Re: La seducción de una princesa (Nick y tu) TERMINADA

por **jamileth** Miér 27 Jun 2012, 9:12 pm

cappppp

por **chelis** Miér 27 Jun 2012, 9:37 pm

PORFIISS

por **CariitoJonas15** Miér 27 Jun 2012, 9:53 pm

Capitulo 6

¿Qué podía decir a eso? Volviendo a la realidad con una cruel sacudida, su mente procesó como un ordenador incontables imposibles hasta reducirlos a uno: mentir y decirle que no, aunque eso le acarrea¬ría más problemas de los que le apetecía imaginar.
Seguramente, fue su instinto lo que lo impulsó a bromear.
Arrojando el puro por encima de la balaustrada con un movimiento exagerado, casi violento, le ro¬deó la cintura con un brazo. El otro se lo pasó por la espalda e inclinó su cuerpo sobre el de ella hacien¬do una farsa de una vieja película muda que había visto hacía poco, no sabía muy bien dónde, sobre un jeque árabe vestido con túnica y tocado que seducía a una doncella inocente en una tienda.
—¿Besarte? —entonó con una absurda y penosa mezcla de acentos diferentes—. Oh la la, mademoiselle...
Unos ojos sorprendidos lo miraron. Nick tuvo la sensación de estar cayendo por un precipicio, como si la tierra se hubiera abierto bajo sus pies.
«Y ahora, ¿qué?» No sabía qué debía decir a conti¬nuación. Ése era el problema de las películas mudas, que eran mudas. Les faltaba diálogo, les sobraba ac¬ción. Y estaba seguro de conocer qué acción debía tener lugar a continuación.
«No lo hagas. No puedes. Sería una locura» En aquel momento, oyó un levísimo sonido... el suave rumor de una exhalación. El aliento de _________ era dulce y fragante, y Nick sintió su caricia en la piel. La vio entreabrir los labios. Despacio, muy des¬pacio, ella cerró los ojos.

«Que Dios me ayude», pensó Nick, y bajó los la¬bios para unirlos a los de ella.
Tuvo una impresión de tibieza y de suavidad, de dulzura e inocencia. De pureza. Se le ocurrió pre¬guntarse si quizá sus labios fueran los primeros que la habían tocado, y la idea lo excitó y lo avergonzó al mismo tiempo. ¿De eso se trataba?, se preguntó. ¿Por eso la deseaba tanto? No tenía nada que ver con la belleza exótica ni con el fruto prohibido: era la sed de tierras vírgenes de un conquistador.
Su sed corría peligro de convertirse en un to¬rrente de lujuria.
Percibió en ella una leve resistencia instintiva. ¡Si no se hubiera dado cuenta...! Si ella hubiera reaccio¬nado abierta, osadamente al beso, quizá habría podi¬do mantenerlo como pretendía, claramente burlón, y ponerle fin. Pero aquel pequeño temblor, aquel leve jadeo de vacilación virginal, desató una reac¬ción primitiva y masculina en su interior, y en lugar de representar una advertencia, constituyó un desa¬fío. Y el abrazo que sólo pretendía quitar hierro a la petición del beso y disipar emociones peligrosas se convirtió, en cambio, en seducción.
En lugar de soltarla, trazó con los dedos círculos sensuales en torno a los músculos contraídos de su espalda y cintura... En lugar de apartarse de ella, ab¬sorbió el temblor de sus labios y los calmó delicada¬mente con la tibieza de su propia boca. Y sintió que _________ se relajaba, que se fundía en sus brazos... como él había intuido que haría.
Pequeños estallidos de advertencia tenían lugar en su cerebro. Una reserva de fortaleza que no había creído poseer le permitió apartar su boca de la de ella... durante un momento, no más. Profirió un soni¬do parecido al lamento del viento en los árboles y enterró el rostro en la airosa curva de su esbelto cuello. Después, con suavidad, con cuidado al princi¬pio, le acarició la piel con los labios... una piel sedo¬sa y fragante, como pétalos de rosa.
Ella emitió un jadeo asustado, pero Nick sintió que arqueaba el cuerpo hacia él y, con un rugido triunfan¬te, volvió a besarla sin pensar. Todavía con suavidad, pero inexorablemente, como el agua que encontraba su propio cauce, empezó a recorrer las formas y los contornos de la boca de _________... con la lengua halló su suavidad interior. Ella gimió...
«¿Cómo es posible?», pensó _________. «No puedo res¬pirar... Tengo el corazón desbocado. Me siento como si estuviera ahogándome, muriendo, y no puedo contenerme, no quiero resistirme. Si estoy murien¬do, esto debe de ser el cielo, porque no quiero que acabe nunca»
Estaba en llamas y, sin embargo, temblaba. Sentía la cabeza ligera, como mariposas volando por el aire, pero el cuerpo pesado, demasiado pesado para moverlo.
El torso de Nick era firme, un peso inflexible contra sus senos, unos senos que se habían vuelto tan sensibles que podía sentir todos los pliegues de la chaqueta de Nick... incluso la urdimbre de la tela. Hasta el roce de su propia ropa le parecía una abra¬sión intolerable.
Jadeando, separó su boca de la de él y arqueó el cuello, ofreciéndoselo. ¿Dónde había aprendido eso? Al tiempo que se extrañaba, sintió el contacto de los labios de Nick en el pulso de la garganta y experi¬mentó una debilidad aterradora.
De pronto, el contacto desapareció. A lo lejos oyó un sonido áspero y angustiado, y el peso fue retirado de su pecho. Sentía fríos los labios y el cuello, y el pulso, frenético. Mareada, por temor a caerse se afe¬rró con desesperación a los brazos que la sostenían y abrió los párpados. Unos ojos la miraban, refulgien¬do con un brillo dorado... unos ojos que le abrasa-ban el alma.
—¿Qué...? —quiso susurrar, pero la pregunta se redujo a un pequeño gemido, como un maullido.
La voz de Nick era tan entrecortada que apenas podía comprender lo que decía.
—Princesa... Lo siento. No puedo hacerlo. No puedo...
Cuando _________ sintió que retiraba los brazos, pri¬vándola de su sostén, jadeó y se aferró a las mangas de su chaqueta. Él hundió los dedos en la carne de sus brazos al tiempo que, con semblante lúgubre, la apartaba y, con sumo cuidado, la ayudaba a recupe¬rar el equilibrio. Una vez más, le lanzó una mirada y ella se estremeció, como si hubiera recibido un lati¬gazo.
—Maldita sea —masculló Nick con fiereza y, vol¬viéndose, prosiguió con pesar—. En otro momento, tal vez... en otro lugar.
Acto seguido, desapareció.

