Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Guerra de Sexos [N.C.]
Página 3 de 5. • Comparte
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Hola, soy Ana y me encanta la novela , así que soy su nueva lectora. Llevo leyendo desde que empezaron , creo que empezare a comentar en forma desde el próximo (?. Espero el próximo capitulo con ansias .
Invitado
Invitado
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Cada vez me es más difícil tratar de no amar a todos los pj's por igual no puedo más, a este paso terminaré queriendo a todos de hijos, basta
¿No era que los/as rubios/as son tontos por naturaleza? Él es excepcionalmente la excepción(? ahrjust kidding, cof cof
Tus personajes me parecieron de lo más lindos y no puedo esperar para leer más sobre ellos, AHHHHH, me quedé picada al final siento que hay muchísimas cosas en la vida de Minly por descubrir me gusta ese misterio, venga Luke que debe descubrir todo, ggg, but... ¿quién es el que vio en la fogata?
ALTO MISTERIO QUE ME EMOCIONAAAA que llegue la próxima ronda pronto bc estoy ansiosa de saber todo, ah.
Trataré de tener lo antes posible mi cap, chau :rhianpls:
Pd: ¡Una nueva lectora! Hola, Ana, que gusto tenerte leyendo acá y bienvenidaall the love for u
cap 03 escribió:—Pero que listo eres chico rubio.
¿No era que los/as rubios/as son tontos por naturaleza? Él es excepcionalmente la excepción(? ahr
Tus personajes me parecieron de lo más lindos y no puedo esperar para leer más sobre ellos, AHHHHH, me quedé picada al final siento que hay muchísimas cosas en la vida de Minly por descubrir me gusta ese misterio, venga Luke que debe descubrir todo, ggg, but... ¿quién es el que vio en la fogata?
ALTO MISTERIO QUE ME EMOCIONAAAA que llegue la próxima ronda pronto bc estoy ansiosa de saber todo, ah.
Trataré de tener lo antes posible mi cap, chau :rhianpls:
Pd: ¡Una nueva lectora! Hola, Ana, que gusto tenerte leyendo acá y bienvenida
trunks
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Al principio pensé que la iba a ignorar descaradamente, pero con ese; "No te estaba preguntando Alice" y el guiño, ya vi que no. La timidez también es mi maldición, en eso también la entiendo lol Me agradó mucho que esta chica, a diferencia de varias del campamento, de verdad no quería ir ahí, se me hizo diferente e interesante de leer...
Me gustó mucho Lukecomo personaje xd me pareció muy agradable con la chica, aunque no creo que sea muy profesional para un "guía" tratar mal a ningún campista, pero aun así, me agradó que no fuese grosero como los otros chicos las feminazis atacarían en el tema rápidamente xd Me quedé como: "Wtf? Zanahoria?", pero luego recordé que tu pj femenino es pelirroja
Esa ultima parteeeee! Ese alguien, va en la misma escuela que Minly... o algo así... que ganas de saber!! Me agradó este capítulo, y espero más en la próxima ronda! ;)
Ps; Ana, bienvenida, y obviamente nos alegra tenerte como lectora, y que decidieras salir de las sombras (? ¡Muchas gracias!
Me gustó mucho Luke
Esa ultima parteeeee! Ese alguien, va en la misma escuela que Minly... o algo así... que ganas de saber!! Me agradó este capítulo, y espero más en la próxima ronda! ;)
Ps; Ana, bienvenida, y obviamente nos alegra tenerte como lectora, y que decidieras salir de las sombras (? ¡Muchas gracias!
roman.
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Tengo que serte super sincera con respecto a tu capítulo Malu y es que me ha conmovido bastante por el hecho que tu pj femenino me ha retratado completamente, siempre he sido muy tímida y en un viaje escolar donde no conocía a nadie me acomodé sola con mis audífonos igual a Minly y por lo mismo me ha encantado y he disfrutado mucho el capítulo, ¡DIOS MÍO LUKE! Me llenó de intriga saber que pasará con su amistad en las siguientes rondas
EL APODO QUE LE PUSO QUE LINDO, basta si el sigue apareciendo me voy a enamorar de él, ah. No te disculpes Malu y que lindo que sea tu primera vez en una N.C y sí, es un tanto diferente a escribir una novela de tu autoría que una donde varias participan y sus personajes interactúan pero es bellísimo formar parte de las colectivas y formar una pequeñita familia (?) Me encantó tu capítulo y como los demás me dejaron con ganas de conocer a profundidad sus personajes así que hasta la próxima ronda.
—Espérame aquí, y en un momento te traigo una cerveza, zanahoria. —Él se fue y yo lance una carcajada.
EL APODO QUE LE PUSO QUE LINDO, basta si el sigue apareciendo me voy a enamorar de él, ah. No te disculpes Malu y que lindo que sea tu primera vez en una N.C y sí, es un tanto diferente a escribir una novela de tu autoría que una donde varias participan y sus personajes interactúan pero es bellísimo formar parte de las colectivas y formar una pequeñita familia (?) Me encantó tu capítulo y como los demás me dejaron con ganas de conocer a profundidad sus personajes así que hasta la próxima ronda.
Invitado
Invitado
Capítulo 04
Capítulo 04
Algo peor que estar en la lista negra
—It's like catching lighting...
Con un tono más agudo de lo normal continué la canción inclinándome de izquierda a derecha en el asiento que compartía con un chico, el cual no parecía satisfecho con mi linda presencia a su lado, percibí con el rabillo del ojo que el autobús se había adentrado en un terreno ya poblado en donde había autos estacionados y gente caminando por todos lados. Inferí que habíamos entrado al campamento y ni siquiera me había percatado de ello con anterioridad.
Mi canto cesó para fijarme especialmente en la vista de la ventana con la cual contaba mi compañero de asiento, me gustaba el lado con la vista en cualquier medio de transporte pero al haberme retrasado a la hora de partir no tuve elección salvo sentarme en el lugar desocupado más próximo que resultó ser el de un castaño que no hizo intento alguno de interactuar en todo el camino, mi mejilla involuntariamente rozó su torso cuando me incliné más sobre él para tratar de ver el panorama por lo cual le escuché gruñir.
—Es algo loco las cosas afuera —opiné batiendo mis pestañas mientras hablaba para tratar de convencer, una de sus cejas se alzó y asintió, no obtuve lo que deseaba—, aunque supongo que es así siempre, pero por haber chicas esta vez seguro hay más autos, ¿no?
—Supongo.
—¿Has estado en el campamento antes?
—Sí.
No hubo más respuestas y el camión se detuvo de inmediato causando gritos de júbilo al igual que un ligero movimiento del autobús al ponerse todos de pie para caminar de un lado a otro.
Mi compañero de asiento saltó de su lugar tan pronto como pudo y me pasó de largo para tomar sus cosas y retirarse sin decirme absolutamente nada.
Seguramente tenía novia y por ello no me había hablado, sí, eso debía de ser.
Me apresuré a bajar del autobús antes de ser aplastada por las manadas humanas que venían conmigo, afuera olía a pino y el aire era tan fresco como tomar una ducha helada en pleno verano, con una rápida mirada a mi alrededor deleité mi vista con un increíble paisaje que dudaba volver a encontrar en mi hogar.
Mi familia era del tipo que solía apegarse lo más que podía a las viejas costumbres y no las dejaba por nada del mundo, eso conllevaba vivir en Rochester de por vida para conservar el linaje Lawrence de dicha ciudad, dejar Nueva York no estaba en los planos de mudanza por lo cual mi sueño frustrado de estudiar en Canadá jamás fue bien visto. En cambio conseguí la autorización para pasar el verano en el famoso campamento Sangre de campeón con la intención de complacerme mínimamente; estaba bien para mí.
—¡Lynn!
—¡Jess!
—Que horrible volver a ver tu cara de nuevo, Lucas.
—Igual, dude.
Diversas conversaciones se llevaban a cabo alrededor del transporte mientras esperábamos por nuestras pertenecías para cargar con ellas, la variedad de sexos era bastante notoria al igual que el mínimo trato que parecían darse, ¿acaso todos eran igual de reservados como el chico del autobús? Yo esperaba que no.
Mis ojos se posaron en el misterioso muchacho que había sido mi compañero en todo el viaje, atractivo pero bastante callado para mi gusto, se encontraba con tres sujetos más haciendo bromas y riendo recargados a un costado del autobús.
Así que después de todo no era mudo ni mucho menos malhumorado... sólo lo era conmigo.
—No creo que sea tan malo tener chicas en el campamento, ¿saben? —habló uno de cabello dorado mirando a su alrededor—, puedo acostumbrarme a estar rodeado de ellas por aquí.
—No sabes lo que dices, unas no son tan buenas como lo parecen, la que iba sentada conmigo en el autobús no paraba de cantar algo que mi hermana de trece años escucha. Pobre loca inmadura.
Las risas que vinieron a continuación de su comentario causaron que mi ceño se frunciera, podía tolerar insultos de cualquier índole salvo los que involucraban mis preciados gustos, que el inexpresivo del camión insultara mi talento para cantar en sincronía con Troy Bolton mientras todos en el camión preferían ignorarse mutuamente hirió profundamente mi ego. Y yo soy era loca inmadura, claro.
Si las miradas hubieran podido ser capaces de matar el sujeto maduro-anti-chicas vivo ya no estaba cuando caminaba hacia él, la manada de aulladores ni siquiera se daba cuenta de que una muy enfadada rubia caminaba en su dirección, el de cabello claro fue el que lo hizo primero y carraspeó para llamar la atención de los demás. Varios pares de ojos de posaron en mí.
—Hola.
