Ethereal

Seanway es un pequeño pueblo a las afueras de la gran ciudad de Atlanta. Donde la gente es trabajadora y simple, donde los niños corren por el pueblo tranquilamente y los adolescentes van al auto-cine a vivir historias de amor, la mayoría se conoce y eso puede parecer algo positivo, pero no lo es en absoluto para aquellos que esconden secretos. Empezando porque el propio pueblo tiene su lado oscuro, a la vista el frondoso y verdoso bosque que rodea la mitad del pueblo esconde mucho más que animales y hojas secas. Esconde secretos y misterios que nadie ha sido capaz de descubrir y mucho menos resolver.

Se dice que hay fuerzas sobrenaturales que te atrapan y te consumen completamente, apoderándose de las almas.

Otros dicen que una vez que te adentras en el es imposible salir.

Y luego están los demás, que no creen en esas cosas y dicen que simplemente es una historia para evitar que los niños se acerquen al bosque donde es claro que hay animales salvajes pero la verdad, ahora mismo es que hay una joven desaparecida lo que no es algo normal en un pueblo tan chico y tranquilo. Y ese es el misterio más grande de Seanway.

Madeline Odair de diecisiete años desapareció un 20 de febrero y muchos creen que fue otra víctima, desgraciada por la inmensa curiosidad que sentía por el majestuoso bosque de Seanway, que se adentro y ahora está perdida en el, incapaz de encontrar el camino a casa.

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*pasa el mouse por la imagen*

20 de febrero.

La noche anterior Seanway había sido el centro de una gran y poderosa tormenta de nieve, no era de sorprenderse ya que solía pasar año tras año, pero claramente esta vez algo más que una tormenta había pasado esa noche. Algo había cambiado para siempre en la vida de la familia Odair.

¿Y por qué no? En la vida de todos los habitantes del pueblo.

Veinticuatro horas pasaron sin saber donde estaba Madeline, la joven de diecisiete años, sus padres y amigos trataron de comunicarse con ella pero entonces, descubrieron que su celular estaba sobre su cama sin deshacer, lo cual era la única pista que tenían, recorrieron el pueblo en un intento desesperado por encontrarla en algún lugar leyendo algún libro o escribiendo como solía hacer pero parecía que nadie la había visto, y era de esperarse había habido una tormenta y probablemente todo el mundo estaba en casa... o quizás no.

Con la desaparición de Madeline comenzaron otra vez las sospechas en Seanway. Todo el mundo hablaba pero nadie era capas de decir la verdad: Hacía quince años que nadie desaparecía en el pueblo, y para lo que algunos parecía extraño, para otros confirmaban sus sospechas.

Algo extraño y misterioso sucedía en el bosque que rodeaba Seanway, algo que iba mucho más allá de lo real y ordinario.

Spoiler:

El tin tin del cascabel contra la puerta dio aviso a una nueva persona en el café-bar, era una joven jamás vista. Era la nueva habitante de la cual todo el pueblo hablaba, la hija de Christine Steph, por lo que la mayoría volteo a verla como si fuera un animal exótico; observando en cuanto se parecía a su madre, pero la joven jamás notó la atención que estaba ganando. Vivió en una ciudad en la que todo el mundo era demasiado entrometido en las demás personas todo el tiempo, todo el mundo observaba cuando entraba a algún lugar, cuando se levantaba de la silla o cuando simplemente miraba por la ventana, siempre alguien estaba observando, era normal. La gente miraba.

Se acercó a la barra y un nombre con un bigote demasiado particular le sonrió, le pregunto en que podía ayudarla y ella pidió simplemente tres hamburguesas. Su comida chatarra preferida.

Mientras esperaba y observa el lugar, decidió que era un café-bar agradable, e imagino a su madre allí todos los días con sus amigos, lo cual era un poco difícil imaginar ya que jamás había conocido a algún amigo de su madre.

Miró hacia la barra y una fotografía llamó totalmente su atención. Era una joven hermosa, estaba sonriendo con un lindo vestido blanco. En la parte inferior de la fotografía, con letras en negrita se leía: "Desaparecida", le extraño ya que Seanway tenía aspecto a ser un pueblo agradable y tranquilo.

"Se busca desesperadamente a Madeline Odair de diecisiete años, ultima vez vista fue el 19 de febrero. Por favor quien la haya visto o sepa algo sobre su desaparición, comuníquese con la familia Odair." Continúo leyendo hasta que los pasos y la voz del hombre de bigotes la interrumpió.

―Hacia quince años que no teníamos desparecidos en el pueblo. Así que no te preocupes no es algo que suceda todos los días. ―Comentó él mientras observaba a la chica quien aún miraba la fotografía. ―Ha sido una semana dura para Seanway.

―¿Aun no la encuentran? ―Preguntó con curiosidad llevando un mechón de cabello detrás de su oreja.

―No. ―Respondió alguien que acababa de situarse a su lado. ―Ojalá lo hagan, pero lo dudo mucho. ―Continuó hablando y ella lo observó, era joven y sus ojos azules intensos hicieron que la chica apartara la mirada, el hombre le entrego dos bolsas marrones de cartón al chico y tres a ella.

La joven salió de allí para enfrentarse al frío crudo de Seanway por lo que comenzó a hacer chocar sus dientes sin control.

―¿Tendrás que acostumbrarte, Seanway es un pueblo frío? ―Habló el joven detrás de ella apenas cerrando la puerta. ―Soy Lucien, trabajo aquí. ―Señaló con la cabeza el lugar, dejando entre ver una apenas visible sonrisa.

