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Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
Me encanto el cappp!
Tonto y mil veces tonto nickk!
Siguelaaaaaaa!
Pleaseeeeee!
Tonto y mil veces tonto nickk!
Siguelaaaaaaa!
Pleaseeeeee!
Yuliaa
Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
SSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIGGGGGGGGGGGGGGGGUUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEEEEEEELLLLLLLLLLLLLAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Un capppiii +, porfisssssss!!!!!!!!
Solooooo 1!!!!!
Poooorrr favoooorrrr!!!!
Te looo pidoooo por favooooorrrr!!!!!
Un capppiii +, porfisssssss!!!!!!!!
Solooooo 1!!!!!
Poooorrr favoooorrrr!!!!
Te looo pidoooo por favooooorrrr!!!!!
Pamm Jonas
Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
OMFG! esa necesidad que tengo de matar a nicholas y al otro tipo es grande!
nick metió la pata pero hasta el fondo con ____________- y cuando se entere de todo tendrá que mover cielo y tierra para disculparse con ella. es un idiota ¬¬
SIGUELA! :D
nick metió la pata pero hasta el fondo con ____________- y cuando se entere de todo tendrá que mover cielo y tierra para disculparse con ella. es un idiota ¬¬
SIGUELA! :D
andre D' jonas
Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
Por fiiiiiiisss SIIGGUUEEELAAA!!!! Te pagoooo!!! Te lo mandooo por faxx!!!
Pamm Jonas
Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
Oh Por Dios!
Me da mucha bronca que nick trate a si a la rayis!
Y a ese Bruce lo voy a matar!Lo Odio!
Te pasas por mis noves?
Te quiero!
Me da mucha bronca que nick trate a si a la rayis!
Y a ese Bruce lo voy a matar!Lo Odio!
Te pasas por mis noves?
Te quiero!
Sunny
Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
Ahhhhh noooo por que eres mala
No la dejes ahí plis
Aggggg Nick es un Ahhhhh por que
No le cree a la rayis es es ahhhh
Plis siguelaaaaaaa!!
No la dejes ahí plis
Aggggg Nick es un Ahhhhh por que
No le cree a la rayis es es ahhhh
Plis siguelaaaaaaa!!
Karli Jonas
Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
Dios mios! como coño la dejas así? :evil: :P
OH POBRE LA RAYIS, AL DIABLO CONTIGO NICK! :x
SÍGUELA QUE ESTA BUENISIMA! :D
OH POBRE LA RAYIS, AL DIABLO CONTIGO NICK! :x
SÍGUELA QUE ESTA BUENISIMA! :D
Sabri
Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
hoolaaa mis niñas como estan!!! aki vengo con el el cap de hoy... y q cap!!!! espero q les guste!!!!!
chicas como les dije desde antes la nove ya casi termina asi q kiero preguntarles si kieren q les suba otra nove??? denme su opinion y si resulta q si nos ponemos deacuerdo con q nove kieren va!? bueno las dejo con el cap! las kiero!!! :hug:
Nick no apareció a la hora de la cena aquella noche, y en cuanto hubieron acabado de comer, _____ subió a su habitación diciendo que tenía un terrible dolor de cabeza. Ese dolor de cabeza era sólo una excusa, pero en un sentido metafórico sí era real: metro noventa, cabello negro, ojos grises, y tan ciego como un topo.
Acababa de ponerse el camisón cuando oyó un golpe en su puerta. Se volvió hacia ella con el ceño fruncido.
—¿Quién es?
No hubo respuesta. ¿Podría ser que...? El rostro de _____ se iluminó. Quizá era Nick; tal vez había estado recapacitando y finalmente había comprendido que estaba equivocado. Fue a abrir, pero al hacerlo, se encontró con la desagradable sorpresa de que era Bruce quien estaba allí de pie, con la camisa medio desabrochada y una sonrisa malévola en los labios.
_____ trató de cerrar la puerta, pero el contable se lo impidió, y entró en el dormitorio dejándola entreabierta y empujándola sobre la cama.
—¿Qué crees que estás haciendo? —le espetó _____, forcejeando con él, que se había arrojado encima de ella.
— Se llama «golpe de gracia», cariño —murmuró Bruce—. Adivina quién está subiendo en este momento las escaleras.
