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Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
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Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
JustDaniaSmiley escribió:Chicas , síganla!! , muero por saber lo que le pasara a electra c:
Haha, tranquila. Solo esperamos a Que Annie suba, uh Electra. Pues ella... añañai ;D lo sabras.
Vanellope
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
CHICAS COMO ANDAN ME EXTRANARON?? ANNIE SUBE QUE ME MUERO POR SABERRRR
Hakuna Matata Bitch
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
XXMadnessIsGeniusXX escribió:CHICAS COMO ANDAN ME EXTRANARON?? ANNIE SUBE QUE ME MUERO POR SABERRRR
Claro que te extrañamos! que tal estas Val? Si! Sube YA Annie!
bss
Thalassa Deméter.
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
¿Cuando continuamos con esto? Esta bastante abandonada y eso me pone un poco mal pues yo quiero seguir escribiendo y por ahora no puedo hacerlo. u.u ELECTRA NEEDS TO AWAKE
Vanellope
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
Electra Crown escribió:¿Cuando continuamos con esto? Esta bastante abandonada y eso me pone un poco mal pues yo quiero seguir escribiendo y por ahora no puedo hacerlo. u.u ELECTRA NEEDS TO AWAKE
yo propongo que sigamos, y cuando Annie decida aparecer... que suba...
lo siento annie, pero llevamos ya demasiado sin seguirla, y no queremos que muera
es solo mi humilde opinión!
bss
Thalassa Deméter.
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
Annie, cuando subiras? :-/ no es presion, pero esto esta demasiado abandonado
Vanellope
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
Tendremos que seguirla, si puedes Annie y no estas inspirada, subes la otra ronda (-:
Vanellope
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
Electra Crown escribió:Tendremos que seguirla, si puedes Annie y no estas inspirada, subes la otra ronda (-:
Entonces, te vuelve a tocar a ti?
Thalassa Deméter.
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
genial! esta novela surigira de nuevo de entre las cenizas! *like a phoenix* jajjajaElectra Crown escribió:Creo que si me toca
Thalassa Deméter.
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
OMG! me emocionooo!Electra Crown escribió:AHORA SUBO!!
Thalassa Deméter.
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
Capitulo VIII
"The War Inside Us"
"Si Zeva y Kineta pueden ser amigos... ¿Por qué Peeta y yo no podemos fingir serlo? Una correcta suposición "Fingir". Si, eso es lo que hacemos."
"The War Inside Us"
"Si Zeva y Kineta pueden ser amigos... ¿Por qué Peeta y yo no podemos fingir serlo? Una correcta suposición "Fingir". Si, eso es lo que hacemos."
Día #2
Entrenamiento.
Entro al living de nuestro alojamiento y me tumbo sobre el sillón, mirando el techo, suelto un largo suspiro, y muchas preguntas comienzan a pasarme por la mente.
-Llegaste preciosa –escucho la voz de Haymitch, y me recompongo en el sillón, el parece buscar algo en la habitación- ¿Dónde está Peeta?
-¿Por qué piensas que debería estar conmigo? –respondo bruscamente, el me mira con severidad y es cuando suelto un suspiro- bien, bien. Esta con Prudence Messer
-Ah…-parece aliviado, cuando inmediatamente reacciona- ¿Qué demonios hace con ella? –exclama, entonces me encojo de hombros sin darle tanta importancia
-no lo sé-respondo tranquilamente
-tengo que hablar con ella –masculla- no puede solo venir e insinuarle propuestas a mi equipo y…-comienza a hablar histéricamente, y camina de un lado hacia otro, derramando el liquido de su vaso en la alfombra, lo miro detalladamente hasta que decido llamar su atención.
-Hey Haymitch –él se detiene y me mira- ¿Hubo algo entre tú y ella?
-Por supuesto que no –exclama inmediatamente
-¿enserio?-enarco ambas cejas
-¡Enserio! Y cuando Peeta regrese, me das aviso
-Como sea –respondo, y el sale del living maldiciendo por lo bajo, verlo de esa manera me causa tanta gracia, aun mas que verlo ebrio, me quedo unos minutos mirando la ciudad del otro lado de la ventana, admirando su esplendor. Me levanto de allí y camino por el pasillo para ir a mi habitación, me encierro en ella un rato y al acostarme, cierro los ojos y comienzo a sumergirme en el olvido.
-¿A dónde vamos a ir?-exclame con sorpresa, Zeva inmediatamente me cubre la boca con ambas manos.
