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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
por Bart Simpson Miér 22 Ago 2012, 2:05 am
REGLAS DE SUPERVIVENCIA
Regla Nº 1: No dispares a menos que sea realmente necesario.
Regla Nº 2: No te confíes de nadie.
Regla Nº 3: Los Zombies jamás se cansarán de perseguirte, por lo tanto, si son pocos enfréntalos, si son demasiados corre y escóndete y ruega por que no te encuentren.
Regla Nº 4: Un tiro acertado en la cabeza basta, de otro modo con un golpe realmente fuerte acabará con él.
Regla Nº 5: Si no estas completamente seguro de que un zombie quedo totalmente muerto... Remátalo.
Regla Nº 6: No te involucres sentimentalmente con los sobrevivientes que te topes, es mejor estar solo, puedes andar con libertad sin preocuparte que un zombie muerda a alguno de tus compañeros.
Regla Nº 7: Trata de ir lo más ligero posible, muchas cosas entorpecen tus movimientos.
Regla Nº 8: Disfruta de las pequeñas cosas.
Regla Nº 9: A los no-muertos les encanta el olor a sangre fresca, así que cuidado con los cortes.
Regla Nº 10: Revisa el lugar en el que te encuentres, nunca sabes si puede llegar un no-muerto, tomarte durmiendo y devorarte.
Las demás reglas, las invento conforme a la situación…
Regla Nº 1: No dispares a menos que sea realmente necesario.
Regla Nº 2: No te confíes de nadie.
Regla Nº 3: Los Zombies jamás se cansarán de perseguirte, por lo tanto, si son pocos enfréntalos, si son demasiados corre y escóndete y ruega por que no te encuentren.
Regla Nº 4: Un tiro acertado en la cabeza basta, de otro modo con un golpe realmente fuerte acabará con él.
Regla Nº 5: Si no estas completamente seguro de que un zombie quedo totalmente muerto... Remátalo.
Regla Nº 6: No te involucres sentimentalmente con los sobrevivientes que te topes, es mejor estar solo, puedes andar con libertad sin preocuparte que un zombie muerda a alguno de tus compañeros.
Regla Nº 7: Trata de ir lo más ligero posible, muchas cosas entorpecen tus movimientos.
Regla Nº 8: Disfruta de las pequeñas cosas.
Regla Nº 9: A los no-muertos les encanta el olor a sangre fresca, así que cuidado con los cortes.
Regla Nº 10: Revisa el lugar en el que te encuentres, nunca sabes si puede llegar un no-muerto, tomarte durmiendo y devorarte.
Las demás reglas, las invento conforme a la situación…
Bart Simpson
Re: Zombieland (Novela Colectiva) PARTE UNO
por Bart Simpson Miér 22 Ago 2012, 2:06 am
By: Jwow1d#Crew Sigue: Aly
Capitulo 33
Sadness Everywhere
Las gotas de la regadera caían sobre su cuerpo llevándose todo rastro de restos de zombies, ya saben, al asesinar uno es difícil que salgas sin ninguna mancha de sangre. Cerró sus ojos un momento relajándose hasta que el agua comenzó a caer entrecortadamente para dejar de salir por completo, miró con confusión la regadera y giró las llaves de esta tratando de que el agua volviera a salir más nada. Frunció el ceño y volvió a mirar en dirección a la regadera, segundos después ruidos comenzaron a escucharse dentro del cuarto, lo primero que le pasó por la mente era que o Nessa o Katy habían entrado al cuarto de duchas.
