La luna {logan lerman y adele s.}adaptada

Nombre:La luna
Autor: no es de mi autoria solo adapto
Adaptación: si, es de una chica que escribe excelente asi que todos los creditos para ella
Género:todo
Advertencias:Ninguna
Otras páginas:si

Sinopsis.

todo lo que publique en esta nove no es mio solo la adapto para ustedes

bueno no tardare en subir el prologo porque nadie aqui comentan si les gusta un poco

Prólogo.

Hay cientos de historias en la aldea que hablan sobre hombres que se transforman en animales en cada luna llena. Cuentan los ancianos, las leyendas del origen de estas criaturas;“Había una vez, dos hermanos que eran padres de familia, estaban casados y tenían un par de hijos, pero pronto se enamorarían de una misma mujer, una de los 12 dioses, Diosa de la luna y hermana del Dios del sol





Ella había visto lo crueles que habían sido esos hombres con las mujeres del pueblo, las habían violado, matado y engañado, algunas de ellas habían tenido hijos, los cuales tuvieron que ocultar para que no sean matados. Por estos motivos, fue que la Diosa quería darles una lección. Ella hizo que los hermanos se enamoraran de ella con su resplandeciente belleza, y una vez que estos fueran capaces de dar su vida por su amor, le pregunto a cada uno: ¿Cuanto estarían dispuestos a sufrir por mí?; Ellos le respondieron: “Yo siempre sería capaz de sufrir todo por ti…”; “Siempre.” La Diosa satisfecha con la respuesta los maldijo a cada uno por toda la eternidad, al hermano mayor lo maldijo con el sol, para que nunca volviera a ver la luz del día, que su único alimento fuera la sangre de las personas que él amaba, y que ningún ser humano pudiera ser capaz de quitarle el sufrimiento.




Al hermano menor lo maldijo con la luna, en las noches de luna llena, este se convertiría en una criatura de horrible apariencia, para que no pueda ser capaz de ver su propio reflejo, y quede para siempre con su imagen grabada en su memoria hasta que muera en la vejez, pero al igual que su hermano, ningún ser humano podría quitarle el sufrimiento. La maldición era hereditaria, si ellos llegaran a morir algún día, sus hijos reconocidos, que tuvieran las mismas falencias que sus padres, serian castigados de la misma forma.
Ellos vivieron varios años esperando que la Diosa viera lo arrepentidos que estaban, pero la Diosa no quiso revertir su maldición, un día, ellos descubrieron la forma de terminar con su propia agonía, ellos eran débiles frente al otro, el hermano menor era él único que podía matar al hermano mayor, y el hermano mayor, era el único que podía matar a su hermano menor.





Y así lo hicieron, pero sus hijos, que habían cometido los mismos errores que sus padres, obtuvieron la maldición, y así ah sido transmitida de generación a generación.”
Es por eso que se cree que los hombres que no respetan a las mujeres, serán castigados por la Diosa Artemisa, pero eso, eso ya parecía ser un cuento olvidado.

Capitulo 1.

Estábamos en pleno invierno, había nevado la noche anterior por lo que la temperatura está muy baja esta mañana. En la madrugada de este viernes, habían encontrado los cuerpos de una familia en una de las aldeas que estaba a los alrededores del bosque.




Algunos de los hombres del pueblo decían que había un asesino en la aldea, y que estaba matando en serie, otros decían que era un animal salvaje, y por último, solo unos pocos hablaban de una bestia. Yo no sabía qué era lo que pensaba mi familia en realidad, mis padres solo se preocupaban de mantenernos seguras a mi hermana y a mí dentro de la casa.




Somos una familia pequeña, mi padre es un herrero, fabrica armas y trabaja con metales, mientras que mi madre es simplemente dueña de casa. Mi hermana mayor Anthea estaba a punto de casarse con Brent Audley, hijo de un amigo de papá que trabajaba con él, y que probablemente siga en el mismo negocio.


