No todo es solo apariencias

Prólogo

Mi nombre es Tomohisa Yoshida, estoy en el último grado de secundaria, y soy el nuevo del instituto, eh sido catalogado el "raro" del instituto y la verdad...me da igual pues se que es cierto....tengo "dieciocho" años de edad, soy de cabello negro , tez extremadamente pálida y ojos de un color azul marino intenso,.
¿Por qué no soy normal? Pues.... porque no soy humano. ¿Mi verdadera edad?
La verdad...eso no importa, soy hijo único... para mi mala suerte, estoy solo...pues mis padres han muerto.
No me imaginen como un monstruo horroroso pues no lo soy, mi apariencia es algo similar a la de un humano, solo poseo garras o "uñas" como quieran llamarles, realmente afiladas y unos colmillos pequeños, esa es...la única diferencia, también poseo poderes sobrenaturales pero... ¿Para qué usarlos? ¿Para asustar a todos?
La verdad...es que ese....no es mi estilo.
Siempre eh sido sometido a burlas e insultos, desde que nací para ser exactos, pero siempre.... alguien hará la excepción.

Capítulo 1: Recuerdos

La luz entra por mi ventana avisándome la llegada de un nuevo día, el agua tibia cae por mi cuerpo dándome una sensación de tranquilidad, mi uniforme es compuesto por una camisa manga larga blanca, la cual posee un color verde en el cuello y en las mangas al igual que en el cuello y en las mangas estas poseen un pequeña raya blanca, como pantalón uso unos jeans negros y como zapatos uso unos zapatos cafés, en mi cuello una corbata roja mal amarrada pues aún no sé cómo usarla, me eh quedado dormido pero no me importa en lo absoluto, corro a una velocidad que para cualquier humano sería imposible, pero eso ahora es algo que ni siquiera me interesa.

Eh llegado justo a tiempo, una mano se ha posado en mi hombro por lo que estoy a punto de atacar, pero al girarme logro notar que solo se trata de una mujer….una simple humana.

—Eres el joven de nuevo ingreso ¿Cierto?—me pregunta la mujer con tono tierno, su tono de voz me recuerda tanto al el de…mi madre.

—Si señora—mi tono de voz suena frío y grosero….más de lo que lo había planeado-Lo siento- le susurro avergonzado, mi tono se ha suavizado a tal punto de ser algo similar al tono con el que hablaba cuando era pequeño.

-Acompáñame por favor- me pide con amabilidad, aula once, aula de ¿Español? ¿Pero qué es eso? –Entra—me ordena con ternura, asiento levemente para luego entrar, no hay ningún pupitre vacío por lo que me eh sentado en el suelo.

La profesora ha empezado a hablar sobre de un tal análisis de no sé qué, según todos es un repaso, pues lo han visto desde hace varios años atrás, pero para mí es…completamente nuevo…extraño, solo escucho palabras sin sentido…

¡No entiendo nada!

El cansancio esta empezado a hacerme efecto, mis ojos han empezado a cerrarse….todo se vuelve borroso.

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Todo es oscuro….y hay un silencio aterrador, es un bosque puedo notarlo….aunque todo este oscuro, los grillos suenan a una intensidad insoportable para mis oídos, el olor de la sangre…se hace presente.

Siento un escalofrío recorrerme el cuerpo, algo que muy pocas veces suele pasarme.

¿Qué está pasando? Bajo mi mirada al suelo topándome con mis pies descalzos, mi ropa no es la misma de antes, ha sido sustituida por un kosode café, un kimoto y un hakama con rayas plateadas, es idéntico al que….me dio mi madre, mis garras tienen un tamaño diferente al de antes….son más largas y filosas, mis labios están siendo punzados por algo puntiagudo lo cual reconozco con facilidad….pero ¿Por qué mis colmillos han crecido tanto?

Una desesperación me invade por lo que empiezo a correr sin rumbo,
sin poder detenerme, el olor de la sangre se hace cada vez más presente, está disperso por todos lados haciendo mi labor imposible.

Al fin eh llegado al lugar de la masacre, todos están muertos…ninguno tiene aunque sea una milésima de sangre….están…completamente vacíos.

