La chica de servicio. {Zayn Malik.

Comenzaron a mover mi brazo con suavidad, abrí los ojos lentamente, escuchando de nuevo aquella melodía proveniente de mis audífonos, la azafata estaba justo a mi lado con una linda sonrisa.
—Ya hemos llegado, puede bajar. —sonrió y siguió su camino hasta la cabina de control.
Fue un viaje un tanto largo desde Francia a Londres, jamás había estado tanto tiempo fuera de casa y menos en vacaciones, las vacaciones de verano, oh si sigo pensando en eso lloraré, pero era inevitable; me levante y comencé a caminar, mi estancia en Londres serán todas las vacaciones, ya que mi amiga Nicole me ha conseguido trabajo como bucama en la casa de los Malik, mi hermano también estaba allí, el trabajaba como su chofer.
Hoy era mi primer día, no podía dejar que Nicole quedara mal frente a sus jefes, tome un taxi camino a las gigantescas mansiones de todo Londres,  el taxi se estaciono en una casa majestuosa, jamás había visto una mansión de esa magnitud, le pague al hombre y baje, estaba impactada.
—¡Helen! —recibí un cálido abrazo de Nicole.
—Hola cariño. —sonreí y bese su mejilla.
—Ven, ven, hay que ir a dentro, se nos hace tarde. —murmuró Nicole ayundándome con mi maleta.
Entramos a la casa, por la puerta de la cocina, si el exterior de la casa era maravilloso el interior era mejor, y eso que sólo había visto la cocina, era genial, impetuosa mi madre estaría feliz con una cocina así.
—¿Impresionada? —me miró Nicole.
—No sabes cuanto. —susurré.
—Los Malik tienen mucho dinero, ¿ya has oido hablar sobre ellos? me miró.
—Por supuesto, ¿quien no? —sonreí.
—Bueno, bueno, te daré tu uniforme y luego iré a presentarte con los señores ¿vale? —asentí.
Se acerco nuevamente con un pequeño uniforme negro, odiaba los vestidos y las faldas, y eso ni siquiera podía llamarse vestido, era corto muy corto y el escote ¿qué pensaban?.
—No voy a usar eso. —miré a mi amiga.
—Tienes que. —dijo Nicole.
—Pero mira esto, si es muy corto.
—Se ve así, pero cuando te lo pruebes quedara diferente, ya veras.
Me lo pobre y me pare frente al espejo, me veía ridícula, más que ridicula., el vestido era negro y eso así resaltar más mi piel pero esta vez me veía mas pálida de lo normal, mis ojos azules resaltaban demasiado, había que dejar el cabello suelto, con tan solo una diadema negra, mi cabello siempre había sido un dilema, mire mis piernas, me quedaba demasiado corto, y no se diga el escote, no dejaba mucho a la imaginación; baje un poco mas el vestido pero era inútil, salí y Nicole al verme sonrió.
—Vaya te ves bien. —rió.
—Cállate. —suspiré.
—Bueno, voy a darte tus quehaceres y te hablare sobre la familia. Primero están los señores, Tricia y Yaser, son muy amables pero le gustan las cosas perfectas, nada de quejas si no quieres ponerlos de mal humor, luego esta Safaa es la menor de los Malik es la más agradable, no es muy exigente, luego viene Walhiya, ella es la "adolescente" así que a veces es insoportable, también, esta Doniya ella es igual que Safaa es tranquila y amable. —concluyó.
—¿Eso es todo? —la miré.
—No, me falta uno, el más complicado, su nombre es Zayn es el mayor y es un estúpido bipolar, nunca sabes de que humor lo vas a encontrar, por suerte se fue un par de días porque tiene problemas con su novia según sé. —me miró.
—Oh, claro.. —sonreí. —¿Cuando veré a Niall?
Niall era mi hermano, casi nunca lo veía porque él siempre estaba metido en esta casa, pero era inevitable Nicole y él están juntos desde hace mucho tiempo.
—Pues, no lo sé creo que esta dejando a Walhiya con sus amigas.. —murmuró. —Ve arriba a ordenar las habitaciones.
Asentí y comencé a caminar en esa majestuosa casa.


