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Ese día que nadie olvidara {31 de Octubre 1981} One-Shot
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Ese día que nadie olvidara {31 de Octubre 1981} One-Shot
por Bradley. Mar 02 Oct 2012, 7:38 am
Nombre: Ese día que nadie olvidará.
Autor: Laura (yo)
Adaptación: Escena de la muerte de Lily y James Potter libros de J.K Rowling.
Género: De todo un poco
Advertencias: No
Otras páginas: Si, foro univision.
Autor: Laura (yo)
Adaptación: Escena de la muerte de Lily y James Potter libros de J.K Rowling.
Género: De todo un poco
Advertencias: No
Otras páginas: Si, foro univision.
31 de Octubre de 1981
El barrio se encontraba en una oscuridad total de tranquilidad, la luna llena daba luz, las casas hogareñas escondían a sus dueños del frió y algunos de ellos se encontraban en familia disfrutando de una suculenta cena, buscando dulces por la calle con sus padres o de unos juegos en familia.
Aquella noche en una pequeña casa en Valle de Godric, la familia Potter se encontraba riendo y disfrutando del regalo que su padrino Sirius le había otorgado en su cumpleaños al pequeño Harry, este pequeñín no sobrepasaba el metro y ya andaba entre las corridas de su padre desde atrás, mientras su madre sonreía dulcemente, viendo a los hombres mas importantes de su vida.
Ella sabia que era ahora o nunca, viendo como su marido correteaba felizmente con Harry, se dispuso a preparar té, una de las pocas cosas muggles que su marido adoraba y bebía sin escupirlo ni una vez, y que Sirius se negaba a probar.
—No me sorprende que algún día llegarás lejos—la dulce voz de James se escucho desde el fondo del salón, y la risa del niño, que le dio a entender que su padre lo estaba mimando.
Encendió el fuego y puso el agua a calentar en una parte, y una mínima cantidad de leche en otra, mientras sacada tres tazas, escucho como Harry derribada por segunda vez el jarrón de Petunia, aquel jarrón siempre hacia un ruido muy extraño al derribarse, ya que a Harry no le gustaba para nada, siempre lo rompía, pero su tío Remus volvía a repararlo con magia.
—Lily cariño—volvió a escuchar su voz— ¿estas preparando té?—preguntó, y un sonido metálico la hizo observar frunciendo el ceño fuera de la ventana, pero los pasos de su marido yendo hacia allí la hicieron volver sonriente la cabeza.
—Si, y también un poco de leche para Harry—sacó de una de las encimeras dos sobres de color rojo— ya sabes como se pone...
—Lily, estas rara—dijo observándola detenidamente, ella se paró en seco— ¿hay algo... que quieras decirme, lo que sea?
Hace días que la actitud de su mujer le ponía los pelos de punta, ya no estaba tanto tiempo con el ni con Harry, por supuesto que sonreía y que aun seguía siendo la dulce Lily Evans de la que se enamoro, pero era algo mas grande que eso, el sabia perfectamente que no era algo como ''Te estoy engañando con otro'' o ''Ya no te amo James'', el sabia que algo le perturbaba, y que no podía sacarlo, ella debía confiar en el, y el quería que ella le dijese.
—James...—susurró dándose la vuelta. Observó sus ojos chocolates, parecían tristes, pero ella le sonrió, dando a entender que no había de que preocuparse— es algo delicado... coge a Harry y espérenme en el sofá—
James asintió y se dio la vuelta, perdiéndose por el pasillo.
Otro ruido sordo le llego desde lejos, Harry había roto otro florero, y la risa de James, alentándole a romper mas cosas.
<> se dijo a si misma, mientras iba hacia el salón con la leche de Harry y el té de James y el de ella.
—Ten—le tendió temblorosamente su taza a James, quien la empezó a beber a gusto, y el biberon al pequeño Harry, quien se encontraba gatenado por el sofa.
Después de unos segundos en silencio, donde James se dedico a observar a Lily, la cual estaba con la cabeza gacha bebiendo su té, levanto la mirada para encontrarsela con la de su marido. Esta era su oportunidad, se habia dicho quer no se la ba a dejar perder, ¿pero si se lo tomaba mal? y si... no queria pensar en esas cosas, pero para ella, desde que supo que iba a tener a Harry le aterraba.
—Se que he estado rara—empezó con voz temblorosa— pero hay una razón... y...—
—Lils—James dejo la taza en la mesita con un ruido sordo y tomo las manos de su mujer entre su taza— no tienes por que, solo quiero que confies en mi, sea lo que sea podemos afro...
—Estoy embarazada—soltó de repente.
