Love is just a game {Logan Lerman|The Hunger Games}

Hola queridas lectoras ¿Cómo están? Espero que bien :c en primer lugar lamento no responder los comentarios como siempre pero aún no subiré caps, así que tómenlo como un anuncio informativo. Bueno, últimamente no he estado bien emocionalmente, ando sin muchos ánimos, un tanto negativa y al final termino haciendo, diciendo o pensando cosas que deberían ser más prohibidas que decir el nombre del que-no-debe-ser-nombrado más conocido como Lord Voltiamor, Voldi, Volti, Al-que-le-salen-mal-los-hechizos, el-perdedor de todos-los-tiempos, en fin creo que se entiende el mensaje :c y volviendo al tema esto me ha impedido continuar las novelas o al menos concentrarme y enfocarme en ellas, por ejemplo en la escuela –de la que al fin soy libre hasta el próximo año–, me hicieron escribir una historia que pueden ver aquíporque la subí y me costó demasiado enfocarme para escribirla, sin contar que la intenté escribir por partes y bueno al final se me olvidaba cambiar y quedaba inconclusa e incoherente si lo notaba con atención y me percaté de eso antes de enviarlo pero bueno, esa es otra historia, :c el caso es que no creo subir hasta que escriba porque no tengo caps de reserva :c así que quería darles ese aviso :c aunque no todo es taaan malo :c en The Writer con Sofia –mija:csileesestoquierodecirqueteadoroapesardetodoyperdónsimepongotontaocarganteavecesaunqueúltimamentecasisiempredeverdadlosiento:c– tenemos muchos caps listos así que cuando hable con ella veré si subo el famoso cap 8 –Patusientelaindirecta(?– y bueno, también en Mil formas de violar a Logan Lerman llevamos algunas partes avanzadas con Patu. Y en Love is just a game puede que suba cuando acabe el cap(? ya que tenía algo avanzado desde hace mucho :c pero lo que es I can wait forever, Please forget it, Dear Jamie deberán esperar un poco pero no las abandonaré :cc así que eso, con este comunicado espero desmentir los rumores de mi muerte por no cumplir una cadena de facebook, o porque el Lerman me secuestró o porque morí enredada en medio de mis sábanas al ser una vaga que no la hace, o porque un T-Rex me asesinó con sus bracitos(?.
Como diría German… Eeeen fiiin(? Quiero decirles a Sofi, Covi y Kande que leí los caps :c pero aún no me he pasado y espero pasar pronto :cc Gracias por entender y leer y perdón por el copyandpaste pero si no lo publico en tres novelas más moriré y no conoceré al Lerman o eso decía la cadena(? Ok, hablar incoherencias después de las 3:30 am no me ayuda .-. pero bueno, con el mensaje espero sonar alentadora, positiva y esperanzada restándole importancia al problema inicial(? Así que si el mundo no se acaba para el 21 podrán seguir leyéndome(?.
Un fuerte saludo a todas, una cálida bienvenida a las nuevas lectoras y un abrazo a las antiguas, espero que mi mente se ordene, piense cosas lindas y todo eso pronto >:c y que todo se solucione y bueno, les deseo lo mejor y ya les contestaré a todas los comentarios :c las amo y gracias por todo :c si no las veo para navidad quiero desearles unas lindas fiestas y oren por mi alma para tenerles algún cap para esas fechas :c
Ps: Sí, tomen esto como un aviso publicitario por si quieren leer las otras noves 1313 :c
Ps2: Las adoro a todas :c y perdón de verdad perdón por no ser tan rápida al subir caps.
Ps3: Por qué al escribir por no pienso en porno .-.?
Ps4: Sí, hablo estupideces a esta hora .-. pero bueno es mejor que tener feos pensamientos(?
Ps5: Encontré una canción que me identifica y me llega a hacer mierda ahora >:c hija de puta :c he estado todo el día escuchandola y me siento masoquista por ello >:c

Patu {#} escribió:ahsdjfsfajfsfdfhgsf amé completa y absolutamente el cap! <3 Logan es tan cruel, con eso de "si me sacas primero a Luise de encima", es un manipulador de primera xD pero lo amo igual <3 aparte detesto a la Luise también así que ojalá la eliminen rápido u.u
Fue muy sensual el momento del ascensor, quería que durara mas u.u pero Panda no es cariñosa (? o al menos le incomoda tener ese contacto con Logan y si tan nerviosa y a la defensiva está es por algo no? e.e ya quiero ver las entrevistas, pero sobre todo que comiencen los juegos e.e
Amo como escribes Eli <3 jamás me hartaré de decirlo, esperaré con paciencia por otro cap (? vale la pena xd

kjhadjksfhgfjsdkfhdsgfsdjfksdjfdsgfjdsf mija me alegro que te haya gustado y sí Lerman es así yu nou xd es adorablemente sensual aunque sea rudo y cruel :cc xD siento que todos odian a Luise pero si es tan buena chica(? xdd y seeh Panda es genial rudamente :c xD y ya verás aunqueyaviste(? :c xDD y queda poco para que comiencen los juegos *---* y gracias por todo mija c: en verdad c:

Skywalker~ escribió:OMFGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG! Tu me Advertiste Sobre El Encuentro De La Panda Y El Wade Pero Wash No Me Lo Esperaba Así Jjajaj Te Equivocaste! Si Fue Sensual Ome! Casi Me Da Un Par, Pensé Que Panda Lo Mandaría A La Mierda Literalmente, Pero Le Gustó Ok No Pero Yo Se Que Ahí Se Está Construyendo Algo, Lo Presiento Lo Se! Jjajajjajajajajajja Vea Ave María Pues Ome Que Se Me Sale Lo Colombiano Por Que Mi Bebe Ya Casi Le Toca Salir A Combatir En La Arena Y Me Lo Van A Aporrear :cc Yo No Quiero Que Lo Lastimen Y Quiero Que El Wade Se De Cuenta Que Le Gusta Panda Y Viceversa Por Que Ahí Hay Pasión Oculta Y Se Niegan A Ella Jjajajja Me Siento Mala Influencia Puesto Que Quiero Que Caigan En La Tentación Joder! Llevo A Todo El Mundo Por El Camino Del Mal -.- Bueno, Hablando De Otra Cosa Ame A Lo Mal La Forma En La Que El Wade Se Quiere Quitar De Encima A La Luise [Que Por Cierto Aún Me Cae Mal] Por Medio De La Panda, Aunque Yo Se Que El No Solo Quiere Que Ella Sea Su Aliada, Si No Quiere Estar Cerca De Ella Jjajjaa Ok Ya Dejo De Dañar Tu Perfecta Historia Y Más Bien Me Voy A Arruinar Otra Cosa xdd Te Adoro Eli, Síguela Que Me Matas e.e

Tus Novelas Son Mi Droga, ElenatorForevah! :3

#Laugh.Love.Lerman

sjfhsdfjdsgf me siento ruda aunque el comentario es de hace mil años ;___; perdón :ccc y Dora, es un amor *-* bueno, no para Lerman(? Dora es paciente así que xD ya lo mandará a la mierda :cc xDDD jsdhsjkdsjgsfhs a mi se me sale mi chilenismo cuando te leo así que don't worry y se me salen los: puta el weón weón culiao conshesumare >:c xd así que tranquila *--* ksfksdfjdsfsdhfsdjh eres ruda :cc Si la Luise no es tan mala(? xDD ya me callaré :cc xD y espero que el cap te guste mija y gracias por todo again ;__;

MILEY<3 escribió:Dioos por fin capituloo y por fin pudee pasarmee por aqui.
Nonono la maldita prepa me esta consumidendo todo el maldito tiempo que tengo. Dioos paresen que no sabeen que Tengo vida social, pero nimodo.
Dioos Elena te ha quedado de maravilla el capitulo. Lo amee con locuraa y pasioon. Dioos me quede con la boca abierta al ver como trataba a Pandora. Ese TIPA SI QUE ES RUDA :D Y como que lo ayude a quitarse del cima a Louise? WTF! Me has dejado con torbellino de dudaas :3 Ya estoy ansiosa por que los juegoos comienzeen...Ya quiero saaber que va a pasaar! Espero que estees bien y como quiera no te preocupees yo tambien no me puedo pasar mmuy seguido por aqui por lo mismo-escuela-LoL!C: Pero lo importante e s que la sigues! Saludoos! Y besoss!

