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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Everyone's out to get me.
O W N :: Zona Libre :: Zona Libre :: Sin Tabú
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Everyone's out to get me.
Cosas que se me ocurren y no puedo
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Última edición por Kogeinu. el Miér 04 Feb 2015, 8:20 pm, editado 1 vez
Invitado
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Coca-Cola Time
- Spoiler:
- Con una sonrisa, Soraru regresó de la tienda con una botella de Coca-Cola en la mano. Ésta estaba fría. Se notaba a simple vista. Y Mafumafu la quería.
Casi con la lengua fuera, casi como un perro, Mafumafu le agradeció a Soraru por la bebida. Estaba derritiéndose allí fuera. Maldito sea el momento en el que decidió que ambos tendrían una cita en las afueras del campus. No sólo por las miradas (celosas) que los demás (las fans de Soraru) les dirigían, el factor de la temperatura jugaba un papel importante en si Mafumafu llegaría vivo a su dormitorio ese día.
Justo cuando estaba por tomar la botella, Soraru la alejó de él.
—Ésta no es para ti.
Mafumafu, confundido y casi deshidratado, lo miró sin entender.
Soraru no le hizo caso y sacó una botella de su mochila.
—Ésta —dejó la botella sobre la mesa, justo junto a la suya— es la tuya.
Sin comprender la diferencia entre ambas botellas, Mafu tomó su botella y bebió de ella. Se sentía en el cielo. El paraíso. Dios realmente existe con botellas igual de frías como esta.
Al terminar su trago largo notó un par de cosas:
Uno. Soraru no tomaba de su botella, algo que consideraba inhumano con el calor que hacía.
Dos. Soraru le miraba de manera divertida.
Tres. Unos chicos se reían, mirándolo.
—¿Pasa algo?
Soraru ahogó una risa. —Oh, nada, novia.
Mafu no entendió hasta que se tomó su tiempo de admirar la botella. Allí, donde debería estar algún nombre americano, estaba la palabra «novia».
También miró la botella de Soraru.
Novio.
Una vena se hinchó en su frente.
—Lo considero algo lindo, pero ahora mismo lo único que quiero hacer es tirarte la coca encima. Aunque, como eso probablemente te haría sentir fresco y sería un desperdicio de algo frío que evite que me derrita, no lo haré.
Soraru rió, tomando su botella y compartiendo un trago con su novia.
Última edición por Kogeinu. el Miér 04 Feb 2015, 8:19 pm, editado 1 vez
Invitado
Invitado
Caramel Heaven
- prompt based on:
- Person A of your OTP works at a kissing booth at the carnival, but they’re not happy about it because many people they don’t like appear and because they were forced to, so Person B shows up with a large bag of chocolate kisses and holds up the line by paying for each “kiss” until every one in line finally disappears, allowing Persons A and B to bond.
- Spoiler:
- Como todos los años, el día menos ansiado por todo el alumnado llegaba bajo papeles de colores y cornetas. Así es, el carnaval estaba a la vuelta de la esquina, y la clase 2-B hacía el menor esfuerzo entre todos los alumnos de segundo de secundaria. Y es que al no ser su último año con ansias de crear un buen recuerdo, o el primero con el objetivo de hacerse notar en ese nuevo mundo que les esperaba, eran el año con el menos entusiasmo en toda la escuela. Esta clase en particular resaltaba entre los mismos alumnos de segundo año, y, para librarse del puesto obligatorio que cada clase debía tener en el carnaval, decidieron sacrificar a uno por el bien de todos.
La víctima de este año era Mafumafu, quien había sido condenado a pasar todo el día en un puesto de besos sin posibilidad de escapar o siquiera curiosear por el evento.
Lo peor de todo era que la línea del puesto era larga. ¿El lado bueno? Recaudarían mucho dinero al vender besos a un dólar. Sí, obvio, porque eso hacía feliz a Mafu y le daba ánimos para seguir. No es como si la amenaza de sus compañeros le afectara en algo.
—Hola, lindo —saludó una chica en una chillona y horripilante voz, deslizando “sensualmente” el billete por el mostrador. Mafu hizo su trabajo y bajo la promesa de ganar dinero besó a la chica, al igual que a los demás clientes.
Eran chicos y chicas que nunca había visto en su vida, ¡algunos que ni siquiera eran de la escuela! Pero, bien, luego reclamaría todo el dinero como suyo; no es como si planeara ser buena persona y compartirlo con sus compañeros que no habían hecho un carajo para ayudar.
—Hola, lindo —oyó una voz luego de un rato mientras contaba el dinero a unos pasos del mostrador, imitando la horrorosa voz de la chica de antes. Cuando Mafu miró a quien había hablado se encontró con un chico de cabello castaño y lentes de un divertido marco rojo, deslizando el billete de una manera estúpidamente sexy.
—Hey —le sonrió, regresando al mostrador y tomando el billete—. Está bien, te daré tu beso, tú cierra los ojos. Me encargaré de todo.
—¿Ah? Nop, el beso no es para mí, es para... —el chico buscó en su bolsillo hasta sacar una gran bolsa de chocolates con forma de labios— estos bebés de aquí.
Mafu, confundido, señaló la bolsa. —¿Quieres que bese chocolate?
—Pagaré por cada beso así que tú no te preocupes.
Rendido luego de un ratos de argumentos estúpidos pero increíblemente favorecían al chico de lentes, Mafu accedió a besar los chocolates, algo que fue más divertido de lo que pensó. Amatsuki, como descubrió que se llamaba el chico, ayudó dando consejos para “besar mejor” y “crear un ambiente”, algo que le hizo dar varias carcajadas. Al final sólo quedaron ellos dos luego de que la gran fila de gente ansiosa por su beso terminara dispersándose al ver que su turno nunca llegaría, pero a Mafu no le importaba el haber perdido potenciales clientes que le harían ganar una fortuna o el posible enojo de sus compañeros. Estaba disfrutando el momento y eso era todo lo que importaba.
—Me hiciste ganar una gran fortuna —afirmó Mafu con una sonrisa mientras terminaba de guardar el gran fajo de billetes que ganó sólo con los chocolates de Amatsuki.
—Espero que me recompenses el dejarme en quiebra por tu entretenimiento.
—¿Qué dices? Los chocolates lo disfrutaron.
Ambos rieron, para luego quedarse silencio por un rato. Un silencio cómodo, donde lo único que hacían era mirarse a los ojos y sonreír como idiotas.
—Deberíamos salir alguna vez.
