Spectrum |Harry Styles|

*-* Me encantó el capítulo <3 síguela pronto, besos ! x

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Cuatro: amarillo.

Harry aparca su coche y quita la llave del arranque. Toma una profunda respiración y se inclina, viendo a las estrellas. Se incorpora y pasa las manos por su cabello. Pone su mano en la manilla, a punto de salir, cuando su teléfono suena. Lo saca de su bolsillo y lee en la pantalla: Sra. Spencer. Oh dios.

-¿Señora Spencer? ¿Está todo bien? ¿Lexi está bien? Por favor, dime que está bien -Harry dice apresudaramente, entrando en pánico, la sangre llegándole a las orejas. La señora Spencer, la vecina de al lado y niñera de Lexi, ríe ligeramente.

-Lexi está bien, Harry. Sólo un poco... alterada. La pobrecita ha tenido una pesadilla, y no puedo tranquilizarla. Ella insiste en hablar contigo -Harry suspira aliviado.

-Pásamela -hay un chispeante sonido al otro lado, de repente el sonido de una respiración temblorosa. 

-¿Papi? -dice una pequeña y frágil voz. Harry sonríe.

-Hola, calabaza -la saluda dulcemente, comfortándola, como su madre solía hacer con él- Escuché que tuviste una pesadilla. ¿Me quieres contar? 

-Era horrible, papi. Estaba fuera caminando y ese hombre me cogió. Traté de llamarte, papi, pero mi voz no funcionaba. No podías oírme, no podías salvarme y este hombre me llevó y... Y era realmente aterrador, papi -el corazón de Harry se contrae. Quiere más que nada ir con su hija y abrazarla. 

-Lo siento muchísimo, cariño. Pero escúchame. Ningún hombre ni nadie se te va a llevar. Siempre estaré aquí para ti. Te protegeré, estaré ahí para salvarte, Lexi. Siempre, ¿vale?

-Vale, papi -responde, con una sonrisa en su voz.

-De acuerdo. ¿Crees que serás capaz de volver a dormir? 

-Ajam. Te quiero, papi. 

-También te quiero, Lex. ¿Puedes devolverle el teléfono a la señora Spencer? -Lexi no responde y Harry supone que probablemente ella haya asentido.

-¿Harry? ¿Estás ahí? 

-Sí, señora Spencer. Gracias por cuidarla esta noche. O está mañana, supongo -la señora ríe.

-No hay problema. Ahora ve a por esa chica y pásalo bien -antes de que Harry pueda decir algo, la señora Spencer cuelga el teléfono. Harry vuelve a meter el teléfono en su bolsillo y sale del coche.

Mientras camina hacia su casa, coge unas cuantas piedras. Recuerda haberla dejado aquí anoche, después de haber visto el atardecer. Se acuerda de asegurarse que entró bien y esperar a que una luz se encienda para así saber cuál era su habitación. ¿Qué vergonzoso sería si Harry lanza piedras a la ventana de sus padres? Muy vergonzoso.

Harry lanza la primera piedra y choca en la ventana de Emerson con un ruidoso "clank". Tras unos minutos, lanza otra piedra. Cuando la ventana se abre, se aleja un poco y le sonríe. 

-Quienquiera que esté ahí, para. No es gracioso ¿vale? Es domingo por la mañana.

-No es gracioso. Es lindo -dice Harry con un indicio de decepción en su voz.

-¿Harry?

-¿Quién creías que era?

-No lo sé. No puedo ver nada -Harry está confuso por un momento, pero luego todo tiene sentido. Emerson es daltónica y está oscuro excepto por las estrellas. Una persona con vista normal sería capaz de ajustarse a la oscuridad. 

-Vale -dice- Bueno, vístete y baja. Nos encontramos en la puerta y te guio hasta mi coche ¿de acuerdo? 

-Valep. ¿Qué vamos a hacer? -pregunta Emerson, apoyando su codo en la repisa de la ventana.