Tranquila ;__; yo casi nunca subo así que puedes estudiar tranquila debo aprender a organizarme :cc xD espero que te haya ido bien en la prepa c: y si estás de vacaciones que sean geniales ;__; y gracias c: Me alegro que te guste Panda, es uno de mis personajes favoritos <3 xd y ya se resolverán las dudas, creo c: y van a comenzar, tranquila c: y si sigo ;__; gracias por ser una lectora fiel a pesar de todo c:

Nina_PinkGirl escribió:¡Hello, new reader! :D

Amo y re-contra-archi amo la saga de Los Juegos del hambre, y ahora vos me continuas la fiebre de los juegos con esta hermosa nove, que tiene al sexyboy de Logan, ¡gracias, Eli!
Adoro tu forma de escribir, es asi como super genialosa y vos sos una genia ;)
Espero que me regales pronto otro hermoso y genialoso cap, por fis.

¡Grettings and Kisses!

Bienvenida y mil perdones por todo lo uqe tardo en subir un mísero cap ;__; quizás ya ni lo leas :cc xD y muchas gracias c: tus palabras me halagan y hacen querer seguir escribiendo a pesar de todo c: y ya traigo un graaaaaaan caap de larga duración para recompensar las tardanzas ;___; gracias por leer y comentar c:

Nany_Biebs escribió:¡Eli de mi corazon! Adoro esta nove, por fa siguela... ya me estoy poniendo al dia con tus otras noves que, dejame decirte, estan para morirse, las amo, pero la "santisima" escuela y el pre-curso para la uni y en fin, otras cosas me quitan mi precioso tiempo...sabes que te quiero, pero sino la sigues te va a pasar algo malo)?
okno xd re psicopata se volvia...jaja

Besitos!

Naaaani mil sin leerte ;___; perdón por no comentar antes :cc y entiendo lo que dices >-< puta escuela :ccc que nos quitan tiempo :cc y ya la seguiré ;___; espero que te vaya bien en todo :cc y muchas gracias por volver porque andabas desaparecida xD

«Tai Henderson escribió:Heather es mi malévola morgana. Considerarme desde hoy una fiel lectora.
Ahora voy a leer todos los capítulos.

Contesto todo más abajo(? :c xd

«Tai Henderson escribió:no se que mierda decirte. todo absolutamente todo lo que has escrito ha hecho que mi corazón se acelere y los tributos que tributos tienes. Chase lo adoro tan frió y raro. Adoro a Dora y Heather que aunque parece que muy débil, se que saldrá de los arbustos y matara a todos._. okno.
Pero hiciste que mi cerebro colapsara y me hiciste imaginar como seria si en verdad Logan estuviera en THG.
Luise tan dulce.
Cuando Wade le propuso a Dora matar a Lowell me quede asi

Spoiler:

se me cayo de mi pedestal Wade.
Pero como son los juegos del hambre.

Spoiler:

Tienes que seguirla, excelentes capítulos.

shgfshfsfsdghfsdfgdsfhdsfgs no sé que decir :c espera si lo sé :c en primer lugar bienvenida c: y gracias por comentar ;__; perdón por tener la novela abandonada pero no han sido mis mejores meses :cc y perdón por hacer que tu cerebro colapsara :c pero ya se viene lo bueno c: Heather sólo por ti tendrá una gran misión en los juegos :c así que espero que no dejes de leer :cc (? y perdón la tardanza pero estoy segura que valdrá la pena porque increíblemente este cap me hizo sentir sajhfgsajfkdjkhdsfhs cuando escribía ;__; y eso es bueno supongo :c y por cierto creo que eres la primera que cree que Luise es dulce xD

El piar de las aves me anuncia que pronto amanecerá. Suelto un bostezo y maldigo para mis adentros al confirmar que malgasté toda la noche pensando en cómo obligar a la chica del siete a formar equipo con los profesionales llegando a la conclusión más lógica de todas: ella no aceptaría ni aunque su vida dependiera de ello.

Definitivamente, Pandora es un caso perdido. Cree que podrá sobrevivir en la arena sin aliados y de esa forma logrará llegar a la final sin morir en el intento. Se equivoca pero al fin de cuentas es su problema yo debo enfocarme en ganar, en salir victorioso, ese es mi objetivo y ni Pandora ni nadie lograrán que los cambie.

Debo dejar de pensar en la castaña, mantener mi mente ocupada en otra cosa, en los juegos, en los entrenamientos, en los puntajes. Abro los ojos de par en par y me incorporo en la cama con bastante energía en busca del control que se encuentra en la mesita de noche. Prendo la televisión de inmediato y comienzo a buscar cualquier programa que anuncie los puntajes obtenidos en las pruebas del día anterior.
«…Ha habido una gran expectación por parte de los distritos profesionales a lo largo de estas últimas horas….»«…Los tributos de este año son prometedores…»«…Pandora Ross, la chica del distrito siete ha dado mucho que hablar en el Capitolio por su puntaje obtenido la tarde anterior…» «...Volveremos a mostrar los puntajes en pocos instantes…»«…Se vive gran euforia en el Capitolio con las entrevistas que se verán esta tarde…»
Devuelvo con rapidez el canal intento buscar un lápiz y un papel para anotar los resultados concentrarme en los puntajes que estaban siendo dados en ese instante.
Los chicos del uno y dos tuvieron puntajes sobresalientes, entre ocho a diez; los del tres un cinco y un siete, respectivamente; Luise obtuvo un nueve y yo un diez; los del cinco un siete y un cinco; los del seis, tres y cinco; los del siete, ocho y doce… Pandora obtuvo doce ¿Cómo mierda obtuvo doce? No duró ni dos segundos dentro para obtener semejante puntaje, no salió embarrada, ni sudorosa ¿o qué? ¿La chica del siete tiene súper poderes que la hacen superior? No, definitivamente no. Su distrito es pobre, con suerte debe saber usar un hacha o talar árboles pero, ¿de ahí a obtener el puntaje máximo? ¿De verdad ella podía ganarles a todos los profesionales? No, eso era imposible. Esto debía ser una broma o un error del Capitolio. Sí, eso debía ser, un simple error.

No me doy cuenta de cómo, en medio de mis cavilaciones, me encuentro caminando por los pasillos hasta el cuarto de nuestro mentor y toco con desesperación la puerta a pesar de que mi parte racional me dice a gritos que es una locura lo que sea que trato de hacer y que espere hasta que calme mis pensamientos pero mi puño se empeña en golpear la puerta.
No contesta, vuelvo a insistir, esta vez con mayor intensidad.
Nada. Ni siquiera una señal de vida. Sólo escucho el eco de mis golpes en la planta pero ninguna señal de Fintzpatrick o de su estancia en su habitación y lo maldigo nuevamente mientras sigo insistiendo hasta que se digne a abrirme la puta puerta.
No sé cómo ni cuándo Luise llega a mi lado y me intenta detener, lo único que sé es que le grito que se aparte, que lo que debo hablar con nuestro mentor es importante y vuelvo a golpear la puerta que finalmente se abre a los segundos después.

