¿HUSBAND FOR CONTRACT ? - HARRY STYLES (TERMINADA) adaptada

BUENO EMPECEMOS
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
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SIGUELA

JEEP PASE DE PAGINA : )

continua!!!!

Capítulo siete

Todos en mi contra.



—¡Ni siquiera eres útil para abrir la puerta! —grité mientras caminaba hacia la entrada en donde el timbre sonaba con insistencia. No hablaba desde hace tres días con ella, luego del incidente del almuerzo no nos dirigimos ni una palabra. Bueno, yo sí en realidad y lo poco que le decía eran insultos o quejas mientras que ella se dedicaba a ignorarme. Al abrir la puerta me llevé una increíble y grata sorpresa—. ¿Gemma?
—¡Hazz! —mi hermana se me tiró encima provocando que ambos cayéramos al suelo ella encima mio mientras ambos reíamos. Gemma se había ido hacía como tres meses a estudiar no se qué cosa a España y no estaba enterado de que había vuelto.
—Lo que faltaba —oí su voz. Luego de dos días enteros de silencio habló. Gemma y yo nos pusimos de pie mientras mi hermana miraba a ____________ sin comprender. Al parecer Gemma no mira las noticias.
—Hazz, ¿quién es ella? —preguntó mi hermana. __________ rió con amargura y luego subió las escaleras con un vaso de agua en la mano. Así habían sido todos los malditos días, solo que con la diferencia de que no me hablaba y ahora dijo tres palabras. Suspiré e invité a Gemma a pasar al living y sentarse mientras oía como la loquita de ____________ encendía su estéreo y ponía al máximo sweet child o' mine. Era una maldita cínica.
—No sabía que habías vuelto de España —comenté entre alegre y sorprendido mientras ambos nos dejabamos caer en el sofá.
—Llegué hace dos días. No dejé que mamá te dijera nada así te daba una sorpresa y al parecer te sorprendí bastante —habló elevando ambas cejas exageradamente—. ¿Es tu novia?
—Mi.. esposa —murmuré con mala cara. Gemma rió y me miró divertida.
—Espera, oí cualquier cosa. ¿Quién es?
—Mi esposa, Gemma. Es mi maldita esposa —mi hermana me miró durante unos segundos sin expresión alguna en el rostro y luego frunció el ceño.
—No bromees, Harold.
—No estoy bromeando Gemma —dije algo molesto por la conversación.
—¿La amas?
—¡Claro que no! —contesté irritado—. ¡Es una fanática loca que me hizo firmar un acta de matrimonio en una firma de autógrafos. Fuimos a juicio y el juez nos obligó a pasar cuatro meses como una pareja y si los pasábamos bien quizás me daba el divorcio! ¡ESTA LOCA! —grité las últimas dos palabras para que ella pudiera oírme pero con la música tan fuerte sería imposible.
—Espera.. ¿qué? ¿Cómo que te hizo firmar el acta engañado?
—Sí Gemma, lo que oíste —contesté malhumorado mientras enfocaba mi vista en la televisión. Oí la risa de mi hermana y la miré con el ceño fruncido—. No le encuentro lo divertido.
—¡Era hora de que alguien te bajara a la tierra, Harry Styles! —la miré boquiabierto sin emitir ningún sonido. ¡Era mi hermana! ¡Se suponía que debía defenderme y decir que _______ estaba loca y que haría todo lo posible para alejarme de esa trastornada! ¡Estan todos en mi contra!—. Iré a conocerla, ya me cae bien —se puso de pie y subió las escaleras emocionada. Esto tenía que ser una broma. ¿Qué tanto podría mi hermana hablar con la loca? Dudé unos segundos pero luego subí las escaleras decidido a espiarlas. Escuchar cada palabra que mi hermana le dijera a esa trastornada esperando que la amenazara o algo así para que se fuera y me dejara en paz. La puerta estaba cerrada así que me acerqué y pegué mi oreja para intentar oír algo..
—No te había reconocido, Gemma —habló __________ simpática. Claro, ahora es simpática con mi hermana. ¿Han notado que es un ángel cuando gente de mi círculo de conocidos anda cerca pero cuando estamos solos es una pesadilla? ¿Tendrá antecedentes penales? Quizás salió de un manicomio.
—No te preocupes, linda. Fue muy ingeniosa la trampa que le tendiste a mi hermano —¡Genial! Como si no fuera suficiente tener a __________ en mi contra ahora tenía a mi hermana tambien en el otro equipo junto con todos mis amigos que la defendían a capa y espada. Risas, risas, risas, algunas palabras que no logré oír y luego mi hermana habló—. Todos estábamos de acuerdo en que a Harry le hacía falta un buen ajuste de tuercas y déjame decirte que tu eres la llave inglesa perfecta para eso —suficiente. Me alejé de la puerta y caminé enojado hacia abajo. ¡Puso a mi hermana en mi contra! ¡Usó sus poderes de encanto y convencimiento con mi hermana! Es una maldita bruja, de seguro instaló en la habitación un cuartel secreto donde tiene muñecos vudú y velas negras. Saqué mi celular del bolsillo y marqué su número.
—Al fin te dignas a dar señales de vida, Hazza —oí su voz del otro lado.
—Sí, lo siento Cara. Ya sabes, he estado algo ocupado estos días.
—Sí, lo imagino. Ahora casado no quiero ni pensar lo que debe ser tu vida.. súper ocupada.
—Te enteraste.. —dije mientras me dejaba caer en el sofá.
—Se ha enterado todo el planeta, Harry —Harry. Cara nunca me decía Harry a no ser que las cosas estuvieran mal. Y sí, lo estaban. Yo estaba casado y estaba llamándola.. eso no podía ser bueno.
—Lo siento Cara, sabes que no me casé intencionalmente. Ni siquiera la conozco. Bueno sí, vivimos juntos pero no se nada de ella, sólo su nombre y que está completamente demente.
—¿Para que me llamas, Harry? —suspiré rogándole al cielo una oportunidad.
—Tenía la esperanza de poder verte, no lo sé. Salir a cenar o algo.. te extraño —mentí. Necesitaba estar con alguien, sólo eso. A las únicas mujeres que puedo extrañar son a mi abuela, mi madre y mi hermana. Y como la última acaba clavarme un puñal por la espalda haciéndose amiga de la loca, entonces diré que sólo puedo extrañar a dos personas. Mi madre y mi abuela.
—¿Me extrañas? —rió—. ¿Tú me extrañas? Deja de mentir, Harry.
—Es enserio, Cara. Te extraño.. vamos, sólo esta noche. Será mi manera de decir perdón por todo este tiempo en que no me contacté contigo.
—No lo sé, Harry —mierda, ¿desde cuando era tan difícil de convencer?
—Por favor.. vamos a divertirnos —hablé con un tono de perversión en la voz. Volvió a reír y luego suspiro.. risa y suspiro, eso significaba que..
—Está bien, Hazza —bien hecho Hazza, nadie puede resistirse a tus encantos.
—Bueno, ¿te parece en mi departamento a las 8?
—¿En tu departamento? ¿No estará tu esposa? —dijo 'esposa' con un tono de voz lleno de rabia.
—¿Y eso qué? No molestará, haremos como si ella no estuviera aquí. ¿Qué dices?
—Bien, estaré allí a las ocho.
—Excelente, te veo Car. Adiós —colgué y fijé mi vista en la televisión.
—Estás a punto de cometer un grave error, Harold —la voz de mi hermana en mi oído me asustó haciendo que diera un respingo y la mirara enojado.
—¿Qué es lo que sucede contigo? Casi me matas de un susto, Gemma —me miró enojada y se cruzó de brazos.
—Espero que se te arruinen los planes esta noche.
—Lo dudo, todo está perfectamente arreglado. Cara vendrá a cenar y luego bueno.. quizás miremos una película —hablé tranquilo sin quitar la vista de la televisión. Mi hermana se paró delante mio y me señaló con su delgado dedo índice.
—Escucha Harry, la chica que está allá arriba es una gran persona. Es justamente la persona que necesitas en tu vida para que te baje de esa nube de egocentrismo y narcisismo en la que vives. Te recomendaría que la valores más.
—Es una fan loca que me obligó a casarme con ella, Gemma. Nunca la respetaré, nunca la querré, nunca voy a aceptarla. Ya no puedo esperar para que estos cuatro meses se pasen y el juez me de el divorcio.
—Vas a cometer un gran error, Harry. Recuerda lo que te dice tu hermana mayor —habló mientras caminaba hacia la puerta—. Luego no digas que no te avisé —y se fue. Bah, bobadas.
—La llave inglesa perfecta, sí claro —murmuré molesto mientras volvía a concentrarme en la tv y pensaba que podría pedir de comida para esta noche.

***

—Así que quédate en tu habitación y no molestes —hablé sin obtener respuesta alguna de la trastornada. Salí de su habitación y me dirigí abajo cuando oí el timbre. Sonreí mientras me acomodaba la camisa pero al abrir no me encontré con quien esperaba—. ¿Zayn?
—Hey, ¿está.. ehm..
—¡Zayn! —oí su voz a mi espaldas así que voltee con el ceño fruncido y ahogado en un mar de confusión. Me hizo a un lado y abrazó a mi amigo. ¿Qué parte de la historia me perdí?
—Hey ________.
—Que puntual eres —habló ella sonriente. Miraba la escena con cara de asco mientras por mi mente se pasaban varias formas de matar a esos dos.
—Traje comida china —mi amigo elevó una bolsa que contenía dos cajas de comida china y los palillos.
—Bien, vamos a mi habitación. Styles va a usar este piso —lo tomó de la mano y ambos subieron las escaleras como si fueran amigos de toda la vida o una parejita feliz. ¡¿Pero que mierda?! ¡¿Desde cuándo ella era tan amiga de Zayn?! Y entonces recordé esos ratos en que ella desaparecía de la casa y volvía tarde.

