Las Vegas

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería una ciudad donde la gran mayoría de los ciudadanos que la habitan fuesen delincuentes? ¿Has imaginado tener que lidiar con otro tipo de criminales constantemente?
Eso es lo que sucede en la ciudad del pecado.
Criminales de toda clase, todo origen y toda posición se baten en un duelo constante sobre poder, territorio y respeto. La ciudad no es suficientemente grande para todos nosotros y las peleas, las mentiras, los engaños, las traiciones están a la orden del día.
En esta nuestra ciudad, te recomendamos que seas quien seas, busques lo que busques y hagas lo que hagas, te andes con mil ojos y no te fíes de nadie. Nunca. Jamás. Si no quieres terminar con una puñalada por la espalda. Ten cuidado con quien te juntas y escoge muy bien tu bando, tus contactos y tus aliados si no quieres aparecer muerto en un callejón.
Aquí no hay historias bonitas y finales felices, preferimos la sangre, la muerte y el dolor. Todo lo que sea necesario para alcanzar la victoria y ascender escalones, para hacernos con el territorio y así hacernos a la vez más ricos y poderosos.
Nosotros somos la lujuria, somos la ira, somos la soberbia, somos la avaricia, la gula, la pereza y la envidia.
Lo queremos todo, y lo queremos ya y no tendremos escrúpulos en deshacernos de ti si te consideramos un estorbo.
Te comeremos hasta que no queden ni los huesos.

¿Tienes lo que hay que tener para hacerte un sitio entre nosotros y que te tratemos de igual a igual? ¿Para hacerte oír? ¿Respetar? ¿Para labrarte un nombre en la ciudad del pecado?

Enséñanoslo.

Bienvenido a la ciudad y... Suerte.

La necesitarás.

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Thanks Karly.

Lo que conocías desapareció cuando entraste aquí. Son las mismas palabras que alguna vez me mencionaron y ahora yo se las transmito a los demás. No estoy aquí por gusto ni placer, estoy por una promesa, una de esas que no puedes romper nunca; mi padre quería que yo formara parte de su “grupo” y yo se lo prometí cuando tenía 15 años pero no sabía en lo que me estaba metiendo. Estúpido ¿verdad? Ahora estoy haciendo el trabajo de mi padre en el club Fenton fallon, no me gusta tener que encarrilar a las chicas y después hacerlas trabajar en el club pero no es como que tenga otra opción.

Camino por los pasillos del club que están iluminados de un morado obscuro, odio que por las noches coloquen ese tipo de luces son extremadamente molestas. Me acerco a la puerta que tiene un letrero de prohibido el paso, entro sin tocar y lo que me encuentro es realmente repugnante; Jefferson tiene a una chica de rodillas haciéndole una mamada mientras él está sentado en el sillón.

— ¡Demonios hombre! —Le lanzo una mirada molesta— Te pagamos para que cuides de las chicas, no para que obtengas algo de ellas.

La chica se levantó y salió corriendo con la vista hacia el suelo, Jefferson comenzó a cerrarse la bragueta. Camine hacia la mesa que tenía el whisky y me serví un poco.

—Lo que sea, ella quería algo y tenía que pagarme de alguna manera —le restó importancia—. Oye… ¿Ya hablaste con Mike sobre conseguirnos las identidades falsas?
—Sobre eso... ni siquiera lo he podido ir a ver por termina de integrar a las chicas nuevas pero quizás en unas horas le haga una visita —tome un trago de whisky—. Oh… y si te vuelvo a ver con alguna chica del club le meteré a tu polla un disparo ¿entendiste?

El solo se limitó a asentir mientras me daba una mirada horrorizada. Saque mi teléfono para enviarle un mensaje a Mike.
Yo: Te veo en una hora, necesito hablar contigo de algo.
En menos de un minuto ya tenía respuesta de su parte.
Mike: ¿Estoy en algún problema? Digo, solo para saber si llevo mi arma.
Reí ante su mensaje, la mayoría tenía miedo cuando le decía que teníamos que hablar.
Yo: No. Solo negocios.