-no lo digas en voz alta, Electra –murmura entre dientes- debe ser secreto
-¿Pero a donde piensas ir? –hablo en voz baja, ella mira hacia ambos lados para ver que nadie nos escuche, y se inclina un poco mas
-Hay un túnel –susurra- que nos llevara al distrito 12
-¿Distrito 12? –abro mis ojos sorprendida
-Si –asiente
Pero al principio no puedo comprender su insistencia con salir de este lugar.
-¿Por qué debemos irnos?
-no podemos seguir aquí…-masculla- debemos salir cuanto antes
-¿Por qué? –exclamo, exigiendo una respuesta, ella se recompone, suelta un suspiro y se enfoca en mi uniforme de entrenamiento, en las vendas que cubren mis heridas y finalmente mis ojos.
-No quiero que pierdas lo que de verdad es importante… y te vuelvas como ellos.
Entonces comienzo a escuchar sus gritos desde el interior de mi cabeza, una serie de imágenes corre sucesivamente mi mente: La sangre derramada, la insuficiencia, mi madre gritándome y mi padre mirando sin evitarlo.
Me levanto de golpe, y mi respiración esta agitada, siento mi corazón latir rápido y golpear mi pecho, me fijo en el reloj, he dormido un par de horas, el atardecer se refleja en las paredes, me levanto, me agarro el cabello y salgo de allí, no hay nadie en el living, al parecer estoy sola.
-¿Qué haces? –entonces doy un pequeño respingo y me vuelvo de inmediato para encontrarme con Peeta
-me asustaste- le reclamo, respiro hondo recuperando el aliento- Haymitch te estaba buscando
-Oh, bueno no lo he visto –mira directo hacia el techo, evitando mi mirada.
-¿Acabas de llegar?
-No, hace un par de horas, pero no había nadie
Me siento en un sillón y él me imita, los rayos del atardecer se reflejan en nuestra piel, y los cantos de las aves llenan el silencio.
-¿Qué quería Prudence Messer? –pregunto directamente, y lo miro fijamente enarcando una ceja, el parpadea un poco.
-Nada importante –responde
-Peeta, esa mujer no es de fiar, incluso Haymitch se alteró cuando supo que estabas con ella
-¿Cómo lo supo?-pregunta, entonces mis mejillas se sonrojan
-Pues, -vacilo un poco- yo selo dije –respondo, bajando la mirada
-Pues su actitud tiene una razón…-pero se detiene en seco
-¿Cuál? –pero el comienza a evitar la pregunta- ¡Peeta! ¿Cuál es la razón? –intento que el me vea a los ojos, sin embargo, evita mi mirada- ¡Peeta!
-Ninguna Razón, Electra, ninguna. –Frunzo el entrecejo
-¿Tiene algo de malo que me digas? ¿Prudence te dijo que no me lo contaras?
-Ella no es tan mala como tú crees, o como Haymitch quiere hacerte creer…
-¡Genial! Estas de su parte –me cruzo de brazos
-No, yo no estoy de parte de nadie
No le respondo, y me cruzo de hombros, rindiéndome completamente a mi interrogación, el silencio es penetrante. El atardecer se va perdiendo en el horizonte, y las sombras se adentran en el living, permanecemos en silencio.
-Esta mañana, has dicho algo que no he entendido bien –susurro, mirando las primeras estrellas que comienzan a reflejarse en el crepúsculo
-¿Qué cosa? –pregunta
-Que ejerzo un efecto en la gente –entonces lo miro, directo a sus ojos azules que brillan en la oscuridad como una estrella en el firmamento- ¿Qué significa eso?
El parece vacilar para decirme, lo piensa un poco, está a punto de decirlo, cuando el living se ilumina, Effie entra haciendo ruido con sus tacones.
-¿Qué hacen a oscuras? –Nos mira severamente- ¡Es tiempo de cenar! ¡Vamos, vamos, vamos! No pierdan tiempo.
La cena parece estar en silencio, solo se escuchan los ruidos de los cubiertos, Haymitch golpea el vaso contra la mesa, haciendo que todos lo miremos.
-¿Qué tal el primer entrenamiento?
-Nada mal –responde Peeta, sin embargo los demás parecen quedarse en silencio, bajo la mirada hacia mi plato de sopa.
-¿Electra? –Pregunta Effie- ¿Qué tal tu entrenamiento?
-Bueno, pues…-enarco ambas cejas, vacilando.