―Jennifer. Nueva en el pueblo. ―Respondió ella con el mismo tono de voz que Lucien.

―Lo sé, todo el mundo habla de ti. ―Contestó sin darle mucha importancia. Jennifer fingió no sentirse un poco cohibida por el hecho de que "todo el mundo hablara de ella", aunque entendía, era un pueblo pequeño para que algo pasara desapercibido. ―Hasta creo que somos vecinos.

―Bueno, aquí al parecer todos son vecinos. ―Dijo Jennifer con cierta amargura en su voz, quizás sí, quizás extrañaba la gran ciudad. Lucien rió por lo bajo y comenzó a caminar.

―Supongo. ―Se encogió de hombros y metió su mano libre en su bolsillo. ―Llegaré tarde si no me marcho ahora mismo, pero estoy seguro que nos volveremos a encontrar. ―Medio gritó el joven mientras cruzaba la calle y se alejaba de Jenn.

Como para no hacerlo. Pensó con sarcasmo Jennifer mientras se daba la vuelta en dirección contraria a la que había tomado Lucien.

En tan solo quince minutos estaba de vuelta en su nueva casa. Cuando entró se encontró con su hermano menor moviendo el sillón hacia otro lado por indicaciones de su madre, pero en cuanto la vio dejo de hacerlo para tirarse en mismo sillón que segundo antes estaba maldiciendo por ser tan pesado.

―Oh Jen, al fin haz llegado. ―Actuó su hermano como si viviera en una obra de teatro, abriendo sus brazos de par en par exageradamente. Ella le alcanzó las bolsas para quitarse el abrigo y luego dejarse caer en el sillón junto a él.

Su madre se sentó en un banco que estaba medio perdido entre el lío de cajas y bolsas, y los tres comenzaron a comer en silencio, demasiado hambrientos como para hacer algún tipo de comentario. El largo viaje había sido sido agotador y con tan solo saber que aun tenían que seguir desempacando y hacer de la casa un nuevo hogar ya les volvía a crujir el estómago.

―Conocí a un chico. Lucien. ―Su madre la observó con la típica mirada de madre pero Jenn rápidamente negó. ―y hay una chica desaparecida. ―Comentó Jennifer mientras desempacaba su ropa.

―No lo sabía. ―Respondió su madre un poco sorprendida.

―Madeline Odair. ―Dijo Jenn y su madre la miró. ―¿Sabes quién es? ―Ella negó con la cabeza.


Chase dejo una nota pegada en el refrigerador; con suerte su madre iría hacia el para preparar la cena y entonces lo vería, siendo la primera, luego le contaría a su padre quien se enojaría y jamás lo perdonaría por comportarse como un completo idiota. Entró al coche y vio a su amiga sonriente como si no tuviera miedo que la encontraran o que alguien arruinara su escape, improvisto, pero bien pensado.

Arrojó su pequeño bolso que no contenía más que un par de cuadernos y lápices, y algún que otro abrigo. Si iba a comenzar de cero lo haría como se debía.

Cualquiera podría decir que estaban fugándose, pero ellos solo dirían que estaban yendo al verdadero mundo a vivir una vida real. Ambos estaban cansados del bosque, de los mismos rostros todos los días, las mismas calles y la poca distracción que tenía Seanway.

Seanway no era algo en que podían ver un futuro, al menos no un futuro como el que ellos querían.

No hablaron, estaban tratando de ser lo más precavidos posible pero en cuanto estuvieron lejos del pueblo Chase comenzó a reír, Aleena también lo hizo. Ninguno podía creer que estaban saliendo de Seanway, finalmente. Las veces que lo habían intentado hacer siempre pasaba algo y esta vez había sido un récord, nunca habían logrado llegar tan lejos del pueblo sin ser descubiertos.

―¿Tu padre? ―Preguntó Chase y su amiga lo observo de reojo.

―Fuera del pueblo. ―Respondió sin dejar de ver el camino, ni poder dejar de sonreír.

―¿Qué pasará cuando no encuentre su auto?

―Con suerte no lo sabré, o quizás lo escuchare gritar a través de la línea del celular. ―Ella simplemente se encogió de hombros y encendió el estéreo del coche.

Pero lo bueno duraba poco.

Y eso a Chase comenzaba a molestarle.

―Mierda. ―Murmuró Aleena comenzando a desacelerar. La camioneta del sheriff estaba a un lado de la ruta ¿Qué hacia allí?

―¿Qué posibilidades había con que no nos encontremos con el sheriff a mitad de camino?

―Probablemente un noventa y nueve por ciento. ―Respondió su amiga, quien ya no sonreía, al ver a su padre acercarse al coche, a su propio coche.

―Creo que olvidaste que somos el uno por ciento de todo. ―Chase bajó la ventanilla por obligación, sin saber muy bien cómo reaccionar en ese incomodo momento y Aleena detuvo el auto por completo. El padre de la joven se apoyó contra la puerta de Chase y los observó a ambos sin decir nada. Tercera vez que los encontraba tratando de irse.

Tercera vez que las posibilidades de un futuro mejor se esfumaban de las manos de Chase.

hey!:

 
No había comentado por aquí, pero por suerte me apareció el tema y resulta que hasta primer capítulo hay.
Yaaay, Lucien  y Jen! Me agradó este primer capítulo, respecto a tu duda, es un capítulo medio, pero muy bueno para adentrarnos a la trama.  

"Tercera vez que las posibilidades de un futuro mejor se esfumaban de las manos de Chase. "

Uy, que triste. 
pd: Espero con ansias el siguiente capítulo.