_____ lo empujó en vano, y el contable empezó a besuquearla en el cuello, e intentó tomar sus labios. Frenética, _____ oyó que los pasos de Nick se acercaban, y a los pocos segundos la puerta se abría del todo. Tras ella apareció Nick, y sus ojos la condenaron en ese mismo instante.
Bruce se apartó de ella como un resorte, y se pasó una mano por el cabello con una sonrisa de circunstancias, como si lo hubiera sorprendido su llegada.
—Lo... lo siento, señor Jonas —farfulló—. Nos dejamos llevar y olvidamos cerrar la puerta.
Nick lo miró furibundo, fijándose en su camisa desabrochada, y en el camisón semitransparente de _____. La expresión en su rostro era de un desprecio indecible.
—Vaya a hacer la maleta, Billingsly —le ordenó en un tono gélido—. Mañana por la mañana saldrán usted y ella de aquí.
Bruce se quedó mirándolo boquiabierto. Claramente no había esperado algo tan drástico.
—P-pero señor Jonas... ¿qué... qué les diré a mis superiores?
—Ése es su problema —respondió Nick—. Podrá darles todas las explicaciones que quiera cuando yo les haya relatado los hechos y les pida que envíen a otro contable. Le advertí que no quería esta clase de comportamiento bajo mi techo. Debería haberme escuchado.
—¡Pero...!
Bruce no pudo expresar su protesta, porque el ranchero ya había salido del dormitorio, dando un portazo que hizo que retumbaran las paredes.
El contable se quedó mirando la puerta con los ojos desorbitados.
— ¿No estaría hablando en serio...?
—Por supuesto que sí —murmuró _____ aturdida.
Se bajó de la cama y se puso su bata. Sentía como si todo su mundo estuviese derrumbándose.
—Yo... yo no pensaba que fuese a reaccionar así —balbució Bruce—. Sólo quería asegurarme que no se te tirara antes de que yo tuviera mi oportunidad, eso es todo.
—¿Que se me tirara? —repitió ella con una risa amarga—. Me odia desde que me conoció. Siempre me ha tenido por una frívola y una libertina, y ahora gracias a ti piensa que soy una especie de ninfómana. Ya ves, tus tretas han acabado por explotarte en la cara.
Bruce se había puesto amarillo y no hacía más que frotarse la cara.
—Oh, Dios, creo que voy a vomitar... —farfulló, agarrándose el estómago—. Tengo que pagar las letras del coche y la hipoteca de la casa... cuando la empresa se entere de esto me echarán a la calle...
—Te lo has buscado —respondió _____ sin mirarlo—. Te dije que no quería nada contigo, pero tú no me escuchaste. Haz el favor de marcharte.
Bruce alzó la vista, vio lágrimas surcando las mejillas de la joven, y reparó en la palidez de su rostro y la expresión vacía en sus ojos.
—Estás enamorada de él... —murmuró, comprendiendo de repente. _____ le dio la espalda.
— Sí, y antes de que tú vinieras tenía una pequeña esperanza de que finalmente viera que no soy la clase de persona que piensa, pero ahora ya no me queda ni eso. Espero que tu vida quede tan destrozada como ha quedado la mía —añadió en un arranque de furia.
Bruce pareció empequeñecer ante sus ojos.
—Si te sirve de algún consuelo, me siento como un completo idiota. Como dicen, el ladrón cree que todos son de su condición, y había llegado a creerme la imagen que me había montado de ti, y estaba convencido de que ibas detrás de él por su dinero. Quería desbaratar tus planes para que te fijaras en mí porque no podía competir con alguien como Nick Jonas. Y, cuando vi cómo te miraba... bueno, pensé que, tal vez, si lograba deshacerme de la competencia, tendría una oportunidad contigo —alzó el rostro, y _____ vio que había tristeza en sus ojos—. Nunca había sentido esto por una mujer. Me tenías obsesionado —le confesó con un pesado suspiro—. Lo siento de veras, si es que eso sirve de algo.
—No de mucho, me temo —respondió ella.
—Lo imaginaba. En fin, buenas noches. Te veré por la mañana —farfulló Bruce, dirigiéndose hacia la puerta cabizbajo. Justo cuando iba a girar el pomo, se volvió hacia ella—. Quizá si yo le explicara...