La repentina propuesta de Amatsuki sorprendió a Mafu por unos instantes, hasta que por fin pudo responder, dándose vuelta y ocultando una sonrisa junto a un ligero sonrojo. —Está bien, pero tú pagaras.
—¡¿Eeeh?!
Invitado
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ヽ(;▽;)ノ
- prompt based on:
- Imagine person A of your OTP died tragically a few months ago. Person B hasn’t fully recovered yet, and is terrified to find a new message from A, sent to them in the early hours of the morning.
- Spoiler:
- Debía ser una broma. Sí, alguna clase de broma de muy mal gusto por parte de alguno de sus compañeros de curso. Pero algo le decía que no lo era. Que ese mensaje en su Facebook no era ninguna broma, y que en verdad Soraru le había enviado un mensaje.
La hora del envío había sido de madrugada, un poco después de que se fuera a dormir. Aún no sabía lo que decía el mensaje, ya que tenía mucho miedo como para abrirlo, pero el hecho de que hubiese un mensaje ya lo aterraba por completo. No quería imaginar lo que decía. No podía. ¿Qué puede decirte un muerto?
Habían pasado seis meses desde la muerte de Soraru y él aún no había logrado superarlo del todo. Aún se encontraba pensando en él cuando menos lo imaginaba, y no podía evitar llorar en noches de tormenta, preguntándose qué habría pasado si hubiera estado con él en ese momento, si lo hubiera convencido de quedarse y esperar a que dejara de llover para ir a comprar la comida de esa noche, si no lo hubiera llamado a su casa el día anterior e insistir en que se quedara.
Esa noche no pudo dormir pensando qué pasaba, si realmente había sido un compañero o era… No. No era posible. Soraru estaba muerto. Él mismo había identificado el cadáver. No había posibilidad alguna de que fuera él.
Pero…
Nunca.
Tal vez…
No. Era completamente imposible.
Aunque existía una posibilidad, por más mínima que fuera, y él lo sabía. En el fondo de su corazón, sabía que había una posibilidad de que el fantasma o lo que sea de Soraru había logrado enviarle un mensaje. Después de todo, había muchas cosas inexplicables en este mundo, y no sería sorpresa si ésta se uniera a la larga lista.
Pero sólo había una manera de saberlo, así que, entre inquietantes nervios y manos temblorosas, llevó su mano al ratón y movió el mismo, abriendo el mensaje. La ventana del chat se abrió, mostrando sus últimos mensajes, los cuales fueron hace seis meses, y el nuevo, enviado apenas ayer.
Debajo del «Te amo» que le había mandado la última vez que hablaron, había un «Hace frío, Mafu» que le heló la sangre.
Era él. Él era el único que le llamaba de esa manera. Nadie, nadie más que él sabía sobre ese apodo.
Lágrimas llegaron a sus ojos mientras tecleaba rápidamente sobre el teclado.
Lo sé.
La respuesta llegó a los segundos.
Te extraño.
También yo.
Quiero estar contigo.
Paró un momento, meditándolo por unos segundos, antes de presionar enter.
Estaré pronto allí. Espérame.
Última edición por Kogeinu. el Miér 11 Feb 2015, 8:46 pm, editado 1 vez
Invitado
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ヽ(;▽;)ノ
- prompt based on:
- Imagine your OTP having a tree house.
- Spoiler:
- Había sido duro, pero Mafumafu por fin convenció a Soraru de construirle una casa del árbol. Probablemente una mala idea, ya que ni él ni Soraru sabían de carpintería… o árboles, pero valía la pena el esfuerzo si al final tendría la casa del árbol que nunca tuvo en su infancia.
Eso pensaba, pero luego de toda una tarde bajo el sol y sin ni un solo pedazo de madera sobre el árbol, comenzaba a considerar ésta una misión fallida.
—Traeré algo de tomar —avisó recibiendo un asentimiento distraído de Soraru mientras éste intentaba cortar en línea recta una tabla.
Así hizo, trayendo una gran jarra de limonada y unos vasos sobre una bandeja floreada que habían comprado la vez que decidieron mudarse juntos. Era una bandeja muy bonita, con flores amarillas y rosas por todos lados… que casi se va a la mierda cuando Mafu vio a su novio sin camisa cortando el mismo pedazo de madera de antes.
—¿Soraru? ¿Qué haces?
—Cortar madera, duh.
—No eso, idiota. ¿Por qué estas semidesnudo?
—¿Ah? Sólo me quité la camiseta. Hacía calor.
Tremenda mentira porque incluso Mafu debió irse a buscar una campera por el viento.
Esto llevaba pasando desde hace días, cuando Soraru por fin vio los resultados de que Suzumu lo obligara a ir al gimnasio. Apenas se veían, pero tenía un sixpack, o al menos comenzaba a tenerlo. Y estaba feliz. Qué decir, estaba completamente emocionado, y no perdía oportunidad para dejar a la vista su torso. No es que a Mafu le molestara realmente, pero le gustaría si su novio se calmara un poco.
—Sora —lo llamó, abrazándolo por detrás mientras Soraru seguía cortando la madera—, tú sabes que te amo, ¿no?
Soraru asintió.
—Te amo, mucho, por tu personalidad y por tu cuerpo… más por tu cuerpo, pero te amo con o sin sixpack, así que ponte la puta camiseta antes de que te resfríes que no te cuidaré cuando lo hagas.
Mafu se separó y dándole una nalgada rió un poco. Soraru, rojo hasta las orejas, le hizo caso y se puso la camiseta. Estaba por seguir cortando la dichosa madera cuando escuchó a sus espaldas a Mafu volver a hablar.
—Igualmente, esas cosas parecen tumores.
Soraru tomó nota mental de luego decirle a Suzumu que no volvería a ir al gimnasio en un tiempo.
Última edición por Kogeinu. el Miér 11 Feb 2015, 8:46 pm, editado 1 vez
Invitado
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Taste of Heaven
- prompt based on:
- Imagine Person A finding a giant cake on their doorstep, only for Person B to suddenly jump out of it.
- Spoiler:
- Un día como cualquiera en la casa de Soraru, con un extremadamente cansado Soraru luego de pasar horas haciéndole arreglos a la canción de Lon ya que el mánager quería la canción lo antes posible. Por suerte, entregó la canción a tiempo, y quedó esplendida, por cierto.
Pero el lograr eso lo había dejado bastante cansado y lo primero que hizo al llegar a casa fue tomar una ducha y dormir una buena siesta. Cuando despertó eran pasadas las siete y el sol apenas estaba comenzando a esconderse. Eso sólo significaba una cosa: era verano, y por consiguiente hacía un calor infernal. Bueno, él no lo sentía, bendito sea el aire acondicionado.