- ¿Nessa? –gritó desde dentro del pequeño cuarto alejado de los demás cuartos de duchas por un cancel color blanco que dejaba ver una silueta fuera, quizá era uno de los chicos queriéndole gastar una broma- ¿Harry? –preguntó con algo de temor, la silueta que se encontraba detrás del cancel miraba en dirección a ella e inclinó la cabeza hacía la derecha como si tratase de ver a través del cancel- ¿Zayn?... no es gracioso. Si lo que quieres hacer es asustarme, estas comenzando a hacerlo –la silueta caminó hacía la puerta de salida- Idiota –susurró-
Se giró una vez más hacía la regadera y giró la llave del agua caliente, no salió nada de ahí, por otro lado los rectángulos en el techo que iluminaban el lugar comenzaron a parpadear, haciendo el lugar un tanto de película de terror, y de nuevo apareció la silueta. Sus pupilas estaban dilatadas, concentradas en quien fuera que estuviera afuera. Aquella silueta de hombre comenzó a caminar en dirección hacía el cancel, con sus manos cubría lo que podía, ni siquiera tenía una toalla al alcance, tragó saliva, ahora si estaba asustada. De un instante a otro la puerta del cancel se abrió revelando a un no-muerto, con una mirada de color grisácea pero distinta, ni siquiera pudo distinguir el rostro de aquel ser, solo pudo apreciar esos ojos y su boca, de la cual caía una especie de saliva con sangre de un aspecto asqueroso además de esos trozos de carne que estaban entre sus dientes, sin mencionar aquella nariz que parecía una enorme cereza, ahora si estaba jodida, gritó tan fuerte como pudo pero ya era tarde, se encontraba tirada con un bastardo zombie vestido de un puto payaso encima tratando de devorarla, luchaba con todas sus fuerzas por quitárselo mientras él luchaba para comérsela, estaba tan desesperada a tal punto de que de sus ojos caían lagrimas, no quería morir y menos de esa forma, ni con un no-muerto como ese, prefería mil veces pegarse un tiro en la cabeza a ser uno de ellos. Sus manos se encontraban en los hombros del no-muerto tratando de alejarlo lo más lejos posible de ella, en su rostro podía ver una macabra sonrisa dibujada, pudo apreciar lo que quedaba del maquillaje del hombre, cosa que le puso la piel de gallina pero eso no fue todo, sino que lo peor fue que el que se supone que es un no-muerto pronunciaba su nombre “¡JENNIFER!” decía una y otra vez con una voz terrorífica, tal y como la voz de los “demonios” que salen en las películas de terror, era tan surreal, nunca había escuchado a un no-muerto hablar, no hacen más que caminar más lentos que un gusano y gruñir todo el tiempo, pero nunca hablar. Ella lo miraba con la confusión y miedo plasmados en la cara, él solo se limito a sonreír mostrando sus dientes putrefactos y con un movimiento rápido ya se encontraba degustando a la chica, lo único que pudo hacer fue soltar un grito desgarrador cargado de miedo y dolor… El no muerto se volvió a mirarla con un trozo del cuello de la chica en la boca, seguía sonriendo como un psicópata, inclinó la cabeza hacía la izquierda y abrió la boca como si fuera a hablar, cosa que hizo que el trozo de carne cayera de su boca... “¡JENNI…”
- …¡FEEER! –al instante abrió los ojos como platos y ahogó un grito, quien estaba frente a ella ya no era el no-muerto payaso mierdero, sino Nick, esperen… “¿Qué mierda es esto?” pensó- ¡VAMONOS! –gritó el chico- ¡Están aquí!, tenemos que irnos ya –decía mientras la jalaba del brazo haciéndola levantar-
Corrieron por la casa de sus padres, encontró a Nick dos días después de que ella llegó a su casa, desde ahí se quedaron hasta agotar las provisiones del lugar, ahora recordaba, ella dormía, entonces… ¿Todo lo de los idiotas, el tren, Joey, Nessa, Katy y Chris había sido un sueño?, si lo fue, fue muy real. Llegaron hasta la puerta de la casa, los no-muertos habían entrado por la puerta trasera, ¿Cómo?, quien sabe. Todo era algo como un déjà vu, recordaba salir corriendo, abrir la puerta y que Nick subiera al auto de Dalia y…
- ¡LAS LLAVES! –eso, lo miró con desconfianza- ¡DAMELAS! Arrancare el auto, abre la puerta –dijo señalando el portón blanco frente a ellos, en realidad no quería hacerlo más un vistazo hacía la casa rebosante de zombies la hizo cambiar de idea-
Le tendió las llaves al chico y corrió hacía el portón y con esfuerzo abrió la puerta presionada por los gritos de Nick provenientes del coche, justo cuando había el suficiente espació para que el auto saliera, el chico arrancó y se fue de ahí dejándola sola con un grupo de no-muertos detrás. La chica se encontraba sorprendida y con la boca más que abierta, la dejó ahí, sola, echó un vistazo hacia atrás dándose cuenta de que los no-muertos le pisaban los talones. Comenzó a correr desesperadamente buscando un lugar en el cual ocultarse, ni siquiera se tomó el tiempo para sacar el bate de baseball que Adam le obsequió a Dalia, lo había olvidado en la casa.