_____ esbozó una sonrisa triste.
—No te escucharía —le contestó—. Cuando se le mete algo en la cabeza, no hay manera de convencerlo de lo contrario.
—Ya. Lo siento mucho, de veras —volvió a decir Bruce antes de salir.
Ya era muy tarde cuando _____ consiguió dormirse, y a la mañana siguiente se levantó de la cama con los ojos enrojecidos por las lágrimas y la falta de sueño. Sabiendo que Nick no había bromeado la noche anterior, hizo la maleta antes de bajar.
Cuando llegó al comedor tenía la esperanza de que Nick ya hubiera salido para atender las tareas del rancho, pero lo encontró allí sentado, solo.
—¿Podría tomar una taza de café antes de marcharme? —inquirió _____ vacilante, intimidada por la expresión implacable en su rostro, y el brillo amenazador en sus ojos.
— Sírvete —le contestó él.
_____ se puso la taza de café y se sentó lo más lejos posible de él.
—¿No... no van a desayunar tu madre y Demi? —balbució.
—Ya han desayunado —respondió él con aspereza—. Les he dicho que se queden arriba hasta que te hayás ido, y le he advertido a mi hermana que si continúa su amistad contigo, enviaré a su querido Joseph a nuestro rancho de Australia por un periodo indefinido.
Su machismo la hizo saltar.
—Y dime, ¿cómo lo mandarás allí, encadenado? —le preguntó con una sonrisa sardónica—, ¿o quizá harás que atraviese a nado el Pacífico contigo detrás en una lancha, gritándole órdenes?
Las facciones de Nick se endurecieron aún más.
—Los asuntos de mi familia ya no son de tu incumbencia —le dijo cortante—. Tu amigo bajará en cualquier momento. Le dejaré un vehículo para que puedan ir hasta Calgary, y luego haré que uno de mis hombres vaya a recogerlo.
_____ se quedó mirando el mantel, tan desolada que ni siquiera podía llorar. No sólo la estaba alejando de él, sino que también quería prohibirle cualquier contacto con Demi, su única amiga verdadera.
Nick apuró su taza de café, la soltó ruidosamente sobre el platillo, y arremetió de forma inesperada contra ella:
—¿Es bueno en la cama?
_____ alzó la vista dolida y furiosa.
—Oh, sí, ya lo creo, es fantástico —le espetó con puro veneno—. Podría darte lecciones.
— ¡Pequeña zorra! —masculló Nick.
Antes de que _____ pudiera reaccionar, él se había levantado y había ido junto a ella, alzándola en volandas.
— ¡Bájame! —le gritó, retorciéndose, pero era demasiado fuerte para ella.
Nick la llevó pataleando al estudio y cerró la puerta de una patada. La arrojó sobre el sofá de cuero, y se colocó encima de ella con la respiración agitada y el rostro tenso por la ira apenas contenida.
—Vamos, pelea, resístete —masculló, sofocando con facilidad sus esfuerzos por apartarlo, mientras sus labios descendían sobre los suyos—. Así el placer será más intenso cuando te someta a mi voluntad.
_____ sintió cómo las manos masculinas recorrían con rudeza su cuerpo, sin preocuparle el estar haciéndole daño, mientras ella seguía luchando en vano por liberarse. Lo amaba, pero lo que le estaba haciendo era monstruoso, y su mente volvió a aquella noche, años atrás, haciéndole revivir el manoseo de aquel bestia borracho, y sus besos babeantes. Chilló, pero Nick parecía no oírla.
Le sacó la blusa a tirones de la cinturilla de la falda, e introdujo las manos por debajo, apartando el sostén para recorrer con sus dedos sin ninguna delicadeza su piel desnuda y sus senos.
_____ se revolvió con todas sus fuerzas, con una furia ciega, sollozando, gritando, con el rostro contraído en una mueca de verdadero pánico.
Nick se apartó, agarrándola por las muñecas, y sus ojos, nublados por el deseo, observaron confundidos el cuerpo de la joven, retorciéndose debajo del suyo, su rostro lívido y los ojos desorbitados y llenos de miedo.