—Todas son mis favoritas, pero sin duda las que más amo son taken, I want y tell me a lie. Amo la voz de Zayn, es algo.. extraordinario.

La frase que dijo el otro día durante el almuerzo vino a mi mente como un rayo provocando que la sangre me comenzara a hervir. Ella se suponía que estaba casada conmigo, no con Zayn. Tenía que conquistarme a mi, no a Zayn. Ella tenía que amar mi voz, no la de Zayn. Cerré la puerta con fuerza provocando que varios cuadros temblaran y caminé enojado hacia el comedor. Me aseguré de que todo estuviera en su lugar y me senté en el sofá a esperar a Cara. Eran ya las 8:20 y ella aun no había llegado. Subí las escaleras y entré a mi habitación para buscar mi celular. Al salir no pude evitar acercarme a la puerta de la habitación de __________ y pegar mi oreja para oír que rayos estaban haciendo ahí adentro.
—When he opens his arms and holds you close tonight, it just won't feel right. 'Cause I can love you more than this. When he lays you down, I might just die inside, it just don't feel right. 'Cause I can love you more than.. Harry —¡Maldito! Intenté seguir escuchando pero ya nada se oía. De seguro estaban.. besándose. Me agaché para mirar por la cerradura pero no veía nada. ¿Estaban las luces apagadas?
—Espera, iré por la —su oración fue interrumpida cuando chocó conmigo. Me miró y frunció el ceño—. ¿Qué haces aquí? —mierda, piensa Hazza, piensa.
—Iba a preguntarles si querían.. cenar con nosotros —mentí descaradamente—. Pero al parecer están bastante entretenidos solos —le dirigí a Zayn una mirada llena de resentimiento y luego volví mi vista a sus ojos color avellana.
—Estabas espiando —afirmó sin siquiera preguntar.
—Claro que no —negué divertido—. Vine a llamarlos pero oí a Zayn cantando así que iba a irme y entonces tú abriste la puerta.. ni siquiera se porque te estoy dando explicaciones de lo que hago —me di media vuelta y bajé las escaleras intentando no romper todo.
—Amo la voz de Zayn —dije haciéndole burlas a _________ y voz aguda mientras entraba a la cocina y buscaba una botella de agua. Entonces el timbre sonó. Casi corrí hacia la puerta para abrirla y encontrarme con una modelo sexy y sonriente.
—Siento la tardanza, Hazza —se excusó al mismo tiempo que se acercaba y me plantaba un beso en los labios. Se alejó y me miró sonriente—.
—No es nada, pasa —me hice a un lado y ella pasó mientras yo cerraba la puerta e intentaba sacarme de la mente la escena de hace cinco minutos atrás. ¿Desde cuando las cenas con Cara se habían vuelto malditamente aburridas? Recuerdo que solíamos pasarla bien, reír hasta mas no poder y besarnos la mayoría del tiempo. Pero en esta ocasión se la pasó hablando de un desfile, vestidos de diseñador y cosas que le podría regalar para su cumpleaños. Cuando se creó un silencio debido a que ella estaba tomando un poco de vino aproveché para decir mis primeras palabras desde que nos sentamos.
—¿Tu crees que Zayn canta mejor que yo? —tragó y me miró entre divertida e intrigada.
—¿Qué? —soltó una pequeña risa—. ¿Por qué preguntas eso, Hazza?
—Solo dímelo, Cara. ¿Él canta mejor? —se lo pensó unos segundos y luego me miró fijamente con esos ojos celestes penetrantes que la caracterizaban tanto.
—Bueno, no diré que canta mejor que tú. Ambos cantan bien aunque en algunas canciones la voz de Zayn se luce bastante. Y no te lo negaré, ese chico canta increíblemente bien.
—¿Por qué no van y le besan los pies entonces? —maldita sea, había pensado en voz alta.
—¿Qué? ¿Quienes? —suspiré y me puse de pie.
—¿Vamos a mi habitación? Podemos mirar una película —me miró y rió mientras se ponía de pie—. O entretenernos con otras cosas.. —la tomé de la cintura y la acerqué a mi con brusquedad haciendo que chocara contra mi pecho mientras juntaba sus labios con los mios. A puesto que Zayn no es tan bueno en la cama, a puesto a que en eso sí yo soy mejor. Sería una buena idea demostrarle a esa loquita quien mandaba en ese terreno.. quizás una noche conmigo le haría darse cuenta de que el mejor soy yo y no.. Zayn.

Capítulo ocho: Cayendo en sus redes.


Miraba el techo con mis manos detrás de mi cabeza pensativo mientras oía la suave y pausada respiración de Cara. Eran las cuatro de la madrugada y yo me encontraba completamente desvelado y los culpables eran los dos imbéciles que estaban allá afuera. Mi cabeza imaginadora se daba el lujo de apreciar todas las posibilidades y de darme un vistazo de las miles de cosas que ellos podrían estar haciendo ahora mismo. Hacía más de una hora que me debatía si ir o no. ¿Por qué no puedo ir? Es mi departamento y yo puedo andar donde quiera y echar a quien quiera. Me levanté de la cama molesto pero lentamente intentando no despertar a Cara y me puse mis jeans. Salí de la habitación exitosamente y caminé sigilosamente hacia la suya pero la puerta se encontraba abierta y no había nadie adentro. ¿Se habrán ido? ¿Zayn seguirá aquí? Bajé las escaleras y al entrar al living noté que todas las luces se encontraban apagadas y lo único que iluminaba tenuemente el lugar era el televisor en el cual se reproducía una película que no pude identificar. Mis ojos se desviaron al sofá en donde se veían claramente ambas siluetas, la de ella y la de Zayn. Mi amigo pasaba un brazo por los hombros de MI esposa y ella tenía su cabeza recostada sobre el hombro de él. Y luego de ver aquello fue como si algo se apoderara de mi, como si algo tomara el control de mis movimientos, pensamientos y palabras. Caminé enojado hacia el interruptor y encendí la luz provocando que ambos se sobresaltaran. Rodee el sofá y al verme ambos se alejaron dejando un perfecto espacio entremedio. Me dejé caer ahí procurandome de dejar bastante distancia entre ellos y sonreí mirando la televisión.
—¿Puedo unirme al cine? —ambos me miraron con mala cara pero los ignoré.
—¿No estabas con tu modelito? —preguntó ella recelosa. La miré con una sonrisa y luego suspiré volviendo la vista a la tele.
—Se quedó dormida, estaba exhausta. Lamentablemente ninguna chica aguanta tanto tiempo conmigo —la vi revolear los ojos y luego mirar hacia otro lado que no fuera yo.
—Ehm.. creo que es hora de que me vaya —comentó Zayn.
—Sí, ya es algo tarde, ¿no? —intentaba echar a mi "amigo" lo más rápido posible de mi casa. Traidor. Ella me miró mal y luego se puso de pie.
—Te acompaño hasta la puerta —tomó la mano de Zayn y ambos caminaron hacia el hall. Luego de diez largos y torturantes minutos ella regresó. Subió las escaleras y luego de unos largos segundos oí algunos gritos. Fruncí el ceño y voltee para encontrarme con la imagen de Cara en ropa interior bajando las escaleras totalmente adormilada pero molesta y la loca de __________ le lanzaba su ropa desde arriba.
—¡Hey! —grité poniéndome de pie. __________ bajó las escaleras y miró a Cara con una mueca de desagrado.
—Es tarde, querida. Creo que ya debes irte.
—No voy a irme a menos que Hazza me lo pida —me crucé de brazos mirando la escena entre divertido y molesto. ___________ se cruzó de brazos y elevó una ceja mientras en sus labios se asomaba una sonrisa cínica.
—Por si no lo recuerdas este tambien es mi departamento y él es mi esposo —me señaló a mi con su dedo pulgar y con desprecio—. Así que o te vas o te echo yo a patadas en tu operado trasero —Cara frunció el ceño y protestó.
—¡Mi trasero no está operado! —gritó indignada.
—Sí, y de seguro eres rubia natural también —__________ rió y luego la volvió a mirar con un rostro que daba miedo a cualquiera, hasta a mi—. Vete ahora —Cara me miró por unos segundos pero yo no protesté. Ya me había divertido lo suficiente con ella y realmente era hora de que se fuera. Bufó molesta mientras tomaba su ropa y caminaba hacia la puerta. Se cambió en cuestión de segundos, le arrebató a __________ su bolso de la mano y salió dando un fuerte portazo.
—Gracias por ahorrarme el trabajo de echarla —comenté sonriente mientras la miraba. Entrecerró sus ojos mirándome y luego cruzó sus brazos sobre su pecho.
—No vuelvas a dirigirme la palabra. Eres un maldito egoísta —volteó y comenzó a caminar hacia las escaleras pero la detuve tomándola de la muñeca. Giró y me miró con rostro fatigado.
—¿Egoísta? ¿Qué es lo que hice ahora? —rió con amargura y luego me miró fijamente a los ojos.
—Echar a Zayn.
—Hey, discúlpame pero el esposo aquí soy yo, no él —me miró y luego sonrió con superioridad y satisfacción. Fruncí el ceño ante su extraña mueca y luego ella rio levemente.
—Estás celoso.
—¿Yo celoso? —pregunté divertido. Ya, esta chica estaba volando muy lejos. Se acercó a mi asintiendo mientras apoyaba las palmas de sus manos en mi pecho y me miraba a los ojos sonriente.
—Estás celoso porque yo estoy con Zayn y a ti ni te dirijo la palabra —fruncí el ceño otra vez y la miré.
—Estás volando muy alto, nena.
—Di lo que quieras, Styles. Pero tú estás celoso —dijo clavando suavemente su dedo índice en el centro de mi pecho para luego alejarse.
—Hey, hey, hey —la tomé del brazo y con fuerza la tiré hacia mi haciendo que chocara contra mi cuerpo permitiéndome enroscar mis brazos en su cintura y dejarla sin escapatoria. Estaba sorprendida, al parecer no se esperaba aquello—. Yo no estoy celoso, ¿oíste? —sonrió y subió sus brazos a mis hombros mientras que con sus dedos enroscaba pequeños rizos de mi nuca provocándome escalofríos.
—Te pone histérico saber que yo preferiría a Zayn antes que a ti en cualquier aspecto —estaba provocándome, definitivamente estaba buscando como hacer que reaccionara y la verdad es que unas pocas palabras más y yo iba a demostrarle quién era mejor esposo.
—¿De verdad crees que me interesa saber a quién prefieres? —sonrió y se acercó peligrosamente a mis labios.
—¿Entonces por qué estamos así ahora? ¿Por qué echaste a Zayn? ¿Por qué estabas espiándonos? —elevó una ceja y me miró con una sonrisa perversa en el rostro.
—No estaba espiándolos —hablábamos a susurros lo cual hacía la situación mucho más.. interesante. Se acercó a mi y yo me resigné a su maldito encanto pero cuando creía que juntaría sus labios con los mios desvió su boca hacia mi oído derecho provocando que pudiera escuchar su agitada respiración.
—Admítelo —susurró haciendo que se me pusiera la piel de gallina—. me deseas, de una forma.. indescriptible.
—Claro que no —susurré. La dignididad es lo último que se pierde, y más hablando de mujeres.
—Eres tan terco —se alejó de mi y caminó hacia las escaleras pero cuando mis piernas y mi mente logró reaccionar caminé hacia ella y volví a tomarla del brazo haciendo que chocara con mi cuerpo pero esta vez me apresuré a acercar su rostro al mio y juntar nuestros labios. Lo necesitaba, necesitaba besarla. Mi cuerpo, mi mente, mi alma me lo rogaba. Era como si me encontrara en medio del desierto y ella fuera un hermoso lago. Era como si fuera una especie de oxígeno que mi cuerpo pedía para poder respirar. Y cuando probé sus labios me di cuenta de que eran mucho mejor de lo que me los había imaginado. Sabía a mermelada.. de arándanos, lo cual me provocó a querer besarla más, hasta que nuestros labios se gastaran. Enterró sus dedos en mi cabello y yo rodee su cintura con mis brazos acercándola a mi cuerpo tanto que no lograra pasar ni el aire en medio de ambos. Pero luego de largos segundos noté que quería más, que el beso no logró saciar esa sed de ella que tenía. Creí hasta el día de hoy que con un beso el leve deseo que sentía por esa castaña iba a desaparecer pero acabo de darme cuenta que no. Que quiero más de ella, que necesito más de ella. Pero todo a su debido tiempo, por ahora necesitaba respirar. Ambos lo necesitábamos así que nos alejamos sólo unos milímetros para lograr recuperar el aire. Me miró fijamente y sentí que algo dentro mio se encendió, como si algo se hubiese roto. Se alejó de mi pero yo no la solté.
—¿A dónde crees que vas? —pregunté con la voz ronca y grave. Me miró con las mejillas enrojecidas y los labios hinchados, una imagen que sólo me provocó más deseo.
—Paso a paso, Styles —la dejé ir y la observé mientras subía las escaleras en completa calma mientras yo me quedaba parado ahí como un poste intentando entender que mierda había pasado. ¿La besé? ¿Y me gustó? ¿Y quise más? ¿Y ella se negó? Sí era la respuesta perfecta para todas esas preguntas pero todo fue un error. Todo estaba al revés, algo se había desacomodado en la historia. ¿Por qué yo la deseaba y ella se negaba? Hasta donde recuerdo ella me obligó a casarme y yo era el que creía que practicaba brujería en la habitación. Definitivamente algo había cambiado pero nadie iba a saberlo, iba a negarlo. Negaría lo sucedido hacia cinco minutos atrás. Se lo negaría a mis amigos, a Cara, a mi hermana, a _________ y a mi mismo. Lo ocurrido será un sueño para mi, sólo una horrible pesadilla en la cual yo la deseaba como un imbécil y ella me decía que no en la cara. Volveríamos a lo mismo de siempre y lo que pasó sería olvidado aunque ella intentara recordármelo. No volvería a caer en sus redes, nunca más.

