When the night is over.

Tu vestuario es lo menos importante, solo quieres salir de esa casa. Quieres embriagarte y olvidarlo todo. Sientes que tu vida es una mierda, que no la estás viviendo como deberías. Tus padres te maltratan diciéndote que no es correcto lo que haces todas las noches, pero a ti te da igual. Lo único que te importa es el alcohol, las drogas y los tipos con los que te acostarás. Por un momento, ríes de lo hipócrita que luces, recordando cuando odiabas a las tipas como tú. Enciendes un cigarrillo mientras esperas el taxi, deseando que el taxista sea un asesino serial. Matarías por un abrigo y un poco de comida, mas tu orgullo e infelicidad te impiden entrar a tu hogar en busca de ambas cosas.

Sí, todo tiene un por qué. Dejaste la transcendencia de tu ropa atrás, ya que cuando tus "amigas" se burlaron de como vestías, decidiste que ya no te importaría nunca más aquello ¿Por qué? Porque esas palabras dolieron mucho en ese entonces. Quieres abandonar la casa, porque hace tiempo sentiste que dejó de ser tu casa. Embriagarte y consumir drogas son el refugio que estás buscando, según tú, lo que te ayuda a escapar de la estúpida realidad. Tu vida no es una mierda, podría ser mucho peor y lo sabes, mas no quieres admitirlo porque temes parecer débil nuevamente. Los que te dieron la vida dicen palabras crueles solo porque se dieron cuenta que con las dulces no lograban nada, solo quieren a su pequeña Penny de regreso. Alcohol, sustancias ilegales, y tipos que no conoces, son las cosas que te avivan y te dan calor, te hacen sentir que no estás sola. Tu cigarrillo pasó a ser tu mejor amigo, el único que no te juzga, pero te hace peor que los anteriores. Deseas que el taxista sea un criminal, solo porque sientes que no tienes el valor para suicidarte y esperas que alguien te haga ese favor. Toparte con tus padres para buscar aquello no valen tanto la pena, aunque si lo valgan, no quieres ver sus miradas de pena combinadas con enojo al verte.

Pero deberías entender que con diecisiete años, no podrás refugiarte en todo lo que te hace mal buscando sentirte de maravilla. Porque sentirás satisfacción, calor y suficiencia al hacer lo planeado, mas al terminar la noche esas sensaciones se acaban. Vuelves a sentirte menospreciada, sola. Vuelves a extrañar a tus padres y lo que solía ser una fuerte familia. La idea del suicidio vuelve a pasar por tu cabeza y quieres dejar de llorar.  Podrías ahorrarte todo eso, si no fuera porque estás tan decidida a que siempre serás la misma mierda, que quizás termines muriendo con la vida que nunca quisiste tener y pudiste evitar poseer.

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