Los 7 pecados capitales.

—Enseguida bajara Tasha, señorita Scarlett— Le anuncio la pelirroja asistente de su amiga. Asco le daba su presencia con sola verla, no entendía como su amiga podía contratar personas como ella para que trabajen en su casa, pero claro estaba, que Tasha era la estúpida ilusa que necesitaba una nana por así decirlo desde que sus padres fallecieron.

Camino por la sala, admirando cuadros de excelentes pintores que estaban colgados por las paredes, —La fortuna que habrán pagado sus padres— Se dijo. Sobre la chimenea se encontraba un gigantesco cuadro de William y Elizabeth Thompson, los padres de Tasha, los cuales habían fallecido cuando su crucero se hundió en el mar así casi ya unos tres años, la gran fortuna de los Thompson quedo para la única heredera, la única hija que había tenido William, para obviamente Tasha. Y lo feo de decir que ella lo tenía es que solo lo usa para la caridad, algo que claramente le daba pena.

—Scar— Corrió apresurada su amiga bajando de las escaleras, que por ella, se callera. — ¿Cómo estas, amiga? — Le pregunto luego de separarse de ella, ya que apenas toco el suelo corrió para abrasarla.

—Perfecta— Soltó una risita falsa.

—Siempre tan optimista— Rio también Tasha. — ¿Y qué traes de nuevo? — Pregunto mientras ambas se dirigían al sillón para sentarse.

—Quería pedirte los nuevos apuntes, hoy fui a comprar el vestido de novia con mi hermana y no llegue a tiempo para clases.

—Por eso no estuviste— La castaña asintió. —Oh, les eh prestado los apuntes a Ethan pero no tarda en llegar— Miro hacia su reloj de mano y sonrió. —Me invito a una fiesta que celebrará su familia— Chillo emocionada sacudiendo ambas manos.

—Que bien— Hablo Scarlett irónica, aunque la mayoría de las veces Tasha no lo captaba. — ¿Crees que pronto te pedirá matrimonio? — Dijo falsamente.

—Lo dudo— Respondió su amiga luego de pensar un buen tiempo. —Cree que aun somos jóvenes para casarnos, aun así no pierde la esperanza de algún día tener hijos— Los ojos de Tasha se iluminaron como cada vez que veía a su novio. —Sabes, le diré a Eth que invite a uno de sus amigos para que salga con nosotros esta noche.

— ¿Esta noche? — Pregunto Scarlett desentendida.

—Oh si, era una salida de dos pero prefiero una de cuatro, ¿Qué dices?

La castaña jugueteo con sus dedos buscando una respuesta, mal no estaría comenzar con su plan de robarle el novio a su amiga. Ella le estaba sirviendo todo en la mesa, y Scarlett no podía rechazar. —Claro, esta noche. Me pasan a buscar— Respondió sonriente la castaña.

—Perfecto— Scarlett se despidió de su amiga con un beso en la mejilla y salió de la “mansión” de casa que tenía su amiga.




Una pequeña llovizna comenzó a caer, Scarlett acomodo el gorro de su chaqueta y su paso se hizo más rápido, tenia un largo camino de la casa de su amiga hasta su casa, exactamente unas tres cuadras, para ella eran una tremenda eternidad. Las luces de su casa se encontraban encendidas así que era más que obvio que su hermana ya se encontraba en casa acompañada de su estúpido novio, arrogante y perdedor. No entendía como Catherine con el dinero y con el buen nivel social en donde estaba se casaría con un pobretón que apenas podía pagar su propia casa, pero claro estaba que ese tipejo y su hermana vivirían con ella en la misma casa. Scarlett extrañaba con todo su ser a su madre y padre, que aunque a veces lo odiase querían que estén con ella en USA que en UK cumpliendo deberes.

