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"Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
Capitulo anterior... c;
Capitulo 21:
________ Scott:
— Estupendo —dijo Kevin abriendo el grifo de la ducha—. Porque Banks quiere invitarnos a dar un paseo en su barco. Está entusiasmado con el nuevo trato, pero insiste que tú estés presente.
Asentí, haciendo un esfuerzo por calmar el ritmo de los latidos de mi corazón. Esa sonrisa de Kevin. Fuera lo que fuese lo que me había hecho sentir, era una aberración. Una equivocación.
— John Banks me cae bien —dije antes de salir del baño—. Me alegro de ir.
— Ah, espera —dijo Kevin antes de que pudiera cerrar la puerta detrás de mi—. He pedido una cosa para ti del servicio de habitación. Estará aquí pronto.
Bien, pensé mientras rebuscaba entre la poca ropa que tenia, porque estaba muerta de hambre. Entretanto que esperaba, elegí unos pantalones y una blusa. No tenía nada más; además, no sabía que ropa era apropiada para un barco.
Antes de terminar de vestirme, apareció un camarero del hotel con un carrito lleno de comida, y mi estomago rugió.
El camarero dejo las bandejas cubiertas encima de la mesa del comedor, sirvió dos cafés y se marchó. Entonces, Kevin se reunió conmigo, envuelto en una bata de baño blanca y fresco de la ducha. De nuevo, sentí el efecto de ese hombre en el ritmo de los latidos de mi corazón. La bata blanca contrastaba con la morena piel de él. Kevin podía haber sido modela de publicidad, anunciando espuma de afeitar, loción para después del afeitado, pasta de dientes o cualquier otro producto, y habría tenido a las mujeres haciendo fila. Era sumamente atractivo.
— ¿Tienes hambre? —preguntó mientras se sentaba.
— Estoy desfallecida.
—
En ese caso, adelante —dijo él, indicando las diferentes bandejas con un gesto con la mano.
Era evidente que debía mostrarme impresionada por el banquete que Kevin había pedido, pero realmente me importaba poco ya que tenía tanta hambre que había comido cualquier cosa. Al levantar la primera taba, vi en la bandeja huevos revueltos con salmón; bajo la segunda tapa encontré tocino y champiñones. Había tortitas en la tercera bandeja, y un cuento de fresas y un frasco de chocolate derretido, todo eso como postre.
Casi se me cae la baba cuando levante la cuarta tapa…
— ¿Qué es esto? —pregunto con los ojos fijos en la plana caja que ocupaba el centro de la bandeja—. Kevin…
— Es una sorpresa —respondió él—. Abre la caja.
Sacudí la cabeza.
— No lo comprendo.
— Ábrela.
Con las manos temblorosas y la garganta seca de repente, agarré la caja y la abrí. Dentro estaba el colgante más bonito que había visto en mi vida. Era una esmeralda grande, rodeada de pequeños diamantes, que colgaba de una fina gargantilla de oro. Al lado, había unos pendientes haciendo juego.
Con el ceño fruncido, volví a sacudir la cabeza.
— No lo entiendo. ¿De dónde ha salido esto?
— De la joyería del hotel. Acéptalo. No es más que un detalle —dijo él.
— ¡Que no es más que un detalle! ¡Es magnífico!
Kevin, que había acudido a mi lado, agarro la gargantilla de la caja y, inclinándose, se agacho para ponérmela.
Me cosquilleo todo el cuerpo al sentir sus dedos en mi garganta… y también sentí la frialdad y el peso de la piedra preciosa en la piel. Acaricie la piedra con un dedo mientras él, poniéndome los pendientes, transformaba mis oídos en zonas de mucha sensibilidad, sexualmente hablando. Después, tomándome de la mano, Kevin me hizo levantarme de la silla y me llevo hasta un espejo que colgaba de la pared.
— Quería algo que hiciera juego con tus ojos —me dijo Joe, echándome el cabello hacia atrás—. ¿Te gusta?
Las joyas realmente hacían juego con el color de mis ojos, ensalzándolos. ¿Cuánto habrían costado? Demasiado, lo sabía. Y aceptarlo me costaría aun más.
— El juego es precioso —admití—, pero esa no es la cuestión.
— Si lo es —respondió Kevin acariciándome los hombros antes de besarme el cuello—. Eres mi amante. ¿Por qué no puedo mimarte? Sobre todo cuando has salvado un negocio de la catástrofe.
Las manos de Kevin transmitían calor a mis hombros, la piel aun me cosquilleaba tras sus caricias y, sin embargo, las palabras de él fueron como un balde de agua fría. ¿Así que aquellas joyas eran el precio que el pagaba por los servicios prestados?
Era una equivocación. Un regalo tan precioso debía hacerse con amor; de lo contrario, perdía valor.
Yo estaba perdiendo valor.
No era la recompensa que había esperado.
— Kevin, estas joyas son hermosas —admití, y por un momento vi un brillo de triunfo en sus ojos—, pero no puedo aceptarlas. Yo no accedí a ser tu amante para que me hicieras regalos y, si te sientes generoso, preferiría otro tipo de regalo.
Me aparte de él, desabroche la gargantilla, me quite los pendientes y deposite el juego en la caja.
Él me observaba desde el espejo, su mirada enfriada y la mandíbula tensa.
— ¿Y ese regalo es…?
Lo mire, presintiendo la tormenta que se avecinaba.
— Sabes porque estoy aquí. Me prometiste que volverías a considerar tus planes respecto a Ashton House.
Kevin se volteo, señalando la caja que aun tenía en las manos.
— ¿Y eso te impide que te de nada mas?
— Eso significa que no voy a dejarme comprar tan fácilmente.
— ¿Crees que te estoy comprando?