Mi madre Elyse, está preocupada por mí, ella aún busca casarme con algún hombre, pero a todos los pretendientes que me ah traído, me he negado, por distintas razones, o es muy viejo o muy niño, es muy feo o muy arrogante, o por otros defectos que pudieran tener. Mi madre odia que sea tan meticulosa y detallista, pero yo en el fondo, no lo hacía por ser detallista, si no porque aún quería aprovechar mi vida, solo tengo 18 años.




Volviendo a los últimos acontecimientos, mi madre nos encerró en casa hasta que toda la revolución que causo este último asesinato terminara. Este era el tercer asesinato que pasaba en el pueblo en 5 meses, por lo que la gente del pueblo decidió acabar con esto para evitar más pérdidas de vida.



Algunos amigos de papá vinieron a casa para hacer que este se uniera a ellos, asustada me escondí para escuchar la conversación que mis padres no querían que escucháramos, pero Anthea y yo estábamos preocupadas.





- Sabemos que crees en nosotros Arthur, tú sabes que el lobo es real y esta allá afuera matando personas. No podemos seguir arriesgando a nuestro pueblo, por esta razón te pedimos que nos acompañes para cazarlo de una buena vez.- Comenzó hablando el amigo de mi padre, al cual nunca había visto entrar en la casa.-
- No puedo dejar a mi familia desprotegida.-
- Esto es para proteger a tu familia, a la tuya y a muchas otras más. Acepta Arthur, nos serias de mucha ayuda.-
- ¿Cómo planean cazarlo?-
- Los lobos buscan carne, buscan saciar su hambre. Por eso sacrificaremos nuestro ganado, y ellos vendrán por la comida.-
- ¿Estás seguro de que eso funcionara?-
- Sí, hay que dejar la sangre de los animales en el medio del bosque para atraerlo, estoy seguro de que funcionara.-
- ¿Cuándo piensan hacerlo?-
- La próxima luna llena.-
- Entonces acepto.-




Anthea y yo nos asustamos con la respuesta de mi padre, una parte de nosotras igual creía que había algo sobrenatural en los asesinatos ocurridos estos últimos meses, pero si se trataba realmente de un lobo, ¿Podrían las personas del pueblo reamente matarlo? Anthea me dijo que solo se referían al animal “Lobo” que suele habitar por estos lugares, y que suele matar a los ganados para alimentarse en otros pueblos.


Pero, acá no estaba matando a los animales, estaba matando a las personas, y en sus propias casas.
Mi madre nos vio en nuestro escondite y nos saco a regañadientes de ahí. Me explico lo mismo que Anthea, que solo era un animal y que no tenia de que preocuparme. Me dijo que mi imaginación siempre había sido bastante alta, pero yo en estos momentos no sabía que realmente creer.




La noche de la luna llena, del siguiente mes, todas las mujeres se encerraron en las casa, colocaban clavos y tablas de madera en ventanas y puertas, nuestra casa no fue la excepción. Los niños no habían salido a jugar en las calles en todo el día, mientras que los hombres adultos habían pasado todo el día corriendo por ellas. Brent había venido a visitar a mi hermana en la mañana, asegurándole que todo saldría bien, y que la amaba por sobre todas las cosas.. Anthea siempre ah sido afortunada, ah sido la mejor hija que mi madre pudo haber deseado, era hermosa, su cabello perfectamente rubio hacia resaltar su piel de tés blanca, que a su vez hacia resaltar sus ojos verdes. Ella saco la belleza de la familia de mi madre, se asemejaba mucho a la abuela. Mientras que yo había sido “premiada” con los rasgos de mi padre, su pelo negro y su piel bronceada, a pesar de que la mayor parte del año aquí era invierno, eran característicos en mi junto a sus ojos color verde, que era lo único que teníamos igual con Anthea. Mi hermana es un año mayor que yo, y aparte de ser bella, era realmente inteligente, por eso siempre estuvo rodeada de chicos, y tuvo para regodearse al escoger esposo.