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Es medio corto, pero pasan cosas importantes

Capítulo nueve: Cuido lo que me pertenece.



Desperté por el sonido insistente del timbre una y otra vez. Permanecí unos segundos en la cama esperando el milagro de que aquella trastornada se levantara, hiciera algo útil y abriera la puerta pero luego de cinco minutos de espera me vi obligado a ir por mi cuenta. Me levanté, me puse unas pantuflas y en boxers bajé las escaleras y caminé hasta la puerta. Al abrir me encontré con mi amigo.
—Hazza, hermano. ¿Cómo estás? —entrecerré mis ojos mirándolo con desprecio.
—Estaba durmiendo, Louis. ¿Qué quieres?
—No seas descortés, vengo a visitarte —pasó por mi lado mientras yo cerraba la puerta y caminaba hasta el sofá recostándome con pereza—. ¿Está ____________? —
—Ya tengo que oír su nombre desde temprano —murmuré contra el almohadón pero Louis me escuchó.
—¿Todavía se llevan mal? —y entonces recordé lo de anoche. Maldita sea, la había besado. Cometí el peor error del mundo. Ahora creerá que me interesa o peor.. que me siento atraído por ella.
—Nunca vamos a llevarnos bien —hablé con sinceridad. Un simple beso no iba a cambiar la relación entre nosotros.
—¿Está despierta? —levanté mi rostro del almohadón y lo miré molesto.
—¿Por qué no subes y te fijas? Además.. ¿por qué tanto interés en ella? —me senté y lo miré intrigado.
—Ah bueno, la invité a almorzar —maldita zorra. Primero se casa conmigo, luego anda con Zayn, luego me besa y, ¿ahora irá a almorzar con Louis?
—Excelente, ¿a dónde almorzaremos? —pregunté mientras me ponía de pie. No dejaría a esa trepadora de nuevo sola con uno de mis amigos. ¡Estaba jugando con todos!
—¿Qué? —preguntó Louis entre divertido y algo incómodo. Sonreí y lo miré mientras me cruzaba de brazos.
—Iré con ustedes, no tengo nada que hacer ahora y no me dan ganas de llamar al delivery. Y sabes que apesto en la cocina —voltee y subí las escaleras hasta mi habitación donde me cambié y me lavé los dientes. Salí al pasillo y caminé hasta su puerta. Abrí y la vi recostada sobre su cama con sus auriculares puestos y escribiendo algo en su notebook. Giró su mirada hacia mi y no pude evitar recordar la cercanía con la que observé sus ojos anoche. Había que admitirlo, eran unos ojos muy bellos.
—¡Hey! —gritó sacándose los auriculares de un tirón y cerrando su computadora—. ¿No golpeas, Styles?
—Nunca dejarás de llamarme así, ¿verdad?
—Si te molesta, no —sonrió y yo puse los ojos en blanco al mismo tiempo en que lanzaba un suspiro. La miré con la mano aun en el picaporte y sonreí. Sabía que iba a ponerse furiosa con lo que iba a decirle.
—Louis llegó, vamos o se nos hará tarde —y entonces di media vuelta y caminé hacia las escaleras.
—¿Qué? —dijo incrédula a mis espaldas—. ¡Hey espera! —se puso delante mio en pijama y pantuflas y me detuvo con una mano en mi pecho—. Querrás decir que a mi y a Louis se nos hará tarde.
—Iré a almorzar con ustedes —y entonces su rostro palideció.
—¿Qué? ¿Quién te invitó? —preguntó sin siquiera intentar ocultar su enojo.
—Yo —respondí sonriente y cortante.
—No irás con nosotros, ya arruinaste lo de anoche con Zayn.
—¿Planeas salir con todos mis amigos? —pregunté molesto y con desprecio. Se cruzó de brazos y sonrió elevando una ceja. Se veía graciosa en esa posición. Con pijama y tratando de verse seria.
—Otra vez tus celos son notables, Harold —fruncí el ceño y bufé molesto.
—Mira pequeño diablo, iré a almorzar con ustedes porque me enferma saber que estas jugando con mis amigos así que te mantendré al margen con ellos. Así que vístete y te quiero abajo ahora —me miró algo impresionada pero antes de que pudiera responder le pasé por al lado y bajé las escaleras aún molesto encontrándome con mi amigo sonriente.
—¿Ya está lista?
—Lo estará en unos minutos —respondí cortante. Caminé hacia la cocina y busqué en la heladera algo para beber.
—¿Estás bien? —oí la insistente voz de Louis en la entrada de la cocina. Voltee y lo miré con una sonrisa más falsa que nieve en febrero.
—Claro, ¿por qué no lo estaría?
—No me des esa sonrisa, Harry. Te conozco como si fueses mi hermano —se acercó a mi cruzado de brazos y expectante a cada uno de mis gestos. Lamentablemente con Louis no tenía escapatoria, él me conocía como la palma de su mano.
—Es enserio Lou, estoy en perfecto estado.
—¿Y entonces por qué no dejas que _________ vaya a almorzar conmigo? —preguntó sentándose en una de las sillas de la barra sin sacar su mirada de mis movimientos.
—Bueno —empecé mientras guardaba la botella de agua mineral en la heladera y me apoyaba en la mesada de mármol—. Se supone que es mi esposa, no veo porque tendría que estar yendo a almorzar con otros tipos —me miró entrecerrando los ojos y luego habló.
—Yo no soy un tipo, Harry. Soy tu amigo, ¿acaso crees que sería capaz de andar con ella? Además, déjame recordarte que tú no la soportas y no ves la hora de que pasen los cuatro meses para alejarla de tu vida —jake mate. Estaba entre la espada y la pared, ¿qué se suponía que debía responder? Sí Lou, creo que eres capaz de estar con ella. O no la odio, estoy enamorado de ella y no puedo verla salir con otros aunque sean mis amigos. Cualquiera de las dos respuestas sería una gran y gorda mentira que sólo me traería problemas pero algo debía responder. Y entonces cuando abrí la boca para contestar su voz inundó la cocina.
—¿Listos? —ambos volteamos y la vimos parada debajo del marco de la puerta sonriente. ¿Desde cuando esta trastornada se veía tan bien? [http://www.polyvore.com/tn/set?id=46860094]
—Hey —mi amigo se puso de pie y caminó hacia ella. Le dio un beso en la mejilla y se le quedó mirando como un imbécil.
—Bien, es hora de irnos —hablé fuerte para hacerme notar y sacarlos del transe en el que se encontraban con sólo mirarse.