De la nada sintió ganas de ver cómo estaba el clima fuera, así que caminó hacia la entrada principal de la casa, encontrándose con un gran pastel bloqueándole el paso hacia fuera. Era un gran, gran pastel… un pastel gigante, blanco y con detalles en rojo, azul, con flores y mariposas y cualquier cosa que pueda ser puesta en un pastel de tal tamaño. Estaba hecho en una secuencia de piso tras piso, cada uno más pequeño que el anterior, hasta llegar a la punta donde un muñequito de esos que utilizan en las bodas parecido a él posaba. Ahora que lo pensaba, ese lucía como un pastel de bodas… uno muy raro y que él no querría en su boda.
—¿Qué es esto? —preguntó en voz alta. Apenas logrando mirar entre el hueco que dejaba el pastel del umbral de la puerta al exterior, no había ninguna clase de camión raro o mensajero que pudiese haber traído tal cosa, y no había tarjeta alguna o la más mínima cosa que le dijera quién había dejado tal… postre, en la puerta de su casa.
Entonces, de la nada, el pastel comenzó a moverse. No era algo muy notable, pero definitivamente se estaba moviendo, tal como hace un celular sonando en vibrador. Y, ¡pam! Los primeros cuatro pisos se levantaron y dejaron ver la figura blanquecina de un chico saliendo dentro del pastel…
Un chico saliendo dentro del pastel. Está bien. Él había visto cosas más raras… de alguna manera.
—¡Sorpresa! —gritó el chico dentro del pastel. Su cabello blanco y su ropa estaban desalineados y se notaba que estaba acalorado dentro de esa gran cosa, pero eso no evitaba que su gran sonrisa no se mostrara en su bello rostro.
—¿Mafu…?
—¡El mismo!
Mafumafu. El novio / molestia / cosa rara y extraña que había nacido para joder su vida / etc, de Soraru. No era una sorpresa que hiciera cosas así sin razón alguna… Bueno, sería entendible si fuera San Valentín o su cumpleaños, pero ese martes no tenía nada de atractivo como para llegar a pasar horas dentro de un pastel para sorprender a tu pareja.
—¿Cuánto llevas allí? —preguntó Soraru.
—Traje el pastel apenas te fuiste a la disquera —respondió Mafu como si fuera la cosa más normal del mundo. Realmente, ¿cómo podía estar sonriendo en una situación así? ¡Era raro! ¡Definitivamente, era raro! ¿Cómo es que Soraru había terminado saliendo con una persona así?
—¿Estas loco o eres idiota de nacimiento? ¿Pasaste cerca de seis horas dentro de esa cosa, muriéndote de calor, todo para sorprenderme? —Soraru preguntó con ira. Él era… un idiota. Sólo podía pensar eso cuando veía las estupideces que hizo por él. Odiaba eso de Mafu—. Algo debe estar mal en tu cabeza. No te entiendo. Realmente, no te entiendo. ¿Por qué hiciste una estupidez así? ¿Y si te pasaba algo?
Mafu siguió sonriendo a pesar de todo. —Lo que sea por ver a Soraru feliz.
El rostro de Soraru se tornó rojo de repente. Esa era otra cosa que odiaba de Mafu. No sentía la más mínima vergüenza por decir cosas como esas. Y, lo peor de todo, era que él no podía hacerlo. No podía decirle lo extrañamente agradecido que se sentía por el estúpido acto que Mafu acababa de hacer por él, junto con los otros, como tampoco podía decirle lo mucho que lo quería. Porque, a fin de cuentas, lo quería, y por eso seguían juntos después de tantos años de subidas de presión y dolores de cabeza.
—D-de todos modos, ¿esta cosa puede comerse?
—¿Ah? No a menos que te guste el plástico.
—¿Entonces para qué es?
—¿Sabes lo difícil que es salir de un pastel real sin arruinar todo? Es más fácil así.
...
—Iré a pedir pizza.
—¡Espera, primero ayúdame a salir de aquí!
Invitado
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ヽ(;▽;)ノ
- prompt based on:
- Imagine your OTP is driving down a road when a mama duck and her ducklings decide to cross the road. Traffic stops in the meantime. Person A thinks the ducks are so cute, but Person B thinks that Person A’s reaction is even cuter.
- Spoiler:
- El auto se detiene repentinamente, llamando la atención de Mafu. Al subir la vista del celular de su novio, donde se encontraba jugando desde hace rato a un juego que descargó sin pedirle permiso, se encontró con una tierna escena: mamá pato guiando a sus bebés patitos a través de la calle.
Mafu abrió la boca y dejó salir un «aww» que él mismo pensó que era insuficiente para describir la ternura de la imagen frente a él.
—¡Sorarun, mira, los patitos!
Mafu se giró con una gran sonrisa a su novio, llamándolo por el apodo que le había dado impulsivamente el día que se conocieron, con un sonrojo en sus mejillas y el celular olvidado en su mano.
—Son tan tiernos…
Soraru no pudo evitar pensar en lo hermoso que se veía, respondiéndole sin pensarlo.
—Tú eres más tierno.
Las mejillas de Mafu se tornaron más que rojas, y él no supo hacer otra cosa más que tirar el celular de Soraru por la ventana.
—¡Oye! —Soraru salió del auto enseguida, buscando su celular ahora cubierto del lodo encontrado en las orillas del lago cerca de ellos—. ¿Por qué hiciste eso?
—Los siento, entré en pánico.
Por alguna razón, la sonrisa de Mafu lo incitó a ahorcarlo y dejarlo abandonado en aquél lago, pero decidió ignorar ese sentimiento. No era la primera vez que sucedía, y no sería la última, conociendo a su novio.
—¿Sabías que te amo?
—Cállate antes de que te abandone y me vaya solo a la boda.
Invitado
Invitado
ヽ(;▽;)ノ
- idea:
- Cuando Mafu se siente solo, va a ese viejo puente de madera y rechaza un cigarro y un beso de esa misma persona.
- Spoiler:
- El viento, dándole de lleno en el rostro, lo invitaba a irse de aquél lugar en los límites de la ciudad, pero él seguía caminando sin importarle en lo absoluto. En minutos llegó hasta el final del verde pasto y se encontró un viejo, deteriorado puente de madera que cruzaba el río frente a él. Las nubes evitaban que la vista fuera gloriosa, pero a él le gustaba así.
Una persona sentada en el medio del puente lo miró, sin decir nada, y regresó la mirada al río. Él siguió caminando, escuchando el puente crujir debajo de él, hasta llegar junto a esa persona para sentarse a su lado.
