Belleza Arabe (Ziam)

AYYYYYYY!!!!!! preciosa esta onda está de locura, como que Zayn es uno de los esposos de un tipo que no es Liam, eso es pecado mortal, le diré a papi Zeus que te mande unos toques por tremendo sacrilegio, jajajaja, ok no, pero con un guardaespaldas como Liam para qué quiero enemigos, jajajaja, metió al enemigo a su misma casa, espero que Liam le corte las bolas al maldito tipo ese y se golosee al hermoso bello chulo de precioso esculpido por la mismísima Afrodita Zayn, espero actualices pronto un beso. te amo

Lo bueno que te das cuenta que el puto hijo de horto de Burhan es un maldito malnacido, pero que seguro mi tío Hades le meterá quien sabe cuantos palos ardiendo por el (T%E$$&/5 para que aprenda el muy maldito, aunque a decir verdad el Burhan esta re sexy, me lo prestas? yo lo domo y ya verás como, ok no, eso de ser hijo de Afrodita tiene sus desventajas, cada vez te amo más con esa reseña histórica que hiciste me enamoré más, y más le vale al tremendo hijo de su fregada suerte que deje de golpear a mi Zaynie bebé, si no no esperaré a que mi tío Hades se lo eche. Teamo mucho bebeé

ñlkñl

Liam James Payne es el hombre que vive entre las sombras. Con un registro impecable y envidiable, sus clientes nunca se han quejado y el siempre cumple su plazo de tiempo a la perfección. En ese plazo  ninguno de sus clientes sufre un solo rasguño, ni siquiera se cortan con un papel. Liam siempre tiene todo fríamente calculado. 


Sabe los que debe hacer, lo que está bien y lo que está mal, y con eso le basta.


Descendiente de una madre que lo abandono en un orfanato y un padre que, según descubrió después de varios años de búsqueda, había querido abortarlo; Liam se convirtió en alguien sin sentimientos y sin emociones. La felicidad era solo un frio recuerdo de su niñez, la tristeza fue solo una lagrima derramada cuando vio que su padre era un golpeador que había matado a su madre a golpes poco después de que abandonaran a Liam y la ira era algo reprimido en su interior que liberaba en el momento necesario y volvía a contenerse cuando ya no hacía falta.


Liam era un espía y guardaespaldas perfecto.


Pero en su interior –muy en el fondo- estaba roto y solo. Todo lo que amaba y llegaba a tocar su interior, venciendo su armadura de acero al encontrar algún lugar por donde entrar a él, se iba; dejándolo aun peor, con otra capa de acero para proteger ese escondrijo que había dejado libre. Con el paso del tiempo se había hecho un experto en el manejo de su armadura y sus emociones. Solo tenía un estado de ánimo: neutro.


Solo dos personas habían logrado significar algo en la vida de Liam, y una de ellas estaban muertas.

Cuando cumplió los dieciséis años, Liam pasó a ser legalmente un adulto en el territorio Inglés por lo que tuvieron que obligarlo a irse del orfanato donde estaba alojado. Con mucho dolor el ojimiel empacó sus cosas y se fue. En la primera noche Liam duerme en un parque mientras el frio y la lluvia otoñal caen sobre su cuerpo, se aferraba a si mismo intentando con conciliar el sueño pero solo hacía que el frio recorriese su cuerpo por la falta de movimiento. Aparte de eso tenía mucha hambre cosa que le daba dolor de cabeza y de estomago. Ya llegado el quinto día en ese estado Liam no tenía fuerzas ni para levantarse por sí solo. Se la pasaba tirado en un callejón tratando de mendigar pero ni siquiera podía hablar, de hecho sus pocas pertenencias y su abrigada campera que lo ayudó durante las noches habían sido robadas y él no pudo hacer nada para evitarlo. Ya le rogaba a Dios que lo llevase consigo cuando, como un ángel que se apiado de su alma Katherine la cocinera del orfanato lo ve tirado cuando caminaba haciendo las compras. Junto con un señor de seguridad del banco que estaba junto al callejón, ponen a Liam en el auto de Katherine quien lo lleva a su casa para alimentarlo y bañarlo.


