Los Fantasmas de Alcatraz {Larry Stylinson} TERMINADA

Después de un difícil día, Harry había finalmente dormido. Louis salio del hospital y le hablo a Fisher.

-Ya era tiempo, -Fisher contestó.

-Si, bueno, tenia mis manos ocupadas. ¿Los prisioneros fueron transferidos? -Louis busco en la bolsa de su camisa los muy necesarios cigarros. Mierda.

-Si. Nosotros los llevamos a cinco prisiones diferentes, pero todos ellos están apartados. Los mantenemos lejos de la población general, hasta que sean transferidos de regreso a Alcatraz.

Louis sacudió la cabeza disgustado y cruzo la calle hacia una pequeña tienda.

-Lo mejor que puede hacerse con Alcatraz es lanzarle una bomba y enviarla de regreso al infierno donde pertenece.

-Estas hablando de billones de dólares, Louis.

-No, Fisher, Estoy hablando de salvar vidas.

Mientras Fisher comenzaba a hablar de la equivocada manera de pensar, Louis llego a la tienda y entro. Cubriendo el teléfono el le pidió al que atendía una cajetilla de cigarros y un encendedor. Después de inhalar con calma el asesino humo de cuerpos. -Harry esta determinado en regresar, -él confesó, inhalando de nuevo.

-Maldición, Tomlinson, ¿estas fumando?

-Si, ¿Vas a volar a California y detenerme?

Fisher suspiro -¿Como está?

-Cortado como el infierno, pero decidido a terminar el trabajo para el que fue contratado.

-El me parece un maldito buen tipo. -Fisher se limpio la garganta-. Siento que fuera herido.

Algo en el tono de voz de Fisher le indico que no estaba siendo sincero con Louis. -¿Tu me dirías si supieras algo, verdad?

-¿De que estas hablando?

-Harry dice que hay cuerpos todavía en Alcatraz. Es por eso que hay espíritus ahí.

La falta de respuesta de Fisher era todo lo que necesitaba saber Louis. -¿Porque no me lo dijiste? Nosotros somos amigos.

-Nosotros todavía lo somos. Yo te di a Styles, -Fisher respondió.

-¡Vete al infierno! Esto es tu culpa. -Louis tiro el cigarrillo al pavimento y lo aplasto con la punta de su zapato-. Harry pudo haber muerto anoche porque no le diste todos los hechos.

-Eso es mierda y tu lo sabes, Siento que Harry haya resultado herido, pero el sabia bien en donde diablos se metía antes de anoche. Que el decidiera tomar los riesgos, fue su decisión, no la mía. No dejare que me pintes con esa brocha.

-¿Donde están los cuerpos? Fisher -Louis sacó otro cigarrillo y lo prendió.

-No puedo decirte eso.

-¿Porque? Has sido mi mejor amigo durante veinte años. ¿No confías en mi? -Louis continuaba caminando de un lado a otro en frente del hospital. El no podía pensar en un futuro sin Fisher como su amigo, pero la traición lo hería profundamente.

-Te he confiado mi vida en mas de una ocasión y lo sabes. Pero la información que pides requiere permiso de seguridad. Lo siento. Si te lo digo, voy a corte marcial.

Louis cerró los ojos. Era difícil imaginar que el único hombre que siempre estuvo con el le diera la espalda cuando el mas necesitaba a Fisher. -Lo siento, también. -Louis termino la llamada y apago el teléfono para evitar cualquier futura conversación.

Louis se recargo en el muro y tiro el cigarrillo a la calle. El enterró su cara en sus manos y su cuerpo empezó a temblar por las emociones contenidas durante veinticuatro horas. El hombre que amaba estaba arriba en el hospital lleno de medicamento para el dolor para poder dormir, y el había descubierto que su mejor amigo lo había traicionado.

Mantenerse a si mismo bajo control no era fácil, pero Louis estaba determinado a recobrar la calma. Harry era un hombre de carácter fuerte, y estaba determinado a ayudar a los fantasmas que trataron de matarlo.