Me levante y salí del cuarto no sin antes darle una última advertencia a Jeff, saque mi arma y dispare a sus pies. Con eso tenía que bastarle para que no se acercara a las chicas de nuevo y aunque sonara irónico no me gustaba que las dañaran, no en mi club.
Camine hacia mi Camaro, necesitaba conseguir lo más pronto posible esas identificaciones ya que la policía iba a revisar que no hubiera nada ilegal —aunque todos sabíamos que así lo era— con el club y las chicas de los casinos, aunque ellos mismos intentaban pretender que no veían absolutamente nada.

Conducir por las Vegas era más difícil que caminar y más por las noches ya que había demasiada gente por ellas. El negocio de Mike estaba casi del otro lado del mundo, literalmente. Cuando se trataba de negocios dejábamos nuestra amistad de lado y si teníamos que asesinarlos lo haríamos sin tener piedad, aquí había reglas que seguir y una de ellas era dejar los sentimientos fuera de los negocios.


— ¿Qué te trae de nuevo a mí? —sonrío Mike mientras me hacia una seña para que me sentara.
—Necesito identificaciones falsas para unas chicas, necesitamos llevarlas a un casino pero sin identificación no entran.
—Puedo tenerlas dentro de dos días pero te costaran —sonrió maliciosamente.
— ¿Cuánto?
—Diez de los grandes.
— ¿Por todas?
—Sip —marco la “p”.
—Trato, solo no intentes verme la cara puede que seas mi amigo pero si quieres robarme dinero te asesinare.

El solo sonrió y asintió.

Odiaba cuando querían sacarme más dinero de lo normal, me quede una hora más con él solo para platicar de negocios, le conté que el club estaba ganando bastante dinero y que las chicas de los casinos continuaban  ganando más dinero para los Royals.

— ¿Conoces a Russell? —me miro intrigado.
—Sé que es parte de los Lords pero no lo conozco en persona.
—Valla... pues me ha llegado información sobre el estado de cuenta de su mafia y tienen más dinero que todos nosotros juntos.
—Quizás porque venden droga y sabes que es lo que más se consume en estos lugares.

El tan solo saber que ellos ganan más dinero me enoja pero aquí sobrevives con lo que tienes y vendes.


La mayoría de las personas me conocen por haberle disparado a mi ex-novio mientras tenía relaciones sexuales con una prostituta pero… ¿Quién demonios no le dispararía a un imbécil infeliz? Y bueno si le dispare pero lamentablemente no lo mate, solo lo herí en el hombro; desde entonces él odia verme cerca de él con un arma.
La mejor manera de entrar en nuestro negocio es saber manejar armas y venderlas solo al mejor postor, la mayoría de las personas nos piden armas ilegales de esas que no tienen serie de identificación ya que son utilizadas para asesinatos; y esa es la mejor manera de no ser identificados, los policías siempre estaban encima de nosotras pero siempre terminaban yéndose con las manos vacías.
Me dirigía a un encuentro con un tipo de algún otro lado de la ciudad, antes de bajar del auto me coloque un pasamontañas rosado eso nos distinguía de los demás vendedores ya que ellos usaban de color negro, mi identidad era un misterio para la mayoría de las personas.
Baje de la camioneta con mi arma en mano, camine hacia la cajuela y la abrí frente al enorme tipo. Tenía una enorme variedad de armas desde la más pequeña hasta los explosivos más potentes.  

—Ninguna de estas armas tiene serie, el costo varía según el tamaño del arma y las balas únicamente las consigues con nosotras.
— ¿Cuánto por la metralleta?
—Dos de los grandes, son difíciles de hallar sin serie y te doy dos cartuchos gratis.
— ¿Cuánto cada cartucho?
—Por lo menos mil dólares cada uno y somos las únicas en esta maldita ciudad que vende armas y municiones sin serie —lo mire mientras comenzaba a cerrar la cajuela.
—El dinero está dentro de esos tres maletines, tomo lo que quiero y si necesito más te llamo —sonó como si fuera mi jefe.
—Bien, pero te advierto que solo yo puedo darme órdenes y si quieres seguir obteniendo nuestras armas tienes que dejar de decirme que hacer.

