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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Te atreverías a conocerme?
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
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Te atreverías a conocerme?
por ~JustLiz~ Miér 20 Feb 2013, 7:50 am
Te atreverías a conocerme?
Hola. Ven esa chica de la foto? Esa soy yo. Que quien soy? No lo se. Me hago llamar Fantasy, pero...la verdad es que no lo es.
Hace un tiempo me dieron por muerta, pero lo cierto es que no morí. Volví hace poco, entre la gente que amaba y los que me rodeaban. Nadie me reconoce, pues me hago pasar por otra persona. No quiero que nadie reconozca quien soy. No quiero volver a cometer los mismos errores, y volver a ser lo que antes fui.
En los pocos días que he estado aquí, después que volví, no me he hecho notar, solo observo y escucho. Y sobre lo que he escuchado...parece ser que nadie me extraña y que a nadie nunca le importe, ni siquiera a él. Y eso me duele.
Lo que mas me duele fue haber dejado a mi criaturita de tan solo 5 meses huérfana. Si, tengo un hijo, y yo...soy una madre precoz. Pero estoy dispuesta a cuidarlo desde aquí, y así.
Mi vida fue solo una pesadilla, una pesadilla de la que nunca pude escapar, hasta ahora. Y hasta ahora me doy cuenta lo que mi existencia significaba para los demás.
Ahora soy Fantasy, o como los demás me catalogan: la chica misteriosa, y en algunos casos: la chica fantasma.
Puedo ser la chica dulce que mi madre me enseño a ser... o el demonio que tu mismo has creado.
No tengo historia, eso quedo en el pasado y en mi corazón . Soy solo esa sombra que persigue a la que antes fui....
Cuidado con lo que dices...te puedo escuchar...
~JustLiz~
Re: Te atreverías a conocerme?
por kariAC Miér 20 Feb 2013, 7:59 am
Me encanta, me he quedado sin palabras
Síguelo (:
Síguelo (:
kariAC
Re: Te atreverías a conocerme?
por Invitado Miér 20 Feb 2013, 8:34 am
wow! chica misteriosa, me encantó! seguira?
Invitado
Invitado
Re: Te atreverías a conocerme?
por ~JustLiz~ Miér 20 Feb 2013, 9:44 am
No, no seguirá. Lo siento, pero esto no es una novela. Es solo un pensamiento...una realidad. No tendrá continuación ni mucho menos. Si quieres, o quieren.. puedes tomar la idea, te la regalo. Y tu misma puedes continuar mi historia...
~JustLiz~
Re: Te atreverías a conocerme?
por Invitado Miér 20 Feb 2013, 9:48 am
Es genial, la verdad si creí que era una novela, que triste, es como yo [okno] \\, pero me gusto mucho
Invitado
Invitado
Re: Te atreverías a conocerme?
por ~JustLiz~ Sáb 09 Mar 2013, 6:14 pm
ESCÓNDETE:
El reloj me miró fijamente con sus ojos rojos, señalándome que él vendría pronto. Siempre viene a la hora de las brujas. Por supuesto que no sabía que la hora de las brujas era a las tres de la madrugada hasta que le comenté a mi amigo sobre mi merodeador nocturno. La hora de las brujas es el momento de la noche cuando Dios es más débil y todos los demonios y sirvientes del Mal vienen al mundo. Pero este hombre no es ningún diablo de tres cuernos; se ve viejo y solitario. Le tengo lástima, probablemente fuera un vagabundo sin familia ni amigos de los que hablar.
Cada noche está ahí, sentado en nuestro jardín trasero. Cada noche quiero ir a hablarle, pero no puedo juntar el valor. Sólo se sienta en el columpio de llanta y murmura algo para sí mismo. Afortunadamente no tengo árboles cerca de la ventana de mi cuarto, o lo que sea que pudiera bloquear mi visión de él. Mi amigo dice que es una trampa para atraerme afuera. Dice que un niño pequeño como yo no piensa bien tan tarde en la noche, una carnada fácil para el Príncipe de las Tinieblas.
Quizá mi amigo tiene un punto. No sobre la parte malvada, pero sí sobre la parte de que es poco seguro. El viejo puede estar loco. El no tener hogar debe traerle consecuencias a tu cuerpo.
No puedo verlo muy bien desde mi ventana, hoy dormiré, tal vez mañana por la noche vaya y compruebe si es o no peligroso.