Su mirado la observó fijamente con la boca entreabierta, y en un acto alejo sus manos de las de ella para taparse la boca, ella lo miro con los ojos vidriosos, sabia que seria mala idea, sabia que James no querria mas preocupaciones o tales cosas, sabia que tendria que haberle pedido consejo a Gus, Sirius o Remus, pero no paso nada mas, y la sorpresa fué, al ver que su marido al destaparse la boca, se encontraba con una de las mas grandes sonrisas que habia visto, algo que la relajo un poco.
—Un niño...—susurró— otro... tendremos...—se levanto de repente— ¡Lily seremos papas otra vez!
Se tiro encima de su mujer, y la estrecho fuertemente contra sus brazos, ella empezó a sollozar de felicidad, sabia que sus nauseas no habian sido por nada, sabia que sus antojos ultimamente habian cambiado, la idea de darle mas familia a su pequeño Harry era una maravillosa idea, James la sigio estrechando contra si, cuando cogió a Harry y se lo paso a su madre.
—¿Oiste Harry?—zarandeó al bebe, que empezó a estirar los brazos hacia su madre— ¡Tendras un hermanito o hermanita!
El bebe empezó a reir fuertemente, mientras sus padres lo estrechaban en un abrazo entre tres, Lily lloraba de felicidad, y James supo, que esto era lo mejor que le habia pasado en la vida.
—Pense... pense—tartamudeó Lily, pero un sonido metalico como el de antes la paró en seco, y un sonido proveniente desde afuera se escucho junto unos pasos fuertes y un golpe sordo en la puerta, James empujo a Lily mientras le paso a Harry a sus brazos, su cara ahora demostrada el terror.
Sabia quien era, sabia a que veía.
— ¡Corre, toma a Harry y vete, Lily! —gritó y su mujer nego freneticamente con la cabeza—. ¡Es él! ¡Corre, vete! ¡Yo lo detendré!
Lily corrió tambalenadose hasta las escaleras, antes de subir se giro hacia su marido, y este le sonrió, le sonrio dandole a entender que todo iria bien, que nada pasaria, que no se preocupara, que ellos estarian a salvo, apartó la mirada y subió las escaleras, mientras su marido, se encontraba allí debajo, dispuesto a dar su vida por su familia.
Voldemort llegó caminando lentamente hacia donde estaba James Potter, este abrió sus abrazos, dispuesto a abalanzarse sobre él, mientras arriba, Lily cerró la puerta fuerte y con seguro y puso los muebles y cajas tapando todo, mientras apretada al niño que sollozaba fuertemente entre sus brazos.
—¡Avada Kedavra!—gritó, y un chorró de luz verde fuerte se expandió por toda la sala, mientras Lily gritó, al sentir aquel grito, le habian arrebatado a su marido, habian matado al amor de su vida, y ahora vendria por ella... vendria por lo unico que le quedaba, y lo unico que le quedaba por amar.
Voldemort arrastró sus pies, friamente por el piso y subio las escaleras lentamente, disfrutando de cada paso que daba, disfrutando y esperando con ansias el momento de poder matarlos a todos, disfrutaba matar, disfrutaba escuchar gritar a la gente y los sollozos que estos daban, pensando que el podria tener una pizca de remordimientoy dejarlos vivir, pero nadie sbaia, el nunca decia que si, el nunca tendria misericordia, con nadie.
—Harry, mama esta aquí—Lily se encontraba llorando, su hijo estaba gritando y tomando con sus manitas los bordes del jersey de su madre— mama te quiere, Harry.
Un ruido sordo la dejo en seco, se apretó lo mas que pudo a su bebe, y una luz y un gran golpe proveniente de fuera arrebato enseguida los muebles y las cajas detrás de la puerta como si fueran pequeños jugetes.
Lily lo vió, su sonrisa maligna debajo de esa capa, el estaba ahí, parado delante de ella, con la varita en mano, riendose de ella, riendose de como acababa de matar a su marido, riendose de como venia a cabar con ella.
Él se acercó como la serpiente que atacá su presa, mientras ella dejo a Harry rápidamente en su cuna, y él apretó mas su varita, ella, con el corazón en boca, hizo lo ultimo que le quedaba, lo ultimo que llegó a pensar, y levantó sus brazos, extendiendolos como alas, frente a su hijo.
—¡Harry no, Harry no, por favor Harry no!—rogó, mientras las lágrimas caian detenidamente en sus mejillas.
—¡Apártate, muchacha estúpida... hazte a un lado, ahora!—rugió y se paró, aquella mujer era tan idiota como para rogarle.
—¡Harry no! ¡Por favor… ten misericordia… ten misericordia!—sigió temblando delante de él, aquella sangre sucia estaba acabando con su paciencia.
—¡Ésta es mi última advertencia...!—su mano levanó aun mas la varita, y ella empezó a llorar de nuevo.