-Vamos a aprender el color amarillo -como respuesta, Emerson cierra la ventana y enciende la luz. Cuando se apaga, Harry trota hasta la puerta, esperando a que Emerson aparezca. La puerta se abre y se cierra.

-¿Harry? ¿Estás ahí? -Emerson estalla en risitas y chilla cuando Harry la coge como los recién casados. 

-Voy a llevarte a mi coche ¿vale? -pregunta calmadamente, asegurándose que sabe qué está pasando.

-Vale. 

-Muchas gracias, señor -Emerson dice juguetona, sonriendo y cogiendo la mano de Harry. Sale del coche y Harry cierra la puerta detrás de ella. Las estrellas encima de ellos palidecen.

-De nada, milady -Harry agarra la cintura de Emerson y la eleva arriba del coche, como anoche, y se le une. Emerson coge la mano de Harry y la pone en su regazo, jugueteando con sus dedos tímidamente- ¿Qué pasa? 

-¿Qué somos? -responde Emerson, mirándole, sus ojos llenos de duda y tristeza- ¿Sabes?Sólo soy... ¿una obra de caridad? ¿Puntos por brownies? Quiero decir... Sólo. No sé. Nunca he tenido algo como esto. 

-Bueno, nos hemos besado -dice Harry, levantando un dedo. Se inclina y muerde la punta de la nariz de Emerson, provocándola- Hemos ido a varias citas -levanta otro dedo, hace un par de tijeras y empieza a cortar a Emerson, haciéndola reír- Creo que eso nos hace novia y novio ¿verdad? -Emerson se encoge de hombros.

-No lo sabría. 

-¿Qué quieres decir? ¿Nunca has tenido novio? 

-Cuando era más pequeña mi madre le dijo a la profesora que era daltónica, quien accidentalmente lo dijo delante de toda la clase, quien se lo dijo a todo el colegio. Soy una friki regristrada, a nadie le gusta las frikis.

-A mí me gustan las raras. 

-Pero vas a otro colegio. 

-¿La gente se mete contigo? -Harry pregunta, sintiéndose protector de repente. 

-Por supuesto que sí -murmura Emerson, mirando al horizonte- "Hey, Emerson ¿de qué color es este cartel?" "Hey Emerson, los colores de tu ropa no combinan". Es interminable -Harry aprieta su mano.

-Bueno, dile a todos esos estúpidos que tu nuevo novio puede destrozárles más rápido que ir a suplicar a sus mamás. 

-Probablemente los asustes con tus tatuajes y tu oscura y misteriosa conducta. 

-¿Te estás riendo de mi conducta? -pregunta, fingiendo estar ofendido, empujando a Emerson por el costado. 

-Para nada -ella ríe mirándole con ojos brillosos- Pasa, que me encanta tu conducta. Y tus tatuajes. Hablando de ellos, ¿qué significan? -Harry coloca a Emerson en su regazo. 

-Tengo tres -Harry sube su manga y le enseña su muñeca izquierda. Una flecha descansa en su piel, un contraste de negro oscuro- Es está frase: "Una flecha sólo puede ser lanzada estirándola hacia atrás. Así que cuando la vida te arrastra con dificultades, significa que te va a lanzar hacia algo genial. Así que concentrate y sigue apuntando". Me lo hice después de que Lexi naciera. Tenía una semana y su madre nos acababa de dejar. Fue un duro tiempo para mí -Emerson ladea la cabeza en señal de confusión- Encontró a ese hombre mayor y escaparon juntos. 

-No sé cómo alguien puede dejarte -Emerson susurra y enseguida se sonroja. Harry sonríe y la agarra un poco más cerca.

-El siguiente es en el costado de mi torso. Es la frase de una canción: "Oscuridad es lo único que conocerás si ya no te quiero más". Mi madre solía cantármela cuando era más pequeño. No era exactamente eso, pero se parecía. 