Él se quedó paralizado, jadeante, con la mirada fija en los suaves montículos de sus senos. A _____ le pareció ver que las facciones de Nick se suavizaban, y que la presión de aquellos dedos en torno a sus muñecas se relajaba ligeramente.
—Por favor —le rogó en un hilo de voz—. Por favor, Nick, no me hagas daño...
La voz angustiada de _____ pareció accionar un interruptor en su interior.
—¿_____? —murmuró, recobrando la cordura, y dándose cuenta al fin de lo aterrorizada que estaba.
La soltó de inmediato y se quitó de encima de ella, observando como se cerraba la blusa con manos temblorosas y se acurrucaba en un rincón del sofá, prorrumpiendo en desgarrados sollozos entrecortados.
— No iba a forzarte —murmuró Nick con un nudo en la garganta—. Por favor, _____, no llores. ¿Por qué reaccionas de este modo? Yo nunca te haría daño.
—Yo tenía catorce años —dijo de pronto _____ con voz entrecortada—, y mi tía estaba saliendo con un decorador. Las veces que había ido a cenar me pareció que me miraba de un modo lascivo, pero siempre traté de ignorarlo. Una noche tuvieron una discusión terrible y ella... ella salió del apartamento hecha una furia. Aquel hombre había estado bebiendo mucho, y pensé que estaría más segura en mi dormitorio, pero no pude llegar —dejó escapar una risa nerviosa—. Me agarró antes de que llegara a la puerta, me arrastró hasta el sofá del salón y empezó a arrancarme la ropa —cerró los ojos y se estremeció—. Parecía un animal salvaje. Me hacía daño... sus... sus manos me toqueteaban por todas partes, y esos repugnantes besos babeantes... Justo cuando estaba a punto de forzarme se oyó la puerta —_____ ni siquiera era capaz de mirar a Nick, y verdaderamente le habría sobrevenido una revelación si lo hubiera hecho, porque su rostro estaba horriblemente desencajado. Tragó saliva para poder continuar—. Me advirtió que no me atreviese a contárselo a mi tía o me arrepentiría, y en cuanto me soltó corrí a refugiarme en mi habitación. A la mañana siguiente, ella ni siquiera me preguntó por los cardenales que tenía en los brazos —añadió con una sonrisa amarga—. Nunca me he acostado con Bruce, ni con ningún otro hombre. La sola idea me... me aterra. Contigo pensé... pensé que con el tiempo sería capaz de aceptar algo más que besos... pero ya no... —murmuró—, ya no.
Se puso de pie y se dirigió hacia la puerta.
—Por eso reaccionaste de aquel modo en el coche, cuando volvíamos de Banff... —farfulló Nick, que estaba empezando a atar cabos.
_____ se detuvo con la mano en el picaporte, pero no se volvió a mirarlo.
—Me iré con Bruce —le dijo con el poco orgullo que le quedaba—, y si quieres que me mantenga alejada de Demi, lo haré.
Nick se acercó a ella, pero la joven había abierto la puerta y se apartó de él.
—_____, por favor, yo jamás te haría daño... —le dijo.
—Me prometiste eso no hace mucho —le recordó ella—, y no lo has cumplido. Te ruego que no vuelvas a tocarme. No creo que pudiera soportarlo. ¡Lo único que quiero es alejarme de ti!
chicas como les dije desde antes la nove ya casi termina asi q kiero preguntarles si kieren q les suba otra nove??? denme su opinion y si resulta q si nos ponemos deacuerdo con q nove kieren va!? bueno las dejo con el cap! las kiero!!! :hug:
Capitulo 15
Nick no apareció a la hora de la cena aquella noche, y en cuanto hubieron acabado de comer, _____ subió a su habitación diciendo que tenía un terrible dolor de cabeza. Ese dolor de cabeza era sólo una excusa, pero en un sentido metafórico sí era real: metro noventa, cabello negro, ojos grises, y tan ciego como un topo.
Acababa de ponerse el camisón cuando oyó un golpe en su puerta. Se volvió hacia ella con el ceño fruncido.
—¿Quién es?
