World of Magic and Love (Harry Potter y tu)

Pase de pág. Eso merece capítulo :D

Si Micht tiene razon
Paso de pagina asi que merecemos capitulo
Para que salgamos todas
Besos
ATT Alex

Siguela Siguela Siguela Siguela Siguela por favor

Han pasado aproximadamente 10 años desde que los Dursley encontraron a Harry en la puerta, pero Privet Drive no ha cambiado nada. Solo las fotos en la repisa podrían decirte cuanto tiempo había pasado. Diez años antes había una gran cantidad de fotos de un chico gordito y con una gran pelota rosada. Pero Dudley Dursley había crecido, ahora había un chico robusto, rubio y grande, nadie podría sospechar que ahí vivía un chico más. Sin embargo Harry Potter estaba ahí. Durmiendo en este momento, al menos hasta que la voz chillona de su tía Petunia lo levantaran.

–¡A levantarse! ¡Ahora! Harry se despertó con un salto, su tía seguía golpeando la puerta. –¡Arriba! –chilló. Camino hasta la cocina, se pudo oír el sonido de una sartén sobre el fuego. Harry estaba tratando de recordar el sueño que tuvo. Era uno genial, había una motocicleta que volaba. –¿Ya estas despierto? - Quiso saber. –Casi -dijo Harry. –Pues apúrate, es el cumpleaños de Dudley, quiero que todo sea perfecto.

Como en todos los cumpleaños de Dudley, su tía Petunia lo obligo a hacer el desayuno. Se puso sus calcetines, luego de sacarles una araña. Estaba acostumbrado, ya que en la alacena hay muchas. Ese era su dormitorio. Cuando estuvo vestido, fue a la cocina. Ahí estaba Dudley, con su nueva computadora, televisión y una bicicleta. Harry siempre había sido pequeño y muy flaco para su edad. Tenía un rostro delgado, rodillas huesudas, pelo negro un poco rebelde y ojos verde brillante. Usaba anteojos redondos que siempre llevaban cinta adhesiva, porque siempre Dudley lo golpeaba en la nariz. Lo único que a Harry le gustaba de su Apariencia era una pequeña cicatriz en la frente con forma de relámpago. La primera pregunta que recuerda haber echó al respecto era de cómo se la había hecho.

–En el accidente automovilístico, donde tus padres murieron – había dicho Petunia- y no preguntes.
Esa mañana fue normal para Harry, sus tíos lo trataron de la forma habitual. Dudley tuvo un berrinche por la cantidad de sus regalos, termino ganando ya que le comprarían 2 más. Serian treinta y nueve regalos. Sonó el teléfono, luego de unos minutos la señora Dursley volvió y dijo:

-Malas noticias, Vernon. La señora Figg no puede cuidarlo – miro a Harry.

Dudley quedo boquiabierto. Harry estaba feliz, todos los cumpleaños de Dudley lo dejaban con una anciana loca, se aburría mucho. No quedo otro remedio que llevarlo al zoológico con ellos. Cuando ya estaba a punto se subir al auto, tío Vernon le dijo:

–Te lo advierto –acercándose- te estoy avisando ahora, muchacho, cualquier cosa rara y te quedas en la alacena hasta navidad – No voy a hacer nada – dijo Harry – de verdad…
El problema era que a menudo pasaban cosas raras alrededor de Harry, y no ganaba nada diciéndole a los Dursley que el no las causaba.
Su tía Petunia se quejaba casi todo mientras el tío Vernon conducía. Finalmente llegaron. Mientras Harry observaba a un gorila, que casualmente se parecía a Dudley, se tropezó con alguien.

-Perdon, no te vi –dijo una voz suave, de chica.
-No importa, ya pa.. so – en ese momento Harry vio a un chica, un poco mas baja que el, y un poco menos delgada que el.
-Hola –sonrio.
-Ho.. Hola –Harry no sabía que decir, normalmente ninguna chica hablaba con él.
-Es un lugar lindo… nunca había venido antes -. La chica cada vez le sorprendía más, era muy linda y nunca había ido al zoológico, al igual que Harry.
-¿Enserio? Yo igual, es un poco raro.
-Sí, pero de todas maneras. ¿Cómo te llamas? Yo soy Elizabeth Diggory.
- yo.. Yo me llamo Harry, Harry Potter.