—Un demonio—escucho el susurro de una niña, camino con lentitud hacia donde se encuentra, debo…ayudarla. —Por favor… no me mates—me suplica entre susurros y sollozos, estoy frente a ella, mirándole con una expresión de asombro. ¿Cómo puede pensar que soy capaz de lastimarla? Si es solo…una niña.

—No pienso lastimarte—susurro algo dolido por su desconfianza, esta ha salido un poco de su escondite, el cual está conformado por el resto de algunas casas.


—Tus ojos no dicen lo mismo—susurra con voz temblorosa, fijo mi mirada en un pequeño charco, pudiendo así notar como mis ojos se han vuelto rojos y muestran….¿Rencor? ¿Tristeza? ¿Enojo? ¿Furia? Ya entiendo…porque me tiene miedo, en mis mejillas hay unas franjas moradas, mis colmillos han pasado por pocos centímetros mi labio inferior, y mis garras han crecido a tal punto de parecer “pequeños” y afilados cuchillos.

—No soy un demonio —susurro disgustado.

— ¿Entonces que eres? — me pregunta con inocencia.

—Soy un medio demonio —le respondo aunque por dentro declara no haberlo hecho, sé muy bien que seguramente no sabe que significa pero es peligroso que la vean junto a mi…le regalo una pequeña sonrisa causando que esta también hiciera lo mismo. — ¿Cómo te llamas? —le pregunto sonriente.

—Hikari—susurra nuevamente con algo de timidez —Eres algo pequeñito para tener tal apariencia—susurro de nuevo, dirijo mi mirada nuevamente aquel charco, topándome con un niño que aparenta tener trece años de edad. Nuevamente me había pasado, esto ya se estaba volviendo un problema, esto de controlar la apariencia correcta se esta volviendo cada vez más….difícil, pero… en unas horas volvería a ser el mismo ¿Cierto?

— ¿Estas solo? —me pregunta la niña con timidez, asiento levente algo confundido haciendo que esta sonría ¿Qué estará pensando? — ¿Te puedo hacer compañía?- pregunta nuevamente, abro los ojos de en par en par, ¿Me está pidiendo que la deje acompañarme? ¿Es enserio? Su pregunta ha hecho… que involuntariamente sonría

—Como quieras —le respondo restándole importancia aunque por dentro le estoy pidiendo a dios que diga que si, tenerla como una amiga podría ser…lo mejor que me ha pasado….sería ¿Mi primer amiga?

—¡Entonces vamos!—¿Ha dicho que si? La escucho gritar mientras corre, pero esta al no fijarse por donde corría ha tropezado cayendo así encima de los cuerpos sin vida, por un momento….lo había olvidado, corro con rapidez pues me preocupa su estado, de sus ojos cafés caen algunas lágrimas y aunque quisiera ocultarlo con su cabello no lo lograría, pues tengo buen olfato.
—¿Estás bien?—le pregunto preocupado, esta niega con la cabeza mientas se sienta con rapidez para luego agarrase del tobillo, se ha…lastimado, sin decir nada la tomo en mis brazos quedando esta en posición nupcial, camino con lentitud pues no quiero lastimarla.

— ¿A dónde vamos? —me pregunta con ingenuidad.

—A buscar un lugar para pasar la noche—es lo último que digo, para luego emprender mi caminata, falta mucho para llegar y no creo que este lugar sea seguro y menos con ellos rodeando.


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Siento como algo o alguien me mueve de un lugar a otro, pero no me importa….no pienso abrir los ojos.


— ¡Que te despiertes! — su grito suena cerca de mi oído y aunque me molesta…no pienso obedecerle, algo se ha estrellado en mi cabeza con fuerte intensidad, siento como mis sentidos empiezan a fallar, estoy empezando a perder…la razón, sin ni siquiera abrir los ojos me levanto, no tengo control…lo sé, no es necesario que lo busque con la mirada, pues su olor me ha guiado hasta el, sin previo aviso lo eh tomado del cuello, levantándolo así del suelo, mis ojos se abren de repente…causando que el joven se asuste, se que mis ojos muestran solo una cosa…le sonrió levemente como animal el cual ha encontrado a su presa y está dispuesto a matarlo, este ha logrado ver mis “dientes” causando que este se ponga realmente nervioso.


—No lo vuelvas a hacer—le ordeno con enojo, mi voz ha sonado ronca…¡Maldición! Se que si no me hubiera controlado este hubiera muerto, por mis propias…manos, y eso sería algo que lamentaría por siempre, todos se han ido, solo quedamos el…y yo.