—¡Harry no! ¡Harry no! ¡haré cualquier cosa! Llévame... mátame a mí en su lugar...— sigió rogando, aun sabiendo como acabaria esto, ella no podia dejar a su hijo, no podia dejar que alguien como aquel... no podía.
—¡Avada Kedavra!—gritó, y esa fué, la ultima vez, que Lily Evans escuchó la risa fría de aquel ser, aquellas palabras y aquella sensación de oscuridad la llenaron, y luego, no vió nada más.
Aquí un One-Shot de el día que mas odio, la muerte de Lils y James. (acabo de subirlo al foro univision)
Espero que les haya gustado, si no, me da igual :3
; Esta confirmado que Lily Evans estaba embarazada de su segundo hijo cuando la mataron, lo dicen en Harry Potter Wiki.
Aquella noche en una pequeña casa en Valle de Godric, la familia Potter se encontraba riendo y disfrutando del regalo que su padrino Sirius le había otorgado en su cumpleaños al pequeño Harry, este pequeñín no sobrepasaba el metro y ya andaba entre las corridas de su padre desde atrás, mientras su madre sonreía dulcemente, viendo a los hombres mas importantes de su vida.
Ella sabia que era ahora o nunca, viendo como su marido correteaba felizmente con Harry, se dispuso a preparar té, una de las pocas cosas muggles que su marido adoraba y bebía sin escupirlo ni una vez, y que Sirius se negaba a probar.
—No me sorprende que algún día llegarás lejos—la dulce voz de James se escucho desde el fondo del salón, y la risa del niño, que le dio a entender que su padre lo estaba mimando.
Encendió el fuego y puso el agua a calentar en una parte, y una mínima cantidad de leche en otra, mientras sacada tres tazas, escucho como Harry derribada por segunda vez el jarrón de Petunia, aquel jarrón siempre hacia un ruido muy extraño al derribarse, ya que a Harry no le gustaba para nada, siempre lo rompía, pero su tío Remus volvía a repararlo con magia.
—Lily cariño—volvió a escuchar su voz— ¿estas preparando té?—preguntó, y un sonido metálico la hizo observar frunciendo el ceño fuera de la ventana, pero los pasos de su marido yendo hacia allí la hicieron volver sonriente la cabeza.
—Si, y también un poco de leche para Harry—sacó de una de las encimeras dos sobres de color rojo— ya sabes como se pone...
—Lily, estas rara—dijo observándola detenidamente, ella se paró en seco— ¿hay algo... que quieras decirme, lo que sea?
Hace días que la actitud de su mujer le ponía los pelos de punta, ya no estaba tanto tiempo con el ni con Harry, por supuesto que sonreía y que aun seguía siendo la dulce Lily Evans de la que se enamoro, pero era algo mas grande que eso, el sabia perfectamente que no era algo como ''Te estoy engañando con otro'' o ''Ya no te amo James'', el sabia que algo le perturbaba, y que no podía sacarlo, ella debía confiar en el, y el quería que ella le dijese.
—James...—susurró dándose la vuelta. Observó sus ojos chocolates, parecían tristes, pero ella le sonrió, dando a entender que no había de que preocuparse— es algo delicado... coge a Harry y espérenme en el sofá—
James asintió y se dio la vuelta, perdiéndose por el pasillo.
Otro ruido sordo le llego desde lejos, Harry había roto otro florero, y la risa de James, alentándole a romper mas cosas.
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—Ten—le tendió temblorosamente su taza a James, quien la empezó a beber a gusto, y el biberon al pequeño Harry, quien se encontraba gatenado por el sofa.
Después de unos segundos en silencio, donde James se dedico a observar a Lily, la cual estaba con la cabeza gacha bebiendo su té, levanto la mirada para encontrarsela con la de su marido. Esta era su oportunidad, se habia dicho quer no se la ba a dejar perder, ¿pero si se lo tomaba mal? y si... no queria pensar en esas cosas, pero para ella, desde que supo que iba a tener a Harry le aterraba.
—Se que he estado rara—empezó con voz temblorosa— pero hay una razón... y...—
—Lils—James dejo la taza en la mesita con un ruido sordo y tomo las manos de su mujer entre su taza— no tienes por que, solo quiero que confies en mi, sea lo que sea podemos afro...
—Estoy embarazada—soltó de repente.
Su mirado la observó fijamente con la boca entreabierta, y en un acto alejo sus manos de las de ella para taparse la boca, ella lo miro con los ojos vidriosos, sabia que seria mala idea, sabia que James no querria mas preocupaciones o tales cosas, sabia que tendria que haberle pedido consejo a Gus, Sirius o Remus, pero no paso nada mas, y la sorpresa fué, al ver que su marido al destaparse la boca, se encontraba con una de las mas grandes sonrisas que habia visto, algo que la relajo un poco.
—Un niño...—susurró— otro... tendremos...—se levanto de repente— ¡Lily seremos papas otra vez!
