"Nunca demasiado tarde" (Nick)

—¡Nick! —Escuché a lo lejos mi nombre. La dulce voz que nada parecía a un susurro.
—______… —Me giré a sabiendas de quien era la dueña de la voz. —… ¿No se supone que estás en el ensayo de la boda? Bobby debe estar comiéndose las uñas.
—¿No se supone que debes estar allí tú también? —Me dirigió una mirada acusatoria —Lo ves. Además, Bobby no me puede culpar porque tarde un poco, digamos que me distraje con la compra. Pero eso lo discutimos cuando les demos las excusas a Bob y Tabby. Ahora tengo algo más importante que hacer.

Su pícara mirada me decía que no era algo bueno, y que como siempre, yo estaba involucrado. —Dime, ¿Qué puede ser más importante que llegar a tiempo a tu ensayo de boda y de paso que me retrase al mío? Especialmente cuando nuestras bodas son mañana.
Ella rodo sus ojos y me tomó en gancho y me obligó a caminar en dirección contraria a dónde venía.
—No asumas que te voy a ayudar —Paré mi marcha —Responde, ahora.
—Mi vestido de novia ¿ok?
—Tienes que estar bromeando —Ella negó, sus rojos cabellos moviéndose al compás de su movimiento exagerado, y sus mejillas sonrojadas por la pena —Dime que estás bromeando, ______...
—¡No lo estoy! Nick, no estoy bromeando ¿bueno? Tabitha me dijo que me iba a ayudar ¿sabes? Es difícil escoger tu vestido de novia cuando tu mejor amiga no hace más que preocuparse por el propio. Necesitaba la opinión de alguien, y cuando estuve lista para comprarlo, Tabitha me dijo que no podría, pero claro, la tarde anterior me la había pasado nada más que buscando su vestido por todo el país.
Sus facciones estaban deformadas por la furia
—Pero cuando se trató de mi ¡Bualah! Ella tenía una cita muy importante con su peluquero para acordar su nuevo color de cabello a fin de que fuera la novia del año, olvidándose completamente que toda la ceremonia es para las dos, para los cuatro. Lo que incluye que por lástima o compañerismo o lo que sea, yo también debería ser la novia del año. Pero a tu prometida parece olvidársele eso. En fin, el caso es que estaba con la cabeza tan caliente y metida tanto en la organización de la boda que se me olvidó por completo mi vestido.

—Ay ______… —Acuné su cara en mi hombro y la mecí dulcemente, como siempre hacía desde que puedo recordar, sus orejas estaban rojas por la furia y el desconcierto. Porque ¿Qué es una boda sin un buen vestido? Especialmente cuando es una boda doble y una de las mujeres va a ir con un vestido incluso tan caro como todos los preparativos. —Lamento lo de Tabby, pero sabes que ella ha estado muy… irritada los últimos días.
Ella me miró
—No te disculpes por tu prometida, no tienes la culpa de nada, eres el único a parte de mí que no toma la boda como el fin del mundo. ¡Que drama! —soltó una carcajada.
Yo no la entendía, y sinceramente ¿Quién la podría entender? Una mujer quien no tiene vestido de novia, su boda es mañana, y de paso esta algo tarde para llegar al último ensaño, y se ríe estruendosamente en medio de una plaza, como si la vida fuera un juego. Como si el tiempo se detuviera para ella y sus locuras, pero es que el tiempo siempre parece detenerse cuando estás cerca de ella.
—¡Andando Nick! Hay un vestido de novia en un mostrador de algún lugar cerca de aquí esperando por mi.
Y echó a correr como una posesa.

Caminé lentamente deslizándome por la noche fría. Nunca ni en mis más alocados sueños pensé que me iba a casar. Y por consiguiente no pensé que iba a tener una despedida de soltero, pero aún si me la hubiera podido imaginar, jamás habría sido así.

Jamás me hubiera imaginado, que mi despedida de soltero consistiría en unas cuantas cervezas en un bar de mala muerte. Incluso cuando era un adolescente con hormonas revolucionadas pensé alguna vez que en mi despedida de soltero iba a tener alguna especie de aventura de una noche. Posibilidad que descartaba por completo ahora. Mañana me casaría con la mujer que amo. Mañana me casaría con… Tabitha.