-¿A parte de que agredió a un profesional lanzándole un cuchillo?-exclama Altair- supongo que todo estuvo bien –comienza a jugar con la cuchara en su sopa
-¿Hiciste qué?-exclama conmocionada- ¿Le lanzaste un cuchillo a un profesional?
-Eso hizo –responde Haymitch tranquilamente, cosa que parece alterar a Effie
-¿y no piensas decirle nada? ¡Podría perjudicar al equipo con su actitud!
-Parece que a Prudence no le ha molestado –se encoje de hombros
-¿Prudence Messer? Haymitch, esto no es referente a ella, sino a tu equipo
-No entiendo como ella puede comportarse de esa manera y salirse con la suya…-se cruza de brazos
-yo me comporto como soy y no me muestro ante la gente con una actitud hipócrita, comadreja –exclamo molesta, y todos se quedan en silencio, solo nuestras miradas que irradian odio.
-Chicas-habla Haymitch- tendrán tiempo para eso en…-Altair lo interrumpe abruptamente
-en la arena –dice ella, y una sonrisa comienza a dibujarse en su rostro- tendremos tiempo de eso en la arena…-me mira, y se levanta de la silla- y créeme, que no tendré piedad –se da la vuelta, y sale del comedor adentrándose entre las sombras, dejándonos a todos sin palabras, y sin lugar a duda, esas palabras han sido puestas por el tributo del 4.
-¡Eso es inaceptable!-chilla Effie
-Déjala –Contesta Haymitch con la mirada endurecida- para eso vienen esos chicos…-se levanta, y sujeta su vaso de cristal- para no tener piedad…-se va de allí
Para eso estamos aquí, no para atuendos asombrosos o para disfrutar de la comida de aquí.
Estamos aquí para derramar sangre, para luchar por nuestra vida y para darles un buen espectáculo.
Para no tener piedad.
.
No he podido dejar de tener pesadillas durante la noche, he visto mi propia sangre correr, ser derramada sin piedad, me hundo entre las sabanas, sintiendo la luz chocar en mi espalda, me levanto de la cama y miro del otro lado de la ventana, me protejo con mis brazos del frio de la habitación, allí congelada mirando la niebla que cubre al capitolio, parece que el tiempo se pasa lentamente, hasta que Effie Trinket toca la puerta diciendo que es hora de desayunar, y después nos toca el entrenamiento. El desayuno parece tenso, todos están en silencio, después de desayunar, me levanto y voy a mi habitación, me pongo la ropa del entrenamiento, me cepillo los dientes y me sujeto el cabello en una trenza alemana invertida, y me uno a los demás en el ascensor.
El segundo periodo de entrenamiento es diferente, ahora debemos estar con nuestro compañero del mismo distrito, cuando Atala nos deja marchar, todos se dispersan.
-¿Por dónde te gustaría comenzar? –me pregunta Peeta
Echo un vistazo hacia los puestos, los tributos profesionales presumen de sus habilidades, mientras que los incompetentes aprenden lecciones de cuchillo.
-¿Qué tal si practicamos en la cuerda? –pregunto y el acepta, nos acercamos y hay una red colgada desde el techo.
-vamos, inténtalo-dice Peeta, entonces limpio un poco el sudor de la palma de mis manos y me sujeto bien en las cuerdas, y comienzo a trepar, no me es difícil hacerlo, ha habido ocasiones en que tengo que escapar de bestias de la pradera, y para guiarme bien y saber donde estoy, subo a la copa de los arboles, entonces después de un minuto me encuentro con los pies sobre la tierra, y me sigo dando cuenta que uno de los vigilantes nos observa mucho
-inténtalo tu, chico del pan
-creo que mejor paso-dice mirando hacia la cuerda- tu sabes hacerlo, admito que yo nunca he escalado nada
-bueno, tengo que escapar de algunas cosas cuando estoy en la pradera-admito
-¿Cómo cuales? ¿Conejos y ardillas? ¡O aun mejor! Ciervos –suelta una pequeña carcajada
-disculpa-exclamo ofendida- pero me han perseguido osos
-ah ¿enserio?-intenta hacerse el interesado, llevándose una mano al mentón y apoyándose sobre su codo
-claro que si –frunzo la nariz
-Siempre has hecho eso –dice, y me hace recordar la primera vez que fui a la escuela, el había dicho lo mismo.
-no sé de qué me hablas –me encojo de hombros.
-Oh sí que lo sabes -sonríe dulcemente, entonces pongo los ojos en blanco y decido cambiar de zona. Estos días de entrenamiento, intento parecer que me llevo bien con Peeta, a pesar que no puedo pensar en que podríamos ser amigos: Mi hermana y su hermano lo son ¿Por qué nosotros no?