—Llegas temprano…
—Volvieron a discutir; no quería estar allí.
La persona lo miró y él le devolvió la mirada. Sus ojos se encontraron y pudo ver, gracias a esas bolsas debajo de sus ojos, que el chico sentado a su lado estaba tan cansado como él lo estaba.
Dejó de mirar esos ojos azules para mirar sus blancas manos. Frunció el ceño.
—No me gusta que fumes.
—No hay nada de malo en eso.
—Aun así no me gusta.
El sol se ocultaba detrás de las nubes y la poca luz que llegaba a aquellos lugares comenzó a acabarse, dándole paso a la noche. El viento siguió soplando y alborotando sus cabellos, mientras ambos permanecían callados, disfrutando la simple presencia del otro.
—Estás usando lentes de contacto.
—¿Mm? Oh, ¿esto? —vagamente señaló sus ojos rojos—. Los compré hace unos días.
—¿No te basta con el cabello blanco y el tatuaje?
—La verdad, no.
—Lo único que haces es buscar atención.
Movió un poco sus pies, haciendo que el puente se balanceara ligeramente, mientras veía el agua correr debajo de él.
—¿Es realmente malo buscar atención?
Finalmente, el chico lo miró, y suavemente tomó su mano, dándole una última calada a su cigarro antes de tirarlo al río.
—No, pero siempre tendrás la mía y un poco más, así que no le veo sentido.
Última edición por Mafuyu. el Mar 12 Mayo 2015, 6:57 pm, editado 1 vez
yuuya.
(~ ̄▽ ̄)~
- prompt:
- Mafumafu discovers Soraru's terrible secret.
- Spoiler:
- Soraru tragó en seco. Era hora, ahora le diría a Mafu la verdad. Su terrible secreto que estuvo guardando desde hace incontable cantidad de tiempo. La verdad que había estado ocultando de su familia, sus amigos y de él mismo.
La puerta sonó. Se sorprendió y saltó en su lugar, sintiendo su corazón latir alocadamente. En cualquier momento le daría un infarto por como las cosas siguieran así.
Se paró de su lugar y caminó hacia la puerta, abriéndola. Un sonriente joven de cabello blanco se encontraba allí, saludándolo y entrando a la casa sin siquiera pedir permiso, como si éste fuera su hogar y no lo necesitara. Su nombre era Mafu, el mejor amigo de Soraru, y la persona más importante para él de momento.
—¿Te quedarás todo el día allí, Soraru? —preguntó Mafu desde el sofá de la sala, donde se había sentado jugando con su celular.
Soraru reaccionó y cerró la puerta, caminando hacia Mafu; se sentó a su lado y jugó con sus manos de manera nerviosa. ¿Exactamente cómo podía decir esto?
—¿Pasa algo? —Mafu lo miró por un momento y siguió jugando a un juego en su celular. Diablos, ni siquiera le prestaba atención, ¿cómo podía decirlo? En su mente lo imaginaba con toda su atención en él, tomándolo de las manos, dándole coraje para revelar su secreto... Tal vez había leído demasiadas novelas.
—D... De hecho, sí.
Mierda, casi mordió su lengua. ¿Tan nervioso estaba que apenas podía hablar decentemente?
—¿Qué pasa? —Mafu pausó su juego y lo miró. Bien, ahora tenía su atención, ahora venía la parte más difícil…
—Yo… t-tengo un secreto. Uno que no se lo dije ni a m-mamá, ni a ti —¡Estaba tartamudeando! Dios, parecía Mafu intentado decir un trabalenguas. Debía calmarse—. Y quería decirte ese secreto, p-pero…
—Puedes confiar en mí, Soraru. Pero si no quieres contarme yo no te forzaré a nada.
Soraru sonrió. Una pequeña sonrisa. Estaba aliviado de tener a Mafu como mejor amigo.
—Yo… soy bisexual, Mafu. Me gustan los hombres y las mujeres.
Sintió que un gran peso de encima se le era quitado al decir eso. Como si sus hombros finalmente estuvieran más ligeros y el aire pasara más fluidamente por sus pulmones. Era hermoso. Pero ese sentimiento fue rápidamente reemplazado por nerviosismo al ver que Mafu no decía nada. Sabía que Mafu era una persona de mente abierta, entonces no habría problema… ¿No?
—Estas bromeando, ¿no?
Un balde de agua fría le cayó encima al escuchar las palabras de su mejor amigo.
—N-no. No es una broma.
Mafu comenzó a reír casi histéricamente; él se sintió asustado.
—¿Tú? ¿Bisexual? ¿Todo este tiempo estuve saliendo con alguien como tú? Me das asco, por Dios. Viéndome con esos ojos... No quiero nunca volver a verte. Borra mi número y dile a tu madre que deje de invitarme a las cenas familiares. Nunca más te acerques a mí.
Mafu guardó su celular en su bolsillo, se paró del sofá, caminó hacia la puerta y se fue sin mirar atrás. Soraru había quedado sin habla. Las lágrimas no tardaron en llegar.
Mafu… lo había rechazado.
—…aru?
Su mejor amigo lo odiaba.
—…ru?
Había sido un idiota. Por supuesto que alguien como Mafu no querría estar junto a un come penes como él.
—…raru!
No importaba si también le gustaban las chicas, él una vergüenza. Ningún humano normal gustaría de ambos sexos. Vaya, diciéndolo así parecía una puta, a pesar de ser virgen. No había duda de por qué Mafu no quería estar con él.
—¡Soraru!
Abrió los ojos, encontrándose con el rostro de Mafu en frente suyo. ¿No se había ido hace unos momentos?
—Gracias a Dios, ya despertaste. Parecía que tenías una pesadilla.
…¿eh?
—¿Estaba durmiendo?
—Llegué hace un rato, encontrándote durmiendo en el sofá. No quise despertarte, aunque comenzaste a llorar hace unos minutos y he intentado despertarte desde entonces.
Tocó sus mejillas y miró sus dedos. Agua. Así que de veras era un sueño… Se sentía aliviado
—¿Qué soñaste? Lo que sea que fue, ya pasó. No debes preocuparte, estoy aquí.
Miró a Mafu por unos momentos. Su rostro preocupado, su cabello blanco, sus ojos rojos, su marca debajo de su ojo izquierdo, sus labios, todo, había pensado que no lo vería nunca más. Pero el Mafu real estaba allí.
Lo abrazó.
El Mafu real estaba allí.
—¿Eh? ¿Soraru? N-no me abraces de repente, es vergonzoso. ¿Y si alguien entra?
