Stockholm syndrome {Larry Stylinson.

Dormir sobre su pecho era simplemente perfecto, sentir su calma respiración y el calor que su cuerpo irradiaba, no había sensación más bella que esa para mí; Louis era mi enfermedad y mi cura.
Abrir los ojos y encontrarme con su bello rostro dormido era un regalo del cielo, ya no había maltratos, aunque si se enojaba con facilidad, eso era una parte de él a la cual ya me había acostumbrado.
 
―Louis…
― ¿Si?
―Quiero saber más de ti ―de inmediato giró su rostro y se separó un poco para verme. Nos encontrábamos sobre la cama.
― ¿Qué quieres saber? ―preguntó un tanto fastidiado.
―Lo que sea Louis, quiero que confíes en mí.
―No confío ni en mi sombra Harry ―confesó viéndome a los ojos.
― ¿Qué sucedió con tu familia? ¿Zayn sabe tu historia?
―Zayn lo sabe, nadie más y así seguirá siendo por ahora.
Me levanté de la cama soltando un sonoro bufido.
 
― ¿Qué demonios te pasa Harry? ―preguntó algo fastidiado― No es el momento de que sepas todo, deberías darme tiempo.
― ¿Tiempo? ―volteé a verlo incrédulo― ¿Tiempo para qué? Abandoné la oportunidad de volver con mi familia por ti  ¿Realmente no puedes confiar en mí? ¿Qué más debo hacer? Lo he dejado todo por ti Louis, todo ―mis ojos se llenaron de lagrimas y él se levantó de inmediato a abrazarme― Louis lo necesito, necesito que me des algo a cambio de todo lo que yo he dejado por ti.
―Nunca fui bueno en nada Harry, temo decirte la verdad y que quieras irte, no te dejaré pero no quiero que sientas ganas de dejarme tú a mí, no podría soportarlo ―finalizó para luego separarse y verme a los ojos.
― ¿Has matado a alguien? ―pregunté con temor.
―Sí ―tragó saliva sin quitar su mirada de la mía.
― ¿Has matado a alguien de tu familia? ―el asintió a lo que volteé tomando una gran bocanada de aire.
―No me juzgues sin saber la verdad ―pidió posando una mano en mi hombro.
―Pues dímela de una vez Louis, por favor ―comencé a sollozar lleno de sentimientos encontrados, había descubierto que estaba enamorado de un asesino y nada ya tenía lógica alguna.
―Mi padre… ―comenzó y volví mi vista a la de él mientras lo veía sentarse al borde de la cama― Ese sujeto siempre fue una basura, con mi madre, conmigo… ―pude notar como estaba a punto de quebrarse y por eso se detuvo, no lo presioné, simplemente le di su tiempo sentándome a su lado y abrazándolo por los hombros― Él era un buen hombre, cuando mi hermana Lottie y yo éramos los únicos nuestra familia era muy linda, pero luego por problemas en el trabajo él empezó a tomar. Bebía mucho, llegaba ebrio a casa y todo era buena excusa para que mi madre fuese víctima de sus golpes. Yo era un niño, un niño cobarde que no sabía qué hacer y cuando ella me pedía que me fuera a mi habitación con Lottie lo hacía, por más que luego escuchara sus discusiones y su llanto, ella no tenía más de cuatro años y yo apenas ocho ―respiró profundo antes de proseguir―. Mis padres se habían separado un tiempo pero cuando mamá le dio otra oportunidad, al poco tiempo quedó embarazada. Allí nacieron los gemelos, yo ya tenía unos doce años. Todo parecía mejorar, pues mi padre había cambiado, mi madre seguía atada a él y probablemente ni siquiera lo quería pero aun así nunca se separaron y nunca supe el porqué ―me miró un instante en el cual no supe que pasó por su cabeza pero de alguna manera, sentía que él era un vivo reflejo de su padre y yo, de su madre―, él trabajaba bastante en aquella época, pasaba mucho fuera de casa, solo iba por las noches y mamá le reprochaba aquello, sospechaba que tenía otra y con el tiempo se supo que así era, mi padre tenía otra familia, y con ella, otra esposa e hija ―soltó un largo suspiro― ¿Aun quieres seguir escuchando?
―Por supuesto, por favor sigue.
―Está bien ―dijo antes de proseguir―. Pues eso solo trajo más problemas, mi madre estaba triste, desilusionada, apenas si salía de su cama por culpa del maldito que escogió quedarse con la otra familia. Mi mamá pasó un tiempo sin trabajar e internada por aquella depresión, una tía nuestra se hacía cargo de nosotros pero yo ya tenía quince años y no permitía que nadie me mandara, además, sentía la necesidad de cuidar de mis hermanos y casi sin querer conocí a Zayn ―hizo una pausa para observarme, yo no había quitado mis ojos de él ni un momento―. Zayn nació destinado a ser lo que es, y fue el único que me dio una mano cuando nadie más lo hizo, gracias a él entré al negocio y…
― ¿Y? ―pregunté insistente al ver que no proseguía.
―Y me convertí en esto que ves, en este Louis que no puede salir del negocio de las drogas, en un delincuente más ―se encogió de hombros.
