Sin ataduras (Harry Styles)

q demonios te pasa mujer como se te ocurre dejarla ahi :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado: :caliente: :caliente2: :enfadado:

SIGELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

OH MY FUCKING GOD COMO LA DEJAS HAY NONO ASHHHH TENGO RABIA *PUCHEROS* AMO TU NOVELA AAAAAA MORIII CON ESTE CAP ENSERIO LO AMEEE FUUCCCKKK ESA TANIA LA ENVIARE AL TRIANGULO DE LAS VERMUDAS ASHH LA ODIO Y ESA TIFFANI OTRA QUE SE UNE AL CLAN DE LAS DESEREBRADAS :evil: BUENO LINDA SIGUELA PRNTO
MUCH LOVE ATT:HEL

—¡Cariño! ¡Está tarde estoy libre! ¿Me das un espectáculo en privado?
—Matt, cariño, si tan solo usaras un diez porciento de tu cerebro creo que para ahora tendrías una cita, o al menos te habrías acostado con alguien. Y no te pases de listo conmigo—dije para darle una gran sonrisa y seguir caminando como nada.
A veces anhelaba regresar el tiempo, volver a preescolar, donde con un “hola” comenzabas una gran amistad, una amistad inseparable, donde no importaba de dónde eras, quien eras o que hicieras, nadie te juzgaba, y todo era… más fácil.
Aquí no importaba cuántas cosas buenas hicieras, sí cometías un error, por más pequeño que sea, será recordado por los siglos de los siglos.
—Creí que también pondrían mi foto—murmuró Sophie cuando llegué hacia la mesa en donde siempre nos sentábamos, en el jardín.
—Por suerte no. No tengo idea ni de dónde sacaron esa foto.
—Si la envían, seré una stripper de por vida.
—Por suerte tan solo revelaron ese secreto—dije suspirando.—Tania sabe muchas cosas desde que se unió a la “hermosa familia”—dije haciendo las comillas en el aire.
Podíamos tener dinero, autos, andar de fiesta en fiesta, vivir la vida loca, pero… nuestras vidas eran prácticamente un asco. Por ejemplo Zayn, vivía sólo. Su padre los había abandonado cuando él tenía seis años, y su madre… eso era algo que nos había contado una vez que debería haber muerto ahí, con nosotros. Su hermana mayor, Doniya, se había quedado con la custodia de sus dos hermanas menores, asegurando que estarían mejor con ella. Y el por qué de la fortuna de Zayn era por una herencia de un abuelo, que antes de morir había dejado unas tierras a su nombre y una cadena importante de bares, unos muy exclusivos, estos quedaban a manos de un tío paterno hasta que él terminara sus estudios. Zayn había caído en un estado depresivo, donde llegó a beber compulsivamente, a drogarse con regularidad y a descargar la furia con una que otra persona. Lo ayudamos, aunque siguió teniendo esa fama de chico malo, que él no se preocupó por desmentir.
Sophie. Padres divorciados que se la repartían mensualmente. Un mes con su madre, un mes con su padre, como si fuera un juguete. Lo único a lo que ella se aferraba era a su hermano, Liam, que se había hartado de todo y se había ido a Italia a seguir el instituto y a estudiar fotografía. Karen, la madre de esos dos era una fotógrafa millonaria reconocida por muchas partes.
Harry. Padres divorciados desde pequeño. Tiene una hermana menor, Gemma. Su princesa. Ellos vivían con Anne, su madre. Esta era una famosa diseñadora, dueña de su propia línea de ropa. Harry había sufrido mucho durante el divorcio de sus padres, me contó que lloraba mucho, que no entendía muy bien el asunto, ya que era pequeño, pero estaba triste porque sus padres no estaban juntos.
Louis. El siempre sonriendo y bromista Tomlinson. Sus padres estaban juntos, pero era como si sus hijos ni existiesen. Su madre, una reconocida cirujana, y su padre, abogado millonario. Tenía cuatro hermanas menores, a la cuales se encargaba de cuidar de su padre, que las maltrataba como si no tuvieran su propia sangre, con la excusa de querer volverlas mujeres disciplinadas y centradas.
Y por último, yo. Mi padre y mi hermana Alice habían muerto dos años atrás, dolía como el primer día. Mamá pasó un año depresiva. Se drogaba a escondidas. Un día la descubrí y la amenacé con enviarla a rehabilitación, así que dejó de hacerlo, con esfuerzo. Hace casi un año se había casado con el ogro del padre de Tania. Y con él, habían venido, un regalo y una desgracia. Chris era un niño simplemente hermoso, y Tania, bueno, ella era un monstruo con cabellera rubia. Mamá era una persona cariñosa y atenta, pero nunca volvió a ser la misma. Solo se dedicaba a su empresa de diseño de interior y a su ahora esposo. Este también era abogado, como el papá de Louis. Uno reconocido.
Tan sólo era feliz por mis amigos y por Chris. Y aunque trataba de sonreír todo el tiempo, como lo hacía Louis, no era fácil ir a casa y sentirse sola, sentirse huérfana prácticamente.