Mis brazos estaban en forma de narra pero se cruzaron en mi pecho al escuchar el saludo de un chico en el grupo. Un saludo era lo que menos esperaba, incluso ellos parecían tan sorprendidos como yo al escuchar a uno de los suyos, sonreí con fingida pena acercándome al círculo humano que formaban.
—Hola. —Había visto imágenes de criaturas adorables que ladeaban su cabeza y parecían una lindura a los ojos de todos, imité la pose unos segundos, mientras formulaba una presentación más emocionante—. Me presentaría pero creo que ya me conocen, sí, soy la pobre loca inmadura, un gusto.
—Woa, que coincidencia. —El castaño lucía tan reacio a parecer agradable que todo sentimiento cordial se esfumó por completo—. No importa, de todas formas, rubia debías de ser.
—¿Acabas de hacer lo que creo... —Comenzó uno de sus amigos bastante sorprendido.
—Eres un idiota, hombre, sólo es una chica. —La voz de otro resonó entre el bullicio de comentarios que comenzaban a surgir en la manada—. Es una lástima que te des esos aires y creas en los estereotipos todavía. Yo soy rubio también.
El muchacho de cabello dorado sonreía de lado enfrentando al castaño con la mirada, los demás presentes comenzaban a darse cuenta de que algo ocurría, y lo único que yo quería era darle un puñetazo en la nariz al idiota del camión para tomar mis cosas e irme. No era tan sencillo que mi primera petición en el campamento se cumpliera por lo que me quedé como un secundario en la escena de duelo que se llevaba a cabo; mi especialidad era ser la protagonista y no dejé que me apartaran del asunto tan rápido.
—¡Alto! —Levanté mis manos mientras me interponía entre ambos—. Nada de pelea, no sangre y mucho menos un héroe. Éste es mi problema y sé cómo lidiar con ellos por mi propia cuenta.
—¿Cantando? —Se burló el monstruo que aparentaba ser un chico castaño.
—Nope.
Tomé sus manos entre las mías con las palmas hacia arriba, sus cejas se elevaron con sorpresa y percibí a su grupo echarse hacia atrás, achiqué mis ojos y con una sonrisa burlona clavé mis uñas en la blanda carne de su palma. El sonido que emitió fue similar al de un simio gritando que sonó como música para mis vengativos oídos.
—¡Suelta!
—Con gusto, pero hasta que te disculpes.
—Ya, ¡lo siento! ¡Déjame! ¿Okay?
—Hecho. —Con un brusco movimiento solté sus manos y me retiré del anillo de personas que se habían amontonado alrededor para mirar, tomé mis pertenencias que habían sido bajadas de la carga con la demás, retirándome en completa paz—. Con permiso, gracias, quiero pasar, gracias.
Era consciente de las miradas clavadas en mi nuca, o en otras partes del cuerpo incluso, pero lo único que tomaba mi completa atención era mi pesado equipaje que le costaba avanzar con las llantas por el suelo de tierra. Enfrente mío se extendía el camino a lo que parecía el pabellón principal, campistas iban y venían en fachas demasiado casuales para tratarse de un primer día, la vista era tan increíble que parecía de ensueño.
¿Era acaso yo tan insensible para comportarme como si nada después de haber clavado mis larguísimas uñas en la piel delicada de un chico? No, la verdad era que no concordaba, pero él había tocado muy fondo y no podía quedarme de brazos cruzados. Tampoco era común en mí dejar a otros luchar mis batallas, eso era para cobardes incluso si era una chica, por eso rechacé la repentina defensa —que me pareció más bien una simple excusa para la violencia bárbara de hombres— del misterioso rubio.
Bosques tan puros y grandes como el que rodeaba el campamento no podían compararse a los que había visto en Estados Unidos, la tonalidad de sus pinos al igual que el aroma a naturaleza eran tan únicos que no me tomó mucho recordar que estaba en otro país para vivir una experiencia única; incluso Elena, mi hermana menor por sólo cuatro años, había llorado para que la dejarán venir también, por suerte no había funcionado y fui víctima de su hostilidad el día que me subí al avión.
Mil disculpas para todos aquellos que se chocaron conmigo en el camino, que habían sido bastantes realmente, una americana de buena familia no siempre se salía con la suya para disfrutar de la otra frontera. Mis ojos no se despegaban de las puntas en el cielo de los pinos.
—¡Chicas por aquí! ¡Las recién llegadas por éste lado, por favor!
Por un megáfono la voz de un hombre llegó a mis oídos en el momento que salía de mi trance al irse acabando la hilera de árboles para abrirle paso al claro lleno de cabañas, un puñado de chicas yacían alrededor de un sujeto que trataba de llamar a todas las personas del sexo femenino para orientarlas, me acerqué aún tambaleándome con todas las maletas que cargaba y esperé a que todas estuvieran reunidas para que nos guiaran a nuestras cabañas. Sólo rogaba internamente para que mi compañera fuera la adecuada para crear un Burn Book mental, lo hacia cada que estaba en un lugar nuevo y las personas del campamento no podían librarse de la experiencia completa que involucraba a June Lawrence a su alrededor, los prejuicios siempre fueron mi debilidad por lo que solía anotarlos en una lista cerebral que nadie más podía leer; era una lástima que pocas chicas guardaban información que perjudicaba a los demás tan bien como yo procuraba hacer.
Tomar la iniciativa en todo momento era una cualidad de la que muchos solían quejarse de mi persona, defecto o no yo carecía de la necesidad de depender de otros, no me tomó bastante tiempo desesperarme por la espera y comencé a abrirme camino entre la multitud para llegar al tal James que debía de llevarnos lo antes posible a dejar nuestras pertenencias. Mis piernas estaban entumecidas por el viaje en autobús y quería una ducha lo antes posible.
Ese pensamiento pareció desatar una coincidencia para nada agradable en el momento.
La blusa ombliguera que tenía puesta se pegó a mi pecho cuando fría agua impactó en mi cara, la visión de enfrente quedó completamente obstruida y lo único que podía percibir era una estampida de no sabía qué pero estaba en contra nuestra por los gritos de horror que las demás soltaron, la coleta alta que llevaba sujetando mi cabello se vino abajo en una masa de cabello irreconocible. Jamás había sido buena para las temperaturas bajas —aún soportando los fríos inviernos en Rochester— por lo cual mi piel se erizó cuando el agua me recorrió la espina dorsal helando hasta en lo más profundo que mi ropa veraniega permitía.
Retiré con el dorso de mi mano el exceso de agua en mis ojos y los abrí preparándome para enfrentar al enemigo: ni más ni menos que el chico de cabello dorado que había tratado de defenderme con anterioridad. Él se estaba riendo al unísono de todos los demás chicos que se encontraban rodeando el grupo, escuchaba voces bastante molestas pero lo único en lo que podía enfocarme con claridad eran las sonoras carcajadas junto con los abucheos de los muchachos, ¿cuál era su maldito problema?
—Te hubieras quedado en el centro del grupo, Barbie, ahí no te hubiera lanzado el balde de agua en la cara a ti sola.
—¿No era que trataste de defenderme antes? —indagué revisando con desesperación las maletas que había arrastrado conmigo hasta el borde del grupo, por suerte nada de había salido de ellas y sólo estaban mojadas las valijas, de mi pobre ropa interior no podía decirse lo mismo y mis dientes comenzaron a castañear del frío—. Eres un sinvergüenza.
—Me han dicho peores. —Arrugó su nariz burlándose de mí—. Yo que tú me ponía algo encima, ropa blanca mojada... —Tiró el balde que llevaba en las manos para hacer un ademan señalando su pecho y después presionó la camiseta al cuerpo con más fuerza para que su torso se marcara bajo ella—. Uh, ya sabes, veo que te gusta la lencería rosa.
Miré hacia abajo y descubrí que el contorno de mi sujetador estaba marcado bajo la mojada tela de mi blusa, justamente el día en el que había decidido usar el conjunto nuevo que dejaba al menos un cuarto de la piel de mi pecho expuesta, negué con la cabeza mientras sonreía socarrona.
—Mi favorita. —Elevé mi rostro al suyo tan repentinamente que le tomó tiempo reaccionar, el muy descarado aprovechó mi momento de debilidad mirándome a través de la ropa mojada, elevó sus cejas sonriendo de lado—. No es como si fuera un secreto lo que tiene una chica, ¿no?, creo que puedo con esto, gracias por el tip.
—Cuando quieras, amor.
Me lanzó un beso y se alejó poco a poco caminando hacia atrás con una sonrisa coqueta en sus carnosos labios.
En ese momento el sujeto de cabello dorado era una prioridad para tomar en cuenta en mi próximo ejemplar intelectual del Burn Book de verano.
No había nada mejor para apaciguar las cosas entre los campistas que una buena bienvenida, una fogata, buen ambiente y, lo más importante, ropa seca para todos.
Apenas había tenido tiempo para sacar todas mis pertenencias, acomodarlas y darme un baño cuando estaba llegando tarde a la bienvenida, todo mundo estaba allí en el momento en el cual llegué vestidos tan casualmente que me hizo desconcertarme un momento con lo que consideraba algo casual; en comparación con las camisetas de franela y los viejos converse que llevaban la mayoría mis botas de tacón bajo junto con la blusa de tirantes delgada con textura de gamuza parecían estar hechos para algo formal.
Mi sentido de la moda jamás encajaba en ningún lugar, solían decir que era bastante excéntrica para toda ocasión, y lo vi muy claro en aquella fogata.
