Re: "Un Trato Seductor" (Kevin&Tu) |Terminada|

por **# TeamBullshit** Miér 18 Abr 2012, 9:22 pm

Vas a seguirla ?
Por favor necesito capitulo !

por **Karli Jonas** Jue 19 Abr 2012, 11:15 pm

Andaaaaaaaaaaa sigue :)

por **ElitzJb** Dom 22 Abr 2012, 7:52 pm

quiero mas capitulos la nove esta geniaaaaaal
siguqla prontooooo

por **Karli Jonas** Jue 26 Abr 2012, 7:04 am

Sigueee!!

por **ElitzJb** Vie 27 Abr 2012, 8:33 pm

mas capitulos

por **CrazyxJonas** Jue 03 Mayo 2012, 8:32 pm

Perdonenme presiosas, por haberlas dejado tanto timnepo, prometo que no pasara más, y ya sé que lo he dicho antes x doisakjf pero en fin...
Espero que les haya gusteeeee :BB asdfghj
Las amo♥ Y nunca voy a dejar la nove *-* xd sdfghj

— Estaba dormida.

— En ese caso, esperaré a que estés dormida —sugerí—. Para empezar, discutirías menos.

— ¡Y tu quizás deberías dejarte de tonterías y empezar de una vez!

Capitulo 17:

Kevin Jonas:

Sin preámbulos, la arrincone contra la pared, sin darle tiempo a reaccionar. Y, al instante, le cubrí la boca con la mía en un ardiente y furioso beso mientras le arrancaba la ropa.

Ya había esperando más que suficiente. Ya había soportado demasiado. Había llegado el momento de demostrarle a esa mujer el motivo del cual estuviera aquí.

En vez de oposición, me encontré con aceptación. El hambriento ardor de la boca de ________, el baile de su lengua, el calor de su cuerpo… todo indicaba que me deseaba.

Me deshice de la blusa de ella y llene mis manos con sus pechos tras quitarle el sostén. _______ jadeo antes de que encontrara mis labios… y saboree mi propia sangre.

Tenía el olor de _______ en el cuerpo, su sabor en mis sentidos, pero aun así no era suficiente.

Aun con el imparable beso, le subí la falda y le baje la diminuta prenda que protegía mi destino; entre tanto, ________ trataba de quitarme la ropa con igual frenesí.

Me sentí liberado, sus largos dedos rodeándome, y apreté los dientes. Casi no podía soportarlo. Encontré su centro, suave y dulce, y levantándola ligeramente, tome posesión de aquella mujer.

________ gimió cuando la penetré y echo su cabeza hacia atrás.

— ¿Te gusta esto? —pregunté mirándola.

________ murmuró algo ininteligible antes de que saliera de ella solo para volverla a penetrarla al instante.

________ tembló y sus músculos se contrajeron, reclamándome, sujetándome, aprisionándome….

— Ahora dime que esto no te gusta —insistí.

Me moví en su interior sin darle un respiro.

— Dime que esto no te gusta si te atreves, ¡Dímelo! —exigí, consciente de que no podía durar mucho mas.

— Yo… no puedo —admitió ella casi sin respiración antes de dar con la cabeza en la pared, empapada en sudor y gemir al alcanzar el éxtasis.

Estalle dentro de ella, recordando el motivo por el que había querido que ________ me acompañara.

Permanecimos así durante un rato mientras nuestros cuerpos se recuperaban y el ritmo de nuestras respiraciones volvía a la normalidad. Por fin, después de un rato, la hice pisar el suelo, pero la vi temblar y continúe sujetándola. Al cabo de unos momentos, ________ pareció ser capaz de sostenerse por sí misma y, soltándola, me separe de ella unos pasos.

Fue entonces cuando vi los ojos de ________ llenos de lágrimas. Sorprendido, le roce las mejillas.

— ¿Estás llorando?