En cambio yo, era un repelente, y no porque lo quisiera, si no porque toda la atención, se concentraba en ella, cosa que no me molestaba, nunca ah sido fácil para mí conversar con un chico por más de un minuto.
Mi madre, Anthea y yo nos quedaríamos en casa al igual que muchas mujeres y niños más, había visto desde la ventana del segundo piso como hacían los sacrificios de los animales en la plaza, habían cientos de kilos de animal colgando de ganchos y cordeles, mientras que algunos hombres llevaban fuentes de sangre a los bosques.




Había un olor desagradable en toda la aldea, pero eso no impedía que cerrara mi ventana y dejara de observar. La noche ya había llegado y ahora solo les quedaba esperar con lanzas en mano.
Habían pasado varias horas hasta que unos ruidos comenzaron a escucharse, provenían del bosque, los hombres se miraban entre sí, y pronto se escucharon aullidos, pero eran demasiados aullidos como para que fuera un solo animal. Espere a ver qué era lo que sucedía, pero de pronto todo se calmo y hubo un profundo silencio, que no duro demasiado.




Solo escuche gritos desgarradores de los hombres, no pude ver nada, pero escuchaba como sufrían. Me imagine a mi padre, quería saber cómo se encontraba, pero no podía salir de la casa. Anthea me hizo cerrar la ventana al ver que mamá subía las escaleras apresuradamente, volvimos a la cama como si nunca nos hubiéramos levantado, ella solo cerró la puerta de nuestra habitación y se sentó junto a mi hermana en su cama, esperando.

No sucedía nada, pero yo estaba impaciente por seguir viendo que era lo que sucedía por mi ventana, pero pronto sentí un golpe, un fuerte golpe en la puerta. Luego se escucharon muchos más, y de pronto se detuvieron.




Las campanas sonaron estrepitosamente, eso significaba que teníamos que salir de las casas rápidamente. Sin entender muy bien el por qué teníamos que irnos, mi madre nos hizo salir de casa, pero al llegar a la calle, el panorama era muy distinto a como solía estarlo, había sangre por los caminos, sangre en varias paredes de varias casas, y por sobre todo, habían muchos muertos tirados en la vía pública, tanto hombres, como mujeres y niños.


Cuando trate de correr hacia la torre, parecía haberme perdido del camino, aparecían animales que atacaban a las personas que corrían hacia la torre, por lo que tuve que desviarme. Pero fue un error, un animal se detuvo frente a mí, no era un animal común, no era un lobo como decía Anthea y mi madre, era un ser realmente horrible. Media casi 2 metros, no tenia pelaje, tenía piel, una piel rosada con algunas manchas, una columna encorvada y algunos cuantos pelos de animal en el resto del cuerpo.




Sus manos y pies eran gigantes, eran como las de un lobo, al igual que su dentadura, su rostro era deforme, pues tenía tanto de humano como de animal y lo peor era, que sabía que iba a matarme.
Grite y entre desesperada a una casa, esperando encontrar un buen escondite, pensé en que había podido ocultarme de esa bestia, trataba de calmarme, pero no podía dejar de llorar asustada.


Tape mi boca para no hacer ningún ruido y evitarme ser descubierta, pero para mi desgracia, mi pulsera sonó, tengo una pulsera con pequeños cascabeles que me regalo mi padre a los 10 años, siempre la ando trayendo, según yo, me da buena suerte, pero esta vez solo me trajo problemas. Sentí ruidos en la madera del piso, como si alguien caminara sobre él, yo escondida detrás de un mueble rogaba que no sea una bestia, pero no tuve suerte. Su respiración estaba en mi oído, desesperada y asustada me arrastre hasta un rincón de la casa y pedía a gritos piedad, no quería morir, mi llanto era resignado, sabía que mis posibilidades eran mínimas.






