EXCELSIOR.

ceonella. escribió:

La tercera es la vencida, la tercera es la vencida y la tercera es la vencida. Uno repite y repite las cosas, hasta volverse loco, y está bien, porque después no t lo olvidas más. Hoy, repetimos lo que pasó el 2014 y el 2015. Sí muchachos, los argentinos estamos locos.
Y yo miré la tele por tercera vez, programado el partido y la picada preparada. Y lo vi a Mascherano, lo vi a Agüero, a Higuain, que un sin fin de veces falló pero nunca a perdió el gusto y la pasión por atravesar el arco, lo vi a Banega, al Pocho, a Romero, inmenso como siempre, lo vi a Lamela, a Mercado y a Funes Mori, que siendo hincha de boca los disfruté durante la Copa, a Di Maria emocionante, a Cuesta, a Biglia, a Roncaglia, a Kranevitter, a Otamendi, Maidana, Rojo, y más. Pero por sobre todas las cosas vi, a Lionel Messi.
Los gallegos se pasan disfrutando a este tipo que proviene, claramente, de otro planeta. Pero yo, y todos los argentinos, no sólo lo disfrutamos, sino que nos pertenece y lo acurrucamos en una cuna suave de amor y admiración. Aunque a veces, siempre está el boludo que no aprovecha a Dios en la cancha, claro.
Sí, ese petizo con pisada fuerte y mirada tranquila. Con un sin fin de ideas dentro de la cabeza y la pelota pegada a los pies. Sí, ese petizo sin personalidad. Pero, ¿qué te hace tener más personalidad? ¿Alzar la voz en alto con una puteada? ¿Romperle el tobillo a alguien con una plancha digna de una roja? ¿Gritarle en la cara el gol al arquero del otro equipo? ¿Salir a hablar a todos los medios que hay? No Diego, en este caso, no tenés razón. Y sabes que siempre t vamos a perdonar lo que sea, porque sos Maradona. Sos el tipo que le puso apellido al país, que lo abrazó y que lagrimeó con todos los habitantes argentinos, o de otros países, incluso. Sos grande Diego, pero hoy, dejalo ser grande a Lionel, sí, al petizo sin personalidad. Dejen que griten, dejen “al gordo 9 que no mete ni una pelota”, dejenlo a Higuain gritar. Dejen al boludo que anda metido en cualquier bolonqui mediático, sí, dejen al Pocho Lavezzi gritar. Dejen a ese “mala leche perdedor” gritar, sí, ese cinco con más huevo que un país entero, Mascherano. Dejen a esos 23 “perdedores” gritar. Festejar. Llorar. De alegría de tristeza, dejenlos. Porque si no los dejamos en paz, se nos van de las manos viejo. Humanos o no, tiene un corazón blindado de amor a un país con bastantes defectos. Blindado del puño que se apretó en el 86, de esos recuerdos que te trasmite tu viejo por la computadora. Blindado por ese grito argentino.
No le reprocho nada a nadie, no le critico nada a nadie. No insulto a nadie. Pero sí, amo a alguien. Porque son parte de un ciclo fundamental en mi vida, donde conocí el dolor, la gloria, el llanto en su máximo esplendor, donde conocí el amor al fútbol. Donde conocí a una Argentina llena de sangre, sudor y lágrimas de pasión. Eso es Argentina, en cualquier ámbito que lo veas, político, deportivo, musical. Cualquier lugar donde estén los colores celeste y blanco bañados en un sol brillante de orgullo y digno de admiración, va a tener pasión. Eso es Argentina.
Mirar al techo e imaginar la Copa en las manos de Lionel, fue lindo.. esa imagen no se me vas. Porque si las lágrimas de alegría cayeron tres veces seguidas, van a caer hasta el último día que respire. Yo sigo tu luz aunque me lleve a morir. 
Estos 23 tipos y otros que formaron parte del 2014/15, me emocionaron, me hicieron sacar hasta la última lágrima en un solo segundo. Estos tipos son héroes. Y sí, acá en Argentina nos volvemos locos, rompemos todo, con tal sólo gritar con una mano cerrada y hecha puño, GOL. Así somos los argentinos, así son ellos, así somos nosotros, locos por repetir el mismo sentimiento.