Seguía corriendo por las calles, estaba muy cansada pero cada 3 metros que avanzaba un nuevo zombie aparecía, dobló una de las esquinas y se detuvo al presenciar lo que había delante de sus ojos, un grupo de canes se alimentaban de algunos cuerpos que yacían en el suelo, el susto fue tan grande que sentía que el corazón le estallaría o se le saldría por la boca, dio un paso hacía atrás pero fue el peor error que alguien haya hecho, dos de los canes la vieron y al instante los demás voltearon hacía ella, había salido de una para meterse en otra peor, ni siquiera dio un paso hacía atrás cuando aproximadamente cinco canes se le lanzaron encima, todos y cada uno de ellos la mordían arrancando piel y haciéndola gritar de dolor, intentó librarse pero todo fue inútil…
Uno de los canes se le lanzó al rostro haciéndola sobresaltar y ahogar un fuerte suspiro mientras abría los ojos, ahora si se encontraba en el lugar “correcto” sentada en un montón de ropa apilada en el suelo y recargada en uno de los muros del local. Su respiración era rápida y entre cortada, es el maldito sueño más raro que ha tenido ¿Soñar que estas soñando?, raro ¿no?, y ahora más que nunca recuerda porque odia al marica de Zayn, por robarse su camioneta, tal y como Nick se llevó el auto de Dalia, y bueno, que decir del payaso no-muerto y los canes zombies, su peor pesadilla, ahora si los junta ¿Un perro payaso zombie?, el solo hecho de pensarlo le sacó una pequeña sonrisa y al mismo tiempo le dio escalofríos, era una idea estúpidamente escalofriante. Cerró los ojos con fuerza tratando de quitar el adormecimiento y dirigió la mirada hacia el rubio quien observaba hacía afuera atraves de la ventana…
- ¿Qué nunca se cansan? –preguntó para si mismo con enfado mientras removía un poco de ropa para ver hacia afuera-
- Al parecer no –contestó esta vez Hazza a un lado de él-
Ahora dirigió la mirada hacía la casi pelirroja quien se encontraba echada en un sillón puf, ¿De donde lo sacó?, quien sabe, pero se miraba cómoda, ahora busco con la mirada al pequeño quien sacaba y metía cajas de zapatos deportivos, tal vez buscando uno de su talla. Ahora su mirada fue hacía la chica que tenía enfrente pero alejada, Katy, jugaba con sus cuchillos…
- Si te cortas con alguno que haya atravesado la piel de un no-muerto y no este limpio y desinfectado quedaras infectada –comentó, al instante todos voltearon a verla incluso Katy quien parecía que ni siquiera sabía que el mensaje era para ella, se encontraba tan sumergida en sus pensamientos que muy y apenas escuchó el comentario de la chica- si la sangre llega a tu piel, no importa, pero si tienes alguna herida y la sangre de un no-muerto llega hasta ahí, despídete de tus días como vivo. Sangre en tu piel, esta bien. Sangre en heridas, boca y ojos no. –la morocha solo la miró levantando la ceja como si esperara a que se callase de una vez por todas, después rodó los ojos y guardo los cuchillos con enfado para después mirar hacía la nada-
Esta bien si no quiere tomar su consejo, solo lo dijo por advertir, si ella quiere arriesgarse, pues es su vida ¿no? Así que de todos modos no le importaba, Katy no le agradaba, pero tampoco sentía desprecio por ella, al igual que todos era un sobreviviente más… Bajó la mirada y acto seguido volteó inconscientemente hacia su derecha encontrándose con la mirada de uno de sus compañeros sobrevivientes, nadie más y nadie menos que el idiota que se robó su camioneta que con tanto esfuerzo se robó, ladrón que roba a ladrón, que va, eso ya no existe ahora, si robas esta bien, en primera, porque todos lo hacen y en segunda porque si no lo haces no sobrevives y te haces mierda como todos los muertos. Le desvió la mirada, redirigiéndola hacia el rubio y el castaño de rizos quienes parecía que cuidasen la puerta, platicaban entre los dos, Chris recargado en la pila de ropa y el castaño de rizos recargado en Lola, así es, un absurdo nombre para un bate de baseball, pero ¿Qué más se puede hacer mientras vas por ahí asesinando gente medio muerta que quiere comerte? Y lo peor, todo el tiempo solo, un poco de compañía, aunque sea imaginaría no vendría nada mal, como aquel chico que hace un tiempo transmitía por la radio y hablaba de su amigo Billy, no cabía duda de que el chico estaba chiflado, quien sabe que habrá pasado con él. Su lado posesivo se hizo presente haciéndola levantar de donde estaba, caminar hasta el castaño de rizos y arrebatarle el único objeto que tenía de su amiga, robado también, por cierto, diciendo un “¡MIO!” y caminar hacia adentro del local no sin antes lanzarle una mirada de odio al idiota y chocarle el hombro con desprecio. Tomó la ballesta que se encontraba sobre un pequeño mostrador, se colgó la única mochila que había sacado de la camioneta y siguió su camino.