—Valerie… ¡Valerie!
—¿Qué Harry?—pregunté mirándolo mal por haberme gritado en el oído.
—Estás muy ausente, ni siquiera has comido—miré el sándwich y la lata de refresco en mi bandeja y de repente se me quitó el apetito. Tomé la lata de refresco y alejé la bandeja. Di un largo trago. Me di cuenta de que Zayn y Louis también estaban sentados, al lado de Sophie, dejando a Harry de mi lado.—¿Cómo estás? Ya sabes… con todo esto.
—¿Qué más puedo hacer?—me encogí de hombros, bebiendo de la lata nuevamente.
Un tipo de cabello castaño claro se acercó a nuestra mesa. Ni siquiera recordaba su nombre. Dos chicos más estaban detrás de él.
—Valerie, he escuchado de das espectáculos en privado, ¿por qué no vas a mi casa esta noche?—mostró unos cuantos billetes.
—¿Por qué no vas y buscas a tu novia? Seguro que ella y te los da gratis, Brad, porque así es que te llamas, ¿cierto?
—No te hagas de listilla conmigo, zorrita.
—Lárgate—dije apretando los ojos.
—Entonces, ¿a las ocho?
—Ella dijo que te largaras—bramó Harry, empujándolo por el pecho tan fuerte que cayó sentado. Los dos chicos se acercaron desafiantes, y Zayn y Louis se pararon también, cruzándose de brazos y mostrando la musculatura en ellos, dándoles a entender que no eran nada en comparación. Los tres se marcharon por donde vinieron.
—Maldita sea, Tania, me las vas a pagar—dije frotándome las sientes. Así había sido el día completo.—Gracias—murmuré, mirando a Hazza.
—No hay de qué…
—¡Harry cariño!—vimos a una provocativa Tifanny acercarse hacia nosotros moviendo las caderas, más parecía que caminara durante un terremoto, amenazando con caerse en cualquier momento.
—¿Qué quieres?—dijo sin verla, secamente, mientras le daba un trago a la mi lata de refresco.
—¿Por qué no vienes y te sientas con nosotras?
—Por si no lo ves, estoy con mis amigos—dijo aún sin verla.
—Harry…—dijo ella amenazadoramente.
—Deja de perder el tiempo, te dijo que no, vete y deja de pasar vergüenza—la miré fijamente.
—Tú mejor cállate. Te tengo en mis manos, así que si no quieres que te haga la vida más imposible de lo que ya es, mejor te callas y te quedas sentadita como la niña buena y zorra que eres.—No me había dado cuenta de que me había parado de mi asiento y tenía mis manos apretadas a mis costados—¿O quieres que los demás se enteren del pasado oscuro de tu madre? ¿O de que tu papito y tu hermanita murieron por tu culpa?—eso era caer bajo. Me fui sentando despacio, sintiéndome impotente. Apoyé mis brazos sobre la mesa y miré hacia la nada, sintiendo como las lágrimas querían aparecer.—Entonces… ¿vienes Harry?
Harry me miró durante unos segundos.
—Sí, ya voy.
—Ok, te espero—caminó de regreso hacia la mesa.
—Es mujer Harry, no vayas a hacer nada, es una mujer ante todo—se repitió a sí mismo, tratando de guardar la calma. Nadie había dicho nada.—Lo siento mucho Val—susurró en mi oído—. No voy a dejar que te haga más daño, ¿ok? Voy a hacer lo que esté a mi alcance—asentí, dejando las lágrimas correr por mis mejillas. Los recuerdos pasaban frente a mis ojos como una película, repitiéndose una y otra vez, mostrando grandes y claras palabras en el aire “FUE TU CULPA” “POR TU CULPA ESTÁN MUERTOS”. Harry dejó un beso en mi cabeza y se paró, para luego irse hacia la mesa de Tania.
—Valerie, sabes que eso no fue tu culpa—Sophie agarró mis manos por encima de la mesa.
—Sí lo fue. Si yo no hubiera discutido con ella, papá no se hubiera volteado y… —no pude continuar.
—Deja ya de hablar—dije fastidiada, no había sido un buen día en la escuela, y que mi hermana menor hablara como un perico me sacaba de quicio.
—No eres mi madre—dijo sacándome la lengua. Y continuó hablando como si no hubiera mañana.
—Demonios, cállate—dije luego de unos minutos frotándome las mejillas.
—Dijiste la palabra con “D”—dijo con expresión de sorpresa.
Seguimos discutiendo hasta que papá se giró.
—¿Podrían dejar de discutir?—se notaba hastiado.
—¡Papá un camión!—gritó Alice, haciendo que papá se girara y en ese mismo instante, el camión nos llevara por delante.
Un gran estallido, fuego, vidrios incrustándose sobre mi piel, sangre por todos lados, sirenas, gritos de la gente. Lo último que vi fue el rostro de mi hermana menor, con sus ojos bien abiertos, de color miel. Los cerré con mis dedos antes de que todo se volviera oscuro, sintiendo mi pulso volverse cada vez más lento.
—No fue tu culpa—repitió Louis.
—Yo debí haberme ido con ellos…
—¿Qué estupidez estás diciendo?—interrumpió Zayn.—Deja ya de decir eso. Ninguno de los dos te hubiera querido ver así.
—Pero ya no están…