No hubo respuesta. ¿Podría ser que...? El rostro de _____ se iluminó. Quizá era Nick; tal vez había estado recapacitando y finalmente había comprendido que estaba equivocado. Fue a abrir, pero al hacerlo, se encontró con la desagradable sorpresa de que era Bruce quien estaba allí de pie, con la camisa medio desabrochada y una sonrisa malévola en los labios.
_____ trató de cerrar la puerta, pero el contable se lo impidió, y entró en el dormitorio dejándola entreabierta y empujándola sobre la cama.
—¿Qué crees que estás haciendo? —le espetó _____, forcejeando con él, que se había arrojado encima de ella.
— Se llama «golpe de gracia», cariño —murmuró Bruce—. Adivina quién está subiendo en este momento las escaleras.
_____ lo empujó en vano, y el contable empezó a besuquearla en el cuello, e intentó tomar sus labios. Frenética, _____ oyó que los pasos de Nick se acercaban, y a los pocos segundos la puerta se abría del todo. Tras ella apareció Nick, y sus ojos la condenaron en ese mismo instante.
Bruce se apartó de ella como un resorte, y se pasó una mano por el cabello con una sonrisa de circunstancias, como si lo hubiera sorprendido su llegada.
—Lo... lo siento, señor Jonas —farfulló—. Nos dejamos llevar y olvidamos cerrar la puerta.
Nick lo miró furibundo, fijándose en su camisa desabrochada, y en el camisón semitransparente de _____. La expresión en su rostro era de un desprecio indecible.
—Vaya a hacer la maleta, Billingsly —le ordenó en un tono gélido—. Mañana por la mañana saldrán usted y ella de aquí.
Bruce se quedó mirándolo boquiabierto. Claramente no había esperado algo tan drástico.
—P-pero señor Jonas... ¿qué... qué les diré a mis superiores?
—Ése es su problema —respondió Nick—. Podrá darles todas las explicaciones que quiera cuando yo les haya relatado los hechos y les pida que envíen a otro contable. Le advertí que no quería esta clase de comportamiento bajo mi techo. Debería haberme escuchado.
—¡Pero...!
Bruce no pudo expresar su protesta, porque el ranchero ya había salido del dormitorio, dando un portazo que hizo que retumbaran las paredes.
El contable se quedó mirando la puerta con los ojos desorbitados.
— ¿No estaría hablando en serio...?
—Por supuesto que sí —murmuró _____ aturdida.
Se bajó de la cama y se puso su bata. Sentía como si todo su mundo estuviese derrumbándose.
—Yo... yo no pensaba que fuese a reaccionar así —balbució Bruce—. Sólo quería asegurarme que no se te tirara antes de que yo tuviera mi oportunidad, eso es todo.
—¿Que se me tirara? —repitió ella con una risa amarga—. Me odia desde que me conoció. Siempre me ha tenido por una frívola y una libertina, y ahora gracias a ti piensa que soy una especie de ninfómana. Ya ves, tus tretas han acabado por explotarte en la cara.
Bruce se había puesto amarillo y no hacía más que frotarse la cara.
—Oh, Dios, creo que voy a vomitar... —farfulló, agarrándose el estómago—. Tengo que pagar las letras del coche y la hipoteca de la casa... cuando la empresa se entere de esto me echarán a la calle...
—Te lo has buscado —respondió _____ sin mirarlo—. Te dije que no quería nada contigo, pero tú no me escuchaste. Haz el favor de marcharte.
Bruce alzó la vista, vio lágrimas surcando las mejillas de la joven, y reparó en la palidez de su rostro y la expresión vacía en sus ojos.
—Estás enamorada de él... —murmuró, comprendiendo de repente. _____ le dio la espalda.
— Sí, y antes de que tú vinieras tenía una pequeña esperanza de que finalmente viera que no soy la clase de persona que piensa, pero ahora ya no me queda ni eso. Espero que tu vida quede tan destrozada como ha quedado la mía —añadió en un arranque de furia.
Bruce pareció empequeñecer ante sus ojos.
—Si te sirve de algún consuelo, me siento como un completo idiota. Como dicen, el ladrón cree que todos son de su condición, y había llegado a creerme la imagen que me había montado de ti, y estaba convencido de que ibas detrás de él por su dinero. Quería desbaratar tus planes para que te fijaras en mí porque no podía competir con alguien como Nick Jonas. Y, cuando vi cómo te miraba... bueno, pensé que, tal vez, si lograba deshacerme de la competencia, tendría una oportunidad contigo —alzó el rostro, y _____ vio que había tristeza en sus ojos—. Nunca había sentido esto por una mujer. Me tenías obsesionado —le confesó con un pesado suspiro—. Lo siento de veras, si es que eso sirve de algo.