Hemos estado tirando lanzas desde el comienzo del entrenamiento del día siguiente, no se me da mal, simplemente no me siento cómoda con una lanza. Peeta sonríe y se acerca para susurrarme:
-Tenemos un pequeño seguidor –dice. Lanzo nuevamente, pero es igual. Entonces miro al niño del distrito 8 que se encuentra detrás de nosotros, observándonos con cautela. Es el niño de doce años, sus ojos se ven aun mas azules de cerca, y su piel es pálida como la nieve, es pequeño y bastante delgaducho, con los brazos extendidos, su cabello es negro brillante y bastante lustroso.
-Creo que se llama Letha –dice, si. Letha, lo recuerdo muy bien.
Letha el pequeño de ojos azules como las profundidades del mar. El encantador niño tímido.
Nos movimos hacia el área de camuflaje, donde Peeta parece feliz, mezclando arcilla, lodo y jugo de bayas sobre su piel, solo muerdo la punta de un pincel que se encontraba allí,
-Lo haces bien –le confieso mirando su trabajo
-Bueno a decir verdad yo…-pero su voz es ahogada por el timbre que indica que es hora del almuerzo, todos comenzamos a dirigirnos hacia el comedor del gimnasio, un lugar amplio lleno de mesas, hay una barra de bufete donde puedes agarrar lo que quieras, después de servirme en un plato algunas raciones de diferentes comidas, noto con ojo crítico a mi alrededor, los profesionales se sientan en una mesa haciendo ruido, alardeando y gritando, por el momento me encuentro sola, al igual que Nyx lo esta, sentado en la esquina del comedor, pero en cambio Altair se encuentra con Evan, conversando muy quedamente, guardándose aquellas palabras ponzoñosas entre ellos. Me encargo de mi soledad, cuando Peeta se acerca con una bandeja y se sienta frente mío.
-sí que te gusta el pan-digo irónicamente mientras me llevo una fritura a la boca- te has traído la cesta entera
-solo la que nos corresponde-comenzó a vaciar la cesta- cada distrito tiene un estilo de pan diferente ¿lo sabías?
-no realmente, y tampoco lo tenía en cuenta –sonrió de medio lado de manera burlona y el rueda los ojos
-este es del distrito 4- entre sus manos sujeta una barra con forma de pez y teñida de verde con algas
-oh, interesante-finjo interés aunque el nota mi sarcasmo
-este es del distrito 11 –me muestra el rollo con forma de media luna y semillas, miro con atención la manera en que habla del pan y por primera vez me causa gracia
-se nota que eres panadero, Peeta
-seguro, búrlate
-lo estoy haciendo si no te das cuenta-comienzo a reír, el parece satisfecho, entonces ahora somos la segunda mesa que ríe, y no alardeando sino reír de verdad. Luego continuamos comiendo en silencio.
-Yo hago los pasteles
-¿Disculpa? ¿Qué? –levanto la mirada un poco indiferente y distraída, miraba la mesa de los profesionales con atención y sus integrantes.
-Los de la panadería, el glaseado
Me quedo en silencio mirándolo, mientras baja la mirada y se lleva un pan a la boca. Intento agarrar una hogaza de pan cuando Peeta sujeta primero la canasta.
-¡Hey!
-¿Cuál pensabas agarrar?-pregunta mientras sacude la canasta
-ni idea, es solo pan
-¡Claro que no es así!
-oh lo lamento si no estoy de acuerdo con tu teoría sobre “El pan es único y tiene sentimientos”, vamos-extiendo la mano para sujetar la canasta pero él la aleja- ¡Peeta!
-escoge uno,
-si lo hago ¿estarás contento?
-seguro –sonríe, entonces comienzo a pensar, y lo único que digo es- quiero probar el del distrito 9
-buena elección-entonces acerca la canasta y saca un pan con forma de flor de trigo y tiene semillas encima, seguro porque en el distrito 9 se cultivan semillas y cereales, lo sujeto finalmente y miro su sonrisa victoriosa
-gracias-digo, y entonces parto el pan y lo remojo en la sopa de maíz para llevármelo a la boca, entonces el saca una hogaza de pan y lo levanta y susurra
-personalmente, mi favorito es del distrito 8 –Entonces noto que los tributos del 8 levantan la mirada, y miro hacia el chico de los ojos azules intensos: Letha.