por **aranzhitha** Miér 27 Jun 2012, 10:06 pm

awww quien los escucho??
Y como la besa y despues se va??
Siguela!!!

por **chelis** Jue 28 Jun 2012, 2:56 pm

GUUUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!
MALDITA CONCIENCIA DE NICK!!!! :enfadado:
POOORRR QUEEEEE????
JAJAJJAJAJAJAJ
SIGUELA PORFIIIIISSS

por **Sunny** Jue 28 Jun 2012, 3:03 pm

Se besarooooooon♥!!! Aw me encanta la nove!Quiero mas!Siguela pronto.besos

por **chelis** Jue 28 Jun 2012, 3:27 pm

por **jamileth** Jue 28 Jun 2012, 10:51 pm

quien los vio??
ahhh
q pudo a ver pasado!!!

ashhhhh

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **CariitoJonas15** Vie 29 Jun 2012, 2:30 pm

[font=Comic Sans Ms]Capitulo 7[/font]

_________ se quedó donde estaba, temblando, sin osar moverse hasta que el rumor del viento se llevara el ruido de los pasos de Nick.
«Estúpida, estúpida», la censuraba el viento en sus susurros. «Te lo tienes merecido. Esto es lo que les pasa a las mujeres atrevidas»
Pero... ¿qué había pasado exactamente?
Abrazándose, _________ se volvió hacia la inmensidad centelleante de cielo y el mar. Todavía temblaba, no por la conmoción, sino por una excitación descono¬cida. ¡Nick Jonas la había besado! Como un hombre no debía besar nunca a una mujer que no fuera su esposa.
Y que ella se lo hubiera permitido... El temor y la culpa empañaron su excitación, pero no la disipa¬ron. Era imperdonable que se hubiera dejado besar. Ya sólo podía proceder de una manera. Al menos, si alguien se enteraba...
Sabía que debía sentirse asustada, aterrada, aver¬gonzada. Entonces, ¿por qué sonreía?
«En otro momento... en otro lugar»
Eso era lo que Nick había dicho; recordaba sus palabras exactas. Entonces lo comprendió, y la certe¬za la envolvió, tan reconfortante como un chal de cachemir.
De regreso en su habitación, Nick se quitó la cha¬queta del esmoquin con un suspiro de gratitud. Ha¬bía sido un día agotador, pensó mientras arrojaba la prenda sobre el moderno sofá de franjas blancas y marrones. Y daba gracias por que hubiera acabado. Al día siguiente volvería a encontrarse en territorio fa¬miliar; el mundo de los negocios era su entorno, en él se encontraba a gusto. Era lo que se le daba bien: hacer tratos, planes, cumplir promesas. Los actos so¬ciales no iban con él. Prefería remangarse y trabajar de verdad, ensuciarse las manos si era preciso.
Pero todo eso era pan comido comparado con lo que acababa de vivir. Prefería pasar tres días nego¬ciando duramente que tres horas en una recepción formal. Y su encuentro con _________ Kamal... había sido algo muy personal.
La tensión era una barra de acero que le recorría la espalda. Había pasado la noche tratando de eludir el contacto visual con _________, aun siendo consciente de su presencia en todos los poros de su cuerpo. Ha¬bía sido desquiciante, intenso pero, afortunadamen¬te, todo había terminado. Por fin podía relajarse.
Con otro suspiro impetuoso, se quitó el lazo y se dirigió al cuarto de baño. Allí, mientras se desabro¬chaba la camisa, se miró con objetividad en el espe¬jo de marco dorado que había sobre el lavabo.
«Has tenido mucha suerte, Jonas»
Sí, sabía lo afortunado que había sido. Había juga¬do con fuego y, sin saber cómo, había logrado no quemarse. Aquel cercano roce con el desastre lo ha¬bía dejado aturdido, pero había logrado superarlo. Lo único que necesitaba era dormir toda la noche y, al día siguiente, tras una mutua negociación prove¬chosa con el anciano jefe, volvería a ser el mismo.
Quitándose la camisa, pensó en darse otra ducha. Pero estaba cansado, sólo quería meterse en la cama, así que abrió el grifo del lavabo. Estaba inclinado ha¬cia delante, llenándose las manos de agua para refres¬carse la cara, cuando oyó un suave golpe de nudillos en la puerta.
«¿Y ahora qué?» Uno de los criados, seguramente, que siempre andaban llevándole algo: toallas, frutas, infusiones... aunque parecía bastante tarde para eso. Frunciendo el ceño, tomó una toalla y fue a abrir la puerta.
Al ver quién estaba allí de pie, se extrañó de que no le diera un infarto allí mismo. Como mínimo, es¬taba bastante seguro de saber lo que se sentía cuan¬do a uno le clavaban un carámbano en las tripas.