No me tomó más de escasos segundos encontrar a alguien que estuviera repartiendo refrescos y comida antes de que el protocolo de iniciación comenzara, caminé hasta una mesa algo apartada del fuego en donde había una gran variedad de alimentos y bebidas para elegir, tomé un vaso con refresco de cereza y me fui a sentar en un tronco de la última fila frente a la hoguera. La marcada separación entre chicos y chicas era un poco menos notoria pero aún así había chicas apartadas en el ambiente al igual que grupos de varones sin incluir a ninguna de ellas en la plática; algo patético e infantil para gente que se suponía ya eran adultos en su mayoría.
—¿Disfrutando de tu soledad o el calor del fuego después de una ducha helada? —La voz ronca inconfundible del rubio doble cara se hizo presente cuando miraba un punto muerto enfrente mío, se sentó en el lado izquierdo del tronco con un Hot Dogs en cada mano, su hombro rozaba con el mío de tan cerca que estaba.
—Ambas. —Le miré de lado con el desinterés más profundo que pude presentar—. No me gusta el frío y prefiero entrar en calor por mi cuenta.
—Una lástima porque venía aquí a hacerte compañía.
—Que considerado eres —hablé con sarcasmo mirándolo con fingida simpatía, un gesto burlesco adueñó sus facciones cuando intentaba no burlarse, de inmediato interpreté sus palabras que vinieron después de las mías con doble sentido sin darme cuenta—, oh, ¡eres un bárbaro!
—Mi madre lo ha dicho, seguro. —Rió por lo bajo y me ofreció el plato de su mano derecha—. ¿Un Hot Dog? Es mi ofrenda de paz.
—Seguro.
Tomé su ofrenda gustosa con una única intención de mi acción: saber su nombre. El enigmático muchacho no podía quedarse más en el anonimato y estaba segura de que bastaba con un poco de flirteo lo haría bien.
No era aficionada a la comida chatarra pero la comida del campamento era realmente buena y no costó más de unas mordidas para terminar el alimento complacida de tener algo sólido en mi estómago después de no haber comido más de una barra frutal junto a una botella de agua, comer frente a los demás no me incomodaba como a muchas y me contuve de mirar al rubio que lo hacía a mi lado, seguramente él si se hubiera incomodado al tener mis ojos encima cuando trataba de terminar su comida con tanto esmero al igual que yo.
—Entonces... —Comenzó a hablar cuando tenía la boca aún llena de la última mordida que le había dado a su cena, arrugué mi nariz con disgusto y negué con la cabeza, eso no le impidió él seguir hablando—. ¿Paz?
—No si te mantienes hablando cuando todavía estás comiendo, eso es asqueroso.
—Oh, vamos, todos los años me sentaba aquí a comer y charlar al mismo tiempo sin problema alguno.
—Con tus compañeros, yo no soy parte de ellos, y además soy una chica.
—Sí, lo he notado. —Me digné a mirarlo cuando ya no había restos de pan y salchicha en su boca mientras emitía palabras—. Digo, es obvio, y quedó claro cuando tu camiseta quedó empapada dejando mucho a la vista.
—Sigue así y lo próximo que sabrás es que no sólo el símbolo del campamento será lo que arderá en la hoguera está noche.
Golpeó su rodilla con fuerza y soltó una sonora carcajada que detuvo casi tan pronto como salió, sus azulados ojos se abrieron a tope mientras me miraba aparentemente avergonzado, supe en ese momento que no se enorgullecía del sonido de su risa y lo comprendía bastante bien; parecía estar ahogándose y chillando a la vez. Algo en verdad horrible de apreciar.
—Tienes sentido del humor.
—Más del que me gustaría reconocer.
—Que buena virtud.
—Lo considero un defecto a veces.
—¿Por qué?
—Me gusta tomarme las cosas en serio pero es difícil con tanta desgracia que se presenté en mi vida. —Me encogí de hombros—. Difícil de ignorar.
—¿Qué consideras bueno entonces?
—Mi buen criterio a la hora de elegir a qué ser leal —comentaba mientras me ponía de pie y él me miraba desde abajo—, no soy rencorosa, pero la venganza es dulce.
—¿Ah?
Sonreí con dulzura fingida mientras derramaba el esto de mi bebida de cereza en su linda cabellera dorada que se vino hacia abajo por el agua, soltó una maldición por lo bajo y se echó hacia atrás por lo cual terminó tirado de espaldas en el suelo, arrojé mi vaso tan lejos como pude y aplaudí.
—¡Ooops! —Dejé de regocijarme en mis propios aplausos y me crucé de brazos—. Te hubieras quedado con tu grupo, Ken, ahí no te hubiera lanzado el refresco a ti solo. Algo peor que estar en la lista negra de June Lawrence es formar parte de su Burn Book.
Su cara era un verdadero dilema al rojo vivo cuando terminé de copiar su discurso, sus mejillas se inflaron y los hermosos ojos azules que poseía me fulminaban de una manera que no había visto en nadie más antes, temí que se viniera abajo el numerito que estaba montando cuando se pusiera de pie por lo que decidí huir de ahí antes que nada.
Claro estaba, que en mi vida nada era fácil, y le escuché gritar a mis espaldas cuando estaba dándome por victoriosa en la batalla.
—¡Bastian Devis, amor, y considéralo un empate por ahora!
Aquel fue el grito de guerra entre ambos sin que me hubiera percatado de ello.
Con un tono más agudo de lo normal continué la canción inclinándome de izquierda a derecha en el asiento que compartía con un chico, el cual no parecía satisfecho con mi linda presencia a su lado, percibí con el rabillo del ojo que el autobús se había adentrado en un terreno ya poblado en donde había autos estacionados y gente caminando por todos lados. Inferí que habíamos entrado al campamento y ni siquiera me había percatado de ello con anterioridad.
Mi canto cesó para fijarme especialmente en la vista de la ventana con la cual contaba mi compañero de asiento, me gustaba el lado con la vista en cualquier medio de transporte pero al haberme retrasado a la hora de partir no tuve elección salvo sentarme en el lugar desocupado más próximo que resultó ser el de un castaño que no hizo intento alguno de interactuar en todo el camino, mi mejilla involuntariamente rozó su torso cuando me incliné más sobre él para tratar de ver el panorama por lo cual le escuché gruñir.
—Es algo loco las cosas afuera —opiné batiendo mis pestañas mientras hablaba para tratar de convencer, una de sus cejas se alzó y asintió, no obtuve lo que deseaba—, aunque supongo que es así siempre, pero por haber chicas esta vez seguro hay más autos, ¿no?
—Supongo.
—¿Has estado en el campamento antes?
—Sí.
No hubo más respuestas y el camión se detuvo de inmediato causando gritos de júbilo al igual que un ligero movimiento del autobús al ponerse todos de pie para caminar de un lado a otro.
Mi compañero de asiento saltó de su lugar tan pronto como pudo y me pasó de largo para tomar sus cosas y retirarse sin decirme absolutamente nada.
Seguramente tenía novia y por ello no me había hablado, sí, eso debía de ser.
Me apresuré a bajar del autobús antes de ser aplastada por las manadas humanas que venían conmigo, afuera olía a pino y el aire era tan fresco como tomar una ducha helada en pleno verano, con una rápida mirada a mi alrededor deleité mi vista con un increíble paisaje que dudaba volver a encontrar en mi hogar.
Mi familia era del tipo que solía apegarse lo más que podía a las viejas costumbres y no las dejaba por nada del mundo, eso conllevaba vivir en Rochester de por vida para conservar el linaje Lawrence de dicha ciudad, dejar Nueva York no estaba en los planos de mudanza por lo cual mi sueño frustrado de estudiar en Canadá jamás fue bien visto. En cambio conseguí la autorización para pasar el verano en el famoso campamento Sangre de campeón con la intención de complacerme mínimamente; estaba bien para mí.
—¡Lynn!
—¡Jess!
—Que horrible volver a ver tu cara de nuevo, Lucas.
—Igual, dude.
Diversas conversaciones se llevaban a cabo alrededor del transporte mientras esperábamos por nuestras pertenecías para cargar con ellas, la variedad de sexos era bastante notoria al igual que el mínimo trato que parecían darse, ¿acaso todos eran igual de reservados como el chico del autobús? Yo esperaba que no.
Mis ojos se posaron en el misterioso muchacho que había sido mi compañero en todo el viaje, atractivo pero bastante callado para mi gusto, se encontraba con tres sujetos más haciendo bromas y riendo recargados a un costado del autobús.
Así que después de todo no era mudo ni mucho menos malhumorado... sólo lo era conmigo.
—No creo que sea tan malo tener chicas en el campamento, ¿saben? —habló uno de cabello dorado mirando a su alrededor—, puedo acostumbrarme a estar rodeado de ellas por aquí.
—No sabes lo que dices, unas no son tan buenas como lo parecen, la que iba sentada conmigo en el autobús no paraba de cantar algo que mi hermana de trece años escucha. Pobre loca inmadura.
Las risas que vinieron a continuación de su comentario causaron que mi ceño se frunciera, podía tolerar insultos de cualquier índole salvo los que involucraban mis preciados gustos, que el inexpresivo del camión insultara mi talento para cantar en sincronía con Troy Bolton mientras todos en el camión preferían ignorarse mutuamente hirió profundamente mi ego. Y yo soy era loca inmadura, claro.
Si las miradas hubieran podido ser capaces de matar el sujeto maduro-anti-chicas vivo ya no estaba cuando caminaba hacia él, la manada de aulladores ni siquiera se daba cuenta de que una muy enfadada rubia caminaba en su dirección, el de cabello claro fue el que lo hizo primero y carraspeó para llamar la atención de los demás. Varios pares de ojos de posaron en mí.
—Hola.
Mis brazos estaban en forma de narra pero se cruzaron en mi pecho al escuchar el saludo de un chico en el grupo. Un saludo era lo que menos esperaba, incluso ellos parecían tan sorprendidos como yo al escuchar a uno de los suyos, sonreí con fingida pena acercándome al círculo humano que formaban.