***

Una vez que nos pusimos de acuerdo en el restaurant al que iríamos nos dirigimos hacia allá. Al entrar nos dieron una mesa la cual tenía cuatro lugares y se encontraba pegada a una de las ventanas con vista a la calle del centro de Londres. ___________ y Louis se sentaron en un lado juntos y yo me senté enfrente de ella, solo. Los dos comenzaron a conversar sobre cosas triviales y sin importancia que no me interesaban en lo más mínimo así que me entretuve leyendo la carta y viendo que podía pedir. Elevé mi mirada para verlos tan cerca que sus narices casi se tocaban. Apoyé el menú con fuerza sobre la mesa provocando que __________ se sobresaltara y se alejara de Louis incómoda y que mi amigo me fulminara con la mirada. Sonreí y entrelacé mis manos sobre la mesa.
—Yo creo que pediré pasta y una gaseosa. ¿Ustedes ya decidieron? —ella tomó un menú y comenzó a leer mientras mi amigo me miraba algo molesto. '¿Acaso crees que sería capaz de andar con ella?' parecía que ahora había olvidado la frase que salió de sus propios labios.
—Yo pediré.. pollo y ensalada.
—¿Te parece si para beber pido algo de vino? —preguntó Louis mientras posaba su mirada en el menú que acababa de tomar.
—No bebo en el almuerzo, me cae mal. Pero si quieres pide para ti —aclaró ella sonriente.
—Está bien, ¿gaseosas? —preguntó mi amigo mirándola sonriente.
—Sprite —respondió ella con una sonrisa igual. Se quedaron mirando unos segundos y yo sentía que iba a vomitar.
—Yo quiero una coca-cola —hablé interrumpiendo su ambiente por segunda vez. Llamé a la camarera, muy bonita por cierto y le dije lo que todos ibamos a ordenar. Lo anotó en su pequeña libreta, tomó los menúes y se retiró no sin antes darme una sonrisa radiante.
—Así que —empecé mientras me recostaba en la silla y cruzaba mis brazos sobre mi pecho—. ¿cómo están las cosas en casa? ¿Gandi? ¿Me extraña?
—¿Quién es Gandi? —preguntó ___________ algo.. ¿celosa? Sonreí y me recliné sobre la mesa mirándola atentamente.
—¿Celosa? —rió y luego se reclinó sobre la mesa al igual que yo quedando a solo unos pocos centímetros de mi rostro.
—Mira quien lo dice —se volvió a su silla y luego suspiró mientras miraba por la ventana.
—Dice que vayas a visitarla o sino va a enfadarse —comentó mi amigo.
—Iré en la semana, lo prometo. Dile que la amo —y entonces pude notar la mirada molesta de ella. La miré y me encontré con sus ojos avellana ahora oscuros y electrizantes. Juraría que lanzaba chispas.
—Disculpa Louis, necesito ir al baño —se puso de pie y pasó por detrás de la silla de Louis desapareciendo por el restaurant.
—¿Qué es lo que pasa contigo? ¿No viste como se puso? —me reprendió Louis.
—No molestes, Louis. Además, ella es la que menos se puede enojar. Yo no le he dicho nada cuando salio contigo y anoche con Zayn.
—¿Anoche salió con Zayn? —preguntó mi amigo sorprendido.
—Se quedaron en casa.. mirando una película y.. cantando —mascullé entredientes. Recordaba la noche anterior y podía sentir como la sangre me volvía a hervir.
—¿Celoso? —preguntó divertido.
—¿Celoso? ¿Yo? ¿De Zayn? ¿Porque anoche estuvo con ella? —hice una carcajada sumamente exagerada que provocó que la mayoría de las personas que nos rodeaban fijaran sus ojos en mi—. Tienes que estar bromeando
—Entonces.. no te molestará si la beso, ¿cierto? —mi mueca de diversión se desvaneció en cuestión de segundos y pasé a mirarlo con un semblante serio y los ojos oscurecidos.
—¿Qué? —pregunté en tono grave y sorprendido.
—Sí. Es algo.. inevitable. Se ve tan deseable y es tan bonita, así que si no te molesta..
—Ni lo pienses —acabé antes de que mi amigo se hiciera ilusiones con la idea. Yo no la querré, no la soportaré, no podré ni verla pero ella es MI esposa. Y aunque no la quiera, yo cuido lo que es mio.
—¿Por qué no? ¿No es que no la quieres? —preguntó elevando una ceja y con una sonrisa divertida.
—Mira Louis, voy a ponertelo de esta forma. Yo no la quiero, no me atrae, no me interesa nada de ella pero a pesar de eso es MI esposa. Sabes que soy un hombre posesivo y que cuido lo que es mio. Así que aleja tus manos de ___________ porque aunque yo no la quiera ni me atraiga, ella es mia.

Capítulo diez: Finjamos.



En lo que quedó del almuerzo Louis se mantuvo totalmente al margen de la situación y ella notó aquello, por lo cual probablemente ibamos a tener una discusión más tarde. Fue cuestión de media hora para que se acabaran los temas de conversación ya que Louis se la pasaba ignorando a ___________ por lo cual ella se la pasaba mirando la ventana y yo me la pasaba.. disfrutando el momento mientras disfrutaba de mi comida. Louis miró su reloj de muñeca y luego habló por primera vez en un largo rato.
—Creo que es hora de irme —se puso de pie y sacó de su bolsillo trasero su billetera pero yo lo detuve.
—Yo invito, Lou. ¿No quieres que te lleve? —habíamos venido en mi auto así que podía alcanzarlo hasta casa sin problemas.
—No, está bien. Iré a caminar un rato, no se preocupen. La pasé genial —sonrió y luego miró a __________ aunque ella seguía con su vista fija en la ventana—. Los veo luego —y diciendo esto mi amigo desapareció por la salida del restaurant. Suspiré y miré mi reloj, eran las 2.30 del sábado.
—Bien, ¿quieres que volvamos al departamento o te dejo en algún otro lado? —era agradable con ella porque sabía que en cualquier momento iba a atacarme con toda su artillería pesada y le sacó el seguro a la primera bomba cuando fijó sus ojos en mi. Igual que anteriormente, esas avellanas sacaban chispas.
—¿Qué fue lo que le dijiste? —preguntó molesta, muy molesta.
—¿A quién? —fingí no comprender lo que me decía pero en realidad lo entendí perfectamente.
—No te hagas, Styles —habló entrecerrando sus ojos—. Sabes perfectamente de lo que estoy hablando.
—Podrías decírmelo porque de verdad no lo entiendo —insistí.
—¿Qué fue lo que le dijiste a Lou para que luego de que volviera del baño no me dirigiera ni la palabra?
—¿Lou? ¿Ahora le dices Lou? —pregunté con desprecio.
—No me vengas con tus escenitas de celos baratas, Styles —se puso de pie y caminó molesta hacia afuera. Dejé dinero sobre la mesa, seguro de que era más de lo que nos había salido el almuerzo y bastante de propina y corrí tras ella. Se encontraba apoyada contra la puerta de co-piloto de mi auto de brazos cruzados y con el ceño fruncido.
—No son celos, nena —dije mientras me acercaba a ella con mis manos en los bolsillos de mis jeans.
—No, claro. ¿Vas a seguir negándolo? —me miró a los ojos y luego suspiró mientras bajaba la mirada algo.. ¿triste?—. Soy tu esposa, se supone que tendrías que ponerte celoso si ando con otros hombres —fruncí el ceño ante aquella actitud. Nunca se había mostrado como una mujer débil o frágil pero ahora era todo lo que podía ver en ella.
—_________, yo —intenté decir algo pero no sabía qué. Me sentí mal por el hecho de que ella estuviera así ya que no solía ponerse mal por cosas tontas pero luego levantó la mirada con una sonrisa.
—Te la creíste, ¿eh? —me arrebató las llaves del auto de la mano y le quitó la alarma para devolvérmelas y subirse. Me quedé unos largos segundos mirando la nada y asimilando lo que había pasado. ¿Ella no estaba triste? ¿Acaso ahora la bruja tambien sabía actuar? Bufé mientras di la vuelta y me subí al asiento ignorándola por completo. Era la primera vez que sentía algo por ella que no era odio o repulsión y era todo actuación. Maldita trastornada.

