The blacklist.

PRÓLOGO

La psicología social es el estudio científico de cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas son influidos por la presencia real, imaginada o implícita de otras personas.
La mayoría de la clase se encontraba ansiosa y eufórica por la clase de la profesora Tate. Tan solo unos pocos se mostraban afligidos por el hecho de tan solo tener que asistir al establecimiento. No es que, específicamente, la encargada de la clase de psicología produjera usualmente éste efecto en sus alumnos, sino la noticia que traía entre sus manos. 
Cada año, la profesora aumentaba con pasión el interés por su clase. De la secundaria, cualquier persona que fuera preguntada, sabría responder con exactitud y claridad cuales eran las mejores materias de allí; y en la mayoría de los casos, Psicología, con aquella mujer de tan solo treinta años, ocupaba los puestos más altos.
—Buen día, alumnos.— Saludó, ni bien pisó aquel lugar, el salón 2432. Sus tacos de, quizás, ocho centímetros retumbaron por aquel ambiente que se silenció ante su presencia. Una sonrisa fue tomando forma en su cara poco a poco, se cruzó de brazos y suspiró. —Dios, apestan a ansiedad y desesperación, ¿Quieren que les diga ya lo que les tengo preparado?— todos aquellos adolescentes rieron en conjunto y posteriormente se limitaron a asentir con emoción. 
Ruby Tate se inclinó hacia delante y cruzó ambas manos sobre el escritorio de metal bordó. Alzó una ceja y miró a cada alumno con detenimiento. Con sus tres década de vida, la licenciada había aprendido a mezclar el profesionalismo, la gracia y la intriga con excelencia. No había un solo ser que no pisara ese salón y no se sintiera atraído hacia las palabras que desbordaban la boca de la castaña.
—Éste año trabajarán en un proyecto. Va a ser de libre albedrío, del tópico que ustedes quieran— el murmuro pronto opacó aquel silencio sepulcral que se había instalado segundos atrás y cada uno empezó a formular mentalmente el futuro de aquel plan que Tate les planteaba —. Pero...— Habló nuevamente, levantando su dedo índice en conjunto. —siempre y cuando se relaciones con la psicología. Porque tengo la leve sospecha que Rawson, de allá atrás, ya está planeando un informe acerca de Bob Marley y las ventajas de la legalización de la marihuana— señaló a aquel chico de rastas y que solía interrumpir su clase con su celular, tono de llamada que era más conocido como "Three little birds". La clase estalló en risas, y por supuesto, con total confianza y sin ninguna ofensa. Sin embargo, se vieron silenciados por los aplausos de la autoridad.  —Bueno, volviendo al tema. Se realizará en grupos, de la cantidad que quieran. Pueden tratar sobre las actitudes que quieran, de los pensamientos de algún personaje histórico, de las consecuencias de sus creencias. Incluso si quieren fobias, el por qué de ellas, pero siempre dando su punto de vista. Éste proyecto acabará cuando termine el semestre y será el cincuenta por ciento de su calificación. Sí, como escucharon, el cincuenta por ciento. Además, será tomado para futuras becas, si así lo desean. — No era una sentencia, no era una demanda, era una invitación a que ellos se desarrollaran por completo en un tema con el cual estaban familiarizados. Había miles de tópicos, pero... cada uno sabía más o menos hacia donde se quería dirigir. 
Genevieve Lucifix se encontraba sentada en el fondo, a su lado, Zeta Reed le dirigió una mirada llena de confianza e intriga. Ambas giraron sus cabezas y Boo Mackenzie y Bobbie Lahey se encontraban entre risas. Del otro lado, Summer Jenkis y Emma Faulkner ya habían posado sus ojos sobre aquel cuarteto. Y entre todas, sonrieron y acrecentaron la picardía. Los pensamientos en sus cabezas no eran para nada advenedizos, sabían lo que querían. Quizás debían decirlo en voz alta, y solidificar sus ideas.
Pero el sexteto, muy internamente, sabían que camino tomar, y ya habían elegido su proyecto.

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