When you start to believe {Novela colectiva}

La sangre de Anneliese se heló cuando la luz de los ojos de Eliox Fretiur se extinguió. Se mordió el labio interior para evitar llorar por la culpa y la pena. Los vitoreos y gritos de alegría inundaron la habitación, y John Cursell exclamó:
-¡Uno menos, quedan cuatro!
Pansy Parkinson dio la orden de retirarse, y todos los cazadores salieron de la habitación. La castaña visualizó a Eustace Slightouth voltear a ver el cuerpo inerte del oji-verdiazul con inquietud. La Gryffindor suspiró tristemente y caminó hacia afuera.










Aquellos cazadores que eran alumnos de Hogwarts caminaron por el Bosque Prohibido hacia el castillo de Hogwarts, liderados por el Profesor Cursell.
Bianca Maroon, Pansy Parkinson y Daphne Greengrass hablaban sobre lo sucedido aquel fatídico día, mientras que el resto permanecía en silencio. Algunos saboreando la victoria solo para sí mismos, otros invadidos por la indiferencia, y la cantidad menos numerosa se envolvía en un agrio sentimiento de remordimiento.
Anneliese subió la cabeza observando a los cazadores, la mayoría de Slytherin. Una ola de sorpresa la recorrió cuando su mirada se posó en Adela Blake, quién caminaba detrás de todos.
-¿Adela? –Susurró Anneliese acercándose a ella. La Gryffindor levantó la cabeza y, al ver a su amiga, su rostro se oscureció.
-¿Anneliese? ¿Eres una cazadora? –Murmuró la chica.
-Por obligación. –Aclaró la Lestrange.- ¿Y tú?
-Por obligación, también… -Dijo Adela, sonriendo penosamente. Anneliese la miró curiosa.
-¿Por eso te distanciaste de nosotros? –Preguntó la castaña. La chica Blake simplemente asintió.
De pronto, las piezas parecían encajar. Anneliese comprendió a Adela; después de todo, la Lestrange también se había distanciado de sus amigos desde que se convirtió en cazadora. Apenas les hablaba ahora, porque le avergonzaba demasiado el hecho de haberse convertido en un monstruo, un monstruo que mata a diestra y siniestra. Obviamente, sus amigos estaban preocupados por esto. Ginny y Hermione siempre intentaban hablar con ella, aunque Annelise siempre lograba escabullirse. Al pasar, Fred y George la miraban con tristeza, sin ningún atisbo de felicidad en sus rostros. Sam y Alice ni siquiera le dirigían la mirada. Ron y Harry, sin embargo, siempre fueron demasiado ciegos como para ver que algo malo estaba sucediendo, y realmente creían que Anneliese estaba teniendo malos días, por lo que no le prestaban mucha atención al asunto.
Anneliese tenía mucho miedo. Miedo a que sus amigos la odiaran, miedo a que los cazadores le obliguen a matar a gente inocente, miedo a que su vida y su esencia cambien por completo y que llegue a convertirse en la misma basura que los cazadores.







1 de Febrero.









-¿Puedo sentarme? –Anneliese levantó la cabeza y se encontró con una Adela mirándola con una sonrisa tímida. A Anneliese le extrañó, dado que Adela siempre se sentaba aislada de todos en todas las comidas.
-Claro… -Murmuró la castaña, posando su mirada en su plato intacto. Adela se sentó a su lado y comenzó a servirse la comida en su plato. Luego la rubia comenzó a comer, y Anneliese la imitó, aunque el hambre había desaparecido hace varios días y tenía un nudo en la garganta y un vacío en el estómago que no le permitían comer en paz.
-¿Y entonces? –Preguntó Adela rompiendo el silencio. Anneliese la miró confundida- ¿Ya lo saben? –Aclaró mirando a los Weasley, que estaban en el otro extremo de la mesa de Gryffindor.
-No… -Suspiró Anneliese- Pero Sam sí… Y ya ni siquiera me dirige la mirada.
-Bueno… Si te sirve de consuelo, a mi tampoco me habla. –Dijo Adela.
-Es comprensible. Después de todo, somos cazadoras y nuestro único propósito es matarla. –Razonó la chica Lestrange. Adela asintió y el silencio volvió a reinar.
-Ahora lo comprendes, ¿cierto? ¿La razón por la que me alejé de ustedes cuando me obligaron a convertirme en cazadora?
-Porque querías protegernos. Querías desesperadamente sentirte bien contigo misma, que cualquier acto noble que pudieras hacer valdría la pena. –Dijo Anneliese con la mirada perdida. Adela asintió.
-No quería ser la malvada de la historia… -Habló la rubia en un susurro.
-Yo tampoco quiero ser la malvada de la historia. –Murmuró Anneliese con los ojos cristalizados.











