Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)

por **Thalassa Deméter.** Lun 23 Abr 2012, 9:58 am

OMG CHICAS!
me encantaron sus caps!
Annie: cada vez amo mas! a holly! es que es tan... ¡holly! aish, no se como describirlo, es que es genial! ame tu cap! quiero maaas de tus caps! amé todas y cada una de las partees! es que, te prometo, que lo amé!
Val: me encantooooooo prue! pero me quede algo, en shock, thera es buena? shock! jajajajjaja, enserio ame la manera de ser de prue, es algo distinta a Thalassa, y eso me gusta! jajaj
Noe: Tienes que subir! muero de la desesperacion! aish! siguela! quiero saber como será el vestido de Lec!
Bss

por **Vanellope** Lun 23 Abr 2012, 10:40 am

SUBIRE, GIRLS.

por **Thalassa Deméter.** Lun 23 Abr 2012, 10:42 am

YEES! cuando tu subas, yo subo!
solo me quedan algunos detalles, y listoo!
bss

por **Vanellope** Lun 23 Abr 2012, 10:59 am

Capitulo VI
Electra, The Arrow of Light

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"Levanta la cara, sonrie y miralos... ellos tienen sed de sangre... pero ellos son tu oportunidad para seguir viva y regresar a casa. Pero si mueres, deja que ellos te recuerden como eres, Electra: La saeta de luz."

He pasado mis últimos momentos con Cinna, hablando cómodamente, él es una persona agradable. Me hace unos detalles espectaculares, ha delineado mis ojos con un color negro metálico, y levanta un poco mis pestañas, haciendo resaltar el violeta de mis ojos, volviéndolo un color mas intenso. Luego, con un pincel fino delinea una forma que comienza desde la punta del ojo, por encima del pómulo y lo traza con delicadeza hasta terminar debajo de la mejilla.

-Ahora…-el parece concentrado, se muerde el labio inferior mientras parpadea sus ojos verdes, pone un poco de polvo brilloso en las esquinas de los ojos, y hace algo con mi cabello que no me permite ver, después de unos minutos, se pone recto, se lleva el dedo pulgar debajo del mentón, y admira su trabajo, después de unos segundos examinando, sonríe satisfecho –bien, Lec. Es hora

El me ayuda a levantarme de la silla, y me lleva hacia los vestidores para comenzar a vestirme: se trata de una malla de cuerpo entero, a excepción que solo tiene una manga y deja desnudo el brazo izquierdo donde se encuentra mi marca, es de cuello largo. Después me ayuda a poner unas botas de suela de goma de color metálico que me llegan por encima de la rodilla, después me pone un guante metálico plateado que cubre desde el codo hasta los nudillos, parece tan irreal, que no puedo creer que lo lleve puesto.

-Quiero que el publico que reconozca cuando estés en es estadio –dice Cinna en tono soñador- Electra, la saeta de luz.

Lo pienso, “saeta de luz”, y comienzo a recordar de donde provengo, intento no parecer tan incrédula, nos encontramos con todos los demás, cubiertos de mallas pero diferentes a mí traje. Nyx se ve llamativo con sus ojos delineados de plateado por encima de su parpado, resaltando sus ojos fríos, su cabello tiene estilo, y un fleco cae sobre su ojo izquierdo, Altair parece una llama con su cabello rojo recogido en una cinta alta, cayendo como siempre rizado en su espalda, sus labios brillan en chispas plateadas. Sin embargo, Peeta luce su cabello rubio con un tono brillante y sus ojos azul intensos resaltan, su estilista se llama Portia, ella y su equipo parecen nerviosos por lo que la gente podría opinar acerca de los atuendos, nos llevan al nivel inferior del centro de renovación, la ceremonia inaugural va a comenzar y los demás tributos se están preparando antes de salir.

-Lec –me llama Cinna, me vuelvo hacia el y trae consigo una tela negra –el ultimo detalle –con una seña me pide que me de la vuelta, y me pone algo encima, pesa un poco y parece caer a mis espaldas, me dedico a observar a los demás tributos, todos llevan sus atuendos, cuando me enfoco en unas risas.

-Te vez bien –le dice la chica rubia a su amiga

-tu igual, Thalassa –le devuelve el cumplido, entonces ellas deben ser los tributos del 4, llevan atuendos bonitos, parecen no estar nerviosas, o eso aparenta, cuando la de ojos azules me mira y se inclina para susurrarle algo en el oído a la rubia, y ella se encuentra con mi mirada, la cual esquivo inmediatamente.