Esperaba que el horrible animal me atacara, pero para mi sorpresa solo se quedo quieto observándome fijamente. Levante la vista un poco borrosa por las lagrimas y pude verlo, todo en él era horrible, pero pronto su espalda se curvo más de lo que estaba, sus pies y piernas se estiraron como las patas de los animales, sus brazos pasaron a ser patas delanteras, y sus manos tenían asombrosas garras deformes y amarillentas, al igual que sus dientes y colmillos, su pelaje se hizo más largo, cubriendo algunas partes que antes estaban solo con piel, pero a pesar de que su nueva postura se asemejaba a un animal, este era muy distinto a uno.


Se notaba no solo en el tamaño del cuerpo, que aún tenía ciertos rasgos humanos, si no que en su rostro, su rostro era de un animal, pero sus ojos eran de una persona. Eran azules y brillaban de una extraña manera, por un momento creí sentir confianza, pero al momento sentí terror, pues se acerco a mi lentamente. Vi como su cabeza se dirigía a mi brazo, me quede inmóvil y cerré mis ojos deseando que no me doliera, pero solo sentí como arrancaba mi pulsera de la muñeca. Al abrir mis ojos, este animal no se encontraba por ninguna parte, estaba sola en una casa completamente desconocida.

Capitulo 2.

Había amanecido, las personas que se encontraban encerradas en la torre habían vuelto a salir a las calles, tratando de encontrar algún familiar muerto o herido que haya quedado en la noche anterior. Anthea y mi madre nunca habían estado más felices de verme, pensaba que al quedarme atrás me habían matado, pero asombrosamente no fue así. Aunque por poco.
Encontramos a mi padre, pero como ya había de suponerlo, estaba gravemente herido, lo llevamos a casa para curarlo, fue un milagro que no lo haya matado.





Las calles estaban desérticas, mi padre ya hacia recostado en cama al cuidado de mamá, Anthea estaba acompañada por su novio Brent, y yo miraba por la ventana de la cocina.
Cuando mi padre se durmió, mi madre fue a lavar los platos sucios, yo sabía que por más que tratara de buscar una explicación a lo que sucedió anoche, no iba a poder encontrarlas sola. Le conté a mi madre detalladamente lo ocurrido, pero esta solo se burlo de mí, me dijo: “Siempre has sido tan imaginativa… Es solo que no es bueno usar tu imaginación para llamar la atención. Tu padre está herido y hay que preocuparse de él, no de ti.”


Era de esperarse que me respondiera algo así, toda mi vida han sido las mismas respuestas para todo. A veces pienso que la familia de mi madre me odia, incluyéndola, cada vez que visito a mi abuela me trata como si fuera una sirvienta, porque dice que no sirvo para otra cosa. O en las mejores ocasiones, para su cumpleaños, simplemente me ignora. En cambio Anthea, siempre ah sido la predilecta, no es algo que me moleste a estas alturas, ya estoy acostumbrada a ese trato, pero con ella siempre me había llevado bien.




Ella me cuida, siempre lo hizo, nunca se ah sentido mejor que yo en ningún aspecto, siempre fue una buena hermana, una buena hija y una buena nieta. Con la familia de mi padre era todo muy distinto. La madre de mi padre, se llama Lana, ella nos trataba por igual a mi hermana y a mí, nos quería mucho.


Ella vivía en la aldea que estaba al otro lado de la cordillera y es por eso que no la visitamos muy seguido, una vez al año. El viaje es de 10 días, caminando y descansando en las noches, pero era más corto cuando ibas en caballo, demorabas 7 días.
En estos momentos desearía estar con ella, y preguntarle las cosas de las cuales necesitaba una explicación, no un reproche.




