Demasiado tarde para nosotros; Dougie Poynter.

Dougie Poynter no era conocido por ser un gentleman ni nada de eso. De hecho era un asqueroso que no sabía como ligar con una chica. Había sido así toda la vida, y la verdad, nadie creía que fuera a cambiar a sus veinticinco años.

De cualquier manera, el chico había tenido sus novias. Pocas, pero las había tenido. De hecho, salía con una chica en esos momentos. Su nombre era Lara. Era exactamente lo que el buscaba. Una artista femenina y a la vez que comprendiera su humor. A la que le gustaran los lagartos.

Anteriormente había salido con Frankie. Sin duda una mala idea, pero en su momento la había amado y no se arrepentía de su relación. Aunque ella fuera todo lo contrario a él, por mucho que ambos trabajaran en la industria musical. Demasiado femenina, demasiado corriente..

Y luego estaba ella. La única chica que había hecho que su suelo temblara por primera vez, cuando no era más que un chiquillo de dieciséis años. La chica que era una mezcla entre Lara y Frankie. Su nombre era Hannah. Había sido su mejor amiga desde los diez años. Las cosas habían salido mal.

Dos años de relación.. Y una dolorosa ruptura para ambos. El día de Nochevieja. Por un mensaje.

“No quiero un 2005 contigo.”

Dougie aún recuerda como se sintió después de mandarle aquél corto mensaje de texto. Lo cobarde que se sintió por no decírselo a la cara, pero sabía que no habría sido capaz de decírselo. También recuerda el momento en el que sintió que nada en su vida no tenía sentido ya.

Había salido con sus amigos de fiesta, para celebrar el año nuevo. No es que tuviera ganas, pero no quería que su madre se enterara de que había cortado con Hannah de aquella forma. Sam adoraba a aquella chica, casi tanto como él.

Las amigas de Hannah, que eran también sus amigas, y una de ellas novia de uno de sus amigos, le miraron con lástima.

“Sentimos que Hannah te haya dejado.. Justo hoy.”
“Me alegro de que estés bien. Dale tiempo para pensar, sé que te quiere.”

Dougie no entendía nada. Deberían estar enfadadas con él, no decirle aquellas cosas, ¡Por Blink182, había cortado con su novia el último día del año!

Aquella noche no lo pasó bien. Para nada. Volvió a su casa pronto, diciendo que se encontraba mal, y se tumbó en su cama derrumbado. En pocas horas iba a ver a Hannah.. Y ya no la iba a poder besar. Había cortado con ella.. Y los ex novios no se besan.

O creyó que iba a verla.

Hannah no apareció con el resto de su familia en la comida que habían organizado entre su madre y la de ella. Le dijeron que había decidido ir a pasar el resto de vacaciones con su padre, que vivía en Peterborough desde el divorcio cuando ella tenía siete años. Y, textualmente, la madre de su ex novia le dijo que lamentaba que su hija se hubiera comportado de aquella forma tan cobarde al dejarle por teléfono. Que por favor no la odiara.

Las navidades siguientes no la vio. Ni las siguientes. Ni tampoco durante los siguientes años.


Desde ese momento, a Dougie no le gustaba Nochevieja, prefería pasarla a solas con su madre y su hermana, además de la señora Tudson, la madre de Hannah. Y, por supuesto, después ver reposiciones de películas con Sam y la señora Tudson.. Aunque fueran una mierda de películas que ya había visto cientos de veces.. Lara había insistido en pasar Nochevieja juntos.

Así que ahí estaban los dos. Sentados en el sofá de Sam Poynter. Lara con su precioso vestido negro y sus tacones, él con una camisa blanca y pantalones negros.

—¡Estas Navidades van a ser como las de antes, Doug!—Dijo Sam, con su tono festivo de siempre. 'No serán como las de siempre. Hannah no estará' Quiso contestar el rubio, pero no quería reabrir la herida.

La hora de la cena llegó, y comprobó que como todos los años, la señora Tudson -cuyo nombre era Margareth-, apareció a la hora acordada.

No estaba sola.

Una preciosa chica con el pelo larguísimo de color negro la acompañaba.

