Arregla mi corazón [Harry Styles] Capitulo 1

Arregla mi corazón

Sinopsis

Arregla mi corazón 

Capitulo 1

Sabes  que el al que tanto amaba me traiciono y de una cruel manera, el mi querido novio —ahora exnovio—, me lastimo, no como antes, esta vez era peor, como aquella vez que me golpeo, pero fue por un error—una sucia mentira que me creí, tal vez hasta ahora—, ahora me doy cuente diario, él no me amaba, solo era un juguete para su diversión, algo que yo no sabía que decir a eso. Pero ahora, te diré lo que el mi hizo…


Aquella mañana llegue como siempre puntual  a clase no había nadie, el salón estaba vacío, decidí salir de allí, ya sabes no me agrada estar mucho tiempo allí, por un miedo a los espacios cerrados, así que decidí ir a dejar algunos libros a la biblioteca, aún estaba cerrada o al menos eso creía, hasta que escuche un ruido, un gemido que hizo que mis mejillas se colorearan. No es que fuera una metiche, sin embargo me dio curiosidad.

—Sabes Jay, me da pena tu noviecita, ¿Cómo se llama? Así Alice—se me había helado mi sangre. 

— ¿Alice? No es mi novia, solo necesito que me haga algunas tareas y a cambio le doy amor —rio sínicamente.  Junte todo mi coraje y entre, mis ojos me picaban.

Allí estaba el encima de Tara Anderson ella casi estaba sin ropa, Jason solo no tenía la camisa, me miro al principio molesto, después abrió sus ojos, para a par.

—J-Jason—susurre, las lágrimas soltaron.

—A-Alice—dijo sorprendido. 

Mis lágrimas caían y él no le importo, ¿Acaso era una estúpida ilusión, que mi corazón quería mirar? Recuero aquel primer beso, el primer encuentro, pero ahora eso recuerdos les digo adiós, tanto como a ti.
¿Qué se siente ser traicionada? Dolor, mucho dolor. Se siente como el vacío, la nada que te absorbe  el alma entera dejándote sin nada. 

— ¡Alice, Alice!—era el, que gritaba mi nombre, ¿Para qué? Tal vez para reírse de mí y mi estupidez. 
Corrí como una tonta no sé cuánto, no sé hasta dónde, pero sé que mi roto corazón me pedía salir de allí, correr y alejarme de él. 

—Déjame—solloce. 

—¡Escúchame!—exclamo, me atrapo.

—Suéltame Jason, déjame—mis lágrimas caían.

—Es un error, Alice, todo es un error—dijo mientras me miraba a los ojos.

—Sí, todo es un error, el enamorarme de ti, ser tu novia, ¡Como puede ser tan tonta, una sadomasoquista, ya no, no quiero ser tu novia! —tanta ira, dolor y tracción.

El enfureció, sabía que jamás se le podía negar nada a Jason y menor rechazar.

—¡Tu no me puedes romper, nadie me rompe a mí, yo lo hago y de la peor manera! —estaba tan molesto que sus ojos se inyectaron en sangre, rojos de furia, me golpeo.

No sé qué paso ya que todo se volvió negro, obscuro. 


De nuevo tuve que levantarme temprano, ¿Y para que si todos los días eran lo mismo? Clases, detención, y casa. Aburridos en resumen.

Pero a veces hay cosas que tu la la entiendes como la casualidad o el destino, pues solo es una línea del tiempo, sin embargo esta allí, algo te llama y tu estas marcado en ella. No lo se si creer en algo llamado destino o casualidad, aunque ese día pudo a ver sido o no.

Llegar temprano no era mi especialidad, pero estaba vez lo hice, el salón vacío, pero al fondo estaba una chica, ¿Cuál era su nombre? Ah, si Alice Hogwards curioso no, no conozco el nombre de mis compañeros de clase, bueno, solo el de ella, hasta ahora.

Hogwards, es una chica distraída ella vive en un cuento de hadas donde Jason, su novio la ama, hubo unas veces que ella llego con un golpe en la mejilla, lo extraño era que lo defendía, una chica sadomasoquista.

Salí a desayunar, no había almorzado, en fin, cuando regrese no estaba, jamás le di importancia, pero sabía que no estaba algo bien, me gustaba ver la ventana era  muy interesante, hasta que la vi llorando y salió corriendo, Jason fue tras de ella, tal vez la golpearía y no lo sé, pero algo en mi interior no quería verla lastimada, ¿Lastima talvez? Se había caído y golpeado la cabeza con una roca, Jason la había golpeado con tanta fuerza. ¿Acaso había muerto? El corrió asustado dejándola allí desangrando. 

Y yo estaba allí como testigo y como su única ayuda. 

Cuando nuestros caminos se entrelazaron en uno y de la nada aquel viejo recuerdo se extinguía, el dolor de estar solo se iba y tal vez no volvería nunca jamás…

αngel.