— ¿No lo estás haciendo? Escucha, Kevin, a mi me importa Ashton House, no unas insignificantes joyas a cambio de acostarme contigo.
— ¡Insignificantes joyas! —exclamo Joseph arrebatándome la caja de las manos antes de arrojarla a la bandeja.
— Y te agradecería que me dijeras si has reconsiderado tus planes respecto a Ashton House.
Kevin volvió a sentarse en la mesa.
— No.
— ¿Ese “no” que significa, que todavía no lo has pensando o que no quieres decírmelo?
— Te informare de mi decisión cuando la haya tomado. Y ahora, será mejor que desayunes antes de que la comida se enfrié.
Y el dulce y tierno Kevin Jonas se había esfumado.
Capitulo 21:
________ Scott:
— Estupendo —dijo Kevin abriendo el grifo de la ducha—. Porque Banks quiere invitarnos a dar un paseo en su barco. Está entusiasmado con el nuevo trato, pero insiste que tú estés presente.
Asentí, haciendo un esfuerzo por calmar el ritmo de los latidos de mi corazón. Esa sonrisa de Kevin. Fuera lo que fuese lo que me había hecho sentir, era una aberración. Una equivocación.
— John Banks me cae bien —dije antes de salir del baño—. Me alegro de ir.
— Ah, espera —dijo Kevin antes de que pudiera cerrar la puerta detrás de mi—. He pedido una cosa para ti del servicio de habitación. Estará aquí pronto.
Bien, pensé mientras rebuscaba entre la poca ropa que tenia, porque estaba muerta de hambre. Entretanto que esperaba, elegí unos pantalones y una blusa. No tenía nada más; además, no sabía que ropa era apropiada para un barco.
Antes de terminar de vestirme, apareció un camarero del hotel con un carrito lleno de comida, y mi estomago rugió.
El camarero dejo las bandejas cubiertas encima de la mesa del comedor, sirvió dos cafés y se marchó. Entonces, Kevin se reunió conmigo, envuelto en una bata de baño blanca y fresco de la ducha. De nuevo, sentí el efecto de ese hombre en el ritmo de los latidos de mi corazón. La bata blanca contrastaba con la morena piel de él. Kevin podía haber sido modela de publicidad, anunciando espuma de afeitar, loción para después del afeitado, pasta de dientes o cualquier otro producto, y habría tenido a las mujeres haciendo fila. Era sumamente atractivo.
— ¿Tienes hambre? —preguntó mientras se sentaba.
— Estoy desfallecida.
—
En ese caso, adelante —dijo él, indicando las diferentes bandejas con un gesto con la mano.
Era evidente que debía mostrarme impresionada por el banquete que Kevin había pedido, pero realmente me importaba poco ya que tenía tanta hambre que había comido cualquier cosa. Al levantar la primera taba, vi en la bandeja huevos revueltos con salmón; bajo la segunda tapa encontré tocino y champiñones. Había tortitas en la tercera bandeja, y un cuento de fresas y un frasco de chocolate derretido, todo eso como postre.
Casi se me cae la baba cuando levante la cuarta tapa…
— ¿Qué es esto? —pregunto con los ojos fijos en la plana caja que ocupaba el centro de la bandeja—. Kevin…
— Es una sorpresa —respondió él—. Abre la caja.
Sacudí la cabeza.
— No lo comprendo.
— Ábrela.
Con las manos temblorosas y la garganta seca de repente, agarré la caja y la abrí. Dentro estaba el colgante más bonito que había visto en mi vida. Era una esmeralda grande, rodeada de pequeños diamantes, que colgaba de una fina gargantilla de oro. Al lado, había unos pendientes haciendo juego.
Con el ceño fruncido, volví a sacudir la cabeza.
— No lo entiendo. ¿De dónde ha salido esto?
— De la joyería del hotel. Acéptalo. No es más que un detalle —dijo él.
— ¡Que no es más que un detalle! ¡Es magnífico!
Kevin, que había acudido a mi lado, agarro la gargantilla de la caja y, inclinándose, se agacho para ponérmela.
Me cosquilleo todo el cuerpo al sentir sus dedos en mi garganta… y también sentí la frialdad y el peso de la piedra preciosa en la piel. Acaricie la piedra con un dedo mientras él, poniéndome los pendientes, transformaba mis oídos en zonas de mucha sensibilidad, sexualmente hablando. Después, tomándome de la mano, Kevin me hizo levantarme de la silla y me llevo hasta un espejo que colgaba de la pared.
— Quería algo que hiciera juego con tus ojos —me dijo Joe, echándome el cabello hacia atrás—. ¿Te gusta?
Las joyas realmente hacían juego con el color de mis ojos, ensalzándolos. ¿Cuánto habrían costado? Demasiado, lo sabía. Y aceptarlo me costaría aun más.
— El juego es precioso —admití—, pero esa no es la cuestión.
— Si lo es —respondió Kevin acariciándome los hombros antes de besarme el cuello—. Eres mi amante. ¿Por qué no puedo mimarte? Sobre todo cuando has salvado un negocio de la catástrofe.
Las manos de Kevin transmitían calor a mis hombros, la piel aun me cosquilleaba tras sus caricias y, sin embargo, las palabras de él fueron como un balde de agua fría. ¿Así que aquellas joyas eran el precio que el pagaba por los servicios prestados?
Era una equivocación. Un regalo tan precioso debía hacerse con amor; de lo contrario, perdía valor.
Yo estaba perdiendo valor.
No era la recompensa que había esperado.
— Kevin, estas joyas son hermosas —admití, y por un momento vi un brillo de triunfo en sus ojos—, pero no puedo aceptarlas. Yo no accedí a ser tu amante para que me hicieras regalos y, si te sientes generoso, preferiría otro tipo de regalo.