—Lo sabía— susurra con voz entrecortada ¿Pero qué es lo que según él sabía? —No eres….humano—susurra nuevamente, mi mirada se posa de inmediato en el. ¿Cómo se había dado cuenta? ¿Tan obvio eh sido! ¡Maldición! ¡Me eh expuesto demasiado!

—Pero…¿Cómo? —le pregunto nervioso.

—Tus colmillos…te han delatado mientras dormías—me responde sonriente, nota mental, buscar una manera de que no se vean mis colmillos mientras duermo.—Además tu piel es demasiado pálida y con ese susto…me lo has dejado bien en claro, no diré nada—me dice sonriente, pero su expresión cambia al decir lo último. ¿No debería tenerme miedo?

—¿No te da miedo?-le pregunto incrédulo, este niega con la cabeza—Más te vale no decir nada…de lo contrario…te mataré—hablo nuevamente mientras lo miro seriamente,, este traga con nerviosismo pero asiente sonriente, aumentando mi asombro, , le sonrió con alegría pues puedo notar en sus ojos la humildad y….la lealtad—Ni pienses en preguntarme la edad—este abre los ojos a más no poder por lo que suelto una pequeña risita.

—Vámonos—este asiente levente sonriente mientras se dispone a seguirme, pero ahí es cuando un pequeño detalle cruza por mi cabeza. —¿Cómo te llamas? —le pregunto sonriente.

—Makoto Matsumoto, para servirle—me responde sonriente mientras me hace una pequeña reverencia ¿Sera esto posible? ¿Un humano haciéndole una reverencia a un medio demonio? ¿A un ser odiado y despreciado por humanos o monstruos? ¿A un ser de una especie indefinida?

—¿C-Con que mmm…clase seguimos?—pregunto nuevamente con dificultad, pues la impresión y el hablar como ellos aún es difícil para mi.

-Seguimos con matemática—me responde mientras hace un gesto de disgusto—La materia no es de mi agrado—habla nuevamente mientras se encoge de hombros.

—¿Qué es eso? —le pregunto confundido, este parpadea varias veces seguidas…como si quisiera asimilar mi pregunta ¿Tan tonta había sido?

—¿No sabes qué es? —me pregunta sorprendido, niego con la cabeza por lo que este me sonríe con malicia. ¿Pero qué esta pensando? —Si te respondo me dejarías quedarme en tu casa? —¡¿Qué?! Asiento con la cabeza pues sé que en mi casa no hay nada que tenga que esconder.

—La matemática es una materia en donde se utiliza los cálculos y sobre todo la cabeza, se aprende el álgebra, la geometría entre otras cosas más, además es una materia muy aburrida y realmente costosa…—este seguía hablando y hablando su tono de voz era calmado, casi podría jurar que estaba hablando con un monje, pero ahora que l pienso…¡¿Qué?! ¡Me ha dejado en las mismas!

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Al fin han terminado las clases, camino con lentitud pues se si corro no podría seguirme el paso, hemos entrado en el bosque, la brisa es fría pero no me molesta en lo absoluto, un exquisito olor ha impregnado el aire, por lo que eh acelerado mi paso dejando así atrás a mi acompañante.

—¡Hey! ¡Espera! —sonrió con diversión pues ahora que lo pienso no le eh dicho mi nombre.

—Tomohisa Yoshida, es es mi nombre—esto es lo último que eh dicho, un silencio aterrador se ha apoderado del lugar, el cual ha empezado a molestarme, eh frío ha aumentado pero…no me molesta, este es uno de los beneficios de ser demonio..o medio demonio, como sea lo quiero decir es que no te molesta el frío para se exactos no lo “sientes”.

—Tomohisa—lo escucho susurrar.

—¿Si? —le pregunto curioso, aun así sigo caminando, una pregunta cruza por mi cabeza por lo que se lo pregunto con curiosidad—¿Acaso no tienes frío? —le pregunto de un pronto a otro, pues aún sigue caminando como…si nada.