La chica puso una cara de sorpresa, en ese momento iba a decir algo, pero su madre la interrumpió diciéndole que en un rato más se tendrían que ir, por lo que irían a ver más animales. Luego de que los Dursley y Harry almorzaran, fueron a la casa de los reptiles. Estaba oscuro y hacia frio. Detrás de los iluminados vidrios había toda clase de víboras y lagartos. Dudley encontró con facilidad a la serpiente más grande del lugar y como de costumbre, la molesto para que hiciera cosas interesantes, como comerse los ratones que tenia de comida. Dudley aplastaba su nariz contra el vidrio contemplando la piel de una Boa.

-Has que se mueva – grito a su padre. Tío Vernon golpeo el vidrio pero nada. A causa de eso Dudley se fue. Harry con mucho interés miro a la serpiente, en ese momento despertó y dejo sus ojos al mismo nivel que los de Harry.
Guiño un ojo. La serpiente giro su cabeza hacia los Dursley y dijo:
-Me pasa eso todo el tiempo.
-Debe ser realmente molesto –dijo Harry, aunque sabía que la serpiente no le entendía– A propósito, ¿de dónde vienes?

La serpiente levanto la cola y apunto hacia el cartel fuera del vidrio. Harry miro curiosamente.

Boa Constrictor, Brasil.
-Es lindo allá?
La boa volvió a señalar el cartel.
Este espécimen fue criado en el zoológico.
-Oh, ya veo. Nunca estuviste en Brasil.

Mientras la serpiente decía que no, Dudley fue corriendo hacia ella, botando a Harry al suelo. De un momento a otro, el vidrio desapareció. La boa salió de su jaula y antes de irse le hizo un signo de agradecimiento a Harry. Ni él se lo explicaba, era como si la serpiente entendiera lo que decía Harry.

Como era de esperarse los Dursley lo castigaron y no le dejaron cenar. Horas después Harry estaba en la alacena, haciendo solo una cosa, pensar en aquella chica, Elizabeth Diggory.

-Pero no sé nada de ella, excepto su nombre – dijo Harry mientras se acomodaba en su cama

Pero el hecho de no conocer nada sobre ella no importo mucho. Harry pasó casi toda la noche pensando en Elizabeth, en sus ojos cafés, en su enrulado y largo cabello café claro y en su hermosa sonrisa. En ese instante Harry sintió una extraña sensación en el estomago, aunque quizás era hambre, estaba demasiado confundido como para saberlo. Había vivido 10 miserables años con sus tíos, ya que sus padres murieron en un accidente automovilístico. Pero por más que lo intentaba no podía recordar haber estado ahí, a veces cuando lo intentaba veía un relámpago cegador color verde y un dolor potente en la frente, pero eso no importaba Harry tenía que dormir.

el capitulo 3 va a ser como una mezcla entre el 3 y el 4 para que puedan aparecer pronto *-*

Ok gracias :)
Me encanto Siguela pronto

Holas holas
Me encanto el capitulo
Y como siempre te dijo que escribes hermosa
Ya quiero que aparescamos
Besos
Cuidate chica webnovelera
ATT Alex

son tan agahsgfahsgasakj :D me caen bien
tienen Pottermore?

Hola, Síguela pronto, está muy buena y yo si tengo Pottermore :)

ok :D ya estoy casi terminando el capitulo 3 y voy a empezar el 4

SI................
HOLAS HOLAS
CONTINUALA PRONTO
BESOS
CUIDATE
ATT Alex

La escapada de la Boa Constrictor le hizo ganar a Harry el mayor castigo de su vida.
Cuando ya le habían quitado el castigo, eran las vacaciones de verano.
Eso por una parte era bueno pero por otra no, la pandilla de Dudley visitaba siempre la casa y como era de esperarse trataban de golpearlo.
Por esa razón Harry pasaba casi todo el tiempo fuera de casa, dando vueltas por ahí.

Al otro día Harry bajo a la cocina, encontró unos extraños harapos, que serian su uniforme.
Se sintió el ruido de unas cartas caerse en la alfombra de bienvenida.
Harry fue por ellas ya que Dudley no quiso. Había tres cartas en el felpudo: una postal de Marge, la hermana del tío Vernon, una factura y una carta para Harry. Harry la tomo con sorpresa, con el corazón latiendo fuertemente. Nadie, nunca le había enviado una carta.
No tenía ni una idea de quién podría ser. El sobre era grueso y pesado, hecho de pergamino amarillento y la dirección estaba escrita con tinta
verde esmeralda. Harry volvió a la cocina, le entrego la factura y la postal a su tío y se sentó a leer su carta.
Estaba abriendo el sobre cuando de repente Dudley grito:

-¡Papá! ¡Papá Harry se quedo con una carta! Harry ya empezaba a leerla cuando tío Vernon se la quito. –¿Quien te iba a escribir a ti?- dijo con un tono de desprecio. Abrió la carta y empezó a leerla.
– ¡Pe… Pe… Petunia!