—¿Qué diablos ocurre?—pregunta exasperado. Observándome con una mueca en sus labios—Wade ¿Podrías explicarme qué te pasa para venir a estas horas de la mañana, en paños menores como si el edificio estuviera envuelto en llamas?

Y es en ese preciso momento en el que me doy cuenta de la veracidad de sus palabras. Simplemente me encuentro en ropa interior actuando como un verdadero loco pero me da igual de todas formas lo más probable es que muera en unos cuantos días y eso me da las libertades para comportarme de esta forma.

Le explico de forma apresurada los hechos a todos los que están presentes en el cuarto del tutor y ellos me miran como si fuera un demente. Luise intenta calmarme nuevamente sin mayores resultados hasta que lo logra y me obliga a empezar desde cero, esta vez con más calma, deteniéndome en los hechos que consideran relevantes hasta que después de unos largos minutos termino de explicarles lo sucedido.

—Wade—comienza a decir Fintzpatrick con tranquilidad. Me doy cuenta que estaba tomando una ducha cuando comencé a tocarle la puerta con desesperación y que ni siquiera le había dado tiempo para vestirse: se encontraba con una bata y con su cabellera mojada aún—, los puntajes los dieron ayer en la tarde, antes de la cena pero como estabas tan cansado de los entrenamientos al punto de ni siquiera dignarte a contestar dónde mierda andabas cuanto terminó tu turno y te encerraste dando un portazo supusimos que lo mejor era darte tiempo y espacio—Explica dedicándome una de esas fulminadoras miradas que llegan a helar cada centímetro de piel. Suelto una mueca y ruedo los ojos en señal de desesperación, necesito respuestas no reproches de lo que hice o no hice—. Por otra parte felicidades, lograste sorprender a los vigilantes y sacar un diez eso significa que apostarán por ti chico y que te respetarán pero debes tener cuidado serás uno de los blancos preferidos en especial para tus "aliados".

Tanto Roy como Luise me felicitan. Intento sonreírles a modo de agradeciendo pero no me sale, sólo les dedico una mueca de disgusto.

—¿Y qué hay de la chica del siete?—inquiero, sinceramente fue por ese motivo por el que fui a verle con tanta urgencia. Quería respuestas y no me iba a marchar si obtenerlas—. Sacó un puntaje de doce ¡Maldita sea!

—No debería importarte su puntaje, Lerman. De todas formas la chica es presa fácil—añade Luise con despreocupación.

—Ella tiene razón, es presa fácil—concuerda nuestro mentor con tranquilidad encogiéndose ligeramente de hombros —. ¿Por qué te importa tanto? Los puntajes no demuestran cómo serán los jugadores en la arena.

—Porque la vi. No duró ni siquiera un minuto en los entrenamientos privados.

—Eso es imposible—se apresura decir Luise frunciendo sus labios en una clara señal de preocupación sin poder creer lo que estoy diciendo, aún así asiento intentando que reflexionen lo que está pasando—. Debes estar exagerando.

—¡Maldición, Luise! ¡Yo lo vi! ¡Es imposible que haya tenido semejante puntaje!

—Wade, cálmate ¿quieres?—pide mi mentor soltando un suspiro y trato de obedecer. Cierro los ojos y empuño mi mano intentando que tomas mis energías se enfoquen en ellos, debo calmarme, debo mantenerme sereno.

—La verdad no es tan difícil entender por qué saco semejante puntaje—medita Roy después de unos instantes de silencio. Todas nuestras miradas se fijan en él, observándolos con curiosidad— ¿Qué?— Luise y yo estamos atónitos y desconcertados, nuestro mentor parece calmado aún así Roy continúa su explicación—: Si no duró más de un segundo como dice Wade es porque lo que hizo realmente debió ofender a los vigilantes, no hay otra explicación a su puntaje perfecto.

—Si los ofendió deberían haberle dado un puntaje inferior ¿no?—concluye Luise haciendo visible mis preocupaciones ¿por qué darle un puntaje perfecto si se burló en su cara?

—Es fácil—el que me saca de mis cavilaciones es nuestro mentor y nos dedica una mirada severa para que le prestemos atención—, nadie toma en cuenta a los puntajes mediocres. Ellos la lanzaron a una muerte segura en la arena: los profesionales no la dejarán escapar.

—Además es lógico—añade Roy con despreocupación. Es un hecho que el hombre ya sabe a qué abstenerse en medio de los juegos—, basta ver la reacción de Wade para imaginar cómo se pusieron los profesionales al saber la noticia.

Un nudo crece en mi estómago y amenaza con salir por mi garganta al darme cuenta de lo ciertas que son sus palabras. Estoy más que seguro que si la hubiera visto al momento de saber su puntaje mi reacción no hubiera sido la mejor y lo más probable sería que ambos hubiéramos comenzado los juegos heridos.

—El Capitolio busca entretención Wade, y esa chica se la dará hasta que ellos lo crean necesario, después morirá en manos de algún profesional si sobrevive a la masacre de la cornucopia—explica Roy con frivolidad, dedicándonos una sonrisa bastante amable que contrarresta con su tono de voz—. ¿Algo más que deseen aclarar en este momento?

Luise y yo nos lanzamos una mirada cómplice, como si esperáramos que alguno dijera lo que el otro pensaba pero ninguno habla, nos mantenemos en un silencio que tanto Roy como Fitzpatrick saben cómo interpretar.

—Muy bien, pueden retirarse—nos invita nuestro mentor. Luise y yo asentimos en silencio y procedemos a abandonar la habitación seguidos por Roy pero este último nos detiene en seco en el marco de la puerta. Nuevamente toda la atención recae en él.

—Chicos, no es mi intención ponerlos nerviosos pero deben prepararse para las entrevista que serán dadas esta noche. Hablaremos más de esto en el desayuno, en media hora más—ambos asentimos y finalmente nos retiramos a nuestras respectivas habitaciones.



En el desayuno todos nos comportamos como si nada ocurriera en realidad, como si fuera un día común y corriente para una familia normal pero sabemos que no es así, que ese es el último día en que dormiremos tranquilos, al menos Luise y yo, antes de entrar a los juegos.

Fitzpatrick trata de ser amable con nosotros, en especial con mi compañera, temiendo por su bien estar en los próximos días que viviremos en la arena, llegando al extremo de pensar que ella no podrá soportar tantas masacres porque en su interior es una chica débil y al poder comprender sus preocupaciones recuerdo a su padre, la petición que me había hecho el día en que fuimos escogidos de tributos y de alguna u otra forma me maldigo, sé que si quiero ganar no debo preocuparme por mi compañera, ni por nadie.

Fitzpatrick nos da algunos consejos para no perder la calma o no dejarnos dominar por los nervios y los miedos en medio del campo de batalla o incluso antes de entrar a los verdaderos juegos. Maldigo en mi interior a mi mentor cuando me prohíbe tomar café antes de dormir por el hecho de que no me ayudará a conciliar el sueño y que debería considerar la opción de beber una taza de leche tibia al menos esa noche.
Roy por su parte nos habla sobre los horarios que debemos cumplir, que más tarde tenemos un encuentro con nuestros estilistas, que debemos ser puntuales y miles de mierdas que poco me importan pero de igual forma asiento para que deje de molestar con el tema.

