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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Tienes razón si yo fuera Dyl la mandaría derechito al loquero xDLuckSomniator escribió:Wtf!!
Lenny parece bipolar, o bueno... eso ha de pensar Dylan, y también que esta loca :)
Jajaja, amo que le arruine los polvos, y me encanto cuando Felix no se rio por lo que le panos a Lenore :3
Amo la novela, espero que la puedas continuar pronto :d
gracias por leer :bye:
Pepina
Reto 5: Haz una entrega especial en su apartamento
Reto 5: Aparece en su casa y entrégale otro paquete de galletas pero esta vez solo en ropa interior
-Lo mejor de todo es que el día de hoy estoy libre de retos –Les comenté a mis amigos cuando llegué a su lado y todos compartieron una risa cómplice.
-Lenore cariño, creo que o te odia o le gustas –Me dijo serio Pete
-Lo siento si me rio en tu cara, pero entre ese psicópata y yo no hay ni siquiera un pequeño fósforo encendido, el odio el mutuo, solo lo dejé descolocado con lo de las galletas –Le contesté levantando los hombros.
-Me diste la idea perfecta entonces –Comentó bajito Cora pero para su mala suerte la alcanzamos a escuchar.
-A qué te refieres –Preguntó Felix, desde un principio sabía que el psicópata y yo cerca uno del otro no era una buena idea.
-Nada, ya lo verán –Dijo ella restándole importancia al asunto.
Terminamos de comer entre bromas y gente que se nos quedaba mirando por el ridículo que solemos hacer todos juntos, o más bien al que nos arrastra Felix, haciendo una de sus clásicas escenitas de llegar corriendo hasta el lugar donde estamos y gritarle a Pete “SABÍA QUE ME ESTABAS ENGAÑANDO” y apuntaba a Cora para hacer como que se secaba las lágrimas para después decirle “ENCIMA UNA MUJER Y RUBIA”, Pete intentaba negarlo todo mientras Cora entraba en acción gritándole que su rubio era natural y que como mujer tenía mucho más que ofrecer que él.
Y ahí para la guinda de la torta me metieron a mi en el juego cuando Pete dijo, que ambos tenían razón que prefería las morenas y me tomó de la mano para salir y escapar del par de locos que era nuestros amigos, mientras los otros dos se quedaban recogiendo todo y llevándolo al auto.
Era como una pequeña tradición el primero que comenzaba el juego y hacía el escándalo más grande para atraer la atención ganaba y el resto tenía que recoger y/o limpiar el lugar o pagar la cuenta, así que esta vez Pete fue más inteligente y dejamos al par de idiotas allí recogiendo mientras nosotros estábamos tranquilamente esperando en el auto con música puesta, él en asiento del piloto y yo con las piernas estiradas en el asiento trasero.
Cora llegó maldiciendo y cargando la mayoría de las cosas mientras Felix se limitaba a una pequeña cesta, Pete y yo lo miramos mal a lo que él solo respondió –No le gusta la igualdad femenina, ahí tiene su igualdad- Cora le devolvió la mirada cargada de odio y Pete corrió al lado de su novia para agarrar todo lo que traía y meterlo a la cajuela del auto y después repartir pequeños cortos besos por todos sus brazos que tenían marcas por el esfuerzo y algunos besos en su frente y boca; nada demasiado asqueroso ya que el anti-romanticismo estaba presente es decir Felix y yo.
Una vez en el auto íbamos hablando de cualquier estupidez que se nos ocurriere y Felix y yo en la parte trasera jugamos a golpearnos cada vez que veíamos un auto rojo chillón y quien lo veía primero golpeaba al otro y por supuesto los dos terminábamos con moretones en los brazos y reprimendas de Cora y Pete, pero en algo había que gastar esa hora de viaje que nos tomó llegar a ese pedacito de cielo en el que habíamos comido.
-Les parece si esta noche vamos al mismo local del otro día –Dijo Pete muy animado, le había gustado la música, tenía una mezcla de todo un poco y como Pete no era mucho de salir y bailar, Cora estuvo de inmediato de acuerdo porque eso significaba que lo podría arrastrar hasta a pista de baile.
En ese momento le dimos nuestro más sentido pésame a Pete porque Cora no se cansaba nunca de bailar y yo me fui a la ducha de Felix mientras Cora y Pete se iba a hacer quizás que porquerías a mi ducha, realmente estoy pensando en lavarla con lejía si es necesario, ni siquiera quiero imaginar cómo estarán mis sábanas.
-Felix –Grité desde el baño a lo que apareció a los segundos tras la puerta y podía verlo por la sombra en la cortina.
-Cariño, sabes que si no fueras mi amiga te lo haría completamente sobre todo si me llamas así de desesperada, pero primero tenemos invitados y segundo sería incómodo –Dijo el muy idiota tomándome el pelo y riéndose al final.