-Bien, Electra –dice Cinna, nos conducen hacia nuestro carro que es tirado por unos caballos color negro carbón, Portia, Cinna y los otros dos estilistas nos arreglan con cuidado la postura del cuerpo y Cinna se encarga especialmente de la caída de mi capa.

-¿Cómo se supone que funcionara esto? –pregunto a Peeta quien se encuentra a mi lado, por ordenes de Portia, en la parte delantera del carro

-encenderán nuestros trajes con fuego –responde, yo me echo a reír incrédulamente, pero curiosamente él no lo hace.

-¿es enserio? –Me detengo en seco -¿hablas enserio?

-¿Qué no te dijeron? –yo niego con la cabeza, y me encuentro un poco aterrada

¿Encender nuestros trajes? ¿Quieren quemarnos vivos? Suena estúpido.

-Electra –me llama Cinna- mantente tranquila ¿escuchaste? Mantén la cabeza en alto y sonríe

Yo asiento un poco, pero mi voz es ahogada por la música de apertura que comienza a sonar. La ponen a todo volumen por las avenidas del capitolio, unas puertas corredoras enormes se abren a las calles llenas de gente, dura unos veinte minutos y termina en el círculo de la ciudad, donde nos recibirán.

Primero salen los del distrito 1, tirado por caballos blancos, están muy guapos, rociados de pintura plateada y vestidos con elegantes túnicas cubiertas de piedras preciosas.

Todo parece ir rápido, faltan pocos minutos para salir, los tributos del distrito 11 acaban de salir.

-Allá vamos –dice Cinna, y antes de poder reaccionar escucho un sonido eléctrico proviniendo del brazalete metálico, parece como si estuviese recargándose, unas cuantas chispas salen disparadas, el sonido se intensifica, cuando hace una pequeña y débil explosión de luz, las capas de Nyx, Peeta y Altair se prenden en llamas, y mi traje parece electrificado, con pequeños relámpagos corriendo por el traje y bajando por la capa, como si fuese energía eléctrica que no se detiene, siento un cosquilleo en todo mi cuerpo.

-Sujeta mi mano –susurra Peeta

-¿disculpa? –enarco una ceja no muy convencida

-es lo que Cinna ha dicho que hagamos –me sujeta de la mano derecha y Cinna asiente con aprobación, es lo ultimo que veo antes de cruzar las puertas.

La gente al vernos vitorea sorprendido, me quedo helada, pero después nos veo en una enorme pantalla, me quedo sin aliento al mirarnos, nuestro aspecto me deja sin aliento, mi cabello se ve alucinante, Cinna lo ha alaciado y ha puesto las puntas de color dorado, simulando relámpagos que descienden de mi cabeza, y mis ojos tienen dos relampagos negros, que estan dibujados desde encima del pomulo y corre hasta mi mejilla y con aquel traje electrificado se ve tan real, realmente estoy electrificada.

Nyx se encuentra rígido, sin mirar mas que al frente, Altair esboza sonrisas intimidantes con sus labios plateados, sujetada a Peeta pierdo el miedo de caer, entonces una sonrisa se dibuja en mi rostro y comienzo a saludar a todos, al levantar el brazo, salen chispas llamativas y los rayos siguen corriendo, lanzo besos a los espectadores y mando guiños a otros, la música alta, los vítores y la admiración me corren por las venas, y no puedo evitar emocionarme.

Electra, la saeta de luz.

Si, esa soy yo.

¡Tiene que haber algún patrocinador dispuesto a escogerme! Aunque la chica del 4 igual se esta luciendo, pero espero no me quite a los patrocinadores, los necesito si deseo ganar… y regresar.

Entramos al circulo de la ciudad, bajo la mirada y encuentro nuestras manos entrelazadas, aflojo un poco pero el la aprieta mas fuerte.

-todavía no me sueltes –susurra, y la luz del fuego se refleja en sus ojos azules –puede que me caiga

Siento un rubor en mis mejillas, y asiento, así que sujeto su mano, miro los doce carros que entran en el circuito del círculo, el presidente, aquel hombre de cabello blanco y labios hinchados que anuncio nuestra pesadilla del vasallaje, nos da la bienvenida.

Intento relajar mi rostro, aquel hombre me pone tensa, y un escalofrió me recorre el cuerpo al pensar que él pueda saber sobre mi, mas de lo debido.