—Hola. —Había visto imágenes de criaturas adorables que ladeaban su cabeza y parecían una lindura a los ojos de todos, imité la pose unos segundos, mientras formulaba una presentación más emocionante—. Me presentaría pero creo que ya me conocen, sí, soy la pobre loca inmadura, un gusto.
—Woa, que coincidencia. —El castaño lucía tan reacio a parecer agradable que todo sentimiento cordial se esfumó por completo—. No importa, de todas formas, rubia debías de ser.
—¿Acabas de hacer lo que creo... —Comenzó uno de sus amigos bastante sorprendido.
—Eres un idiota, hombre, sólo es una chica. —La voz de otro resonó entre el bullicio de comentarios que comenzaban a surgir en la manada—. Es una lástima que te des esos aires y creas en los estereotipos todavía. Yo soy rubio también.
El muchacho de cabello dorado sonreía de lado enfrentando al castaño con la mirada, los demás presentes comenzaban a darse cuenta de que algo ocurría, y lo único que yo quería era darle un puñetazo en la nariz al idiota del camión para tomar mis cosas e irme. No era tan sencillo que mi primera petición en el campamento se cumpliera por lo que me quedé como un secundario en la escena de duelo que se llevaba a cabo; mi especialidad era ser la protagonista y no dejé que me apartaran del asunto tan rápido.
—¡Alto! —Levanté mis manos mientras me interponía entre ambos—. Nada de pelea, no sangre y mucho menos un héroe. Éste es mi problema y sé cómo lidiar con ellos por mi propia cuenta.
—¿Cantando? —Se burló el monstruo que aparentaba ser un chico castaño.
—Nope.
Tomé sus manos entre las mías con las palmas hacia arriba, sus cejas se elevaron con sorpresa y percibí a su grupo echarse hacia atrás, achiqué mis ojos y con una sonrisa burlona clavé mis uñas en la blanda carne de su palma. El sonido que emitió fue similar al de un simio gritando que sonó como música para mis vengativos oídos.
—¡Suelta!
—Con gusto, pero hasta que te disculpes.
—Ya, ¡lo siento! ¡Déjame! ¿Okay?
—Hecho. —Con un brusco movimiento solté sus manos y me retiré del anillo de personas que se habían amontonado alrededor para mirar, tomé mis pertenencias que habían sido bajadas de la carga con la demás, retirándome en completa paz—. Con permiso, gracias, quiero pasar, gracias.
Era consciente de las miradas clavadas en mi nuca, o en otras partes del cuerpo incluso, pero lo único que tomaba mi completa atención era mi pesado equipaje que le costaba avanzar con las llantas por el suelo de tierra. Enfrente mío se extendía el camino a lo que parecía el pabellón principal, campistas iban y venían en fachas demasiado casuales para tratarse de un primer día, la vista era tan increíble que parecía de ensueño.
¿Era acaso yo tan insensible para comportarme como si nada después de haber clavado mis larguísimas uñas en la piel delicada de un chico? No, la verdad era que no concordaba, pero él había tocado muy fondo y no podía quedarme de brazos cruzados. Tampoco era común en mí dejar a otros luchar mis batallas, eso era para cobardes incluso si era una chica, por eso rechacé la repentina defensa —que me pareció más bien una simple excusa para la violencia bárbara de hombres— del misterioso rubio.
Bosques tan puros y grandes como el que rodeaba el campamento no podían compararse a los que había visto en Estados Unidos, la tonalidad de sus pinos al igual que el aroma a naturaleza eran tan únicos que no me tomó mucho recordar que estaba en otro país para vivir una experiencia única; incluso Elena, mi hermana menor por sólo cuatro años, había llorado para que la dejarán venir también, por suerte no había funcionado y fui víctima de su hostilidad el día que me subí al avión.
Mil disculpas para todos aquellos que se chocaron conmigo en el camino, que habían sido bastantes realmente, una americana de buena familia no siempre se salía con la suya para disfrutar de la otra frontera. Mis ojos no se despegaban de las puntas en el cielo de los pinos.
—¡Chicas por aquí! ¡Las recién llegadas por éste lado, por favor!
Por un megáfono la voz de un hombre llegó a mis oídos en el momento que salía de mi trance al irse acabando la hilera de árboles para abrirle paso al claro lleno de cabañas, un puñado de chicas yacían alrededor de un sujeto que trataba de llamar a todas las personas del sexo femenino para orientarlas, me acerqué aún tambaleándome con todas las maletas que cargaba y esperé a que todas estuvieran reunidas para que nos guiaran a nuestras cabañas. Sólo rogaba internamente para que mi compañera fuera la adecuada para crear un Burn Book mental, lo hacia cada que estaba en un lugar nuevo y las personas del campamento no podían librarse de la experiencia completa que involucraba a June Lawrence a su alrededor, los prejuicios siempre fueron mi debilidad por lo que solía anotarlos en una lista cerebral que nadie más podía leer; era una lástima que pocas chicas guardaban información que perjudicaba a los demás tan bien como yo procuraba hacer.
Tomar la iniciativa en todo momento era una cualidad de la que muchos solían quejarse de mi persona, defecto o no yo carecía de la necesidad de depender de otros, no me tomó bastante tiempo desesperarme por la espera y comencé a abrirme camino entre la multitud para llegar al tal James que debía de llevarnos lo antes posible a dejar nuestras pertenencias. Mis piernas estaban entumecidas por el viaje en autobús y quería una ducha lo antes posible.
Ese pensamiento pareció desatar una coincidencia para nada agradable en el momento.
La blusa ombliguera que tenía puesta se pegó a mi pecho cuando fría agua impactó en mi cara, la visión de enfrente quedó completamente obstruida y lo único que podía percibir era una estampida de no sabía qué pero estaba en contra nuestra por los gritos de horror que las demás soltaron, la coleta alta que llevaba sujetando mi cabello se vino abajo en una masa de cabello irreconocible. Jamás había sido buena para las temperaturas bajas —aún soportando los fríos inviernos en Rochester— por lo cual mi piel se erizó cuando el agua me recorrió la espina dorsal helando hasta en lo más profundo que mi ropa veraniega permitía.
Retiré con el dorso de mi mano el exceso de agua en mis ojos y los abrí preparándome para enfrentar al enemigo: ni más ni menos que el chico de cabello dorado que había tratado de defenderme con anterioridad. Él se estaba riendo al unísono de todos los demás chicos que se encontraban rodeando el grupo, escuchaba voces bastante molestas pero lo único en lo que podía enfocarme con claridad eran las sonoras carcajadas junto con los abucheos de los muchachos, ¿cuál era su maldito problema?
—Te hubieras quedado en el centro del grupo, Barbie, ahí no te hubiera lanzado el balde de agua en la cara a ti sola.
—¿No era que trataste de defenderme antes? —indagué revisando con desesperación las maletas que había arrastrado conmigo hasta el borde del grupo, por suerte nada de había salido de ellas y sólo estaban mojadas las valijas, de mi pobre ropa interior no podía decirse lo mismo y mis dientes comenzaron a castañear del frío—. Eres un sinvergüenza.
—Me han dicho peores. —Arrugó su nariz burlándose de mí—. Yo que tú me ponía algo encima, ropa blanca mojada... —Tiró el balde que llevaba en las manos para hacer un ademan señalando su pecho y después presionó la camiseta al cuerpo con más fuerza para que su torso se marcara bajo ella—. Uh, ya sabes, veo que te gusta la lencería rosa.
Miré hacia abajo y descubrí que el contorno de mi sujetador estaba marcado bajo la mojada tela de mi blusa, justamente el día en el que había decidido usar el conjunto nuevo que dejaba al menos un cuarto de la piel de mi pecho expuesta, negué con la cabeza mientras sonreía socarrona.
—Mi favorita. —Elevé mi rostro al suyo tan repentinamente que le tomó tiempo reaccionar, el muy descarado aprovechó mi momento de debilidad mirándome a través de la ropa mojada, elevó sus cejas sonriendo de lado—. No es como si fuera un secreto lo que tiene una chica, ¿no?, creo que puedo con esto, gracias por el tip.
—Cuando quieras, amor.
Me lanzó un beso y se alejó poco a poco caminando hacia atrás con una sonrisa coqueta en sus carnosos labios.
En ese momento el sujeto de cabello dorado era una prioridad para tomar en cuenta en mi próximo ejemplar intelectual del Burn Book de verano.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
No había nada mejor para apaciguar las cosas entre los campistas que una buena bienvenida, una fogata, buen ambiente y, lo más importante, ropa seca para todos.
Apenas había tenido tiempo para sacar todas mis pertenencias, acomodarlas y darme un baño cuando estaba llegando tarde a la bienvenida, todo mundo estaba allí en el momento en el cual llegué vestidos tan casualmente que me hizo desconcertarme un momento con lo que consideraba algo casual; en comparación con las camisetas de franela y los viejos converse que llevaban la mayoría mis botas de tacón bajo junto con la blusa de tirantes delgada con textura de gamuza parecían estar hechos para algo formal.
Mi sentido de la moda jamás encajaba en ningún lugar, solían decir que era bastante excéntrica para toda ocasión, y lo vi muy claro en aquella fogata.
No me tomó más de escasos segundos encontrar a alguien que estuviera repartiendo refrescos y comida antes de que el protocolo de iniciación comenzara, caminé hasta una mesa algo apartada del fuego en donde había una gran variedad de alimentos y bebidas para elegir, tomé un vaso con refresco de cereza y me fui a sentar en un tronco de la última fila frente a la hoguera. La marcada separación entre chicos y chicas era un poco menos notoria pero aún así había chicas apartadas en el ambiente al igual que grupos de varones sin incluir a ninguna de ellas en la plática; algo patético e infantil para gente que se suponía ya eran adultos en su mayoría.