Katherine siempre cuidó de él. Cuando era un pequeño y los otros niños molestaban a Liam por ser tan flacucho y diminuto él huía a la cocina para refugiarse con ella y ayudarla en lo que sea. 


Luego de encontrarlo en aquel deplorable estado, ella lo ayudo y lo recibió en su casa, convirtiéndose en el hijo que Katherine siempre quiso, mientras que Liam por fin tenía una familia. Pero toda esta felicidad no duró más que unos siete años en los que Liam había entrado a la universidad y comenzado a estudiar ingeniería en sistemas.


Una tarde en la que Liam estudiaba sin cansancio junto con su compañero de cuarto para el examen que tendrían al otro día, Liam recibió la llamada de que Katherine estaba en el hospital, muy grave. Liam tomó el primer autobús a Wolverhampton que encontró pero cuando llegó al hospital ya era tarde. Su preciosa y amada Katherine había fallecido hacia una hora.


El ojimiel lloró como nunca. Esa era la primera vez que alguien que lo amaba tanto y que él amaba con locura lo dejaba.


El funeral de Katherine fue muy triste. Solo habían asistido solo cinco personas de las cuales Liam no conocía a ninguna. El ojimiel no entendía como alguien tan buena y querible como ella no tenía cientos de personas llorando en su tumba. Siendo una persona tan ejemplar como lo era Katherine no entendía como el mundo no paraba un segundo a asumir la gran pérdida que se había cometido gracias a un conductor ebrio.


En el testamento de Katherine decía que le dejaba todo a Liam. Cuando oyó eso se alegró de que la mujer que consideraba su madre le dejara la casa en la que tan feliz había sido y apreció que ella se ocupara por tener. Pero cuando entró a la casa por primera vez luego del entierro Liam no lo resistió. El saber que a la mañana siguiente su madre no estaría allí con un desayuno o para darle un abrazo y decirle que todo era una pesadilla.
En medio de la noche el ojimiel tomó sus cosas y se fue a un hotel. Al otro día inició los trámites para que aquella propiedad fuese vendida. No podía pasar un segundo encerrado con todos esos recuerdos atormentándolo.
Liam estaba muy triste, no había regresado a la universidad, no hacía nada más que pasar todo el día arreglando la casa de Katherine para venderla en buen estado y en la noche, cuando ya no podía seguir pagando el hotel, dormía en una tienda de acampar que instaló en el patio trasero. Apenas comía, apenas se lo veía fuera de la casa, solo se escuchaba el martillar y algún que otro sonido fuerte.


Fue cuando estaba más perdido que apareció él. Su americano compañero de habitación, Fabián Greene, lo fue a ver en las vacaciones. Estaba muy preocupado por su amigo, no había vuelto a la escuela, no regresaba sus llamadas, no contestaba sus mensajes e incluso ignoraba sus e-mails. Estaba cansado de ser ignorado por el chico el cual consideraba su mejor amigo. Debía encontrar respuestas al estado de Liam y ayudarlo en lo que fuese.


Cuando bajó del taxi que lo llevó a la dirección que alguna vez Liam le había dado, le pareció extraño que todo esté tan silencioso pero más extraño le pareció que la puerta esté abierta. Asustado entró y casi entra en pánico al ver cosas tiradas y rotas por todas partes. Recorrió toda la planta de la casa en busca de su amigo, siendo cuidadoso de no hacer mucho ruido en caso de que algún ladrón esté allí, pero no encontró nada. El terror corrió por su cuerpo mientras pensaba que alguien había entrado a la casa y cuando fue al pasillo de la despensa escuchó un sollozo que venía del sótano. Bajó conteniendo la respiración mientras que trataba de apenas pisar los escalones, cuando vio a Liam sollozando en una esquina dentro del sótano atestado de cajas con polvo, telarañas y muebles que parecían tener años allí.