—Vamos, sonríe, no les des el gusto de verte así—Harry se había estado comportando… diferente. No es que no fuera un buen amigo a pesar de todo lo que había pasado entre nosotros, pero ahora estaba más… atento.
Habían pasado un par de días desde la revelación de mi secreto, un par de días en los que había tenido que soportar las miradas sobre mí, degradándome con palabras obscenas, haciéndome sentir menos. Harry ya no iba a mi casa, ya que Tania estaba como perro guardián encima de mí. Dijo que si Harry pisaba la casa, tenía que ser para verla a ella. Pero me mandaba mensajes seguido. Quizás lo hacía porque se sentía culpable de que Tifanny dijera eso, pero ahí estaba yo, como una tonta, enamorándome más y más de él.
—Odio esto—dije murmurando sin mirarlo. Estábamos en clase de historia, en donde el profesor daba su típico monólogo, mientras que los estudiantes hablaban en susurros entre ellos, dormitaban o fingían prestar atención a lo que decía.—Tener que hablar contigo a escondidas. Odio sentirme amenazada.
—Yo también—apretó suavemente mi mano. Quise entrelazar nuestros dedos, sentir la palma de su mano contra la mía, sentir su pulgar acariciar el dorso de mi mano. Quise tantas cosas, pero tendría que limitarme a imaginarlo.
La campana sonó, dando por terminada la clase. En el corredor, los estudiantes se amontonaban, formando una especie de círculo. Algunos gritaban, otros reían, otros sólo miraban con atención.
—¿Qué sucede?
—No lo sé, no puedo teletransportarme—dijo con sarcasmo, sonriendo, dejando ver sus hoyuelos. Lo fulminé con la mirada a la vez que nos acercábamos más a la muchedumbre.
—Oh por Dios…—murmuré cuando vi, sobre la gente, qué demonios sucedía
—¡Suéltame perra!—bramó Tania con voz chillona.
—Cuando me dejes a mí y a mis amigos en paz.
—No puedes obligarme.
—Entiéndelo, Harry no te quiere, nunca lo hará. Jamás estaría con una persona como tú…
Oh, oh, oh, no debiste decir eso.
Me metí con dificultad entre las personas, recibiendo varios codazos al hacerlo. Traté de separar a Sophie de la chillona de Tania. La tomé del brazo, obligándola a levantarse, escuchando abucheos por parte de los espectadores por tratar de detener su entretenimiento. Tania estaba a punto de lanzarse contra mi amiga nuevamente, así que me interpuse, tomándola por los antebrazos. No me había dado cuenta del rasguño que tenía Sophie en su mejilla.
—Suéltame estúpida—dijo Tania forcejeando conmigo.
—Cálmate Tania, por Dios—dije sin soltarla. Louis se hizo camino entre la multitud y tomó a Sophie de la muñeca. Asentí en su dirección y se la llevó de ahí rápidamente. En ese instante, solté a Tania.
—Esto no se queda así—dijo ella acomodando su cabello rubio.
—No te metas más con mis amigos, hazme lo que quieras a mí, pero déjalos a ellos…
—Ya cállate—dijo cortándome. Sonrió malévolamente y se fue de ahí, con todo el orgullo acumulado.
—Nada saldrá bien de esta—dije pasándome una mano por los cabellos, frustrada.
—Ven, vamos a ver cómo se encuentra Sophie—Harry puso su mano en mi brazo para girarme. Le sonreí de lado y asentí.
Fuimos hacia la enfermería. Yo iba delante de Harry. Me paré en seco en la entrada, haciendo que Harry chocara contra mi espalda, me sostuvo por la cintura para evitar que cayera hacia adelante. Retrocedí unos pasos, haciendo que él también retrocedieran
—Mira—dije sonriendo y asomando la cabeza. Harry se agachó un poco y asomó la cabeza por debajo de mí. Era una escena bastante graciosa.
Louis murmuraba cosas que no llegábamos a escuchar, mientras curaba la mejilla de Sophie, la cual estaba colorada y no precisamente por el rasguño.
—¿A Sophie le gusta Tommo?—preguntó levantando la cabeza.
—¿Tú qué crees inepto?
—Wow, yo también te quiero—dijo con notorio sarcasmo.
—¿Harry?—preguntó Louis desde adentro, irguiéndose, ya que estaba inclinado hacia la castaña.
—¡No estoy aquí espiándolos ni nada parecido!—cubrí mi rostro con mi mano, queriendo matarlo en ese instante.
—Vámonos—dije halándolo por un brazo y perdiéndonos por los pasillos.