Después del desayuno nos dan un pequeño tiempo de descanso animándonos con las entrevistas de la tarde. Confía en nosotros y sabe que podremos pasar esos tres minutos como si nada, que hablaríamos tranquilamente como si conociéramos a Caesar Flickerman de toda la vida. Sí, algo fácil para chicos como nosotros.



Los estilistas están demasiado nerviosos por las entrevistas y yo muero de sueño a pesar de haber tomado un café en la mañana. Liall me regaña por enésima vez por el simple hecho de no prestar atención ante las ropas que me muestra pero ¿qué más quiere que haga? La noche anterior no pude dormir y a esta hora comienzo a sentir toda la fatiga y el cansancio que la falta de sueño conlleva, sin contar que hago esfuerzos sobre humanos para poder mantenerme de pie y prestarle una real atención a todo lo que me decía.
—Debes parecer seguro en todo momento. Las cámaras te enfocarán y no será bueno que te vean nervioso—explicaba mientras tomaba las medidas exactas para el saco color azul zafiro que había escogido para la ocasión. Le doy un bufido a modo de respuesta y él sonríe con aparente tranquilidad —Wade si sigues así no te irá bien en la entrevista, debes ser gentil.
Asiento casi a regañadientes cuando siento su mirada acusadora posada en mi, si soy sincero no tengo ánimos para parecer gentil en las entrevistas, lo único que deseo es recuperar el sueño perdido, terminar todo este espectáculo y ganar los juegos de una buena vez sin que nadie pueda impedirlo.

Todo el equipo se queja de mi humor. Fuerzo una sonrisa y ellos me advierten que si no pongo de mi parte no terminaremos hasta entrada la tarde y si eso pasa no tendré tiempo para prepararme bien para las entrevistas. Suspiro de mala gana y simplemente me dejo manejar como si fuera una marioneta para que Liall y su equipo lograran acabar con los detalles del traje de una buena vez.

No sé exactamente cuánto tiempo llevamos encerrados en la habitación o cuantas telas me han mostrado o cuantas cosas me he probado para las famosas entrevistas. Liall quiere que sea algo casual pero que a la vez impacte y quede en el recuerdo de todos y cuando lo dice asiento otra vez de forma monótona sin darle mayor importancia a las palabras, sólo para complacerlo.

Terminamos después de cuatro largas horas. Él se sorprende por el trabajo, yo pienso que está exagerando más de lo que debería. La camisa de tono beige contrasta notoriamente con el azul zafiro del traje y me sorprende el hecho de poder distinguir los nombres de los colores con tanta exactitud.

—¡Maravilloso!—toma mi rostro obligándome a verme al espejo. Una mueca de irritación se ve reflejado en él pero mi estilista parece no notarlo al sentirse tan enorgullecido con su trabajo—¡Espectacular! ¿No lo creen?

Sus ayudantes asienten dando grititos y saltos llenos de emoción causando que mi mueca se acentúe mucho más gracias a aquellos desesperantes sonidos que emiten. Intento calmarme, decime que sólo durará poco, que en menos de unas cuantas horas no tendré que soportarlos y toda aquella tortura acabará. A pesar de mantener los buenos pensamientos los minutos se me hacen eternos y no logro sentirme bien hasta me encuentro conversando con nuestro tutor sobre mi comportamiento en las famosas entrevistas.

—Wade, mantente seguro, intimida a los demás tributos, gánate al público y recuerda, esta es la última oportunidad que tienes para conseguir un mayor número de patrocinadores—Esas son las últimas palabras que me dedica antes de abandonar la habitación.

Observo la hora, queda menos para las entrevistas. Me paseo por el cuarto, nervioso, recordando las palabras de mi mentor, planeando mentalmente cómo serán mis entrevistas y una sonrisa complaciente se cuela en mis labios sin poder evitarlo; me irá bien, de eso estoy seguro. Otra vez observo la hora, sorprendiéndome al ver cómo los minutos pasan con rapidez anunciando que el tiempo se acaba. Me veo al espejo y desordeno mi cabello de forma casual dándome una actitud mucho más tranquila y relajada. Vuelvo a sonreír, al menos mi cabello no será tocado por los estilistas del capitolio.


Salgo del cuarto en pocos minutos, casi todos se encuentran en el salón principal esperándonos atentos. Mi equipo de preparación me dedica una mueca de disgusto al ver mi cabello más no dicen nada, les sonrío con ironía. Busco con mi mirada a mi mentor pero sólo encuentro a Roy; ni Luise, ni Fitzpatrick se encuentran presentes.

Miro el reloj, en unos cuantos minutos debemos estar abajo y aún no hay rastros de los ausentes, eso me exaspera, aún así trato de mantenerme calmado. Suspiro, los segundos pasan con lentitud y el silencio es tenso, agotador. El sonido de una puerta capta mi atención, dirijo mis ojos hacia dónde proviene. Sonrío al ver que son Luise y mi mentor. Les dedico una mirada rápida deteniéndome en la que era mi futura esposa. No puedo negar que el vestido le sienta de maravilla, se ve hermosa, juraría sentir cómo me sonrojo al verla así, caminando decidida, utilizando unos zapatos de taco azul, lleno de pequeñas piedras brillantes que se enroscan en sus piernas desnudas y pálidas. Subo la mirada, El vestido des del mismo tono que mi conjunto; por detrás, le cubre hasta un poco más arriba de las rodillas y se acorta hasta llegar por delante, dejando una cariñosa porción de piel que apreciar eso sí, sólo mostrando lo necesario; pequeñas ondas cubren los extremos finales del vestido con las mismas piedras brillantes de sus zapatos. Subo mi mirada, el traje sólo posee un tirante que lo afirma a su cuerpo con una gardenia de un color turquesa artificial que da la sensación de sostenerlo por completo. Definitivamente el vestido casi escotado le sienta de maravilla y resalta muy bien sus atributos femeninos.

Nos encontramos con los demás tributos en menos de unos minutos. Nos dan unas indicaciones antes de subir a las entrevistas, nos forman y nos indican dónde sentarnos: cada tributo con su respectivo compañero, de derecha a izquierda dejando un espacio vacío en medio, tras los asientos principales –los que se encuentran justo en el centro del escenario, en un primer plano– para darles así la atención a los tributos entrevistados.

Todo está listo, el escenario nos espera.

Camino tranquilo, siguiendo el paso estipulado en el inicio, escuchando las estrepitosas ovaciones del público cuando ven aparecer al primer tributo; éstas no acaban hasta que Caesar Flickerman toma el control, cuando todos nos encontramos ya en nuestros asientos, ansiosos por la que será nuestra última noche en el Capitolio.

Mientras el entrevistador anima al público, dirijo mi mirada a esos pequeños detalles que nos rodean: Las personas importantes, los mentores, estilistas, ayudantes tienen sus asientos preferenciales en primera fila, todos destinados por su grado de jerarquía; los vigilantes poseen un balcón especial, al igual que el presidente, su familia y los miembros honorarios; los ciudadanos del Capitolio se mantienen de pie o en sus propios balcones, contestando animadamente ante las palabras de Caesar. Y estoy seguro que todo Panem nos ve algunos en sus casas, otros en reunidos en lugares públicos, escuchando en la oscuridad. Sea como sea todos los distritos están expectantes esta noche.