A pesar de decir eso, Mafu lo abrazó de vuelta. Era un abrazo repentino, descuidado y algo raro, pero era todo lo que necesitaba. La prueba de que Mafu estaba ahí era su perfume, sus manos a su alrededor, sujetándolo como si no fuera a soltarlo. Se separó y lo miró; sonrió al notar sus mejillas rojas, tan… tiernas. Él mismo se sonrojó al pensar en lo dulce que se veía avergonzado.
Tapó sus mejillas con sus manos. Qué pensaría Mafu si supiera lo que estaba cruzando su cabeza en ese momento.
—¿Ya te sientes bien?
Soraru quitó una de sus manos, siguiéndole la otra, mirando a Mafu. Él sonreía, aún con su rostro rojo, mirándolo a él.
Y se sintió asustado.
Asustado de que la persona frente a él fuera a irse para siempre sólo porque él no era normal. Asustado ante la más mínima posibilidad de que Mafu lo odiara por ser quien era.
—Sí, ya estoy… mejor.
—No suenas muy seguro. ¿Pasó algo?
Allí estaba. Era esa pregunta. Él no podía mentirle a Mafu, porque ya había mentido muchas veces. Sí pasaba algo. Llevaba pasando algo desde hace años, pero se lo guardó dentro de sí, y no podía seguir así. Por más miedo que tuviera, debía librarse de esa opresión en su pecho al ver la sonrisa sincera de Mafu.
—De hecho, sí.
—¿Qué pasa?
Mierda, estaba sucediendo igual que en el sueño.
—Tengo un sueño. ¡N-no! No un sueño, un secreto. Un secreto.
Ugh, se sentía un completo idiota.
—Sabes que puedes decirme lo que sea. Nunca te juzgaré. Aunque puede que te delate si robaste un banco... a menos que me des parte del dinero, claro.
Mafu sonrió, intentando aligerar el ambiente, aunque Soraru no pudo hacer lo mismo. Seguía nervioso, hasta estaba sudando. Dios, qué le pasaba.
Mafu tomó la mano de Soraru, apretándola, obligándolo a mirarlo a los ojos. Él seguía sonriéndole, casi diciéndole todo está bien.
—Soy bisexual.
Él mismo se sorprendió al revelarlo tan repentinamente, con tanta… confianza en sus palabras. Su voz no había vacilado, no había tartamudeado, ni había dicho algo estúpido por accidente.
Mafu permaneció callado por unos momentos y él se volvió a sentir nervioso.
—Sé lo que dirás: es una bro-
—¿Eso es todo?
Soraru se vio cortado por las palabras de Mafu. Éste lo miraba casi decepcionado.
—Esperaba algo como que habías matado a Amatsuki o que secuestraste a un niño por accidente y ahora la policía te busca. No lo sé, otra cosa.
¿Por qué Amatsuki? No, ese no era el problema.
—¿No estás enojado? —preguntó, en la línea entre el miedo y la sorpresa.
—¿Por qué estaría enojado por algo tan trivial? Soraru —Mafu sonrió, soltando sus manos y poniendo una mano en su mejilla. El tacto era caliente, casi como si lo quemara, pero no le molestó—, yo soy pansexual. ¿Qué, creíste que te odiaría sólo porque no eres hetero, como la heteronormatividad en la que vivimos exige? No es tu culpa que no seas lo que los demás quieran que seas. Al final del día, tú eres tú, y eso es lo que importa.
Soraru cruzó la línea hacia el lado de la sorpresa..
—¿Eres pan?
—¡Te conté hace dos días! Dime que no lo olvidaste.
—Eh…
Mafu suspiró, abrazando nuevamente a Soraru. Ahora quien estaba sorprendido era Soraru, pero, al igual que Mafu, correspondió el abrazo.
—Seas lo que seas, estoy aquí para ti. No debes preocuparte porque no esté a tu lado; nunca me iré.
Soraru sonrió. Su mejor amigo era el mejor mejor amigo que alguien podría tener en el mundo.
—Gracias, Mafu. No sabes cuánto te quiero.
—Yo también te amo, Soraru.
Última edición por yuuya. el Sáb 04 Jul 2015, 9:28 pm, editado 1 vez
yuuya.
ヽ( ^ω^)ノ
- Ridiculous Sentence Prompts:
- “Who wouldn’t be angry you ate all of my cereal and faked your death for three years!”
- Spoiler:
- —¡¿Quién no estaría enojado si comieras todo mi cereal y fingieras tu muerte por tres años?!
Soraru dejó la cuchara en el tazón vacío después de comer el último bocado de cereal con yogur (ambos de Mafu), mirando inocentemente a Mafu. Mafu sintió que sus manos se movían solas hacia el cuello del contrario, pero, lamentablemente, sólo era su imaginación.
—Llegaste de la nada en medio de la noche —comenzó, rezando a los cielos por no perder la paciencia y matar (ahora de verdad) a Soraru— y no pregunté nada pensando que eras alguna especie de zombie, pero si lo único que harás será comer todo mi cereal para eso con gusto te doy los cerebros de toda la cuadra si hace falta.
—Vamos, vamos, te explicaré todo eso luego de desayunar; ¿está bien?
—No tientes al destino que ya sabes cómo terminaron todas las de Destino Final.
Soraru alejó el tazón lo más posible de él, utilizando su sonrisa de por favor no me mates aún soy muy joven para morir. Mafu le arrebató el tazón (—Agresivo...) y le gruñó a Soraru (—No dije nada.), dejando en la pileta los utensilios, tirando en el tacho la caja de cereal vacía y casi echando a la calle a un recién levantado ex amante que se suponía que estaba muerto.
—El punto es que he vuelto —Soraru tomó un poco de leche de su vaso, el cual fue quitado agresivamente por parte de Mafu.
—¿Si quiera planeas decirme dónde has estado estos tres años? Dios, rompí mi matrimonio con Naruse para que podamos estar juntos y tú te vas un día después.
La mirada de Soraru se oscureció de repente y Mafu se dio cuenta de eso, sabiendo que estaba dando pasos en tierra poco firme.
—C-como sea —Mafu aclaró su garganta, tomó una servilleta y comenzó a limpiar la leche sobre el labio de Soraru cual madre con su hijo.
Soraru lo miró atentamente mientras Mafu se aseguraba de que no quedara ningún rastro de leche; aprovechó los momentos luego de que Mafu terminara para acercarse rápidamente al rostro del chico y robarle un beso.
Mafu se alejó, sorprendido, y por un momento olvidó todo el odio que había acumulado porque ese pequeño en un cuerpo de adulto que se encontraba frente suyo.