Ya que las clases se habían suspendido hasta que Hogwarts se restaurara completamente, todos en el colegio tenían el día libre, así que, ni bien terminó su cena, Anneliese salió del Gran Comedor rumbo a su habitación. La castaña había sido una de las primeras en terminar de cenar, y los pasillos de Hogwarts estaban desiertos. Caminó lentamente, esperando no encontrarse con nadie en el camino a la Sala Común de Gryffindor. Para su mala suerte, su deseo no se hizo realidad, porque al girar por una esquina, su vista se posó en un chico que se encontraba tumbado en el suelo con los ojos cerrados y la espalda apoyada en la pared. Solo necesitó dos segundos para reconocer a Eustace Slightouth. No sabía por qué, pero esta vez no se sintió molesta con el Slytherin por haber torturado a Sam. Como si, al ser el mismo… monstruo que el francés, los actos de éste de repente cobraran sentido y tuvieran una pequeña justificación. Así que, siguiendo un instinto, se sentó junto al chico, que abrió alarmado los ojos.
-¿Vienes a gritarme y recordarme lo que hize? –Preguntó Eustace mirándola con cansancio. La chica negó con la cabeza quedamente y lo miró fijamente.
-No… No, solo vengo a compartir el dolor. Quizá no estemos tan mal si equilibramos el peso sobre nuestros hombros. –Murmuró Anneliese con una sonrisa lastimera. Eustace la miró curioso.
-¿Por qué te uniste a los cazadores? –Preguntó el chico Slightouth.
-Para proteger a mis amigos. Mi madre me amenazó… -Respondió la chica. Eustace asintió, dando a entender que comprendía todo. -¿Y tú?
Eustace cerró los ojos, como sopesando la idea de contarle a Anneliese sus motivos. Podía encontrar muchas razones para hacerlo: Desahogarse sobre la presión que sentía, quitarse un poco del peso de sus hombros, como dijo Anneliese, y hablar con una persona que pueda entenderle completamente. Confiaba en Alice más que nadie, sí, pero Annelise podía entenderle ya que, después de todo, ella también era cazadora y sacrificó su vida por la gente que ama.
-Para proteger a mí prima…
-¿A Victoria? –Preguntó Anneliese.
-Sí… Es la única familia que tengo, en realidad. Mis padres están sedientos de sangre y poder. –Eustace lanzó una carcajada llena de amargura- ¡La sangre de mi propia prima! Están mal de la cabeza… Intentando hacer su sangre pura a costa de la muerte de Victoria… ¡Mataron a mis tíos! ¡Era su propio hermano, Anneliese! ¡Y no les pudo importar menos! Y además… Se lo prometí a Stephen, el padre de Victoria. No le puedo faltar a esa promesa… Es mi sangre, Anneliese, Victoria es mi familia. Y yo soy la única familia que tiene… Aparte de sus hermanas, claro. Y lo peor es que ella no eligió todo esto. No es su culpa. Poco a poco, esto la va superando y consumiendo y…
La voz de Eustace se quebró y Anneliese, consumida por la sorpresa, observó como una lágrima resbaló por el rostro del francés.
-Por eso me convertí en cazador, por eso torturé a Sam, por eso me hize mortífago… Por eso hago todas esas… maldades. Por Victoria.
-Pero… ¿Por qué hiciste todo eso? ¿Cómo iba a ayudarte a proteger a Victoria? –Preguntó Anneliese sintiéndose tonta de repente.
-No me quedo de otra… ¿Qué mejor forma de protegerla que acercándome a ella? Ser cazador, ser mortífago… No fue la mejor opción, pero fue la única forma que encontré.
La culpa comenzó a atormentar a Anneliese, que se sintió muy mal por haberle dicho todas esas cosas a Eustace. En ese momento no lo entendía, la razón por la que el francés había dañado a alguien tan dulce, tan inocente, y lo único que Anneliese quería era decirle cosas hirientes para lastimarlo. Pero ahora, que ella estaba atravesando la misma situación que Eustace, Anneliese se arrepentía de haberlo tratado así.
-Lo siento… -Murmuró Anneliese. Eustace la miró por unos segundos y, para sorpresa de la castaña, el Slytherin cerró los ojos y recostó su cabeza en el hombro de Anneliese.
-Yo también… -Respondió Eustace.