Había vuelto a anochecer, y ya teníamos que irnos a dormir junto a Anthea, pero antes quise despedirme de mi padre. No pude entrar en su habitación, ya que él y mi madre estaban conversando, y curiosamente era sobre mí. Ella le había contado a mi padre sobre lo que yo le había dicho tarde, mi padre parecía exaltado, quería levantarse pero mi madre se lo impidió, él gritaba mi nombre y le decía a mamá que me llamara. No tuvo que esperar mucho para verme, entre a su habitación y unos minutos más tarde entro mi hermana también.


- Adele, que sucedió la noche anterior. Dime que fue exactamente lo que ocurrió.- Decía mi padre seriamente, tratando de ocultar el trabajo que le costaba hablar.-
- Un animal se apareció frente a mí, pero no me mato. Solo me observo, y se llevo mi pulsera. Es todo.- Dije preocupada. Hubo un largo silencio después de eso, mi padre llamo a mi madre a su lado y le dijo.-
- Tiene que irse a la casa de mi madre, allá estará segura. –
- Es un viaje demasiado largo, no puedo acompañarla.- Le respondió mi madre.-
- Yo tampoco podre hacerlo, Brent esta…- Mi hermana fue interrumpida por mi padre, el cual había tratado de levantarse, pero no pudo.-
- Ella tiene que ir sola. Adele, son 10 días en los que tendrás que caminar. Tienes que tener mucho cuidado, y por favor, no te detengas por ningún motivo. En el bosque podrás encontrar muchas cosas, pero tienes que seguir adelante. Es importante que llegues donde tu abuela lo más rápido posible.-
- ¿No puedo viajar en caballo?- Pregunte sin saber muy bien porque, en ese momento no estaba pensando en el “porque” tenía que irme, si no que en “como” debía irme.-
- Están todos muertos. –


Partiría mi viaje en la mañana siguiente, al levantarme mi madre me tenia listo un bolso con comida, me dejo una manta y una muda de ropa por si a caso, las tome y me despedí de ella, de mi hermana y de mi padre, el cual aún estaba débil.
No había nevado en la noche, pero no sabía cuando volvería a nevar, hacía frio, como todas las mañanas, mis manos congeladas temblaban debajo de mi ropa, y el sentimiento de dejar mi casa, dejar el pueblo en donde había nacido y criado, cuando todo estaba destruido, cuando todos temían por las noches, no era lo que realmente hubiera querido en esos momentos.


Camine segura, entristecida, y desentendida por el bosque, había dejado atrás el pueblo, a mi familia, en especial a mi padre, el cual aún no sabía si podría mejorar de salud. Él me había hecho hacer este viaje, quería que viera a mi abuela por alguna razón, y sin saberla ahora me encuentro caminando sola en el medio del bosque.


Los árboles eran todos iguales, no había camino marcado, tenía que guiarme por lo que recordara, pero si algo había olvidado perfectamente, era el cansancio que provocaba el caminar tanto.
Llevaba alrededor de seis horas caminando sin detenerme, salí de casa a las 9 de la mañana, y no había comido desde ese entonces, mis pies me dolían, no resistiría caminar un solo minutos, tenía que descansar.


Me senté en un tronco hueco y seco de un árbol, saque mi bolso y comí algo de lo que mi madre me había dejado, pero no paso mucho rato desde que comí una manzana cuando sentí una suave y helada brisa de aire que hizo mecer las copas de los árboles, algunas hojas secas cayeron al suelo, y un leve sonido de cascabeles me hizo levantarme de un salto. Los cascabeles sonaban cada cierto segundo, y el sonido parecía venir de distintas partes cada vez que sonaba, mis manos temblaban, el sonido era exactamente igual al de mi pulsera, era el mismo sonido armonioso de los 5 cascabeles que se encontraban en mi pulsera robada por… Por ese animal.