Con lo mucho que Louis quería no ceder en lo relativo a ese asunto, el sabía que eso podría alejar a Harry. El incluso pensó en mentirle a Harry diciéndole que la UPM había prohibido el acceso a la isla, pero el rápidamente descarto la idea. Mentirle al hombre que amaba era algo que el no podía hacer. Eso le dejaba una pequeña alternativa, acompañar a Harry de regreso a Alcatraz.

Asustado de no contener las emociones que sentía cuando regreso de la pesadilla mientras cruzaba la bahía, solo una hora pasó alejado de Harry y fue suficiente para aterrarlo. Yo protegeré a mi amor o moriré en el intento.






Una enfermera tomándole los signos vitales, despertó a Harry. -Lo siento,-Ella murmuro.

El asintió, totalmente consciente de que la señorita solo hacia su trabajo. -¿Puedes hacer una nota en el registro de que yo estoy listo para salir en la mañana?

La enfermera abrió los ojos ampliamente. -Es demasiado pronto para eso, Señor Styles.

-Quizás, -Harry acepto-. Pero no obstante debo irme. Solo pienso que deben saberlo tus jefes.

La enfermera termino su tarea y dejo el cuarto tranquilamente. Harry regreso su mirada hacia Louis, dormía en la silla apoyada en la ventana. El sabia que era la segunda noche que Louis no dormía en una cama, por quedarse con él.

Cuando su amante regreso al cuarto después de que el había dormido una siesta, Harry podía oler el humo del cigarro en la ropa de Louis. Eso le decía más que nada que Jensen estaba molesto, pero su estoico amante se rehusaba a hablar. Todo lo que Harry sabía era que Louis había hablado con Fisher Marx y su viejo amigo había ayudado muy poco. Louis le dijo que Harry regresaría a Alcatraz con él.

Harry suspiro, sintiéndose culpable. Porque arriesgaría Louis su propia vida por la promesa que le había hecho a Harry. El estudiaba la cara de su amante mientras dormía. ¿Era posible que Louis se viera incluso más guapo dormido? -El me ama, -Harry murmuro para si mismo. El recordó haber dicho esas palabras cuando recién despertó en el hospital. Harry no había planeado decírselas a Louis. El pensó que le ahorraría a su amante un dolor mayor si algo peor le sucedía, pero cuando el vio a los ojos a Louis, el sabía que nada salvaría el corazón de Louis si ocurría una tragedia.

Mientras el lo veía, Louis abrió los ojos. Hary sonrió. -Siento que estés en esa apestosa silla de nuevo.

Louis acerco la silla a la cama. -¿Como te sientes?

-Un poco rígido, pero bien, -Harry contesto, minimizando el dolor-. Aunque ayudaría un beso.

Louis lo complació. Harry cerró los ojos cuando el beso se profundizo. El sabia que era mas espiritual que físico; el podía decir por la suave lengua que acariciaba el interior de su boca. Que Louis le estaba demostrando sus más profundos sentimientos, y eso funciono. Harry se sentía más importante de lo que nunca se había sentido. El sabía en ese momento que el sacrificaría todo por ese hombre. Harry comenzó a dudar de su determinación de regresar a Alcatraz. ¿Eso era egoísta? Definitivamente pero el quería un futuro con Louis. Su vida entera había sido entrenado para ese trabajo por su abuelo. Una de las reglas de su elegida profesión era no hacer lazos. Harry lo sabía mejor que nadie, pero eso sucedió de cualquier manera.

Una conmoción en el pasillo trajo la atención de Harry de regreso. El se alejo del beso y vio hacia su amante. -¿Por que no vas a ver que sucede?

Louis lo beso una vez más y se puso de pie. -Ahora regreso.

Tan pronto como la puerta se abrió, el vello en la nuca de Harry se erizo. -Oh joder. -El logro retirar la sabana y ponerse de pie, apretando los dientes ante el tirón de los cientos de puntos en su espalda y piernas.

Harry apoyándose del colchón camino cuatro pasos hacia la ventana y tomo la hoja de papel en la que había apuntado el número de Emmett. El trago la bilis que estaba subiendo, determinado a lograrlo a pesar del dolor.

Después de estabilizarse apoyándose en la mesa de noche, el tomo el teléfono.

-¿Hola? -Una adormilada voz contesto.

-Soy Harry.