Tome los maletines y los subí en la parte trasera mientras revisaba que estuviera todo el dinero, había por lo menos dos millones y medio así que le entregue al hombre su mercancía. Las cosas no siempre eran fáciles, algunas veces había muertos y otras no esta vez todos habíamos salido vivos.
Encendí la camioneta cuando recibí mire el nombre que aparecía en el, ¿Cuántas veces tenía que decirle que no me marcara?

— ¿Qué? —odiaba cuando marcaba en horas de trabajo.
—Mamá necesita ir al hospital y no tengo licencia para conducir.
—Eso te pasa por manejar bajo el consumo de alcohol —suspire mientras ponía el auto en marcha—. Dile a mamá que pasare a recogerla.

Termine la llamada sin esperar respuesta de su parte, odiaba tener que dejar el trabajo pero no podía quejarme era mi madre y me necesitaba.
¿Lo difícil de este trabajo? Tener que mentirle a tu familia, entre en este negocio por gusto. Mi padre me enseñó a manejar un arma desde los diez años, el solo quería que aprendiera a defenderme de los peligros pero no sabía que me llamo demasiado la atención las armas, entre en el negocio por el dinero, se ganaba bastante para solo vender armas y Black Rose era la mejor mafia con las mejores armas ilegales así que era fácil el ganar dinero. La mayoría de las personas le temían a las mafias, yo solo le temía a M quien era el jefe de Black Rose. Una vez olvide entregarle el dinero y recibí una golpiza que me hizo no poder moverme en una semana, lo único bueno de este trabajo era el dinero porque lo demás era una completa mierda.


Estacione la camioneta frente a la casa de mi madre, camine hacia la puerta y mi hermana abrió de un tirón.

—Dile a mamá que la espero en el auto, no quiero verte a ti o al idiota de mi padre —regrese por donde había llegado.

Unos minutos después salió mi madre toda pálida, odiaba verla enferma pero no podía llevarla a vivir conmigo. Entro en el auto y solo me dio una sonrisa, no quería hacerle preguntas solo maneje al hospital. Una hora después mi madre rompió el silencio.

— ¿De qué son esos maletines? —giro para verlos mejor.
—Nada importante.
— ¿Es dinero verdad? Continuas por esos malos pasos, puede que no me creas pero un día de estos me van a llamar y decir que estas muerta.
—Muy mi problema si amanezco muerta, quizás el idiota de mi padre comience a preocuparse por tu saluda y mi hermana deje de meterse en problemas.
»Quiero llevarte conmigo pero siempre estarías interfiriendo en mis negocios y no, no soy una drogadicta y mucho menos una traficante de cualquier cosa que se te ocurra. Se cuidarme sola así que deja de preocuparte por mí y empieza a preocuparte más por ti, ¿estamos de acuerdo?

Mi madre solo asintió pero la notaba extraña, ella comenzaba a desvanecerse y después entendí que realmente tenía que llegar rápido al hospital. Maneje lo más rápido que podía, cuando llegue hice que algún paramédico me ayudara a llevarla adentro realmente me preocupaba su salud.
Pasaron treinta minutos antes de que un doctor me digiera que pasaba, cuando lo hizo realmente me quería morir. Mi madre tenía cáncer y no me lo había dicho, según el doctor la tendrían bajo observación por un par de días.

Mírame :

¡Iniciamos ya! Que bello, que emoción, que cosas xd Wow, que capitulo Karls, en ningún momento dejé de leer, si lo leí todo corrido porque los feels pudieron conmigo, y... y... me encantó. En verdad amo a Alex y a Summer, son tan malos a su manera, y pues... a pesar de ser enemigos de unos de mis personajes admito que son cool. Tus pj's siempre tienen ese toque de originalidad que los distingue, ¿sabes?, y en este caso aún más.
¿Quién sigue? Yo quiero otro cap a la voz de ya u.u nah, ignórenme.

Ay dioh mío. Karly, el capítulo estuvo perfecto, en ningún momento me aburrió, o algo similar, todo lo contrario, me dio mucha ternura Alexander por cómo haber regañado a Jefferson por haber encontrarlo haciendo aquellas, cosas, bueno me cayó bien, tiene su forma de ser muy única; me alegra mucho que ya hayamos comenzado y bueno, lo último me deja, impactada bc que feo el asunto de la mamá de Summer, y bueno, espero el siguiente cap