Change my world {HS}

7. Rojo el color del amor.

Luego de una media hora de camino, llegaron a los estudios de Warner bros. Harry había averiguado, después de mucho insistir para que Gemma le contara, que a Poli le encantaba Harry Potter y que uno de sus mayores sueños era conocer los estudios de grabación, día de suerte- pensó Harry, cuando averiguó vía internet que las entradas estaban solo por ese día a mitad de precio.
-Wow… -fue lo único que dijo Paulette cuando notó donde estaban, y con una gran sonrisa en su rostro, se aferró más al brazo de Harry. - ¿Cómo supiste? –dijo observándolo con ojos brillantes.
-Digamos que tuve un poco de ayuda. –Comentó girando completamente, quedando así frente a ella- ¿Te gusta?
-Será la primera cita más emocionante de mi vida. –dijo ella, poniéndose en puntitas para dar un corto beso en los labios del chico, que tenía levemente su ceño fruncido.
-¿Puedo saber cuántas primeras citas has tenido? –preguntó, separándose de ella lo suficiente como para verla a los ojos.
-¿Qué? No me digas que estas celoso… apuesto mi colección entera de Harry Potter a que has tenido más primeras citas que yo.
-¡Claro que no! –alegó, a punto de romper en carcajadas.
-Entonces es una apuesta. –dijo ella. -¿Cuántas primeras citas has tenido exactamente Harold?
-Si te lo digo primero harás trampa y dirás un número menor. Te conozco poco, pero sé lo que puedes hacer. –dijo mientras la tomaba de la cintura acercándola a su cuerpo. La chica bufó, mientras un pequeño rubor cubría sus mejillas. – Aún así, acepto su apuesta señorita Horan.
-Muy bien joven Kessel, lo diremos al mismo tiempo.
-Trato.
-A la cuenta de tres. –dijo Paulette, mirándolo seriamente. –No mientas.
-Lo mismo digo. –dijo Harry, ganándose un pequeño e inofensivo golpe por parte de la castaña.
-1… 2…3…
-Ninguna. –dijeron ambos. Mirándose sorprendidos y aliviados al mismo tiempo, Harry tomo nuevamente la mano de la chica acercándola a él.
-¿Ninguna? –preguntó Poli, se sentía muy tranquila porque así no perdía su colección de Harry Potter.
Harry negó, sonriendo como nunca, le aliviaba mucho saber que su chica jamás había salido con nadie.
-¿Nunca has tenido novia o algo así? –preguntó, mientras Harry asentía levemente. –No entiendo…
-Tuve una novia, Ayleen, comenzamos a salir cuando estábamos en primer año, pero jamás la tuvimos una primera cita. Es decir… jamás la saqué a cenar, o a un parque o a caminar tomados de la mano. Nuestra relación se basó prácticamente en ir de fiesta en fiesta y de besuquearnos por los pasillos y…
-No quiero saber. –comentó Paulette, que de tan solo imaginar a Harry besando a otra chica le ardía la sangre de celos. –Me conformo con saber que soy tú primera cita oficial.
-Y yo la tuya. –comentó alegremente. –Vamos, debemos conocer un lindo parque temático.
Paulette comenzó a reír cuando Harry la tomó en brazos, haciendo que colocara sus brazos alrededor de su cuello, para llevarla a la entrada.


-¿Entonces… nunca has tenido novio? –preguntó Harry, cuando estaba subiendo las escaleras del “castillo” que los llevaba a las habitaciones de Gryffindor. Poli paró en seco, pues había dado por hecho que esa conversación había terminado.
-Bueno…-le avergonzaba tener que decirlo, pues la mayoría de las chicas de su edad habían tenido por lo menos un novio durante su vida, la mayoría incluso no era virgen, en cambio ella solo había dado su primer besos hace solo un par de días y precisamente con Hazza, aunque no le dejaría saber eso.
-Me alegro que nunca hayas tenido uno. –comentó Harry, mientras entraban a la habitación donde supuestamente dormían Harry, Ron y Neville. –Es decir… me deja más tranquilo.
-¿Más tranquilo?
-Aunque no lo creas, soy muy celoso. –dijo observando todo detenidamente.
-Me doy cuentas. –Sonrió Paulette.- Y aunque no lo creas, yo también lo soy.
-¡Oh! Esto es nuevo. –dijo Harry mientras reía alegremente.
-Solo me gusta cuidar lo que es mío. –dijo Poli con el seño fruncido.
-¿Eso significa que soy de tu propiedad? –preguntó el rizado mientras la abrasaba por la cintura. Esta con el nerviosismo a flor de piel, solo atinó a esconderse en el hueco del cuello de Harry.
-Nunca dije eso… –susurró, haciendo reír nuevamente a Harry.
-No, pero me encantaría serlo.
-No te rías de mi… espera ¿Qué?
-Nada- dijo Harry rápidamente.
-No… dijiste algo. –comentó Paulette. –Y te escuché.
-Solo hazte la sorda.
-Está bien. –dijo la castaña mientras caminaba fuera de la habitación, dejando a Harry anonadado y sin palabras. Esperaba otra respuesta, como un “sé lo que dijiste” o “jamás” o cualquier otra de sus típicas salidas, pero no un simple “está bien”
-¿Te quedarás ahí todo el día? – preguntó la chica, tomado la mano de Harry para así sacarlo de la habitación y continuar con el recorrido. Pero él se detuvo abruptamente, haciendo que Poli tropezara.
-Casi. –susurró Harry al momento de atraparla, justo antes de chocar con el suelo. –No quiero que olvides lo que dije –volvió a susurrar- Porque lo que dije es verdad. Quiero ser solo tuyo y que tú seas solo mía, por eso me tranquilicé tanto cuando dijiste que esta es tu primera cita y por eso me puse tan feliz cuando noté que jamás has tenido novio.
>No sé que me hiciste Poli, pero no quiero pasar ni un segundo del día lejos de ti. No puedo dejar de pensar en los besos de anoche, o en lo hermosa que te veías hace dos días, cuando te conocí, con las lágrimas en los ojos. No puedo dejar de pensar en lo mucho que te preocupas por las personas que amas o en lo mal que me sentí cuando pensé que Niall y tú eran novios.-dijo mientras Paulette soltaba una leve risa al recordar ese momento. –En serio me gustas, y no quiero que olvides jamás este momento, porque es la primera vez que soy así de sincero con lo que siento. Me gustas Paulette Horan, más de lo que jamás me gustó una chica.

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