***

—Estaré en mi habitación —dijo mientras subía las escaleras.
—Para variar —comenté cuando ya no pudo oírme. Se pasaba todo el día encerrada en su habitación haciendo vaya a saber qué y para lo único que bajaba era para cocinar. Insisto, de seguro tenía un cuarto oculto donde practicaba magia negra. El teléfono comenzó a sonar así que corrí hasta el living y lo atendí mientras me dejaba caer en el sofá.
—¿Hola?
—Hazz, ¿cómo llevas tu matrimonio? —oí la voz de mi hermana del otro lado.
—Traidora —contesté con resentimiento. Ella rió y luego suspiró.
—Ya te va a picar el bicho del amor, sólo hay que esperar.
—¿Acaso crees que puedo llegar a enamorarme de esa trastornada? —pregunté impresionado.
—Lo creo y va a suceder
—En tus sueños quizás.
—En los tuyos proximamente, hermanito —bufé mientras encendía la televisión y comenzaba a cambiar los canales.
—¿Me llamas para molestarme?
—No, te llamo para decirte que esta noche organicé una cena familiar —habló con emoción
—¿Qué? ¿Cómo que organizaste una cena familiar? —pregunté entre molesto y sorprendido. Odiaba las cenas familiares, ¿por qué? Simple, la respuesta tiene nombre y mi mismo apellido. George Styles, mi padre, y digo padre por el hecho de que llevo su sangre ya que si por mi fuera me arrancaría de las entrañas todo parentesco con aquel imbécil.
—Sé que no soportas compartir la mesa con papá pero mamá se moría por conocer a ___________ así que le dije que esta noche iríamos todos a cenar a casa.
—¡¿QUÉ?! —pregunté sentándome de golpe en el sofá con los nervios a flor de piel. Estaba apunto de correr, encontrar a la idiota de mi hermana y matarla.
—Sí, ya sabes como es mamá. Así que a las ocho tienen que estar ambos en casa, vístanse bien. Liam también irá —bien, la cosa no podía ponerse peor. Ya era malo el hecho de que tuviera que asistir a la maldita cena familiar, ahora se le sumaba que debía llevar a _____________ y que iría el imbécil novio de mi hermana que no soporto.
—Definitivamente esta noche voy a morir —hablé con sarcasmo.
—No seas fatalista, Hazz. Tengo que irme, te veo luego —y colgó. Bien, ¿cómo le diría a la loquita que hoy tendríamos una cena familiar con mi familia? Se lo tomaría muy enserio y quizás pensaría que lo organicé yo. Bah, voy a explicarle como fueron las cosas y punto. Dejé el teléfono sobre el sofá y subí las escaleras directamente hacia su habitación. Abrí la puerta y la vi recostada boca abajo sobre su cama con su pijama escribiendo en su notebook. Más de una vez me pregunté qué tanto escribía pero probablemente debía estar en twitter diciendo lo genial que es vivir conmigo.
—___________ —la llamé pero no me oyó, estaba con esos malditos auriculares. Me acerqué y los desconecté haciendo que el sonido se oyera por los parlantes de la notebook y estaba escuchando.. ¿mi canción de audición en X factor? La miré divertida y ella tenía cara de enojada, como siempre.
—¡¿Cuál es tu maldito problema?! —dijo poniéndose de pie molesta. Nunca la había visto así.
—Te llamé pero no me oías así que tenía que hacer que me escucharas —contesté sonriente sin dar un paso hacia atrás.
—¿Qué es lo que quieres? —preguntó de mala gana cruzándose de brazos a unos cuantos centímetros de distancia de donde yo me encontraba.
—Gemma me llamó hace unos minutos y.. organizó una cena familiar en la casa de mis padres esta noche y.. me dijo que debías ir —entrecerró los ojos y luego suspiró. Caminó de nuevo hasta su cama donde se sentó en canastita y me miró.
—Pero tu no quieres que vaya —afirmó como si supiera lo que yo quería.
—En realidad, no quiero ni ir yo —solté una risa amargada y luego miré el suelo—. Pero lamentablemente debo ir y tienes que ir conmigo.
—Pues, no voy a ir —volvió su vista a su computadora y yo fruncí el ceño mirándola. Mujeres.. son tan complicadas.
—¿Qué? ¿Por qué no? —pregunté molesto. Sin dejar de mirar la pantalla contestó despreocupada.
—No iré a un lugar donde lo único que harán será despreciarme. Tú, tu padre, de seguro tu madre. La única que puede llegar a tratarme bien es tu hermana —ese era el problema. Ella tenía miedo. Estaba asustada de que en mi familia no la aceptaran. Me crucé de brazos y me apoyé en el marco de la puerta sin sacar mis ojos de ella.
—Es más probable que terminen despreciándome a mi y tú seas la que adoren toda la noche —murmuré inconscientemente. No quería que ella escuchara aquello pero lo hizo. Me miró y entrecerró los ojos—. Olvida lo que dije, si no quieres ir entonces le diré a Gemma que lo cancele —estaba por irme cuando oí su voz.
—Espera —voltee y estaba parada justo detrás mio—. Es importante para ti, ¿cierto? —suspiré y pensé que quizás un momento de sinceridad no iba a matarme.
—Bueno, demostrarle a mi familia que al menos elijo una mujer que les caiga bien creo que me haría bien —me miró durante unos largos segundos y luego suspiró.
—Está bien, entonces.. no hay más que decir. Sólo dime que debo ponerme —sonrió con los labios sellados y yo sentí ganas de abrazarla. Un deseo que reprimí y eliminé segundos luego de que apareció en mi interior.

***

—Maldita sea —dije mientras intentaba anudarme la corbata frente al espejo. Eran las 7.30 y yo ya estaba listo, lo único que faltaba era esta maldita corbata. Mis manos temblaban por los nervios y eso no ayudaba demasiado. Oí unos suaves golpes en la puerta—. Pasa —contesté sin sacar mi vista del espejo y del maldito intento de nudo que hice—. ¿Quedó muy mal? —pregunté volteándome a mirarla y para que me diera su opinión pero al verla me enmudecí.
—¿A eso le llamas nudo de corbata? —comentó divertida—. Ven aquí —se acercó a mi y comenzó a anudarme la corbata. Simplemente no podía sacar mis ojos de ella, se veía tan.. radiante. [http://www.polyvore.com/yo/set?id=44388271]. Al tener zapatos de tacón estaba sólo unos centímetros mas baja que yo, por lo cual podía verla a los ojos fácilmente—. Bien, ahora sí es un nudo bien hecho —se alejó de mi y sonrió. Yo intentaba hablar, insultarla, gritarle, algo, lo que sea, lo que saliera primero pero simplemente nada salía de mis labios—. ¿Estás bien? —preguntó luego de unos segundos preocupada.
—Sí —contesté como por inercia—. Gracias —dije mientras me miraba en el espejo. El nudo ahora estaba perfecto. Era irónico, ella sabía hacer nudos de corbatas y yo no. Por algo yo era el de la banda que usaba moños con los trajes.
—Bien, estaré abajo —y desapareció por el pasillo. Una vez que se fue solté todo el aire que habían contenido mis pulmones e intenté calmarme. Sólo es la bruja loca que vive conmigo, no es nada especial, ni tampoco es tan bella. Me di un útlimo vistazo en el espejo y al bajar pude verla parada en el hall mirándose en el pequeño espejo. Quizás fingir por esta noche que nos queríamos no sería tan malo. Caminé decidido hacia ella y al acercarme pasé uno de mis brazos por su cintura y le besé la mejilla.
—Te ves hermosa —hablé con sinceridad. Me miró con el ceño fruncido y luego rió.
—¿Qué es esto? ¿Una broma? —elevé los hombros intentando restarle importancia al asunto. Esta noche nada podía salir mal, tenía que darle una buena impresión a mi padre.
—Creí que fingir por una noche que nos queremos y somos una pareja feliz no matará a nadie.
—Claro que no —contestó despreocupada.
—Bien, ¿nos vamos? —me miró y sin previo aviso tomó mi rostro entre sus manos y me acercó al suyo juntando nuestros labios. Al principio me quedé perplejo sin comprender nada pero luego me dejé llevar.
—Si vamos a fingir tenemos que fingir bien —dijo una vez que se separó de mi para poder comenzar a caminar hacia el auto con una sonrisa. Bueno, quizás la noche no sería tan mala después de todo.

me encantó!!!continua plis

grasias de verdad chicas lo que pasa es que no se como pasar de pagina si alguna me explica para subirle capitulos enseguida

! maría ! escribió: grasias de verdad chicas lo que pasa es que no se como pasar de pagina si alguna me explica para subirle capitulos enseguida

simplemente es poner comentarios cada pagina tiene un limite de comentrios a si que es eso poner comentarios

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Capítulo once
Los Styles.