2 de Febrero.











Anneliese salió de su habitación y, al bajar las escaleras, le abrumó la enorme cantidad de estudiantes que había en la Sala Común de Gryffindor. Aún estaban re-construyendo Hogwarts, y ya que gran parte de los exteriores del colegio había resultado más afectado durante el ataque de los cazadores, las Salas Comunes, el Gran Comedor y los salones estaban todo el día atestados de gente. Obviamente, estaba permitido salir a los Jardines, pero no muchos lo hacían, porque gran parte del lugar había quedado destruido luego del atentado, y aún había árboles y bancos esparcidos por todas partes. Como sea, Anneliese creía que los jardines estaban quedando incluso mejor que antes y, aunque ahora no tenían esa energía y buena aura que solían tener, si tuviera que elegir su lugar favorito de Hogwarts, serían los jardines.
Ya que no tenía hambre, Anneliese se saltó el desayuno y decidió salir para tomar un poco de aire, ya que aún no había terminado de digerir su charla con Eustace. Era extraño; hacía unas semanas, la castaña lo odiaba por lo que le había hecho a Sam, pero la noche anterior se habían hecho… ¿amigos sería la palabra?, y el francés le había contado todo lo que había hecho para proteger a Victoria. Y desde entonces, era como si Eustace se hubiera convertido en una persona importante para Anneliese.
Una vez afuera del interior de Hogwarts, Anneliese sintió cómo sus músculos se relajaban y su cuerpo se destensaba ante el correr relajado del viento. Pero esto no duró mucho tiempo, porque al levantar la vista, la castaña visualizó a un pelirrojo sentado en un banco de piedra, mirándola fijamente. Los nervios invadieron a la chica Lestrange, que se volteó y comenzó a caminar a paso rápido nuevamente hacia la entrada.
-¡Anneliese! –Exclamó George levantándose de un salto y corriendo hacia la chica, quién aceleró su paso. El Gryffindor corrió más veloz y, cuando estuvo cerca de ella, la tomó del brazo, suavemente, y la obligó a mirarle. Anneliese posó su vista en el chico, y solamente en ese instante se dio cuenta del aspecto demacrado del chico. Su palidez, las bolsas debajo de sus ojos, sus hombros hundidos, y lo más importante: no había una sonrisa adornando el rostro del pelirrojo, algo totalmente inusual en él. La castaña supuso que se debía a lo sucedido la noche anterior.
Anneliese se estremeció al recordar al pelirrojo, aquel que sonreía y hacía bromas cada dos minutos, caer al suelo con un grito desgarrador. La sangre fluía libremente por todo el cuerpo de George, y éste se convulsionaba horriblemente. Anneliese se habría acercado al chico, pero Fred atacó a la castaña, obviamente guiándose por su vestimenta oscura, y a ésta no le quedó otro remedio que retroceder. A pesar de que él la había atacado, Anneliese no estaba rencorosa con Fred. Comprendía que el pelirrojo había querido proteger a George, ella también habría hecho lo mismo. Y en ese momento, alguien tomó del brazo a Anneliese, empujándola. La chica se volteó, lista para partirle una bofetada a esa persona, y se encontró con un cazador de ojos color azul que, a través de la máscara, la miraba preocupado. “Vamos, camina”, había murmurado el chico, y la castaña supo por su voz que era Eustace. Y así, contra su voluntad, Anneliese sintió cómo la apartaban de George Weasley, la única persona que le importaba en aquel instante.