—¿Disfrutando de tu soledad o el calor del fuego después de una ducha helada? —La voz ronca inconfundible del rubio doble cara se hizo presente cuando miraba un punto muerto enfrente mío, se sentó en el lado izquierdo del tronco con un Hot Dogs en cada mano, su hombro rozaba con el mío de tan cerca que estaba.
—Ambas. —Le miré de lado con el desinterés más profundo que pude presentar—. No me gusta el frío y prefiero entrar en calor por mi cuenta.
—Una lástima porque venía aquí a hacerte compañía.
—Que considerado eres —hablé con sarcasmo mirándolo con fingida simpatía, un gesto burlesco adueñó sus facciones cuando intentaba no burlarse, de inmediato interpreté sus palabras que vinieron después de las mías con doble sentido sin darme cuenta—, oh, ¡eres un bárbaro!
—Mi madre lo ha dicho, seguro. —Rió por lo bajo y me ofreció el plato de su mano derecha—. ¿Un Hot Dog? Es mi ofrenda de paz.
—Seguro.
Tomé su ofrenda gustosa con una única intención de mi acción: saber su nombre. El enigmático muchacho no podía quedarse más en el anonimato y estaba segura de que bastaba con un poco de flirteo lo haría bien.
No era aficionada a la comida chatarra pero la comida del campamento era realmente buena y no costó más de unas mordidas para terminar el alimento complacida de tener algo sólido en mi estómago después de no haber comido más de una barra frutal junto a una botella de agua, comer frente a los demás no me incomodaba como a muchas y me contuve de mirar al rubio que lo hacía a mi lado, seguramente él si se hubiera incomodado al tener mis ojos encima cuando trataba de terminar su comida con tanto esmero al igual que yo.
—Entonces... —Comenzó a hablar cuando tenía la boca aún llena de la última mordida que le había dado a su cena, arrugué mi nariz con disgusto y negué con la cabeza, eso no le impidió él seguir hablando—. ¿Paz?
—No si te mantienes hablando cuando todavía estás comiendo, eso es asqueroso.
—Oh, vamos, todos los años me sentaba aquí a comer y charlar al mismo tiempo sin problema alguno.
—Con tus compañeros, yo no soy parte de ellos, y además soy una chica.
—Sí, lo he notado. —Me digné a mirarlo cuando ya no había restos de pan y salchicha en su boca mientras emitía palabras—. Digo, es obvio, y quedó claro cuando tu camiseta quedó empapada dejando mucho a la vista.
—Sigue así y lo próximo que sabrás es que no sólo el símbolo del campamento será lo que arderá en la hoguera está noche.
Golpeó su rodilla con fuerza y soltó una sonora carcajada que detuvo casi tan pronto como salió, sus azulados ojos se abrieron a tope mientras me miraba aparentemente avergonzado, supe en ese momento que no se enorgullecía del sonido de su risa y lo comprendía bastante bien; parecía estar ahogándose y chillando a la vez. Algo en verdad horrible de apreciar.
—Tienes sentido del humor.
—Más del que me gustaría reconocer.
—Que buena virtud.
—Lo considero un defecto a veces.
—¿Por qué?
—Me gusta tomarme las cosas en serio pero es difícil con tanta desgracia que se presenté en mi vida. —Me encogí de hombros—. Difícil de ignorar.
—¿Qué consideras bueno entonces?
—Mi buen criterio a la hora de elegir a qué ser leal —comentaba mientras me ponía de pie y él me miraba desde abajo—, no soy rencorosa, pero la venganza es dulce.
—¿Ah?
Sonreí con dulzura fingida mientras derramaba el esto de mi bebida de cereza en su linda cabellera dorada que se vino hacia abajo por el agua, soltó una maldición por lo bajo y se echó hacia atrás por lo cual terminó tirado de espaldas en el suelo, arrojé mi vaso tan lejos como pude y aplaudí.
—¡Ooops! —Dejé de regocijarme en mis propios aplausos y me crucé de brazos—. Te hubieras quedado con tu grupo, Ken, ahí no te hubiera lanzado el refresco a ti solo. Algo peor que estar en la lista negra de June Lawrence es formar parte de su Burn Book.
Su cara era un verdadero dilema al rojo vivo cuando terminé de copiar su discurso, sus mejillas se inflaron y los hermosos ojos azules que poseía me fulminaban de una manera que no había visto en nadie más antes, temí que se viniera abajo el numerito que estaba montando cuando se pusiera de pie por lo que decidí huir de ahí antes que nada.
Claro estaba, que en mi vida nada era fácil, y le escuché gritar a mis espaldas cuando estaba dándome por victoriosa en la batalla.
—¡Bastian Devis, amor, y considéralo un empate por ahora!
Aquel fue el grito de guerra entre ambos sin que me hubiera percatado de ello.
- holap:
- hola, hola, lamento la demora cuando dije que lo tendría antes pero no tuve tiempo para ello y recién lo termino, no tuve tiempo de revisarlo,
espero que no haya errores y si los hay discúlpenme mucho. espero que sea de su agrado el cap porque lo hice con mucho love algo apresurada
sigue: california.
Última edición por mieczyslaw el Mar 27 Jun 2017, 7:04 pm, editado 1 vez
trunks
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
- Capítulo 4:
- Me emocione mucho cuando vi que había capítulo.
me imagine al chito tipo , como "alguien que se apiade de mí y calle a esta pobre inmadura cantando algo que le gusta a mi hermana" .—It's like catching lighting...
Con un tono más agudo de lo normal continué la canción inclinándome de izquierda a derecha en el asiento que compartía con un chico, el cual no parecía satisfecho con mi linda presencia a su lado
Bueno... esto, , él no sabe lo que se esta perdiendo .Seguramente tenía novia y por ello no me había hablado, sí, eso debía de ser.
En esta parte, deje de leer unos minutos y empecé a escribir el comentario - haces que mis nervios se disparen -. Pero bueno.la manada de aulladores ni siquiera se daba cuenta de que una muy enfadada rubia caminaba en su dirección, el de cabello claro fue el que lo hizo primero y carraspeó para llamar la atención de los demás. Varios pares de ojos de posaron en mí.
Ella no es cualquier rubia enojada, ella es LA rubia enojada .
Como cuando sin darte cuenta, insultas a uno de los tuyos .Es una lástima que te des esos aires y creas en los estereotipos todavía. Yo soy rubio también.
Apártense niños, mamá arreglara este malentendido :jeff: .mi especialidad era ser la protagonista y no dejé que me apartaran del asunto tan rápido.
La mejor arma de toda mujer .Tomé sus manos entre las mías con las palmas hacia arriba, sus cejas se elevaron con sorpresa y percibí a su grupo echarse hacia atrás, achiqué mis ojos y con una sonrisa burlona clavé mis uñas en la blanda carne de su palma. El sonido que emitió fue similar al de un simio gritando que sonó como música para mis vengativos oídos.
Ya lo iba a poner en la lista de chicos que quieren a las chicas y BOOM aparece en la primera broma .Retiré con el dorso de mi mano el exceso de agua en mis ojos y los abrí preparándome para enfrentar al enemigo: ni más ni menos que el chico de cabello dorado que había tratado de defenderme con anterioridad. Él se estaba riendo al unísono de todos los demás chicos que se encontraban rodeando el grupo
justo en este momento, me di cuenta que "risitos de oro" es alguien que tengo que vigilar muy de cerca .Me lanzó un beso y se alejó poco a poco caminando hacia atrás con una sonrisa coqueta en sus carnosos labios.
Cuando me doy cuenta que la chica piensa lo mismo que yo .En ese momento el sujeto de cabello dorado era una prioridad para tomar en cuenta en mi próximo ejemplar intelectual del Burn Book de verano.Sonreí con dulzura fingida mientras derramaba el esto de mi bebida de cereza en su linda cabellera dorada que se vino hacia abajo por el agua, soltó una maldición por lo bajo y se echó hacia atrás por lo cual terminó tirado de espaldas en el suelo, arrojé mi vaso tan lejos como pude y aplaudí.
.—¡Bastian Devis, amor, y considéralo un empate por ahora!
Aquel fue el grito de guerra entre ambos sin que me hubiera percatado de ello.
Ps: Creo que me quedo algo largo el comentario , pero es que como dije antes, mientras leía lo hacia.
Pss: Espero ansiosa el próximo capítulo .
Invitado
Invitado
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Es lo mismo que yo piensoooo, jajajaja muchos quisieran estar en su lugar y estar rodeados de tantas chicas—No creo que sea tan malo tener chicas en el campamento, ¿saben? —habló uno de cabello dorado mirando a su alrededor—, puedo acostumbrarme a estar rodeado de ellas por aquí.
Savageeeee lol conozco muchísimas que aun están con esa ondita de "hanna montana" "HSM" etc, y están igual de orgullosas que ella xd—No sabes lo que dices, unas no son tan buenas como lo parecen, la que iba sentada conmigo en el autobús no paraba de cantar algo que mi hermana de trece años escucha. Pobre loca inmadura.
Me reí fuerte jajajaNada de pelea, no sangre y mucho menos un héroe. Éste es mi problema y sé cómo lidiar con ellos por mi propia cuenta.
—¿Cantando?
Tu personaje masculino me agrada, es de esos que no se cansan de intentar hasta que consiguen algo, y están siempre ahí para hacer un comentario sobre cualquier cosa, me agrada... June es un personaje más "princesa" por así decirlo, que grita "Instagram famous" al menos, en este primer capítulo de su historia, en lo personal me cuestan un poquito encariñarme con ellos, pero si le dan un poco de profundidad a su vida, pueden llegar a ser personajes muy interesantes también!