Me aparte de él, desabroche la gargantilla, me quite los pendientes y deposite el juego en la caja.
Él me observaba desde el espejo, su mirada enfriada y la mandíbula tensa.
— ¿Y ese regalo es…?
Lo mire, presintiendo la tormenta que se avecinaba.
— Sabes porque estoy aquí. Me prometiste que volverías a considerar tus planes respecto a Ashton House.
Kevin se volteo, señalando la caja que aun tenía en las manos.
— ¿Y eso te impide que te de nada mas?
— Eso significa que no voy a dejarme comprar tan fácilmente.
— ¿Crees que te estoy comprando?
— ¿No lo estás haciendo? Escucha, Kevin, a mi me importa Ashton House, no unas insignificantes joyas a cambio de acostarme contigo.
— ¡Insignificantes joyas! —exclamo Joseph arrebatándome la caja de las manos antes de arrojarla a la bandeja.
— Y te agradecería que me dijeras si has reconsiderado tus planes respecto a Ashton House.
Kevin volvió a sentarse en la mesa.
— No.
— ¿Ese “no” que significa, que todavía no lo has pensando o que no quieres decírmelo?
— Te informare de mi decisión cuando la haya tomado. Y ahora, será mejor que desayunes antes de que la comida se enfrié.
Y el dulce y tierno Kevin Jonas se había esfumado.
CrazyxJonas
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
Capitulo 22:
________ Scott:
Las nubes habían desaparecido y el sol brillaba sobre las aguas del puerto de San Francisco. La potente lancha motora se deslizaba velozmente y agracia el viento en mi rostro.
Cuando el aire se tordo más fresco, Christine y yo nos refugiamos en el salón, de suelo de madera y lujosos tapizados. Si eso era salir en barco, no tenia quejas.
Kevin Jonas:
Me quede con Banks, a cargo del timón, charlando sobre barcos. A mi lado, impasible y con cara de pocos amigos, estaba Adrian.
La lancha aminoro la velocidad al acercarse a una arenosa costa de una pequeña isla. Después de amarrar, unos empleados de Banks fueron a las verdes colinas detrás de la playa para preparar la comida. El lugar era soleado y perfecto para un almuerzo campestre.
— Es una lancha impresionante —dije mientras nos preparábamos para desempacar en el pequeño embarcadero.
— Por eso quería que la vieras. Este prototipo es solo un ejemplo de lo que podemos construir una vez que modernicemos la maquinaria. Hasta entonces, no tenemos los medios de producción necesarios para lograr un volumen de negocio que nos de beneficios.
— ¿Cuánto dinero necesitas para la nueva maquinaria?
Banks me dio una cifra que sabia a ________ le hizo que la cabeza la diera vueltas y que Adrian frunciera el ceño, pero yo apenas parpadee. Claramente, había pensando en una cantidad semejante.
— Debo admitir que no me sorprendió demasiado recibir tu llamada esta mañana —añadió Banks mientras nos sentábamos en la mesa de picnic—. Sabía que no te das por vencido fácilmente, aunque sí me ha sorprendido tu proposición. Creía que te oponías por completo a la idea de incorporar un astillero en tu complejo negocio.
Me recosté en el respaldo de la silla y le lance una mirada a _________. A pesar de llevar gafas de sol y de la tensión entre ambos a partir del desayuno, sabia por la manera en que se movió que sentía un hormigueo en el estomago igual que en la mañana cuando le sonreí.
— Al principio, no me hizo demasiada ilusión. Pero después, recapacitando…
Escucho como Adrian lanzo un gruñido mientras Banks, siguiendo mi mirada, reía y le guiñaba un ojo a ella.
— Dime, ________, ¿a qué te dedicas? —le pregunto Banks—. Dado tu interés en el tema, supongo que trabajas en algo relacionado con el negocio inmobiliario, ¿no?
— _________ era la manager de un hotel en Beverly Hills —conteste.
_________ Scott:
Sonreí, preguntándome porque ser la amante de Kevin parecía darle derecho a hablar por mí.
— Eso es —respondí volteándole el rostro a Kevin—. Aunque en este momento, estoy buscando otro trabajo. ¿No es verdad, Kevin?
Pero antes de que Kevin pudiera contestar, me gire hacia Christine y añadí:
— Es un hotel precioso, Ashton House, en Beverly Hills. ¿No has oído hablar de él?
— Sí, claro que si, se el hotel que es —respondió Christine—. ¿No te acuerdas, John? Fuimos allí de invitados a la boda de Megan y Dylan, que se celebro en los jardines del hotel. Fue una boda preciosa. Es un lugar magnifico.
Banks asintió y luego sonrió.
— Ah, sí, un sitio muy bonito. Y que vistas.
Lance una significativa mirada a Kevin, notando que su expresión se endurecía.
— Si, es un sitio muy especial —dije, esperando que Kevin captara el mensaje—. Trabaje allí durante tres maravillosos años. Aunque antes estudie información y turismo y, al acabar los estudios, trabaje dos años en una pequeña inmobiliaria. Supongo que fue esto último lo que me despertó mi interés en la industria inmobiliaria.
— Ajá, eso lo explica —pronuncio Banks—. En fin, dado que estas buscando trabajo, si te interesa trabajar en este campo, dímelo porque tengo algunos contactos, aquí en San Francisco, a los que no les vendría nada mal alguien de tu talento.
— Gracias, se lo agradezco.
— No creo que _________ tenga tiempo —interrumpió Kevin apartando la mirada de mi para fijarla en Banks—. ________ va a estar muy ocupada ayudándome en unos proyectos a corto plazo.
¿Sí? Era la primera noticia que tenia de ello. Adrian, por su parte, pareció lanzar un bufido.