-Liam…-suspiró acercándose a él.


El ojimiel levantó los ojos al sentir que alguien lo llamaba. Debía admitir que por una milésima de segundo, una pequeña parte de él creyó que era Katherine, pero al ver el cuerpo alto -y con demasiadas horas de gimnasio en los músculos- de su compañero de habitación bajo su característico peinado de niño malo, esa pequeña parte de él que tanto se había ilusionado, se decepcionó un poco.


-¿Fab?-respondió este sorprendido.- ¿Qué haces aquí?


Fabián solo se acercó a él y rodeo su cuerpo con sus brazos en forma protectora.


-No me dabas señales de vida Liam, pensé lo peor.- Fabián lo miró de arriba abajo con sus oscuros y penetrantes ojos.- ¿Quieres llorar? Llora no hay nada de malo en llorar.


Al finalizar esas palabras Fabián contuvo otra vez a su amigo que se desmoronaba en lágrimas y más lágrimas que no podían parar. Ambos hombres estuvieron abrazados hasta que entrada la noche Fabián llevó a su amigo a la cocina para que ingiera  algo de comida que no fuese chatarra rápida (como podía notar claramente por el exceso de envoltorios de dichas casas). Liam fue bañado por Fabián esa noche, y solo cuando estuvo cien por ciento calmado se logró dormir en los brazos de su amigo.


Con el paso del tiempo los dos amigos mejoraron muchas cosas, desde la casa hasta la condición física y mental de Liam. Cuando la casa estuvo finalmente reparada no tardó mucho en venderse a una agradable familia que parecía que iba a cuidarla bien. Con el dinero obtenido en la venta Liam compró un departamento en Wolverhampton y otro en Londres para vivir en el primero y tener dinero mensual por la renta del segundo.
Todo finalmente iba bien, Liam y Fabián se acercaban cada día más y no solo como amigos. De roces y palabras de cariño fuertes, pasaron a sexo desenfrenado y muchos ‘‘te amo’’ compartidos. Solo eso se necesito para que en menos de cuatro meses de aquella renovación en la casa de Katherine, ellos ya eran novios y no temían demostrárselo.


Liam se sentía feliz de tener a alguien en quien confiar de nuevo, ya que ya no estaba solo, ahora tenía a Fabián para que lo cuidase y protegiese.  Comían juntos, estudiaban juntos, compartían sus recesos ocasionales juntos, pasaba el tiempo entre clases el uno con el otro, e incluso cuando no estaban en el mismo lugar se mensajeaban constante mente; no soportaban están lejos del otro mucho tiempo. Liam siempre hablaba de Fabián y con Fabián. Y en la noche, cuando finalmente regresaban al departamento que ahora compartían, se demostraban todo el amor que sentían con una noche de pasión que los envolvía en un torbellino rojo de lujuria pura.


Pero como todo lo que Liam amaba, o amó alguna vez, Fabián también lo dejaría.


Un día, Liam tuvo que hacer su viaje mensual a Londres para comprobar el estado del departamento que rentaba allá. Despidió a Fabián con muchos besos, se subió al auto emprendiendo un viaje de 221,788 km por carretera hasta la capital de su país. Justo cuando estaba en el kilometro cuarenta y cuatro de la carretera a Londres, Liam se dio cuenta de haber olvidado los papeles para la empresa inmobiliaria, sin los cuales no podría hacer nada.


-Mierda…-murmuró, emprendiendo la vuelta a Wolverhampton para conseguir dichos papeles.


Llegó a su vecindario, se quedó helado con lo que vio. Fabián estaba tirado en el suelo de la esquina a su departamento siendo observado por muchas personas que parecían no saber qué hacer.  Salió inmediatamente corriendo de su auto a socorrer a su amado. Sostuvo su cabeza en sus manos mientras lo examinaba; tenía una herida en el estomago y un golpe en la frente que también sangraba, la sangre no paraba de salir y ya había mucha en el suelo. Gritó para que llamasen una ambulancia la cual, cuando finalmente llegó, los llevó al hospital.