Me fijo en el hombre: lleva su cabello de llamativo un verde perleado, sus ojos poseen el mismo tono, su piel es casi traslúcida como el papel, pienso que ese efecto no sólo es producto al maquillaje que ha usado también creo que se debe al color pardo negruzco de su traje. Repite las indicaciones para que estemos al tanto que sólo tenemos tres minutos para la entrevista, cumplido el plazo cedemos el turno al siguiente entrevistado y así sucesivamente hasta que todos hayan pasado.
Llama al primer tributo: La chica del distrito uno de camina con seguridad, con un vestido blanco resplandeciente en medio de la luz. Lleva un labial rojo el cual contrasta notoriamente con su palidez y su vestido. Saluda a Caesar y en esos tres minutos de entrevista logro saber algunos datos de Maggie, quien fue escogida como el tributo femenino, sin tener que salir voluntaria. Para ella era un sueño estar ahí y juró que ganaría, dedicándole su triunfo a sus padres y a su distrito.

Su turno termina y pasa Oliver, su compañero. El niño de traje blanco –igual de brillante que el de su compañera– y camisa negra bromea con Caesar, contándole su carrera cargada de adrenalina para salir de voluntario.

Ignoro el turno de la chica del dos, nada que ya no sepa. En los entrenamientos Mara había hablado todo lo que conformaba su entrevista e incluso más. Chase se mantiene inexpresivo la mayor parte de tiempo, sonriéndole a Caesar con ironía; la reacción del rubio era de esperar.

Me sorprende saber que Heather perdió a su novio en los juegos y que desea ganarlos en su memoria aún así encuentro patético el hecho de querer ganar sólo por alguien que perdió la vida al no saber cómo sobrevivir. La motivación del chico del tres es menos cursi que la anterior: lo hace por su padre, por tradición: ganar o morir. Él está seguro que la última no es una opción para él.

Luise sale divina. Caesar le pregunta cosas de su vida. La miro embobado, me fascina la forma en la que se expresa, sutil, tranquila, con aquellos gestos que muestran que es una mujer. Cuando el entrevistador le pregunta si tiene algún pretendiente me dedica una mirada fugaz y una sonrisa se desvanece tan rápido como su mirada.

—Algo así…—murmura con tranquilidad—fueron nuestros padres los que nos “emparejaron”, me agrada, me gusta, lamentablemente de aquí sólo uno saldrá con vida.

Sus palabras me sorprenden ¿qué diablos es lo que está diciendo? Me tenso por completo y aprieto mis puños sin poder evitarlo. Ruego para que nadie note aquella reacción.

—¿No crees en que ganarás los juegos?

—Sinceramente, me encantaría que mi compañero ganara por mí.

Su turno acaba. Me siento perdido, al igual que el día de la cosecha. Me levanto por obligación, porque debo ir ahí sin estar realmente consciente de mis actos. Su voz me susurra un suerte cuando cruzamos nuestros caminos.

—Vaya, vaya… Veo que te encuentras nervioso— Sé que una mueca se dibuja en mi rostro, odiándome por mi actuar ¿qué mierda estoy haciendo?— ¿A caso no puedes creer lo que dijo su compañera?

El público ríe y les dedico una de mis mejores sonrisas—No es eso, Caesar. Luise es una gran persona y sé que daría su vida por mí, es sólo que le juré a su padre que la iba a cuidar incluso si yo debía morir y sus palabras sólo me dificultan cumplir aquello—mis palabras son cínicas, al igual que seguramente fueron las de ella. Sabía que no cumpliría la promesa y la asesinaría cuando se me diera la oportunidad y no me importa, sé que ella haría lo mismo. El público me cree, Caesar también, eso me basta para que cambiemos el tema.

Hablamos de estupideces, de mi familia, de mi pasado, trivialidades y vanidades que el público disfrutaba sin darse el lujo de saber si lo que decía era verdad o una simple falacia para llamar su atención. Él comentó que yo era uno de los favoritos, le sonreí por el cumplido pero mi sonrisa desapareció al momento que indagó sobre mis relaciones amorosas.

—Un chico como tú debe ser codiciado por las jóvenes.

—Algo así—respondo. Y él no miente, desde niño tuve muchas admiradoras, tras de mí, aún las tengo y creo que con los juegos el número va en aumento.

— La pregunta es… ¿Alguna chica ha conquistado tu corazón?

—No creo en el amor, Caesar. He salido con varias, ninguna me ha hecho cambiar de opinión.

—Pero habrá alguna que llame tu atención ¿No?

—Se puede decir que sí aunque no precisamente con lo que llamas “amor” más bien siento deseos de asesinarla cada vez que la veo—Una sonrisa se cruza en mis labios al imaginar el rostro de Dora al escuchar mis palabras. Van para ella; ella lo sabe o por lo menos lo sospecha.

—¿Por qué?—pregunta el hombre, con curiosidad.

—Digamos que nuestros caracteres chocan. Somos como el agua y el aceite y la verdad es que da igual, al fin de cuentas, ella morirá antes que yo lo haga—los que me conocen saben perfectamente a quien me refiero y sonrío al imaginar cómo las miradas envenenadas de los profesionales recaen en Pandora, la chica del siete.

—¿Es un tributo?

Asiento con la cabeza, sin decir más. El zumbido que anuncia el fin de mi turno suena, liberándome al fin de la entrevista. Me levanto triunfal y camino de vuelta sin dirigirle mirada alguna a Pandora, seguro que arde de ira por dentro.

Las tres entrevistas que siguieron después de Payge, la tributo del cinco, son mierda tras mierda; nada que capte realmente mi atención. No me interesa saber sobre la vida de quienes morirán en el baño de sangre de la cornucopia o de los que sobrevivirán las primeras dos horas después del mismo. Esos nueve minutos se me hacen eternos, no callan nunca y los espectadores alaban cada palabra que salen de sus bocas ¡Cómo si de verdad les importara la trágica historia de los hermanos del seis! «Me ofrecí de voluntario para cuidar a Willow» había dicho el chico en medio de lágrimas antes de que acabara su tiempo en la entrevista. Se llevó los falsos suspiros del público quienes sólo deseaban ver cómo acababan entre ellos.

Caesar vuelve a tomar la atención del público. Después de un chiste pide un gran aplauso de bienvenida a la chica que sacó el mayor puntaje en los entrenamientos: Pandora Ross. Levanto la mirada de forma inmediata al escuchar su nombre. Lleva su cabello amarrado en una trenza rebelde, adornado con pequeñas florecillas blancas. Su piel es pálida y lleva los ojos maquillados con sombras verdes, delineados de negro para resaltar su mirada. Su vestido es similar al que usó en el desfile, al parecer, su diseñador desea mostrar los distintos tonos de las hojas de los árboles en su trabajo. El verde oscuro de las hojas comienza a desteñirse a medida que deciente el vestido finalizando en un color pardo anaranjado. La parte superior, posee pequeños capullos que, más abajo, comienzan a florecer en rosas rojas y éstas finalmente se van marchitando a medida que el color de las hojas del vestido va cambiando, como si se tratara de imitar las estaciones del año.

Pandora parece exasperada, sin muchos ánimos de estar ahí. Me lanza una mirada asesina a la que respondo con una sonrisa sutil, casi inexistente. Caesar la felicita nuevamente. Ella bufa, rodando los ojos.

—Ni que fuera gran cosa… —responde, a la defensiva. Observa el balcón del presidente, luego el de los vigilantes, dedicándoles una mirada traviesa, retadora—Esperaba ser uno de los peores puntajes—admite.

El público ríe y con rapidez vuelve todo a la calma.

—Con aquel sobresaliente puntaje supongo que ya tienes alguna alianza.

