Viviendo el Sueño (Nick Jonas) 2da Temporada [TERMINANADA]

Cap. 30

PARTE 1

POV Nick

PRIMER TRIMESTRE

El tiempo pasaba volando, Las cosas habían ido más o menos bien en lo que resto de la semana, teníamos los problemas típicos de todos los días y claro… los síntomas del embarazo se hacían más evidente conforme pasaban los meses… no podíamos ignorar los antojos, náuseas... En fin el gran derroche de hormonas que tenía Hanna, y claro también estaba la repentina avalancha de regalos para los bebes, la sala del departamento parecía un almacén de juguetes y ropa para bebés… mi madre y Danielle habían arrasado con alguna de esas tiendas infantiles y trajeron más de 20 conjuntos en diferentes tonalidades, todos diminutos y con un peculiar olor a talco, mientras que Joe, Kev, papa y Frankie… ellos parecieron rozar en la locura… todos en su afán de futuros tíos y abuelo respectivamente.

Seguía viendo excesivo eso de comprar juguetes que los pequeños usarían hasta dentro de algunos años… es que a quien se le ocurre comprar una triciclo que obviamente era para un niño de 3 años?? mis hijos ni siquiera habian nacido!!! es mas!!! podia asegurar que todavia no tenian las extremidades bien formadas!! Entre todo lo que ellos trajeron habían algunos guantes y pelotas de Baseball, bicicletas y palos de golf en miniatura, figuras de accion, carros de juguete, muñecas, juegos de cocina y te!! y una casa gigante de barbie... sonrei ante lo ultimo... no habia pensado en que podria haber una niña en nuestras filas! despues de todo solo tuve hermanos varones... pero tener una hija... seria genial!!!... En cuanto a mis padres.... ellos no se aguantaban ante el hecho de que serian abuelos!!! Mis hijos serian los niños mas mimados sobre la faz de la tierra… y no sabía si eso era del todo bueno.

También le podemos adicionar el BOM que tuvo la noticia cuando llamamos a los padres de Hanna hace unos dias… aun me da dolor de cabeza con tan solo recordarlo!!! los gritos!!! los ratos de silencio, las risas de la señora Cecilia y Hanna mientras nos escuchaban hablar a Roberto y a mi... Fue algo épico. En un principio hable con la madre de mi esposa, no se enojo cuando le dijimos del embarazo, al contrario comenzó a chillar de emoción y hasta se tomo la boda furtiva como algo ‘‘sumamente romántico’’ pero su padre es en definitiva otra historia completamente diferente… aun le doy gracias a Dios por que vivimos en países diferente y nos separa un buen pedazo del mar atlántico y algunos estados, porque podía jurar que quería colgarme de las bolas... Y matarme de ser posible!

Me grito como nunca nadie lo había hecho en toda mi vida, chillo un sin número de palabras en español que no entendí para nada pero estaba seguro que no eran buenos deseos, eso fue cuando le dije lo de Las Vegas… cuando le hable de los gemelos… se quedo en shock, al poco tiempo comenzó a discutir sobre que debimos de habernos cuidado, que el futuro de Hanna se vería arruinado, que su carrera, que las resposabilidades y no sé cuantas cosas… mi esposa se reía como loca mientras nos escuchaba a ambos hablar, pero la verdad es que el final me sorprendió… no comprendía a mi suegro.

Luego de un largo suspiro de mi parte y unos cuantos insultos de el, nos quedamos en silencio y después tardo cinco minutos completos diciendo que tendría 2 nietos y que seria abuelo, dijo que los cuidara y que a pesar de todo… estaba orgulloso de nosotros, por ultimo prometió venir dentro de algunos meses, cuando Hanna estuviera de parto… y que ahí tendría una charla ‘‘Seria’’ conmigo… no sabía si suspirar de alivio o gritar del pánico.