Una rebelde que escapa del distrito 13.

Y pensar en el hecho de que Zeva se vea en problemas y la torturen con los métodos mas crueles, me pone la piel de gallina. La gente más prestigiosa del capitolio observa a detalle.

Todo mundo esta viendo.

La cámara enfoca a cada tributo, y siento una rabia al escuchar la voz de Snow, en cuanto aparece mi rostro en la pantalla, en mis ojos brilla el odio, pero respiro hondo, el himno nacional comienza a sonar, y es lo ultimo que deseo escuchar, aprieto con mas fuerza la mano de Peeta, y al fin termina.

Las puertas se cierran, y el equipo de preparación nos farfullan piropos, Cinna me ayuda a bajar del carro y me quita la capa de encima, haciendo que me sienta mas ligera y el intenta apagar un poco los relámpagos eléctricos que continúan centellando en mi traje.

-Has estado estupenda –adula Portia –se han visto maravillosos

-Buen detalle lo de sujetarse de la mano –dice Oxxe, la estilista de Nyx -¿idea de quien ha sido?

-de Cinna –respondo con orgullo hacia el

-Excelente, no esperaba menos de Cinna –dice Portia, Cinna solo sonríe, todos los estilistas comienzan a conversar sobre lo ocurrido esta noche, y comienzo a mover los dedos engarrotados por apretar la mano de Peeta.

-te has visto bien, Lec –dice el

-tu no te has visto mal –me limito a decir

-no, enserio –nota mi incredulidad- deberías llevar ese tipo de trajes electrificados mas seguido, te quedan bien.

Levanto la mirada para ver sus ojos, debajo de su encantador semblante y de sus palabras agradables se podría encontrar una persona que intentara aniquilarme dentro de los juegos, ocultándose bajo la simpatía, me inclino y sujeto su mano, el parece ruborizarse, sonrió con encanto y le dedico una mirada intensa.

Yo también se jugar, Peeta.

Me acerco hacia él, me levanto sobre la punta de mis pies y lo beso en su mejilla.

-y tu deberías llevar trajes inflamables –bromeo- las llamas te sientan bien.

Es lo último que le digo, antes de darle la espalda y unirme con Cinna, noto la mirada mortífera de Altair sobre mi espalda, y quizás otras cuantas miradas curiosas, pero no me importa, mi corazón esta lleno de emoción y adrenalina que todo ha dejado de importarme ahora.

-simplemente estupendo –escucho decir a Portia, pero me he alejado de esa conversación, y miro a los demás tributos que están todavía con sus equipos de preparación, algunos nos miran con odio, cuando se nos acerca una mujer bastante normal a comparación de todos los que viven aquí, lleva labial rojo fuego y sus ojos están delineado de plateado, que resalta el color grisáceo de sus ojos verdes.

-¡felicidades Cinna! –exclama energéticamente, y le sonríe, Cinna parece casi agotado de tantas felicitaciones, pero la acepta educadamente.

-Gracias, Kalonice –se encoge de hombros- tu trabajo no ha estado nada mal, igual te mereces mis felicitaciones.

-así que ella es tu pequeña musa –dice, fijándose en mi con una diminuta sonrisa

-si –dice Cinna- he modificado mi trabajo un poco por ella

-y ha valido la pena –admite

-Kalonice, Holly dice que es tiempo de…-se detiene en seco- disculpen…

-oh no –dice Kalonice –igual, iba a alcanzarlos ahora

La rubia se enfoca en mi, y mira mis ojos… como escrutándolos, intentando entrar a mi cabeza y saber que pienso, como si intentara decirme algo con su mirada, levanto un poco el mentón, y esquivo la suya, no soporto ver aquellos ojos… tan vulnerables, tan agradables… y saber que es una enemiga.

-Bueno, hasta luego Cinna

-Hasta luego, y te has visto bien señorita Deméter –le dice a la chica rubia quien sonríe agradecida

-no tan bien como su trabajo –dice ella y me mira, yo solo pongo los ojos en blanco

-ha estado bien –admito- tu estilista ha hecho un buen trabajo

-una chiquilla agradable Cinna, -responde Kalonice, y se van. Salimos hacia el corredor para encaminarnos hacia el centro de Entrenamiento, una torre diseñada para los tributos y sus equipos. Cuando nos encontramos con Haymitch cerca del elevador de la planta principal.