Iba conduciendo con los nervios a flor de piel. El hecho de volver a ver a mi padre luego de dos largos años me ponía los pelos de punta. El problema con él fue que nunca estuvo de acuerdo con mi decisión de dedicarme a la música. Creía que los cantantes y músicos eran unos vagos, que no hacían nada productivo en sus vidas y que eran unos fracasados. Y era exactamente lo que mi padre pensaba de mi pero nunca dejé que eso me detuviera. Cantar era mi sueño e iba a lograrlo con su ayuda o sin ella. Y lo logré, soy un cantante de una banda exitosa y ahora no me importan sus críticas. Entonces todo se detuvo, algo hizo click, algo dentro mio se encendió. Bajé la mirada y pude ver sobre mi mano en la palanca de cambios la suya delicada con sus uñas pintadas a la perfección. Frené en el semáforo en rojo sin sacar mi mano de allí y la miré algo confundido e incómodo.
—Tranquilo Harry, todo va a salir bien —fue lo único que dijo sin siquiera sacar su vista del frente. Pocas palabras, simples pero que me hicieron sentir increíblemente bien. Durante el resto del recorrido ninguno de los dos dijo palabra alguna pero con la compañía bastaba. Al menos para mi. Una vez que estacioné mi camioneta delante de la casa de mis padres sentí ese nudo en la garganta otra vez. Ambos bajamos y cuando le di la vuelta al auto ella se acercó a mi y rodeó mi cintura con uno de sus brazos, acción que me dejó perplejo. Ibamos a fingir, no debía olvidarlo. Pasé mi brazo por sus hombros acercándola más a mi y caminamos hacia la puerta. Luego de tocar el timbre se oyeron los tacones hacia la puerta.
—Hijo —habló mi madre feliz de verme. Me acerqué a ella con una sonrisa y la abracé.
—Hola má —saludé mientras me alejaba. Me aclaré la garganta y le señalé a __________—. Mamá, ella es ___________. Mi..
—Amiga —terminó ella la oración. Mi madre frunció el ceño al igual que yo pero ella se dedicó a sonreír—. Es un gusto conocerla señora Styles.
—Oh llámame Anne, querida. Bien vamos a entrar —entramos los tres y yo le susurré a ella al oído.
—¿No fingiríamos? —suspiró y se acercó a mi oído igual que yo lo hice antes.
—Cambio de planes —la miré molesto.
—Nada de cambio de planes. Mi familia sabe que estoy casado y que eres tú mi supuesta esposa, vamos a fingir y punto —miró hacia otro lado y yo bufé mientras mi madre caminaba hacia el comedor—. Nena, lo necesito. Es el único favor que voy a pedirte en estos cuatro meses —fijó sus ojos en los mios y suspiró.
—Está bien —le hice un ademán en señal de que caminara y ella de brazos cruzados lo hizo. La seguí y me paré a su lado una vez que entró al comedor en donde se encontraba mi familia. Mi madre, mi padre, mi hermana y su novio.
—Al fin llegaron —habló mi hermana con una sonrisa. Mi cara no demostraba felicidad alguna y aunque lo intentara las palabras no salían. Me dedicaba a mirarme fijo a los ojos con mi padre.
—Siéntense —nos invitó mi madre. Había dos asientos libres, uno al lado del otro así que nos sentamos ahí. Enfrente de mi Gemma y Liam mientras que mi padre y mi madre quedaron en las puntas de la mesa.
—Es un gusto conocerlo, señor Styles —habló __________ educadamente. Mi padre la miró a traves de sus lentes y sonrió apenas.
—Lo mismo digo, jovencita.
—Su nombre es ____________ —le avisé de mala manera a mi padre. Nunca le agradaron mis novias y aunque ella en parte no era mi novia no dejaría que la tratara mal. El único que podía tratarla mal era yo. El resto de la cena transcurrió bien, con conversaciones no muy importantes. ___________ nos contó sobre su familia, el trabajo de sus padres, sobre su hermana más pequeña y entonces llegó el tema que no quería tocar.
—Así que, ¿estudias? —preguntó mi padre sin sacar la vista de su plato.
—Sí, voy a la Universidad de Psicología —contestó ella sonriente. Mi padre la miró y luego asintió como aprobando la cosa.
—Que interesante. Mi madre era psicóloga —
—¿Lo era? —pregunté impresionado. Nunca tuve una buena relación con mi padre por lo cual de pequeño me crié con mi madre y no me interesó nunca la familia de parte de él. Me fulminó con la mirada y luego se aclaró la garganta volviendo su vista al plato.
—Así es, tu abuela era psicóloga. Y te lo habría dicho si hubieras estudiado algo en la Universidad, como esta chica tan interesante. La verdad es que no se que vió en ti, no hay nada que puedas darle más que problemas —iba a responderle pero entonces sentí una mano sobre mi pierna izquierda. La miré y ella con sólo mirarme me calmó. Suspiré y me metí un bocado a la boca antes de mandar a mi padre al diablo. Mi madre se aclaró la garganta y miró a ____________ sonriente.
—Y cuéntanos ____________, ¿cómo se conocieron?
—Ah.. bueno —ella no quería decir lo de que fue matrimonio obligado y claro, si decía eso mi familia —sin incluir a la tarada de mi hermana— iba a odiarla.
—Ibamos juntos al primario —terminé la oración de ella. Me miró confundida y luego continué—. Hace unos meses tuvimos una reunión con los chicos del primario y bueno.. nos volvimos a ver luego de muchos años —que historia tan aburrida y estúpida. Además de que sería una locura pedirle matrimonio a una persona con la que compartiste solo unos meses—. Siempre estuve enamorado de ella en el pasado y cuando la vi me di cuenta de que eso nunca había cambiado —¿de dónde salió esa mentira tan grande? Ella me miraba boquiabierta mientras que mi madre nos miraba enternecida.
—Que historia tan hermosa. Les deseo mucha felicidad —el resto de la cena fue normal. Mi padre y yo no volvimos a dirigirnos la palabra mientras que __________, mi madre y mi hermana parecían mejores amigas.
—¿Toman algo conmigo muchachos mientras las mujeres se ocupan de la mesa? —preguntó mi padre a mi y a Liam. Ambos asentimos y los tres caminamos hacia el living donde mi padre tenía una barra de bebidas—. Creía que Gemma se casaría primero —comentó mientras servía tres vasos de wisky.
—No entiendo cuál es tu problema con que esté casado —contesté seguro de lo que decía.
—Ya lo he dicho, no puedes darle nada a esa chica que no tenga ya. ¿Dinero? ¿Fama? ¿Música? Ella necesita cosas que tú no puedes darle, hijo —tomó su vaso y se sentó en el sofá. Tomé el mio y le di un trago para luego voltearme hacia mi padre.
—¿Y qué tanto no puedo darle?
—Amor, cariño, seguridad. Lo que una mujer merece y pide a gritos —y sería una de las primeras veces que lo diría. Mi padre tenía razón. Pero no porque yo no pudiera dar amor, sino por el simple hecho de que yo no la quería. Yo no sentía nada por esa chica que se hace pasar por mi esposa—. Lo ves.

***

—Dame esas llaves ahora, Styles —me exigió con una mano estirada y la otra en su cintura.
—Estoy bien ____________. Sube al maldito auto de una vez —contesté molesto.
—Estas ebrio, no vas a conducir. Podemos matarnos, dame las llaves.
—¡No estoy ebrio! —en realidad si lo estaba pero no iba a admitirlo.
—Está bien, si quieres muérete tu. Yo volveré caminando —pero cuando quiso comenzar a caminar la detuve con mi mano en su muñeca.
—No. Ni siquiera sabes cómo volver
—Me tomaré un taxi, cualquier cosa antes que volver contigo al volante.
—Está bien, te daré las llaves pero con una condición —la solté y se cruzó los brazos sobre el pecho mirándome.
—¿Qué quieres?
—Un beso —entrecerró los ojos y luego soltó una pequeña risa.
—¿Y desde cuándo tú quieres un beso de la trastornada que te obligó a casarte?
—No lo sé pero ahora quiero uno.
—No tendrás los besos cuando tú quieras, ahora yo no quiero besarte —vaya que su orgullo era enorme. La tomé de la cintura y la acerqué con fuerza hacia mi haciendo que chocara con mi cuerpo.
—No seas tan orgullosa, nena
—Vaya, esto tengo que grabarlo en mi memoria. Tú rogándome un beso a mi —habló divertida. Reí levemente y luego la miré a los ojos.
—Vamos, bésame —me miró durante unos segundos y luego habló.
—Bésame tu si tanto lo deseas —y no lo dudé. Me acerqué y junté mis labios con los suyos por tercera vez. El sabor de sus labios era delicioso y probablemente adicitivo. Se alejó y me miró—. Las llaves, Harold.
—Uno más —me acerqué y volví a besarla antes de que pudiera contestar. Luego de unos segundos volvió a alejarme.
—Ya basta, estás ebrio. Dame las llaves.
—¿Crees que te beso porque estoy ebrio? —me miró y luego rio.
—Sí —y en realidad era así. La besaba porque estaba ebrio y no tenía ni idea de lo que hacía. Se alejó de mi y me quitó las llaves mientras caminaba hacia el auto.

***

—Styles, estas yendo muy lejos. Vete ahora antes de que te saque a patadas —habló mientras se sentaba en su cama.
—Oh, por favor. Sólo esta noche
—No, olvídalo
—Por favor —me acerqué y me arrodillé al pie de su cama mientras juntaba mis manos y le hacia pucheros—. No quiero dormir solo —me miró durante unos segundos y luego suspiró.
—Si roncas te tiraré de la cama y dormirás en el suelo —habló mientras se corría a un lado y se volvía a recostar.
—No roncaré, lo prometo —me puse de pie y me acerqué al lado izquierdo de la cama que me había dejado libre. Me recosté y luego apagué la luz mientras me tapaba con las sábanas. Luego de unos minutos pude oír como su respiración se volvió lenta y pausada, ¿cómo lograba dormirse tan rápido? Me incliné sobre ella y sí, efectivamente estaba dormida. Me volví a mi lugar y me removí un poco intentando buscar una forma cómoda para dormir y entonces ella volteó y se recostó sobre mi pecho. La miré durante unos incontables segundos y luego sentí como los párpados comenzaban a pesarme. Pasé mi brazo por sus hombros y encontré la forma cómoda para dormir esa noche.. a su lado.

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Capítulo doce


El artículo 35.