-Creo que tengo algo acerca de los Mundji, -Emmett dijo.

-Genial, pero ahora te llamo porque creo que uno de los fantasmas me siguió al hospital. ¿Es eso posible? -Harry veía nervioso hacia la puerta cerrada-. Quiero decir, se que algunos espíritus lo han hecho, pero no pensé que estaba tratando con un nivel uno.

Emmett suspiro. -Cuando tu joven hombre llamo, me dijo que te lastimaron y me dijo algo de tu promesa a los fantasmas de ayudarles.

-Si, lo hice. Ellos no me mataron para asegurarse de que cumpla mi promesa.

-Tu te ataste a ellos. -La voz de Emmett se quebró-. Lo siento.

Harry cerró los ojos. -Entonces estas diciendo que si no cumplo mi promesa ellos me cazaran hasta matarme.

-A ti, y a todos los que estén en contacto contigo. Ellos pueden ser muy persistentes. No puedes joderlos. Has lo que tengas que hacer pero encuentra esos cuerpos.

-Gracias, Emmett. -Harry termino la llamada. El no sabía el número de Fisher Marx, el tomo el teléfono celular de Louis. Con todo el ruido detrás de la puerta, Harry dudaba que una enfermera entrara a gritarle. El reviso la lista de contactos de Louis hasta que localizo el número de Marx.

-Estoy sorprendido de que llames. Después de nuestra ultima conversación, dudaba incluso oírte de nuevo.

Harry no sabía que diablos quiso decir Marx, pero obviamente el jefe de la UPM pensaba que estaba hablando con Louis. -Soy Harry Styles.

-¿Que sucedió con Louis? -La voz de Marx se hizo mas grave.

-Nada todavía, pero puede si no me ayudas.

El pasillo era un caos cuando Louis salio del cuarto de Harry. Enfermeras y médicos llevaban camillas y sillas de ruedas en tres diferentes direcciones. -¿Que sucede? -él le preguntó a uno de los camilleros.

El tipo incluso no se detuvo. Louis siguió al hombre buscando respuestas. El cuarto al final del pasillo hervía de actividad. Louis se asomo por una esquina y vio cara a cara una de sus más grandes pesadillas.

El no podía determinar que forma tenia lo que ocupaba la cama si hombre o mujer. El polvo blanco que lo cubría y salía del extinguidor en manos de la enfermera le decía todo lo que necesitaba saber. Era justo como en Alcatraz.

Su corazón se detuvo. El había dejado solo a Harry.

Louis se dio media vuelta y corrió de regreso a lado de su amante, pero fue desviado por otro equipo de personal del hospital que se apresuraban a llegar al cuarto a lado del de Harry. Una mirada y Louis entro en pánico. El sabía malditamente bien lo que esa escena realmente significaba. No. no puedes hacérselo a él.

Los monitores estaban enloqueciendo mientras el doctor cortaba el tubo de oxigeno que estaba alrededor del cuello del paciente. El tipo obviamente estaba muerto, Su piel era de un brillante púrpura, sus ojos casi se salían de sus órbitas.

Louis abrió la puerta del cuarto de Harry y se sorprendió de encontrar a su amante al teléfono. -¡Tenemos que salir de aquí! -le grito dirigiéndose hacia Harry. 

Harry colgó y señalo su bolsa. -Estoy de acuerdo. Entre más tiempo este aquí mas gente morirá. Toma mi bolsa y vamonos.

Louis tomo la bolsa y le dio la mano a Harry. Era claro por la palidez en la piel de Harry que el tenia mucho dolor, pero no tenia alternativa. Si el llevaba cargando a Harry sus puntos solo se tensarían más, y quedarse en el cuarto no era opción. -¿Puedes hacerlo?

Harry mordió su labio y asintió. -No tengo elección.

-Apóyate en mi si lo necesitas. Yo no quiero lastimarte, solo quiero ayudarte.

Ellos salieron del hospital relativamente fácil. El personal estaba ocupado apagando incendios y salvando vidas. Para cuando llegaron a la banqueta, Harry había vomitado a causa del dolor. Louis deseaba más que nada poder cargar a su amante, pero eso no era posible. -Espera aquí tratare de buscar un taxi.