Adela le había contado a Anneliese que se enteró que llevaron a George de inmediato a la enfermería y, gracias a las manos mágicas de Madame Pumfrey, al otro día ya le habían dado de alta.
Como sea, Anneliese notaba a George un poco débil, y sus sospechas se vieron confirmadas cuando el pelirrojo se tambaleó débilmente.
-¿Por qué me ignoras? –Preguntó George sin rodeos. Anneliese lo miró con sorpresa, obviamente notando que el pelirrojo había hablado en singular, no plural. -¿Qué es lo que hice mal?
-Tú no hiciste nada mal, George. Es que… -La castaña suspiró al no encontrar palabras para explicar lo que sentía, pero sin revelar que se había convertido en cazadora. –Hay cosas, George, cosas que no puedo decirte y…
-¿Por qué no puedes? –Insistió el Gryffindor, mirándola suplicante.
-Porque… -La chica cerró los ojos, deseando poder congelar el tiempo, correr a su habitación y cubrirse con las sábanas, encerrarse en su propio mundo, en el que nada le haga daño. –Porque podría ponerte en peligro, George. Y yo quiero que estés bien. –La voz de la castaña se quebró, y Anneliese temía largarse a llorar enfrente del chico.
-¿Qué hacías con ellos? Con la gente que invadió Hogwarts ayer... –Los ojos de la Lestrange se abrieron de par en par. –Habría reconocido tu voz en cualquier lugar, Ann. Gritaste mi nombre cuando me atacaron, yo te escuché… -Dijo George mirándola atentamente.
Anneliese había creído que nadie la había reconocido. Que la única persona que la oyó gritar, aparte de Eustace, fue George, y que éste estaba medio inconsciente, así que no lo recordaría de todos modos.
-Además, no estabas en la Sala Común cuando comenzó el ataque. Te busqué por todo el castillo, y no te encontré. –Anneliese miró hacia el suelo, porque no podía soportar la intensa mirada de George. El chico le tomó del mentón y la obligó a mirarle a los ojos. –Ann, sabes que puedes confiar en mí. No voy a juzgarte ni nada, para eso están los amigos, ¿no? Para escucharte y comprenderte. –Anneliese no entendía porque, pero que George simplemente la considerara una amiga y nada más le rompía el corazón. La chica se mordió el labio, sin saber que hacer, y luego de unos segundos se deshizo del agarre de George.
-Tengo que irme, George. Recordé que tengo que hacer… una cosa.
Anneliese se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el castillo. Cuando estuvo a unos pasos más lejos, George habló, haciendo que la chica se paralizara, sin poder seguir caminando.
-Me importas, Ann. Me preocupo por ti. Creí que lo sabías… Creí que confiabas en mí. –George había sonado decepcionado, y Anneliese, aunque su corazón lo quisiera, no pudo enfrentarlo. Como si su mente mandara, la chica Lestrange siguió caminando, sin darse la vuelta. George limpió violentamente una lágrima rebelde que cayó por su rostro.