Desperté por el maldito sol dándome de lleno en el rostro y los pájaros cantando. Abrí un ojo lentamente y lo cerré instantáneamente cuando ví la claridad del sol.
—Maldita sea —dije con la voz ronca aún por el sueño. Tomé la almohada de al lado y me tapé el rostro intentando seguir durmiendo pero luego de unos segundos me dediqué a oler el perfume que tenía. Olía a shampoo y un perfume femenino que últimamente era familiar para mi. Mi cabeza se hizo un enriedo y comenzaron a llegarme las miles de razones por las cuales mi almohada puede tener su perfume. Me senté de golpe en la cama intentando recordar algo de anoche luego de que hablé con mi padre en el living pero no lograba tener nada. Entonces vi los libros sobre la mesa de noche y noté que no eran mios. ¿Trajo sus libros a mi habitación? Y cuando me dispuse a ver qué más había mudado a mi habitación mientras yo me encontraba inconsciente note algo importante.. no era mi habitación. Era la de ella. Me puse de pie rápidamente como si algo fuera a moderme y me miré. Gracias al cielo traía ropa, peor hubiese sido si estaría desnudo. Fruncí el ceño intentando recordar pero preferí no hacerlo. Salí de su habitación sigilosamente y entré a la mia. Me di una larga y relajante ducha y luego me cambié con unos jeans, una camiseta y unas converse. Sacudí un poco mi cabello y tomé aire antes de salir de ahí y enfrentarme con ella para preguntarle qué rayos había pasado anoche. Bajé las escaleras y la busqué en el living pero no estaba. En la cocina tampoco y cuando entré al comedor la vi, entre muchos libros, hojas sueltas, útiles escolares y un su celular reproduciendo una canción de Taylor Swift.
—Buenos días —saludé alto para que pudiera oírme.
—Hola —contestó sin siquiera levantar su vista de lo que estaba haciendo—. Tienes comida en el microondas si quieres —fruncí el ceño y luego me animé a preguntar.
—¿Qué haces? —me acerqué a ella y me senté en la silla a su lado.
—Un trabajo para la Universidad que olvidé por completo y debo llevar mañana. Es la mitad de mi calificación final —habló mientras escribía con rapidez pero prolijamente en una hoja en blanco que estaba sobre unas veinte hojas más.
—¿Cuánto hace que estás despierta haciendo esto? —pregunté algo sorprendido.
—Empecé a las ocho —miré el reloj de pared y eran las dos de la tarde.
—___________, ¿has comido algo? —¿desde cuando yo me preocupaba por ella?
—Creo que me perdí la parte de la historia en la que cambiamos de roles y tú te preocupas por mi —dijo divertida sin sacar su vista de lo que escribía—. Sí, Harry. Desayuné cuando me levanté y almorcé hace una hora. No te preocupes —me miró y me sonrió antes de volver su vista a la hoja. Me aclaré la garganta antes de continuar hablando.
—___________, ¿qué.. —rió y soltó la lapicera con la que escribía. Me miró durante unos segundos y luego habló.
—Estabas ebrio y me rogaste para que te dejara dormir conmigo. Sólo eso pasó, no tienes de que preocuparte —pero lo dijo algo dolida. Sacó su vista de mi y volvió a lo que estaba haciendo.
—¿Necesitas ayuda? —suspiró y luego rió.
—Si encuentras el artículo 35 que fue borrado de la constitución de 1983 en alguno de estos libros te pagaré con lo que sea —dijo mientras seguía escribiendo.
—¿El artículo 35?
—Así es, anda. Comienza a buscar. Llevo buscándolo desde que me levanté y no logré encontrarlo

***

—Dame eso —dijo molesta. Al parecer estaba segura de que no encontraría su estúpido artículo 35 pero aunque no fue fácil lo hice. Leyó lo que acababa de señalarle y bufó mientras se sentaba y comenzaba a copiarlo en una hoja nueva.
—Deberás pagarme —era un estúpido renglón que le llevó menos de un minuto escribir para finalizar el trabajo—. Y el doble porque era lo que te faltaba para terminar tu trabajo. ¿Qué habrías hecho sin mi? —pregunté divertido mientras me ponía de pie y pensaba con qué podía chantajearla.
—Eres un imbécil, fue sólo suerte —cerró con fuerza el libro y lo apiló junto con tres mas mientras los tomaba en sus manos y volteaba para mirarme—. ¿Cuánto debo pagarte? —la miré divertido y luego reí.
—¿Crees que voy a pedirte dinero? —pregunté mientras me acercaba a ella.
—¿Qué otra cosa podrías querer? —dijo algo confundida—. Ahora estas sobrio, dudo que me pidas un beso como anoche —la miré fijo y luego reí.
—¿Enserio hice eso? —asintió y luego suspiró.
—Vamos, dime cuánto debo pagarte. Quiero darme una ducha para luego ir de mis padres —continué acercándome provocando que sólo quedaran entre nosotros los libros y apoyé mis manos en la mesa detrás de ella.
—Puedes pagarme de muchas formas, nena —elevó una ceja y luego rió.
—Eres un idiota, no soy una de tus modelitos con las que puedes acostarte cuando se te dé la gana —contestó entre divertida y molesta.
—No, eres mi esposa. Con la cual puedo acostarme cuando se me de la gana —se acercó a mi casi rozando sus labios con los mios y susurró.
—¿Y a qué se debe este repentino interés en mi?
—No tengo idea —contesté con sinceridad antes de besarla. Al principio se negó pero luego cedió. Le saqué los libros de los brazos y los tiré al suelo para luego pegar mi cuerpo contra el suyo y profundizar el beso.
—De seguro todavía tienes algo de alcohol en las venas, Styles —habló sobre mis labios.
—Te juro que nunca estuve tan sobrio en mi vida, nena —me mordió y luego me alejé para mirarla mientras elevaba una ceja.
—Deja de llamarme nena —dijo con la respiración entrecortada al igual que yo.
—¿Por qué? —pregunté divertido.
—Porque me encanta —se acercó a mi y volvió a besarme con desesperación. Definitivamente esto no terminaría bien.. o quizás iba a terminar excelente, depende del punto de vista que lo viera. Sin dejar de besarla estiré uno de mis brazos hacia la mesa y tiré los libros al suelo dejando espacio para luego sentarla a ella ahí. La cosa se ponía interesante. Le arranqué literalmente la blusa azúl que traía —y digo literalmente porque se rompieron los botones— y me quedé unos segundos admirándola hasta que me acercó a sus labios y volvimos al beso. Mis manos recorrían su columna con delicadeza mientras que las suyas se metían debajo de mi camiseta hasta que se cansó y me la quitó en segundos. Comencé a desabrochar sus jeans y entonces el timbre nos interrumpió.
—Mierda —maldije alejándome de ella. El timbre volvió a sonar y me vi obligado a tomar mi camiseta y ponérmela—. No te muevas —le dije señalándola con mi dedo índice y los ojos hambrientos. Caminé molesto hacia la puerta de entrada y al abrir me encontré con la desgracia personificada en mis amigos junto con sus amigas. ¿Desde cuándo eran un grupo feliz? ¿Desde cuándo se conocían?—. ¿Necesitan algo? —pregunté intentando hacer evidente mis ganas de que desaparecieran.
—Siempre tú tan amable —comentó Zayn con sarcasmo mientras me hacía a un lado y entraba a la casa seguido de todos los demás.
—Hey chicos, ¿cómo están? —oí su dulce y calmada voz dentro de la casa. Cerré la puerta y voltee mientras miraba con el ceño fruncido a esa loca que estaba saludando a todos con una sonrisa como si nada hubiese pasado. Una vez que los terminó de saludar a todos se acercó a mi—. ¿Qué rayos hacen todos aquí? —preguntó confundida.
—No lo sé, ni siquiera sabía que se llevaban bien —luego de varios minutos de conversación nos quedamos todos en el living riendo y mirando televisión. Estaba sentado al lado de Louis y de la nada Zayn se sentó a mi otro lado y se me acercó al oído.
—Será mejor que vayas a ordenar el comedor si no quieres que todos vean el desastre que dejaron allá —se alejó de mi con una sonrisa mientras yo bufé. Me puse de pie y cuando llegué al comedor ella ya se encontraba ahí levantando los libros del suelo.
—Creí que lo habías arreglado —dije mientras me acercaba y levantaba los otros libros.
—No soy un pulpo, Harold —comentó algo molesta.
—Hey, no te enojes conmigo. Yo no los invité a venir —dije mientras terminaba de levantar el último libro y la miraba con los brazos cruzados.
—No estoy enojada —dijo molesta.
—Pues comunícaselo a tu rostro y tu tono de voz.
—Agh, ¿sabes que? Tengo que irme —salió del comedor molesta, aunque ella me lo negara, y yo volví al living con mis amigos y sus amigas las cuales eran agradables. Y al parecer a mis amigos les agradaban bastante.
—Lo siento chicos pero arreglé para ir a casa de mis padres. Los veo luego —habló sin siquiera detenerse a saludar y se fue.
—¿Qué fue lo que le hiciste? —me preguntó una de sus amigas. La miré molesto y luego contesté.
—Mira como-sea-que-te-llames, yo no le hice nada a la trastornada de tu amiga así que trátame bien.
—Algo debiste haberle hecho para que se vaya así —me contestó de la misma manera que antes.
—¿Y a ti qué te importa? —bufé y me puse de pie.
—¿A dónde vas, Harry? —preguntó Liam.
—No lo sé —dije mientras caminaba hacia la salida. Una vez afuera note que su auto todavía seguía estacionado así que caminé hacia allá y sin preguntarle subí al asiento de co-piloto.
—¿Qué haces aquí? Baja de mi auto —dijo molesta.
—Quiero conocer a tus padres —me miró durante unos largos segundos y luego miró al frente.
—Deja de mentir, no te interesa nada de mi —la miré y luego hablé.
—Claro que sí. Si vamos a convivir por cuatro meses al menos quiero saber quienes son tus padres —suspiró y luego puso el auto en marcha.
—Está bien —y entonces cuando emprendimos camino hacia su casa noté algo, algo extraño. Algo que no me había pasado antes. Estaba nervioso pero más nervioso que anoche. Quería causar una buena impresión pero, ¿desde cuándo me preocupaba darle una buena impresión a los demás? Quizás era el hecho de que se trataba de sus padres y no de cualquier persona. Pero aun sigo sin saber por qué me influía tanto.

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Capítulo trece: Los Thompson.



