El reencuentro [Christian Grey]

 
• Titulo: El reencuentro
• Autor: KillerQueenL.
• Adaptación: Adaptación de la trilogía de 50 sombras de grey por E.L James
• Género: Drama, romance, erótico.
• Contenido: Vocabulario obsceno y escenas que pueden dañar la sensibilidad del lector, escenas subidas de tono.
• Advertencias: Si lees esta novela esta bajo tu responsabilidad.
• Otras páginas: Si, esta novela próximamente se publicara también en mi blog.

Desde hace mas de dos años, estoy aburrido, solo quiero escapar de esta vida, si, estaba de alguna forma enamorado de la chica que cayó en mi despacho, me seducía su timidez y su inseguridad pero estoy cansado, cada día es lo mismo, no hay emoción, no hay placer, no hay control.
Necesito el control, no lo tengo, he pasado a ser la marioneta de mi mujer, la billetera de mis hijos, no, Christian Grey no puede tener esa vida, no he nacido para ser un buen padre de familia, ni para ser un buen marido.
Echo de menos el control, la pasión, la intensidad de ser el amo.
Hará unos 5 meses cuando me he separado de Anastasia, ella estaba de acuerdo, supongo que no había cambiado lo suficiente, tampoco tenía la intención de cambiar, solo quiero ser yo mismo aunque tenga dos hijos.
Hoy comenzare mi nueva vida, recuperare la antigua y seré el intimidante Christian Grey que controlaba todo, incluso hasta cuando se debía o no correr mi sumisa. 

Hoy es el día que vuelvo a pisar tierra americana, en concreto de Seattle (Washington), solo estoy aquí por mi mejor amiga, Mía Grey, también estaba algo cansada de el trabajo de la oficina, también tengo que hacer unos negocios aquí, un misterioso comprador intenta comerme la empresa, pero no, será la mia la que coma la suya, nadie podrá con Juliette Vianello, nadie.

El ruido de las maletas, de las voces de las azafatas hablando por megafonía, algún grito de algún niño y como no algún berrinche de otro.

Aunque yo solo podía oír el sonido de mis tacones y el ruido de las ruedas de mi maleta, unos metros más adelante se hallaba mia, con una sonrisa en el rostro y con impaciencia, típico de ella.

Cada vez me acercaba mas a ella, cinco metros, diez metros, hola mia, cuánto tiempo sin vernos…


-¡Jules! Te echaba de menos – Dijo entusiasmada dándome un gran abrazo, me estaba asfixiando, pero la echaba de menos, correspondí su abrazo con una pequeña sonrisa en mis labios.

-Ya me tienes aquí, bella, dime que serán divertidos los días que pase aquí…-dije con un tono algo aburrido, no es que ella me aburriese, si no la situación de estar encerrada en un hotel todo el mes, o que solo salga a hablar con empresarios que piensan más en tener la cuenta llena que en el bien común.

-Tranquila, te prometo que los días que pases aquí serán inolvidables.- dijo con una sonrisa en los labios, eso espero cariño, eso espero.


Ya habían pasado dos días desde que llegue a Seattle, no me podía quejar, compras, cotilleos y quizá algún ligue, nada interesante, ese día Mia me había comentado que tenía que hacerle una visita a su hermano mayor, estaba algo preocupada con él, por su divorcio, gilipolleces.

A regañadientes tuve que ir yo también, ¿Por qué cojones tengo yo que consolar a un tío que hace mas de 10 años que no lo veo?, suspire mientras subía con mia en el ascensor, me hablaba y solo podía oír, bla bla bla.
-Solo será un minuto, es que la historia de mi hermano con anastasia fue muy intensa y pues, como acabaron así, temo que haga alguna tontería.- dijo preocupada antes de salir del ascensor, mía déjalo, no me interesa la vida de tu hermano.

Rodé los ojos y suspire, solo pude asentir y hacer una mueca, era mi mejor amiga ¿Qué iba a hacer?


Abrió las puertas del despacho y ahí estaba el, mirando las vistas desde las grandes ventanas, suspiraba
-¿Qué tal vas, Christian?- pronuncio ella acercándose a su hermano mientras acariciaba su hombro suavemente, se notaba que estaba preocupado por el, yo simplemente me quede mirando el interior del despacho mientras esperaba, parecía la consulta del médico y yo era la siguiente en pasar.

-Bien, no estés preocupada por mi.- dijo él con un tono serio, vaya, no había cambiado nada, el mismo tono de voz, la misma obsesión por el orden, su gran gusto por los trajes.

-Christian, sabes que me tienes aquí para contarme lo que quieras, por cierto, está aquí Juliette, ¿te acuerdas de ella? –Sonrió al pronunciar aquellas palabras, arrugue la nariz al escucharla ¿Ahora me mete a mi? Mia no me hagas esto…

-¿La italiana? ¿La niña inocente y tímida que nunca me miraba directamente a los ojos?- dijo sorprendido, apreté la mandíbula, pensaba que se acordaba de mi por otros logros no por esos, pero que sepa que he creído y esa chica murió.

-La misma.- Dije en un ligero acento italiano mientras cruzaba mis brazos, el tono borde y duro era el protagonista, ahora se iba a dar cuenta de quién era yo.

Al oírme se giro directamente a mí, mirándome de arriba abajo, escaneándome como si el fuese una impresora y yo un DNI, suspire y le aguante la mirada, sonrió de una forma seductora, vaya, parece que el señor grey se alegra de verme.