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Él representa todos mis aciertos y todos mis errores. ¿Cómo querer deshacerme de algo así?

Me abruma pensar en vos, en tus palabras, en tus sonrisas, en tus abrazos. Me ahogo todo el tiempo en tu recuerdo, incesante y demoledor, y en su ausencia, castigadora y asfixiante. Me pregunto por qué sigo tan atada a vos, por qué no puedo dejarte ir, aunque sea simbólicamente.
Soy una estúpida, buscándote en todos lados, asociando todo a tu persona, casa frase, cada canción, cada mísera palabra. Me obligo a no pensarte y a dejar de castigarme con ello. Me enojo conmigo misma, me contradigo, me sacudo y me insulto... y después vuelvo a vos. Te hablo y me vuelvo a inquietar. Vuelvo a los nervios y a morderme los labios y las uñas. Releo tus mensajes una y otra vez y suspiro con cada pensamiento que cruza en mi cabeza sobre vos y yo, hablando como antes... siendo los mismos.
Y sobretodo, me engaño, diciéndome que ya habrá un momento en el que volveremos a eso, que sólo necesitamos tiempo, que es imposible que lo tuyo y lo mío haya sido algo fugaz. Sí, seguro pasará. Tiene que pasar. Porque yo todavía estoy, todavía te busco, todavía te anhelo.

Tuve que aprender a ser prolija porque de por sí mi letra es inentendible. Me acabo de dar cuenta que gracias a eso, descuidé por completo mi caligrafía. Mis cuadernos de lejos se ven bonitos, cuidados y legibles, pero cuando intentás leer el contenido te das cuenta de que no se entiende nada. Lógica de Virginia.

En los únicos casos en los que considero que hago ambas cosas bien es en los números. Todos los ejercicios de matemáticas de mi carpeta son prolijos, ordenados, entendibles y legibles. Pocas veces vi una carpeta tan ordenada. No sé si creía que la profesora no iba a entenderlos si no los hacía prolijos y los hacía ordenados por eso o qué, pero me ocupaba de centrar, alinear, dejar espacio entre número y número, graficar y resolver todo cuidada y ordenadamente, con una habilidad de neurocirujana (?
Por lo menos sé que mis futuros alumnos van a entender mis ejercicios cuando, el día de mañana, los haga en el pizarrón mientras intente explicar.

Acabo de ver la película Pan. Es hermosa, por el amor de dios.

Me despediré para siempre del nombre Scheherezade. Probablemente vuelva a él en un futuro. Lo amé, y fue mucho para mí.

Buscando y buscando me encontré con esto. Creo que este gremio es mi favorito de todos, y eso que tienen apariciones cada 100 capítulos, aprox.

Me gusta todo. No me gusta nada.

Soy tan profunda como un plato playo.

Soy una chica de letras y números.

Estoy tan orgullosa de mi galería general que no puedo creer que sea mía.