Harry trato de tomar la carta para leerla pero tío Vernon la mantenía muy alta, fuera de su alcance.
Tía Petunia la leyó, prácticamente se desmaya. Harry grito que quería leerla pero lo único que logro
fue lo echaran a él y a Dudley al pasillo. Se pelearon para ver por el cerrojo, pero gano Dudley, Harry se tiro
al piso a tratar de escuchar. Lo único que escucho fue que alguien podría estar vigilando la casa y que no
querían tener uno de esos en la casa. Harry no sabía a qué se refería lo de uno de esos.

Esa noche tío Vernon le anuncio que ahora dormiría en la antigua habitación de Dudley, se tiro en
la cama y pensó sobre las cosas de ese día.

A la mañana siguiente, todos estaban muy callados. Dudley estaba en estado de shock por no
conseguir que sacaran a Harry de su “habitación de juguetes” .

-¡Hay otra más! Señor H. Potter, el dormitorio más pequeño, 4 Privet Drive… – Dijo Dudley.
Tío Vernon tomo la carta y se fue al pasillo, Harry lo siguió , trato de quitársela. Minutos después de una confusa guerra tío Vernon Grito y se enderezo.

–Vete a tu alacena, dijo ¡tu cuarto! – Grito tío Vernon- tu vete Dudley… solo vete.

El viernes llegaron como 12 o más cartas para Harry. El sábado no estuvo mejor, llegaron 21 cartas más.
El domingo tío Vernon tenía una sonrisa gigante por una razón, no hay correo los domingos.
Algo entro en la sala y golpeo a tío Vernon en su cabeza. Al momento cayeron treinta o cuarenta
cartas como balas de la chimenea. Los Dursley le agacharon pero Harry saltaba tratando de atrapar una.
Tío Vernon lo agarro de la cintura, lo arrojo hacia el hall y cerró la puerta. Se oyeron algunos gritos
pero lo que claramente se escucho fue a tío Vernon diciendo decididamente que se irían de la casa.

Horas después estaban en el coche avanzando rápidamente en una carretera. Pasaron la noche en un
hotel, mañana seria el cumpleaños número once, pero los Dursley no le harían nada especial como de costumbre.
Al otro día tío Vernon consiguió un lugar donde estar, tuvieron que trasladarse en bote. Llegaron a él peñasco y el los condujo hacia la casa vieja. El interior era horrendo, tenía un fuerte olor a gas, el viento entraba por todas partes, era muy feo. Se hizo de noche y tío Vernon y tía Petunia dormían arriba, Dudley dormía en el sofá y Harry en el suelo. No podía dormir, se estremecía tratando de acomodarse. El luminoso reloj de Dudley le señalaba a Harry que en 10 minutos tendría once años, lo esperaba acostado mientras se preguntaba si los Dursley lo recordarían.

Cinco minutos. Harry escucho que crujía el techo, temía que se callera pero quizás estaría más cálido.
Cuatro minutos. Tal vez en la casa de Privet Drive estaría lleno de cartas, podría tomar una cuando lleguen. Tres minutos restantes ¿Por qué el mar chocaría con tal fuerza la roca? (faltaban 2 minutos) ¿Y que era ese ruido raro? ¿Acaso el mar estaba desplomando la roca? Un minuto y tendría once años, treinta minutos… veinte… diez… nueve…. Tal vez despertaría a Dudley solo para molestarlo, tres… dos… uno… ¡bum!
Toda la casa se estremeció y Harry se enderezó, mirando fijamente a la puerta. Alguien estaba afuera, golpeándola para poder entrar

BUM.
Golpearon otra vez, Dudley se despertó bruscamente.

-¿Donde está el cañón? –pregunto como un tonto.
Se oyó un crujido detrás de ellos, tío Vernon apareció con un rifle en la mano.
-¿Quién está ahí? – gritó–. ¡Le prevengo… estoy armado!

Hubo una pausa, luego un golpe violento. La puerta se echo abajo y apareció un hombre gigantesco
en el umbral. Su rostro estaba casi todo cubierto por una gran maraña de pelo y una barba salvaje, se le podían ver los ojos negros como cucarachas. Entro y se agacho para poner la puerta en su lugar.