—No negaré que han deseado que me una a los profesionales pero, las alianzas me interesan una mierda, Caesar—Y ahí está, Dora y su distinguido vocabulario. Tan sincera como siempre. Demostrando una fortaleza que dudo que en realidad posea—Aunque, cierto idiota me propuso una oferta bastante tentadora.

—¿Se puede saber quién es “cierto idiota” y qué te ofreció?

—Oh, no, Caesar—responde soltando una pequeña risa. Me mira en señal de advertencia y la maldigo por ello—. Eso sería joderles el tan ansiado espectáculo a los presentes.
El entrevistador cambia de tema con rapidez al ver que no llegará muy lejos con la chica del siete. Esta vez indaga sobre su pasado y su vida en el distrito.

—Eres la única mujer en una familia de varones ¿no?

—Así es, mi madre murió al darme a luz, soy la menor de cuatro hermanos—responde, sin mucho interés.

—¿Uno de ellos estuvo sentado en este mis…

—Darrel, Darrel Ross. Mi hermano mayor—interrumpe a Caesar. Noto como comienza a mover sus manos con nerviosismo, aunque sus facciones muestran una gran tranquilidad.

—¿Deseas ganar en memoria de Darrel?

—Me importa una mierda salir viva de esto—Sus palabras son sinceras y sonrío por ello, si no le importa morir, no me molestaría acabar con su vida—, sólo espero vivir lo suficiente para entretener a nuestro público, al igual que lo hizo mi hermano—Su sarcasmo me sorprende. Puedo sentir el odio saliendo por su voz con cautela y podría jurar que los demás tributos también lo hacen; los ciudadanos del Capitolio, en cambio, ríen como si se tratara de una broma bien planeada. Sé que Pandora dice mucho pero a vez poco, con pequeñas palabras al viento, indirectas sutiles de una especie de rebelión inminente y propia: pues no necesita aliados para llevarla a cabo. Observo a los vigilantes en una de las pantallas, murmuran algo, ellos también lo han sentido o al menos lo sospechan y maldigo a Dora y su gran acto suicida, gracias a ella las cosas en la arena podrían empeorar.

El zumbido que marca el fin de su turno suena y su compañero toma asiento en su lugar. Caesar bromea sobre el temperamento de Pandora. Lowell suelta una risa divertido, al contrario de Pandora se muestra dispuesto a cooperar con el entrevistador y hacer las cosas más sencillas.

—Ella es así. La conozco desde niño y su carácter siempre ha sido difícil—se encoje de hombros, aún así no para de sonreír.

—¿Cuál es la relación entre ambos?—indaga el hombre. El chico del siete nuevamente ríe.

—¿Amigos? Sí, eso creo que somos…

—¿Entonces tu eres el idiota del que habló?—Estoy seguro que él no puede proponerle nada interesante a Dora y si lo hiciera, la chica no habría ni siquiera pensado en la propuesta que le hice.

—Espero que no. La última oferta que le hice la mandó a la mierda—confiesa entre risas que contagian al público por completo—. Fue cuando éramos unos críos aunque supongo que ha meditado las cosas y no pudo luchar contra mis encantos y finalmente decidió aceptar mi propuesta de noviazgo.

Observo la reacción de la muchacha que es enfocada por la cámara a la brevedad, sonríe sin poder evitarlo y noto como un leve rubor se cuela por sus mejillas. Eso sí que no lo esperaba. Quién lo diría, un amor entre tributos del mismo distrito, simplemente patético. El tiempo se le acaba y Caesar dice que es una lástima no poder saber más sobre el tema y, si fuera por él, le daría el tiempo necesario para hablar sobre “aquel romance que no había sido concretado en su más tierna infancia”. Lo que es a mí, me da igual saber sobre su pasado, me tiene sin cuidado si se aman o desean matarse. Voy a ganar, eso es lo único que importa.

Las entrevistas continúan y sinceramente, me siguen pareciendo mierda tras mierda. Nada destacable, nada realmente interesante. Son sólo niños que están asustados y no desean entrar a la arena el día de mañana. Es más, juraría que Oliver podría asesinarlos en menos de una hora si se le diera la oportunidad.

Finalmente entonamos el himno de Panem, todos con la mirada en alto, demostrando el respeto que tenemos por nuestra nación. Observo de reojo a todos: Los profesionales lo entonan con verdadero respeto, los demás con miedo y obligación y la chica del siete mantiene sus labios sellados, negándose a entonarlo como una nueva muestra de rebeldía silenciosa hacia el régimen del Capitolio. No puedo evitar pensar en que firmó su sentencia de muerte con sus actos aunque de alguna forma da igual, sólo tiene una posibilidad de sobrevivir y realmente dudo que le importe tomarla.

Las entrevistas acaban. Salimos de la misma forma en la que entramos y todos nos aglomeramos en el vestíbulo del Centro de Entrenamientos. La voz de Luise capta mi atención, se encuentra con los demás profesionales, conversando animadamente, invitándome a unirme a esa charla. La ignoro, en ese momento tengo otras cosas en mente. Busco a la chica del siete en vano: ha desaparecido y no hay rastro de ella. Aún así no me rindo, camino en medio de la muchedumbre, fijándome en ese vestido que capta las estaciones del año y nada. Pienso en que puede encontrarse con su novio o lo que fuera el chico del siete pero descarto esa idea cuando lo veo entablando una conversación con quien pareciera ser su estilista.

Cuando creo que no la encontraré mi mirada se encuentra con ella. Empujo a algunas personas para abrirme paso hacia dónde se encuentra. La tomo del brazo casi con brusquedad y le pido que me acompañe. Suelta unas cuantas maldiciones pero aún así obedece sin titubear.

—¿Qué diablos quieres, Wade?—indaga, exasperada cuando nos encontramos en los jardines que rodean el centro.

—Que vocabulario para una chica tan guapa—me burlo. Ella suelta un bufido—. Tranquila, Dora, quizás tu belleza se deba al trabajo de tu estilista únicamente.

—No tengo el puto tiempo para perderlo en este tipo de mierdas.

—¿Has pensado en la propuesta del idiota?—indago divertido, sonriéndole de forma seductora. Encantado al saber que mi actuar la exaspera— Si el idiota bien recuerda le dijiste que lo verías en las entrevistas.

—Y lo vi—admite, intentando mantenerse calmada. Dándose vuelta para volver al centro de entrenamientos. La sigo. No la dejaré ir tan fácilmente.

—Entonces, ¿tienes la respuesta?—El lugar se encuentra relativamente vacío en comparación a cómo estaba minutos atrás. Ella no responde. Observa los números en el elevador esperando que baje.

Las puertas se abren; sube y subo con ella. Marca el siete y yo el cuatro.

El ascensor comienza a elevarse con una rapidez que me desespera. Antes de que llegue al piso tres aprieto el botón de detención. El elevador se para de golpe. La del siete maldice.

—Veo que ya es costumbre que se detenga el elevador cuando estamos cerca—susurro mientras la observo fijamente. Comienzo a acercarme. Ella bufa, incómoda ante los escasos centímetros que nos separan. Trata de alejarse, mas no lo permito.

—Esto es estúpido e infantil ¿sabes?

—Lo sé pero, lamentablemente, no tengo otra opción—admito de forma descarada. Acorralándola más entre las paredes del elevador—. Cariño, no tenemos mucho tiempo, sólo diez minutos o menos. Yo tengo preguntas y tú tienes respuestas.

Me asesina con la mirada, incómoda ante su situación. Desea golpearme la entrepierna, se prepara para hacerlo pero la detengo en el acto, posando con descaro mi mano en su pierna, bajándola con cuidado.