-Big Eyes de Matt Corby ¿verdad? 

-Verdad -Harry asiente. 

-¿Y este? -pregunta, señalando al de su cuello. Son dos pájaros, ambos volando hacia arriba. 

-Tengo un árbol en mi omóplato y esos pájaros son parte de la bandada que está echando a volar. Como que me simboliza saliendo por mí mismo ¿sabes? -Emerson asiente.

-¿Me lo enseñas? -pregunta tímidamente- ¿El del tu pecho y el del árbol? 

-¿Estás intentando quitarme la ropa? 

-Sí. Quiero decir, no. No. Absolutamente no. Sólo quería una mejor imagen de...

-¿Mi cuerpo desnudo? 

-¡No! -Emerson balbucea, sus mejillas volviéndose rosas. Cruza sus brazos y mira lejos de Harry. Él se quita la camiseta y la obliga a mirarle.

-Está bien -la tranquiliza- Estaba provocándote -Emerson asiente y mira el torso de Harry. Intenta ignorar sus músculos y se concentra en la cursiva escritura en la piel de sus costillas. Harry entonces se gira y Emerson admira el árbol sin hojas, pájaros volando desde el omóplato de Harry hasta su cuello. 

-¿Crees que puedo hacerme un tatuaje? -pregunta con valentía.

-Por supuesto que puedes, Em -responde, girándose para mirarla- Incluso te llevaré. ¿Qué quieres hacerte? 

-Algo que tenga que ver con los colores, creo.

-Es una gran idea -dice, abrazando a Emerson hacia su pecho- ¿Puedes esta semana? 

-Claro -asiente- ¿No necesito el permiso de mis padres? -Harry sonríe furtivamente.

-Nah. 

Emerson ríe y le besa de repente. Sus labios se mueven en sintonía. Su piel se enciende, la sangre de sus venas hierve. La unidad sensorial dentro de ellos estalla en placer. Harry abre los ojos cuando siente calor en sus párpados. Se aparta de Emerson rápidamente, girándola al creciente sol.

-Rápido o nos lo perderemos -susurra, como si hablar muy alto hiciera que el sol desapareciera. 

-Wow -Emerson respira, inclinando su espalda en el pecho de Harry. Las manos de él alrededor de su cintura. 

-Es amarillo -susurra en su oído, dejando su barbilla en su hombro- El color de la luz del sol. Felicidad. Júbilo. Energía -Harry mira a Emerson con amor. Ella está sonriendo, grande y luminoso, viendo al solo emerger del horizonte- El amarillo es caluroso. Provoca alegría. Es inestable, espontáneo. Es radiante. Captura tu atención, es por eso que los taxis son amarillos.

-Nunca he visto un taxi.

-Podemos escaparnos a Nueva York en verano -besa el cuello de Emerson, lentamente, moviéndose hacia su mandíbula. Ella inclina su cabeza hacia un lado, un sonido de placer escapándose de sus labios.

-¿Cómo sabes tanto sobre los colores? -pregunta tranquilamente.

-Porque tengo que hacerlo. Quiero darte cada color del arco iris. Es lo que te mereces.

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-¿Estás nervioso? -pregunta Emerson, arreglando la corbata de Harry. 


-¿Qué crees? -responde Harry tranquilamente, sujetando su mano temblante entre los dos- Estoy enloqueciendo, Emerson. 


-No te van a quitar a Lexi. Sé que normalmente gana la madre, -Emerson sacude la cabeza y concentra sus manos a la corbata- pero sólo si ella ha estado presente ¿sabes? Lexi ni siquiera sabe quién es Quinn -Emerson mira a Harry y coge su preocupada cara con sus manos- No van a mandar a Lexi con alguien que no conoce.


-Pero pueden pensar que es importante que sepa quién es su verdadera madre. 