Primero entró al lugar de donde había sacado aquella playera de manga larga en gris con letras en lila que decían “Aéropostale”, caminó hacía un perchero con varias playeras de distintos colores colgadas, observó de una por una y así lo hizo con los demás percheros de ahí, apartando las playeras que eran de su gusto y dejándolas sobre la caja, salió de ahí, ya regresaría por ellas. Caminó ahora al lugar de donde sacó la sudadera y los jeans e imitó la misma acción que con las playeras, era una saqueadora, pero ya no le importaba. Al terminar de juntar la ropa que le había gustado, subió las escaleras hacía el segundo piso del local, una regla importante “Revisa el lugar en el que te encuentres, nunca sabes si puede llegar un no-muerto, tomarte dormida y devorarte” a pesar de que no habían escuchado nada y no había rastro alguno de zombies, prefería hacer eso que quedarse abajo, disfrutaba estar sola. Entró a uno de los cuartos llenos de ropa y se echó en uno de los sillones puf que adornaban el pasillo de jeans elásticos tirando la mochila que cargaba en sus hombros, la ballesta y su bate. Tomó una gran bocanada de aire y miró hacia su mochila, la tomó y se aseguró de que nadie estuviera cerca. Sacó una vez más los papeles, trataba de asimilar todo una vez más. Observaba atentamente la portada de aquellos extraños documentos y justo debajo de una imagen de uno de los tantos experimentos encontró en letras pequeñas escritas en cursivas “Primera parte”, ¿Qué rayos significaba eso?, cambió la hoja y habían unos cuantos temas enumerados como un índice, no había puesto la atención necesaria para ver eso la primera vez que ojeo el documento por temor a que Harry la descubriera. En ese “índice” estaban escritos unos de los temas que había leído, y al final de una corta línea punteada un número, comprobó que cada tema, por así decirlo, estuviera en su página y así lo era, siguió revisando y… se suponía que después de la última página que ella había leído, había más, ¿Dónde estaban?. Entrecerró los ojos con confusión y desvió la mirada inconscientemente hacia la mochila tirada en el suelo, de la cual sobresalía el lente de la cámara. Guardó los documentos y tomó la cámara, la prendió, apuntó la lente hacia ella y volteo la pantalla para poder verse una vez más, estaba pálida, más de lo normal… Observó su cabello, amarrado en una coleta un tanto suelta, aún lo tenía húmedo por lo que recordó algo que su madre le decía cuando era pequeña mientras cepillaba su cabellera “No te duermas con el pelo mojado cariño, te enfermaras. Tampoco lo amarres, espera a que seque solo”, al instante cerró sus ojos con fuerza tratando de controlar las fuertes emociones. Le dolía no tener a su familia, ni a nadie conocido, además de que si no fuera por ella sus padres seguirían deambulando por ahí en busca de un vivo para devorarlo, quitó la liga que amarraba su pelo dejándolo suelto. Suspiró y una vez más dirigió su mirada hacia la cámara y presiono el botón de “grabar”.
- Hola –comenzó- la verdad es que no se porque le saludo a la nada. Ahora me encuentro en un lugar diferente, en el condado de Wayne. Bueno, no tan diferente ya que aquí fue donde grabé la primera vez –sonrió un tanto avergonzada- pero hice, con un amigo, creo, un viaje hacia el condado de Unitah, fue el lugar donde había dejado mi camioneta, el viaje fue… bueno. A excepción del accidente y los zombies, también me encontré con otra chica. Llevaba con ella a una pequeña –su mirada estaba algo perdida, como si en sus pensamientos estuviera reviviendo la escena- espero que le vaya bien, ya es difícil tener que cuidar de ti mismo y ha de ser nivel mercenario cuidar a alguien que depende demasiado de ti, umm dije “nivel mercenario” por qué es el mas difícil en un juego de video –una vez más se sintió estúpida por ese comentario-, es una bebe y… no se si tenga posibilidades, pero, ¿Qué puedo decir yo?, Joey es un pequeño y logró sobrevivir, solo. ¡Oh si! –sonrió ligeramente mirando la lente- Joey es un sobreviviente, ha de tener entre 12 y 13 años de edad y esta en el grupo en el que yo estoy, somos 7, Harry, el chico rizos que casi se mata junto conmigo al acompañarme. Katy, Chris, un