Me creí muerta por unos segundos, pero luego quise saber el porqué no me había matado la noche anterior, o quizás, iba a hacerlo ahora. Debería tener miedo, tanto o más miedo que la noche que atacaron el pueblo, pero no, después de un día había querido reencontrarme con el animal, no para ver su rostro y cuerpo desproporcionados, si no para poder entender, porque sigo viva, porque no me hizo daño.


Son pensamientos masoquistas, lo sé, pero ¿Nunca has sentido una curiosidad tan grande que no puedas vivir con ella? Si no lo has sentido, es probable que no me entiendas, pero las personas que si han sentido una gran curiosidad, entienden que harás hasta lo inexplicable por sacártela de encima y tener respuestas.


- ¡Puedes acercarte! ¡No te hare daño!- Gritaba sola en el bosque, esperando alguna respuesta. ¿Realmente era yo la que le haría daño? ¿O era al revés?- ¡Necesito saber! ¡Tienes algo que es mío, y lo quiero de regreso!-Los segundos pasaban, y no había respuesta alguna, los cascabeles dejaron de sonar, y paso un buen rato en silencio. Creí que se había ido, había perdido oportunidad para saber las respuestas a las preguntas inquietantes que me he estado haciendo estas últimas horas.- ¡Tengo comida, tal vez tengas hambre!- Intente por última vez con la táctica a que cualquier animal responde, comida.-


En tiempos más antiguos se utilizaba muchas veces la comida para chantajear al otro, ya sea persona o animal, pero siendo honestos, los animales se vuelven más manipulables cuando le ofreces un buen pedazo de carne o galletas.
Pensé que no funcionaria, pero pronto algo entre dos árboles comenzó asomarse, yo esperaba ver al mismo animal que estuvo tan cerca de mí esa noche, pero no, lo que salió entre esos dos árboles no era para nada igual a él.
Un chico de unos 20 años, se asomo entre los árboles, su piel era de un color melocotón, sus ojos eran de un azul turquesa, iguales a los del animal, y su cabello, era de un castaño cenizo perfectamente ondeado que llegaba hasta sus orejas, pero que no llegaba a considerarse una cabellera larga. Su ropa dejaba bastante que desear, andaba con unos pantalones sucios y una camisa que no estaba del todo limpia, pero eso no lograba importar mucho.
Quede estupefacta, era imposible que él sea el mismo animal que vi la otra noche. ¿Cómo iba a ser posible que un hombre se convierta en un animal horripilante en tan solo una noche?
Iba a decir algo, sobre como sentía estar equivocada, pero cuando me moví, volvieron a sonar los cascabeles, me quede quieta y vi su mano, él tenía mi pulsera.


Sus ojos habían abandonado todo grado de normalidad, estaban oscuros, y tenía una mirada maldita en ellos. Hizo sonar los cascabeles de mi pulsera una vez más y me indico simplemente con su mirada que debía sentarme. Así lo hice, y él comenzó a acercarse, quedo a unos cuantos metros míos, y luego hizo sonar nuevamente los cascabeles. Casi por inercia, sin levantarme le arroje mi bolso, este lo tomo entre sus manos, se sentó en el suelo y comenzó a comer algunas cosas que habían ahí adentro. No me había movido, pero podía observar perfectamente como comía, pareciera como si no se hubiera alimentado en días, por que se comió la mitad de las cosas que traía, aunque en realidad eso no me importaba mucho. Después de unas horas, quise preguntarle algo, pero en cuanto me moví, este hizo sonar los cascabeles, lo mismo sucedió cuando intente hablarle.