-Concuerdo contigo –admito, con una sonrisita en mi rostro. El parece mirarme fijamente, mientras come, haciendo que me incomode un poco.- ¿Qué miras?
-nada –dice de inmediato, al bajar su mirada noto las grandes pestañas que tiene, rubias que brillan debajo de la luz como un reflejo dorado.
-¿Sabes algo más sobre pan? –pregunto, pues intento parecer que nos llevamos bien, me siento satisfecha al saber que cuando nos miran, todo mundo piensa que somos amigos.
Él sonríe y noto como unos pequeños pozos aparecen debajo de las comisuras de sus labios.
-soy un experto… -seguimos comiendo de manera tranquila, y en ocasiones conversamos como si en realidad fuésemos amigos, como si en realidad siempre lo hubiésemos sido, dice algo que me parece gracioso y comienzo a reír, y todo lo que los juegos implican han desaparecido de mi mente, completamente se ha esfumado… por ahora.
Por ahora.
Entrenamiento.
Entro al living de nuestro alojamiento y me tumbo sobre el sillón, mirando el techo, suelto un largo suspiro, y muchas preguntas comienzan a pasarme por la mente.
-Llegaste preciosa –escucho la voz de Haymitch, y me recompongo en el sillón, el parece buscar algo en la habitación- ¿Dónde está Peeta?
-¿Por qué piensas que debería estar conmigo? –respondo bruscamente, el me mira con severidad y es cuando suelto un suspiro- bien, bien. Esta con Prudence Messer
-Ah…-parece aliviado, cuando inmediatamente reacciona- ¿Qué demonios hace con ella? –exclama, entonces me encojo de hombros sin darle tanta importancia
-no lo sé-respondo tranquilamente
-tengo que hablar con ella –masculla- no puede solo venir e insinuarle propuestas a mi equipo y…-comienza a hablar histéricamente, y camina de un lado hacia otro, derramando el liquido de su vaso en la alfombra, lo miro detalladamente hasta que decido llamar su atención.
-Hey Haymitch –él se detiene y me mira- ¿Hubo algo entre tú y ella?
-Por supuesto que no –exclama inmediatamente
-¿enserio?-enarco ambas cejas
-¡Enserio! Y cuando Peeta regrese, me das aviso
-Como sea –respondo, y el sale del living maldiciendo por lo bajo, verlo de esa manera me causa tanta gracia, aun mas que verlo ebrio, me quedo unos minutos mirando la ciudad del otro lado de la ventana, admirando su esplendor. Me levanto de allí y camino por el pasillo para ir a mi habitación, me encierro en ella un rato y al acostarme, cierro los ojos y comienzo a sumergirme en el olvido.
-¿A dónde vamos a ir?-exclame con sorpresa, Zeva inmediatamente me cubre la boca con ambas manos.
-no lo digas en voz alta, Electra –murmura entre dientes- debe ser secreto
-¿Pero a donde piensas ir? –hablo en voz baja, ella mira hacia ambos lados para ver que nadie nos escuche, y se inclina un poco mas
-Hay un túnel –susurra- que nos llevara al distrito 12
-¿Distrito 12? –abro mis ojos sorprendida
-Si –asiente
Pero al principio no puedo comprender su insistencia con salir de este lugar.
-¿Por qué debemos irnos?
-no podemos seguir aquí…-masculla- debemos salir cuanto antes
-¿Por qué? –exclamo, exigiendo una respuesta, ella se recompone, suelta un suspiro y se enfoca en mi uniforme de entrenamiento, en las vendas que cubren mis heridas y finalmente mis ojos.
-No quiero que pierdas lo que de verdad es importante… y te vuelvas como ellos.
Entonces comienzo a escuchar sus gritos desde el interior de mi cabeza, una serie de imágenes corre sucesivamente mi mente: La sangre derramada, la insuficiencia, mi madre gritándome y mi padre mirando sin evitarlo.
Me levanto de golpe, y mi respiración esta agitada, siento mi corazón latir rápido y golpear mi pecho, me fijo en el reloj, he dormido un par de horas, el atardecer se refleja en las paredes, me levanto, me agarro el cabello y salgo de allí, no hay nadie en el living, al parecer estoy sola.
-¿Qué haces? –entonces doy un pequeño respingo y me vuelvo de inmediato para encontrarme con Peeta
-me asustaste- le reclamo, respiro hondo recuperando el aliento- Haymitch te estaba buscando
-Oh, bueno no lo he visto –mira directo hacia el techo, evitando mi mirada.