Se tiro encima de su mujer, y la estrecho fuertemente contra sus brazos, ella empezó a sollozar de felicidad, sabia que sus nauseas no habian sido por nada, sabia que sus antojos ultimamente habian cambiado, la idea de darle mas familia a su pequeño Harry era una maravillosa idea, James la sigio estrechando contra si, cuando cogió a Harry y se lo paso a su madre.
—¿Oiste Harry?—zarandeó al bebe, que empezó a estirar los brazos hacia su madre— ¡Tendras un hermanito o hermanita!
El bebe empezó a reir fuertemente, mientras sus padres lo estrechaban en un abrazo entre tres, Lily lloraba de felicidad, y James supo, que esto era lo mejor que le habia pasado en la vida.
—Pense... pense—tartamudeó Lily, pero un sonido metalico como el de antes la paró en seco, y un sonido proveniente desde afuera se escucho junto unos pasos fuertes y un golpe sordo en la puerta, James empujo a Lily mientras le paso a Harry a sus brazos, su cara ahora demostrada el terror.
Sabia quien era, sabia a que veía.
— ¡Corre, toma a Harry y vete, Lily! —gritó y su mujer nego freneticamente con la cabeza—. ¡Es él! ¡Corre, vete! ¡Yo lo detendré!
Lily corrió tambalenadose hasta las escaleras, antes de subir se giro hacia su marido, y este le sonrió, le sonrio dandole a entender que todo iria bien, que nada pasaria, que no se preocupara, que ellos estarian a salvo, apartó la mirada y subió las escaleras, mientras su marido, se encontraba allí debajo, dispuesto a dar su vida por su familia.
Voldemort llegó caminando lentamente hacia donde estaba James Potter, este abrió sus abrazos, dispuesto a abalanzarse sobre él, mientras arriba, Lily cerró la puerta fuerte y con seguro y puso los muebles y cajas tapando todo, mientras apretada al niño que sollozaba fuertemente entre sus brazos.
—¡Avada Kedavra!—gritó, y un chorró de luz verde fuerte se expandió por toda la sala, mientras Lily gritó, al sentir aquel grito, le habian arrebatado a su marido, habian matado al amor de su vida, y ahora vendria por ella... vendria por lo unico que le quedaba, y lo unico que le quedaba por amar.
Voldemort arrastró sus pies, friamente por el piso y subio las escaleras lentamente, disfrutando de cada paso que daba, disfrutando y esperando con ansias el momento de poder matarlos a todos, disfrutaba matar, disfrutaba escuchar gritar a la gente y los sollozos que estos daban, pensando que el podria tener una pizca de remordimientoy dejarlos vivir, pero nadie sbaia, el nunca decia que si, el nunca tendria misericordia, con nadie.
—Harry, mama esta aquí—Lily se encontraba llorando, su hijo estaba gritando y tomando con sus manitas los bordes del jersey de su madre— mama te quiere, Harry.
Un ruido sordo la dejo en seco, se apretó lo mas que pudo a su bebe, y una luz y un gran golpe proveniente de fuera arrebato enseguida los muebles y las cajas detrás de la puerta como si fueran pequeños jugetes.
Lily lo vió, su sonrisa maligna debajo de esa capa, el estaba ahí, parado delante de ella, con la varita en mano, riendose de ella, riendose de como acababa de matar a su marido, riendose de como venia a cabar con ella.
Él se acercó como la serpiente que atacá su presa, mientras ella dejo a Harry rápidamente en su cuna, y él apretó mas su varita, ella, con el corazón en boca, hizo lo ultimo que le quedaba, lo ultimo que llegó a pensar, y levantó sus brazos, extendiendolos como alas, frente a su hijo.
—¡Harry no, Harry no, por favor Harry no!—rogó, mientras las lágrimas caian detenidamente en sus mejillas.
—¡Apártate, muchacha estúpida... hazte a un lado, ahora!—rugió y se paró, aquella mujer era tan idiota como para rogarle.
—¡Harry no! ¡Por favor… ten misericordia… ten misericordia!—sigió temblando delante de él, aquella sangre sucia estaba acabando con su paciencia.
—¡Ésta es mi última advertencia...!—su mano levanó aun mas la varita, y ella empezó a llorar de nuevo.
—¡Harry no! ¡Harry no! ¡haré cualquier cosa! Llévame... mátame a mí en su lugar...— sigió rogando, aun sabiendo como acabaria esto, ella no podia dejar a su hijo, no podia dejar que alguien como aquel... no podía.
—¡Avada Kedavra!—gritó, y esa fué, la ultima vez, que Lily Evans escuchó la risa fría de aquel ser, aquellas palabras y aquella sensación de oscuridad la llenaron, y luego, no vió nada más.
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