-¿De verdad? Lexi piensa que soy su madre. ¿Van a decirle que no lo soy? -Harry se encoge de hombros. Emerson rodea los brazos alrededor de la cintura de Harry y él abraza sus hombros- Todo va a estar bien -dice en su pecho. 


-Espero que tengas razón.


Una hora y media después, Emerson y Harry se encuentran levantándose para la juez.


-Estás preciosa, por cierto -Harry le susurra a Emerson, enrollando su brazo alrededor de su cintura. Emerson sonríe y se sonroja, su mano alisando su ajustado vestido negro- ¿Crees que es una buena señal que Quinn parezca una adicta al crack? -pregunta mientras se sientan. Ambos miran hacia Quinn y su grasiento, quemado pelo blanco, su muy brillante vestido amarillo y sus botas coloreadas. Harry y Emerson se miran y asienten. 

-Me gustaría llamar primero a la señorita Emerson Withers al estrado. 

Harry aprieta la mano de Emerson y sonríe de modo tranquilizador mientras ella toma juramento.  Entonces, empiezan las preguntas.

-Señorita Withers, ¿cuál es su relación con el señor Styles? -inquiere el señor Bedford, el abogado de Quinn.

-Hemos estado saliendo desde que teníamos diecisiete -Emerson contesta con confianza.

-¿Y en qué estado estaba su relación cuando conoció a la hija del señor Styles?

-Bastante pronto. Antes de nuestro primer aniversario.

-¿Y cómo se comportó la pequeña? ¿Era tímida? ¿No le gustó? -el señor Bedford pregunta, caminando de un lado a otro intimidante enfrente del estrado.

-Al principio fue timida, por supuesto. Pero ahora... -Emerson mira a Harry. Él asiente con la cabeza- Ahora es como mi propia hija. Incluso me llama mami. 

-¿Ella cree que eres su madre? -Emerson asiente. 

-¡Perra! -exclama Quinn, la silla rugiendo mientras se levanta. Señala a Emerson con el dedo, quien a penas enarca las cejas con calma, y empieza a gritar cosas sin sentido. La juez golpea su martillo en su escritorio, pidiendo orden.

-Jovencita, si no se calma, pediré que la saquen de aquí y el caso estará cerrado -advierte la juez. El señor Bedford empuja a Quinn a su asiento, despide a Emerson y llama a Harry al estrado. Mientras se encuentran, Emerson besa la mejilla de Harry diciendo "Buena suerte", mientras él dice "Lo hiciste genial".

-Entonces, señor Styles -Bedford arrastra las palabras, después de que Harry haya jurado- ¿Cómo terminó su relación con la señorita Howard?

-Nos dejó -responde simple- Cuando Lexi tenía dos semanas, Quinn conoció a un hombre mayor y huyó con él. Ni una nota. Ni una despedida. Nada.

-Está bien, ¿y cuántos años tenía su hija cuando conoció a la señorita Withers? 

-Un año.

-¿Y permitió que la llamara mamá? ¿A creer que la señorita Withers era su madre biológica? 

-Intenté pararla -dice Harry, doblando sus manos tranquilamente en su regazo- Realmente lo hice. Pero después me di cuenta de que Emerson iba a estar alrededor mucho tiempo y decidí que estaba bien. Después, como que me di cuenta que me iba a casar con Emerson y tener mis propios hijos con ella, así que no le vi el problema -los labios de Emerson se separan y Harry le sonríe. Ella le devuelve la sonrisa.

-Mmmmmm -Bedford asiente y consiente una embarazosa pausa- ¿Y nunca esperó que la señorita Howard volviera? 

-No. Pensaba que estaría lejos, ella y su amante de cuarenta años -responde, una pequeña y triunfrante sonrisa en su cara.

-¡Sólo tenía treinta y cinco! -grita Quinn.

Harry mira a Emerson, ambos sonriendo como si hubieran ganado la guerra. Coser y cantar.

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