Banks se echo a reír.
— Bueno, supongo que tú tienes preferencia. Y ahora, ¿Qué tal si comemos?
Tanto Christine como John demostraron ser unos excelentes anfitriones, el ambiente mucho más relajado que durante la cena del día anterior. Entre la buena comida, el maro y el sol, el rato que pasamos allí fue muy agradable. Decidí dar un paseo por la playa mientras lo demás tomaban café y hablaban de barcos.
El corto bello de mis brazos me indico inmediatamente que tenia compañía. No necesite mirarlo, prefiriendo la vista del mar, era más seguro.
— Vas a tener que esforzarte más si quieres salvar tu precioso Ashton House.
Tome aire, que sabia a sal y a mar… y a él, también pude oler el rico aroma del café que él tenía en sus manos.
— No he hecho ningún esfuerzo —respondí—. Fuiste tú quien saco el tema del hotel al mencionar que yo era la mánager, así que solo me limite a dar una explicación.
Kevin no contesto inmediatamente, tardo unos segundos en hacerlo.
— ¿Segura que no quieres un café?
— No me cabe nada mas en el estomago —respondí, y era la verdad.
— No me habías dicho que habías trabajado en la industria inmobiliaria.
— No recuerdo que lo hayas preguntado—entonces, voltee el rostro hacia él y tuve que alzar la barbilla a causa de la altura de Kevin y de su proximidad—. ¿Y qué es eso de que voy a ayudarte en unos proyectos?
Kevin se encogió de hombros.
— No creo que te resulto un problema darme tu opinión si te la pido, ¿no? —sonreí.
— Vaya, vaya. Vas a pedir mi opinión, ¡Que privilegio!
— No le des demasiada importancia —respondió que Kevin me agarraba un mechón de cabello y se lo enrollaba en un dedo, atrayéndome hacia él—. Es solo una forma de aprovechar al máximo nuestro trato.
Kevin me puso un dedo en la nariz y me la acaricio. Intente apartarme, pero el mechón de cabello que el tenia alrededor de su dedo me lo impidió.
— ¿Qué te paso en la nariz? —preguntó.
— Me la rompí jugando jockey —respondí con vergüenza—. Se me quedo algo abultada y torcida.
— Me gusta —declaro Kevin, sorprendiéndome —. Tiene personalidad, igual que tu.
Nos quedamos ahí quietos, sin tocarnos a excepción del cabello que él tenía aun enrollado en el dedo. Sus labios se curvaron en una sonrisa, el deseo enturbio sus ojos. Sentí un vuelco en el estomago y calor corriendo por mi cuerpo.
Kevin estaba coqueteando conmigo, seduciéndome sin tocarme, ahí en la playa a la vista de todos. A pesar de lo que sabía de él, a pesar de saber que no debía seguirle el juego, no podía defenderme… por cómo me hacía sentir.
Era solo un juego, me dije a mi misma. No debía perder la cabeza.
Entonces, Kevin clavo sus ojos en mis labios y me sentí perdida. Iba a besarme y entreabrí los labios, dándole permiso en silencio.
— Perdona, Kevin.
Kevin no movió ni un solo musculo, sus ojos aun estaban en mis labios.
— ¿Qué quieres, Adrian? —dijo Kevin con frialdad.
— Banks dice que podríamos reunir a nuestros dos equipos para una cena de trabajo y aprovechar para informarles del cambio de planes.
— Buena idea —respondió Kevin sin voltear la cabeza.
— Voy a decírselo —Adrian se volteo para marcharse.
Entonces, Kevin, soltándome el cabello, se volteo.
— Ah, Adrian…
— ¿Sí? —dijo Adrian, deteniéndose.
— Reserva un boleto en el primer avión a Miami. Quiero que estés en la oficina mañana a primera hora.
— Pero… ¿y el trato con Banks?
— Yo me encargare de eso.
— Pero…
— Gracias, Adrian. Eso es todo.
Adrian se marcho entonces, pero no sin antes lanzarme una significativa mirada, indicándome con ello que me consideraba responsable de su pérdida de trato preferente.
— Tengo la impresión de que a Adrian no le gusto que hayas dicho que voy a ayudarte en algunos proyectos.
— No estoy contento con el trabajo de Adrian últimamente, prefiero que este en la oficina —respondió Kevin—. Entretanto, nosotros dos vamos nos vamos a quedar en San Francisco unos días mas mientras los arquitectos y los abogados se encargaran de los detalles del nuevo proyecto. Mañana vamos a ir a ver el astillero de Banks; después, examinaremos a sus competidores. Vamos a estar muy ocupados, con montones de reuniones y cenas de trabajo. ¿Estás dispuesta a ayudar?
Sonreí, el estomago volvía a hormiguearme. No sabía si era porque sentía que ese día nuestra relación había cambiado; a pesar de nuestras diferencias, comencé a creer que podíamos trabajar juntos.
Y lo mejor era que ya no me quedaría sola en el hotel esperándolo, sino que estaría haciendo algo con él.
Si trabajábamos juntos, si yo era capaz de demostrarle que podía prestar servicios en una sala de reuniones y no solo en un dormitorio, ¿no me ayudaría eso a salvar Ashton House?
— Estoy dispuesta —respondí.
CrazyxJonas
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
que bien que regresaste
estoy feliz feliz, de que por fin hayas subido cap :D
estoy feliz feliz, de que por fin hayas subido cap :D
JB&1D2
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
Siento mucho.lo.de tu abuelo
yo pase por lo.mismo hace unos años y te entiendo
Ntp nosotras esperamos ;)
Waaaa que bueno que regresaste :D No sabes cuanto extrañaba la nove
Es tan adictiva!!!