La cama se veía tan cómoda que no pude evitar hundirme en ella. El viento estaba soplando muy fuerte afuera, llovía. Pude escuchar cómo una rama de árbol golpeaba mi ventana. Suponía que el hombre tenía frío; me preguntaba si sería lo suficientemente listo para conseguir refugio. Mis ojos se ponían extremadamente pesados, pero el golpeteo no me permitía dormir. Miré directamente a la oscuridad, cuando un escalofrío me recorrió la columna vertebral: «no tengo un árbol cerca de mi ventana».
Me quedé acostado en la cama y miré fijamente a la ventana en el otro lado de mi cuarto. No sabía qué podía ser. Hoy era noche de luna llena… ¿qué me había dicho mi amigo sobre la hora de las brujas?, ¿todos los demonios salían?, ¿y hoy era luna llena? El doble de malo.
Las sombras en mi habitación comenzaron a juntarse alrededor de mi cama. Un pensamiento pasó por mi mente… sombras. Miré por la ventana. Ahí, a través de la cortina, distinguía la silueta de un hombre. Un nuevo miedo me recorrió, uno que no era tan ridículo como las criaturas de la noche. El hombre demente que estaba afuera, quizá sí era el Príncipe de las Tinieblas después de todo, como había dicho mi amigo… No, me estaba comportando como un niño de seis años en lugar de como el adolescente que era. La razón volvió a mí. Probablemente sólo quería refugiarse del clima y me vio a través de la ventana, así que se trepó al costado de la casa para llamar mi atención.
Pero mi corazón latía fuera de control, su ritmo era un completo caos. Aunque el miedo me tenía paralizado, necesitaba saber qué estaba del otro lado de la cortina. Una lucha entre la supervivencia y la curiosidad se desató en mí. La supervivencia ganó. Me tapé completamente con las cobijas y recé con todo mi corazón. Pedí por una señal que me indicara que iba a sobrevivir la noche. Dios me dejó saber que estaba escuchándome haciendo un sonido de golpeteo en la puerta de mi pieza. Un ritmo lento, en un tiempo constante. No se aceleraba o se debilitaba. Me senté y escuché por unos minutos… Luego paró.
Un nuevo ruido comenzó, no tan rítmico como los dos anteriores. Era el sonido de alguien caminando, alguien que estaba cada vez más apurado, alguien que estaba en mi cuarto. Los pasos se detuvieron en el borde de mi cama y sentí cómo dos ojos perforaban la parte de atrás de mi cabeza. Pude escuchar gotas cayendo al piso, oler la mugre de sus zapatos. Sentí su respiración en mi nuca, y escuché una voz profunda, quizá muchas voces hablando juntas: «Ven conmigo».
No quería moverme. Solamente quería esconderme en mis cobijas hasta que se fuera. Entonces él, o ellos, dijeron las palabras que cambiarían por siempre mi vida: «No somos de quienes tienes que esconderte, pero si te quedas acá, ellos podrán encontrarte». El uso del plural viniendo de este hombre me asustó y confundió. Tenía tantas preguntas, pero primero debía enfrentarme a mis temores, y seguir a esta cosa.
Me levanté de mi cama y volteé hacia al hombre; me miró a los ojos, no, miró a través de mis ojos. De nuevo las voces hablaron, «No nos temas, te mostraremos. Síguenos». Con eso, el hombre se arrojó por la ventana. Me sentí obligado a seguirlo. Cerré mis ojos, y fui tras él.
Tres pisos es una larga caída para alguien de mi tamaño. Mientras el suelo se acercaba, esperaba descender más y más lento hasta caer perfectamente parado. Esperaba que el hombre estirara sus brazos y me atrapara. Esperaba que algo mágico pasara… el sonido de mis huesos quebrándose contra el suelo, no era lo que esperaba.
Me quedé ahí, con la espalda contra el suelo. Podía sentir la sangre saliendo de mi cabeza y goteando por mi oído, mi visión nublándose.
Miré una figura parada frente a mí. Las voces me dijeron sus últimas palabras: «Ésta era la forma menos dolorosa de ayudarte, por favor perdónanos. El único lugar donde realmente puedes esconderte sin nunca ser encontrado, es la muerte».
El reloj me miró fijamente con sus ojos rojos, señalándome que él vendría pronto. Siempre viene a la hora de las brujas. Por supuesto que no sabía que la hora de las brujas era a las tres de la madrugada hasta que le comenté a mi amigo sobre mi merodeador nocturno. La hora de las brujas es el momento de la noche cuando Dios es más débil y todos los demonios y sirvientes del Mal vienen al mundo. Pero este hombre no es ningún diablo de tres cuernos; se ve viejo y solitario. Le tengo lástima, probablemente fuera un vagabundo sin familia ni amigos de los que hablar.