-he visto el desfile –se acerca y me rodea con un brazo y siento el olor de su aliento: Alcohol y vino –de lo mejor –exclama arrastrando las palabras- y lo de sujetarse de la mano, un toque de rebeldía, perfecto

-supongo que gracias –respondo

-ha sido mejor de lo que esperaba –responde Peeta con una sonrisa

-bueno –interviene Effie- es hora de ir a nuestro piso –aprieta el botón, y las puertas del ascensor se abren, todos entran pero se llena con Peeta, Altair, Nyx, Effie y el equipo de preparación.

-Nosotros subimos ahora –dice Haymitch quien aun me rodea con su brazo, el ascensor se cierra y comienza a subir hasta el piso doce. Parece que nos hemos quedado completamente solos y eso no me agrada – veo que seguiste mi consejo, preciosa.

-¿seguir viva? –pregunto con sarcasmo y enarco una ceja

-el suelta una risa seca- no,… gustarles –lo dice en forma directa, le doy la espalda para apretar el botón para que el ascensor baje y me apoyo sobre la pared para esperar, intento que todo este en silencio.

-sabes que aunque me evites, preciosa, dependes de mi –dice como si fuera un lamento

-que lastima –me cruzo de brazos, y resoplo haciendo que un mechón de cabello revolotee por encima de mis ojos

-el parece soltar un bufido entre dientes- también estuve en tu lugar y…-pero sus palabras son ahogadas por el ruido del ascensor que llega y las puertas se abren, nos adentramos y cuando esta a punto de cerrarse, una bota interrumpe y las puertas se vuelven a abrir.

Una chica adulta, de ojos verdes y cabello castaño aparece, y se queda atónita al mirar a Haymitch, quien tiene la misma expresión.

-Vaya, Vaya, Vaya –dice ella- pero si eres tu

-Prudence –habla el, pero parece como si le hubiesen dado una bofetada

-Haymitch –interrumpo, y ambos se fijan en mí

-pero si es la chica de la que todos hablan –enarca una ceja, y sonríe de manera arrogante- Electra, la saeta de luz –dice en un tono agudo, infantil y burlón

-si esa misma –digo en tono rudo, ella enarca ambas cejas

-y tiene carácter

-¿subirás o no, Prue? –pregunta Haymitch, impaciente. Ambos chocan sus miradas y aquella arrogancia desaparece, y es como si entre ellos dos hubiese algo desde siempre, ella aprieta los labios

-creo que tomare las escaleras –dice y suelta las puertas del ascensor –Adiós Haymitch –es lo ultimo que dice antes de que las puertas se cierren, el ascensor comienza a subir, y veo lo que las paredes de cristal reflejan, Haymitch se queda callado, incluso eso es mas irritante que escucharlo hablar.

-¿Quién es ella? –pregunto, el parece ido, pero suelta un suspiro agotador.

-Prudence Messer, la mentora del distrito 2

-¿la conoces? –lo miro, exigiendo una respuesta y muy curiosa

-aquí todos nos conocemos –dice en plural, y de inmediato las puertas se abren y salimos del ascensor que se cierra a nuestras espaldas, entramos a donde va a ser nuestro alojamiento, me he quedado impresionada, es mas grande que mi casa en la Veta, es tan lujoso como el vagón del tren, y lleno de aparatos tecnológicos con miles de botones.

-¿Dónde estaban? –Pregunta Effie, pero ninguno responde- ¡Haymitch!

-Uh…-pero el parece no encontrarse aquí, todos están en el living, me siento a lado de Peeta, mirando la discusión de Effie quien intenta llamar la atención de Haymitch quien la ignora

-¿Qué le sucede a Haymitch? –me pregunta Peeta

Entonces en la mente se me viene Prudence Messer, la arrogante mentora del 2, la forma extraña en que se miraban. Me inclino sobre el sillón y me cruzo de brazos sin dejar de mirar el rostro de Haymitch

-no lo se… a mi también me gustaría saberlo…

por **Thalassa Deméter.** Lun 23 Abr 2012, 11:12 am

Electra, La Saeta De Luz...
Simplemente, GENIAL
Ame el vestido de Lec, y el detalle de dejar ver la marca de nacimiento, estuvo de lo mas original.
aish, como odio a la víbora de la pelirroja sádica esa.. ugh!
ahora subo! solo modifico un poco, ya que, salí en el tuyo, cosa que no me esperaba, sinceramente :D
simplemente perfecto, como siempre Noe :D

por **Hakuna Matata Bitch** Lun 23 Abr 2012, 11:44 am

Noeeee no sabes como lo AME el desfile! Cinna y Los trajes! (y yo jaja) super orginal y bien hecho el capitulo!