La noche ya había llegado, y yo no había retomado el camino a casa de mi abuela, tal vez llamarlo no hubiera sido la gran idea, no me dejaba mover, tampoco me dejaba hablar, su mirada paso de ser encantadora, a ser perturbadora. No sé qué era lo que daba más miedo realmente, si su aspecto animal o su aspecto humano, porque humanamente, era bastante sombrío, lo suficiente para dar miedo. La razón por la que le hago caso, es simple, miedo, porque aún se me hace increíble pensar que un humano de esa apariencia física pudiera convertirse en un animal tan horrible, y porque me provocaba miedo pensar, que si él puede convertirse en eso, tal vez haya otras cosas que puede hacer, y lo más seguro es que no tenga pensado mantenerme con vida por mucho tiempo.
Él día había terminado, la noche estaba volviéndose helada, él me devolvió mi bolso y camino hacia las profundidades del bosque, perdiéndose en la oscuridad. Sentí que era el momento perfecto para huir de ahí, y continuar con el viaje, había abandonado toda esperanza de que él pudiera resolver mis dudas. Pero al levantarme, solo pude oír los cascabeles, lentamente tome mi bolso y di un paso adelante, pero los sonidos del cascabel se sintieron más fuertes y precipitados, era imposible, lo había visto irse. Volví a sentarme y a dejar mi bolso a mi lado, ya no se oyeron más cascabeles. Pensé que todo esto era ridículo, ¿por cuánto tiempo más tenía que quedarme ahí sentada? Pasaron unos minutos hasta que él volvió a aparecer, pero esta vez venia con varios palos de leña en sus brazos, más de lo que les había visto cargar a los leñadores del pueblo.


Los ordeno a unos metros de mí, y pronto hizo una fogata, pasaron varias horas en las que solo pude mirar el fuego, estaba a punto de caer de sueño, solo veía como él le colocaba más palos de leña a medida de que estos se consumían. Buen rato después este dejo colocar más leña, pues no habían mas palos que incendiar, se recostó en el suelo mirando hacia el cielo, y yo realmente tenía unas ganas de hacer lo mismo, pero para poder dormir. No sabía si al tratar de recostarme él haría sonar los cascabeles de nuevo, pero el sueño era más grande que mi miedo al oírlos una vez más.
Poco a poco estire mi brazo hacia mi bolso, sin dejar de mirarlo apoye mi codo en el tronco y por ultimo me acomode lo más lentamente posible, rápidamente él desvió su mirada hacia mí, no hubo sonido de cascabeles, pero si una mirada penetrante, me recosté sin más y cerré mis ojos para evitar verlo, pero al segundo pude notar que este volvía a mirar al cielo.
Esa noche, solo soñé con el maldito ruido de los cascabeles, y con la noche en que el animal estuvo frente a frente conmigo.

chicas espero que comente quiero que lea esta historia enserio es linda enserio debe leerla plis.

ÑAAAAAAAW sube pronto! *-* me encanto!!!

Siguela!!! que buena nove esa chica si que escribe bien :D me dejas con muchas ganas de ver como sigue!!!!

Capitulo 3.

La mañana siguiente desperté y no vi a nadie a mí alrededor, solo una fogata apagada que me comprobaba que lo de ayer no había sido solo un sueño. Mire hacia a mi alrededor, no se encontraba nada ni nadie, tome mi bolso rápidamente y corrí por el camino que debía seguir, pero pronto, los cascabeles volvieron a sonar, mire hacia mis espaldas, pero no había nada, por lo que pensé que era mi imaginación.




Al darme la vuelta para continuar, me lo encontré, estaba parado en frente de mí, como si de pronto hubiera aparecido aquí. Retrocedí unos pasos asustada, pero mientras más me movía, más sonaban los cascabeles, por lo que me quede quieta. Me miro unos segundos y luego se dio la vuelta para caminar hacia adelante, me quede quieta ahí, sin moverme, sin seguirlo. Unos pasos más adelante él habría hecho sonar nuevamente mi pulsera, camine de tras de él siguiéndolo todo el día sin decir una palabra. No sabía como de pronto me había convertido en una prisionera del sonido de mi propia pulsera.


Me hubiera gustado contar que por lo menos sabia hacia dónde íbamos, ya que no estábamos tomando el camino hacia la aldea de mi abuela, pero no, era absolutamente imposible hablar con él, por dos razones, la primera es que él no dice ni una palabra, y la segunda es porque cada vez que intento hablar me calla con los cascabeles.