-¿Acabas de llegar?
-No, hace un par de horas, pero no había nadie
Me siento en un sillón y él me imita, los rayos del atardecer se reflejan en nuestra piel, y los cantos de las aves llenan el silencio.
-¿Qué quería Prudence Messer? –pregunto directamente, y lo miro fijamente enarcando una ceja, el parpadea un poco.
-Nada importante –responde
-Peeta, esa mujer no es de fiar, incluso Haymitch se alteró cuando supo que estabas con ella
-¿Cómo lo supo?-pregunta, entonces mis mejillas se sonrojan
-Pues, -vacilo un poco- yo selo dije –respondo, bajando la mirada
-Pues su actitud tiene una razón…-pero se detiene en seco
-¿Cuál? –pero el comienza a evitar la pregunta- ¡Peeta! ¿Cuál es la razón? –intento que el me vea a los ojos, sin embargo, evita mi mirada- ¡Peeta!
-Ninguna Razón, Electra, ninguna. –Frunzo el entrecejo
-¿Tiene algo de malo que me digas? ¿Prudence te dijo que no me lo contaras?
-Ella no es tan mala como tú crees, o como Haymitch quiere hacerte creer…
-¡Genial! Estas de su parte –me cruzo de brazos
-No, yo no estoy de parte de nadie
No le respondo, y me cruzo de hombros, rindiéndome completamente a mi interrogación, el silencio es penetrante. El atardecer se va perdiendo en el horizonte, y las sombras se adentran en el living, permanecemos en silencio.
-Esta mañana, has dicho algo que no he entendido bien –susurro, mirando las primeras estrellas que comienzan a reflejarse en el crepúsculo
-¿Qué cosa? –pregunta
-Que ejerzo un efecto en la gente –entonces lo miro, directo a sus ojos azules que brillan en la oscuridad como una estrella en el firmamento- ¿Qué significa eso?
El parece vacilar para decirme, lo piensa un poco, está a punto de decirlo, cuando el living se ilumina, Effie entra haciendo ruido con sus tacones.
-¿Qué hacen a oscuras? –Nos mira severamente- ¡Es tiempo de cenar! ¡Vamos, vamos, vamos! No pierdan tiempo.
La cena parece estar en silencio, solo se escuchan los ruidos de los cubiertos, Haymitch golpea el vaso contra la mesa, haciendo que todos lo miremos.
-¿Qué tal el primer entrenamiento?
-Nada mal –responde Peeta, sin embargo los demás parecen quedarse en silencio, bajo la mirada hacia mi plato de sopa.
-¿Electra? –Pregunta Effie- ¿Qué tal tu entrenamiento?
-Bueno, pues…-enarco ambas cejas, vacilando.
-¿A parte de que agredió a un profesional lanzándole un cuchillo?-exclama Altair- supongo que todo estuvo bien –comienza a jugar con la cuchara en su sopa
-¿Hiciste qué?-exclama conmocionada- ¿Le lanzaste un cuchillo a un profesional?
-Eso hizo –responde Haymitch tranquilamente, cosa que parece alterar a Effie
-¿y no piensas decirle nada? ¡Podría perjudicar al equipo con su actitud!
-Parece que a Prudence no le ha molestado –se encoje de hombros
-¿Prudence Messer? Haymitch, esto no es referente a ella, sino a tu equipo
-No entiendo como ella puede comportarse de esa manera y salirse con la suya…-se cruza de brazos
-yo me comporto como soy y no me muestro ante la gente con una actitud hipócrita, comadreja –exclamo molesta, y todos se quedan en silencio, solo nuestras miradas que irradian odio.
-Chicas-habla Haymitch- tendrán tiempo para eso en…-Altair lo interrumpe abruptamente
-en la arena –dice ella, y una sonrisa comienza a dibujarse en su rostro- tendremos tiempo de eso en la arena…-me mira, y se levanta de la silla- y créeme, que no tendré piedad –se da la vuelta, y sale del comedor adentrándose entre las sombras, dejándonos a todos sin palabras, y sin lugar a duda, esas palabras han sido puestas por el tributo del 4.
-¡Eso es inaceptable!-chilla Effie
-Déjala –Contesta Haymitch con la mirada endurecida- para eso vienen esos chicos…-se levanta, y sujeta su vaso de cristal- para no tener piedad…-se va de allí
Para eso estamos aquí, no para atuendos asombrosos o para disfrutar de la comida de aquí.
Estamos aquí para derramar sangre, para luchar por nuestra vida y para darles un buen espectáculo.