por **Thalassa Deméter.** Lun 23 Abr 2012, 11:49 am

"As If The Sea Had Been Transported To The Capitol... As If My Home Is Slightly Present..."
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Entré con Kalonice a la sala contigua, esta vez, era una sala grande y espaciosa, con un gran vacío en el medio, un enorme ropero a un lado, un tocador también grande. Mi estilista me condujo al taburete del tocador, y yo me senté, ella con una gran sonrisa amable se colocó detrás de mí, su cabello negro adquirió un resplandor doradizo, debido a las luces del tocador, que iluminaban la estancia, a pesar de la luz que se filtraba por las ventanas.
-Veamos, tenemos que convertirte en la diosa del mar. Te explico, cada uno de tus compañeros tiene un tema, el de Adara, es la simple belleza natural del agua; el de Ian, los animales acuáticos marinos; el de Evan, la fuerza del mar; y por último pero no por eso menos importante, estás tu, con la representación de la diosa del mar.
La miré sorprendida y sonreí. Esa mujer era la que mas me había gustado del Capitolio, sin duda alguna, no parecía una de aquellas mujeres típicas del Capitolio, no se modificaba el cuerpo con miles de adornos raros y repulsivos, no parecía gustarle los Juegos y parecía sentir adoración por la ropa bonita, no por la estrafalaria. Solamente con ver los pantalones negros y la camiseta roja, ambos bonitos, pero sencillos, que traía, se notaba que no era ningún producto del Capitolio.
-Bien, comencemos con tu cabello. Veo que tiene algunas ondas, no las suficientes, bueno, al menos es fácil.
Me lavó el cabello y me puso unos productos extraños en el pelo, que poco después descubrí que me dejaba mi rubia cabellera totalmente sedosa, como si me hubieras sustituido el cuero cabelludo, por suaves y finas tiras de seda dorada.
Entonces, con un artilugio raro, que nunca antes había visto, comenzó a definir ondas. El artilugio emanaba un calor leve, y a cada pasada descubría un nuevo mechón totalmente ondulado, haciendo que mi pelo disminuyera en lo respectivo a longitud.
Cuando terminó sonrió satisfecha, y asintió complacida con la cabeza, haciendo que su largo cabello negro, se balanceara en sus hombros.
-¡Genial! Después terminaré con el peinado, ahora, toca maquillarte.
Se acercó al tocador, y vi como abría un maletín. Dentro de él, había centenares de barras de labio diversas, delineadores de todos los colores, sombras oscuras y claras, pintauñas con diversos matices y muchas cosas más que no lograba identificar.
-Veamos… esas uñas necesitan un toque de color, ¿no crees?
Me sonrió y me guiñó un ojo. Escogió un esmalte de un color azul verdoso, como el de la habitación, un color que no se podía definir ni como azul ni como verde. Y me lo aplicó con cuidado en las uñas de las manos, cuando se secó, segundos después, con un esmalte blanco, imitó la espuma que creaban las olas al chocar contra las rocas.
-¡Oh! Es…
-Todavía no has visto lo mejor.
Dijo sonriendo. Mire detenidamente las uñas de la mano derecha, parecían una replica del mar, hasta entonces no me di cuenta, ese color, era el mismo que tiene el mar en mi distrito. Sonreí con nostalgia. Y ella sacó un delineador negro.
-Te combina con los ojos, les dará mas profundidad y resaltaran mucho mas.
Sonreí agradecida, a lo mejor, si parecía mas bonita de lo que era, alguien querría patrocinarme, tenía que parecer segura y poderosa. Y con la ayuda de Kalonice, sería mucho más fácil.
Me aplicó el lápiz de ojos en ambos ojos y después escogió un labial rosado, no muy intenso, uno que daría brillo a mis labios, también escogió una sombra de ojos, plateada, brillante que dio brillo a mis párpados. Con un corrector del tono de mi piel, hizo desaparecer las imperfecciones de mi piel.
Terminada la tarea de maquillarme la cara, me había transformado de una Thalassa normal, a una Thalassa bella, aunque solamente hubiera hecho cuatro cosas, después escogió un esmalte transparente, y lo aplicó a las uñas recién secadas. Con una pasada de ese líquido transparente, las uñas brillaban y resaltaba más.
-Te ves preciosa, Assa.
Sonreí algo avergonzada y ella me sonrió con dulzura y comprensión. Esa mujer me gustaba, y creo que ya se porque, era la viva imagen de mi madre, mas joven. Tanto física como psicológicamente, era muy parecida a ella, estaba muy contenta de que me hubiera tocado como estilista, en vez de un estrafalario producto del capitolio que estaría insistiendo en ponerme dientes de tiburón o algo parecido.