-No hay necesidad Marx debe de estar aquí en cualquier momento, -Harry le informo sosteniendo su estomago.

Louis sintió un golpe en su estomago. -¿Que? ¿Le hablaste a Fisher? El no quiere ayudarnos, ya me lo dijo. Además, Fisher vive a horas de distancia en avión. El no puede llegar a tiempo para ayudarnos.

Harry sonrió, su cara mostraba el dolor. -Solo tienes que saber que decirle al tipo.

Antes de que Louis pudiera cuestionar a Harry, un gran carro negro llego frente a ellos. El vidrio de la ventana bajo y Louis vio la brillante cabeza calva muy parecida a la de Ving Rhames* en el interior. -Fisher, -el saludo fríamente, asombrado de que su viejo amigo estuviera en la ciudad-. ¿Que haces aquí?

-Entra, -la profunda voz de Fisher ordeno.

Dándole poca elección, el abrió la puerta trasera y ayudo al casi desnudo Harry a entrar al carro. -Acuéstate boca abajo en el asiento bebé-. Louis le instruyo.

-Si necesitas vomitar, no te preocupes por ensuciar la alfombra de Fisher. Es rentado. 

Fisher resoplo desde el asiento delantero. -Eres un idiota, Tomlinson.

Con Harry seguro en el carro, Louis lanzo la bolsa en el piso y entro en el lugar del pasajero.

Fisher acelero alejándose, vio por el espejo retrovisor -Ya rente un bote, nos espera en la marina del cabo Gashouse.

Louis seguía confundido. - ¿Porque estas haciendo esto?

Fisher busco entre ellos y tomo un expediente. -A partir del mediodía de hoy, ya no trabajo para la UPM.

-¿Ellos te despidieron? -Jensen pregunto, señalando el expediente.

-Yo renuncie. Deje una carta en mi escritorio anoche después de que hable contigo.

Louis tomo el archivo. -¿Que es esto?

-El fin de mi carrera y posiblemente el comienzo de mi encarcelación, -Fisher respondió con una seca risa.

Louis abrió el expediente y lo hojeo. -¡Jesús Cristo!

-¿Que? -Harry grito desde el asiento trasero.

Después de ver varias explicitas fotos, Louis se las pasó a Harry. El trato de leer el reporte, pero la adrenalina que fluía por su cuerpo no le permitía concentrarse. -Dime, Fisher.

Fisher tomó una profunda respiración mientras estacionaba el carro. -Espera hasta que lleguemos a la isla. -Sin mas explicación, Fisher abrió la puerta y salio del carro.

Louis vio sobre su hombro a Harry. Su amante estaba viendo las fotos en blanco y negro del cuerpo desmembrado. 

Harry encontró la mirada de Louis. -No es de extrañar que los fantasmas busquen venganza.

Fisher golpeo con el puño el techo del carro, haciendo que Louis saltara. 

-¡Vamos! -Fisher grito. Louis salio del carro y ayudo a Harry antes de tomar la bolsa. Su mirada fija en la formidable isla frente a ellos-. Estoy seguro como el infierno que espero que sepas lo que estamos haciendo, -Le murmuro a Harry.


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* Actor norteamericano, los declaro marido y Larry, y misión imposible II y III

Entrando a su casa, Louis no podía sentirla más su casa. Extraño que una diferencia de cuarenta y ocho horas y un par de horribles ataques hiciera la diferencia. El le quito la bata del hospital a Harry y le ayudo a acostarse en el sofá. 

Louis vio sobre su hombro los saltones ojos de Fisher. El entrecerró sus ojos hacia su amigo, claramente diciéndole que dejara de ver el torturado pero desnudo cuerpo de Harry. Fisher se rio y camino al interior de la cocina.

-Traeré una sabana para cubrirte, -Louis le dijo a Harry.

-¿Entonces, como llegaste a San Francisco tan rápido? -Louis le pregunto a Fisher, mientras sacaba una sabana amarillo pálido del closet de blancos. El cubrió a Harry, asegurándose de que la sabana descansara sobre el respaldo del sofá y no tocara la carne magullada.