Las secuencias desde ese entonces fueron desfavorecedoras para Liam. Fabián, debido al fuerte golpe que le propinaron con -por lo que se supo después gracias a distintos testigos- la parte de atrás de la misma pistola con la que le dispararon, había perdido la memoria y no recordaba nada de su vida. Liam lloró cuando su novio despertó y no lo reconoció. Fabián solo se había alejado de su agarre con expresión confusa y asustada.  Al día siguiente la familia de Fabián llegó por él para que su pequeño no sufriera, pero lo malo de los Greene era que no aceptaban que su hijo fuese homosexual, por lo que cuando llegaron a Inglaterra desde Estados Unidos, se llevaron a su novio sin que Liam pudiese hacer nada para evitarlo. Cansado de llorar el ojimiel solo derramo lagrimas en el camino a su departamento que tantas memorias tenía, luego de eso Liam jamás lloró.


Ese fue el momento en el que Liam decidió cambiar completamente.


Esa noche Liam se acostó en la cama que todavía olía a la colonia de Fabián a pensar en toda su vida. Su padre quería abortarlo, su madre prefirió irse de fiesta que cuidarlo, los niños de la casa lo odiaban, nunca había sido suficiente para que alguna pareja lo adoptara y las únicas personas que había amado se habían ido ¿Pero que tenían en común todas esas situaciones aparte de estar él mismo involucrado? Liam siempre había intentado hacer las cosas bien porque quería que algo bueno le pasara. Y ese había sido su error. El hecho de tener tantas esperanzas había logrado que cada cosa mala que le pasaba en su vida le golpeara más y más fuerte. Tenía la esperanza de que lo adoptaran, pero nadie llegó; Creía que los otros chicos lo aceptarían, pero eso nunca paso; pensaba que Katherine lo ayudaría a planear su boda con Fabián, pero ambos lo dejaron. La esperanza lo había llenado durante tanto tiempo solo para después apuñalarlo por la espalda con la realidad. Ahora comprendía porque las personas mueren de realidades, porque la realidad nos golpea a todos en la cara.


Liam se saltó el sentir algo de pena por su vida y directamente se convirtió en un monstruo sin sentimientos. Abandonó la carrera de informática y entró a la academia de policía donde, luego de pasar por los rangos más bajos, llegó a cargos jerárquicos de la policía Inglesa. Con una mente fría y calculadora Liam James  Payne se convirtió en uno de los guardias de seguridad más eficientes y caros de toda Europa, hasta había dejado el servicio secreto de su majestad para abrir su propia compañía de seguridad. El ojimiel se convirtió en el jefe de seguridad de funcionarios políticos, miembros de la realeza y empresarios que ocasionalmente necesitaban sus servicios.


El agente Liam James Payne ya no era el niño soñador que todos abandonaba y pisaban. Ahora Liam  era un hombre capaz de vencer a todo sin sentir siquiera cansancio.



Había logrado controlar sus sentimientos logrando así desarrollar su armadura perfecta.

Cuando sigues?????? 
Está genial!!!

Cuando sigues?????? 
Está genial!!!


Hola! En realidad planeaba NO seguirla aca por que no tengo lectores, pero la seguiria en wattpad.

hola, por favor continua esta historia estoy encantada ziam es mi ship favorito, x cierto hola, nueva y fiel lectora.

Cuando Burhan entró a su oficina Liam lo observó detenidamente de arriba abajo, después de todo Liam se ganaba la vida analizando a las personas y tratando de averiguar sus próximos movimientos, y el hombre que acababa de entrar a su lujosa oficina era claramente una persona de mucho dinero (o por lo menos lo debía ser para contratar los servicios tan exclusivos como los de Liam James Payne).  