Siguelaaa Pronto Please
yo pase por lo.mismo hace unos años y te entiendo
Ntp nosotras esperamos ;)
Waaaa que bueno que regresaste :D No sabes cuanto extrañaba la nove
Es tan adictiva!!!
Siguelaaa Pronto Please
Vanee LovatoD'Jonas
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
Siiiii regresaste y con CAP
Que maravillosos los ame
Plis siguela pronto!!!!
Que maravillosos los ame
Plis siguela pronto!!!!
Karli Jonas
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
Ñaaaaa Holi, aqui les dejo otro cap, gracias por sus comentarios *w* ñlasfkhgdg
Las amo♥.
Capitulo 23:
__________ Scott:
Al día siguiente, ya tarde, sentía como si la cabeza estuviera a punta de estallarme. Habíamos ido a ver el astillero de Banks y después, acompañados de este, habíamos visitado al menos doce astilleros más. En esos momentos, Banks nos estaba llevando en su auto al hotel. En mi cabeza rondaban imágenes y cifras relaciones con el mundo náutico.
Pero mi educación no había terminado allí. Al lado de Kevin todo el día, casi no podía creer la rapidez con la que él asimilaba nuevos conceptos y terminologías. Cosa que también había logrado el respeto y admiración de Banks.
No era de extrañar que Kevin tuviera tanto éxito en los negocios, pensé. Era comprensible que estuviera por delante de sus competidores.
Por fin, nos despedimos de Banks a la entrada del hotel y Kevin me tomó del brazo. Nuestras miradas se encontraron un momento y capte en la de él un brillo especial, un calor me estremeció el cuerpo de pies a cabeza.
Sin mediar palabra, no tuve duda alguna de lo que estaríamos haciendo en cuestión de minutos. Ese hombre tenía un apetito sexual que me dejaba perpleja, un apetito contagioso. Ya podía sentir esa corriente eléctrica por mis venas y el ritmo acelerado del pulso.
Kevin me condujo hacia los ascensores con paso decidido.
— Hoy fue un bien día —dijo Kevin mientras entrabamos en el ascensor.
— Si, es verdad.
Las puertas del ascensor se cerraron y, al instante, Kevin me aprisiono entre la pared y su cuerpo subiéndome la falda para acariciarme los muslos con frenesí.
— Y va a ser aun mejor —añadió Kevin subiendo cada vez más sus manos.
Había cosas mucho peores que ser la amante de un hombre, pensé cuando, por fin, entramos en la suite.
— Voy a preparar un baño —dije, consciente de que Kevin querría ver su correo electrónico.
Kevin tiro de mí y me beso.
— Gracias por el aperitivo. Iré al baño para el plato principal.
No podía dejar de sonreír mientras cruzaba el cuarto de estar de camino al dormitorio y al baño. Si, había cosas mucho peores que ser la amante de Kevin Jonas.
Al llegar a la habitación, pare en seco. Había ropa por toda la cama y un colgador ahí cerca con trajes de noche, trajes de chaqueta de lino y preciosos vestidos de calle. En el suelo había cajas de zapatos y otras prendas con lencería.
— ¡Kevin! —grité—. ¿Qué es todo esto?
Kevin se acerco y, por encima de mi hombro, sonrió.
— Ah, estupendo, ya lo trajeron.
— ¿Pediste todo esto? ¿Por qué?
— Necesitas más ropa —declaro él simplemente—. Fue muy sencillo bajar a la boutique y pedirles unas cuantas cosas.
— Creo que puedo arreglármelas con lo que tengo.
— ¿Con lo que tienes dentro de una maleta del tamaño de una caja de zapatos? Hoy te vi haciendo malabarismos con la poca ropa que tienes para combinarla. Esto soluciona tus problemas. Elige lo que quieras y devuelve el resto a la tienda.
Kevin beso mi mejilla e hizo ademan de marcharse, dando por terminado el asunto.
— No quiero esta ropa —anuncia—. Para empezar, los precios de la boutique del hotel son exorbitantes.
Kevin se volteo.
— Nadie ha dicho que vas a pagar tú.
Sacudí la cabeza.
— Me niego a que me compres ropa. Creía que lo había dejado claro.
— Lo que dejaste claro era que no querías que te comprara joyas. Esto no son joyas.
¡Y yo que había pensando que había cosas mucho peores que ser la amante de Kevin Jonas!
— No quiero joyas, ni ropa, ni nada. No quiero lo que ella conlleva. No soy esa clase de amante.
— ¿No? ¿Qué clase de amante eres tú?
Trague saliva, sentía que se me cerraba la garganta.
— Sabes que no habría venido aquí de no ser porque tú me chantajeaste.
Los ojos de él se tornaron fríos y duros, su boca embozo una maliciosa sonrisa.
— Así que eres mi amante por chantaje, no por que seas una mercenaria, ¿eh? —Kevin me miro de arriba abajo—. ¿O te consideras una amante altruista? ¿La mujer que se sacrifica por salvar unos cuantos ladrillos? Si, supongo que eso es lo que te consideras.
— ¿Qué importancia tiene lo que yo pueda considerarme? No accedí a esto por lo que pudiera sacar de ello. Cierto que accedí a acostarme contigo, pero no me pagues por ello. No me conviertas en la prostituta que creías que era cuando me encontraste en tu cama.
La voz se me quebró al pronunciar la última frase y me di vuelta para que no pudiera ver las lágrimas que se habían asomado en mis ojos.
Unas fuertes manos me agarraron los hombros y no pude evitar inclinarme hacia el calor que el cuerpo de Kevin me daba.
— Yo no pienso eso de ti. No, ya no lo pienso.
— En ese caso, no me compres nada.
Kevin lanzo un suspiro y acerco sus labios a mis oídos.