Cada noche está ahí, sentado en nuestro jardín trasero. Cada noche quiero ir a hablarle, pero no puedo juntar el valor. Sólo se sienta en el columpio de llanta y murmura algo para sí mismo. Afortunadamente no tengo árboles cerca de la ventana de mi cuarto, o lo que sea que pudiera bloquear mi visión de él. Mi amigo dice que es una trampa para atraerme afuera. Dice que un niño pequeño como yo no piensa bien tan tarde en la noche, una carnada fácil para el Príncipe de las Tinieblas.
Quizá mi amigo tiene un punto. No sobre la parte malvada, pero sí sobre la parte de que es poco seguro. El viejo puede estar loco. El no tener hogar debe traerle consecuencias a tu cuerpo.
No puedo verlo muy bien desde mi ventana, hoy dormiré, tal vez mañana por la noche vaya y compruebe si es o no peligroso.
La cama se veía tan cómoda que no pude evitar hundirme en ella. El viento estaba soplando muy fuerte afuera, llovía. Pude escuchar cómo una rama de árbol golpeaba mi ventana. Suponía que el hombre tenía frío; me preguntaba si sería lo suficientemente listo para conseguir refugio. Mis ojos se ponían extremadamente pesados, pero el golpeteo no me permitía dormir. Miré directamente a la oscuridad, cuando un escalofrío me recorrió la columna vertebral: «no tengo un árbol cerca de mi ventana».
Me quedé acostado en la cama y miré fijamente a la ventana en el otro lado de mi cuarto. No sabía qué podía ser. Hoy era noche de luna llena… ¿qué me había dicho mi amigo sobre la hora de las brujas?, ¿todos los demonios salían?, ¿y hoy era luna llena? El doble de malo.
Las sombras en mi habitación comenzaron a juntarse alrededor de mi cama. Un pensamiento pasó por mi mente… sombras. Miré por la ventana. Ahí, a través de la cortina, distinguía la silueta de un hombre. Un nuevo miedo me recorrió, uno que no era tan ridículo como las criaturas de la noche. El hombre demente que estaba afuera, quizá sí era el Príncipe de las Tinieblas después de todo, como había dicho mi amigo… No, me estaba comportando como un niño de seis años en lugar de como el adolescente que era. La razón volvió a mí. Probablemente sólo quería refugiarse del clima y me vio a través de la ventana, así que se trepó al costado de la casa para llamar mi atención.
Pero mi corazón latía fuera de control, su ritmo era un completo caos. Aunque el miedo me tenía paralizado, necesitaba saber qué estaba del otro lado de la cortina. Una lucha entre la supervivencia y la curiosidad se desató en mí. La supervivencia ganó. Me tapé completamente con las cobijas y recé con todo mi corazón. Pedí por una señal que me indicara que iba a sobrevivir la noche. Dios me dejó saber que estaba escuchándome haciendo un sonido de golpeteo en la puerta de mi pieza. Un ritmo lento, en un tiempo constante. No se aceleraba o se debilitaba. Me senté y escuché por unos minutos… Luego paró.
Un nuevo ruido comenzó, no tan rítmico como los dos anteriores. Era el sonido de alguien caminando, alguien que estaba cada vez más apurado, alguien que estaba en mi cuarto. Los pasos se detuvieron en el borde de mi cama y sentí cómo dos ojos perforaban la parte de atrás de mi cabeza. Pude escuchar gotas cayendo al piso, oler la mugre de sus zapatos. Sentí su respiración en mi nuca, y escuché una voz profunda, quizá muchas voces hablando juntas: «Ven conmigo».
No quería moverme. Solamente quería esconderme en mis cobijas hasta que se fuera. Entonces él, o ellos, dijeron las palabras que cambiarían por siempre mi vida: «No somos de quienes tienes que esconderte, pero si te quedas acá, ellos podrán encontrarte». El uso del plural viniendo de este hombre me asustó y confundió. Tenía tantas preguntas, pero primero debía enfrentarme a mis temores, y seguir a esta cosa.
Me levanté de mi cama y volteé hacia al hombre; me miró a los ojos, no, miró a través de mis ojos. De nuevo las voces hablaron, «No nos temas, te mostraremos. Síguenos». Con eso, el hombre se arrojó por la ventana. Me sentí obligado a seguirlo. Cerré mis ojos, y fui tras él.