Al fin, viernes. Libertad.
Cerré la puerta de mi auto y tomé mi bolso. Iba caminando hacia mi casillero cuando alguien chocó contra mí, golpeando mi hombro, por suerte, no caí. Ese había sido Zayn, que salía hecho rabia hacia la salida. Lo último que vi fue que se había subido a su moto y se alejaba del instituto. Demonios, eso no puede ser bueno.
En el corredor había muchas hojas en el suelo, pegadas a los casilleros, en las manos de los estudiantes. No fue necesario leer lo que decía para imaginarme de qué trataba. Tomé una que estaba pegada a la puerta de mi casillero.
“Alguna vez imaginamos que este chico era un joven con un misterioso pasado. Nada misterioso ahora, queda claro en este momento. El “buenote” de Zayn Malik resulta ser un pobre chico ignorado. Sus padres no lo quisieron y se refugió en la bebida y en las drogas, como su madre, que no lo quiso y lo dejó, para que se valiera por sí mismo.
Malik es un hijo de perra, en todo el sentido literal de la palabra. Como lo ven estudiantes, su madre no era nada más y nada menos que una zorra barata. Ya vemos de donde “tanta fama”.”
Divisé a Tania a lo lejos, hablando con las gemelas y con Tifanny, me acerqué a ellas. De un empujón, las dos rubias estuvieron contra la pared.
—Han caído demasiado bajo con esto, no valen la pena, ni tú—señalé a Tania—, y tú mucho menos—señalé a Tifanny—. Te has aprovechado de nuestra amistas y has herido a una persona sensacional que te creía su amiga. Eres una persona… despreciable. Me lo esperaba de Tania, pero no de ti. No voy a seguir perdiendo tiempo contigo… ¿y sabes qué? Me has declarado la guerra, si eso quieres, eso tendrás.—Me alejé de allí, caminando hacia la salida, mientras sacaba mi iPhone.
—¿Val?
—Esto no es bueno, Zayn acaba de salir molesto y me preocupa lo que pueda llegar a hacer.
—Espérame en la salida—dicho esto, colgó la llamada.
Esperé a un lado del auto de Hazza mientras marcaba un teléfono.
—Por favor Malik, no hagas nada estúpido—susurré más para mí misma al ver que entraba directamente al buzón.

