Para ti (Niall Horan)

Para ti.

Son las 11:15 de la noche es lo único que puedo mirar en este cuarto tan oscuro, la pantalla de mi móvil prende cada tres segundos los he contado.

"Te amo" Vibra mi móvil por cuarta ves.

"Fui una estúpida, perdóname por favor" la quinta suena casi real.

"No te volveré a fallar Niall" Me rió es una pésima mentirosa.

Pero la peor persona soy yo, hice que se enamorara de mi cuando en realidad yo fui quien le rompí el corazón.

Y ella aun no lo sabe.

Hola soy yo, si les gusta comenten y subo capitulo.

Saludos con amor. 

Click, click click. El sonido de las teclas me agobia. Son las siete de la mañana y ya me estoy volviendo loco. He tomado más de tres vasos de café, y digo vasos de más de 500 mililitros.  Se ha acabado la leche y el azúcar está siguiendo el mismo camino. ¡Quiero morir!

Odio mi trabajo, tener que estar sentado más de seis horas en un escritorio es aburrido, tener que soportar a la INSOPORTABLE de mi compañera es horrible, no para de hablar todo el tiempo de su ex esposo, de su ex novio y de sus múltiples gatos (que a veces están en  la oficina) me tiene agotado. Principalmente por su horrible manía de masticar chicle todo el tiempo, hacer esas grandes bombas color rosa y en ocasiones azul me descontrolan. A veces me imagino con una gran aguja en mis manos yendo corriendo directamente a reventarle toda esa goma en su cara.

-          Niall te habla el jefe –Menciona Emily mi compañera de oficina con esa gran goma de mascar en su boca.

-          Que se pudra –menciono silenciosamente- voy.

Emily se ríe de mí y suspira. Esa chica me conoce mejor que nadie, llevo trabajando aproximadamente tres años y medio y a pesar del odio que le tengo a su goma de mascar, a sus pláticas sin sentido y sus horrendos gatos le he tomado bastante cariño. A mi modo claramente esta explicado.

Tengo algo de historia con ella, cuando recién comencé a trabajar en esta empresa todo era diferente, yo era diferente. Era calmado, tímido y dulce.  Al igual que yo, Emily era nueva en la empresa y no mascaba chicle ni tenia gatos, era muy delgada y de tés blanca. Recuerdo como solía caminar con tacones parecía una gallina pero a pesar de eso era muy linda, bastante. Sus mejillas siempre estaban rojas aun sin estar apenada o nerviosa, sigue teniendo esa sonrisa perfecta a pesar de su horrible goma de mascar y aun posé esas ligeras pecas en sus mejillas.

Salimos al año de estar juntos en la empresa, para ese entonces ella ya había estado casada por 2 años con un idiota, su nombre era Richard, no se mucho de él, solo sé que llegaba drogado por las noches y la maltrataba un par de veces, su relación con el al principio era pura ternura y un año después ¡Pum! Todo se arruino, al momento que se dio cuenta de todo lo que sucedía en la vida de Emily, Richard no pudo más y se suicidó.

Y desde ese entonces hasta ahora que conozco a Emily no ha dejado de hablar de lo patán y de lo mucho que merecía que ahora este muerto.

Yo siempre respete su opinión y jamás opine sobre ese hombre. Pero en fin eso no era de lo que quería hablar si no de mi relación con ella, comenzamos a salir un día de abril a un café después de un arduo día de trabajo, yo estaba muy emocionado lo admito, así varias salidas se hicieron y una noche le pedí que fuera mi novia y ella acepto, fuimos muy felices por un tiempo pero después todo dejo de funcionar. Ella se volvió exasperante y yo infeliz. Dejábamos de congeniar y ahora simplemente somos buenos amigos. Después de mi ella salió con muchos hombres, cada dia durante varias semanas me hablaba de ellos, del sexo y del tamaño de sus miembros. Es una mal hablada casi como yo.

Yo solamente la escuchaba y lo sigo haciendo, pero casualmente ahora no sale con nadie. Solo habla y habla con esa horrible goma de mascar.

-          ¡Horan despierte! –grita mi horrible jefe gordo en mi cara.

Sacudo la cabeza y lo miro, lo odio. Lo odio con todo mi ser, odio su calva, odio su feos dientes, su grande pansa, su manera de caminar, todo.

-          Mande señor Williams –pronuncio arrogantemente.

-          Ya hiso las órdenes de pago para los de mantenimiento –pregunta rápidamente con sus feos dientes.

-          Sí señor.

-          Démelas. Impresas en el papel ecológico, ya sabe.

Y tenía que pasar ese papel ecológico se había acabado en semanas, lleve semanas pidiéndolo en almacén y jamás lo trajeron. Cuando estaba a punto de decir que no había ese papel, llega Emily y dice:

-          En un momento le salen las órdenes señor Williams.

El jefe sonríe y yo estoy sorprendido. Emily me cubrió.