—No me digas que tu noche apesta tanto como la mía.
Me detuve en seco al escuchar la voz de ______ desde abajo. Incliné mi cabeza y la encontré sentada al borde del andén asiendo su bolso fuertemente.
—Lo siento si te asuste
—¿Asustarme? ¿Qué pasa, se acabaron tus super trucos? Porque la última vez que recuerdo que me hayas pegado un buen susto, no lo hiciste de esta manera. Vamos, tú eres mejor que eso.
Me senté a su lado.
—Parece que no. Parece que para lo único que soy buena es para atormentar la vida de los demás, sobre todo la de tu amada. Ella me odia ahora.
—Ella no te odia, es tu mejor amiga.
Tome su mano y le di un suave apretón, reconfortándola. ______ era la persona más alegre que yo hubiera visto jamás. La persona más amorosa y extrovertida. Siempre estaba haciendo lo impensable. Sus manos eran tan suaves al tacto. Se sentía como terciopelo.
—Oooh, créeme cuando te digo, ella estaba que echaba chispas esta noche. Si no fuera porque tengo tanto derecho como ella a pasar la despedida de soltera con nuestras amigas, ella me hubiera prohibido la entrada a su exclusiva fiesta.
—Ella… —Intenté excusarla de algún modo, pero solo no pude. Tabitha estaba muy extraña últimamente.
—Ella es así, y parece que hasta ahora lo descubro. Su comportamiento me tiene sin cuidado ¿sabes? Pero Bobby no, lo amo, es con quien me casaré mañana. Y yo... yo… sospecho que me engaña.
—¡¿Qué?!
—Si, él ha actuado muy extraño. Aunque lo obligué a prometerme que no habría sexo mientras planificáramos nuestra boda, él ni... Ni siquiera se me ha insinuado, o ha sido cariñoso, nada. Ahora es muy frío conmigo, y lo he escuchado haciendo llamadas extrañas. Puede que esté paranoica pero… lo amo tanto. No puedo ni pensar que sería de mí si no me caso con él mañana.
—Yo… creo que pienso lo mismo. No me puedo imaginar mi vida si la boda no sale como lo planeamos. Creo que ya el amor está tarde para nosotros. Creo que… ya es demasiado tarde.

Nos quedamos mirando a los ojos por unos minutos que parecieron una eternidad, Y la cosa con ella es que tiene esos increíbles ojos color avellana que te hacen querer perderte en ellos. Y su mirada tan penetrante que me hace pensar que nadie puede ver tan dentro de mí como ella. Ni siquiera Tabitha. Siempre me pongo nervioso, porque me hace sentir como un libro abierto. Y a veces me irrita que me conozca tan bien. Es decir ¿Está bien que la mejor amiga de tu prometida sepa más cosas sobre ti que cualquiera?

Una vez, en medio de un estado de honestidad total después de una buena ronda de tragos. Le Confesé a ______ con quién había perdido mi virginidad. Cosa que le he contado a prácticamente… nadie.
Volví a posicionarme en el espacio correcto de tiempo cuando ______ me miró con tal intensidad e incredulidad que me dejó frío. Parecía como si me viera por primera vez. Eso me frustró un poco, porque yo… yo la había visto desde siempre.
—No creo, yo... siempre tengo esperanzas. El amor nunca llega tarde.

Seguido a esto, me besó. Apasionadamente. Dulcemente. Tiernamente. Era el beso más hermoso de toda mi vida. Su mano reposaba sobre mi mejilla y me acariciaba lentamente, al tiempo que yo la apretaba más a mi. Nos besamos lentamente hasta quedar sin aire. Nuestros miembros hacían intrusión en la cavidad bucal del otro, y danzaban hasta agotar el néctar, el dulce, el sabor que era obtenido del otro. En ese momento fui consciente de ______. De lo que ella significaba en mi vida. De lo que había sentido por ella tiempo atrás, pero que había sepultado en el momento que mi amigo Bobby la había reclamado como suya. En ese momento fui consiente de que ninguna despedida de soltero podría superar aquella, podría superar aquel beso. Porque el beso era mágico, angelical, pasional. Cuando estaba a punto de abrir mi boca para hablar. Ella se fue corriendo, literalmente. Supuse que… si era demasiado tarde.

—¡Nick! ¡Nick! ¡Dios mío!
Me desperté con un increíble dolor de cabeza. No recordaba lo que había pasado, solo recordaba lo vivido con ______ el día anterior. No recuerdo en que momento estamos, si ha pasado una semana desde aquel beso, o si nunca sucedió. Solo soy consciente de esos ojos acaramelados que me miran con preocupación e intensidad.
Pero, de repente miro su vestido de boda. Un momento ¿Con quien se está casando ella? ¡No es posible! Pero luego miro mi propio traje. ¡Pero si ella se está casando conmigo!