OH GOS AME EL CAP LO DEJASTA HAYYY HAYY DE NUEVO TE DIVIERTES CON NUESTROS DOLOR VERDAD? AHHH A QUIEN ENGANO AME EL CAP LO AME PERO ESA TANIA A CAIDO BAJO BAJO ES UNA ASHHH SONOFBITCH LA ODIO PERO AMO TU NOVELA ENSERIO AWW TAN LINDO TOMMO CON SOPHIE :) SIGUELA CUANTO ANTES
MUCH LOVE ATT: HEL

omfg q hdp con todas sus letras q es tiffani puta traga leche jajaj no le puede hacer eso a Zayn q maldita zorra.....

SIGELAAAAAAAAAA me has dejado intrigada en saber q va a hacer Zayn!!!!!!!!!!!!

hjefbvaekjfnbvdkfnb NUEVAAAA LECTORAAAAAAAAAAA!!!

SIGUELAAAAAAAAAAA!!!

y PD: Zayn es sexy todo el tiempo, hasta con tus narraciones es imposible no imaginarlo sexymente!! jajajajajaj

ahhhh esta demasiado buenaa odio a tania y a tifany deben moriiir!!!! pobre Zayn no hagas locuras porfaa. siguelaaa ya quiero leer la tercera guerra mundial que se va a desatar