________ cerró los ojos con fuerza y negó con la cabeza.

— Dime, ¿Qué te pasa? —insistí.

Ella me miro por fin, con sus ojos brillantes como esmeraldas.

— Es solo que… gracias.

El pecho se me hincho de orgullo. La tenía en mis manos. Y duraría tanto como yo quisiera, hasta que me cansara de ella. E iba a aprovechar la ocasión. Sí que lo haría.

Sin embargo, cuando nos separamos, fue cuando me di cuenta de lo que había hecho; había olvidado ponerme un preservativo.

Ella pareció notar mi cambio, porque con mirada aprensiva me pregunto:

— ¿Qué te pasa?

— No me puse el preservativo —respondí, consciente de que la había asustado, por lo que le acaricie la mejilla—. ¿Estás tomando anticonceptivos?

________ asintió mecánicamente.

— Anticonceptivos…—repitió ella en voz baja y perezosa, con los labios hinchados y enrojecidos.

Entonces, la vi fruncir el ceño y no pude evitar darle un beso en la boca, tras de que le sonriera con ternura, contento de que ella estuviese tomando precauciones.

— Los dos perdimos la razón. Pero, te prometo que no volverá a ocurrir.

La tome en mis brazos y la lleve baño; una vez allí, le quite el resto de la ropa y la lleve a la ducha conmigo. La enjabone y le acaricie todo el cuerpo. Después, deje que me enjabonara, deleitándome con la fascinación que vi en los ojos de ella mientras descubría mi cuerpo.

Luego, de vuelta en el dormitorio. La deposite en la enorme cama y, en esa ocasión, si saque un preservativo del cajón de la mesita de noche. No iba a cometer el mismo error.

— Déjame a mí —dijo ella nerviosa.

Le permití que me pusiera el preservativo antes de volver a enterrarme dentro de ella.

_______ Scott:

Me di una ducha y me puse a deshacer la maleta con cuidado de no despertarlo. Kevin me había pedido que lo despertara a las siete porque iríamos a cenar.

La piel aun me cosquilleaba y mis músculos internos se tensaban de solo recordar lo que había sentido.

¡Como lo había deseado! Jamás había sentido un deseo semejante por un hombre, jamás me había sentido tan consumida por la pasión.

Sonreí al sacar de la maleta el vestido negro con incrustaciones, que me puse inmediatamente. Ya no me sentía frustrada; por el contrario, me sentía viva, satisfecha y sensual, adolorida en partes que no me permitían olvidar lo que habíamos hecho juntos y sintiéndome más mujer que nunca.

Al subirme el cierre del vestido, me dio la sensación que estaba más justo que antes y, por un momento me asuste; pero entonces, al mirarme al espejo, sonreí. Quizá fuese mejor que me quedara algo más justo.

Me recogí el cabello en una cola de caballo, dejando que el fleco cayera por mi rostro, y a continuación me maquille. Mi aspecto era diferente, pensé al examinar el resultado.

Mi sonrisa se amplio. Ser la amante de un hombre tenía su lado bueno.

Y ahora que ya habíamos solucionado el asunto del sexo y que pensaba con más claridad, podía reflexionar respecto a que estaba haciendo aquí. Kevin parecía razonablemente satisfecho con mis servicios y, si continuaba complaciéndole en la cama, antes o después tendría la oportunidad de hablar con él y de hacerle ver lo estúpido que era destruir un hermoso edificio que daba tanto placer a tanta gente. Quizá lograría hacerle cambiar de planes respecto al futuro de Ashton House.

Estaba cerrando el closet cuando encontré las píldoras anticonceptivas. Le había dicho a Kevin que estaba tomándolas, por lo que era una suerte no haberlas dejado olvidadas. Después de servirme un vaso de agua, iba a meterme una en la boca cuando lo note: ese no podía ser el día…

Debí haberme olvidado de una. Pero, al instante, me di cuenta de mi error; no me había saltado una, sino dos. La primera fue la noche en el hotel, cuando Kevin me encontró en su cama; la segunda, la de esta tarde.