Anneliese repasó mentalmente la razón por la que iba a cometer semejante locura mientras caminaba hacia los jardines de Hogwarts, donde seguramente se encontraba la persona que buscaba. Esto es por Eustace, se repetía la castaña una y otra vez.
Una vez en los jardines, el sol de la tarde le golpeó en el rostro, y tuvo que poner su mano sobre sus ojos para poder ver. Solo le tomó dos segundos encontrarla, tumbada bajo un árbol con la mirada gacha. Se notaba a leguas que la chica estaba muy cansada. Anneliese suspiró fuertemente y caminó hacia la chica.
Victoria Slightouth levantó la mirada alarmada, como si esperara un ataque. Obviamente, a Anneliese no le extrañó; con un hermano fallecido, cazadores persiguiéndola y el hecho de tener que ser la más fuerte de las cuatro hermanas pesándole en los hombros, es de lo más normal la reacción de la Slytherin.
-Quería hablar contigo. –Dijo Anneliese.
-¿A sí? Pues yo no. –Respondió la pelinegra distante.
-Vas a escucharme de todos modos. –Replicó la castaña enfadada. –Escucha, sé que me detestas, y quédate tranquila que el sentimiento es mutuo, pero quiero hablarte de Eustace. –El rostro de Victoria se endureció.
-Nada que tenga que ver con él me interesa, Lestrange. Así que, si eso es todo, te invito a retirarte.
-Pues tendría que interesarte, Slightouth. Tú no tienes idea de los sacrificios que hace Eustace por ti.
-¿A sí? ¿Sacrificios? No me hagas reír, Lestrange. Eustace está empeñado en arruinar mi vida, no trates de justificarlo. Además, ¿desde cuando lo defiendes tanto? Se supone que eres amiga de Sam, tendrías que odiarle tanto como yo.
-Él no la torturó a propósito, Slightouth. Él no lo hizo porque quería, Parkinson lo obligó.
Victoria la miró confundida, y Anneliese sonrió amargamente.
-¿Crees que lo hizo porque estaba aburrido? No, Slightouth. Lo hizo para protegerte.
-¿Protegerme? ¿Protegerme de qué?
-¡De los cazadores! ¡¿Es que no lo entiendes?! Todo lo que Eustace hizo, lo hizo por ti. ¿Unirse a los mortífagos? Lo hizo para no dejarte sola. ¿Unirse a los cazadores? Lo hizo para poder saber todos los pasos de los cazadores, y así adelantarse y defenderte. ¿Torturar a Sam? Parkinson lo amenazó. Le dijo que si no lo hacía, te lastimarían. ¿Sabes todas las veces que Eustace tuvo que pagar los platos rotos? ¿Las veces que sus padres lo torturaron porque él se reveló contra ellos para protegerte? Él siempre estuvo ahí, Slightouth, siempre lo estuvo. Él fue el único que te consoló con todo el asunto de la marca tenebrosa, el único que te cuidó cuando Pansy te escribió “Mortem” en el brazo… Cuando te dijo que nadie te querría aparte de sus padres, solo lo dijo para que te alejaras lo más pronto posible de la casa de sus padres, porque él sabía que iban a atacarte. ¿No lo ves? ¡Todo lo hizo por ti! ¡Para protegerte! –Anneliese suspiró fuertemente, llena de frustración, y se formó un silencio incómodo. Victoria la miraba entre confundida, desconfiada y aliviada, aunque la castaña no estaba segura de esto último.
-¿Por qué he de creerte? ¿Cómo sabes tú todo eso? Y ¿por qué Eustace me protegería? –Preguntó la pelinegra unos minutos después.
-Te protege porque te quiere, porque eres su familia, su sangre… Eres importante para él. ¡Te adora a pesar de que lo trates como basura!... Y además… ¿Crees que te hablaría, a voluntad propia, para mentirte? –Respondió Anneliese.
La Gryffindor se dio media vuelta, dispuesta a irse, pero se volteó y miró a Victoria con tristeza.
-Tienes una familia que lucha por ti, Victoria. A la mía ni siquiera le importa si estoy ahí. -Murmuró Anneliese. La castaña había esperado que la chica Slightouth se molestara y le gritara, pero Victoria permaneció callada, estática en su lugar, con la boca un poco abierta, cómo si intentara hablar, pero las palabras se habían trabado en su boca, negándose a salir. –Aprovéchalo, porque nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.






3 de Febrero.