— _________, prácticamente formamos un equipo ahora, estamos trabajando juntos… y necesitas ropa. Sabes perfectamente que tengo razón.
— No voy a ponerme una ropa que ha elegido una empleada de una tienda y que tú has pagado.
Kevin me obligo a dar la vuelta y, esta vez, su sonrisa era autentica.
— Muy buen. En ese caso, ve a la tienta y elige tú la ropa. Pero, a pesar de que puedas sentirte ofendida, yo voy a pagarla…
Abrí la boca para protestar, pero él me beso en la sien, y fue un beso que me caló hasta los huesos.
— Deja que termine —dijo él—. Voy a pagar por esa ropa como parte del pago por tu tiempo y tus conocimientos mientras me ayudas en este negocio y en los posibles futuros negocios, Un pago que, juntos, negociaremos. ¿De acuerdo?
Lo mire a los ojos y, casi al instante, me arrepentí de haberlo hecho. Cualquier mujer podía perderse en esos ojos.
— Está bien, hablaremos de ello.
Kevin me abrazo y me beso.
— Y ahora, ¿Qué hay del baño? Creo que aun tenemos pendientes unas negociaciones…
Las amo♥.
Capitulo 23:
__________ Scott:
Al día siguiente, ya tarde, sentía como si la cabeza estuviera a punta de estallarme. Habíamos ido a ver el astillero de Banks y después, acompañados de este, habíamos visitado al menos doce astilleros más. En esos momentos, Banks nos estaba llevando en su auto al hotel. En mi cabeza rondaban imágenes y cifras relaciones con el mundo náutico.
Pero mi educación no había terminado allí. Al lado de Kevin todo el día, casi no podía creer la rapidez con la que él asimilaba nuevos conceptos y terminologías. Cosa que también había logrado el respeto y admiración de Banks.
No era de extrañar que Kevin tuviera tanto éxito en los negocios, pensé. Era comprensible que estuviera por delante de sus competidores.
Por fin, nos despedimos de Banks a la entrada del hotel y Kevin me tomó del brazo. Nuestras miradas se encontraron un momento y capte en la de él un brillo especial, un calor me estremeció el cuerpo de pies a cabeza.
Sin mediar palabra, no tuve duda alguna de lo que estaríamos haciendo en cuestión de minutos. Ese hombre tenía un apetito sexual que me dejaba perpleja, un apetito contagioso. Ya podía sentir esa corriente eléctrica por mis venas y el ritmo acelerado del pulso.
Kevin me condujo hacia los ascensores con paso decidido.
— Hoy fue un bien día —dijo Kevin mientras entrabamos en el ascensor.
— Si, es verdad.
Las puertas del ascensor se cerraron y, al instante, Kevin me aprisiono entre la pared y su cuerpo subiéndome la falda para acariciarme los muslos con frenesí.
— Y va a ser aun mejor —añadió Kevin subiendo cada vez más sus manos.
Había cosas mucho peores que ser la amante de un hombre, pensé cuando, por fin, entramos en la suite.
— Voy a preparar un baño —dije, consciente de que Kevin querría ver su correo electrónico.
Kevin tiro de mí y me beso.
— Gracias por el aperitivo. Iré al baño para el plato principal.
No podía dejar de sonreír mientras cruzaba el cuarto de estar de camino al dormitorio y al baño. Si, había cosas mucho peores que ser la amante de Kevin Jonas.
Al llegar a la habitación, pare en seco. Había ropa por toda la cama y un colgador ahí cerca con trajes de noche, trajes de chaqueta de lino y preciosos vestidos de calle. En el suelo había cajas de zapatos y otras prendas con lencería.
— ¡Kevin! —grité—. ¿Qué es todo esto?
Kevin se acerco y, por encima de mi hombro, sonrió.
— Ah, estupendo, ya lo trajeron.
— ¿Pediste todo esto? ¿Por qué?
— Necesitas más ropa —declaro él simplemente—. Fue muy sencillo bajar a la boutique y pedirles unas cuantas cosas.
— Creo que puedo arreglármelas con lo que tengo.
— ¿Con lo que tienes dentro de una maleta del tamaño de una caja de zapatos? Hoy te vi haciendo malabarismos con la poca ropa que tienes para combinarla. Esto soluciona tus problemas. Elige lo que quieras y devuelve el resto a la tienda.
Kevin beso mi mejilla e hizo ademan de marcharse, dando por terminado el asunto.
— No quiero esta ropa —anuncia—. Para empezar, los precios de la boutique del hotel son exorbitantes.
Kevin se volteo.
— Nadie ha dicho que vas a pagar tú.
Sacudí la cabeza.
— Me niego a que me compres ropa. Creía que lo había dejado claro.
— Lo que dejaste claro era que no querías que te comprara joyas. Esto no son joyas.
¡Y yo que había pensando que había cosas mucho peores que ser la amante de Kevin Jonas!
— No quiero joyas, ni ropa, ni nada. No quiero lo que ella conlleva. No soy esa clase de amante.
— ¿No? ¿Qué clase de amante eres tú?
Trague saliva, sentía que se me cerraba la garganta.
— Sabes que no habría venido aquí de no ser porque tú me chantajeaste.
Los ojos de él se tornaron fríos y duros, su boca embozo una maliciosa sonrisa.
— Así que eres mi amante por chantaje, no por que seas una mercenaria, ¿eh? —Kevin me miro de arriba abajo—. ¿O te consideras una amante altruista? ¿La mujer que se sacrifica por salvar unos cuantos ladrillos? Si, supongo que eso es lo que te consideras.