Me limite a seguirlo por entre medio del bosque, todo el día, a mitad del camino tuve que comer algo, estaba agotada y tenía hambre, pero comida no me quedaba mucho. Pensé que él iba a exigir que le diera más comida, pero no lo hizo. Descansamos un rato y luego él me hizo seguir caminando como un perrito detrás. Pasaron las horas y estaba a punto de atardecer, mi padre me había dicho que no podía detenerme por ningún motivo en el camino, pero creo que esto ya es bastante retraso. No podía hacer nada, sentía que si hacia algo que él no me dejara hacer, me mataría.


Sus pasos se volvían lentos, me quede siempre tras de él, me hizo señas para que vaya adelante, y así lo hice, camine delante de él y seguí el camino que me indicaba, pero pronto creí haber pisado una raíz de un árbol, algo extraño, porque las raíces no se quiebran al pisarlas. Mire hacia el suelo y pude notar que no se trataba de una raíz, si no de un hueso que se había desprendido del esqueleto humano.


Grite asustada, mire hacia arriba y de los arboles colgaban algunos esqueletos más, solo eso me había bastado para realmente asustarme. Me quede quieta, estupefacta, congelada en medio de tan espeluznante imagen, pero el sonido de los cascabeles me hicieron seguir por el camino que cada vez se hacía más estrecho. Varios metros más allá pude ver una casa en medio de la nada, era pequeña, pero suficiente. Me hizo entrar en ese lugar, y con cierto miedo accedí hacerlo, el sol había comenzado a esconderse nuevamente, por lo que me pregunte si en las noches él podría transformarse, tenía tantas dudas, y ninguna de ellas podían ser respondidas, o por lo menos por él.




Dentro de la casa todo parecía estar en orden, es como si alguien hubiera vivido ahí un largo tiempo, habían muebles y palos de leña secos, pero por sobretodo, y lo más importante, era que no había ningún cadáver.
Los cascabeles sonaron, tuve que sentarme en una de las sillas que se encontraba en lo que era la cocina, él saco de los muebles comida, frutas, verduras y carne, y me las dejo encima de la mesa. Él quería que comiera, pero yo no estaba tan segura de hacerlo, especialmente por la carne que aún estaba cruda, y más aún, si no sabía de dónde provenía. Le dije que no quería nada, pero él insistió. Tome una fruta, y seleccione unas papas, él las tomo en sus manos y las metió al agua para cocinarlas, al rato después me las sirvió.


Ya de noche, tenía que dormir, me dio una habitación para descansar, curiosamente no volví a sentir cascabeles. Tuve la gran tentación de salir huyendo en ese momento, pero no iba a lograrlo por mucho tiempo, estaba de noche, no veía nada en la oscuridad, me daba miedo encontrar más esqueletos, y más encima, sabía que él podría encontrarme en donde estuviera.


Revise que todo estuviera limpio, que no hayan insectos, que no encuentre algún muerto (ya sé, parezco paranoica, pero esto ha superado mis limites de valentía y coraje), y nada, estaba todo limpio y en perfecto estado. Ya recostada no sabía en qué pensar, él no me hablaba, tal vez porque no podía, lo animales no hablan, y yo tenía claro que él no es humano. Me daba miedo seguir con él, me sentía prisionera, pero no entendía que era lo que quería de mí exactamente, por otro lado me sentía segura, y pensaba que él solo me estaba cuidando… Creo que básicamente es más racional sentir miedo y desesperación.

aqui tien el cap para mis 2 nuevas lectoras bye

Estuvo genial.
Sube pronto :D
asdhlakshdlkasd
Cambio & Fuera

Prisonera del sonido de mi propia pulsera, eso si que es indignante! SIGUELAA!!! y Logan cuando se le va a dar por hablar????