   El hombre se sentó frente al escritorio y esperó pacientemente a que Liam llegara, sin saber que este lo observaba desde un cuarto a prueba de sonido-al cual solo él tiene acceso- en el que solo había monitores en los que se veía lo que grababan las cámaras de seguridad puestas en todo el piso. Lo miró estudiando su apariencia y sus expresiones: cabello peinado de forma elegante, traje costoso y bien planchado, mirada fuerte y segura; todo lo que un hombre de negocios o un diplomático debe tener. Por su apariencia no aparentaba más de veinticinco años, por lo que no podía ser un diplomático; tal vez el hijo de algún diplomático pero si lo fuese hubiera venido son su ‘‘papi’’ y tuviese una actitud soberbia, el hombre sentado frente a su escritorio parecía decidido. Definitivamente era un empresario.


   Con dos respiraciones profundas Liam salió del pequeño cuarto a la oficina donde Burhan lo esperaba. Al ver al hombre el cual depositaria personalmente a su esposo no mostró  impresión alguna por el impecable traje que Liam también llevaba, pero si tuvo en cuenta que el hombre era guapo, lo que lo hizo dudar de su elección.


   -Buenas tardes.-saludó respetuosamente Liam.-Mi nombre es Liam Payne.-estrecharon sus manos en un apretón fuerte. Liam no perdió detalle de la fuerza con la que su probable nuevo cliente daba la mano.


   -Es un placer señor Payne, Burhan Cafrune.-dijo respondiendo a su saludo. Tomaron asiento en sus respectivos lugares.


  -¿Desearía agua o algo para beber?-preguntó Liam solo para aliviar la tensión.


  -No gracias señor Payne estoy a gusto.


  -¿Señor Cafrune, por que pidió hablar conmigo personalmente? Los demás clientes solo esperan que vaya a sus residencias donde yo aplico las medidas de seguridad que sean requeridas.


   -Seré honesto con usted Señor Payne.-se explicó Burhan.-Aparte de las medidas regulares que quiero establecidas en mi casa, más algunos guardias en la entrada, necesito que usted mismo cuide a mi esposo.


   -¿Cómo guardaespaldas personal?- preguntó Liam, a lo que Burhan asintió.-Lo lamento pero ya no trabajo como guardaespaldas de nadie, solo asesoramiento Señor Cafrune.


   -Le pido que considere mi oferta, necesito a alguien tan profesional como usted.


   Liam dudó un momento. El extrañaba la adrenalina de estar haciendo trabajo de campo, pero cuidar al mimado esposo de algún empresario no parecía ser un reto excitante para él. Era solo ser niñera de algún hombre que solo sabía gastar el dinero y dejar las cuentas de la tarjeta en números negativos.


   -Señor Cafrune…-empezó a decir el ojimiel pero fue interrumpido.


   -Solo le diré que pagaré lo que sea, el dinero no es un problema para alguien de mi estatus.
   Con solo esa frase Liam distinguió que podía sacar mucho dinero de esta situación. No es que no tuviese dinero, porque lo tenía, pero si hacia un trabajo simple de niñera y le pagaban lo suficiente quizás podría expandir su pequeña compañía y dejarse algunos ahorros.


   -Señor Cafrune hablemos de cifras, las mías son elevadas.-Dicho eso Burhan sonrió pensando en lo rápido que el dinero podía cambiar un ‘No’ por un ‘Si’


   -Como ya le dije, el dinero no será problema.- Respondió Burhan.
 
 
 

    El dolor de cabeza de esa mañana no había dejado a Zayn. Su migraña lo atacaba sin piedad dejándolo con mareos repentinos y una horrible sensación de malestar; aunque el moreno debía admitir que, desde que su esposo se volvió violento, esa sensación no lo dejaba nunca. El temblor que recorría su columna vertebral desde el momento que Burhan entraba a su casa, el pánico que le invadía cuando era la hora de cenar y la esta no estaba lista, la incertidumbre de no saber si lo que hubiese hecho en ese día estaba bien o no… todo eso era cotidiano para él.


   El miedo a vivir con alguien que podría matarlo en cualquier momento era cotidiano.