Ya quiero saber como es que continúa la historia de tus pj's, que se ve que va a tener muchísimo coqueteo por parte de los dos y muchas cosas interesantes, espero la próxima ronda para leer más sobre estos dos personajes. Y claro, espero el capítulo número cinco. :rhianpls:
roman.
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Sin duda alguna esa se volvió una de mis partes favoritas. Me reí mucho con eso. :jejeje:mieczyslaw escribió:—¡Alto! —Levanté mis manos mientras me interponía entre ambos—. Nada de pelea, no sangre y mucho menos un héroe. Éste es mi problema y sé cómo lidiar con ellos por mi propia cuenta.
—¿Cantando? —Se burló el monstruo que aparentaba ser un chico castaño.
Estuve esperando el capitulo, y exactamente cuando lo subiste, mis padres me quitaron la computadora y aun no me la dan . ¡CASI MUERO!
Me enamore de la personalidad de la June.
No puedo esperar a la siguiente ronda. :vibracionmodeo
saturno
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
MALU:
¡Que capítulo!
Me identifique tanto con minly, me paso de pasar un viaje sola por la timidez asi que la entiendo (odio eso) pero lo positivo aca fue que tenia a luke, que al parecer es un buen chico igual no me quiero adelantar mucho, fue demasiado agradable y me hace sospechar
¿Cómo es eso que la obligaron a ir? ¡No pueden hacer eso! bueno, si pueden. Y ESO ULTIMO QUE FUE?? como es eso de que esta en el campamento la persona que causo que tuviera ese castigo? yo no puedo, quiero saber que paso pero bueno, habrá que esperar hasta la próxima ronda.
ALEC:
Antes que nada te lo voy a decir: que belleza tu escritura, alec. Amo amo como escribíste lo tenia que decir
Ay adore a tus personajes, te lo juro. Ella siendo ella en el autobús y el chico aka el chico maduro-anti-chicas a su lado como:
Y lo que paso a continuación, la cosa empezó con uno y termino con otro jajaja adoro esto.
Que personalidad la de esa chica, admirable. Uy ya quiero seguir leyendo para saber como siguen estos dos.
¡Que capítulo!
Me identifique tanto con minly, me paso de pasar un viaje sola por la timidez asi que la entiendo (odio eso) pero lo positivo aca fue que tenia a luke, que al parecer es un buen chico igual no me quiero adelantar mucho, fue demasiado agradable y me hace sospechar
¿Cómo es eso que la obligaron a ir? ¡No pueden hacer eso! bueno, si pueden. Y ESO ULTIMO QUE FUE?? como es eso de que esta en el campamento la persona que causo que tuviera ese castigo? yo no puedo, quiero saber que paso pero bueno, habrá que esperar hasta la próxima ronda.
ALEC:
Antes que nada te lo voy a decir: que belleza tu escritura, alec. Amo amo como escribís
Ay adore a tus personajes, te lo juro. Ella siendo ella en el autobús y el chico aka el chico maduro-anti-chicas a su lado como:
Y lo que paso a continuación, la cosa empezó con uno y termino con otro jajaja adoro esto.
Que personalidad la de esa chica, admirable. Uy ya quiero seguir leyendo para saber como siguen estos dos.
dixon
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Alec de mi cora sabes que AMO como escribes, tus capítulos nunca me decepcionan, siempre tienen cosas que me hacen amar a tus personajes
Espero con ansias los próximos capítulos
really? ya siento que lo amo, aunque puedo llegar a pensar que en ciertos momentos lo voy a odiar.Chico guapo torpe escribió:—Te hubieras quedado en el centro del grupo, Barbie, ahí no te hubiera lanzado el balde de agua en la cara a ti sola.***
—Me han dicho peores. —Arrugó su nariz burlándose de mí—. Yo que tú me ponía algo encima, ropa blanca mojada... —Tiró el balde que llevaba en las manos para hacer un ademan señalando su pecho y después presionó la camiseta al cuerpo con más fuerza para que su torso se marcara bajo ella—. Uh, ya sabes, veo que te gusta la lencería rosa.
Ya esta, no quiero a nadie más que a ella. Nunca pensé que fuera a regresarle la jugada, esto se esta poniendo interesante, quiero conocer todo de tus personajesElla es el amor de mi vida escribió:Sonreí con dulzura fingida mientras derramaba el esto de mi bebida de cereza en su linda cabellera dorada que se vino hacia abajo por el agua, soltó una maldición por lo bajo y se echó hacia atrás por lo cual terminó tirado de espaldas en el suelo, arrojé mi vaso tan lejos como pude y aplaudí.
—¡Ooops! —Dejé de regocijarme en mis propios aplausos y me crucé de brazos—. Te hubieras quedado con tu grupo, Ken, ahí no te hubiera lanzado el refresco a ti solo. Algo peor que estar en la lista negra de June Lawrence es formar parte de su Burn Book.
Espero con ansias los próximos capítulos
jackson.
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Capítulo 05
Crees conocerme pero no sabes nada sobre mí.
Las vacaciones de verano que se veían tan lejanas por fin habían llegado y por una vez en la vida había pasado todas mis materias con notas altas por lo que este verano iba estar libre de preocupaciones. Tomando mi ropa y doblándola contra mi pecho, terminaba de llenar mi maleta, probablemente al verla mi padre diría que es una exageración —lo que quizás sea cierto— pero no iba a desaprovechar la oportunidad de lucir mi nueva ropa y más cuando se trataba de ir a Los Alpes. Mi padre me había prometido que este año iríamos a Suiza a pasar un verano “familiar”, bueno si familiar se refería a él y yo. Mi madre se había divorciado de mi padre hace menos de tres años y todavía estaban decidiendo que hacer conmigo con respecto a las visitas y fiestas varias, algo que no me importaba en absoluto, los dos solo eran un constante dolor de cabeza que trataba de evitar.
Después del divorcio mi madre decidió recorrer el mundo para disfrutar su soltería o es lo que ella siempre repite cada vez que la visito en Santorini, Grecia donde ella se la pasa la mayor parte del tiempo. Desde mi habitación podía ver como las chicas de mi fraternidad Alpha Gama Zeta entraban y salían por lo que traté de apresurarme. En el fondo, la música de Britney Spears sonaba alto haciéndome bailar y tararear la letra de la canción. “Al diablo, esta es mi canción” Dije en mi mente, tiré los jeans que tenía en mis manos y lo tiré al interior de la maleta y alzando mis manos empecé a bailar enfrente de mi espejo, mi cadera se movía al ritmo de la música mientras que mis manos se escondían dentro de mi cabello para pasar deslizándose por la curvatura de mi cintura, se sentía bien ser libre por fin. Una mano más grande se posó en mi abdomen y me atrajo hacia un cuerpo cálido haciendo que mi cuerpo mandara escalofríos de alerta por toda mi espalda, una respiración en el cuello bastó para zafarme de la persona y voltearme hecha furia. La sonrisa socarrona del chico me hizo rodar los ojos, ¿Por qué todos los hombres tenían que ser tan imbéciles? Caminé hacia mi móvil y apagué la música, mi buen humor se había desvanecido como mis ganas de seguir todavía en Boston.
— ¿Britney en serio? ¿En qué año estamos 2009? — rio.
— ¿Qué quieres Connor? — dije juntando los brazos contra mi pecho, la mirada del chico enfrente mío era juguetona y esperara que yo me riera con él, a lo que le correspondí con una mirada fría y una cara seria.
— Quería saber si tú — jaló una de mis manos y se lo permití — quisieras acompañarme a mi casa de campo en Malibu ¿Qué dices?
De manera sarcástica mordí mis mejillas y solté una risa, ¿Qué me creía, una zorra? Lo volví a mirar a los ojos negros, su mirada dejó de tener ese brillo con la que me vio por primera vez y ahora era algo más preocupada, probablemente repetía la frase en su mente para ver que había dicho mal, pobre ingenuo.
— Oh, lo dices en serio — Volví a reír, con mi mano de regreso apunté a su pecho con mi dedo índice — ¿Y por qué crees que yo iría a tu casa de campo?
Atónito balbuceó un poco un gesto que me hizo sonreír maliciosamente, “oh como me encanta hacer esto” pensé.
— ¿Qué pensaste Connor? ¿Que diría que sí y así por fin te acostarías conmigo? Por favor que tan poca me crees — lo empujé con el dedo índice, se veía un tanto herido pero no me importaban sus sentimientos en absoluto ¿Les parezco demasiado mala? Pues les diré algo, la mala del cuento no termino siendo yo. Connor Brown estaba completamente obsesionado conmigo, desde el inicio de la universidad siempre ha tratado de pasar primera base para después presumirlo pero para su desgracia no ha podido ni lograr llegar al campo. Siempre resentido, trata de buscar cualquier oportunidad para decir que habló conmigo y obviamente modificar las cosas a su favor. No necesitaba de este tipo de chicos alrededor de mí, por lo que prefería sacar la pelota del estadio. — Primero que nada ¿Quién te dejó entrar? Dios mío es una fraternidad de mujeres y segundo ¿No tienes otras que hacer aparte de acosarme?
— Mia...
— Ya estoy cansada de esto y no tengo tiempo para este tipo de cosas — giré mi cuerpo hacia las maletas, tomé la ropa que me faltaba doblar y la metí a la fuerza; siendo una maniática del control me dio ganas de componerlo pero prefería salir huyendo, terminé y las bajé de la cama, tomé mi bolsa de mano y me la colgué en el hombro, gracias a Dios sabía que en ella no faltaba nada gracias a las listas sobre todo lo que necesito tener. Me puse mis lentes Gucci y miré por última vez a Connor —, Tengo un vuelo que tomar, cierra cuando salgas ¡Y no pienses rebuscar en mi ropa interior!