Para no tener piedad.
.
No he podido dejar de tener pesadillas durante la noche, he visto mi propia sangre correr, ser derramada sin piedad, me hundo entre las sabanas, sintiendo la luz chocar en mi espalda, me levanto de la cama y miro del otro lado de la ventana, me protejo con mis brazos del frio de la habitación, allí congelada mirando la niebla que cubre al capitolio, parece que el tiempo se pasa lentamente, hasta que Effie Trinket toca la puerta diciendo que es hora de desayunar, y después nos toca el entrenamiento. El desayuno parece tenso, todos están en silencio, después de desayunar, me levanto y voy a mi habitación, me pongo la ropa del entrenamiento, me cepillo los dientes y me sujeto el cabello en una trenza alemana invertida, y me uno a los demás en el ascensor.
El segundo periodo de entrenamiento es diferente, ahora debemos estar con nuestro compañero del mismo distrito, cuando Atala nos deja marchar, todos se dispersan.
-¿Por dónde te gustaría comenzar? –me pregunta Peeta
Echo un vistazo hacia los puestos, los tributos profesionales presumen de sus habilidades, mientras que los incompetentes aprenden lecciones de cuchillo.
-¿Qué tal si practicamos en la cuerda? –pregunto y el acepta, nos acercamos y hay una red colgada desde el techo.
-vamos, inténtalo-dice Peeta, entonces limpio un poco el sudor de la palma de mis manos y me sujeto bien en las cuerdas, y comienzo a trepar, no me es difícil hacerlo, ha habido ocasiones en que tengo que escapar de bestias de la pradera, y para guiarme bien y saber donde estoy, subo a la copa de los arboles, entonces después de un minuto me encuentro con los pies sobre la tierra, y me sigo dando cuenta que uno de los vigilantes nos observa mucho
-inténtalo tu, chico del pan
-creo que mejor paso-dice mirando hacia la cuerda- tu sabes hacerlo, admito que yo nunca he escalado nada
-bueno, tengo que escapar de algunas cosas cuando estoy en la pradera-admito
-¿Cómo cuales? ¿Conejos y ardillas? ¡O aun mejor! Ciervos –suelta una pequeña carcajada
-disculpa-exclamo ofendida- pero me han perseguido osos
-ah ¿enserio?-intenta hacerse el interesado, llevándose una mano al mentón y apoyándose sobre su codo
-claro que si –frunzo la nariz
-Siempre has hecho eso –dice, y me hace recordar la primera vez que fui a la escuela, el había dicho lo mismo.
-no sé de qué me hablas –me encojo de hombros.
-Oh sí que lo sabes -sonríe dulcemente, entonces pongo los ojos en blanco y decido cambiar de zona. Estos días de entrenamiento, intento parecer que me llevo bien con Peeta, a pesar que no puedo pensar en que podríamos ser amigos: Mi hermana y su hermano lo son ¿Por qué nosotros no?
Hemos estado tirando lanzas desde el comienzo del entrenamiento del día siguiente, no se me da mal, simplemente no me siento cómoda con una lanza. Peeta sonríe y se acerca para susurrarme:
-Tenemos un pequeño seguidor –dice. Lanzo nuevamente, pero es igual. Entonces miro al niño del distrito 8 que se encuentra detrás de nosotros, observándonos con cautela. Es el niño de doce años, sus ojos se ven aun mas azules de cerca, y su piel es pálida como la nieve, es pequeño y bastante delgaducho, con los brazos extendidos, su cabello es negro brillante y bastante lustroso.
-Creo que se llama Letha –dice, si. Letha, lo recuerdo muy bien.
Letha el pequeño de ojos azules como las profundidades del mar. El encantador niño tímido.
Nos movimos hacia el área de camuflaje, donde Peeta parece feliz, mezclando arcilla, lodo y jugo de bayas sobre su piel, solo muerdo la punta de un pincel que se encontraba allí,
-Lo haces bien –le confieso mirando su trabajo
-Bueno a decir verdad yo…-pero su voz es ahogada por el timbre que indica que es hora del almuerzo, todos comenzamos a dirigirnos hacia el comedor del gimnasio, un lugar amplio lleno de mesas, hay una barra de bufete donde puedes agarrar lo que quieras, después de servirme en un plato algunas raciones de diferentes comidas, noto con ojo crítico a mi alrededor, los profesionales se sientan en una mesa haciendo ruido, alardeando y gritando, por el momento me encuentro sola, al igual que Nyx lo esta, sentado en la esquina del comedor, pero en cambio Altair se encuentra con Evan, conversando muy quedamente, guardándose aquellas palabras ponzoñosas entre ellos. Me encargo de mi soledad, cuando Peeta se acerca con una bandeja y se sienta frente mío.