Estaba tan enfrascada en mis pensamientos, que no me percaté de que había comenzado a recoger mi rubio cabello, utilizando numerosas horquillas, me hizo un elegante moño encima de la cabeza, dejando un ondulado pequeño mechón suelto al lado de la cara, sonreí fascinada.
-Estás haciéndome parecer una verdadera diosa, Kalonice.
-No solo es mi mérito.
Entonces, sacó unos pendientes, de color blanco, pero de aspecto lujoso, me los prendió en las orejas. Después, un collar parecido. Ambos tenían piedras preciosas, azules, en poca cantidad, sin llega a ser demasiado exuberantes.
-Oro blanco y zafiro –aclaró con brevedad- vamos, que te quiero enseñar tu vestido, te va a encantar, ya lo verás.
Me condujo al centro de la habitación, donde había una especie de taburete, no muy alto y bastante ancho, me subí allí como me había indicado la pelinegra y esperé a que regresará. Llevaba una percha con un vestido cubierto por una funda y un espray.
-Esto que te voy a hacer no te va a gustar nada, cierra los ojos por favor, y dame la bata.
Me quité la bata, y totalmente confiada cerré los ojos. Entonces oí como apretaba el espray y una especie de sustancia, entre un aire y una humedad fría me recorrió las piernas.
-Puedes abrir los ojos.
Cuando me fijé en las piernas, me percaté de que ahora brillaban, pero no con un brillo poderoso y anormal, simplemente resaltaban un poco, como si llevara medias transparentes.
-Así se estilizan las piernas.
Se excusó ella algo avergonzada, yo le sonreí tranquilizadora.
-Está genial. Tranquila.
Ella me sonrió aliviada y sacó el vestido de su funda, un momento, ¿eso es un vestido o una camisa? Sin apartar la vista del vestido-camisa le pregunté
-¿Eso que es exactamente? ¿Un vestido? ¿O mas bien una camisa?
-Un vestido.
Respondió con simpleza. Enarqué una ceja, pero no dije nada. Ella me pasó la tela de seda, color azul claro, era sencillo pero elegante a la vez, de tirantes finos. Se ajustaba perfectamente a mis curvas, marcándolas, demasiado diría yo. Era muy ligero, como si no llevara nada encima. Y lo peor, era demasiado corto, solamente me cubría hasta poco más del trasero.
La mire con reprobación.
-¿No es demasiado corto?
-Te veras genial, Assa. Ya veras. Y espera, no digas nada más, todavía no e terminado, ya verás, te va a encantar.
La miré recelosa. Y, ella, muy entusiasmada se fue, yo resoplé e intenté alargar el vestido, era imposible. Estaba hecho de una tela algo rara, resistente pero ligera, además de que al mirarlo detenidamente, tenía un brillo extraño.
Kalonice regresó con un cubo de agua transparente, también algo extraña.
-¿Qué…?
Entonces me tiró el cubo de agua encima, yo ahogué un grito y cerré los ojos. Entonces ocurrió algo extraño, no noté el agua sobre mi piel, era como si se hubiera evaporado, pero ahora el vestido pesaba mas, a lo mejor, la tela había absorbido el agua. Entonces oí la dulce voz de la joven pelinegra.
-Assa… Abre los ojos querida…
Abrí los ojos lentamente, y me fijé en que efectivamente estaba totalmente seca, entonces, miré mi vestido y abrí los ojos y la boca de la sorpresa.
-¡Oh!
El agua no había sido tragada por la tela, se había quedado en la superficie, formando olas, que iban desde mi pecho hasta el borde del vestido, y en vez de caer al suelo, y empaparme completamente las piernas y los pies, el agua, se convertía en la espuma blanca que coronaba las olas en el mar.
-Esto… Es… Yo… Es…
No tenía palabras para describir algo tan perfecto, era, simplemente genial. Miré a la joven mujer y le sonreí con lagrimas de emoción en los ojos, tenía una posibilidad de que Adara sobreviviera, si tenía patrocinadores todo sería más fácil. Entonces, con cautela acerqué una mano al agua, y me maravillé todavía mas al comprobar que no mojaba, tenía la misma textura que el agua, con la diferencia de que era seca. Era algo imposible, pero, allí estaba, y creía estar bastante segura de no soñar. Volví a intentar hablar.
-Kalonice… Yo… No se como…
-Ssht…
Cerré la boca y entonces oí claramente el ruido del agua del mar moviéndose, el ruido de las olas contra las rocas…
Era fascinante, ese ruido relajante y a la vez estresante, depende de quien lo escuchara… Me perdí un momento en el suave oleaje… me recordaba tanto a casa…