Tres pisos es una larga caída para alguien de mi tamaño. Mientras el suelo se acercaba, esperaba descender más y más lento hasta caer perfectamente parado. Esperaba que el hombre estirara sus brazos y me atrapara. Esperaba que algo mágico pasara… el sonido de mis huesos quebrándose contra el suelo, no era lo que esperaba.
Me quedé ahí, con la espalda contra el suelo. Podía sentir la sangre saliendo de mi cabeza y goteando por mi oído, mi visión nublándose.
Miré una figura parada frente a mí. Las voces me dijeron sus últimas palabras: «Ésta era la forma menos dolorosa de ayudarte, por favor perdónanos. El único lugar donde realmente puedes esconderte sin nunca ser encontrado, es la muerte».
~JustLiz~
Re: Te atreverías a conocerme?
por Scarlett Devine Vie 19 Abr 2013, 9:40 am
La ame!!!Quiero saber más!Quiero leer más!Siguela pronto.
Scarlett Devine
Re: Te atreverías a conocerme?
por ~JustLiz~ Vie 14 Jun 2013, 8:13 pm
NO ERA UNa NIÑA...:
Tengo miedo, son muy similares pero estas no son nuestras casas, este no es nuestro barrio, maldición ¿Como llegue a este lugar? es igual a donde vivo pero definitivamente no estoy en casa, todo esta muerto, gris, cubierto por una espesa y fría niebla, ni un alma recorre las calles, ni una sola persona, y lo mas aterrador, no hay siquiera insectos recorriendo las zonas pasto, no hay pájaros regalandome un canto relajador que me haga poner los pies sobre la tierra…No hay nadie, no hay nada, los edificios que he visto tantas veces hasta el punto de tenerlos todos memorizados permanecen en su lugar, pero hay una barrera rodeándolos, no puedo entrar en contacto con las ventanas o con los picaportes, siento que toco algo pero no es algo que pueda mover, “algo” entre el picaporte y mi mano, una “fuerza” amoldada a la forma del picaporte que lo aísla del exterior…O simplemente lo aísla de mi.
No puedo romper las ventanas arrojándoles cosas, al impactar todo rebota, y ni siquiera suena como si los objetos chocaran contra las ventanas, solo…Son repelidos antes de impactar. Ya no se que hacer, tengo miedo y me estoy desesperando, hay algo ahí afuera, lo escucho, y no es algo que haya escuchado antes y hasta creo que si estuviera en casa -o en su defecto, mis cabales- jamas hubiera tenido la posibilidad de escuchar…¿Posibilidad? No, esa palabra es muy vacía, no lo describe bien…Una desgracia, si, eso es, cualquiera que se viera a si mismo en mi situación, con sus oídos siendo perturbados por una respiración morbosa, gruñona, ronca, y que al parecer se esta acercando a su posición, sin siquiera una remota señal de vida humana a su alrededor, no podría llamarse a si mismo mas que un pobre desgraciado…
Lo ultimo que hice fue cruzar la puerta de mi casa para entrar, pero me encontré saliendo de la misma y entrando en esta especie de ciudad idéntica a la mia, es ridículo, y es inmensa la ira que recorre mis venas pues estaba en medio de un apuro, necesitaba liberar a mi amigo, Marcos, de su casa, me llamo desesperado al celular alegando que no podía salir de su casa, que nadie iba a rescatarle, nadie sabia de su situación, y yo que no me chupo el dedo entendí la gravedad del asunto solo con escuchar su voz temblorosa, el no es así, el nunca le ha tenido miedo a algo, menos a la simple soledad o al aislamiento, es alguien muy fuerte mentalmente, pero el, el que siempre ha sido mi ejemplo a seguir, estaba…..no, aun no puedo asimilarlo. Pero al menos en mi caso, era algo nuevo de ver…Y quizá, solo quizá, ahora entienda un poco su inquietud al hablar.
Como todo buen amigo fui a su rescate, el me había confiado una copia de sus llaves por si alguna vez hacia falta que lo deje en su casa después de una borrachera o para simplemente situaciones de emergencia como estas. El caso es que, cuando llegue a su casa, ¡la puta llave no entraba! mejor dicho, no giraba. Pero podría escucharlo, el me hablaba desde el interior de la casa pero no podía entenderle del todo, es como cuando quieres oír lo que te dice alguien que te habla en una discoteca, había mucho ruido de fondo, como si unos parlantes estuvieran emitiendo un sonido mudo, a muy alto volumen, pero sin que se pueda escuchar nada, era el simple sonido de algo vibrando muy fuerte, y no tengo otra forma de explicarlo que esa, lo que es seguro es que algo pasaba ahí dentro, y Marcos me estaba gritando de una forma por demás desesperada.