—No desearás serle infiel a tu novio ¿o sí, Dora?—Sé cuanto odia que la llamen así por eso lo hago. Una mueca cruza sus labios al mismo tiempo que una sonrisa se posa en los míos.

—¿Cuántas putas veces debo decirte que no me llames Dora?—murmura intentando mantenerse calmada. Se acerca de forma peligrosa, como una fiera al ataque. Puedo sentir su respiración chocando con la mía. Observo sus labios de un color natural, desprovistos de algún brillo o labial; se ve encantadora, quizás en alguna otra circunstancia le hubiera dado el lujo de salir conmigo, lamentablemente la suerte no la acompañaba. Levanto la mirada y me encuentro perdido dentro de esos ojos azules que están dispuestos a despedazarme ahí mismo, intento ver más allá de su orgullo, descubrir el por qué pero no lo logro. Pandora le hace honor a su nombre: es una caja llena de sorpresas y misterios que uno se ve tentado a descubrir.

Poso mi dedo índice sobre sus labios, en señal que calle sin quitar mi mirada de la suya. Sonrío nuevamente, divertido.

—¿Te han dicho que posees una mirada misteriosa?—Aparta su mirada con rapidez y orgullo, volviendo a mostrarse a la defensiva.

—¿Te han dicho que eres un idiota?

—Sí, hoy me lo has repetido unas cuantas veces—Vuelvo a darle un rápido vistazo y me maldigo por ello. La chica es capaz de exasperarme a tal punto que no puedo llevar mis planes en paz— ¿Qué pasa, cariño? ¿A caso no sabes qué más decir o qué insulto ocupar?

—Joder, ¿Esas eran las tan importantes preguntas que tenías que hacerme? Era de esperar si venía de un niño caprichoso capaz de lamerle los zapatos al Capitolio para ganar los juegos—aprieto mis puños con fuerza al escuchar sus últimas palabras. Pandora me exaspera de tal forma que estoy seguro que disfrutaré de su muerte cuando llegue el momento—. Para tu información no tengo ganas de perder el tiempo con alguien como tú, ni de pasar un puto minuto más aquí, respirando el mismo aire.

—Entonces terminemos esto luego y dime qué pensaste.

—Sinceramente, me importa una mierda lo que pase con tu compañera. Además estoy segura que no seré yo quien mate a Lowell, tampoco estaré agradecida si eres tú quien acaba con su vida—hace una pausa y se encoge de hombros como si su respuesta fuera obvia—Las cosas son simples: Si las circunstancias se dan puede que terminemos siendo aliados en medio de la arena y, querido, lamento romper tus ilusiones porque ambos sabemos que eso será imposible.

—¿Por qué?—indago, casi en un tono inexpresivo. Ella rueda los ojos, como si la pregunta estuviera de más aún así se da ánimos para explicar. La detengo antes que salga alguna palabra de sus labios—¿Por qué haces esto? Actúas como si ganar te importara una mierda, sacas el mayor puntaje saliendo en menos de un minuto de las sesiones privadas de entrenamiento ¿Qué pretendes? ¿Ganar patrocinadores con aquella fachada de “chica ruda y desinteresada”? ¡Vamos! Quieres dártelas de heroína, de “rebelde”, sólo para que los distritos pobres te apoyen ¿no?—Me calla con un fuerte puñetazo en el rostro, seguido con un golpe en la parte baja del estómago. Maldigo al sentir cómo el líquido carmesí comienza a emanar de mis fosas nasales percatándome que subestimé la fuerza de la chica desde un principio.

—Vete a la mierda, Wade—Fría, exasperada aún así puedo jurar que su voz tiembla, dolida por mis palabras—Dudo que tu pequeño y jodido cerebro pueda comprender si te contesto.

Suerte o no al cabo de unos segundos el elevador vuelve a su funcionamiento normal y el poco trayecto que queda entre el piso tres y cuatro se vuelve largo y silencioso, como si el reloj deseara jugarme una mala pasada y tenerme en compañía de la chica del siete más tiempo del que debería hasta que las puertas finalmente se abren.

Bajo, incapaz de mirarla. Hay dudas que me carcomen por dentro que no puedo responder y que seguramente Pandora tampoco responderá. La voz de Fitzpatrick me sorprende. Se oye molesto; me importa una mierda.

Sus gritos y regaños me exasperan, en especial porque logra captar la atención de todos los del piso cuatro quienes me observan como si fuera un experimento. «¿Dónde mierda estabas? ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo eso? ¿Te encuentras bien?» Son preguntas que no deseo contestar. Me alejo de golpe sin importarme nada. Estoy cansado simplemente no quiero hablar de lo ocurrido con la chica del siete.

Camino hacia mi cuarto y doy un portazo diciendo claramente: Dejen de joderme por una puta vez. Voy hacia mi cama y me quedo estático, sin hacer nada, sin ganas de ver o curarme el golpe que la muchacha me propinó. Sólo pienso, pienso y me torturo al hacerlo, intentando comprender a alguien que morirá en menos de unos cuantos días. Sumido en mis cavilaciones me doy cuenta tardíamente que tengo compañía: Luise. La chica se mantiene en el marco de la puerta, silenciosa y avanza cuando nota mi mirada sobre ella.

—No estoy de ánimos para sermones—advierto. Ella me ignora, se sienta a mi lado. En silencio abre un botiquín y saca alcohol y algodón. Dejo que limpie la herida sin quejarme, sin hablar.

—Tranquilo, sólo quiero que mañana te veas radiante—admite mientras continúa con su labor—. Ten por seguro que mataré a quien te hizo esto—confiesa segura. Suelto una risa por lo bajo. Si Pandora iba a morir, sería en mis brazos.

—No me quites el placer de asesinar al culpable—murmuro, un poco más calmado—. Dicen que la venganza es dulce y quiero probarlo.

—Entonces espero poder ver como torturas al que te hizo eso—Rectifica, vuelvo a sonreír. Tortura: una dulce palabra que será la ideal para acabar con la chica del siete.

—Ten por seguro que lo verás, Lu—por primera vez la llamo así con aquel apodo tan cariñoso con el que sólo la llamaban sus más cercanos. Ella sonríe y termina su trabajo con rapidez y eficacia. Posa su mano en mi mejilla y me observa de forma cálida.

—Te quiero, Wade—musita antes de unir sus labios con los míos. Me besa, de forma tierna y dulce yo le correspondo sin dudarlo y ella vuelve a sonreír al finalizar aquello. Se separa, con lentitud, como si no deseara hacerlo—Nos vemos mañana.

—Sobrevive a la matanza—le pido.

—Tenlo por seguro.

Camino hacia el baño y me despojo de todas las prendas que cubren mi cuerpo. De forma mecánica me meto a la ducha. El agua tibia recorre toda mi anatomía y me quedo unos minutos dentro de la regadera meditando todo lo pasado en medio del día. Los recuerdos parecen distantes, como si los juegos hubieran acabado y fueran sólo un buen recuerdo de los tributos caídos.

Salgo vistiendo sólo mis bóxers y me recuesto en mi cama con la única intención de dormir pero a pesar de estar cansado no logro conciliar el sueño. Los recuerdos me atormentan de forma vívida una y otra vez. La chica del siete aparece constantemente en ellos ¿la razón? Mi mente intenta buscar una explicación lógica a todas sus palabras, intento comprenderla aunque por más que lo haga lo único que logro es armar un nuevo lío en mi cabeza y por lo que veo, dudo que logre conocer sus verdaderas intenciones en esta vida.