—Princesa... —explotó antes de poder pensar—. ¿Qué haces...? ¿Por qué? —y mientras balbucía, ella se coló en su habitación.
Nick tuvo una impresión fugaz de luz, de aroma especiado, de cabellos que le caían por la espalda como un río de ébano, de una prenda pálida y vapo¬rosa... ¿Brillaría en la oscuridad como una vela?
Jamás se había sentido más expuesto ni más aler¬ta del peligro. Si alguien pasara por la puerta... si ella levantara la voz, si gritara, Nick era hombre muerto. Dudaba que en aquella parte del mundo siguieran ejecutando a los hombres por tales transgresiones pero, como mínimo, cualquier esperanza que tuviera de hacer tratos con los tamiríes se la llevaría el vien-to. Lo pondrían de patitas en la calle, sin ceremo¬nias, en aquel mismo instante, en mitad de la noche.
Además, Elena jamás se lo perdonaría... jamás.
Sintiendo un temor gélido por la espalda, se secó la cara distraídamente con la toalla, miró rápidamente a izquierda y derecha del pasillo y cerró la puerta sin hacer ruido. Se sentía como si acabaran de enjau¬larlo.
_________ contenía el aliento, sonrojada. Conociendo instintivamente la fuente de ese calor, evitaba mirar¬lo... ¡como si eso fuera a ayudarla! Puso la mano en el respaldo del sofá y se apoyó en él un poco. Oyó que la puerta se cerraba tras ella y que el silencio llenaba la habitación.
—Princesa... —dijo Nick con voz áspera. Y, aun¬que no era su intención, _________ hizo una mueca de co¬bardía. Aun así, al volverse, supo que su sonrisa apa¬recería alegre y decidida.
—Pensaba que ibas a llamarme _________.
Nick exhaló un fuerte suspiro, como si llevara un rato conteniendo el aliento.
—Pero por el amor de Dios, ¿qué estás haciendo aquí?
Pero _________ no podía contestar. De pronto, no te¬nía humedad en la boca, era incapaz de mover la lengua. Ni los ojos, porque habían quedado clavados en el torso masculino que tenía delante y por nada del mundo los arrancaría de allí. No lo entendía. Ha¬bía visto pechos y torsos masculinos anteriormente, ¿no? Por lo menos en fotografías, pero no lo parecía. Tenía la sensación de que era la primera vez que veía algo así.
—Mira, _________... —dio un paso hacia ella, con el rostro en sombras, las manos levantadas y los dedos tensos, como si quisiera sujetarla con ellos. _________ contuvo el aliento y sintió que el corazón le daba un vuelco en el pecho. Hasta ella se daba cuenta de que , no era un gesto de bienvenida. Tampoco era violento. Le parecía más de angustia que de enfado, y no temía por su integridad física. A ella Nick no le haría daño, estaba segura.
Al igual que estaba segura de haber cometido un grave error de juicio. De alguna manera, debido a la gran diferencia entre sus dos culturas, había malinterpretado las palabras de Nick. No había querido decir lo que ella había creído. En absoluto.
«No debería haber venido», pensó.
Todos aquellos pensamientos pasaron por la ca¬beza de _________ al tiempo que profería un gemido de desolación. Al instante siguiente, los recuerdos sen¬suales, viscerales, abrumadores, le asestaron un gol¬pe casi físico. «Labios firmes, suaves y lisos... Calor lí-quido, aliento con olor a tabaco, presión trémula y pulso atronador»