rubio agradable, Joey, el pequeño. Nessa, la casi pelirroja, creo que es con la chica que mejor me llevo, me recuerda tanto a Dalia –bajó la mirada- Dalia era mi mejor amiga antes de que todo esto sucediera, y por último el idiota, bueno, de hecho su nombre es Zayn pero yo lo llamo así, es un tipo odioso y… -antes de continuar un sonido la interrumpió, dirigió la mirada y giró un poco la cabeza para tratar de escuchar mejor, aproximadamente cinco minutos después de estar atenta no volvió a escuchar sonido alguno, seguramente era uno de los chicos en busca de ropa ó tratando de distraerse un poco. Volvió a mirar hacía la lente- Cambiando de tema, he vuelto a ver aquellos documentos que encontré después del accidente, no me había fijado bien en las primeras páginas, pero creo que… –otra vez ese sonido la hizo voltear rápidamente- ¿Qué es eso? –preguntó para ella misma y miró una vez más hacía la lente después de que el silencio reinó- como decía… creo que el documento tiene continuación y… –cajas cayendo, la tercera es la vencida ¿no?-
Se levantó de donde estaba sentada, apagó la cámara, tomó la ballesta y comenzó a caminar lentamente en busca de lo que sea que haya hecho esos sonidos, salió por la entrada de ese apartamento de jeans, dirigió la mirada hacía la derecha, a unos cuantos metros estaban las escaleras y se escuchaba una casi inaudible charla, si acaso la voz exaltada de Katy sobresalía de ahí, ahora giró la cabeza hacía la izquierda, había un pasillo largo y no tan alumbrado, algunas de las luces que colgaban parpadeaban, ya había vivido esa escena muchas veces, caminas, la luz parpadea, te encuentras con un zombie y te devora, al instante llegan cientos de ellos de quien sabe donde a hacer lo mismo, bueno, a ella no la han mordido pero es la tìpica escena de terror en la que alguien muere. Caminó lentamente observando bien el lugar, sin evitar voltear hacía arriba donde algunos focos se negaban a permanecer encendidos del todo, dio unos cuantos pasos más observando el departamento de ropa para niños y el departamento de ropa para caballero, cosas como esmóquines, corbatas, en fin, cosas elegantes y bla bla bla, caminó unos metros más hasta llegar al último departamento, arriba de la entrada decía en grandes letras rojas y cursivas “Lencería”, se quedó parada frente a la entrada, observando desde fuera, no era como la ropa que había encontrado en uno de los departamentos de la planta baja, los bóxer que encontró parecerían calzones de abuelita comparados con los de ahí adentro. El sonido de plástico impactando contra en suelo la sacó de sus comparaciones de ropa interior, no creía que alguna de las chicas vistiera esos pedazos de hilos, ni tampoco creía a los chicos tan pervertidos como para venir a “saciarse” al departamento de lencería, entró con pasos lentos, la mayoría de los focos funcionaban bien, en cambio otros parecía como si compitieran entre si para ver quien parpadeaba más. El lugar era espacioso, seguía caminando mirando por todos lados hasta que su mirada paró en uno de ellos, un no-muerto que le daba la espalda y tocaba el muro con sostenes y bikinis frente a él, como si lo usara para guiarse, la chica lo observó por un momento y acto seguido levanto la ballesta apuntando, haciendo ruido inconscientemente, cosa que provocó que el no-muerto volteara más no del todo, entrecerró los ojos…
- ¡Shh! –escuchó que alguien le susurraba al odio, al instante un escalofrió la recorrió del susto que se llevó- mira –apuntó en dirección del no-muerto- ¿ves sus ojos? –preguntó susurrando, ella negó- exacto, no tiene, por lo que no puede verte
- Bien –hora de dejar las emociones escondidas- hazlo –lo miró entregándole la ballesta, él la observó a ella y después al arma- anda, termínalo –seguía hablando en susurros- ¿no? –él chico no contestaba solo estaba algo tenso- creí que le presumías a todos como asesinabas no-muertos –levantó la ceja burlona-
- En realidad lo hacía… -lo interrumpió-
- Los videojuegos no cuentan, yo también lo he hecho con miles de zombies en Resident Evil –la miró un tanto apenado y ella ahogó una risa cubriéndose con su mano la boca-
- ¿Qué pasa si lo hago y ellos aún tienen una oportunidad?