—Maldición—murmuré dejando el iPhone en mi regazo de manera nerviosa.—Me lleva directamente al buzón.
—¿Dónde se habrá metido?—Harry se mordía el labio nerviosamente mientras conducía.
—Creo que sé dónde puede estar…
—¿Dónde estás Zayn?—pregunté histérica cuando me contestó la quinceava llamada.
—Déjame en paz, no quiero hablar con nadie—dijo enojado, y medio hipando.
—Apuesto a que estás borracho ahora mismo—estaba preocupada.
—¿Por qué simplemente no te metes en tus asuntos?
—Porque aunque no te guste eres mi amigo y los amigos se ayudan, ¿entiendes? Así que dime ahora mismo dónde demonios estás…
—¿Por qué todo es tan injusto? ¿Qué hice mal? ¿Debería acabar con todo esto?
—¡No Zayn! ¡No! Espérame, dime dónde estás y hablamos—dije desesperada, corriendo hacia mi auto. Yo tenía lágrimas en los ojos, preocupada por el estado de Zayn. Podía escuchar su voz rota susurrando cosas sin sentido para mí, y sus sollozos. Porque ver a Zayn a veces daba escalofríos, con su mirada misteriosa y semblante duro y temible, aparte de su belleza natural, pero escucharlo llorar, eso sí partía el corazón.
—Debería acabar con esto de una vez…—colgó el teléfono.
Conduje rápido, imaginando que estaría en uno de los bares cerca de su casa. “The Spot”, así se llamaba el bar que frecuentaba, pero no, no estaba. Lo busqué por todo el local, sólo recibiendo comentarios pervertidos y morbosos por parte de la clientela borracha. Con todo el temor del mundo entré en uno de los callejones contiguos al local, abusando de mi suerte y rogando por no encontrar un par de ebrios que me secuestraran a mitad de la noche. Y ahí lo vi, de rodillas en el suelo, mirando la navaja que tenía en su mano. Todo estaba oscuro y lo único que daba un poco de luz era una ventana del bar, de la cual salían las luces de la pista de baile, y por supuesto, la luna que estaba llena aquella noche, alumbrando parte de su perfil, dejando ver el recorrido de las lágrimas por sus mejillas. Tomé la navaja de su mano y la cerré, guardándola en mi bolsillo, él no se movió.
—Ella se fue, nos dejó. Doniya se llevó a mis hermanas, dijo que estaban mejor con ellas. Ella tampoco aguantó, se fue, me abandonó. Me abandonaron, todos lo hacen—dijo todo con pesar. Me arrodillé frente a él y lo acerqué a mí, abrazándolo. El no me rodeó, ni hizo nada, sólo dejó su rostro entre mi cuello, llorando desconsoladamente.—Si no me iban a querer, ¿por qué me tuvieron?
—Shh, estoy aquí Zayn—dije acariciando su espalda de arriba abajo con una de mis manos, tratando de calmar las pequeñas convulsiones debido al llanto, mientras la otra estaba en su cuello—. Mírame—tomé su rostro entre mis delgadas manos—me tienes a mí, nos tienes a nosotros—le limpié las lágrimas con mis pulgares, sintiendo como otras se deslizaban por mis mejillas a la vez.
Lo volví a abrazar y tomé mi celular, sin soltarlo.
—Louis, lo he encontrado.
—¿Crees que…?—Harry no terminó, pero supe a qué se refería. Bajamos del auto cuando llegamos al callejón que recordaba. Aquel callejón que fue testigo del sufrimiento de nuestro moreno amigo hace un año.
—Zayn no tiene tendencias suicidas… pero a estas alturas ya no sé… Volver a tocar ese tema no fue lo mejor…
—Apurémonos—dijo guardando las llaves del auto en los bolsillos de su pantalón. Se remangó la chaqueta del uniforme y desapareció de mi vista. Traté de seguir su paso, pero algo me lo impidió. Unos brazos me impidieron seguir caminando, mientras que una mano tapaba mi boca.
—Phill, mira lo que pescamos—dijo uno de los que me sostenían.
—Sí, encontré otro aquí también—vi que entre tres mantenían a Harry inmóvil.
—Y parece que tienen dinero, nada más míralos—se escuchó una risa detrás de mí. Me removí, intentando soltarme, pero con aquellos mastodontes era imposible. Me removí violentamente cuando sentí una mano en mi cintura.
—No me toques—dije cuando quitó su mano de mi boca.
—Te atreves a gritar, y aquí mismo te mato princesita—dijo sonriendo de lado, sintiendo su mano querer aventurar un poco más.
—¿Qué buscan aquí? Este no es lugar de unos riquitos estúpidos—dijo el que parecía ser el líder, el cual estaba recostado de una pared, fumando. Pude apreciar que tenían más o menos nuestra edad. Pandilleros.—¿Qué buscas por aquí hermosa?—ahora lo tenía frente a mí. Soltó el humo en mi cara, haciéndome toser.
—¡Aléjate de ella mal nacido!—Harry trató de zafarse, pero recibió un puñetazo en su estómago, dejándolo caer de rodillas.