Llevaba más de una semana trabajando para los Malik, me había acostumbrado ya, todos eran amables aunque a veces Walhiya era la excepción con sus drásticos cambios de humor, según me había dicho Nicole hoy regresaba el mayor de los Malik, no recuerdo muy bien su nombre.
Servi un poco de té y lo coloque en una bandeja con un par de galletitas a un lado, inmediatamente se lo lleve a la señora Malik.
—Aquí tiene. —susurré y Sonreí. —¿Se le ofrece algo más?
—No Helen, gracias. —sonrió, di media vuelta y comencé a caminar. —Oh, espera Helen..
Volvió a llamarme, regrese a pasos rápidos y la mire esperando una respuesta.
—Mi hijo ha regresado, está en el estudio, ese cuarto que siempre pasa con llave, llevale un jugo de naranja por favor. —sonrió.
—Esta bien señora Malik.
Me adentre de nuevo a la cocina esta vez comencé a preparar una bandeja para el mayor de los Malik, camine con rapidez al estudio y toque varias veces, no hubo respuesta, tras un par de intentos mas y al ver que nadie responde, decido entrar sin permiso, abriendo la puerta sin cautela veo la habitación, me doy cuenta que no es como las otras las cuales poseen grandes ventanales esta es oscura, sombría.
—¿Hola? —susurró cerrando la puerta detrás de mi, a penas si pude encontrar el interruptor de la luz, al encenderla quede embobada viendo a un hombre de un hermoso cabello negro cual azabache, y unos ojos cafés preciosos cubiertas por unas finas pestañas, sus facciones eran finas, sus labios eran rosados y hermosos y su creciente barba hacia el conjunto perfecto.
Tenia que ser Zayn, el me miraba furioso tal vez por la intromisión.
—¿Quien es usted? —murmuró en voz ronca. —¿Y por qué entra sin mi permiso? —pregunta alterado.
—He llamado a la puerta y como nadie a respondido he decidido entra. —es inevitable quitar el cinismo en mi voz. —Lo lamento señor Malik pero su madre me ha pedido que me le trajera esto.
Sin decir palabra rodea el escritorio despacio es inevitable no mirarlo, era alto, su traje era de un hermoso color gris, resaltaba un poco sus músculos, y sus manos eran grandes y firmes, oh Dios... que hombre.
—¿Ah terminado la inspección? —levanto la vista avergonzada y teniéndolo así de cerca me parece aún más guapo. —¿Señorita...?
—Helen, Helen Smith. Soy la nueva chica de servicio. —susurre.
—Y bien señorita Smith, ¿quien le ha dado permiso de entrar así en mi despacho y hablarme con la altanería con la que usted lo a hecho? —me pregunta en un tono engañosamente paciente.
—Lo lamento, no quise ofenderle con mi tono. —murmuré tragandome mi orgullo. —Y con respecto a que entre sin permiso, llamé varias veces a la puerta y no hubo respuesta así que quise asegurarme de que no hubiera nadie para avisarle a su madre. —explique.
—Que no se vuelva a repetir. —dijo en tono frío, autoritario. Nego suavemente dio media vuelta y volvió a su asiento. —Deje la bandeja sobre la mesa, y, por favor recoja el despacho que para eso se le paga.
Asenti, menudo hombre, guapo si pero un completo estúpido arrogante, me dispuse a limpiar era como que si hace siglos no limpiaban este lugar, sentía la mirada del señorito Malik sobre mi inspeccionando cada uno de mis movimientos, recogí un poco y, ahora, se veía un poco más ordenado.
Me tomó más de cuarto de hora terminar por completo, al terminar me pare al frente y el me miro sorprendido.
—¿Se le ofrece algo más? —pregunte amablemente.
—Quizás... —comenzó a hablar con su tono frío, preponte, descarado. —¿Qué me ofrece?
Le miro confundida, ¿qué le ofrezco? ¿y que mierda le voy a ofrecer?
—Usted manda. —respondo confusa. —Usted ordena yo obedezco ¿recuerda?
Mi tono sarcástico no le gusta, lo noto en su mirada, su postura rígida no dice mucho de inmediato se pone de pie, alzo la mirada, estoy en problemas.
—Ya sé lo quiero. —murmura pensativo.
Asiento expectante a la petición del estúpido pero no menos guapo señor Malik.
—La quiero desnuda y tumbada sobre mi escritorio señorita Smith, voy a tomarla por insolente.