- ¿Oportunidad? –lo miró incrédula- Crees que están enfermos ¿no? –no contestó, simplemente se limito a observar al no-muerto- eso no es algo que pueda curarse Zayn –apuntó al zombie que luchaba contra la pared, tal vez pensando que es alimento, ¿Qué digo? Ellos no piensan- solo míralo ¿Qué cura le hará crecer ojos? O ¿acaso crees que la “cura” pueda regenerar a un no-muerto partido por la mitad? –dijo haciendo las comillas al aire, él la miraba concentrado-
- Puede que haya una cura –admitió mirándola con algo de orgullo y resentimiento-
- Eso –señaló al zombie, ahora hablando con voz normal, quien al instante volteó en dirección de los chicos- repito, no es algo que pueda curarse… –se giró hacía el no-muerto, le apuntó y en menos de 5 segundos una flecha atravesaba su cráneo, giró una vez más hacía el moreno que la miraba- tal parece que aquí las chicas son quien tienen las bolas –dio unos dos pasos y echó un vistazo hacía su izquierda y se acercó- este me gusta –dijo tomando en sus manos un sostén con encaje de color morado y colocandolo en su pecho como si estuviera comprobando que le quedará bien, echó un vistazo hacia el moreno y le sonrió hipócritamente, acto seguido salió del lugar con el sostén en manos dejando a un Zayn, confundido, enojado, triste, entre otras cuantas emociones-
Caminó por el pasillo hasta bajar las escaleras observando el sostén en sus manos, se detuvo al ver a la mayoría de su grupo frente a ella, instantáneamente se sintió apenada. El pequeño se sonrojó al ver lo que llevaba en sus manos, Nessa ahogó una carcajada cubriendo su boca, el rubio soltó una pequeña carcajada, la morena simplemente rodó los ojos y la ignoró.
- Buena elección –dijo Harry y soltó una carcajada al igual que ella-
Se alejó de ahí directo hacía donde había dejado la ropa apilada, solo hizo lo del sostén por ser odiosa con Zayn, pero sacarle una sonrisa a los demás la hizo sentir bien. Miró el lugar y recordó que hace unos momentos se encontraba en la planta alta, grabando… Zayn –pensó- él estaba arriba, soltó el sostén y corrió escaleras arriba aterrada de lo que el chico pudiera encontrar, casi se cae dos veces por subir tan rápido, entró al departamento de jeans elásticos y encontró al moreno, con la cámara de video en sus manos, observándola, no estaba encendida, no aún.
- ¿Qué no puedes respetar las cosas de los demás? –preguntó molesta-
- Estaba ahí tirada, no creí que te importara –lo miró entrecerrando los ojos, negó molesta-
- Jamás toques mis cosas y aléjate de mi –le arrebató la cámara, se colgó la mochila y tomó el bate que hace un momento dejó y caminó hacía la salida. Pero antes de desaparecer de la vista del moreno se giró a mirarlo- eso incluye mi camioneta –terminó de decir para salir de ahí, el chico soltó una carcajada, se le hacía gracioso el hecho de que la chica no pudiera superar eso, pero le intrigaba el porqué.
Se tiró en el sillón puf a pensar, todo lo que sucedía era tan confuso y extraño a la vez, desde que había conocido a la chica constantemente sufría de dolores de cabeza, de muchos. Y peleaba con ella como si fuesen novios, mas no lo son y nunca en lo que resta de su vida pensaría salir con alguien así, de hecho ella pensaba lo mismo.
¿Qué era lo que ocultaba en esa camioneta como para arriesgar su vida para recuperarla? Harry le dijo que no sabía, la única información que le pudo sacar fue que la chica provenía del estado de Minnesota y que era estudiante, ¿de que? Quien sabe, de hecho aún no comprende como es que quería que su amigo le ayudara a tener información sobre ella, era tan estúpido, ¿Por qué no solo iba él a preguntárselo? Oh si, lo odiaba a muerte y jamás le diría nada. Se levantó del cómodo sillón y caminó por el pasillo hasta bajar las escaleras.
- ¿Qué tal hermano? –preguntó Harry- tu chica bajó como toro enojado –sonrió burlón-
- ¡Ja! No es mi chica, tu eres el único en mi vida –bromeó acariciando la mejilla del castaño de rulos- por cierto ¿Dónde esta la gruñona?
- Se fue por ese pasillo –apuntó y luego lo miró burlón-
- ¿Qué? –preguntó-
- Nada Romeo –contestó con el mismo tono burlón y una mirada de “Eres un pillín”
- ¿Qué tal Chris? –saludó el moreno al rubio que se acercaba-
- Ya me cansé de estar aquí –dijo y luego suspiró cansado-
- Yo también y lo peor de todo es que estamos atrapados con tres chicas lindas –miró a un lado y observó a Joey quien lo miraba con los ojos entrecerrados y silenció un poco su voz- y ni siquiera podemos hacer nada porque hay un pequeño que nos observa justo como lo hace ahora
- Eres un cerdo –dijo Zayn riendo- hasta en un apocalipsis zombie, lo único en que puedes pensar es en chicas –Chris soltó una carcajada-
- Es cierto mi amigo Hazza, ahora lo que debería importarte es descubrir la manera de salir de aquí
- Estoy pensando, pero nada viene hacia mi –rodó los ojos-
- Mira –dijo animadamente Zayn- ahí esta tu chica –señaló a la casi pelirroja quien llegó con Katy- y la tuya rubio
- ¡HEY! –casi gritaron el rubio y el castaño de rulos, Zayn soltó una sonora carcajada-
- Me voy
- Si claro, ve con tu chica Romeo
- Cállate rulos
Comenzó a caminar por el pasillo, mirando por las entradas de los departamentos… buscándola.