No sé cuánto tiempo pasa pero estoy inquieto, incómodo, doy vueltas y vueltas sin poder quedarme dormido. Mi mente deja de pensar en la del siete para abrirle paso al día de mañana, me pregunto cómo será la arena, qué dificultades tendrán esta vez, cuántos morirán en el baño de sangre, si Dora sobrevivirá, si Luise llegará a la final. Es un hecho que entre los finalistas estaremos Chace y yo y deberé idear un buen plan para acabar con él y no morir en el intento.

“Debo calmarme, debo dormir. En unas horas más amanecerá y si quiero sobrevivir debo descansar. “Me repito aquello las veces suficientes hasta caer en los brazos de Morfeo. Para mi suerte, esa noche está llena de pesadillas que me despiertan cada media hora para recordarme que con cada segundo que pasa el inicio de los juegos está por empezar.


Me levanto casi veinte para las seis. Me doy una ducha de casi quince minutos y me visto sin ánimos de observar a todos reunidos en el comedor. Querrán respuestas sobre mi actitud de ayer, en especial mi mentor, quien anoche se quedó con las palabras en la boca.

—Es tarde—Y lo sé, debía estar junto al equipo hace una hora y media atrás. Me encojo de hombros con despreocupación y le sonrío a mi mentor que es el único que se encuentra presente.

—Lo siento, Fitzpatrick, pero no todos los presentes aquí verán los juegos en sus cómodas habitaciones—le encaro con poca sutileza. Me vale mierda como se lo tome, al fin de cuentas con o sin su ayuda ganaré los juegos—Digo, debía aprovechar la cama, la ducha y la comida porque desde hoy se acaban mis lujos.

Me siento. Tomo un café y me preparo un pan para tener el estómago lleno cuando empiecen las pruebas, algo así como un último desayuno, un último gusto de las delicias que nos da el Capitolio. Comemos en silencio, no veo a Luise por ningún lugar, me pregunto si se estará arreglando para el gran día.

—Esa no excusa para que te comportes así, Wade.

Silencio. Bebo un sorbo de café y miro de reojo al hombre que me acompaña. Se ve nervioso, molesto, exasperado. Si viera el movimiento de mi pie en ese momento se daría cuenta que estamos en igualdad de condiciones.

—¿Sabías que luchar con un tributo antes de los juegos es ilegal?—inquiere Fitzpatrick, con un tono duro, indignado. Rompiendo al fin el tenso silencio que nos rodea para crear una atmósfera más tensa aún.

—Teóricamente me golpearon, mas no me defendí—admito. Le doy un gran mordisco al pan con mermelada de mora, es el segundo que como esa mañana—nadie lo vio—Me preparo otra taza de café mientras hablo—¿Qué más pueden hacer? Al final todos estamos condenados a muerte ¿no?

El silencio nuevamente se hace presente entre ambos y devoro lo que esté a mi alcance aprovechándome de ello. De vez en cuando recibo miradas envenenadas de mi mentor y le agradezco que se quede con la boca cerrada y sólo hable para avisarme que debo apresurarme ara mi último encuentro con mi estilista antes de los juegos.

Después de lavarme los dientes me encuentro con mi mentor en el elevador esperando que nos lleve al tejado. Sonrío al pensar en la chica del siete y nuestros encuentros en aquel lugar. El hombre que está a mi lado parece no notarlo.

—Si quieres ganar las cosas son simples: mantente al lado de los profesionales, conócelos, examínalos, ve sus puntos débiles. Mantente al margen de cualquier tributo, sólo examínalos no dejes que ellos te examinen a ti. Si es posible deja que se maten entre ellos; si quieres ganar, lucha por salvar tu vida—me recuerda sin esperar respuesta. Entiendo lo que dice a la perfección y estoy dispuesto a todo para ganar los juegos.

Llegamos y un aerodeslizador nos espera sobre nuestras cabezas. Noto como mi corazón late con más fuerza producto de la adrenalina que me provoca todo aquello. El hombre me da un último abrazo y susurra—: No hagas nada estúpido, Wade.

No lo haré, ni aunque estuviera loco. Mi plan es sencillo: mantenerme con vida, no mezclar sentimientos y ganar. A pesar de todo no digo nada, sólo asiento con la cabeza y me despido con un ademán.

Ya en el aerodeslizador una mujer pide mi brazo para inyectarme el rastreador que usaré para que sigan todos mis movimientos. Me pregunto qué pasaría si alguien se lo saca y lo destruye, supongo que sería una buena forma de burlar a los tributos, a los vigilantes, al presidente y al mismísimo Capitolio pero estoy seguro que las cosas no son tan fáciles, al contrario: si no mueren asesinados por un tributo morirán gracias a los vigilantes. Salgo de mis pensamientos cuando la mujer me dice que Liall me está esperando.

El hombre me conversa cómo serán las cosas en la arena, me pide que me cuide e intente sobrevivir al menos en la matanza. Le sonrío y digo que no se preocupe, que viviré de cualquier modo. Después de un tiempo el silencio nos acoge y sólo miramos la gran ciudad por medio de los ventanales, realmente espero que esa no sea la última vez que la observe. Al final la oscuridad nos indica que llegamos a nuestro destino. El aerodeslizador comienza a descender y en menos de lo que imagino llegamos a las catacumbas del estadio. Mi estilista me lleva a una habitación y me explica que es ahí donde se realizan los últimos preparativos y donde conoceremos al fin el estadio que pisaremos.

Me visto con el traje que han escogido para la ocasión: Pantalones azul oscuro, camisa negra y una chaqueta marrón y un calzado del mismo tono. Camino, corro, salto, me muevo para probar el traje. Es cómodo, abrigador, amplio. Al fin puedo decir que “puedo moverme a mi antojo y tengo la seguridad que no se romperá con facilidad”. Liall me muestra los pros y los contras de la vestimenta mientras esperamos ansiosos la llamada.

Hablamos de cosas triviales, de las entrevistas y de las distintas vidas para pasar el tiempo que parece ir demasiado lento para mi gusto. Los minutos pasan y conforme avanzan mis nervios y ansiedad salen a flote preguntándome un millón de cosas posibles que pueden ocurrir. Liall se da cuenta y me dice que debo estar tranquilo, me veo preparado y seguro no tengo por qué adelantar los hechos ni desear que pasen, sólo dejarlos fluir.

Asiento ante su consejo y el silencio vuelve a hacer acto de presencia en la sala que ocupamos. Finalmente una voz femenina advierte que quedan cinco minutos para comenzar. Me despido de mi estilista y éste me da suerte para los juegos. Camino con fingida tranquilidad hacia la placa de metal redonda que me elevará hacia el exterior.

Dos minutos. Advierte la voz femenina. Me pongo en posición y recuerdo una de las tantas conversaciones que tuve con mi mentor mientras se comienza a elevar con lentitud:

«—No salgan antes del cañonazo que indica el inicio de los juegos, quédense en su plataforma hasta que escuchen la partida.

—¿Por qué?—preguntó Luise, por ambos.

—Créanme, no desean averiguarlo.»

Los minutos que faltan se me hacen eternos. Mi corazón late de forma acelerada sin poder evitarlo. Están a punto de empezar los trigésimo cuartos Juegos del Hambre.

Mijas, gracias por comentar :c contestaré comentario a su debido tiempo :c cuando tenga que subir caps, por ahora les tengo dos sensuales sopresas :c trailers 1313 no serán la mejor producción pero bueno ;_; ya mejoraré :c Espero que los trailers les gusten :c
Espero que les gusten :c y perdón de nuevo :c