En cuanto al primer trimestre de embarazo fue… un caos en el buen sentido de la palabra, Claro que…. Hanna fue la que me puso de vuelta y media durante estos días. Dios bendiga el estado hormonal de mi querida esposa.

Séptima semana

Estábamos ambos en el departamento recostados en el sofa de la sala mientras veiMos unas películas que mi esposa había rentado en MovieCity ‘‘Home alone’’ no era una de mis favoritas pero.… Hanna parecía disfrutarlas al extremo, ella se reía de cada locura que hacia el pequeño niño rubio en las calles de NY. Su cabeza escondida en mi regazo y su suave risa que me erizaba la piel expuesta por la camisa que traía puesta. Nuestra vida había cambiado un montón en estos días, Hanna iba a la universidad durante el día, después pasaba por el hospital a hacer algo de papeleo y volvía a casa como a eso de las 4 de la tarde. Ya no Realizaba los acostumbrados servicios nocturnos por peticiones claras del doctor debido a su estado, en un principio ella parecía mostrar cierta reticencia pero no le quedo de otra, más que aceptar la realidad.

- crees que los niños serán muy traviesos? – susurro ella contra mi oreja antes de dejar un beso justo ahí, en sus labios bailaba una enorme y reluciente sonrisa que fui incapaz de no corresponder, había algo en sus ojos verdes… un brillo que antes no tenía y que sin duda la hacía ver más hermosa que nunca. Afiance mi agarre en torno a su cintura y aspire el aroma a chocolate que siempre estaba presente en su cabello. Sentia tanta paz en estos momentos... Solo estando con ella entre mis brazos.

- umm… si salen a ti… - dije yo dejando la frase en el aire, Hanna de niña fue todo un terremoto, según las palabras textuales de su madre, nadie quería sacarla a pasear por que era tremenda. Aunque a decir verdad... ella seguian haciendo travesuras y se comportaba como niña debes en cuando... pero yo no podia quejarme! ella me encantaba tal cual era.

- oye! – se quejo ella golpeándome el hombro – no era TAN colosal… solo un pelín hiperactiva – exclamo defendiéndose y haciendo un adorable puchero.

- lo que digas gatita – le respondí sin creerle ni media palabra – sabes… estuve pensando… bueno no pensando… ya es un hecho – masculle lo ultimo entre dientes al saber que lo que iba a decirle la haría enojar mucho... Pero sabiendo como era ella...

- eso es una novedad – soltó ella con una sonrisa a la mar de fanfarrona, Justo como cuando nos conocimos, siempre buscando la manera de molestarme!!! La ignore olímpicamente antes de rodar los ojos y seguir con mi idea.

- que sería bueno comprar una casa más grande – le dije, ella se volteo y se sentó a horcajadas en mis piernas, coloco su barbilla en mi pecho y me miro desde esa posición, lo estaba analizando y sabia más o menos el rumbo que tomaban sus pensamientos – Hanna… deja de pensar en el dinero, no es como si fuéramos pobre… por qué no lo somos linda – le dije yo reprendiéndola, ella suspiro y me miro con el seño fruncido…

- lo sé… pero es que una casa en LA ah de costar una fortuna… no me acostumbro a eso de tener tanto dinero – admitió ella.

- amor no lo veas como un gasto, veló… como una inversión… además… no hay mucho que puedas hacer… ya la compre – susurro sin despegar los ojos de su semblante, pasaron un sin número de emociones por su rostro, pero entre todas predominaba el enojo… estaba en serios problemas!! Pensé.

- QUE TU HICISTE QUE??? NICK JONAS TU!!!! NO TEATREVERIAS?? – grito ella agarrándome de las orejas como si fuera un infante al que se le reprende una mala acción... Diablos!!! Si que dolía… – dime que no lo hiciste… juegas conmigo cierto? – susurro ella con los ojos llorosos… otra vez esos inesperados cambios de humor. Un segundo estaba enojada, el otro triste y al poco rato me tenia atado a una cama… no era la primera vez que pasaba y a pesar que lo disfrutaba no dejaba de ser frustrante.