—Oye... —Luego lo recordó— ¿Quieres morir?
—Aún te amo, Mafu.
—Quieres morir.
Última edición por Mafuyu. el Mar 12 Mayo 2015, 6:57 pm, editado 1 vez
yuuya.
(◡‿◡✿)
- song:
- Yume Hanabi (Dream Fireworks)
Singer: IA
Producer(s):
Mafumafu (music, lyrics)- lyrics (en engrish pq la paja de buscar en español):
- If the wind blows at the command of a dream,
I will sing without any destination
of dream fireworks, towards the other side of the sky...
I’ve always, always been dreaming
and finally, finally found you
The path we’d walked on somehow feels too wide
Holding a photo of you, I sleep by myself
If the wind blows at the command of a dream,
I will sing without any destination
Could you, within this transient world,
please smile?
I’ve always, always been searching for you
and finally, finally found you
Dressed in yukata in the summer night, we frolicked on the way home
We say good-bye, and then the distance between our hands becomes infinite
I like you, I’ll like no one but you
The day we both ascertained that fact is already...
Will these dream fireworks, towards the other side of the sky,
disappear?
Each time we say good-bye
I feel like I’ll never be able to see you again
This voice will cross through time
and reach you, right?
Hey, hey, I’ve always liked...
If the wind blows at the command of a dream,
I will sing without any destination
This voice, cross through the moonlit night,
and reach, hey
Once more, just once more,
I want to be able to say I’m happy to you
Once more, just once more,
I just want to meet you
I like you, I’ll like no one but you
The day we both ascertained that fact is already...
Will these dream fireworks, towards the other side of the sky,
disappear?
Hey, hey...
- Spoiler:
- Los problemas alimenticios de Mafu habían llegado a niveles donde hasta su sueño era afectado, razón por la que últimamente ya no podía dormir solo. Debido a esto, sus amigos fueron quienes surgieron con la idea de que alguien diferente se quedara a dormir con él todos los días. Hoy le tocaba a Soraru.
Él había sido el primero en saber sobre el problema y fue quien más se preocupó, quien más quería ayudarlo. Por eso no podía evitar sentirse impotente al ver que ya era de madrugada y Mafu aún no podía dormir, con miedo de lo que pudiera pasarle en sus sueños.
—Nunca recuerdo lo que sueño —explicaba Mafu desde la comodidad de su cama, con Soraru sentado en el borde de éste desde hacía rato—, pero si es tan terrible como para hacerme despertar gritando y con lágrimas, no quiero dormir.
—Pero debes dormir —repuso Soraru, tomando con gentileza la mano del chico de cabello blanco, la cual estaba caliente a pesar del frío que azotaba la ciudad. Sólo pensar que manos tan hermosas debían limpiar lágrimas todas las noches le llenaba el pecho de coraje—. ¿Y si te canto una canción?
Mafu soltó una pequeña risilla.
—¿Qué es eso, Soraru-san? ¿Me cantarás una canción de cuna?
—Sí —contestó al instante.
Mafu soltó su mano y acomodó sus colchas hasta casi taparse por completo. Soraru no podía verlo claramente debido a la oscuridad, pero sabía que debajo de ese manto oscuro se escondía una bella sonrisa avergonzada.
—Te escucho.
Él también se acomodó en su lugar, buscando una posición donde se le hiciera fácil cantar sin molestar a ese bulto en la cama que se había convertido el albino. Aclaró su garganta un par de veces y comenzó, recordando la melodía que Mafu había tocado con su guitarra en otro momento.If the wind blows at the command of a dream,La risa de Mafu lo interrumpió. La pequeña risilla que hacía en los momentos donde no debía.
I will sing without any destination
of dream fireworks, towards the other side of the sky...
—¿Pasa algo?
—No, es que me da gracia que utilices esta canción. Siento como si mi yo pasado la hubiera escrito sólo para este momento.
—Oh, cierto, tú la produjiste.
Soraru se sintió avergonzado. Mafu lo notó, y sacando su mano de entre el gran tumulto de sábanas y frazadas en el que estaba enterrado, tomó con suavidad la de Soraru.
—Estoy escuchando.
Soraru no dio pelea y siguió cantando. No había pausa que no desaprovechara para mirar a Mafu, estando demasiado avergonzado como para mirarlo a los ojos al cantar su canción. No sabía en qué momento los ojos de Mafu se habían cerrado, pero él no paró de cantar hasta que la canción terminó. Porque la letra la podría haber pensado Mafu, pero él era quien la sentía, y esperaba que aquellos sentimientos llegaran a Mafu, al otro lado del cielo.
Esa noche Mafu no despertó gritando entre lágrimas, sino con un pequeño de cabello negro durmiendo en su regazo, sujetando su mano. Y deseó, aunque sea por un momento, que todas las mañanas fueran así, siempre.
Última edición por yuuya. el Vie 17 Jul 2015, 2:18 am, editado 1 vez
yuuya.
( •̀ㅁ•́; )
- I:
- No fue un encuentro como ningún otro.
Una mano había tomado su brazo suavemente, deteniéndolo en medio del pasillo escolar. Al darse vuelta vio una criatura hermosa, de cabello rubio y ojos rojos, sonriéndole casi avergonzadamente.
—Eres lindo.
En ese momento la mano lo soltó y se había dado cuenta de que repentinamente hacía frío, extrañando el calor que recién se había dado cuenta que poseía. La persona, sonriéndole hermosamente, lo despidió con su mano, mientras él seguía su camino, sin saber lo que había pasado.
Más tarde descubrió que el dueño de aquella bella sonrisa era un chico de grado inferior, Mafuyu, y que él era medianamente conocido por toda la escuela. Si preguntas, casi nadie sabrá su nombre, sólo personas con amigos en común, con suerte, pero siempre te dirán que es un buen tipo. También descubrió que Mafuyu tiene una tendencia a decir lo que piensa, y que si alguien le parece lindo, lo dirá.
Ese fue el momento en el que descubrió que le gustaba.
No en un sentido romántico sino como un interés que surgía en su pecho al pensar en él. Quería saber qué le gustaba, qué odiaba, cómo pensaba. Quería averiguar todo sobre este sujeto llamado Mafuyu.
Pero por más extrovertido que fuera Mafuyu, había una gran cantidad de alumnos que seguían sin conocerlo. Eso era porque, a pesar de que siempre vagara por la escuela con la boca suelta, era extremadamente difícil encontrarlo, más hablarle civilizadamente como una persona normal haría. Sin mencionar que su memoria no era la mejor, así que aún si manejabas para llegar al punto donde se consideraran amigos, te olvidaría en unos pocos días.