―Aun no me dices que pasó con tus padres ―mi seriedad no ayudaba, pero realmente no sabía cómo reaccionar, estaba siendo frío y hasta distante, probablemente era el shock de toda la información que estaba recibiendo. Pues, yo sabía que Louis era un delincuente, lo deduje desde un principio, pero que él me lo diga era algo diferente.
―Entrar en el negocio era peligroso, eso implicaba que debía aprender a defenderme y tener con qué, por eso recibí un arma cuando gané la confianza de mi jefe ―bufó―. Tiempo después mi madre estaba en casa, con mi hermana y hermanos, ellos eran buenos ¿Sabes? Nunca les permití que se metieran en nada raro, ya bastaba conmigo, y aunque mi madre sabía que el dinero no llegaba a casa de buena ley lo necesitábamos porque ella no conseguía empleo y pues mis hermanos tenían que ser mejores que yo, y por eso estudiaron siempre e intentamos darle lo mejor ―se aclaró la garganta―. Un día nos enteramos que Lottie estaba viéndose con mi padre, ella siempre lo quiso mucho, era la nena de papá y no tenía tan claros los recuerdos de nuestra niñez como yo, por eso, una tarde se apareció en casa con él. Me enojé mucho ese día, recuerdo que estaba tan furioso que la insulté y mi padre se metió delante para calmarme, pero eso solo logró que me enfureciera más. Empecé a echarle en cara todo por lo que habíamos pasado por su culpa y él no hacía más que disculparse pero nunca le creí, sabía que no estaba arrepentido. Aunque se hubiese quedado con la otra familia no tendría porque habernos dejado sin nada, jamás se ocupó de enviarle dinero a mi madre, todo eso dependió de mi y se lo dije, le dije lo que era gracias a él, lo insulté, le dije que era un maldito ebrio bueno para nada y me golpeó ―soltó una risa irónica mientras sus ojos se llenaban de lágrimas que casi de inmediato descendieron por sus mejillas― ¡Se creyó con el derecho de golpearme! ¿Puedes creerlo? ―me miró totalmente vulnerable, lleno de odio y dolor por lo cual lo abracé de costado acariciando su espalda sin quitar mis ojos de los suyos.
― ¿Qué sucedió entonces Louis?
―Yo solo me desesperé cuando mi madre quiso intervenir y el quiso levantarle la mano, tomé mi arma y le disparé ―sus ojos desbordaban lagrimas mientras veía a la nada, perdido en sus recuerdos, lo abracé con fuerza y dejó salir aquel llanto contenido. Sus brazos me rodearon con fuerza― yo solo no lo soporté más.
―No sigas, está bien ―susurré con calma dándole toda mi contención, él estaba quebrado por haberme confiado sus más oscuros secretos y ahora comprendía todo.
― ¿Y qué hay de tu familia? ¿Qué sucedió luego con tus hermanos?
―Ellos nunca lo entendieron, creían que yo era un monstruo, maté a su padre frente a sus ojos, Charlotte jamás me lo perdonó y los pequeños ni siquiera sé.
― ¿Y tu madre?
―Desaparecí de sus vidas, yo sé que ellos están bien, Zayn se encarga de hacerles llegar dinero cada mes y aunque mi madre insiste con verme no quiero exponerla a esto ―suspiró―. Tampoco quiero exponerte a ti y por eso jamás saldremos de estas cuatro paredes ¿Entiendes? ―ahora quien tenía sus ojos inundados en lagrimas era yo, pero no podía mencionar un “nosotros” él había pensado en ello y eso solo me destrozaba por dentro, me destrozaba saber que era imposible.
―No fue tu culpa Louis, la vida te llevó por el camino equivocado, pero aun estás a tiempo de corregir tus errores.
― ¡Claro que no! ―se separó bruscamente pasando sus puños por las mejillas secando las lágrimas.
― ¿Por qué no? Yo quiero estar contigo, estaré siempre contigo y te apoyaré en todo lo que sea necesario.
―Porque no puedo salir de esto, es más complejo de lo que crees, estoy metido hasta las manos Harry, yo… Yo le vendí el alma al diablo y él no me la devolverá.
― ¿Qué debes hacer para salir? Ya lo he dejado todo por ti Louis, me iría a donde sea solo si tú me lo pidieras ―confesé con desesperación.
―No seas ingenuo Harry, los dos sabemos que eso no es tan fácil ―de un momento a otro, yo me había quebrado y ahora él me consolaba a mi―. No puedo salir del país, la policía está tras de mí y tendría que pagar una pena si quisiera mi libertad.
― ¿Cárcel? ―pregunté viéndole a lo que asintió.
―No sé cuánto tiempo pueda estar dentro por haber matado a ese tipo y por involucrarme en drogas, solo sé que perdería mi vida entera dentro y aunque la que tengo ahora apesta sé que en prisión apestaría aun más porque ni siquiera podría tenerte ―tomé mi rostro entre sus manos y lo besé― no podría soportar estar lejos de ti.
―Tampoco yo ―volvimos a fundirnos en un abrazo.

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