- cariño… cálmate – fue lo primero que le dije mientras colocaba mi mano contra su cuello y lo masajeaba levemente - no estoy bromeando… compre una bonita casa para nosotros a pocos minutos de Los Angeles… se que te gustara, la fui a ver con mi madre hace unos días – susurre preocupado al tiempo que secaba las lagrimas que corrían por sus mejillas con mi dedos, no me gustaba verla llorar - Los niños necesitaran espacio para crecer y jugar…… además en un futuro tendremos más niños… - le dije con una sonrisa picara tratando de animarla un poco y la verdad era que la tarea de hacerle encargos a la cigueña siempre se tornaba interesante.

- Nick… que voy a hacer contigo??? Tanto te gusta hacer bebes? – me respondió ella soltando una pequeña carcajada aunque aun con los ojos llorosos. Sus ojitos estaban brillantes y una pequeña sonrisa comenzaba a bailar en sus labios… respire con alivio, ya se le había pasado!!

- me encanta!! – le respondí yo recorriendo su cintura con la yema de mis dedos, ella soltó una gran carcajada antes de besarme.

- y cuando podremos ver la casa? – me pregunto ella contra mis labios.

- pronto – susurre antes de volver a tomar posesión de su boca... nos olvidamos de todo los demas y nos dejamos guiar por el latir de nuestros corazones.

Novena semana

Nunca pensé que las historias que hacia la gente respecto a los antojos fueran verdad, yo creia que eran puros cuentos... hasta que Hanna fue la afectada...el lunes de aquella semana me llamo al celular y me pidio que le trajera matequilla de mani y fresas, le dije que no podia en ese momento... y me hizo un soborno telefonico, hipo, lloro, gimio y pataleo como una niña, le dije que estaba en el estudio trabajando con mis hermanos y el resto de la banda... Pero me amenazo... Y dijo que si no le traía lo que pedía hiba dormir en la sala durante todo lo que restaba de nuestro matrimonio... Eso y nada de sexo... Sude frío, Joe y Kevin se rieron de mi al verme salir corriendo en direccion al supermercado…

Lo que me dio a demostrar que las mujeres cuando estaban en estado se transformaban y se convertian en monstruos que mangoneaban a sus maridos.... hace 5 dias de eso y se habían repetido varios episodios de esa índole, hoy era sabado. Hora: 10:00 PM y yo estaba dormitando en el sofá intentando ver el juego de los Yanquis, justo cuando ambos equipos empatan sale Hanna de la cocina, sus ojos verdes y expresivos me miran con un brillo inocenton y con una clara petición pintada en ellos... Su semblante parecía inquieto, se retorsia las manos y mordia suavemente su labio inferior... Me olvide del juego y preferí deleitarme con el va y ven de la tela de su corto vestido celeste... era una suerte que no le gustará usar esos modelitos para salir a la calle, pense. La escucho aclararse la garganta con un carraspeo, la observo, me mira, ella vuelve a morderse los labios en un bonito e invitador puchero. Me acomodo en el sillón y me siento, palmeo el sitio a mi lado y ella luego de algunos segundos toma asiento junto a mi.

- que sucede? – le pregunte acomodando una hebra de cabello tras su oreja y observandola con detenimiento.

- um…. Que tanto me quieres? – me pregunto ella como quien no quiere la cosa. Que estaba planeando mi pequeña brujita?

- muchísimo… por que lo preguntas? – le cuestione intrigado, ella volvió a morderse el labio y sentí un relampagueo directo en mi ingle, no era el momento para eso, di un largo suspiro y espere a que ella me diera una respuesta. Sé que no era su intensión… pero verla morderse el labio… me ponía…

- es que… quiero kiwis… y ya no hay en la cocina… me los comí todos – susurro Hani mirándome con los ojos aguados… otra vez... solte un resoplido... ella me mataría un día de esto... Al menos esta vez no me grito ni me trato como un crió.