-sí que te gusta el pan-digo irónicamente mientras me llevo una fritura a la boca- te has traído la cesta entera
-solo la que nos corresponde-comenzó a vaciar la cesta- cada distrito tiene un estilo de pan diferente ¿lo sabías?
-no realmente, y tampoco lo tenía en cuenta –sonrió de medio lado de manera burlona y el rueda los ojos
-este es del distrito 4- entre sus manos sujeta una barra con forma de pez y teñida de verde con algas
-oh, interesante-finjo interés aunque el nota mi sarcasmo
-este es del distrito 11 –me muestra el rollo con forma de media luna y semillas, miro con atención la manera en que habla del pan y por primera vez me causa gracia
-se nota que eres panadero, Peeta
-seguro, búrlate
-lo estoy haciendo si no te das cuenta-comienzo a reír, el parece satisfecho, entonces ahora somos la segunda mesa que ríe, y no alardeando sino reír de verdad. Luego continuamos comiendo en silencio.
-Yo hago los pasteles
-¿Disculpa? ¿Qué? –levanto la mirada un poco indiferente y distraída, miraba la mesa de los profesionales con atención y sus integrantes.
-Los de la panadería, el glaseado
Me quedo en silencio mirándolo, mientras baja la mirada y se lleva un pan a la boca. Intento agarrar una hogaza de pan cuando Peeta sujeta primero la canasta.
-¡Hey!
-¿Cuál pensabas agarrar?-pregunta mientras sacude la canasta
-ni idea, es solo pan
-¡Claro que no es así!
-oh lo lamento si no estoy de acuerdo con tu teoría sobre “El pan es único y tiene sentimientos”, vamos-extiendo la mano para sujetar la canasta pero él la aleja- ¡Peeta!
-escoge uno,
-si lo hago ¿estarás contento?
-seguro –sonríe, entonces comienzo a pensar, y lo único que digo es- quiero probar el del distrito 9
-buena elección-entonces acerca la canasta y saca un pan con forma de flor de trigo y tiene semillas encima, seguro porque en el distrito 9 se cultivan semillas y cereales, lo sujeto finalmente y miro su sonrisa victoriosa
-gracias-digo, y entonces parto el pan y lo remojo en la sopa de maíz para llevármelo a la boca, entonces el saca una hogaza de pan y lo levanta y susurra
-personalmente, mi favorito es del distrito 8 –Entonces noto que los tributos del 8 levantan la mirada, y miro hacia el chico de los ojos azules intensos: Letha.
-Concuerdo contigo –admito, con una sonrisita en mi rostro. El parece mirarme fijamente, mientras come, haciendo que me incomode un poco.- ¿Qué miras?
-nada –dice de inmediato, al bajar su mirada noto las grandes pestañas que tiene, rubias que brillan debajo de la luz como un reflejo dorado.
-¿Sabes algo más sobre pan? –pregunto, pues intento parecer que nos llevamos bien, me siento satisfecha al saber que cuando nos miran, todo mundo piensa que somos amigos.
Él sonríe y noto como unos pequeños pozos aparecen debajo de las comisuras de sus labios.
-soy un experto… -seguimos comiendo de manera tranquila, y en ocasiones conversamos como si en realidad fuésemos amigos, como si en realidad siempre lo hubiésemos sido, dice algo que me parece gracioso y comienzo a reír, y todo lo que los juegos implican han desaparecido de mi mente, completamente se ha esfumado… por ahora.
Por ahora.
Vanellope
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
AMÉ EL CAAP NOE!
Yo subire en cuando pueda, lo siento, todavia no tengo nada, será o mañana o el martes, o así
Enserio, me encantooo!
Yo subire en cuando pueda, lo siento, todavia no tengo nada, será o mañana o el martes, o así
Enserio, me encantooo!
Thalassa Deméter.
Re: Safe & Sound (Novela colectiva de los Juegos del Hambre)
Por fin!!!!Yay! Amo a Electra, you know.
Ya espero el tuyo Ain. :)
PD: Pásame un poco de tu talento para escribir, por MSN o MP porfavor, xD
Ya espero el tuyo Ain. :)
PD: Pásame un poco de tu talento para escribir, por MSN o MP porfavor, xD
Call me Aly.
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