–Podríamos hacernos una taza de té, no? No ha sido un viaje fácil… Se sentó con cansancio en el sofá que Dudley estaba petrificado de miedo. –Levántate pedazo de bodoque –dijo el hombre. Dudley corrió hacia su madre quien estaba detrás de tío Vernon.
-¡Ah, y acá esta el pequeño Harry! La última vez que te vi eras solo un bebé, eres muy parecido a tu padre, pero tienes los ojos de tu mami. –dijo mirando a Harry.

Tío Vernon le grito que se marchara pero el solo le dijo un pequeño insulto y torció la punta del rifle.

–De todos modos, feliz cumpleaños Harry- dijo el gigante – un muy feliz cumpleaños para ti.
Tengo algo aquí, lo aplaste un poco, pero el sabor no cambia.- Dentro de su bolsillo saco un
gran paquete con un pastel dentro. Harry le agradeció y lo dejo en el sillón.
–¿Quién es usted?

El gigante rio entre dientes

–Cierto no me presente, soy Rubeus Hagrid. Guardián de las llaves y terrenos de Hogwarts, pero llámame Hagrid.

Hagrid se dirigió hacia la chimenea y le prendió fuego. El gigante volvió a sentarse en el sillón.
Preparo unas salchichas y se las dio a Harry luego de responderle a Vernon que su gordo hijo
no necesitaba engordar. Harry nunca había probado algo tan maravilloso.

–Lo siento pero sigo sin saber quién es.
–Llámame Hagrid, como te dije, soy el guardián de llaves de Hogwarts, y todos saben sobre
Hogwarts, por supuesto.

–Eh.. Yo no – dijo Harry.
Hagrid quedo impresionado.
–Lo lamento…
–¿Lo lamento? Ellos tienen la culpa – señalando a los Dursley –. ¡Ellos deben disculparse!
Sabía que no estabas recibiendo las cartas, pero no pensé que no supieras nada sobre Hogwarts.
¿Nunca te preguntaste donde habían aprendido todo tus padres?

–¿todo qué? – pregunto Harry.
–¿TODO QUE? –bramo Hagrid –. Espera un segundo.

Hagrid se puso de pie de un salto. En su furia parecía llenar toda la habitación. Los Dursley
estaban muy asustados.

–¿Me van a decir que este muchacho no sabe nada sobre nada?
–¡Yo si se cosas! Puedo hacer cuentas y todo eso… - Dijo Harry
–Hablo de mi mundo, del tuyo, el de tus padres – decía Hagrid mientras agitaba su mano.

Luego de una larga charla Hagrid le paso la carta…

–¿Que quieren decir con eso de que esperan mi lechuza?
–¡Gorgonas galopantes! Se me había olvidado… – Hagrid saco una lechuza viva y algo molesta
por el viaje, con una nota. La lechuza salió volando por la ventana.

–¡El no irá! –Grito
-Me gustaría ver que un gran Muggle como tú lo impida- Dijo Hagrid luego de gruñir
-¿Un qué? –pregunto confundido Harry.
–Un Muggle, es como llamamos a la gente “no-mágica” y estos son los peores que he visto en mi vida.

Esa noche fue una locura, Harry no lo puede creer todavía ¡Es Mago! Y averiguo cosas de sus padres, como que fueron asesinados por un mago llamado Voldemort al tratar de salvarlo. Por alguna razón el
sobrevivió a su ataque, su cicatriz, esa cicatriz fue formada por una terrible maldición. Pero cuando
no pudo asesinar a Harry se desvaneció… Y también Hagrid nombro a Albus Dumbeldore, el director de Hogwarts y también le puso cola de cerdo a Dudley, eso fue lo mejor.

Hagrid le dijo que lo expulsaron de Hogwarts en el tercer año y le rompieron la varita, pero
Dumbeldore le dejo quedarse como guardabosques. También que mañana irían a comprar los libros
y todo lo demás para Hogwarts. Le dio su abrigo a Harry para que no pasara frio en la noche.

Hola holas
Como te va
Bueno el capitulo me encanto y ya quiero que harry llege a Hogwarts
Sera genial
Besos
Cuidate
ATT Alex

Mira pase de pagina
Y como digo Micht
Eso se merece otro cap
Se que soy muy exigente pero bueno
Soy medio loca
Besos
Cuidate
ATT Alex