- crees que Wall-Mart este abierto? – le pregunte con una pequeña sonrisa antes de pasar uno de mis brazos sobre sus hombros y abrazarla de costado. No hiba a contribuir con su cambio de humor nuevamente, le llevaria la corriente y compraria las dichosas frutas! el vivia para hacerla feliz después de todo.

- iras? – dijo ella sin responderme y estaba vez con una enorme sonrisa, asentí riendo a carcajadas – gracias Nick!!! No sabes cuánto te amo!!!!! – grito ella con euforia mientras me besaba por todas partes. si ella seguia haciendo eso... no iria a ningun sitio...

Le di un beso en la frente y me dispuse a salir de la comodidad de mi hogar para cumplir con los antojos de mi amada esposa. Recorrí cada supermercado tratando de encontrar uno abierto y así poder comprarle los kiwis a Hanna… pero no tuve tanta suerte, Si encontraba un local abierto no había lo que yo buscaba y los demás estaban cerrado. Deambule por LA hasta pasada la media noche cuando pude encontrar las benditas frutas… y saben que fue lo peor?... cuando llegue a casa la encontré dormida en el sofá… suspire derrotado, deje la bolsa con los Kiwis en la cocina y lleve a Hanna a nuestra habitacion... malditos antojos!!!!

Onceava Semana

En los últimos días habíamos cambiado de domicilio, la casa quedaba cerca de la playa por lo que podía respirarse el olor a sal y a brisa fresca, de hecho estaba cruzando la calle y quedaba a pocos minutos de LA, lo que era una ventaja, eso me aseguraba que no tendría a Joe parloteando seguido por aquí, bueno a menos que lo invitara y no tendria periodistas intentando violar nuestra privacidad tampoco.

Malibu, California era sin duda todo lo que andábamos buscando, Tranquilidad e intimidad… nuestra casa era perfecta y muy espaciosa, Hanna tuvo algunas dudas sobre esto ultimo, según ella tener 6 habitaciones en una casa era demasiado, pero yo sabía que las íbamos a necesitar más adelante. Dije en serio eso de tener más niños, pero ella parecía querer ignorarme tan pronto escuchaba mencionar el tema!

Mi esposa se encargo de decorar toda la casa dándole un toque hogareño y moderno, los colores tierra predominaban en cada rincón, además de los matices naturalistas que se asomaban. La mejor parte... decorar el cuarto que ocuparian los mellizos, al principio dudamos sobre que color pintarlo, por lo que Hani prefirio empapelar un paisaje sobre las paredes. Aun no habiamos comprado el inmueble ya que optamos por hacerlo más adelante, lo que si, fue que lo llenamos con todos los regalos que le habían comprado mis hermanos y mis padres. La casa tenía algo... Que me hacia sentir que estaba en mi hogar... Sabía que había hecho una buena elección. Estas paredes serían testigo del crecimiento de mis hijos... De las vivencias de mi familia, sonreí ante el pensamiento.Tuvimos una barbacoa en el patio esa misma tarde junto a toda la familia y pasamos un rato agradable.

También habíamos ido a un chequeo con el doctor hace unos días y las cosas iban bastante bien… aunque claro no todo era miel sobre hojuelas… Hanna acabaría conmigo!! le habia dicho eso una que otra vez durante la semana! y ella solo se reia, pero creo que me mataría de preocupación un día de estos. Ella solía estar muy cansada últimamente, a veces se desmayaba por los mareos y habían mañanas donde las nauseas no la dejaban salir de casa. Iba al baño muy seguido, su vejiga no aguantaba mucho liquido… y su humor… estaba más sensible que nunca!! si no le respondia gritaba y si lo hacia lloraba... nunca pense que llegaria un momento donde no la entendiera... rectifico... cuando este embarazada no la podre comprender! Pero eso no era lo más impresionante… sus hormonas… Buen Dios… Hércules había hecho horas extra durante estas semanas y no es que me queje… pero yo terminaba sin deseos de mover un dedo... Complacido y a la mar de agotado… y habían otras ocasiones donde ella empezaba a seducirme y de la nada se quedaba dormida o tenía que ir repentinamente al baño… y yo me quedaba con las ganas... no sabia que era peor!!! Aun quedaban muchas semanas para el parto… me preguntaba si… Quedaría vivo después de eso!!!