   Cuando por fin llegaron a la gran mansión que Burhan, en un ataque de celos, había comprado para ellos dos solos, Zayn solo pudo que respirar hondo y mirar a Burhan para saber si ya podía salir del auto. Burhan negó y salió para abrirle la puerta él mismo, siempre hacía eso para aparentar que era un marido modelo, por lo que Zayn tuvo que sonreír para no hacerlo enojar. Siempre que Burhan quería fingir que eran una pareja feliz Zayn tenía que seguirle el juego asilo quiera o no, porque sino los golpes serían más fuertes y acompañados con gritos como: ‘‘Solo quieres que todos sepan que tenemos problemas, para que cualquiera pueda coquetear contigo’’ ‘‘Solo quieres engañarme, tú y tu maldita hermosura. Te odio tanto’’.


   Ningún golpe le dolía más que escuchar cuando Buhan, la persona que más amaba en el mundo, lo odiaba.


   Zayn se odiaba a si mismo más aun por ser tan atrayente de atención, pero más se odiaba por aceptar ir a Londres con su amado. Sabía que nada de eso hubiese pasado si estuvieran en Irak solo ellos en la habitación de Burhan mientras él le enseñaba a leer con amor y ternura, no mientras le enseñaba a ser ‘‘un buen esposo’’ a golpes y maltrato.


   Bajaron del auto y admiró la nueva casa. En otro momento la hubiese visto como el hermoso edificio que era. Una casa enorme de color rosado con ventanas de marco blanco y un pórtico de película que envidiaría cualquiera. Pero a ojos de Zayn ese lugar era una prisión. Se sentía como un ave que era llevada a una jaula, una hermosa jaula, pero una jaula en fin. Y que los jardines pareciesen un edén tampoco la convertía en algo mejor. Lo único que le recordaba esa casa era la vida que podría haber tenido con Burhan. Por ahí tendrían hijos ahora o estarían solos pero juntos. Ahora estaban más separados emocionalmente que nunca.


   Pero igualmente Zayn no dejaba de amar a Burhan. No ese monstruo horrible y golpeador en que se había convertido, sino al Burhan de verdad, al que lo enamoró. Al que lo compró por pena, al que lo curó por misericordia, al que lo cuidó con amor…a su esposo. Pero con lo nublada que estaba su mente y lo ciego que estaba su corazón el Burhan que amaba fue asesinado y en su lugar quedo una bestia sin alma que solo sabía dañar.


    Ambos esposos caminaron a la entrada del lujoso lugar mientras que Liam los miraba desde una de las habitaciones. Liam se quedó estático por un segundo cuando vio a Zayn bajar de ese auto, y si las demás personas lo hubiesen visto aunque sea un segundo se habrían dado cuenta del cambio de su expresión y el regreso a su cara seria. Pero era imposible no reaccionar ante tal preciosidad. Zayn era en serio precioso.


   Sus ojos eran de un marrón tan oscuro que se podrían reflejar la luz de mil estrellas en la más negra noche. Sus labios rosados, tan apetecibles, tan deseables; Liam solo quería tenerlos contra sus labios. Sus facciones definidas, como la estatua de un panteón griego, como si él mismo fuese un Dios griego vuelto mortal. Su sonrisa era brillante, tanto que hasta el mismo sol debía envidiarla. Su cuerpo parecía algo débil y flaco bajo el conjunto de pantalón –muy grande para ese cuerpo- mientras que su torso se perdía en esa camisa muchos talles más grandes; pero tan pequeño que le daban ganas de acurrucarlo contra él y protegerlo de cualquier cosa, a la vez que lo cubría con besos. Zayn tenía una belleza rara, pero a la vez agradable de mirar, incluso hipnotizante. La belleza de ese hombre era inmensa, ahora entendía por qué Burhan quería cuidarlo.


