esperanza

Jason miró los fuegos artificiales que se extendían por el cielo, indicando el comienzo de un nuevo año, era unos de los espectáculos más maravillosos que había visto en su corta vida, sin embargo seria el ultimo. Él lo tenía decidido, ya no quedaba nada más por vivir. 
Todo comenzó con la inesperada llegada de un nuevo miembro en su familia, pero no uno cualquiera un medio hermano, un hombre cinco años mayor que Matt, y por lo tanto era el primogénito y tenía todo el derecho en poseer bienes de la empresa familiar. Al principio el coincidía con sus cinco hermanos mayores que era un injusticia, que un completo desconocido llegara a sus vidas y se adueñara de una parte del negocio, sin a ver hecho absolutamente nada, aunque las razones que movían a su familia contra el nuevo integrante era el dinero, pero él se iba enterar de eso muy tarde. 
Aunque la repentina muerte de su progenitor, fue el segundo de muchos problemas. En su funeral se presentó una mujer que aseguraba tener en su vientre al sexto hijo del gran Bruce Todd, todavía lograba escuchar el grito de su madre.
Todo esto le resultaba una teleserie, y eso que no estaba en el clímax de la historia.
Además de él, la única persona que le brindó apoyo a la presunta amante de su padre, fue Jeff su hermano mayor. Con el tiempo conoció a las dos extraños que amo su papá. Jeff su hermano, era la viva imagen de Bruce, Clara y él estaban totalmente de acuerdo con ello, pero a diferencia del hombre, Jeff se crió en un pueblo muy humilde, ya que su madre fue despedida por su abuelo al haber quedado embarazada, ella guardó silencio, intentado proteger al gran amor de su vida y su hijo. Entendía a la mujer, su abuelo paterno nunca fue alguien muy cariñoso, mucho menos habría aceptado que su único hijo se casara con una sirvienta, al contrario era cruel, materialista y terco. La madre de Jeff decidió esconder a su hijo, y en el lecho de muerte le confesó la identidad del padre. Eso había traído a Jeff a su vida, a reclamar lo que por derecho era suyo.
Después estaba, Clara, la dulce chica de veintitrés años, que enamoró a un hombre casado, su relación fue clandestina, pero romántica. Una historia digna de película, en los últimos días de vida de Bruce se enteró del embarazo, primero intentó comunicarse con él, le era imposible, estaba resguardo en un clínica, supervisado y cuidado por su familiares más cercanos, luego buscó apoyo en sus padres, ellos se la negaron, argumentaron que no iban tener como hija a una madre soltera, solo existía una opción, los tan queridos hijos de Bruce.
Jason todavía recuerda que al enterarse de la amante de su padre, se sintió estafado por el matrimonio de sus padres, que siempre creyó que era fruto de un amor puro y duradero, que ellos eran el matrimonio perfecto, y tenían la familia perfecta, los hijos perfectos, y por supuesto la vida perfecta. ¡Qué gran mentira! 
Tanto Jeff, como Clara conocían la verdadera historia de amor de sus progenitoras, aunque de amor no tenía nada. Ellos se comprometieron, a penas su padre se graduó de la universidad.
Él vivió en un sueño, donde todo era perfecto. Y despertó dándose cuenta de la realidad que lo golpeaba de una forma muy dura. 
Ahí estaba, dándose cuenta de porque su padre le repetía continuamente que no confiara en nadie, tenía mucha razón, y se dio cuenta de ello muy tarde. Se enteró de que su propia hermana, le engañó forma muy cruel, le contó una historia fantástica donde todos sus problemas se solucionaría con un chasquido de dedos, pero era todo una mentira. Él había traicionado a las únicas personas que realmente le estaban dando un apoyo emocional, Jeff y Clara.  Gracias al plan de su hermana, los apuñalo por la espalda. AHora se encontraban en grandes aprietos, Jeff fue detenido por evasión de impuestos y abuso de poder, cosa que él no creía para nada, y Clara estaba desaparecida, no había rastro de ella.
Se encontraba a abrumado, aunque decidido porque iba a acabar con su vida. Él iba a suicidarse, en el mismo lugar que su padre murió. Apoyó un pie en el gran acantilado, dispuesto a sucumbir ante el vacío y la perspectiva de tranquilidad, fue detenido por unas suaves manos y pronto escucho la voz más encantadora del mundo.
—Oye, sé que te debes encontrar mal, para querer acabar con tu vida, pero créeme no es la solución—le mostró su muñeca, llena de fina cicatrices, y continuó—sabes, hay miles de persona que tiene contados su días de vida, otros más que se duermen pensando que será el último día, algunos como tú y yo que sintieron que su vida era una mierda, tal vez sí lo era… Pero siempre está la esperanza, y es lo último que se pierde, así que, hombre levántate y dime lo que asola tu mente, además es año nuevo, vida nueva, ya saben borrón y cuenta nueva—la chica le dedicó una hermosa sonrisa, que también provocó una en él.
Jason se sintió en confianza, con la peculiar chica, también terriblemente arrepentido por lo que estuvo a punto de hacer.