Doceava Semana

Había cogido uno de los libros de Hanna… bajo el tema ‘‘Desarrollo Embrionario’’. Me entro bastante curiosidad al verla aquella mañana desnuda en el baño mientras ella se observaba en el espejo. Mi gatita sonreía mirando el pequeño bultito que se formaba en su bajo vientre… estaban ahí… era casi imperceptible, pero yo que la veía todos los días en ese estado me daba cuenta del cambio. Me acerque hasta ella y la abrace por detrás. Bese suavemente su cuello y sonreí a la imagen frente al espejo, el reflejo que mostraba se veía tan intimo y cargado de sentimientos… mi familia… era increíble el hecho de que en tan poco tiempo nos habíamos multiplicado convirtiéndonos en cuatro.

- no sabía que se notaria tan rápido – murmure mientras colocaba mis manos sobre su abdomen y acariciaba con gentileza aquella porción de piel.

- solo se ve un poquito, esta semana aumentaron unas pocas onzas, pero no se nota mucho – me dijo ella en un susurro mientras ponía sus manos sobres las mías y sonreía de esa manera que solo ella sabía hacer.

- yo lo noto… además… tus pezones están más sensibles – le dije recordando el episodio de ayer en la noche cuando ella aseguro que oficialmente haría topless dentro de la casa, que no aguantaría un sostén en lo que resta de embarazo... y claro que yo no me quejaba! Al contrario disfrutaba de la vista.

- desde ayer que me empezaron a doler y los tengo algo hinchados… es molesto! – se quejo ella, mis manos fueron rápidamente a ambos montículos y comencé a acariciarlos con delicadeza. Mi esposa suspiro complacida ante mis caricias.

- y no hay nada con lo que se te quite el dolor? – pregunte preocupado.

- no que yo sepa…– dijo ella en tono lamentable. Me hubiese gustado seguir reconfortándola de manera desinteresada… pero era imposible! lamentablemente Hércules se olvidaba de su moralidad cuando veía a Hani desnuda, de hecho el comenzaba a hacer acto de presencia dentro de mis pantalones, suspire derrotado mientras Hanna me miraba a través del espejo con picardía – te ayudo con eso Jonas? – pregunto ella mirándome sugerentemente, negué con algo de diversión y presione mi ingle contra sus nalgas.

- tú eres la que necesita que la cuiden… espérame en la cama – le susurre contra la oreja… porque la verdad era que se me acababa de ocurrir una maravillosa y perversa idea. Acaricie ligeramente sus prominentes botones, Hanna me miraba con curiosidad y desconcierto– y no te pongas ropa – le dije por ultimo antes de salir corriendo del baño.

Baje las escaleras, llegue hasta la cocina, tome uno de los vasos más grandes que encontré en el escurridor, abrí la heladera y saque un contenedor de hielo, llene el vaso y regrese todo a su lugar. Camine de vuelta a la segunda planta e ingrese a nuestra habitación. Hanna reposaba en el edredón mirando el techo, sonreí antes de poner el vaso sobre la mesita de noche y sentarme a su lado en la cama.

- y… que vas a hacer con eso? – me pregunto intrigada, sus ojos me miraban con suspicacia. Negué divertido y tome uno de los cubos de hielo y los coloque en mi boca, Hanna mi miro aun mas confundida – Nick!! – replico ella, pero no la deje continuar, me lance sobre sus labios y la bese con ganas.