Fisher entro al cuarto y tomo asiento en la silla favorita de Louis. -Volé durante la noche. Estaba durmiendo en el estacionamiento subterráneo del hospital, cuando Harry llamo.

Louis vio hacia Harry. -¿Porque le llamaste?

Harry rehusó hacer contacto visual. -Se que necesitas que te ayude.

-Y lo haré, -Fisher interrumpió-. Esta bien, estamos aquí. Habla. -Louis se sentó en el brazo del sofá y distraídamente empezó a acariciar los castaños rizos de Harry, enredándolos entre sus dedos.

Fisher levanto el grueso archivo de la mesa de café, y lo hojeo. El levanto una fotografía. - Este es Martín Williams, guardia de Alcatraz desde Septiembre de 1947 a Marzo de 1963. En marzo de 1962, Martín Williams fue atrapado en la biblioteca de la prisión por nueve prisioneros. La puerta fue cerrada y los prisioneros pasaron las siguientes horas violando y golpeando a Williams. Para cuando los oficiales de la prisión forzaron la entrada a la biblioteca, Williams apenas y estaba vivo. Los prisioneros fueron llevados a aislamiento y acusados de violación, secuestro y tentativa de homicidio. Notaron que dije tentativa de homicidio. Williams no solo de alguna manera logro sobrevivir al ataque sino que regreso a trabajar siete meses después.

-¿El regreso? -Harry cuestiono.

Louis podía oír la tensión en la voz de Harry. El bajo la mano de los rizos de Harry y empezó a acariciar las puntas de la barba de la mandíbula de su amante.

-Si. El psicólogo a cargo del tratamiento de Williams después del ataque dijo que su paciente había llegado a buenos términos con lo que le había sucedido. El fue quien le sugirió a Williams que regresara a Alcatraz en lugar de ser transferido a otro lugar.

-Williams era un guardia de carrera y los oficiales confiaban que su psicólogo sabia muy bien lo que estaba haciendo cuando dijo que Williams estaba listo para regresar. Después de que le regresaron el trabajo a Williams continúo trabajando como un empleado modelo, hasta el día del primer aniversario del ataque. Los prisioneros responsables del ataque continuaban aislados. 
Williams soborno al guardia y obtuvo las llaves de las celdas de los prisioneros. Todavía disgustados por lo que los prisioneros le habían hecho a uno de los suyos, los guardias dejaron a Williams solo en el área D.

Fisher tomo la foto de Williams de la mesa y las fotos que había visto Louis antes. -Uno a uno, Williams entro a la celdas de sus atacantes, cortando sus manos, violándolos y procediendo a torturarlos de diferentes formas, algunos con fuego, otros por estrangulación y tres de ellos que se cree fueron los autores intelectuales del ataque fueron completamente desmembrados con una hacha contra incendios. Después del ultimo asesinato, Martín Williams puso su revolver de servicio en su boca y se exploto la tapa de los sesos.

-Joder, -Louis murmuro-. Leí todo lo que llegó a mis manos de la prisión. ¿Porque esto no aparece en ninguna investigación?

Fisher dejo las fotografías dentro de la carpeta. -Porque el gobierno oficial no quiso que fuera del conocimiento publico. Ellos cerraron Alcatraz once días después, dando razones de deterioro del edificio.

-¿Qu-que hicieron con los cuerpos? -Harry preguntó.

Fisher se puso de pie y dejo el archivo en la mesa. El metió sus manos en los bolsillos y camino hacia la ventana.

-El cuerpo de Martín Williams fue regresado a su esposa. Los nueve prisioneros se enterraron aquí en la isla en
una de las bodegas.

Louis estaba anonadado. ¿Como el gobierno de los Estados Unidos había permitido que eso llegara tan lejos? -¿Donde exactamente?

-No importa ya no están ahí. Cuando los planes de la reconstrucción comenzaron, el faro fue considerado demasiado inseguro. Se decidió dejar ahí los huesos y encapsular la estructura.

-Eso es por lo que los fantasmas repentinamente afloraron, usted los perturbo, -Harry le acuso.

Louis podía decir por la rigidez en los hombros de Fisher y porque bajo la cabeza, que su amigo se sentía avergonzado por ser parte del encubrimiento.