Como no logre comunicarme de manera optima con el, decidí que iba a tirar la puerta abajo, no iba a representar mayor problema y los gastos de reparación tampoco eran algo que me preocupase, después de todo son gastos asumibles en una situación de aislamiento total y accidental. Embesti la puerta con todas mis fuerzas, la patee, le di puñetazos, intente romper el picaporte y la cerradura pero nada funcionaba, la puerta ni siquiera se movía, como si en ningún momento algo hubiera chocado contra la misma, ni siquiera sonaba cuando la golpeaba, realmente sentía que algo raro y muy malo estaba pasando.
Finalmente decidí dar media vuelta para meterme en mi auto e ir a buscar a mi casa algo que me ayude a destrozar esa maldita puerta, cuando finalmente logre escuchar con exaltación esas únicas y estruendosas palabras desde dentro de la casa : “¡No te voltees!” Pero aparentemente ya era tarde, pues ya le había dado la espalda, mas apenas atine a volver sobre mis pasos para volver a la puerta de la casa y ver si escuchaba algo mas cuando un grito espeluznante proveniente de la hermética casa me destrozo los tímpanos y retumbó en toda la cuadra, filtrando dentro de mi un terror que jamas había sentido, acrecentando mi nerviosismo aun mas, obligándome a irme hacia atrás por puro reflejo.
Realmente sentí muy dentro de mi que quizá había algo en la casa, que el miedo que notaba en su voz se debía a eso, pero yo nunca creí en esas cosas -a pesar de que el siempre me insistió en que esas cosas eran reales, cada tanto me comentaba sus vivencias de carácter paranormal- así que decidí irme en el auto lo mas rápido posible para así volver cuanto antes y liberarlo de su hogareña prisión, no sin antes prometerle que volvería por el, sin importar que, iba a sacarlo de ahí.
Y el resto ya es historia, cruzo una puerta de lo mas normal y acabo metido en un mundo tan gris como muerto, escribiendo notas en mi celular por si al menos logro hacérselo llegar a Marcos o a alguien a quien le sean de ayuda los detalles de lo que estoy pasando, aunque claro, aquí no hay siquiera un maniquí a quien usar de amigo imaginario. Lo único que me dice que de este lado del charco la cosa no esta mas vacía que el corazón de un político es ese maldito ruido, esa puta “cosa” merodea en las inmediaciones, nunca logro alejarme de esta criatura, sea lo que sea, y me aterra demasiado, la ciudad esta tan vacía y muerta pero el aire esta saturado de los ruidos provenientes de aquello, haciendo de mis oídos un verdadero manantial se temores, empapando mi cuerpo con ese instintivo y pesado sentir que a mi entender vaticinaba que las cosas no iban a salir del todo bien.
Pero debo sobreponerme al miedo que me invade y encontrar mi camino, necesito encontrar a Marcos, la sensación de ser una presa a punto de morir puede esperar, necesito corroborar si de este lado su puerta se abre o no, necesito averiguar de que manera interactua esa casa con el exterior en este lugar, tengo que recoger información, sino no podremos salir ninguno de los 2, aunque Marcos ya debe tener algo en mente, es muy inteligente a pesar de las pintas que lleva, solo espero que todo esto no sea cosa suya, o mas bien, cagada suya.
En fin, se que voy encaminado, estoy cortando camino por la plaza donde nos juntamos siempre a jugar al fútbol, la niebla es especialmente tétrica por estos lares, realmente no le queda bi
¿Que mierda es esto? La plaza…esta llena de vida, pero no la vida que me gustaria presenciar, hay…Unas criaturas…no conozco otra palabra para describirlos que no sea “monstruos”, no son animales, eso seguro, y es que ademas vagan sin rumbo, solo caminan y van de un lado para el otro, se ignoran entre ellos, me ignoran a mi, o al menos no parecen notarme, no me han olido ni han volteado a verme, tengo la impresión de que no me salvaría trepandome a un árbol o corriendo tan rápido y lejos como mis piernas me lo permitan…Estas bestias…¿Mierda pero donde carajo me he metido? ¿De donde han salido estos bichos?
Son mas altos que yo, diría que 2 metros y medio, caminan en cuatro patas, lo que me hace quedar mas atontao con su estatura, no tienen pelo, son puro musculo y cuero, se ven poderosos, mas no veo señales de garras, no poseen cola y sus cabezas son de lo mas raro que he visto en mi vida, no tienen orejas…
Virgen del amor hermoso…Me ha mirado, una de esas cosas ha volteado a verme.