—Si t-tengo frío—susurra con debilidad—¿Ya casi llegamos? —lo escucho preguntar, sus pasos se han detenido, me giro con rapidez topándome así con su cuerpo en el suelo, con los dedos de mi mano derecha causo unas pequeñas chispas las cuales son algo débiles, solo falta un chasquido más para que la chispa crezca causando una gran flama, este se levanta con lentitud al sentir el calor, sus pasos lentos me hacen sonreír pues sé que está bien, lo comprendo, es solo un humano….no puede soportar tan bajas temperaturas.

— ¿Cómo lo has hecho? —me pregunta con curiosidad, una risa sale sin pensarlo, pues me da gracia el ver que aunque se sienta desfallecer su curiosidad nunca lo abandona.

—Es fácil, soy....un medio demonio…poseo ciertas habilidades —le respondo con tono serio.

— ¿Medio demonio? —lo escucho susurrar para si mismo con confusión.

—Significa que soy mitad demonio y mitad humano—le respondo frustrado, pues este tema no es de mi preferencia.

—Me ha escuchado—susurra nervioso.

Al fin hemos llegado, al fin voy a poder descansar.

—Tomohisa—la escucho susurrar.

—Hola Hikari—le digo sonriente—Él es un amigo trátalo bien ¿Si? —la veo asentir por lo que sonrió complacido, solo ella, solo ella…me conoce de verdad…—No hagan mucho ruido—esta asiente levemente pues sabe a lo que…me refiero.

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Hay muchos niños, todos juegan con un extraño objeto el cual lanzan y patean, quiero…jugar, no tengo que tener miedo ¿Cierto? Yo también soy un niño como ellos ¿Cierto?

Aquel objeto ha volado por los aires, aun no sé como pero lo eh…atrapado, los miro sonriente…pero estos solo… me miran con desprecio ¿Por qué? ¿Qué hice mal?

—¡Aléjense es un medio demonio! —escucho a uno de ellos gritar el cual me ha arrebatado aquel objeto de mis manos y me ha empujado haciéndome así caer al suelo ¿Medio demonio?

Me levanto del suelo y corro hacia ella…la cual me espera con sus brazos abiertos.

— ¡Mami! ¡Mami! —grito para luego tirarme a sus brazos.

— ¿Qué pasa cariño? —me pregunta con su típico tono tierno.

— ¿Qué es medio demonio? —le pregunto con ingenuidad, esta me abraza más fuerte mientras lágrimas…salen de sus ojos-— ¿Qué tienes? —le pregunto preocupado.

—Nada cariño—me responde entre sollozos.

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— ¡Mami! —grito entre sollozos, intento entrar entre las llamas, pero no puedo…no encuentro forma de hacerlo.

— ¡Vete! —la escucho gritar, estoy a punto de entrar pero la cas se ha derrumbado, causando que pierda todas las esperanzas de encontrarla con vida.

— ¡No! —grito entre sollozos, la eh.. perdido.

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Camino sin rumbo, mi única compañía es la luna la cual brilla con intensidad, hay alguien ha mis espaldas puedo escuchar sus pasos los cuales se han detenido al haberse detenido los míos.

—Medio demonio—lo escucho susurrar.

—No me digas así—susurro con tono frío, sin siquiera darme la vuelta, este al escuchar mis palabras gruñe con enojo por lo que empiezo a correr con rapidez, tengo miedo, el me alcanzara.

En cuestión de minutos me encuentro rodeado, no puedo correr…hay muchos…y todos quieren matarme.

—No hay salida—susurra para luego abalanzarse sobre mi…al igual…que los demás.

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Mi respiración se ha vuelto irregular, todo me da vueltas.

¿Había sido solo un sueño?

—¿Te encuentras bien? —la escucho susurrar, eh levantado mi mirada con un gran esfuerzo no quiero mirarla…no ahora. —Responde—susurra nuevamente con…¿Preocupación? ¿Realmente se preocupa por mí? ¿Por un simple medio demonio?

Desvió la mirada con rapidez mientras asiento levemente, no debo mirarla aunque sea a los ojos…no soy lo suficiente digno para hacerlo…y jamás lo seré…siempre lo supe…siempre me lo negué…nunca quise aceptar que era…realidad, no soy humano o demonio, solo soy un una simple mezcla…un medio demonio, una especie…indefinida, una especie… despreciada…odiada.

—Estoy bien—le susurro con tono frío, tiene que alejarse, no es correcto que este conmigo, si esto sigue así…podría estar en peligro…debo evitarlo…aunque eso me cueste la vida.