Estaba helada, y las piernas parecían no poder sostenerla. Oía un fragor en los oídos. «Pero tenía que venir... ¿Qué otra cosa podía hacer?» Dio un paso hacia delante... hacia el vacío.
Maldiciendo con vehemencia, Nick la atrapó jus¬to cuando a _________ le flaqueaban las rodillas. Después, como no parecía poder hacer otra cosa, la levantó en brazos.
«Esto es una locura. Es absurdo»
Mientras buscaba frenéticamente con la mira¬da un lugar en el que depositar a la joven incons¬ciente, avistó su imagen en el espejo que había so¬bre la chimenea: senos redondeados envueltos en una fina prenda recortados sobre su propio torso desnudo y sudoroso, el cuello pálido de airosa curva... el cabello de azabache cayéndole por los brazos como una cascada... «Maldición», pensó con un resoplido que era, a la vez, de ironía, con¬trariedad y desconsuelo. «Parezco una portada de esas novelas románticas que siempre leen las mu-jeres»
Ya casi había decidido dejar a la princesa desva¬necida en el sofá cuando sintió que le rodeaba el cuello con los brazos y que su pelo negro empezaba a moverse sobre su piel con increíble suavidad.
Se estremeció involuntariamente y sintió que se le endurecían los pezones. Como si reaccionara a ello, _________ volvió la cabeza hacia él y dejó un rastro de besos tiernos y minúsculos por su torso, como un minino. El corazón de Nick, que ya le latía con fuerza, le dio un vuelco en el pecho.
—Princesa... —tenía la voz débil y sin resuello—. ¿Qué diablos crees que haces? —_________ estaba desli¬zando los labios por su clavícula hacia arriba, a lo largo del cuello. Nick tenía los músculos de la man¬díbula tan rígidos que medio esperaba oírlos crujir al hablar—. Oye, deja eso —insistió casi con deses¬peración.
Pero la encantadora y aventurera boca de _________ había llegado por fin a su destino, y cualquier cosa que Nick hubiera podido añadir fue devorada por su tibieza dulce y embriagadora.
Durante un momento, sólo un momento, Nick tuvo la sensación de estar entablando una batalla per¬dida. Pensó en lo fácil que sería... en el alivio que resul¬taría mandarlo todo al diablo y ceder. Sería algo pareci¬do a ahogarse, a dejarse llevar a donde aquello pudiera llevarlo mandando al cuerno las consecuencias.
Y quizá lo hubiera hecho, de no ser por el insis¬tente y estridente clamor de su lógica. «Nick, no puedes. Es princesa y, seguramente, virgen. ¡Eres un huésped en la casa de su padre! Tienes que poner fin a esto, enseguida»

por **aranzhitha** Vie 29 Jun 2012, 3:54 pm

awww la rayiz que lanzada :affraid:
Se metio en su habitacion!!
Y ahora que va a pasar???
Siguela!!!

por **chelis** Vie 29 Jun 2012, 4:23 pm

wuuuaauu que atreviiidaaaaa!!!!
aaaiiii si tenemos que ser cuando veamos a un jonas :)

por **jamileth** Lun 02 Jul 2012, 6:23 pm

wow esa rayita es lanzada..
ahhh
siguelaaa ya quiero saber q mas sigue

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **chelis** Lun 02 Jul 2012, 6:30 pm

por **jamileth** Lun 02 Jul 2012, 6:46 pm

siguelaaaaaaaaa

por **chelis** Lun 02 Jul 2012, 8:57 pm

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