—¿Vas a pasar o piensas quedarte ahí parado? —su voz me bajó de la nube en la que me encontraba. Sacudí mi cabeza levemente y sin contestar entré a su casa siguiéndola. Cerró la puerta y yo esperé a que se me adelantara para saber a dónde ir.
—¡____________! —se oyó la voz de una niña y luego llegó corriendo mientras se aferraba a las piernas de ella.
—Hola, princesa —levantó a la niña en brazos y le dio un sonoro beso en la mejilla haciendo que su brillo labial le quedara marcado. En ese momento, inconscientemente, desee ser esa niña.
—¡Estabamos esperándote! —y entonces la pequeña castaña notó mi presencia. Se encogió de hombros y se aferró a ____________ mirándome con miedo.
—Hey, no soy tan feo —bromee tratando de que la pequeña no se volviera tan diminuta pero en lugar de reír se encogió mas.
—Es tímida con todas las personas que no conoce. Diana, él es Harry.
—¿Cómo le diste vida a uno de tus posters, ___________? —no pude evitar soltar una pequeña carcajada al igual que _______________.
—Harry, ella es mi hermana menor —me acerqué a ambas y miré con una sonrisa a la pequeña loquita. Mirándola con detenimiento era bastante parecida a su hermana.
—Es un placer conocerte, Diana —estiré mi mano y Diana la tomó con algo de duda—. Soy el póster número tres —soltó una pequeña risita y luego sus mejillas se tornaron de color carmín.
—Él es gracioso —le dijo a su hermana mayor, la cual rió y luego bajó a su hermana.
—Sí, no te das una idea de cuánto —dijo enfatizando el sarcasmo. Tomó a su hermana de la mano y luego tomó la mia como si ya me conociera de toda la vida.
—Estamos preparando las hamburguesas en el jardín, vamos —nos guió Diana, la pequeña copia de _____________. La casa era espaciosa y muy bella. Una vez que salimos al enorme jardín pude divisar a la distancia una mesa de camping a unos metros de una parrilla en la cual un hombre de cabello azabache con algunas canas cocinaba algo humeante, mientras que en la mesa se encontraban conversando una bella mujer que según mis cálculos era la madre de _____________ y un jóven de.. mi misma edad, probablemente. Los tres nos acercamos y una vez que estábamos ahí enfrente de la mesa la pequeña Diana nos soltó y corrió a sentarse junto a su madre. El morocho me clavó la mirada casi atravesándome mientras se dedicaba a analizar mi anatomía al igual que la madre de ____________, sólo que ella lo hacía sonriente y agradable mientras que el otro chico parecía que iba a comerme en cualquier momento.
—Mamá, Demian, él es Harry —me presentó. ¿Quién era ese tal Demian?
—Es un gusto conocerte al fin, querido. Soy Trish —me contestó amablemente la madre de ____________.
—Con que tú eres el de los posters —murmuró el morocho sin sacarme esa mirada detonante. Me sentía algo intimidado pero no tenía miedo.
—Y tú debes ser el hombre —se oyó una voz más gruesa pero tranquilizadora acercándose a mi. Aquel señor morocho, similar al otro que se dedicaba a matarme con la mirada y probablemente con los pensamientos, se me paró delante y me ofreció su mano con una sonrisa—. Peter Thompson, un gusto en conocerte, muchacho.
—Harry Styles —me presenté con la misma sonrisa.
—Oh, ya sabemos tu nombre. Mi hija lo ha dicho tantas veces en esta casa que probablemente lo recordemos toda nuestra vida.
—Mamá —se quejó ____________ mientras se sentaba a un lado del morocho de ojos electrizantes.
—He oído sus canciones, Harry. Debo decir que tienen mucho talento.
—Oh bueno, gracias señor —contesté sonriente.
—No me llames señor, dime Peter.
—Papi, ¿notaste que es el de los pósters en la habitación de ___________? —todos reímos, menos aquel morocho que a cada segundo que pasaba me caía peor.
—Bien Harry, siéntete como en tu casa. Toma asiento, en un rato estarán las hamburguesas. No eres vegetariano, ¿cierto? —preguntó mientras elevaba una ceja con diversión.
—Nunca. Mas carnívoro que un león —él rió y me palmeó el hombro con emoción.
—Este chico es de los mios —dijo antes de alejarse y volver a la parrilla. Observé los lugares libres que quedaban y había uno al lado de la madre de ____________, y otro al lado de Diana, justo enfrente del tal.. Demian. De seguro al lado de la señora Thompson iba a sentarse su esposo así que no me quedó mas remedio que sentarme delante de ese morocho.
—Eres mas bonito en persona —oí la dulce voz de Diana a mi lado.
—Bah —se quejó Demian. Miré a la hermanita de _____________ y quise abrazarla. Era demasiado preciosa. Cabello castaño lacio hasta los hombros, flequillo recto, ojos color avellana —iguales a los de su hermana—, y toda pequeñita.
—Gracias princesa, tu eres hermosa —soltó una risita y se encogió de hombros al mismo tiempo en que sus mejillas se tornaban rosas. Levanté mi mirada y busqué la de la loca que ahora era mi esposa pero en lugar de encontrarme con sus ojos mirándome me encontré con que hablaba emocionada con el tal Demian, mientras que él pasaba su brazo por los hombros de MI esposa y la miraba sonriente. Ese brillo en sus ojos, parecian pareja.

***

—No debe ser fácil el mundo de la farándula, ¿eh Harry? —preguntó Peter mientras se preparaba la segunda hamburguesa. Yo había comido dos y me iba preparando la tercera. Nada que horas de gimnasio no arreglen.
—Y no lo es —contesté ya confiado—. Es difícil en todos los sentidos. De alguna forma te conviertes en un modelo a seguir, no se te permite cometer errores ya que esos errores los cometerán en todo el mundo por el simple hecho de hacer todo lo que tú haces porque eres famoso. También se inventan todo tipo de chismes, en dos años me han matado unas.. diez veces —reímos y luego continué—. Pero tambien tiene sus cosas buenas. Además, la música es mi vida y vale todo lo que tengo que sacrificar por hacer lo que amo.
—Tienes los pies bien puestos sobre la tierra, Harry —sonreí y luego pasé mi mirada por el lugar donde estaba ella y sí, efectivamente estaba mirándome. Con ese brillo en los ojos, el mismo que tenía aquel morocho hace un rato atrás. Le sonreí y al notarlo bajó la mirada mientras sus mejillas se sonrojaban de la misma forma que lo hicieron las de su hermana menor. Y luego pasé mi mirada por la persona que estaba a su lado la cual me mataba una y otra vez con sus ojos. ¿Cuál era el problema de ese chico? Y cuando creía que las cosas no podían ponerse peor se acercó a ella, le susurró algo en el oído a lo que ella sonrió y asintió y luego se fueron hacia dentro de la casa. Me removí en mi lugar algo incómodo y al parecer todos notaron mi estado.
—Tranquilo, Harry. Es su primo —aclaró Peter. Suspiré pero no me importaba que fuera su primo. El imbécil se la comía con los ojos.. ¿qué es lo que pasa conmigo? ¿Cuál es el problema? ¿Desde cuándo me interesa si ella está en algo con alguien más?
—Harry, querido. ¿Me acompañas adentro? Hay unas fotos de __________ de pequeña que muero que veas —me invitó Trish. Asentí con una sonrisa sumamente fingida ya que estaba de mal humor por el hecho de que ella estuviera a solas con otro hombre y ambos nos dirigimos hacia adentro de la casa—. Sígueme, tengo algo que decirte, muchacho —me extrañó su forma de hablar pero la seguí hasta la cocina. Volteó y me miró seria—. Demian como verás.. es bastante sobre-protector con _____________ —corrí mi mirada hacia otro lado mientras asentía con desagrado—. y es su primo por parte de Peter. A mi nunca me cayó bien y tenía razones. Él siempre estuvo enamorado de mi hija. Hizo todo lo posible para que los hombres que la conocían se alejaran de ella por completo para que sólo pudiera quedarse con él, aunque ella nunca sintió lo mismo. Peter ama a su sobrino con todo su corazón por lo cual nunca le dije el hecho de que él estaba encerrando a nuestra hija en una caja fuerte pero ahora que tú eres el hombre en su vida te pido que la cuides y no dejes que él la aleje de ti. Demian no es bueno para ella ni para nadie pero _____________ tiene un corazón demasiado puro como para pensar que su propio primo podría hacerle algo que la lastimara —me quedé helado mirando a la madre de _______________ sin saber que contestar.
—Tranquila Trish, me encargaré de dejarle las cosas claras a Demian.
—No quiero peleas, pero cuídala. Ella vale mucho y aunque te obligó a casarte.. podría hacerte muy feliz. Sólo dale la oportunidad —me quedé mirando a aquella mujer y podía ver a un clon de mi madre. Aquella forma de hablar, aquel tono de voz tan calmo y suave, aquellas facciones, aquellas muecas, aquellos ojos llenos de amor por sus seres queridos, aquella forma de explicar las cosas con suma delicadeza. Trish me recordaba a mi madre por lo cual sin siquiera quererlo le tomé un enorme cariño.
—Gracias Trish. No te preocupes, no le pasará nada malo a ______________ mientras esté a mi lado —contesté un poco inconsciente de lo que decía.
—Lo sé, Harry —me sonrió y luego salió de la cocina dejándome solo con mis pensamientos. ¿Qué debía hacer con todo esto? Demian alejaba a los chicos que __________ conocía dejándola sola sin amor para poder tenerla para él solo. Él estaba enamorado de ella. Y ahora mismo estaban a solas en algún lugar de esta enorme casa. Mierda, tenía que encontrarlos. Tenía que encontrarlos y dejarle en claro a ese imbécil quien era el hombre en la vida de ________________.

Ahhh Demian está enamorado de ____!!!
Tienes que continuar plis quiero saber que estarán haciendo