Corrí por todas las escaleras con mis tres maletas de tras mía y aunque sentía que en cualquier momento me caería pero no me detuve hasta llegar hasta el estacionamiento. Reconocí el carro Lincoln de mi padre, como si fuera niña chiquita chillé de alegría. El chofer de mi padre me ayudó con las maletas para después subirme en la parte trasera del auto para toparme con una mirada fría examinándome meticulosamente, tragué saliva, todo el rastro de felicidad de mi cara se esfumó cuando la puerta se cerró a mi costado.
— Llevo casi media hora esperándote Mia, ¿Dónde demonios estabas? — Pronunció mi padre entrelazando los brazos en su pecho, sus ojos azules me fulminaron y por un momento pensé que alzaría la voz, pero no lo hizo —¸ ¿Cuándo vas a entender que no dispongo de demasiado tiempo?
— Lo siento, me entretuve con algo y... — Quise continuar pero no pude ya que una llamada interrumpió la conversación lo que me hizo girar los ojos, bien igual y ni le importaba, me dije a mí misma.
— Sí ya vamos al aeropuerto, sí, claro que en autobús — Tragué saliva y mi cara se transformó completamente ¿Había dicho autobús? Grité interiormente —, Vale.
Y colgó y sentía que empezaba tener náuseas, lo miré buscando alguna expresión en su rostro pero no había ningún sentimiento, ninguna emoción. Quise hablar pero mis palabras se atoraron en mi garganta, era obvio que no iríamos a los Alpes. Con la voz rota solo pude pronunciar: — ¿Y ahora qué hiciste? — su mirada se volvió a poner sobre mí y luego hacia la ventanilla, era claro que ocultaba algo y no quería decirme. Con firmeza volví a repetir la oración y suspiró.
— Mia no quiero discutir ahora, por favor guarda silencio. — Se unos lentes de sol y se acomodó en el asiento.
— ¿No iremos a los Alpes verdad? ¡Me mentiste de nuevo! — chillé.
— ¿Cómo deseas ir a Europa si casi me dejas en bancarrota el mes pasado? Crees poseerlo todo Elizabeth pero ya no más ¿Me oíste? no más Los Alpes, no más viajes a Santorini y no más compras — gritó, las lágrimas rogaban por salir pero no quería llorar y menos frente a mi padre. — Irás a un campamento en Canadá te guste o no.
— ¿Y qué pasará con mi madre? Le prometí visitarla después de ir a Suiza y ya sabes cómo se pone — rogué jalando de su saco, mi comportamiento infantil era algo que lo hacía enojar más pero no me importaba.
— Tendrás que decirle que hay cambio de planes — respondió mientras jalaba su brazo para despegarme.
Hubo un silencio incómodo en el auto pero prefería que así se quedase, no tenía ganas de volverle a dirigir la palabra a mi padre en un largo tiempo o por lo menos lo intentaría. Boston desaparecía a nuestras espaldas y poco a poco el aeropuerto se veía más cercano. Me recosté en el asiento haciendo pucheros con los labios y abrazándome a mí misma esperando llegar lo más rápido posible y así salir del maldito auto. Cuando llegamos, no esperé que me abrieran la puerta y salí dando un portazo, el maletero se elevó y con agilidad bajé todas las maletas las cuales golpeaban fuerte contra el suelo por la fuerza con la que las sacaba. Mi padre me miraba callado, era obvio que no me ofrecería su ayuda pues obviamente él sabía que me alteraría y haría una de mis “escenas”.
— Si me llego a enterar que has hecho alguna de tus barbaridades me aseguraré que no veas ninguna tarjeta negra más en tu vida, ¿Entiendes Mia? — señaló mi padre.
Me dediqué a asentir rodando los ojos, mientras más lejos estuviera de él mucho mejor y mi madre no daría señales de vida hasta finales de verano, una serie de palabrotas brotaban en mi cabeza, “Este verano será el peor verano de toda mi vida” pensé. Pasando documentación, seguridad y una infinidad de pasillos, por fin abordé el avión hacia Canadá.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
El autobús estaba lleno de chicos gritándose y empujándose por subir, había chicas que se veían emocionadas por asistir al campamento riendo al ver como los hombres se comportaban, resoplé. Me senté en la tercera fila esperando que el ruido se disipara a mis espaldas pero en vez de eso, el ruido aumentaba un poco más lo que me fastidió; mi bolsa de mano reposaba en el asiento izquierdo mientras yo me recostaba en la ventana esperando llegar para esconderme en la cabaña que me había tocado. Había estado en campamentos antes pero nunca duraba más de 2 semanas por mi mal comportamiento, sí, desde mi infancia fui una niña terrible pero siento que he cambiado al menos un poco o al menos eso quiero creer.
— ¿Está ocupado? — preguntó un chico de lentes dirigiéndose a mi bolsa.
— Sí, por mi bolsa — reí.
— Jaja, puedo ver que tienes sentido del humor pero — tomó mi bolso y lo lanzó hacia mí y en respuesta pegué un chillido de sorpresa—, Atrás no hay espacio y no tengo humor para tus bromitas.
Me quedé callada mirando como el chico se ponía sus audífonos y pretendía ignorarme de esa forma, un tanto estupefacta me giré para darle toda la vista a la ventana esperando dormirme el resto del viaje, pero no pude. Me dediqué a ver camino repleto de diferentes clases de pinos, algunos eran más grandes tanto para subir la mirada y los demás eran de tamaño intermedio y cuando menos lo esperaba caí plenamente dormida. No tardó mucho tiempo y vi que varias personas empezaron a bajar del camión con entusiasmo y para mi desgracia me dolía el cuello por haber dormido en una mala posición. El chico que se había sentado conmigo todo el camino había desaparecido ya cuando volteé hacia el pasillo del bus pero no me sorprendió en lo absoluto. Un poco atontada caminé hacia la salida tratando de no caer, me apoyaba tomando impulso de la parte superior de los asientos y por lo que veía era una de las ultimas en salir.
¿Cómo había pasado de estar feliz y plácidamente cómoda en mi fraternidad a estar en un campamento fuera del país donde quizás no había Wi-Fi disponible? Con furia jalé mis maletas que se iban a los lados por el peso que contenían haciendo que me cabreara más de lo debido y gruñera cuando trataba de jalarlas. Cuando llegué al grupito de chicas que se había formado para recibir indicaciones, me puse a observarlas rápidamente: algunas se veían extasiadas por iniciar y otras —como yo— se encontraban apáticas o serias. De sorpresa, mi cuerpo se encontraba mojado por agua fría haciéndome abrir la boca para tomar aire ¡No! Mi ropa se lava en seco, grité para mis adentros, los varones reían en frente de nosotras mientras yo temblaba de frío lo que aumentó mi rabia.
Es ahí cuando lo vi, podría reconocerlo en cualquier lado; su cabello negro y su cara seguían intactas más su actitud era diferente. Thomas Blackwood. Y pensar que mi verano ya se veía muy mal, ahora era el doble de malo. A lo lejos pude escuchar que nos llevarían a nuestra cabaña para cambiarnos pero yo no estaba pensando racionalmente, movida por la ira y el odio acumulado caminé hacia donde él olvidando completamente mis maletas a la intemperie, Thomas se iba acompañado de sus amigos al parecer, trotando me acerqué lo más posible tratando de guardar compostura.
— ¡Blackwood! — grité, no tardó mucho en darse vuelta y dejarme sin palabras, había cambiado mucho desde la última vez que lo vi, tragué saliva esperando no acobardarme. Me miró por unos segundos, analizándome de arriba para abajo para lamerse los labios, carajo.
— Swan — sonrió. — Que coincidencia... nunca esperé verte en un campamento y menos...
— ¿Fue tu idea? — repliqué.
— ¿Lo del agua? Para nada, pero ojalá lo hubiera sido — rio acercándose a mí, claramente él era más alto que antes y su cuerpo ahora estaba más fornido, pero para su desgracia eso no me intimidaba... tanto —, ¿Qué pasa patito, no te gustó el chapuzón?
Mi mano se estrelló en su mejilla y mi palma se quejó dándome hormigueos, sus compañeros se reían a sus espaldas haciendo la típica “Oh” para iniciar una pelea; una sonrisa se formó en su cara ladeada para luego lanzarme una mirada animada y burlona.
— Creo que me merecía eso — movió su mandíbula para comprobar que seguía en la posición correcta.
— Vamos a poner esto en claro, no te atrevas a hacerme la vida imposible todo el verano y estaremos en paz pero si por el contrario se te ocurre otra de tus bromitas a ti o a ellos, te las verás conmigo ¿Entendiste? Te hice la vida imposible una vez Thomas, no me hagas volver a repetirlo — mic drop, Mia Swan fuera. Me di media vuelta dispuesta a llegar a la cabaña.
— Lo que digas, Patito — gritó.
Paré en seco para levantarme el dedo medio, el rio y yo solo rodé los ojos, mi mano seguía escociendo por el golpe y mi corazón iba a mil por hora, ese subidón de adrenalina era lo que me faltaba para sentirme en casa. Empecé a caminar hacia donde estaban las cabañas, con un poco de orientación llegué a mi preciosa y cómoda cabaña donde me quedaría de ermitaña toda el verano, a lo mucho saldría solo una vez al día por un par de galletas y una botella de agua.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
La fogata había empezado y todos se reunían alrededor de ella pero yo prefería quedarme detrás observando como todos disfrutaban del cálido fuego y para mi sorpresa varios chicos se habían acercado a las chicas, quizás para molestarlas o para coquetear con ellas, rodé los ojos, preferiría estar en mi cabaña pero tenía que admitir que las vistas eran preciosas, tomé un sorbo de mi agua embotellada me senté lo más lejos que pude de la gente, pero no tardó mucho tiempo hasta que una sombra se paró a mi lado.