Era Hannah.

Supo en ese mismo momento que estaba perdido. Las dos únicas chicas que habían sido capaces de sacarle de sus peores momentos estaban una frente a otra. Una en vestido y la otra.. La otra con sus pantalones rotos.

Le tendió la mano, con seriedad, y Hannah rió.

—¿No me vas a dar un abrazo, niño tonto?—Preguntó Hannah con esa brillante sonrisa que tenía siempre. Dougie se sintió una mierda por haber cortado con ella. Joder, era preciosa y perfecta.

El rubio asintió y la abrazó, aspirando su aroma lentamente, no lo había olvidado jamás. Fútbol e incienso.

¿A qué huele el fútbol? Para Dougie, el fútbol huele a ella. Una mezcla de hierba recién cortada con el olor de sus chicles de menta.

—Esta es mi.. mi novia; Lara.—Presentó el rubio, Hannah sonrió.
—Lo sé. —Dijo como si fuera obvio la pelinegra.—Las defensoras de la galaxia estaremos siempre*.—Todos rieron.—Encantada Lara, yo soy Anna.

Anna. Aquello retumbó en su cabeza. La pelinegra no dejaba que todo el mundo la llamara así.

Cada vez se arrepentía más de haberla dejado.

Lara subió al piso superior y comenzó a pintar. Le había llegado la inspiración, y cualquier artista sabe que si no plasma sus ideas al momento de tenerlas, no lo podrá hacer más tarde.

Hannah hablaba con Jazzie animadamente, sobre su estadía allá en Helsinki, país en el que Hannah vivía desde los diecinueve. Dougie la miraba embelesado, recordando los fantasmas del pasado.

Las doce llegaron y todo el pueblo -y todo el país- se tiñó de júbilo y gritos. El 2013 acababa de empezar. Dougie y Hannah subieron al tejado, iban a tirar petardos, pero los demás preferían quedarse abajo. Incluso Lara había bajado para tomar las uvas, pero prefería no subir. Quizá porque llevaba vestido, quizá porque quería que su novio recuperara a su mejor amiga. No importaba.

Los petardos Poynter – Tudson comenzaron a salir disparados del tejado de la casa de los Poynter. Y entonces ocurrió.

Dougie la besó. Con fuerza, con cariño, con lujuria, con pasión y con resignación de saber que iba a ser el último beso. Las cosas comenzaban a desfasarse, él quería sacarle la ropa de golpe y ella quería que sentirle en todos los aspectos posibles.

Simplemente pasó. De golpe, sin protección alguna y en mitad de un tejado a la vista de cualquiera (¡Gracias al cielo era de noche o les habrían demandado por escándalo público!). Dougie la volvió a mirar, era demasiado perfecta.

Sacó el valor de.. a saber donde.

—¿Es demasiado tarde para decirte que quiero un 2013 contigo?—Preguntó el rubio, mientras se abotonaba la camisa de nuevo. Hannah sonrió.
—Lamentablemente sí, Dougie.—Dijo ella mientras se colocaba el pelo.

Volvieron con los demás, nadie notaba nada. Entonces, Hannah pidió unos minutos de silencio.

—Quiero dar la primera noticia del año.—Empezó la pelinegra.—De hecho.. Es la principal razón por la que estoy aquí.. —Todos la escuchaban con atención.—Me voy a casar.

Miss Gustavsson. escribió:POR LA CHUCHA
MARÍA ALAZNE DE LOS CERROS VIVIENTES DE ESPAÑA Y TODAS LAS CASAS DEL MUNDO >:c
tu one shot me encantó, en serio. ¡Me encantó!
te juro que morí y ah. Dougie cuando la besó y ella que se va a casar.
i'm crying :| casi lloro xd
estoy sin palabras, es el mejor one-shot del universo entero.
Como amo que seas mi beta <3
Te quiero<3

Pues cuando leas la segunda parte, MORIRÁS MÁS BUAHAHAHA.
No llores :C
Me alegro de que te haya gustado *--*
Awww, yo también amo que seas mi ¿betada? (???????).
Te quiero<3