***
Por otra parte a ella le había llamado la atención algo del departamento de accesorios, un collar con un lindo dije de una cámara fotográfica, se acercó hacía el mostrador y miró a través del vidrio la pequeña cámara. Al instante varios recuerdos vinieron a su mente y la melancolía regresó a ella cuestionándola y haciéndola sentir culpable por el hecho de que terminó la vida de zombie de sus padres, pero eso era lo mejor, por nada del mundo quería que ellos vagaran como todos los demás, estuvo bien lo que hizo, se lo repetía siempre pero aun así era algo que le quitaba el sueño. Suspiró y deslizó la puerta del mostrador, tomó el collar y lo sostuvo frente a ella mirándolo con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, aguantando ese nudo que comenzaba a formarse en su garganta, suspiró una vez más tratando de alejar todos esos pensamientos de ella cuando escucho un carraspeo, “A esconder sus emociones una vez más”, se giró con el collar aun en sus manos encontrándose con el moreno.- ¿Qué escondes? –preguntó mirándola entrecerrando los ojos con confusión-
- Umm nada –sintió los nervios correr por su pecho, ¿Qué tal si él había visto los documentos?
- ¿Nada? –preguntó y comenzó a caminar hacía ella, una vez cerca miró el collar de sus manos y luego sus ojos- ¿Estudiabas fotografía? Harry me dijo que estudiabas –chismoso, pensó-
- No
- ¿Entonces? –preguntó, en cambio ella levantó los hombros insinuandole que no le diría nada- Ahora no hablas ¿uh? –comenzó a dar pasos lentos alrededor de ella poniéndola más nerviosa de lo que ya estaba- ¿Por qué quisiste ir por la camioneta?
- Porque… esta llena de armas –un punto a su favor por mentir bien-
- Podemos encontrar armas en otros lugares –se detuvo frente a ella- además ¿Para que es la cámara de video?
- ¿Qué te importa? No es asunto tuyo, además no es como si fuera a asesinarlos por guardarme mis cosas para mi
- Esta bien, no te exaltes –dijo burlón- simplemente… tenía curiosidad por saber lo que ocultas
- La curiosidad mató al gato –levantó la ceja y después devolvió el collar a donde estaba-
- ¿Por qué no lo llevas?
- Es… no… –ni ella misma entendió esas cortas palabras-
- ¿Sabes? Creo que es bueno hablar algunas cosas que te atormentan
- ¡Ja! No te vengas a hacer de psicólogo conmigo, si quiero hablar, lo hare, sino no –la miró y después bajó la mirada-
- No se si mi familia este con vida –incomodo- quiero pensar que si, aunque al ver todo lo que pasa es difícil tener fe en que todo estará bien y que pronto me reuniré con ellos -¿Por qué rayos le contaba eso?- desearía que todo fuera un sueño –se recargó en el mostrador-
- Pero no lo es, tienes que darte a la idea –si quería ser comprensiva no lo estaba logrando, él la miró y sonrió de lado para volver a mirar el suelo-
- Bien –suspiró y volvió a mirarla- entonces te dejo sola –dijo mientras comenzaba a caminar ¿y si le decía lo de los documentos? Realmente es justo, ya que tienen derecho a saber lo que el bastardo de Hito Hayabusa había hecho por soplón-
- ¡Zayn! –gritó antes de que saliera del lugar, él se detuvo y la miró- ven –dijo con algo de incomodidad, en cambio él obedeció- quiero amm, si -¿?- yo… cuando regresé a Unitah con Harry… encontré algo
- ¿Qué encontraste? –preguntó frunciendo el ceño-
- Unos papeles
- Papeles… –su expresión de confusión era épica- ¿De que?
- De… ven, míralos por ti mismo –lo jaló del brazo encaminándolo hacia donde había dejado su mochila, sacó los documentos y se los entregó- lee lo que puedas
El chico la miró confundido como si la chica estuviera gastándole una broma, después dirigió la mirada hacia los documentos y comenzó a hojearlos lentamente leyendo lo más que podía, por cada página que pasaba sus ojos se entrecerraban más y fruncía más el ceño, era difícil de asimilar que por un cabrón soplón todo el mundo se estaba yendo completamente a la mierda. Después de aproximadamente cuarenta y cinco minutos de leer y tratar de procesar todo, cerró el folder y la miró comprensivo.