“Anneliese:
Estoy orgulloso del papel que desarrollaste en el ataque de los cazadores el otro día. Tu madre me lo contó todo, y simplemente no puedo creerlo. ¿Lo ves? Poco a poco todo va tomando forma, y me apuesto que en un tiempo estarás totalmente cómoda siendo cazadora.
Como sea, tu madre me pidió que te hablara sobre la próxima misión: La heredera de la Tierra, Sam Tomlinson. Pero, la sorpresa está en que tú estarás a cargo de esa misión, que será darle en su punto débil, para debilitarla lo más posible. Luego de investigar e investigar, los cazadores llegaron a la conclusión de que su punto débil es su hermano Louis. Así que él será el objetivo. Y tú tienes que encargarte de él. Dice tu madre que ésta fue una decisión de Pansy Parkinson, ya que ella dice que, como estuviste tan magnifica en el ataque a Hogwarts, te mereces el premio mayor.
Debo despedirme, tengo un par de asuntos pendientes.
Rodolphus Lestrange.”

Por Dios! Siento que está cortísimo =/ Está horrible, corto, y además no le puse canciones :'(
Es que realmente quería subirlo hoy, pero enserio este capitulo da pena...
Como sea...
Bueno, creo que habrán notado que Adela sale mucho. Supongo que quiero volver a... ¿revivir? su personaje, ya que siento que quedo en el olvido, y creo que no es justo, porque es un personaje muy bonito... Así que ahora es como la nueva confidente de Anneliese...
Las escenas Eustace-Ann y Vicky-Ann son patéticas, lo sé. No quedaron como yo quería, pero bueno...
La escena George-Ann.. Creo que en el capitulo anterior me centré unicamente en que Anneliese se convirtió en cazadora, y hace bastante que no escribia sobre George. Aunque bueno, para mi su relación, el amor en sí, nunca fue una prioridad sobre mi personaje...
Creo que la carta de Rodolphus a Anneliese fue lo unico que no odié, y hasta ahí xd
Lo siento, hize mi mayor esfuerzo...

Cammi escribió:OMG SI SE METE CON PANSY O LOUIS EMMA LA VA A MATAR D:
OMG Y NO QUIERO QUE LA MATE XD
¡AME EL CAP, MANDY! klajsdklajdkajslkdas
Me encanto eso de que Adele aparezca más.
La escena de George y Anne me encanta, él todo triste ahí :(
¡APARTE DESCUBRIO QUE ESTA EN ALGO MALO!
¡YO AME TODO EL CAP! WII :B
Y me dio inspiración, of course asdjalskdjlasd

Awww gracias Cammi *_____________*

NellaSparksFlyϟ escribió:dksjhfakjsfhaskjdfjhaskjdfhaskjhb me moriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! un cap perfecto, Mandy! dskjhfasdkjfhasdkjf
Adelaa!! sdjfkhasdkfs Eustace dsjkafhasdkjfhsadk Georgeeeeeeee skcjfhsdkjafhaskjdfhasdkjf Vicky sdkjfhadskjfhaskdjfhadskjfhsadf
No puedo con tanto amoor! sjkdfhaskjdfhask
Simplemente amo a Annelise, en serio!
y OH DIOS! en final! sdkjfhdakjfhaskjfhsdkf VAN A HACERLE ALGO A LOUIS!!!?? dsjfsadhfkjashdfkjasdhfkasjdf
Alguien va a morir, alguien va a morir... sdajkfhaskjdfhkasf
George reconocería su voz donde fuese... sdkjfhaskdjfa amale, besale, y nunca mas la dejes ir (? sdkjfhkdsjf
Amé todo el cap, Mandy, como siempre me has dejado sonriendo sin parar :D

Gracias, Nella <3

Si sigo yo, todavía me falta por darle, puesto que voy por Enero. *_*

Si, sigo la llamada de la naturaleza. xd. Nivel supreme National Geographic, me teneís viciada y anclada aquí.

PD:Intente suicidarme y casi me mato, coño.