Toco el portón eléctrico y dejo salir un —Ábreme la puerta, idiota—. Por lo que recibió un —Cla… cla… claro, señorita Scarlett— De el estúpido nuevo portero que había contratado su hermana, un joven de entre veinte o veintitrés años de ojos color marrones y cabello castaño, al nombre aun no lo sabía ni tampoco le interesaba.

Subió apresurada las escaleras apenas entro a su casa, la escena más repugnante de su hermana sobre su novio acurrucados mirando un vieja película romántica le dio nauseas, envidiaba de cierta forma que Catherine haya conocido al amor de su vida y ella aun se encontraba siendo una solterona de veinte años. Se tiro a su cama luego de arrojar su chaqueta completamente mojada hacia un rincón de su habitación, con uno de sus pies saco uno de sus tacones y luego el otro. Tomo su celular del bolsillo de delante de su pantalón, tecleo varias y luego se escucho el típico sonidito de “mensaje enviado”.



El celular de Scarlett sonó varias veces. La castaña restregó sus ojos y luego miro la pantalla del celular, un mensaje de su madre estaba latente allí, pero apenas vio la hora lo arrojo prácticamente hacia el suelo y corrió hacia el baño. Una ducha rápida para poder alistarse para salir, antes de dormirse Tasha había respondido su mensaje con un “Estate lista para las ocho”. Abrió su closet apresurada sacando su vestido color azul, se coloco sus pendientes dorados al igual que su collar lujoso que su madre le había traído de Canadá. Tomo su secadora y seco su cabello castaño dejándolo al natural, con sus risos brillantes; sus tacones color negro ya estaban preparados al costado de su cama, relucían de qué manera y ágatas le agradecía a su asistente personal que limpiase su ropa.

Catherine entro a su habitación sin preguntar, y eso era algo que irritaba a Scarlett, pero apenas dijo que eran Tasha y Ethan, quienes los esperaban en la puerta soltó un —Solo dame dos minutos— Le señalo, para poder terminar de maquillarse.

Bajo elegante por las escaleras captando la atención de Catherine, el novio de su hermana, Tasha y Ethan. Sonrió dejando  ver sus dientes blancos, —Gracias por esperarme— Dijo apenas sus pies tocaron el suelo.

Rápidamente ya se encontraban ella, su amiga, y el novio hacia el restaurante de comida italiana donde se encontrarían con él amigo de Ethan. El viaje duro más de diez minutos por el tráfico que había pero Scarlett pasó el tiempo jugueteando con su celular y leyendo el mensaje de su madre de “Llámame cuando puestas” a lo que respondió “Cita importante, te quiero”. El auto llego hacia su destino, los tres bajaron del coche y entraron al famoso restaurante que Tasha se había pasado hablando todo el camino.

Un chico de porte elegante se encontraba en unas de las mesas, Ethan se acerco a él y hicieron el típico saludo de amigos, luego el joven saludo a Tasha y a Scarlett, y todos se sentaron alrededor de la mesa, con el orden de Tasha con Ethan y Scarlett con el chico, que al parecer se llamaba Logan.

La cena se paso entre charlas y platos elegantes de comidas caras y lujosas. A la hora del postre Tasha se encontraba recostada sobre el hombro de Ethan, actuando como pareja feliz. La envidia se apodero de Scarlett de que manera que comenzó su malvado plan. Sus pies viajaron hasta las piernas de Ethan, subiendo de arriba abajo, su amiga hablaba animadamente mientras ella trataba de coquetear con su novio.

La castaña se recostó sobre el hombro de Logan, pero aun así sin apartar sus pies de Ethan, que al parecer sin incomodidad caí rendido hacia ella. — ¿Me acompañas al baño? — Le pregunto a su amiga, la cual acepto sin problemas, ambas se levantaron de la mesa pero antes de irse Scarlett se acerco a los labios de Logan encajándole un encantador y apasionado beso que dejo más que perplejo a ambos chicos. Necesitaba una buena coartada antes de arruinar la pareja, jamás quería volver a sentir envidia por la estúpida de su amiga por tener un perfecto novio.