…

Ambas, después de algunos retoques mas, salimos de la habitación, y a través de pasillos, nos dirigimos a la salida, los tacones, blancos, que traía, resonaban a cada paso, retumbando en la pared. Cuando de pronto, oímos un murmullo de voces a lo lejos. Poco después salimos a un enorme lugar. El ruido se hizo mas intenso, y parpadee molesta por la luz.
Entonces vi donde estábamos, había doce carruajes, algunos ocupados, otros, parcialmente y el resto, completamente vacíos. En todas partes había estilistas, equipos de preparación, acompañantes, mentores y, la gran atracción de la noche, los tributos. Kalonice me sonrió tranquilizadora.
-Estás esplendida Assa, tranquila, tu solo, encárgate de sonreir, y encantar al público, nada más.
Estaba muy nerviosa, pero intentaba ocultarlo, creo que se me daba suficientemente bien. Entonces, alguien se acercó a nosotras. Adara, estaba preciosa, me quedé maravillada. Su estilista había conseguido reflejar “la belleza natural del agua”. Iba totalmente de blanco, con un vestido hasta los tobillos, amplio y unas sandalias finas, tenía toda la pinta de una diosa griega.
¬-¡Oh! ¡Adara! Estas simplemente preciosa.
Ella sonrió complacida.
-Tú también te ves bien, Assa.
Le sonreí, y ella se giró y me susurro al oído.
-Hey, mira allá.
Me giré y vi a los tributos del 12, estaban alucinantes, con unas mallas ajustadas con un brillo anormal, algo, que, seguro que aguardaba algo mucho mayor. Miré a la chica de preciosos ojos violetas, y ella retiró la mirada. No le di mas importancia y ambas nos subimos a los carruajes, ella con facilidad, yo con algunos equilibrios, debido a que, evitaba el contacto del vestido con cualquier superficie, aunque no mojara ni se rompiera, tenía el aspecto demasiado frágil, me daba miedo rozarlo y que se desintegrara dejándome solamente, con ropa interior.
Ella se acomodó justo detrás mio.
-¿No quieres ir delante?
La verdad es que no quería ir la primera, sería la mas vistosa.
-No, prefiero ir aquí.
Suspiré y miré al frente. Entonces, me fijé en la carroza del distrito 2. Los cuatro tributos, estaban subiendo. Mi corazón dio un vuelco al ver a mi amigo de la infancia, había cambiado mucho. Cuando el dirigió sus ojos a mí, desvié la mirada, decidida a mirar al frente. Cuando alguien subió junto a mí.
-Hola.
-Hola Ian –mi compañero parecía un animal salvaje, estaba irresistible y muy guapo.
Detrás de él, el impasible, Evan, estaba al lado de Adara, con expresión fría y cínica, llevaba un tridente y una red como atuendo, una extraña combinación, que en todo caso, cubría perfectamente su cuerpo, de una manera que no quise analizar, también se veía seductor y sexy.
Entonces, la música comenzó a sonar. Los del uno, arrebatadores, salieron los primeros, los del dos todos y cada uno de ellos, sexys y seductores, los del tres y mis nervios aumentaron. Salimos entre los rugidos de la multitud, oímos algunos suspiros de asombro, al vernos, la verdad, es que estábamos mas guapos de lo que en realidad éramos. Fuimos siguiendo el recorrido, cuando a lo lejos oímos una gran exclamación, los del doce, envueltos en llamas, todos, menos la chica “violeta” que estaba cubierta por llamas, Evan soltó un bufido y comenzó a saludar. Yo también quise mostrarme encantadora, y haciendo caso omiso a los vítores de atrás, comencé a lucirme. Me estaba saliendo bastante bien, sonreía, me reía, lanzaba besos y me ganaba al público de todas las maneras. Ellos respondían con vítores, flores y peticiones de besos. Yo me reía ante eso. Hasta que llegamos delante de la casa de Snow. La música paró y se me revolvió el estomago de asco, rabia contenida y, por primera vez, instintos asesinos. No escuché lo que decía, solo podía concentrarme en que estaba muy cerca del que mató a mi madre, estaba convencida, había sido el, o al menos, ordenes suyas. Le odiaba con toda mi alma, era la única persona a la que deseaba mal.
También me fijé en que la chica electrizante, era la que más salía en pantalla, los demás tendríamos difícil conseguir patrocinadores teniéndola a ella como a rival.
De nuevo retomamos la marcha, y continué con mi intento de agradar al público, intento, que desde el principio había compartido con Ian, mostrándome amigable con el y menos distantes y frios que los dos de detrás.
Entramos a una sala similar a la anterior, y de inmediato Holly y los demás estilistas vinieron corriendo a encontrarnos, mi estilista estaba con la chica del doce y el que, supongo, su estilista.
-Thalassa, ¿puedes ir a avisar a Kalonice?
-Ahora mismo, Holly.
Me encaminé allá, caminando a duras penas sobre los altos tacones, que me perjudicaban los pies y el equilibrio. Llegé donde ellos, algo distraída, ya que, estaba muy concentrada en el equilibrio como para escuchar conversaciones ajenas.
-Kalonice, Holly dice que es tiempo de…-me detuve, al ver que estaban hablando, y avergonzada dije - disculpen…
-¡Oh! No -dijo Kalonice- igual, iba a alcanzarlos ahora
Miré a la chica del doce, era misteriosa, y eso entre me asustaba y me gustaba. La gente misteriosa siempre había sido de mi agrado, no eran vulnerables y transparentes como yo, y eso estaba muy bien, sobretodo en un sitio como este.
-Bueno, hasta luego Cinna.
Se despidió mi estilista, sonreí a modo de despedida y cuando nos íbamos el hombre dijo.
-Hasta luego, y te has visto bien señorita Deméter –sonreí estúpidamente avertgonzada, pero lo camuflé como si en vez de eso, estuviera agredecida, que también lo estaba. Decidí no darle mucha importancia, que en realidad, tampoco la tenía.
-No tan bien como su trabajo.
-Ha estado bien –dice la castaña- tu estilista ha hecho un buen trabajo.
No supe si lo dijo con ironía o si era sincera. De todas formas Kalonice agregó.
-Una chiquilla agradable Cinna.
Y nos fuimos, donde nos esperaban los demás. Miré a Holly, y me sentí segura.