¡Y le había dicho que no se preocupara, que estaba tomando las pastillas!

Me senté en el borde de la bañera. ¿Debía decírselo? Esto no serviría a mi causa. ¿Debía esperar? No tenía sentido preocuparlo innecesariamente, ¿no? Además, algo me decía que a Kevin no iba a gustarle nada oír eso. Por otra parte, ¿Qué probabilidad había de que estuviera embarazada? Al fin y al cabo, la gente pasaba meses y meses intentándolo.

Mire el reloj. Era hora de despertar a Kevin. Me puse de pie, algo nerviosa, pero casi convenciéndome a mi misma de que no pasaría nada, me tome dos pastillas. Si, no pasaría nada, la vida no podía ser tan cruel.

Me acerque a la cama y pronuncie su nombre en voz baja. El no se movió, por lo que volví a llamarlo; esta vez, alzando algo la voz.

Kevin continúo durmiendo. Se veía tan lindo dormido. Me senté en la cama, a su lado, coloque suavemente la mano en su hombro y baje la cabeza para aspirar su aroma.

Con los labios, roce su mejilla.

— Kevin —murmure antes de besarle la comisura de sus labios.

De repente, Kevin me rodeo el cuello con un brazo y tiro de mí hasta besarme. Después con un rápido movimiento, me tumbo en la cama, colocándose encima de mí y me beso sin compasión, sensual y profundamente.

No recuerdo cuanto duro el beso, no tengo idea. Había perdido el sentido del tiempo y había abandonado la idea de no estropearme el maquillaje. Lo único que sabía era que, cuando él por fin se aparto, me sentía sin respiración, mareada y mas deseosa que nunca, a pesar de haber tenido dos encuentros ese día.

Con el rostro cerca del mío y los ojos llenos deseo, Kevin me dijo:

— A esto le llamo despertarse bien. Estas…—deslizo su mirada por todo mi cuerpo— para comerte —fue entonces, que frunció el ceño—. ¿De cuánto tiempo disponemos?

— Del suficiente —respondí.

Kevin sonrió y volvió a besarme.

— Muy buena respuesta —añadió él antes de destruirme el maquillaje por completo.

por **mariely_jonas** Vie 04 Mayo 2012, 1:16 pm

wow
ke kapitulo wow
esta increible me encanta!!
no puede ser ke la rayis aya sido tandespisitada
pero seria hermosos un hijo de mi kevin awww!!!
siguela me encnataa!!!

por **aranzhitha** Vie 04 Mayo 2012, 3:28 pm

awww Kevin baba

quien te viera
Esa forma de besar :twisted: awww
Siguela!!!!
Quiero Maraton

por **romina.13** Vie 04 Mayo 2012, 9:30 pm

ahhh amo a este kevin
siguela pronto

por **aranzhitha** Vie 04 Mayo 2012, 9:35 pm

siguela!!!! Shi :(

por **CrazyxJonas** Miér 09 Mayo 2012, 9:08 pm

Hooliiiii, perdón por no subir antes :BB shdfsajds
Espero que les gusteee c:

Kevin sonrió y volvió a besarme.

— Muy buena respuesta —añadió él antes de destruirme el maquillaje por completo.

Capitulo 18:

_______ Scott:

— John Banks es el propietario y director de Banks Boat-Building aquí en San Francisco —me explico Kevin durante el trayecto al restaurante—. Banks tiene una franja de doscientos metros de longitud en el puerto, en una zona perfecta para construir. Por otra parte, su negocio no va bien, necesita actualizarse. Banks no tiene capital para hacerlo y no está teniendo éxitos para conseguir un préstamo; sin embargo, esta haciendo todo lo posible para evitar venderme a mí. Con este fin, ha llegado incluso a echar mano de sus contactos en la administración para que se opongan a los cambios en zonificación que me permitirían edificar allí.