—¡Déjenlo!—grité, removiéndome. Quería llegar hasta él y rodearlo con mis brazos.
—Danos todo lo que tengas de valor, hermosa—volvió a decir el líder ahora tomándome él y dejándome pegada a la pared.—Y parece que tu ropa también lo es—dijo subiendo una mano por mi muslo, levantando la falda del uniforme. La lágrimas rodaron por mi mis mejillas.
—¡Suéltala!—Harry golpeó a uno de ellos, tirándolo al suelo y comenzando a correr hacia mí. Otro de ellos lo interceptó y le devolvió el golpe, y se le sumó otro. En pocos segundos eran tres contra Harry. Aprovechando la distracción del líder, levanté mi rodilla con fuerza, haciendo que se agarrara sus partes íntimas y soltando quejidos. Comencé a correr para pedir ayuda, pero alguien me tomó del brazo, el mismo chico, y me tiró al suelo.
—Demonios—solté un quejido cuando choqué contra un muro de concreto.
Dos de los chicos se acercaban con una sonrisa macabra en sus rostros.
Uno de ellos me sostuvo por los brazos, mientras otro comenzaba a manosear mis piernas. En dos segundos mi chaqueta azul marino estaba arrojada por algún lado y mi falda estaba a un lado mío, y mi camisa blanca comenzaba a ser desabotonada. Yo chillaba y lloraba, pero ellos no cedían, es más, se divertían.
—Suéltenlos… ¡ahora!—rugió una voz masculina.
—Zayn…—eso lo susurró el líder, que se había erguido.
—Te largas ahora con todos tus mal nacidos perritos falderos—dijo amenazadoramente, son el rostro sombrío. Los dos chicos que me acorralaban me soltaron de inmediato. Los cinco retrocedieron, no entendía el miedo que le tenían a Zayn. Zayn siguió ahuyentándolos, hasta desaparecer en la entrada del callejón.
Y yo lloraba, abrazándome a mí misma a pesar de estar medio desnuda.
—Val, Valerie—Harry me rodeó con sus brazos.—Vas a estar a bien—dijo sosteniendo mi rostro entre sus manos. Tenía un corte en labio y moretón comenzaba a formarse en su mandíbula. No traía su chaqueta y su camisa estaba medio rasgada. Vi que había una mancha roja en su costado.
—Harry, estás herido—dije entre sollozos, señalando su costado.
—Salgamos de aquí—dijo ayudándome a acomodarme la falda, como si yo fuera una niña Abotonó mi camisa rápidamente y me levantó, pasándome mi chaqueta.
—Zayn—susurré, y fui a abrazarlo—no me hagas pasar estos sustos de nuevo.
—Lo siento, necesitaba estar solo—dijo acariciando mi cabeza—. Lo siento—nos miró—. No imaginé que esto terminaría así.
—Zayn, vete a casa, ¿sí? Iré cuando termine de curar a Harry—dije separándome de él.
—Pero…
—Por favor…—lo miré suplicante.
—Está bien—suspiró. Le dio una palmada a Harry en el hombro, el cual soltó un quejido ante el tacto. Zayn volvió a disculparse, antes de alejarse en su motocicleta.
Metí la mano en el bolsillo de Harry y saqué sus llaves.
—¿Qué haces?
—No vas a conducir así. Aprieta el lugar de la herida, no quiero que mueras desangrado—dije subiendo al auto, sintiendo mis piernas temblar. Fui en dirección a su casa, que para esos momentos, estaría deshabitada.
El entró medio cojeando y lo ayudé a subir las escaleras. El se tiró en su cama, cerrando los ojos fuertemente. Entre a su baño y saqué el botiquín y volví a la cama. Me quité la chaqueta y la dejé sobre la cama. Me senté a su lado y comencé a desabotonar su camisa. El solo me miraba con las cejas alzadas.
—No tengo dobles intenciones contigo Styles—dije secamente. Esto tenía que parar. Harry no tenía nada serio con nadie, y eso no iba a cambiar. Yo no podía seguir enamorándome más de él.
Porque con cada sonrisa, con cada mirada, con cada acción me enamoraba más, y me ilusionaba. Pero si no abría los ojos, sufriría más. Debía dejar de sentir esto hacia él.
Lo despojé de su camisa y vi varios moretones en su perfecto torso. Me mordí el labio mientras tomaba algodón y lo mojaba con el alcohol.
—Quita el brazo—dije, este lo levantó para dejarme ver la cortada. Comencé a desinfectarla, mientras el siseaba y agarraba las sábanas fuertemente.—Ya casi está—saqué una gasa y cubrí la herida. Luego proseguí con la cortada en su labio. Hice que su espalda quedara recostada en la cabecera de la cama y cogí otro algodón.
—Auch—se quejaba cada cinco segundos.
—Ya casi está—él me quitó el algodón de las manos y se quedó mirándome. Estaba a punto de protestar cuando me tomó por el cuello y pegó sus labios a los míos. Me atrajo más hacia él, y mis manos se fueron a su pecho desnudo.