Pero eso no lo detuvo, y comenzó la aventura diaria de sobrevivir en un banco la vida de Mafuyu.
Oh Soraru, en qué te has metido.
- II:
- Comenzó el día como cualquier otro.
Había despertado con los maullidos de su gato (afortunadamente con ningún ratón muerto en su boca), se había vestido con sus jeans de siempre, una camiseta blanca cualquiera y sus zapatillas que nunca se molestó en limpiar y nunca haría, tomó un café y fue a la escuela.
Ahora, hasta aquí todo normal. El primer cambio en su rutina fue el momento en el que cruzó la entrada a su escuela, lo primero en ver al rubio que lo había elogiado, con una medialuna en su boca y un rostro de caer dormido en cualquier momento.
Según había aprendido en la recaudación de información que había hecho sobre el sujeto, Mafuyu solía llegar tarde casi todos los días, casi a cualquier cosa. Así que era raro verlo tan temprano en la mañana.
Pensó que era la oportunidad perfecta.
Acomodó su mochila sobre su hombro, comenzó a arreglar su ropa, acomodar su cabello, asegurarse de no verse extraño. Ahora daría su primera impresión, debía ser buena.
Caminó a paso lento, llegando frente a Mafuyu en cuestión de segundos. El menor apenas se había dado cuenta de que él estaba frente a él, mordiendo la factura lentamente, parpadeando repetidamente, alejando a Morfeo de manera apenas efectiva.
—Hola.
Mafuyu lo miró, parpadeó, parpadeó, parpadeó, mordió la medialuna, y sin tragar aun, habló.
—Holi.
El tomo cansado con el que había hablado, por más infantil que fuese, le hizo pensar que lo mejor sería dejarlo solo. Tal vez algo había sucedido, tal vez no había tenido mucho descanso, tal vez quería estar solo y él lo estaba molestando.
Entre medio de sus pensamientos, la voz de Mafuyu hizo eco nuevamente.
—¿Quieres?
Miró la medialuna extendida frente a él. Murmuró un “Oh, sí” y la tomó, dándole una mordida. Era salada.
—Gracias.
—No tengo mucha hambre —dijo—, y terminé comprando muchas medialunas por accidente, así que si quieres, puedo darte.
En ese momento, Mafuyu lo miró directamente por primera vez desde que habían comenzado a hablar. Sus ojos entrecerrados, un ligero tono rojizo en sus mejillas y esa expresión de estar entre el sueño y la vigilia.
Soraru terminó llevando una bolsa entera de medialunas a su salón. Cuando le preguntaron cuál era la ocasión para tal cosa, los rumores dicen que él sólo murmuró “Lindo...”.
La verdad es que murmuró “Tierno”.
yuuya.
ᕙ( * •̀ ᗜ •́ * )ᕗ
- promt:
- "You’re a rebel by accident cause you get really animated when you talk and hit people in the face leading to fights. Now you just roll with it. I know the truth though.
- write something in 5 minutes:
- Si vas al aula de detención, es bastante probable que te encuentres con este chico de cabello negro, ojos azules y un libro en su mano de nombre Soraru.
Él es... Cómo decirlo... Un causa problemas. Pero no realmente. ¿O tal vez sí? Él siempre se mete en peleas y no es broma que haya enviado a algunas personas a la enfermería escolar más de una vez.
Pero es un buen chico, créanme, yo sé la verdad.
Mi nombre es Mafu, un compañero de Soraru y tal vez el único que se haya dado cuenta de que Soraru en realidad no es un causa problemas. O tal vez sí, pero sólo literalmente, digo, no es como que lo haga a propósito. O sí. Eh, mejor déjenme explicarles desde el principio.
Soraru ama leer, es algo así como su pasión, y cuando lee suele salir de su personaje habitual de chico callado y tranquilo. Piñas, manotazos, codazos, sentándome frente a él por casi un año puedo decir que las patadas no han faltado, y muchas cosas más, debido a la emoción.
Por supuesto, estoy exagerando, no es tan malo una vez que te acostumbras, o si tienes buenos reflejos, o por lo menos en clase él es más calmado de lo que parece en otros momentos. Digamos que la mayoría de las peleas en las que estuvo fueron causa de que se emocionara, intentara hablarle a alguien sobre el libro y terminara pegándole una piña en la cara.
No suena tan grave, un disculpa y ya, pero hay personas que se lo toman bastante personal y terminan a los golpes. Yo, que digamos soy alguien bastante habitual en detención, puedo asegurar que Soraru pasa todas sus tardes allí por culpa de otros... y de su falta de control sobre sí mismo.
Pero no importa, después de todo eso significa que puedo verlo más aquí, y mientras no me dé una patada en el centro del orto, todo seguirá bien y mi amor florecerá y viviremos juntos por siempre en detención, probablemente.
yuuya.
Re: Everyone's out to get me.
- Spoiler:
- El Apocalipsis había llegado. Muertos levantándose del suelo, matando a los vivos; enfermedades esparciéndose como bostezos; muerte en todos lados, o peor. Lo único que yo quería era ir a la fiesta de Halloween en la casa de mi tía con mi novio pero no, el puto Apocalipsis había estallado y yo estaba en el medio de él, con un estúpido traje de Gema de Cristal.
Estaba sentado en unos restos de zombies al lado de la carretera mientras mi novio buscaba algunas cosas en el baúl de su auto cuando repentinamente llamó mi nombre. O algo así.
—Perla.
—No jodas.
—¿Estás de mal humor? —preguntó, cerrando el capó del auto con dos cuchillos en su mano. No sé si sentirme aliviado de que mi pareja es un aficionado a los cuchillos o qué pero ahora mismo me siento con ganas de comer un kilo de helado por mi cuenta y no salir de mi cama en tres años.
—No, Soraru, no estoy de mal humor, cómo podría estarlo cuando el Apocalipsis arruina mi noche. Qué cosas piensas, hombre.
—Mafu, —Caminó hacia donde estaba y se puso de cuclillas frente a mí, tomando mis manos—, prometo que cuando todo esto termine tú y yo saldremos todo el día en trajes de Gemas de Cristal. Dormiremos en ellos, si quieres. Mierda, haremos reales esos fanfics perturbadores smut que hay de Steven Universe si es necesario.
Sonreí: —Gracias pero no. —Con una mano tomé su peluca rosa y se la saqué, tirándola a la mierda, dejando que su cabello negro callera como debía ser; lo acomodé un poco antes de tomar su rostro entre mis manos y acercarme para besarlo. Él correspondió al instante, sus labios tan suaves como siempre, curvados en una sonrisa al separarnos.