— ¿Qué importancia tiene lo que yo pueda considerarme? No accedí a esto por lo que pudiera sacar de ello. Cierto que accedí a acostarme contigo, pero no me pagues por ello. No me conviertas en la prostituta que creías que era cuando me encontraste en tu cama.
La voz se me quebró al pronunciar la última frase y me di vuelta para que no pudiera ver las lágrimas que se habían asomado en mis ojos.
Unas fuertes manos me agarraron los hombros y no pude evitar inclinarme hacia el calor que el cuerpo de Kevin me daba.
— Yo no pienso eso de ti. No, ya no lo pienso.
— En ese caso, no me compres nada.
Kevin lanzo un suspiro y acerco sus labios a mis oídos.
— _________, prácticamente formamos un equipo ahora, estamos trabajando juntos… y necesitas ropa. Sabes perfectamente que tengo razón.
— No voy a ponerme una ropa que ha elegido una empleada de una tienda y que tú has pagado.
Kevin me obligo a dar la vuelta y, esta vez, su sonrisa era autentica.
— Muy buen. En ese caso, ve a la tienta y elige tú la ropa. Pero, a pesar de que puedas sentirte ofendida, yo voy a pagarla…
Abrí la boca para protestar, pero él me beso en la sien, y fue un beso que me caló hasta los huesos.
— Deja que termine —dijo él—. Voy a pagar por esa ropa como parte del pago por tu tiempo y tus conocimientos mientras me ayudas en este negocio y en los posibles futuros negocios, Un pago que, juntos, negociaremos. ¿De acuerdo?
Lo mire a los ojos y, casi al instante, me arrepentí de haberlo hecho. Cualquier mujer podía perderse en esos ojos.
— Está bien, hablaremos de ello.
Kevin me abrazo y me beso.
— Y ahora, ¿Qué hay del baño? Creo que aun tenemos pendientes unas negociaciones…
CrazyxJonas
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
ahhhhhh regresaste
Ya te extrañabamos!!!
Que mal lo de tu Abue lo siento mucho
Me encantaron los capis fueron hermosos
Espero la sigues pronto!!!
Ya te extrañabamos!!!
Que mal lo de tu Abue lo siento mucho
Me encantaron los capis fueron hermosos
Espero la sigues pronto!!!
aranzhitha
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
fasfahsdasilas no puedo creer que estes
de vuelta!!! Ahhhh me muero
me encantaron los caps!
Siguelaaa!
de vuelta!!! Ahhhh me muero
me encantaron los caps!
Siguelaaa!
# TeamBullshit
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
Vanee LovatoD'Jonas escribió:Siento mucho.lo.de tu abuelo
yo pase por lo.mismo hace unos años y te entiendo
Ntp nosotras esperamos ;)
Waaaa que bueno que regresaste :D No sabes cuanto extrañaba la nove
Es tan adictiva!!!
Siguelaaa Pronto Please
Gracias, sisi horrible:cc
pero buenoooooo xd salkfhdj si, lo siento u-u ya no pienso irme más :BB
CrazyxJonas
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
aranzhitha escribió:ahhhhhh regresaste
Ya te extrañabamos!!!
Que mal lo de tu Abue lo siento mucho
Me encantaron los capis fueron hermosos
Espero la sigues pronto!!!
Graciascc: yo tambien las extrañaba u.u lksjgdfgh
Sisi ahora la sigo:BB
CrazyxJonas
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
Capitulo 24:
Kevin Jonas:
Había sido una semana muy productiva, pensé mientras enviaba unas notas a Adrian por correo electrónico.
Después de darle al icono de enviar, me recosté en el respaldo del asiento y estiré los brazos por encima de la cabeza. Era viernes por la tarde y ________ había ido de compras con Christine; por fin, había reconocido que no tenía ropa suficiente. El nuevo proyecto en asociación con Banks marchaba muy bien y los encargados de la zonificación parecían contentos. Pero si los días habían ido bien, las noches habían ido mucho mejor.
Estaba sorprendido de la habilidad de _________ para los negocios. Y también estaba sorprendido de su habilidad en la cama.
Solo de pensar en ello el calor comenzaba a sentirse.
En ese momento, apareció el aviso de un mensaje electrónico en la pantalla de la laptop. Fruncí el ceño al ver que era de Adrian y más aun cuando leí el titulo del mensaje: Fecha de cierre de Ashton House.
Según el mensaje, una agencia de viajes se había puesto en contacto con el hotel. Tenían planeados unos tours durante tres años consecutivos y querían que uno de los lugares a visitar fuera Ashton House. La agencia de viajes preguntaba si podían hacer ya las reservas.
Llevaba días sin que Ashton House se me pasara por la cabeza y ahora, al leer el mensaje, mi resentimiento se despertó de nuevo. Nunca me abandonaría.
Quizá hubiera llegado el momento de decidir qué hacer respecto a Ashton House. ¿Por qué estaba retrasando mi decisión? Le había dicho a ________ que lo pensaría, ese había sido el trato.
Suspire, no había mucho que pensar.
Respondí al mensaje escribiendo: Diles que no. Lo envié y apague la laptop.
________ Scott:
Los días siguientes pasaron volando. En vez de un tranquilo fin de semana en San Francisco como había supuesto después de la ajetreada semana que habíamos tenido, Kevin anunció el sábado que nos íbamos a Seattle esa misma mañana con el fin de examinar unas propiedades a las que Kevin les había echado el ojo. Por lo tanto, pasábamos el fin de semana entre agentes inmobiliarios, paseos por centros comerciales y visitas a edificios con oficinas vacías. En los ratos libres, nos acercamos al puerto y Kevin compraba helados para los dos.
Nos paseábamos de la mano por la costa de Oriental Bay, acompañados de paseantes, familias, ciclistas y otras parejas agarradas del brazo.