-¿Porque aprobaste eso? -él finalmente preguntó.

Fisher suspiro y se giro hacia él. -Ese secreto ha estado guardado cincuenta años. Yo firme el acuerdo de clasificado, no me di cuenta de que podría regresar a morder mi trasero, pero cuando los prisioneros empezaron a morir…

-Tu ofreciste traer a Harry para aliviar tu culpa -Louis termino por su viejo amigo.

-Si. -Fisher vio hacia Harry-. Lo siento. No tenia idea que esa cosa podría ser tan malo.

Louis se levanto del brazo del sofá y empezó a pasear por el cuarto.

-Entonces, los fantasmas son los prisioneros. ¿Quien es el Mundji?

-Eso es fácil, -Harry intervino-. Martín Williams fue sacado del infierno por los espíritus de los nueve hombres.

-¿Como es que un humano se convierte en Mundji diferente al otro tipo de fantasmas con los que estamos tratando? 

-Porque Williams fue realmente enterrado. Su alma dejo este plano, pero en lugar de ir al cielo, fue al infierno a donde pertenece. Los nueve prisioneros convocaron a un espíritu directamente del infierno. Ese es el Mundji, -Harry
agregó.

-En primer lugar ¿Porque llamarían al fantasma del hombre que los asesino? Eso no tiene sentido para mi, -Louis se preguntaba en voz alta.

Harry vio de Fisher a Louis. -Porque ellos están recreando la masacre que el gobierno trato de cubrir.







-No puedo creer que fumes de nuevo, -Fisher dijo molesto.

-Si, bueno, quédate cerca y quizás encuentres la razón, -Louis dijo molesto.

Fisher lo vio un momento antes de regresar al trabajo. El faro había sido cubierto con tres capaz de cemento por lo que era difícil hasta para un hombre del tamaño de Fisher quebrarlo. Louis tenia que admitir eso de Fisher, solo que el todavía sentía que su viejo amigo lo había traicionado.

Louis le dio otra fumada a su cigarrillo y veía a la casa. El odiaba dejar solo a Harry, pero su amante había insistido en que necesitaba hacer sus llamadas telefónicas en privado. Louis veía hacia los cuatro grandes botes de agua bendita que Harry había preparado. Harry había hecho énfasis en que él era el único que podía administrar el agua bendita, diciendo que Louis todavía no era un creyente con suficiente poder.

Fisher detuvo el mazo y se quito la camiseta. -Este ultimo es una perra.

Louis estudio a su amigo. Había pasado mucho tiempo desde que lo había visto sin su camisa. A pesar de la edad, Fisher Marx todavía era un caliente hijo de perra. Marx había logrado todo lo que quería, Imagen, trabajo y poder.

Louis todavía no podía creer que Fisher hubiera dejado la posición por la que había trabajado toda su vida adulta para alcanzar. -¿Realmente, porque estas haciendo esto? -Louis no pudo evitar preguntar.

Fisher secó su cara con la camiseta y se sentó en la tierra a lado de Louis.

-Bueno, podría decir que porque es lo correcto, pero eso no seria la verdad.

-Entonces, ¿Cual es la verdad? -Louis insistió.

Fisher vio hacia la niebla de la bahía. -Porque te amo, estupido idiota. Nada, ni el trabajo, ni el riesgo de ir a prisión, nada vale la pena si te pierdo. -Louis estaba extremadamente emocionado. Hacia años él y Fisher habían jugado un poco, pero ellos decidieron que era mejor ser los mejores amigos que amantes. Ninguno de ellos estaba interesado en formar lazos. Claro que eso no quería decir que no contaran el uno para el otro durante años para algo más que sexo. Louis puso su mano en los enormes hombros de Fisher. -Te amo, también.

Fisher se encogió de hombros quitando la mano de Louis del lugar en donde la había colocado. -Suficiente. Es tu turno.

Sonriendo, Louis se puso de pie y tiro el cigarrillo a la tierra. -A propósito, dejare esto, si logramos salir con vida.

-Será lo mejor, no voy a salvar tu culo para que mueras de cáncer de pulmón en diez años.

Riéndose, Louis tomo el mazo y regreso al trabajo.