—No de mucho, me temo —respondió ella.
—Lo imaginaba. En fin, buenas noches. Te veré por la mañana —farfulló Bruce, dirigiéndose hacia la puerta cabizbajo. Justo cuando iba a girar el pomo, se volvió hacia ella—. Quizá si yo le explicara...
_____ esbozó una sonrisa triste.
—No te escucharía —le contestó—. Cuando se le mete algo en la cabeza, no hay manera de convencerlo de lo contrario.
—Ya. Lo siento mucho, de veras —volvió a decir Bruce antes de salir.
Ya era muy tarde cuando _____ consiguió dormirse, y a la mañana siguiente se levantó de la cama con los ojos enrojecidos por las lágrimas y la falta de sueño. Sabiendo que Nick no había bromeado la noche anterior, hizo la maleta antes de bajar.
Cuando llegó al comedor tenía la esperanza de que Nick ya hubiera salido para atender las tareas del rancho, pero lo encontró allí sentado, solo.
—¿Podría tomar una taza de café antes de marcharme? —inquirió _____ vacilante, intimidada por la expresión implacable en su rostro, y el brillo amenazador en sus ojos.
— Sírvete —le contestó él.
_____ se puso la taza de café y se sentó lo más lejos posible de él.
—¿No... no van a desayunar tu madre y Demi? —balbució.
—Ya han desayunado —respondió él con aspereza—. Les he dicho que se queden arriba hasta que te hayás ido, y le he advertido a mi hermana que si continúa su amistad contigo, enviaré a su querido Joseph a nuestro rancho de Australia por un periodo indefinido.
Su machismo la hizo saltar.
—Y dime, ¿cómo lo mandarás allí, encadenado? —le preguntó con una sonrisa sardónica—, ¿o quizá harás que atraviese a nado el Pacífico contigo detrás en una lancha, gritándole órdenes?
Las facciones de Nick se endurecieron aún más.
—Los asuntos de mi familia ya no son de tu incumbencia —le dijo cortante—. Tu amigo bajará en cualquier momento. Le dejaré un vehículo para que puedan ir hasta Calgary, y luego haré que uno de mis hombres vaya a recogerlo.
_____ se quedó mirando el mantel, tan desolada que ni siquiera podía llorar. No sólo la estaba alejando de él, sino que también quería prohibirle cualquier contacto con Demi, su única amiga verdadera.
Nick apuró su taza de café, la soltó ruidosamente sobre el platillo, y arremetió de forma inesperada contra ella:
—¿Es bueno en la cama?
_____ alzó la vista dolida y furiosa.
—Oh, sí, ya lo creo, es fantástico —le espetó con puro veneno—. Podría darte lecciones.
— ¡Pequeña zorra! —masculló Nick.
Antes de que _____ pudiera reaccionar, él se había levantado y había ido junto a ella, alzándola en volandas.
— ¡Bájame! —le gritó, retorciéndose, pero era demasiado fuerte para ella.
Nick la llevó pataleando al estudio y cerró la puerta de una patada. La arrojó sobre el sofá de cuero, y se colocó encima de ella con la respiración agitada y el rostro tenso por la ira apenas contenida.
—Vamos, pelea, resístete —masculló, sofocando con facilidad sus esfuerzos por apartarlo, mientras sus labios descendían sobre los suyos—. Así el placer será más intenso cuando te someta a mi voluntad.
_____ sintió cómo las manos masculinas recorrían con rudeza su cuerpo, sin preocuparle el estar haciéndole daño, mientras ella seguía luchando en vano por liberarse. Lo amaba, pero lo que le estaba haciendo era monstruoso, y su mente volvió a aquella noche, años atrás, haciéndole revivir el manoseo de aquel bestia borracho, y sus besos babeantes. Chilló, pero Nick parecía no oírla.