— ¿Por qué no consigue que le presten el dinero? Solo el terreno debe valer una fortuna.

— Por qué ya tomo prestado mucho dinero, avalándolo con el terreno, para invertirlo en el negocio de su hijo, y todo salió mal. El banco se niega a prestarle más dinero.

Fruncí el ceño.

— ¿Cómo sabes todo eso?

— Muy sencillo, soy un importante accionista de ese banco.

— Así que… ¿has intervenido para que no le presten más dinero?

— El banco necesita repartir beneficios entre sus accionistas. No es bueno para el negocio hacer préstamos de alto riesgo.

— Oh, por el amor de Dios, al menos podrías darle la oportunidad de defenderse, ¿no?

— Oye, yo no he llegado a donde he llegado quedándome sentado y esperando a que me lo sirvieran todo en bandeja. El mundo no funciona así. Si uno quiere algo, tiene que ir por ello. Y si no lo consigues, es que no lo has hecho bien y no lo mereces.

Recordé lo cruel que Kevin Jonas podía llegar a ser.

— En resumen, tu estas empeñado en que Banks no reciba un préstamo y el está empeñado en que tu no obtengas permiso para construir. En mi opinión, son tal para cual.

Kevin lanzo un gruñido.

— Por lo que a ti concierne, solo tienes que preocuparte de ser amable con Christine, la esposa de Banks, que va a venir a la cena. Yo me ocupare de Banks.

— Quieres decir que te encargaras de presionarlo, ¿no?

— De persuadirle, diría yo.

— Si claro. Dime, ¿va a estar Adrian presente?

— ¿Por qué lo preguntas?

Voltee la cabeza hacia la ventanilla, fingiendo interés en las oscuras aguas del puerto ahora que estábamos llegando a nuestro destino.

— Como es tu mano derecha y demás…

— No —respondió Kevin—. Adrian no va a venir a la cena.

Sentí un gran alivio. No me caía bien y sabía que era mutuo. Estaría más relajada sin él.

Kevin detuvo el auto delante de un restaurante del puerto. John y Christine Banks estaban sentados en el bar, esperándonos. John era un hombre de cabello canoso y piel arrugada con ojos inteligentes. Christine, enfundada en un traje azul, era toda elegancia; unas pequeñas líneas alrededor de la boca era la única señal de envejecimiento en su agradable rostro.

Me cayó bien esa mujer de inmediato.

— Que nombre tan poco corriente para una mujer —dijo Christine con honestidad una vez concluidas las presentaciones—. Me parece que nunca había oído ese nombre como nombre de pila.

— Es una tradición en mi familia, reservada a los varones primogénitos —le explique.

— ¿Y tus padres decidieron romper la tradición?

— Más o menos. Yo fui concebida por inseminación artificial ya que mis padres no parecían lograrlo por métodos naturales. Como pensaron que lo más seguro era que ya no pudieran tener hijos, me pusieron este nombre, aunque añadieron un Rose para darle un toque femenino.

— Entonces, ¿te llamas ________ Rose? —dijo Christine asintiendo—. Vaya, me gusta. Y me parece que va contigo.

Unos minutos más tarde, nos llevaron a nuestra mesa, junto a la pared de cristal con vista al puerto, las luces de las casas brillando en la superficie del agua en la distancia.

— Dime, Kevin, ¿Qué estamos haciendo aquí esta noche? —pregunto John Banks con voz grave y expresión serio después de haber pedido la cena—. Creo que está bastante claro que las negociaciones se han estancado.

Sentí a Kevin, a mi lado, ponerse tenso.

— Siempre he creído que hay una solución para todo. Estoy seguro de que podríamos solucionar el problema considerando la situación desde otro ángulo.