- Creí que si decía algo, sería una ladrona –dijo inocentemente y él soltó una carcajada-
- Si no robas, no sobrevives. Así como yo robé tu camioneta –al instante la expresión de la chica cambió a una de pocos amigos-
- Si, eres un idiota Malik
- Ya me lo han dicho antes… tú de hecho –ahora ella fue quien soltó la carcajada, lo miró a los ojos y suspiró-
- De hecho… mi madre era fotógrafa –su mirada se dirigió hacia algún punto del piso- creo que ese collar hizo que la recordara, espero que encuentres a tu familia Malik… De verdad. –sonrió melancólicamente de lado.
Su instinto posesivo se hizo presente una vez más, le arrebató el folder amarillo al chico, lo guardó en la mochila de la cual sobresalía el bate, tomó su ballesta y salió del lugar, en cambio el chico se quedó sorprendido, la chica ruda, violenta y con buen gusto en sostenes se estaba ablandando, dio unos pasos y se giró hacia el mostrador, sonrió de lado y tomó el collar al que hace unos momentos Jwow se aferraba.
***
Caminó, hacia donde los demás se encontraban, al instante Hazza la miró pícaro y levanto las cejas repetidas veces y Chris le sonreía, algo se traían estos dos. Caminó hacía donde se encontraba Nessa.
- Hola –la saludó la casi pelirroja-
- Ya esta más despejado, no creo que este así por mucho tiempo –habló Joey con apuro- ¿Nos arriesgamos en salir? –preguntó-
- Creo que será lo mejor –contestó Katy-
- Bien, estense listos. En diez minutos nos vamos –dijo y acto seguido caminó hacia adentro, tomó una de las mochilas que estaban cerca del mostrador y comenzó a guardar algo de ropa y uno que otro par de zapatos deportivos, todos lo observaron e hicieron lo mismo-
La chica regresó a donde había dejado la ropa de su gusto apilada, ya cargaba una pequeña mochila así que no le importó buscarse otra más grande. Cuando la tenía comenzó a rellenarla de alguna de la ropa que había elegido, no podía llevársela toda. Antes de salir, tomó una boina en gris y se la puso, al igual que guardó algunas más sin prestar atención en el color, solo las tomó y punto. Salió cargando las dos bolsas en sus manos, se acercó hacía los zapatos deportivos y guardó dos de su número, cerró la bolsa y se la colocó, mientras con las manos sostenía la mochila más pequeña.
- ¿Puedo? –preguntó Hazza tomando el bate de baseball, ella asintió-
- Tengo algunas municiones más no tengo las armas, las olvide en la camioneta
- Que útil –dijo Katy sarcásticamente-
- Bien –dijo Chris acercándose, al igual que Zayn. Tomaron las municiones necesarias para recargar sus armas-
- Te ayudo –dijo el moreno tomando la mochila más pequeña- no podrás disparar bien con esta –señaló la bolsa y sonrió-
- Gracias –le dijo sorprendida-
- Por nada –se aceró a ella y le colocó el collar que hace momentos tenía en sus manos sin que nadie los viera. Se colgó la mochila de la chica y le giñó el ojo para después seguir haciendo lo que sea que estaba haciendo-
- Estas son las instrucciones –habló Joey- saldremos de aquí, ya esta oscuro pero las calles están iluminadas, así que puede que ellos nos vean, afuera esta despejado, tenemos que llegar hasta el tren y asegurarnos de que ningún enfermo este cerca ni dentro –para ser un pequeño era muy inteligente-
- No dejare mi camioneta –se entrometió la chica-
- ¿Qué? ¡No nos jodas por favor! Deja tus caprichitos ya –habló Katy con cansancio-
- Katy –regañó la casi pelirroja-
- Yo me iré en mi camioneta entonces –Joey suspiró con cansancio-
- Esta bien, el tren tiene un compartimiento para vehículos, puedes guardar ahí tu camioneta, pero tiene que ser rápido y mientras el tren este en marcha. Iré despacio solo para que hagas lo que tienes que hacer ¿entendido?
- Lo tengo, gracias Joey –el pequeño sonrió-
- Por nada compañera, ahora vámonos, tengan sus armas listas.
Todos se acercaron a la puerta, Chris la abrió y comenzaron a salir lentamente, el lugar estaba vació, pero había un buen tramo por recorrer, a unas cuantas cuadras habían algunos no-muertos caminando.
- ¡Ahora! –dijo Joey con susurros fuertes-
Obedeciendo sus órdenes todos comenzaron a correr...
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