por **Thalassa Deméter.** Lun 23 Abr 2012, 11:49 am

No es mucho... pero espero que les guste :D
Bss

por **Vanellope** Lun 23 Abr 2012, 12:04 pm

Me encanto tu vestido, Thalassa La Diosa de las profundidades.

Simplemente me ha encantado hahaha, y claro que tu me has hecho rival para el desfile!, ¬¬ me quieres quitar a mis patrocinadores. hahaha

Me encanto Ain, estuvo maravilloso, YO ME EMOCIONE CUANDO MIRASTE A CATO! CATO! TU CATO! :-D WII.

¡Se viene el primer día de entrenamiento!.

por **Cherry** Lun 23 Abr 2012, 1:29 pm

Voy a leerlo los caps ya c:
& Subire cuando pueda, hace una hora empece a escribirlo, este cap sera mas interesante.
#Ana

por **Thalassa Deméter.** Lun 23 Abr 2012, 1:31 pm

Ooooh, ya quieroo leer! (sin presiones, cuando puedas :D)
Bss

por **Vanellope** Lun 23 Abr 2012, 1:40 pm

Uh Anne, ya quiero leerlo. :-D hahaha. Sera estupendo!

por **Vanellope** Lun 23 Abr 2012, 1:48 pm

safe sound - Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre) - Página 7 Tumblr_m2tb0w5rO41rnssax

Ya se acerca la primera sesión de entrenamiento, seee

Aja.. Aja.. AJA, AJA AJA.

Holly, ¿Cuando nos toparemos? Quiero incluirte en mis capitulos tanto como yo en los tuyos.

por **Thalassa Deméter.** Lun 23 Abr 2012, 1:56 pm

Jajja, muy buen gif noe! jajajja

por **Cherry** Lun 23 Abr 2012, 2:04 pm

Ame el gif xd Cuando quieras, quisiera conocer a Electra, ya casi termino de leer los caps & los comento en un solo mensaje :B

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