   Subieron por la escalera principal y pasaron por la puerta de entrada en donde un cuarto de mármol inmaculado con decoraciones de alfombras rojas y cortinas dorabas lo hacían inmenso. Un hombre, alto, fornido y serio, los recibió en la escalera con pasamanos negra. Fue ahí la primera vez que los ojos de Zayn y Liam hicieron contacto, pero nunca pudieron explicar lo bien que se sintió ese pequeño contacto.


   Los ojos del hombre fornido eran suaves y cálidos, aunque les faltaba algo de vida. Los labios, apretados en una fina línea, pedían a gritos que los tocasen con gentileza. Y su cuerpo, se notaba que necesitaba ser tocado con amor. Pero Zayn no podía ser quien lo tocase, los votos matrimoniales eran muy específicos en eso.


    -Buenas tardes señor Payne.-dijo Burhan finalmente. Si tenían que admitirlo, los dos se olvidaron que Burhan seguía allí.-Este es mi esposo Zayn Cafrune.


    Zayn repitió Liam mentalmente. Incluso su nombre era hermosamente exótico.

   
   -Encantado.-dijo Liam con respeto cuando estuvo en el pie de la escalera. Tendió su mano a Zayn pero hubiese preferido no hacerlo, porque al contacto con tal sedosa y sensual piel su cerebro dejo de reaccionar. - Liam Payne.- dicho eso alejó su mano rápidamente.


   -Él te va a cuidar y vigilar cuando no esté aquí amor.-dijo el iraquí mientras apretaba con rudeza el bíceps del ojimarron.  Acción que Liam no notó por perderse en los atrayentes ojos de Zayn. Como si fuese poco ser encarcelado, también le ponían un vigilante.


   -Está bien cariño.


   Liam hizo una seña cordial para que los esposos lo siguiesen y así explicar los procedimientos aplicados en la propiedad. Con un esfuerzo sobrehumano, Liam logró explicar todo lo necesario. Les dijo como cada lugar de la casa tenía cámaras, excepto el cuarto principal y el cuarto que Liam usaría en las noches que tuviera que quedarse allí (ese fue uno de los puntos establecidos en la reunión entre el ojimiel y el empresario, ya que no le gustaba conducir y no confiaba en tener choferes); les mostró la sala de seguridad en la cual siempre habría por lo menos dos guardias, le mostró los expedientes de todos los efectivos de seguridad en la casa y los que cuidaban la entrada –también estudiaron los antecedentes de los relevos- y les enseñó como la toda medida de seguridad (tanto cámaras, cables y guardias) eran invisibles en la casa, por lo que no tendrían que preocuparse por sentirse vigilados.


   Todos los efectivos de seguridad, generalmente, eran establecidos y/o contratados por la empresa, pero esta vez Burhan los había mandado a buscar. Quería que hubiese gente que fuese, no solo eficiente como Liam (el cual era inigualable), sino que fuese callada y que no platiquen sobre la relación de maltrato entre él y Zayn. Por lo que la gente Iraquí era perfecta ya que no hablarían de eso; sea por miedo o porque ellos también creían en esa forma de trato para con la pareja.



   Liam era el único que no sabía la forma de trato que existía entre Burhan y Zayn. 





Bueeeeno, decidí que voy a seguir publicando la novela aca por que se ve que tengo lectores (Hola nuevos lectores  ) Ojala sus comentarios sean continuos. Beso enorme!

Jajaja ame las fotos y el capítulo!!!

Tienes que pasarme tu usuario de wattpad para seguirte

Haaaa me has quitado un montón de palabras de la cabeza cada vez que veo a ese niño tan hermoso llamado Zayn, de verdad parece un dios, sigo fascinada con tu novela, esperare impacientemente el siguiente capitulo, y mil gracias x continuarla aki, no estoy muy cómoda con watpad, saludos.

AndyKP escribió:Jajaja ame las fotos y el capítulo!!! 

Tienes que pasarme tu usuario de wattpad para seguirte

jajajaja las fotos fue un extra. Mi user en Wattpad es BooksLover90 pero voy a seguir la novela por aca tambien. 
Un beso y gracias por leer