El alivio que corre por mi cuerpo es tan intenso que no lo puedo asimilar. Por un momento pensé que se casaba con otro, pensamiento aterrador.
—¿Qué sucedió?
—Te desmayaste cuando te informé que después de esperar una hora finalmente nuestros prometidos no vendrán
—¿Nuestros prometidos? —Mi cabeza era un remolino de luces. Sentía un embotamiento tal que ningún pensamiento coherente se hacía paso por mi cabeza. Pero de repente todo fue muy claro. Y la certeza de eso me cayó como un baldado de agua fría —Tabitha.. —Susurré incrédulo. La mujer con quien en realidad me iba a casar. —Bobby… —El hombre con quien ______ se iba a casar. ¡Por Dios!

Mi mente trabajaba rápidamente procesando la información. Y un vago recuerdo de hace unas horas, al momento de despertar, cruzó por mi mente. Como había sentido, desde el momento en que había abierto mis ojos, que lo que estaba a punto de hacer no era del todo correcto. Como toda la noche anterior me había pasado pensando en ______, con el teléfono en la mano intentando reunir el coraje necesario para llamarla, y con una foto que nos habíamos tomado juntos cuando recién nos conocíamos. Cuando ella cursaba primer año en la universidad y yo estaba por graduarme.
Me senté y la miré incrédulo ¿En verdad todo esto estaba pasando? ¿Iba a casarme con la mejor amiga odiosa de ______? ¿No planeaba hacer nada al respecto? Pero, hasta hace unos minutos, yo estaba completamente seguro de casarme con Tabitha ¿Qué se podría hacer? Nada. Ya era tarde.

—Así es. ¿Qué te parece eso? Tabitha y Bobby. Suena lindo. Pues bien... mejor que sea así, porque ellos… se han fugado juntos.
Y esto era totalmente inaceptable. Inimaginable.
—¿Qué?
—Ésa fue mi reacción —Rió amargamente —Finalmente Bob si me engañaba con alguien, pero jamás me figuré que fuera con mi mejor amiga ¡Que digo! Ex mejor amiga. Puedo tener un gran corazón, pero esta jamás se la perdonaré.
—¿Dijo porque? ¿Por qué se fugó con él?
—Oh, si...Ellos. Habían descubierto que son el uno para el otro.
Pura mierda. Ella ha descubierto que él tiene más grande el bolsillo que yo.
Maldición, el descubrimiento de eso te deja con el ego herido. Pero nada más, ni una pizca de culpa, ni un corazón partido.
______ suspira —¿Qué haremos ahora?
—Casarnos —Contesté como si nada —Hay una boda que celebrar
—Si, Nick. Pero si no te has dado cuenta. No hay con quién celebrarla
Aunque ella intenta pasar el detalle desapercibido, yo noto que está muy nerviosa.
—¿Qué se necesita para celebrar una boda? Una mujer y un hombre ¿No? —Nos señalo a ambos —¿Lo ves?
—¡Te has vuelto demente! Yo ésta mañana me desperté para casarme con Bobby... y hasta hace una hora, estaba segura que era con él con quien me iba a casar.
—Ahora es diferente. La vida puede cambiar en poco tiempo. Incluso un minuto es decisivo
—Eres un imbécil
—Probablemente esta mañana, al querer casarme con Tabitha, era un imbécil. Pero acabo de cambiar, al tomar la decisión que contigo es con quien me quiero casar.
Ella se quedó helada. Ahora no veía su pecho subir y bajar al ritmo de su respiración. Su cara perdió todo color
—Estás hablando en serio…
—Lo sabes bien
—¡Esto es una locura! ¡Eres un loco! ¡Yo no me puedo casar contigo! ¿Cuándo dejaste de amar a Tabitha? ¿Cuándo dejé de amar a Bobby? ¡Si te das cuenta que nosotros nos levantamos hoy completamente dispuestos a casarnos con estas personas!
—Quizá tu… pero yo estaba dudando
Dejó de hablar —Yo estaba dudando porque... ______ ¿Hace cuanto nos conocemos?
—Ocho años. Yo tenía dieciocho, segundo semestre de Arquitectura. Tú tenías veintidós, último semestre de Ingeniería Civil. Pero eso no tiene nada que ver... yo... tú...
Sonreí, si que lo recordaba bien.