No tiene ojos joder, ni cuencas donde tenerlos, solo piel ¿Que puta mierda es esta? Esa boca, es enorme, pero esta cerrada, no logro apreciar que clase de dentadura poseen estas bestias, y la verdad no quiero quedarme a averiguarlo….No quiero siquiera estar cerca de esta cosa cuando su boca se abra, me largo de este lugar ahora mismo.
Las bestias parecen darse cuenta de mi presencia mientras corro, voltean a mirarme pero no hay señales de que me huelan, de hecho ni nariz tienen, pero esos rugidos, parece que se estuvieran comunicando, y entre mas corro mas los escucho, es como si se prepararan para el ataque, como si estuvieran irritados…Pero se pueden ir a freír espárragos, yo saldre de esta plaza y me reunirme con Marcos, tendrán que descuartizarme estas bestias del demonio.
Por fin, por fin estoy aquí, afortunadamente ninguna bestia atino a perseguirme todo el camino hasta la casa de Marcos, la cuadra luce tal y como siempre, el kiosko de la esquina, solo que muerto, muerto como toda esta puta ciudad, las risas alegres de los hijos de Doña Julieta no están para llenar de luz y juventud este sucio pero acogedor barrio, no esta Don Horacio para contarnos como le fue en las apuestas, no hay nadie, no hay nada, las casas están como siempre, la cuadra esta en orden, dentro de lo caótico y desgarradoramente árido que resulta este mundo.
Todo estaba en su lugar, todo, menos una cosa…
Una chiquilla, una joven chica parada en la puerta de la casa de Marcos, quieta como si ni siquiera fuera humana ¿Sera un maniquí? La acabo de llamar pero no responder, es mejor que me acerque.
….Se esta dando vuelta…
Los murmullos de las bestias vuelven a cobrar fuerza mientras me invade una triste y desesperante sensación de que lo ultimo que vere sera la cara de esa…
No, eso no es una niña….
_________________________________________________________________________________________________________________________________________
Sentado a los pies de la cama, bloqueando la puerta para que nadie entre, Marcos se encuentra temblando repasando de nuevo las notas que ha ido escribiendo su amigo en su celular, celular que encontró en el piso, junto a la puerta de entrada de la casa, alguien lo había entrado, ese “algo” que lo tenia confinado en esa casa oscura y húmeda estaba jugando con el, intentando quizá arrebatarle el ultimo atisbo de cordura que le quedaba.
Mientras tanto, Marcos siente en la espalda la puerta de su cuarto siendo azotada freneticamente por una fuerza sobrehumana, al otro lado, hay algo queriendo entrar…
- Te lo dije, estúpido, no tenias que darte vuelta…
To be continued.
Tengo miedo, son muy similares pero estas no son nuestras casas, este no es nuestro barrio, maldición ¿Como llegue a este lugar? es igual a donde vivo pero definitivamente no estoy en casa, todo esta muerto, gris, cubierto por una espesa y fría niebla, ni un alma recorre las calles, ni una sola persona, y lo mas aterrador, no hay siquiera insectos recorriendo las zonas pasto, no hay pájaros regalandome un canto relajador que me haga poner los pies sobre la tierra…No hay nadie, no hay nada, los edificios que he visto tantas veces hasta el punto de tenerlos todos memorizados permanecen en su lugar, pero hay una barrera rodeándolos, no puedo entrar en contacto con las ventanas o con los picaportes, siento que toco algo pero no es algo que pueda mover, “algo” entre el picaporte y mi mano, una “fuerza” amoldada a la forma del picaporte que lo aísla del exterior…O simplemente lo aísla de mi.