—¿Vamos?
—Vamos.
Volvimos al auto cuando oímos unas ramas romperse a lo lejos. Inmediatamente nos pusimos alerta, Soraru sosteniendo su cuchillo como si estuviera listo para sacarle las tripas a su peor enemigo, y yo imitándolo de alguna manera. La verdad es que nunca había tocado un cuchillo en mi vida de no ser para cortar la comida, así que cortar un zombie estaba totalmente fuera de mi alcance. De veras comenzaba a agradecer la obsesión de Soraru hacia los cuchillos.
—Ponte detrás de mí.
Soraru se puso delante de mí de manera protectora y casi pierdo el aliento. Dios, cómo lo amo. De todas las personas con las que pude atascarme en el Apocalipsis, tuvo que ser él. Mi suerte es increíble.
Mi brazo fue arrastrado de repente. Un zombie apareció de la nada, asustándome como la puta madre y tirándome al piso. No pude evitar gritar mientras desesperadamente intentaba soltarme, olvidando de que tenía un cuchillo en mi mano y podría haber acabado esto hace rato, porque soy tan inteligente, obviamente.
En un momento la cabeza del zombie se desprendió de su cuerpo y éste se calmó, permitiendo soltarme. Cuando vi a Soraru su cuchillo estaba cubierto de sangre; por supuesto, él había terminado con el zombie.
—Yaaay. —Sonreí, tomando la mano que me ofreció y parándome. Sacudí el polvo de mi ropa e hice una mueca al verlo—. Genial, ahora mi traje está sucio.
—Lo lavaremos cuando lleguemos. Más importante, ¿estás bien? ¿No te mordió?
—Sí, sí, estoy bien.
Ambos subimos al auto, él conduciendo y yo limpiando los cuchillos.
—¿A dónde vamos, de todas formas? Es el Apocalipsis, no creo que haya un hotel funcionando normalmente.
—A la casa de tu tía.
—¿A la fiesta? No es por nada, Rose, pero tu vestido está hecho mierda y perdí mis zapatos en algún lugar entre nuestra casa y la gasolinera en llamas de antes.
—No para eso, idiota. —Rió, una bella y tonta risa que seguía resplandeciendo aún en un día como éste—. Debemos cambiarnos, ducharnos, comer. Tal vez hasta tengamos sexo. Depende de qué tan de humor esté tu tía.
—Si es que sigue viva —murmuré.
paja seguirlo, sólo lo subo por las ncs
Última edición por yuuya. el Vie 17 Jul 2015, 1:33 am, editado 1 vez
yuuya.
¯_(ツ)_/¯
- Spoiler:
- Jugaba con su celular, sentado en las escaleras de siempre; tan sucias y frías como las recordaba; recostado contra el barandal con sus pies cruzados sobre el escalón, descansando sobre su mochila. Podría estar tranquilamente escuchando la lluvia caer en este día soleado, pero había descubierto sus auriculares rotos cuando despertó esa mañana. Debía dejar de dormir escuchando música, pero si no dejaba que las voces que susurraban en su oído lo llevaran a un mundo donde dejaba aunque sea un poco de estar cansado, ¿cómo podría dormir?
Sonaba depresivo, lo sabía, pero su vida no tenía nada emocionante si era sincero. Más que hacer trabajos retrasados para evitar repetir el año y dibujar con sus dedos en el aire, no hacía nada que pudiera responder la típica pregunta “¿qué haces para divertirte?”.
No era como los estudiantes que charlaban sobre sus amores o sobre lo que hicieron el fin de semana cuando se veían. Ellos, que felizmente hablaban con gente nueva y los criticaban a sus espaldas, que se quejaban de todo lo que les costara un poco más de esfuerzo del que estaban acostumbrados, y que vivían la misma, aburridamente divertida vida escolar.
Él era diferente, y no el diferente que una chica te dirá intentando lucir fuera de lo normal sólo para hacerse resaltar en un intento de buscar atención. Él no tenía amigos, ambiciones o al menos algo con lo que obsesionarse hasta que su vida terminara. El día que muriera recordaría su vida y se daría cuenta de que nunca había hecho nada que aportara a la historia principal. Como un extra, caminando en el fondo de la escena.
No es como si fuera a cambiar algo, la verdad. Aún si lo hiciera, tarde o temprano volvería a las mismas escaleras, tal vez con unos auriculares nuevos o un corte de cabello diferente. La misma historia una y otra vez.
—¿Qué haces sólo en un lugar como éste?
Miró al pie de las escaleras, un chico de cabello negro mirándolo de una manera en la que nadie lo miraba; la mayoría de la gente esquivaba sus ojos o lo miraba con una incomprensión increíble, preguntándose cómo es que alguien como él pudiera seguir viviendo; el chico lo miraba con curiosidad genuina.
Si tuviera sus auriculares podría fingir no haberlo escuchado, pero la suerte no estaba de su lado ese día.
—Nada.
Creyó que con eso la conversación terminaría. Y lo hizo. Sólo que el chico no parecía estar satisfecho con su respuesta, subiendo las escaleras lentamente, sentándose en el escalón debajo del cual estaba recostado.
—¿Qué haces?
—Te veo jugar.
Él quiso ignorarlo, pensando que luego de verlo jugar un poco se iría, pero el chico no estaba dispuesto en irse en lo más mínimo, incluso apoyando su cabeza en el hombro de él tranquilamente.
El tiempo pasó y el timbre para volver a clase sonó.
—Llegarás tarde.
El chico lo miró sin despegarse en lo más mínimo, sonriendo.
—¿Vas a entrar?
—Pues... no.
—Entonces yo tampoco.
Y volvió a mirar la pantalla del celular tan naturalmente que él no pudo decirle que no. No pudo ese día ni el siguiente, ni cuando el chico le pidió un auricular para que ambos escucharan música juntos, ni cuando le preguntó si quería pasar toda su vida con él en una broma que seguía cuestionándose si de veras lo era. Era como si el chico le hubiera puesto un hechizo con el cual no podía negarle nada. Le daría su vida si él la pidiera. Le daría todo sólo si lo pidiera. Pero nunca lo hacía, porque no era necesario.
Porque el chico de ojos azules sabía muy bien que tenía a Dan en la palma de sus manos, muy aterrado para soltarse y volver a estar solo luego de haber probado lo que estar con alguien significa.
Última edición por yuuya. el Dom 12 Jul 2015, 9:21 pm, editado 1 vez
yuuya.
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O W N :: Zona Libre :: Zona Libre :: Sin Tabú
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Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
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Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
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Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
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