—Gracias por ir por mí Lou—dije bajándome de su auto.
—Vamos, regresemos antes de que acabe el receso—dijo. Nos escabullimos por la puerta trasera e ingresamos fácilmente al instituto.—¿Vas a estar bien?—preguntó mirándome y tomándome por el brazo.
—Sí, ahora vete que tienes Algebra—dije sonriendo de medio lado.
—Te veo a la salida—dijo dejando un beso en mi mejilla para luego desaparecer por el pasillo corriendo. Había perdido la primera mitad de las clases, así que me fui deprisa a la clase de francés. La profesora no había llegado al salón cuando me senté en la silla de siempre. Mi mente solo seguía recordando lo de hace rato.
—No Harry—dije con toda la fuerza de voluntad que tenía, apartándome de él.
—¿Por qué? ¿Qué pasa?—preguntó confuso.
—Yo no puedo más con esto—me paré de la cama y comencé a alejarme, encaminándome hacia la puerta.
—¿De qué hablas?
—Debemos parar con esto, con todo, antes de que… nunca debimos entablar este tipo de relación Harry—dije pasándome las manos por el cabello.
—¿De qué hablas?—repitió.— Tú querías diversión Val, diversión sin ataduras, ¿recuerdas? Ya sé… es que ya lo haces con otro, ¿verdad? Con ese tal Liam…
—¡Deja ya de tratarme como una cualquiera!—ya tenía lágrimas en mis ojos y levantaba la voz. El iba a incorporarse, pero volvió a tumbarse cuando sintió dolor.—Todo esto se termina, ahora.
Yo no quería sufrir más, pensando que me quería como otra cosa cuando me hacia suya por las noches, para luego coquetear con otras chicas en la mañana. Cuando me defendía o me daba besos en la cabeza, cuando acariciaba mi cabello, para después salir con otras a “divertirse”.
—¡Como quieras entonces! Total, no me importa lo que hagas—dijo cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado.
—Eres un idiota—dije tomando mi chaqueta con furia y saliendo, dando un portazo detrás de mí. Cogí mi celular y con dedos temblorosos marqué un teléfono.
—¿Val?
—Louis, ven por mí, por favor…
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Gracias por los comentarios <3.
Bienvenida a las nuevas lectoras y espero que les haya gustado ^^. De veras, espero que les haya gustado.
Gracias nuevamente.
Por si las dudas, Harry y Liam no se conocían de antes. Recuerden que Liam, según la historia, se había ido hace algún año y algo y ese entonces ella conoció a Harry. De todas formas, Liam no iba al mismo instituto que su hermana ni que Val. Y Harry tampoco había sido taaaaaan amigo de Zayn. Digamos que todos se reintegran ahora, formando un grupo hermoso e inseparable x) (si es que dura xD).

Kisses! ;*