Kevin estaba muy cariñoso, desacostumbradamente parlanchín, haciendo comentarios sobre la típica arquitectura de los edificios de la bahía, sobre su color y su carácter.
Nunca había visto tan extrovertido y fácil de tratar a Kevin, por lo que se me ocurrió sacar el tema de Ashton House; sin embargo, en ese momento, Kevin dijo que tenía chocolate en los labios y me los limpió con la punta de su lengua. Al instante, algo tierno y frágil cobro vida dentro de mí.
Parecíamos una pareja normal, una de las tantas que estaban paseando por la bahía. El momento fue tan tierno y dulce que tuve miedo de estropearlo; por eso, no dije nada más.
Las noches fueron exquisitas. Hacíamos el amor apasionadamente y nos quedábamos dormidos abrazados.
Y en un abrir y cerrar de ojos, estábamos de regresos en San Francisco. En el momento que llegamos, Kevin me llevo a visitar la isla de Waiheke para examinar más propiedades; en esta ocasión, de tipo residencial, aunque las propiedades que Kevin me enseño parecían más palacios que casas normales, con jardines tropicales, canchas de tenis y piscinas.
Después, de vuelta a las interminables reuniones y cenas de negocios con arquitectos, banqueros, abogados…
Hasta que lo note.
Mi menstruación llevaba cuatro días de retraso.
Kevin Jonas:
Había sido una semana muy productiva, pensé mientras enviaba unas notas a Adrian por correo electrónico.
Después de darle al icono de enviar, me recosté en el respaldo del asiento y estiré los brazos por encima de la cabeza. Era viernes por la tarde y ________ había ido de compras con Christine; por fin, había reconocido que no tenía ropa suficiente. El nuevo proyecto en asociación con Banks marchaba muy bien y los encargados de la zonificación parecían contentos. Pero si los días habían ido bien, las noches habían ido mucho mejor.
Estaba sorprendido de la habilidad de _________ para los negocios. Y también estaba sorprendido de su habilidad en la cama.
Solo de pensar en ello el calor comenzaba a sentirse.
En ese momento, apareció el aviso de un mensaje electrónico en la pantalla de la laptop. Fruncí el ceño al ver que era de Adrian y más aun cuando leí el titulo del mensaje: Fecha de cierre de Ashton House.
Según el mensaje, una agencia de viajes se había puesto en contacto con el hotel. Tenían planeados unos tours durante tres años consecutivos y querían que uno de los lugares a visitar fuera Ashton House. La agencia de viajes preguntaba si podían hacer ya las reservas.
Llevaba días sin que Ashton House se me pasara por la cabeza y ahora, al leer el mensaje, mi resentimiento se despertó de nuevo. Nunca me abandonaría.
Quizá hubiera llegado el momento de decidir qué hacer respecto a Ashton House. ¿Por qué estaba retrasando mi decisión? Le había dicho a ________ que lo pensaría, ese había sido el trato.
Suspire, no había mucho que pensar.
Respondí al mensaje escribiendo: Diles que no. Lo envié y apague la laptop.
________ Scott:
Los días siguientes pasaron volando. En vez de un tranquilo fin de semana en San Francisco como había supuesto después de la ajetreada semana que habíamos tenido, Kevin anunció el sábado que nos íbamos a Seattle esa misma mañana con el fin de examinar unas propiedades a las que Kevin les había echado el ojo. Por lo tanto, pasábamos el fin de semana entre agentes inmobiliarios, paseos por centros comerciales y visitas a edificios con oficinas vacías. En los ratos libres, nos acercamos al puerto y Kevin compraba helados para los dos.
Nos paseábamos de la mano por la costa de Oriental Bay, acompañados de paseantes, familias, ciclistas y otras parejas agarradas del brazo.
Kevin estaba muy cariñoso, desacostumbradamente parlanchín, haciendo comentarios sobre la típica arquitectura de los edificios de la bahía, sobre su color y su carácter.
Nunca había visto tan extrovertido y fácil de tratar a Kevin, por lo que se me ocurrió sacar el tema de Ashton House; sin embargo, en ese momento, Kevin dijo que tenía chocolate en los labios y me los limpió con la punta de su lengua. Al instante, algo tierno y frágil cobro vida dentro de mí.
Parecíamos una pareja normal, una de las tantas que estaban paseando por la bahía. El momento fue tan tierno y dulce que tuve miedo de estropearlo; por eso, no dije nada más.
Las noches fueron exquisitas. Hacíamos el amor apasionadamente y nos quedábamos dormidos abrazados.
Y en un abrir y cerrar de ojos, estábamos de regresos en San Francisco. En el momento que llegamos, Kevin me llevo a visitar la isla de Waiheke para examinar más propiedades; en esta ocasión, de tipo residencial, aunque las propiedades que Kevin me enseño parecían más palacios que casas normales, con jardines tropicales, canchas de tenis y piscinas.
Después, de vuelta a las interminables reuniones y cenas de negocios con arquitectos, banqueros, abogados…
Hasta que lo note.
Mi menstruación llevaba cuatro días de retraso.
CrazyxJonas
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
:affraid: esta embarzada???
Dios si lo esta que dira Kevin???
Kevin no puedes desacerte del hotel
La rayiz se va a enojar si lo haces
Siguela!!!!!
Dios si lo esta que dira Kevin???
Kevin no puedes desacerte del hotel
La rayiz se va a enojar si lo haces
Siguela!!!!!
aranzhitha
Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|
ah la pucha hasta que lo notaste!!
dios esta embarazada !!!
kevin no vendio el hotel !!
oh dios no se que pensar !
siguelaa !!
dios esta embarazada !!!
kevin no vendio el hotel !!
oh dios no se que pensar !
siguelaa !!
# TeamBullshit
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