Le sacó la blusa a tirones de la cinturilla de la falda, e introdujo las manos por debajo, apartando el sostén para recorrer con sus dedos sin ninguna delicadeza su piel desnuda y sus senos.
_____ se revolvió con todas sus fuerzas, con una furia ciega, sollozando, gritando, con el rostro contraído en una mueca de verdadero pánico.
Nick se apartó, agarrándola por las muñecas, y sus ojos, nublados por el deseo, observaron confundidos el cuerpo de la joven, retorciéndose debajo del suyo, su rostro lívido y los ojos desorbitados y llenos de miedo.
Él se quedó paralizado, jadeante, con la mirada fija en los suaves montículos de sus senos. A _____ le pareció ver que las facciones de Nick se suavizaban, y que la presión de aquellos dedos en torno a sus muñecas se relajaba ligeramente.
—Por favor —le rogó en un hilo de voz—. Por favor, Nick, no me hagas daño...
La voz angustiada de _____ pareció accionar un interruptor en su interior.
—¿_____? —murmuró, recobrando la cordura, y dándose cuenta al fin de lo aterrorizada que estaba.
La soltó de inmediato y se quitó de encima de ella, observando como se cerraba la blusa con manos temblorosas y se acurrucaba en un rincón del sofá, prorrumpiendo en desgarrados sollozos entrecortados.
— No iba a forzarte —murmuró Nick con un nudo en la garganta—. Por favor, _____, no llores. ¿Por qué reaccionas de este modo? Yo nunca te haría daño.
—Yo tenía catorce años —dijo de pronto _____ con voz entrecortada—, y mi tía estaba saliendo con un decorador. Las veces que había ido a cenar me pareció que me miraba de un modo lascivo, pero siempre traté de ignorarlo. Una noche tuvieron una discusión terrible y ella... ella salió del apartamento hecha una furia. Aquel hombre había estado bebiendo mucho, y pensé que estaría más segura en mi dormitorio, pero no pude llegar —dejó escapar una risa nerviosa—. Me agarró antes de que llegara a la puerta, me arrastró hasta el sofá del salón y empezó a arrancarme la ropa —cerró los ojos y se estremeció—. Parecía un animal salvaje. Me hacía daño... sus... sus manos me toqueteaban por todas partes, y esos repugnantes besos babeantes... Justo cuando estaba a punto de forzarme se oyó la puerta —_____ ni siquiera era capaz de mirar a Nick, y verdaderamente le habría sobrevenido una revelación si lo hubiera hecho, porque su rostro estaba horriblemente desencajado. Tragó saliva para poder continuar—. Me advirtió que no me atreviese a contárselo a mi tía o me arrepentiría, y en cuanto me soltó corrí a refugiarme en mi habitación. A la mañana siguiente, ella ni siquiera me preguntó por los cardenales que tenía en los brazos —añadió con una sonrisa amarga—. Nunca me he acostado con Bruce, ni con ningún otro hombre. La sola idea me... me aterra. Contigo pensé... pensé que con el tiempo sería capaz de aceptar algo más que besos... pero ya no... —murmuró—, ya no.
Se puso de pie y se dirigió hacia la puerta.
—Por eso reaccionaste de aquel modo en el coche, cuando volvíamos de Banff... —farfulló Nick, que estaba empezando a atar cabos.
_____ se detuvo con la mano en el picaporte, pero no se volvió a mirarlo.
—Me iré con Bruce —le dijo con el poco orgullo que le quedaba—, y si quieres que me mantenga alejada de Demi, lo haré.
Nick se acercó a ella, pero la joven había abierto la puerta y se apartó de él.
—_____, por favor, yo jamás te haría daño... —le dijo.
—Me prometiste eso no hace mucho —le recordó ella—, y no lo has cumplido. Te ruego que no vuelvas a tocarme. No creo que pudiera soportarlo. ¡Lo único que quiero es alejarme de ti!
Andrea P. Jonas:)
Re: Mi Adorable Enemigo (Nick y Tu) Terminada
hombres ¬¬' siempre dicen lo mismo y luego no te creen, por culpa de uno estuve en depresion durante 6 meses sufri de uno que no vale la pena recordarlo era como nick un tipico ranchero del sur de chile que solo me dio por la espalda como si fuera de su propiedad
Nixa
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