—Yo siempre te quise. Tú siempre me gustaste, desde el primer momento en que te vi. Luego cometí el terrible error de llevarte a esa fiesta donde conociste a Bobby. Y claro, como él lo quería tener todo. Te reclamó, y mi regla es, siempre que a mi amigo le gustaba una chica, yo me hacía a un lado. Pero no sabes lo difícil que fue hacerme a un lado. Sufrí tanto, porque fui un cobarde, para cuando me di cuenta de la magnitud de mis sentimientos, Bobby ya tenía su lengua en tu boca. Yo me sentí demasiado…solo. Quería desahogarme con alguien por el hecho de no tenerte, por el hecho de dejarte ir. Entonces llegó Tabitha, en ese momento tan parecida a ti, pero al mismo tiempo tan diferente, pensé que saliendo con ella me olvidaría de ti, y que como erais mejores amigas ella tendría tus cualidades… pero nadie es igual a ti ______, nadie es tan… así. Por eso es que te amo.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Pero yo tenía que seguir, tenía una necesidad imperial de soltarlo todo, todo lo que por ocho años me había obligado a callar. Cogí su rostro entre mis manos, y la acerqué. Mirándola fijamente.

—Luego me obligue a mi mismo de olvidarme de ti, de mis sentimientos por ti. Y con Tabitha las cosas estaban tan bien que… de repente creé una realidad en la que yo no te amaba. Una realidad de la que desperté ayer. Porque vivir contigo es un sueño. Mi vida contigo es un sueño. Eres todo lo que siempre quise. Tenemos tantas cosas en común, y ayer cuando me besaste… yo, sentí que volvía a la vida. Tú me haces sentir vivo ______. Tú provocas eso y más en mí, y sé que también sientes algo por mí. Vi tu mirada el día que nos conocimos, y la volví a ver ayer. Sólo dime que tenemos una oportunidad.
—¿Casándonos Nick? —Una lágrima rodó por su mejilla —Se supone que primero tenemos que ser novios y esas cosas.
—Tú nunca haces lo que se supone que debes hacer.
—Yo no puedo arriesgarme así. No por algo que no se si va a funcionar.
—¿Por qué no iba a funcionar? Dime qué sientes por mí
—Yo…yo… no lo sé. Creo que… creo que... Creo que te amo. —Se rió fuertemente —Dios, creo que te amo. Siempre me gustaste, quiero decir, cuando te conocí. Pero luego conocí a Bobby, él era como un sueño para mí. Creo que quedé cegada por su apariencia y su audacia. Pero en un principio quien ocupaba mis pensamientos eras tú. Y cuando Bobby me besó por primera vez en esa fiesta, no sentí nada. Solo miré hacia ti, y hablabas animadamente con una chica, así que me dije que estaba bien. Que tú estabas bien con la situación. Cuando en realidad estaba decepcionada de que yo no te gustara. Pero… esto es, no lo puedo creer. Yo pensé que amaba a Bobby, pero siempre contigo me siento… diferente, especial, femenina, libre. Pero…. Yo creo que, es algo tarde para nosotros ¿No crees?
—No creo, yo… siempre tengo esperanza. El amor nunca llega tarde.
Sonrió entre lágrimas al ver que citaba sus palabras de la noche anterior. La besé intensamente, recordándole con cada embestida de mi lengua, todo el amor que por ella sentía. —Vamos, hay una boda que celebrar.

Ella se acercó suavemente, sensualmente.
Todos a nuestro alrededor seguían preguntándose acerca de la boda. Que si bien no recordaban mal yo me casaba con Tabitha, no con ______. Se preguntaban en susurros al vernos pasar. ¿Qué sucedió con Bobby? ¿No eran otras las parejas? ¿No eran dos? Pero a mi poco me importaba, me conformaba solo con poder mirar a mi esposa a los ojos y susurrarle cuanto la amo, con eso me bastaba.

—He estado pensando algo, esposo mío.
Reí. Podría esperar que saliera con cualquier cosa.
—Dime, esposa mía.
Se acercó con una sonrisa diabólica
—¿Es algo acerca de nuestra noche de bodas?
—No, Pervertido. Aunque no puedo negar que estoy ansiando que llegue el momento.
Oh, si ella supiera como estaba yo. Me abrazó por la cintura y me miró amorosamente.
—Pero, en lo que si he estado pensando, es en que vamos a tener doble regalo.
Me reí fuertemente. Por supuesto, esto era muy típico de ella. Muy típico de mi esposa. Con estas cosas tendría que aprender a convivir, afortunadamente, por el resto de mi vida.