó Ashley.
-Bueno no puedo decir ni mal, ni bien, aún no he terminado mi jornada- sonreí, todavía me quedaban algunas horas de turno.
-Oh que simpática, me refiero a los compañero de trabajo- sonrío pícaramente- ¿aún no conoces a tú “Jefecito”?
-No querida y si lo conozco, sólo será en relación de trabajo- le sonreí irónicamente.
-Mira que han dicho que esta muy guapo el hombre en cuestión- la miré desganada.
-¡Me rindo!, si quieres ve, ocupa mi lugar y aviéntatele a mi jefe- esta sonrío.
-No estaría mal ________.
-en fin, no tienes algo mas que decirme- hable cambiando de tema.
-¿ya le echaste el ojo a alguno?- ya comenzaba a irritarme.
-¿es enserio?, no nos vemos durante mucho tiempo y no tienes nada mas que preguntarme que de mi vida amorosa, que por cierto está muy descuidada- contesté algo furiosa.
-Perdón _______, no creí que te molestaría, pero tú ya sabes, creí que en la fiesta de Evan o en tú trabajo habías conocido ya a alguien.
-Lástima que no Ashley- quería cambiar del tema- ¿por qué no me cuentas de tu viaje a Kansas?
-Bueno, conocí a mis tíos; Sam y Tom, muy simpáticos por cierto, son muy buenas personas- Ella siguió contándome historias de su familia recién conocida.

Eran las tres de la tarde y yo debía volver a la oficina a las tres cuarenta. Bueno sólo por ser el primer día, y porque no había mucho trabajo, me dieron un rato libre.
-oh, ya se me está haciendo tarde- dije mientras buscaba al mesero con la mirada- ¡la cuenta por favor!- le levante el brazo, él asintió.
-si, para mi también se está haciendo tarde, tengo que ir a casa de mi hermano a llevarle un encargo y si no voy hoy estoy segura que no iré nunca- reí por su comentario.
Pagamos la cuenta, bueno ella quiso pagarla sola pero le insistí en que yo la ayudaría, ella se negó diciendo que me había invitado y ella podía con los gastos, sólo conseguí pagar la bebida ya que ella se resistió. Su trabajo quedaba solo a dos cuadras, nos dirigimos ahí mientras hablábamos de cosas sin sentido.
-No te vi el día de la fiesta, solo vi a tu hermano- comento
-ah si, es que estaba por ahí – recordé el momento en el que pasé el susto de mi vida pero sus brazos y su voz trataron de… olvídenlo.
-sabes que no debes mentirme ______ - habló severa.
-lo sé, pero no te estoy mintiendo, tú mejor que nadie sabes que me desagrada tanta gente y todo lo que tenga que ver con fiestas y mucha gente en lugares pequeños, y eso, sólo salí a caminar- conteste.
-haré como que te creo pero solo porque te quiero- me abrazó tiernamente- ahora si me permites…- ya habíamos llegado a la tienda en donde trabajaba Ashley- debo ir a buscar unas cosas.
-si, yo…- miré mi reloj, aun me quedaba camino por recorrer- debo irme, tengo que terminar de trabajar- me despedí de ella con un beso en la cara- luego te hablo, ¿sí?
-okey, te quiero hermosa- le hice un saludo con la mano y seguí mi camino.

Iba caminando por el parque que quedaba cerca del empresarial en el cual yo ahora trabajaba, al salir a encontrarme con mi amiga estacione mi auto en un aparcamiento que estaba por aquí y cuando pasaba por aquí me llamo mucho la atención verlo, realmente era hermoso. Los árboles daban sombras necesarias para estos tiempos de calor, habían muchas parejas haciéndose mimos, caminando, o simplemente sentados conversando, por un momento sentí envidia de estar así con mi novio, aunque no tenía novio, extrañaba al sujeto de mis sueños, con él yo sé que podría estar así. Aunque todo ese sentimiento de envidia que tuve cambio cuando vi a un pequeñín sentado a los pies de un árbol, con sus piernas dobladas al pecho y sus brazos rodeándolas, supuse que el pequeño estaba llorando, me acerque y me ubique a su altura.
-¿que sucede, cariño?- acaricié su espalda el pequeño levantó su cabeza que segundos antes se encontraba hundida en sus rodillas.
-eso creo- contestó y trató de sonreír pero lo único que se formó fue una mueca rara.- Estoy muy preocupado pero no es nada, además…- me observo por un segundo- me han dicho que no debo hablar con extraños.
-te han enseñado bien, pero bueno, me entristeció verte así.
-gracias, supongo. Mi nombre es Jerry, el “pequeño” Jerry.
-bueno, yo soy ______, ahora espero no ser una desconocida- le sonreí y él lo hizo también, tenía unos hermosos dientes- ¿estás solo aquí?
-No, he venido con mi hermano, Chace. Se encuentra con su novia, pero no sé donde.
-¿quieres que te ayude a buscarlos? – inquirí
-¿en serio lo harías?
-por supuesto, “pequeño Jerry”-.
Cuando lo ayudé a levantarse el niño saltó, como si de eso dependiera su vida. Estábamos recorriendo el parque y cada vez quedaba menos para volver al trabajo.
-Mira _____ ahí esta mi molestia mayor- me tomó de la mano y me arrastró, literalmente, hasta donde estaba una pareja. El chico tenía el cabello castaño, muy bien peinado, los ojos pardos y alargados, estos eran adornados por abundantes y largas pestañas, era alto y debo suponer, tenía un buen cuerpo. Lo más raro de todo es que me hizo recordar a Nicholas.
La chica que se encontraba a su lado era alta y delgada, muy parecida a la chica que vi en la fiesta con el otro Jonas que conocí. Muy lista _______! Conocer a un par de hermanos tan guapos en una misma noche. Reí ante mi pensamiento.
-hasta que te dignas a aparecer Jerry- dijo el chico- me tenías preocupado.
-si estaba jugando por allá, ya sabes- lo miró como si fuera obvio, a pesar de tener nueve años el niño era inteligente, y muy maduro, según lo que me comentaba mientras caminábamos.
-y estas molestando a personas que no deberías molestar- Chace luego se dirigió a mi- disculpa si interrumpió algo importante, tu ya sabes como son los niños.
-descuida, sólo iba caminando y me lo encontré… - Jerry me vio con una mirada de suplica, creo que no quería que dijese nada- pensé que estaba perdido, y me preocupe.
-bueno si así era, michas gracias, soy Chace- estiró su mano.
-yo ______ -saludé a la chica
-creo que te he visto en algún lugar, pero no recuerdo donde- la chica comenzó a recalcular- ¿estabas en la estancia de los Smith?
-si, fui con mi hermano-
-ah creo que ahí entonces, te me haces familiar- la chica sonrió
-bueno no quiero ser descortés, pero, si no llego a mi trabajo, tendré problemas- me di la vuelta para caminar pero antes el pequeño me tomó la mano y se acercó a mi, me hizo una seña para que me ubicara a su altura- ¿podrías volver el fin de semana?
Lo miré y asentí- el sábado nos vemos por aquí, no te preocupes- Me giré para volver a caminar o mejor dicho correr para volver al edificio y escuche de lejos un “Gracias ________”