— La cuestión es que yo no quiero venderte a ti mi propiedad. Y la razón es porque no quiero que se destruya mi astillero y que, en su lugar, se levanten esos clubes nocturnos que tú construyes. Si pensabas que apareciendo aquí con una hermosa mujer del brazo ibas a conseguir hacerme cambiar de idea, te has equivocado. Ese astillero lleva ahí casi sesenta y cinco años, se merece algo mejor que ser borrado de la faz de la tierra.

Kevin apretó los labios.

— En ese caso, ¿Por qué no aceptas el dinero que te he ofrecido y montas el astillero en otra parte?

— ¿Por qué iba a hacerlo cuando me gusta el lugar donde esta?

Kevin movió la servilleta de su sitio encima de la mesa.

— ¿Por qué tiene que tratarse de negocios esta cena?

— ¿Es que no se trata de negocios? —Banks volteo hacia mí—. Dígame. Joven, ¿Qué papel juega usted en todo esto? ¿A que ha venido, a ser amable conmigo, coquetear y convencerme de que haga negocios con Kevin Jonas a toda costa?

— ¡John! —exclamó Christine.

— No, todo lo contrario —respondí—. A juzgar por mi experiencia con Kevin, creo que lo mejor para usted seria intentar presionar o incluso buscarse a otra persona con quien hacer negocios.

Sentí los ojos de Kevin sobre mí, amenazantes.

— ¿En serio? —dijo John—. ¿Y cómo cree usted que podría mejorar mi posición en este asunto con Kevin?

Miré alrededor de la mesa antes de contestar:

— Quizá esto les parezca una locura; sin embargo, por lo poco que se del negocio, me pregunto si no habría ventajas para los dos si decidieran un nuevo plan de desarrollo en la zona.

John alzo las manos al aire.

— No me interesante los clubes nocturnos. Y los cambios en zonificación no permitirá eso. En lo que a mí respecta, Jonas no puede hacer nada según el reglamento de zonificación vigente.

— En ese caso, quizá debería cambiarse. ¿Por qué no son socios en el nuevo proyecto? Por lo que sé, hay terreno más que suficiente para un astillero modernizado y para un centro de entretenimiento. Quizá con el astillero entre los edificios con el fin de darle unidad al complejo, ¿no? De esa forma, nadie sale perdiendo y todos se benefician. Además, así le resultaría más fácil a Kevin lograr el cambio en la zonificación.

— ________ —me interrumpió Kevin—, es suficiente.

Entonces, girando hacia Banks, añadió:

— Como ________ ha dicho, ella no sabes sobre los detalles del proyecto.

Pero Banks lo ignoro y continúo mirándole con expresión reflexiva.

— No es lo que esperaba, joven. Su idea tendría peso con los encargados de la zonificación. El problema es que tanto a Jonas como a mí nos gusta hacer las cosas solos y a nuestra manera. Incluso aunque la idea fuera buena, no sé si podríamos trabajar juntos. ¿Qué opinas tú, Jonas?

Voltee hacia Kevin y note su tensa mandíbula y sus ojos fríos y duros como el hielo. Fue entonces cuando me di cuenta de que me había excedido en el papel que me correspondía representar esa noche.

— Creo que quizá deberíamos olvidarnos de los negocios y disfrutar la cena —respondió Kevin tras unos segundos de silencio.

por **SandyJonas** Jue 10 Mayo 2012, 3:06 pm

Síguela pronto :)

por **aranzhitha** Jue 10 Mayo 2012, 3:18 pm

ahhh Kevin no te enojes
La rayita solo queria ayudar :(
Siguela!!!
Quiero Maraton

por **Ed Sheeran** Jue 10 Mayo 2012, 4:42 pm

JAJAJAJAJAJA LA RAYIS TODA UNA SEÑORA DE NEGOCIOS QUE SI?
YO TAMBIEN QUIERO MARATON TON TON (?
JAJAJAJAJAJJAA SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

por **romina.13** Sáb 12 Mayo 2012, 9:40 am

siguela pronto! :)

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