— Mia Swan, pensé que ya te habías largado de aquí — La voz de Thomas no me sorprendió en lo absoluto y solo decidí ignorarlo. — ¿Me extrañaste?
— La pregunta real Tommy, ¿Tú me extrañaste? — hice un puchero para después regalarle una sonrisa ladeada. — ¿Qué pasa Thomas? ¿Vienes a declararte de nuevo? ¿Vienes a decir que soy el amor de tu vida? Ya sabes cómo terminó eso la última vez.
— Oh vamos, tienes que superar eso Mia, fue hace más de 3 años — rio dando un trago de su lata de cerveza —, Las cosas han cambiado desde que te mudaste a Boston.
— Eso puedo notar — Y era cierto, Thomas era un chico muy diferente al actual, siempre callado en las clases que tomábamos juntos durante preparatoria con una actitud desinteresada. Él estuvo enamorado de mí por un corto tiempo pero lo rechacé, algo que al parecer le afectó y más cuando mis padres me llevaron a Boston para terminar su divorcio.
— Parece que todavía no has sobornado a alguien para que sea tu minion, eso es lo que le llamo un gran progreso, Mia — dijo guiñándome el ojo.
— Es el primer día Blackwood — bebí de mi botella y pude verlo sonreír. — ¿Por qué haces esto después de lo que te hice?
— Se llama estrategia, familiarizarte con el enemigo para saber más acerca de sus planes malévolos — dijo serio y por un momento pensé que no sería ninguna broma, tragué saliva —, Dime estúpido pero a veces me gusta creer que la gente cambia. — una risita salió involuntariamente de mi boca por llamarse estúpido así mismo —, Pero, puedo ver que sigues siendo la misma chica rica mimada con problemas paternales que su único propósito en la vida es encontrar el mejor conjunto de ropa para cada día de la semana.
Me paré molesta y me acerqué a él y antes que mi mano aterrizara de nuevo en su cara me agarró por la muñeca fuertemente, chillé por el dolor. Sus ojos verdes se veían oscuros de lo normal y nuestros cuerpos estaban a pocos centímetros de tocarse, miré mi brazo que seguía atrapado y lo jalé con fuerza para zafarlo y cuando ya podía sentirme libre de nuevo me acercó hacia él con fuerza.
— La primera vez te la perdoné Mia pero no volverás a pegarme ¿Entiendes? — susurró en mi oído mientras mi mano se posaba en su pecho empujándolo inútilmente pues él no se movía ni un milímetro de mí. — Te quise por mucho tiempo pero eso se acabó ahora lo que tengo es lástima por ti, ya espero verte renunciar al campamento en unas semanas.
— No estés tan seguro de eso Tommy porque no pienso irme, ya encontré un propósito por el cual quedarme— me mordí el labio inferior —, hacerte sufrir todo el verano.
— Ya veremos quién sufre al final, preciosa.
— Lo tomaré como un reto.
Lo empujé con ambas manos abriéndome paso hacia las cabañas, ¿Pensaba que me iría por una simple bromita? Para nada, soy demasiado terca para abandonar un reto,Oh Tommy, Tommy, Tommy te metiste con la “niña de papi” equivocada.
- ábreme:
- Hola, lo siento por hacerlas esperar he estado ocupada con cosas para la universidad y un viaje que haré pero les recompenso con un capítulo con 6 páginas (?) para que conozcan como son mis personajes (?) igual y no se acostumbren mucho porque habrá muchos plot twist y luego edito para dejarte un comentario Alec<3
Invitado
Invitado
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
california. escribió:Me paré molesta y me acerqué a él y antes que mi mano aterrizara de nuevo en su cara me agarró por la muñeca fuertemente, chillé por el dolor. Sus ojos verdes se veían oscuros de lo normal y nuestros cuerpos estaban a pocos centímetros de tocarse, miré mi brazo que seguía atrapado y lo jalé con fuerza para zafarlo y cuando ya podía sentirme libre de nuevo me acercó hacia él con fuerza.
— La primera vez te la perdoné Mia pero no volverás a pegarme ¿Entiendes? — susurró en mi oído mientras mi mano se posaba en su pecho empujándolo inútilmente pues él no se movía ni un milímetro de mí. — Te quise por mucho tiempo pero eso se acabó ahora lo que tengo es lástima por ti, ya espero verte renunciar al campamento en unas semanas.
Cuando lei esto literal estaba así: :deos:
Ahora estoy en un graaan dilema, la personalidad de Mia es taaan es algo así como insoportablemente soportable. Es creo que la primea chica que es una "niña de papi" eso hace que la historia sea mas realista porque si conozco a gente asi
Bueno, bueno. Espero con ansias la siguiente ronda.
saturno
Re: Guerra de Sexos [N.C.]
Mi memoria es un asco, y no recuerdo bien, pero creo que Mia era la compañera de cabaña de June y no puedo creerlo porque YO AMO A MIA ah, ¡tienen ambas una personalidad tan boom que serán la bomba juntas! tenemos que hacer tramas para más adelante sí o sí, Tania
Esos personajes, esos malditos y bellos personajes, idk, pero ya me enamoré de los dos con todo y sus defectos de por medio les declaro mi amor eterno a este par bc tendrán bastante por lo que tendrán que pasar. Yo lo intuyo, mi sexto sentido me lo dice ahr.
Desde el inicio me atrapaste, o sea, ella es peculiarmente diva que ama a Britney Spears —que haya una fiesta de chicas donde la temática sea Spears bc yolo hahaha— no pues, ¡pero es que su historia! UGH no puedo así, basta, me emocioné conforme descubría más su personalidad.
ALTOOOOO juro que no tenía ni idea de que había entre los dos, a pesar de que lo reconoció desde que lo vio, pero NO ME IMAGINABA SU HISTORIA. WHY?! *cries in alto shipp*
Lloro porque quiero un Thomas en mi vida aunque sea el más serio de los serios we, yo quiero y no lo rechazaría como hizo Mia Ella tiene que arrepentirse de lo que dejó ir, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Sólo pienso que todo esto será intenso Drama, everywhere, todos amamos el drama, ggg
no, no, no, no, NO, N O ¡HUELE A ALTO BARDO! Ya, pues sólo leerme el final del capítulo y decidí que son mi otp de la ronda, los amo, dénles un premio al par por ser la pareja más extrañamente hermosaque rompe el cora. Y eso que nada más se estuvieron mordiendo en esta ronda... no quiero ni imaginarme como me pondré a shippearlos más adelante conforme pase más y más en su historia
Amé mucho el capítulo, Tania, y descuida por el comentario que más vale tarde que nunca xd ¡Espero con ansias la próxima ronda!no puedo creer que ya terminó la primera
Que emoción
Esos personajes, esos malditos y bellos personajes, idk, pero ya me enamoré de los dos con todo y sus defectos de por medio les declaro mi amor eterno a este par bc tendrán bastante por lo que tendrán que pasar. Yo lo intuyo, mi sexto sentido me lo dice ahr.
Desde el inicio me atrapaste, o sea, ella es peculiarmente diva que ama a Britney Spears —que haya una fiesta de chicas donde la temática sea Spears bc yolo hahaha— no pues, ¡pero es que su historia! UGH no puedo así, basta, me emocioné conforme descubría más su personalidad.
cap 005 escribió:— Vamos a poner esto en claro, no te atrevas a hacerme la vida imposible todo el verano y estaremos en paz pero si por el contrario se te ocurre otra de tus bromitas a ti o a ellos, te las verás conmigo ¿Entendiste? Te hice la vida imposible una vez Thomas, no me hagas volver a repetirlo — mic drop, Mia Swan fuera. Me di media vuelta dispuesta a llegar a la cabaña.
ALTOOOOO juro que no tenía ni idea de que había entre los dos, a pesar de que lo reconoció desde que lo vio, pero NO ME IMAGINABA SU HISTORIA. WHY?! *cries in alto shipp*
Lloro porque quiero un Thomas en mi vida aunque sea el más serio de los serios we, yo quiero y no lo rechazaría como hizo Mia Ella tiene que arrepentirse de lo que dejó ir, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Sólo pienso que todo esto será intenso Drama, everywhere, todos amamos el drama, ggg
cap 005 escribió:— La primera vez te la perdoné Mia pero no volverás a pegarme ¿Entiendes? — susurró en mi oído mientras mi mano se posaba en su pecho empujándolo inútilmente pues él no se movía ni un milímetro de mí. — Te quise por mucho tiempo pero eso se acabó ahora lo que tengo es lástima por ti, ya espero verte renunciar al campamento en unas semanas.
no, no, no, no, NO, N O ¡HUELE A ALTO BARDO! Ya, pues sólo leerme el final del capítulo y decidí que son mi otp de la ronda, los amo, dénles un premio al par por ser la pareja más extrañamente hermosa
Amé mucho el capítulo, Tania, y descuida por el comentario que más vale tarde que nunca xd ¡Espero con ansias la próxima ronda!
Que emoción
trunks
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Temas similares
» Guerra de grupos
» l e g e n d
» Guerra de Dioses (H.S)
» La Guerra de las bromas.
» | Enemigos En Guerra |
» l e g e n d
» Guerra de Dioses (H.S)
» La Guerra de las bromas.
» | Enemigos En Guerra |
Página 3 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.