No puedo romper las ventanas arrojándoles cosas, al impactar todo rebota, y ni siquiera suena como si los objetos chocaran contra las ventanas, solo…Son repelidos antes de impactar. Ya no se que hacer, tengo miedo y me estoy desesperando, hay algo ahí afuera, lo escucho, y no es algo que haya escuchado antes y hasta creo que si estuviera en casa -o en su defecto, mis cabales- jamas hubiera tenido la posibilidad de escuchar…¿Posibilidad? No, esa palabra es muy vacía, no lo describe bien…Una desgracia, si, eso es, cualquiera que se viera a si mismo en mi situación, con sus oídos siendo perturbados por una respiración morbosa, gruñona, ronca, y que al parecer se esta acercando a su posición, sin siquiera una remota señal de vida humana a su alrededor, no podría llamarse a si mismo mas que un pobre desgraciado…
Lo ultimo que hice fue cruzar la puerta de mi casa para entrar, pero me encontré saliendo de la misma y entrando en esta especie de ciudad idéntica a la mia, es ridículo, y es inmensa la ira que recorre mis venas pues estaba en medio de un apuro, necesitaba liberar a mi amigo, Marcos, de su casa, me llamo desesperado al celular alegando que no podía salir de su casa, que nadie iba a rescatarle, nadie sabia de su situación, y yo que no me chupo el dedo entendí la gravedad del asunto solo con escuchar su voz temblorosa, el no es así, el nunca le ha tenido miedo a algo, menos a la simple soledad o al aislamiento, es alguien muy fuerte mentalmente, pero el, el que siempre ha sido mi ejemplo a seguir, estaba…..no, aun no puedo asimilarlo. Pero al menos en mi caso, era algo nuevo de ver…Y quizá, solo quizá, ahora entienda un poco su inquietud al hablar.
Como todo buen amigo fui a su rescate, el me había confiado una copia de sus llaves por si alguna vez hacia falta que lo deje en su casa después de una borrachera o para simplemente situaciones de emergencia como estas. El caso es que, cuando llegue a su casa, ¡la puta llave no entraba! mejor dicho, no giraba. Pero podría escucharlo, el me hablaba desde el interior de la casa pero no podía entenderle del todo, es como cuando quieres oír lo que te dice alguien que te habla en una discoteca, había mucho ruido de fondo, como si unos parlantes estuvieran emitiendo un sonido mudo, a muy alto volumen, pero sin que se pueda escuchar nada, era el simple sonido de algo vibrando muy fuerte, y no tengo otra forma de explicarlo que esa, lo que es seguro es que algo pasaba ahí dentro, y Marcos me estaba gritando de una forma por demás desesperada.
Como no logre comunicarme de manera optima con el, decidí que iba a tirar la puerta abajo, no iba a representar mayor problema y los gastos de reparación tampoco eran algo que me preocupase, después de todo son gastos asumibles en una situación de aislamiento total y accidental. Embesti la puerta con todas mis fuerzas, la patee, le di puñetazos, intente romper el picaporte y la cerradura pero nada funcionaba, la puerta ni siquiera se movía, como si en ningún momento algo hubiera chocado contra la misma, ni siquiera sonaba cuando la golpeaba, realmente sentía que algo raro y muy malo estaba pasando.
Finalmente decidí dar media vuelta para meterme en mi auto e ir a buscar a mi casa algo que me ayude a destrozar esa maldita puerta, cuando finalmente logre escuchar con exaltación esas únicas y estruendosas palabras desde dentro de la casa : “¡No te voltees!” Pero aparentemente ya era tarde, pues ya le había dado la espalda, mas apenas atine a volver sobre mis pasos para volver a la puerta de la casa y ver si escuchaba algo mas cuando un grito espeluznante proveniente de la hermética casa me destrozo los tímpanos y retumbó en toda la cuadra, filtrando dentro de mi un terror que jamas había sentido, acrecentando mi nerviosismo aun mas, obligándome a irme hacia atrás por puro reflejo.
Realmente sentí muy dentro de mi que quizá había algo en la casa, que el miedo que notaba en su voz se debía a eso, pero yo nunca creí en esas cosas -a pesar de que el siempre me insistió en que esas cosas eran reales, cada tanto me comentaba sus vivencias de carácter paranormal- así que decidí irme en el auto lo mas rápido posible para así volver cuanto antes y liberarlo de su hogareña prisión, no sin antes prometerle que volvería por el, sin importar que, iba a sacarlo de ahí.
Y el resto ya es historia, cruzo una puerta de lo mas normal y acabo metido en un mundo tan gris como muerto, escribiendo notas en mi celular por si al menos logro hacérselo llegar a Marcos o a alguien a quien le sean de ayuda los detalles de lo que estoy pasando, aunque claro, aquí no hay siquiera un maniquí a quien usar de amigo imaginario. Lo único que me dice que de este lado del charco la cosa no esta mas vacía que el corazón de un político es ese maldito ruido, esa puta “cosa” merodea en las inmediaciones, nunca logro alejarme de esta criatura, sea lo que sea, y me aterra demasiado, la ciudad esta tan vacía y muerta pero el aire esta saturado de los ruidos provenientes de aquello, haciendo de mis oídos un verdadero manantial se temores, empapando mi cuerpo con ese instintivo y pesado sentir que a mi entender vaticinaba que las cosas no iban a salir del todo bien.