El contraste de su cavidad con mis labios, nuestras lenguas entrelazadas tocándose constantemente, calor y frio, suspire al tiempo que mordía su labio inferior y mi princesa gemía en medio del beso – esta frio – murmuro ella cuando emprendí camino a su cuello, tome otro cubo de hielo y sople sobre uno de sus hombros. eran tantas las emociones y sensaciones que percibía en momentos como este, mordi la piel de su clavícula y pegue mi prominente ereccion contra la entrada de su sexo, Hanna estrujo sus caderas deliciosamente contra mi y maldije en mi furor interno, JODER!!... los pantalones me molestaban a horrores... y queria estar en su interior.

- y tu estas tan caliente – masculle antes de dejarme caer con delicadeza sobre toda la longitud de su cuerpo, apreciendo sus curvas contra mi fisionomia - esto era lo que tenía en mente- Estire la mano hasta el vaso, tome un poco de hielo y lo metí en mi boca, acaricie la redondez de sus pechos con mi nariz, respirando el suave aroma que desprendia su piel, deje que mi lengua saliera al encuentro de sus senos, recorriendolos y acariciandolos sin tocar las turgentes aureolas, Hanna gemía mi nombre y se retorcía contra mi cuerpo... Después de torturarla un poco más tome posesión de uno de sus pezones, ella se exalto al sentir mi lengua fria sobre sus pechos – Sabes… tus pezones se ven mas oscuro… ya no son rosas – le dije, ella me miro con una media sonrisa, amaba descubrir cada cambio que acontecía debido al embarazo, deje que mi lengua dibujase círculos en torno a su dulce botón y seguí disfrutando de los misterios de su cuerpo. Cole una de mis manos entre sus piernas y adentre los dedos en sus pliegues, ella desprendía calor y humedad.

- umm Nick – gimoteo mi gatita al sentir el roce de mis dedos contra su hinchado clitoris. Tome su otro pecho, su piel se sentía sumamente acalorada contra el toque de mi lengua, mordí, jale y sorbí su rugoso montículo, sus dedos se fueron hasta mi cabello acariciándolo y jalándolo ante cada toque de mi boca.

- se supone que eso es para hacerte sentir mejor sabes… por que tus ojos están aguados? – pregunte con diversión interrumpiendo mi tarea y mirándola. Ella se veía exquisita… sus mejillas rojas, sus ojos llorosos y sus labios entreabiertos tratando de buscar aire.

- tus ideas…. Son siempre tan…

- magnificas? – le dije al ver que ella no podía unir las palabras. Ella soltó una carcajada divertida y me miro de esa manera que me encantaba.

- Bésame – susurro ella en forma silenciosa. Así que me acerque a su rostro con rapidez y uní mis labios a los de ella en un beso lleno de ansiedad, pasión y amor. Sus dedos seguían enredadas en mi cabello, retorciéndolo y jalándolo en cada ocasión que sentía que nuestras intimidades se rozaban. Sus suaves muslos rodearon mis caderas, acercándome más a ese lugar en el que deseaba undirme. Mis manos dibujaron su figura con delicadeza, recorriendo cada curva y porción de piel que se hallaba al alcance de mi tacto. Jugué un poco con su ombligo y acaricie su vientre... no se sentía igual que antes… de hecho al palparlo se sentía abultado y terso. Me separe lentamente de Hanna y la mire sonriendo - porque te detienes? – me pregunto ansiosa.

Tome una de sus manos y las dirigí hasta el pequeño e imperceptible bultito que se hinchaba en su vientre – gracias – susurre contra sus labios, Hanna sonrió con dulzura y me abrazo con fuerza – se que… no te lo había dicho antes… pero gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo... Por darme este maravilloso regalo – después ya no hubieron mas palabras de por medio, nuestro cuerpos hablaron ese lenguaje tan conocido, ese en el que siempre descubríamos cosas nuevas del otro, donde la única palabra importante era el amor.