Pero debo sobreponerme al miedo que me invade y encontrar mi camino, necesito encontrar a Marcos, la sensación de ser una presa a punto de morir puede esperar, necesito corroborar si de este lado su puerta se abre o no, necesito averiguar de que manera interactua esa casa con el exterior en este lugar, tengo que recoger información, sino no podremos salir ninguno de los 2, aunque Marcos ya debe tener algo en mente, es muy inteligente a pesar de las pintas que lleva, solo espero que todo esto no sea cosa suya, o mas bien, cagada suya.
En fin, se que voy encaminado, estoy cortando camino por la plaza donde nos juntamos siempre a jugar al fútbol, la niebla es especialmente tétrica por estos lares, realmente no le queda bi
¿Que mierda es esto? La plaza…esta llena de vida, pero no la vida que me gustaria presenciar, hay…Unas criaturas…no conozco otra palabra para describirlos que no sea “monstruos”, no son animales, eso seguro, y es que ademas vagan sin rumbo, solo caminan y van de un lado para el otro, se ignoran entre ellos, me ignoran a mi, o al menos no parecen notarme, no me han olido ni han volteado a verme, tengo la impresión de que no me salvaría trepandome a un árbol o corriendo tan rápido y lejos como mis piernas me lo permitan…Estas bestias…¿Mierda pero donde carajo me he metido? ¿De donde han salido estos bichos?
Son mas altos que yo, diría que 2 metros y medio, caminan en cuatro patas, lo que me hace quedar mas atontao con su estatura, no tienen pelo, son puro musculo y cuero, se ven poderosos, mas no veo señales de garras, no poseen cola y sus cabezas son de lo mas raro que he visto en mi vida, no tienen orejas…
Virgen del amor hermoso…Me ha mirado, una de esas cosas ha volteado a verme.
No tiene ojos joder, ni cuencas donde tenerlos, solo piel ¿Que puta mierda es esta? Esa boca, es enorme, pero esta cerrada, no logro apreciar que clase de dentadura poseen estas bestias, y la verdad no quiero quedarme a averiguarlo….No quiero siquiera estar cerca de esta cosa cuando su boca se abra, me largo de este lugar ahora mismo.
Las bestias parecen darse cuenta de mi presencia mientras corro, voltean a mirarme pero no hay señales de que me huelan, de hecho ni nariz tienen, pero esos rugidos, parece que se estuvieran comunicando, y entre mas corro mas los escucho, es como si se prepararan para el ataque, como si estuvieran irritados…Pero se pueden ir a freír espárragos, yo saldre de esta plaza y me reunirme con Marcos, tendrán que descuartizarme estas bestias del demonio.
Por fin, por fin estoy aquí, afortunadamente ninguna bestia atino a perseguirme todo el camino hasta la casa de Marcos, la cuadra luce tal y como siempre, el kiosko de la esquina, solo que muerto, muerto como toda esta puta ciudad, las risas alegres de los hijos de Doña Julieta no están para llenar de luz y juventud este sucio pero acogedor barrio, no esta Don Horacio para contarnos como le fue en las apuestas, no hay nadie, no hay nada, las casas están como siempre, la cuadra esta en orden, dentro de lo caótico y desgarradoramente árido que resulta este mundo.
Todo estaba en su lugar, todo, menos una cosa…
Una chiquilla, una joven chica parada en la puerta de la casa de Marcos, quieta como si ni siquiera fuera humana ¿Sera un maniquí? La acabo de llamar pero no responder, es mejor que me acerque.
….Se esta dando vuelta…
Los murmullos de las bestias vuelven a cobrar fuerza mientras me invade una triste y desesperante sensación de que lo ultimo que vere sera la cara de esa…
No, eso no es una niña….
_________________________________________________________________________________________________________________________________________
Sentado a los pies de la cama, bloqueando la puerta para que nadie entre, Marcos se encuentra temblando repasando de nuevo las notas que ha ido escribiendo su amigo en su celular, celular que encontró en el piso, junto a la puerta de entrada de la casa, alguien lo había entrado, ese “algo” que lo tenia confinado en esa casa oscura y húmeda estaba jugando con el, intentando quizá arrebatarle el ultimo atisbo de cordura que le quedaba.
Mientras tanto, Marcos siente en la espalda la puerta de su cuarto siendo azotada freneticamente por una fuerza sobrehumana, al otro lado, hay algo queriendo entrar…
- Te lo dije, estúpido, no tenias que darte vuelta…
To be continued.
~JustLiz~
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