-Imbécil, quiero que me traigas algo de ropa, un pijama o algo así de mi habitación, no traje nada y una toalla también por favor –Con un escaso “ok” salió de la puerta y volvió al par de minutos extendiéndome las toallas por entre la cortina estirando el brazo y mirando hacia el otro lado y yo las agarré para cubrir mi cuerpo.
-Lamento decirte que no te pude traer ropa, ese par de calientes se encerraron en tu habitación así que te dejo uno de mis bóxer y una camiseta sobre la tapa del estanque, si te da frío ponte una sudadera que tengo sobre la cama o mis pantuflas, de todas formas yo estoy con zapatillas –ME contestó dejando todo en el lugar donde había dicho previamente mientras yo me secaba y tanteaba el lugar donde estaba la ropa.
Salió del baño cerrando la puerta tras él y yo me vestí, su camiseta era simple, blanca y sin mangas que me quedaba un poco grande y por poco se me veían las tetas y los pezones así que la idea de la sudadera no era para nada mala, me puse los bóxer y las pantuflas que había dejado allí y tomé la sudadera, me subí el cierre, me sequé el pelo y lo dejé estilando por sobre los hombros para que se secara al natural.
-Tenemos que hacer algo –Le dije a Felix entrando a la cocina y el me miró extrañado.
-Como qué o por qué –Me contestó sin entender nada
-Como que se encerraron en mi habitación y están teniendo sexo allí y no me dejaron ni el puto pijama en la puerta sabiendo que me iba a bañar –Contesté obvia.
-Ni que mi ropa te quedara tan mal o como si fuera la primera vez que la usas –Los defendió ese grandísimo traidor.
-No importa, tu pásame esa botellita de ají extra picante, una cuchara y el colorante rosa que compró Cora cuando intentó hacer una torta –Felix sin decir nada me pasó todos los ingredientes con una mueca de no entender nada en el rostro y yo revolví el ají con el colorante hasta que quedó un color más menos lindo y comestible y esperé a que los chicos salieran.
Pasados unos 15 minutos entre que Felix cambiaba como un maldito robot los canales de televisión y yo esperaba sentada en uno de los taburetes de la cocina que se dignaron a salir, Cora estaba con el cabello medio despeinado, se notaba que había intentado arreglarlo con los dedos y Pete claramente lo traía todo desordenado la camisa desarreglada y los labios rojos de tanto besarse, Cora por su parte intentaba disimular un chupón en la clavícula que SIEMPRE que tenían sexo Pete marcaba como si fuera suya. Más de una vez lo habíamos molestado con eso pero a él parecía no importarle en lo absoluto.
-Hey, Cora Pete, quiero que vengan y prueben algo –Les dije con voz inocente desde la cocina.
Ellos se acercaron y se araron desconcertados en frente de mi –Ahora saquen la lengua- les dije y me hicieron caso, les puse a cada uno un poco de esa mezcla que estaba horriblemente picante y para finalizar les dije -Bésense-.
Aun sin probar lo que tenían en la lengua se besaron y pasaron unos 5 segundos en los que Felix y yo mirábamos atentos hasta que sucedió, sus colores cambiaron a una especie de rojo y Pete comenzó a sudar en seguida, odiaba las cosas picantes y se separaron jadeando por aire.
-Bueno no querían ponerle calor y picante en mi habitación, ahora yo se los doy par de cerdos –Canturree con burla y ellos desesperadamente buscaban algo con que quitarse el picante de la lengua, Pete se puso bajo la llave del agua y Cora se bebió casi toda la botella de leche que Felix tenía para sus cereales ganándose un mohín por parte de él.
-Cora me miro y se aguantó las palabras unos minutos antes de decir un lento pausado y maquiavélico –Me las pagarás-.
Dio por olvidado el tema después de eso y nos dispusimos a ir al mismo local del otro día, Cora me pidió un abrigo largo alegando que hacía un poco de frío y se lo di, le cubría prácticamente hasta las rodillas y yo me puse mi ropa regular, no iba a salir con la ropa de Pete, pero la dejé sobre mi cama para dormir después con ella pues era bastante cómoda.
Nos sentamos en la misma mesa de la última vez y pasamos el tiempo charlando y bebiendo, no estaba borracha, no tenía una capacidad de campeona para aguantar el alcohol pero lo sabía beber con moderación y disfrutarlo de a poco, no me gustaba emborracharme hasta no recordar lo que había, pero si me emborrachaba a tal punto de ponerme valiente.
Pete le susurró algo al oído a Cora y a ella le brillaron los ojos mirando en cierta dirección, ese brillo de malicia que le ocurre, exacto, en esas ocasiones y yo por supuesto me giré en mi asiento para ver a qué se dirigía y allí estaba el señor psicópata con otra rubia, es que tenía una debilidad o algo así, el chico de ojos y pelo café se dio cuenta de mi presencia y mascullo un “Zorra” bien modulado que no daba cabida a confusiones y siguió manoseándose con la rubia ¡ASCO! Pensé pro qué se le iba a hacer.
En unos tres minutos se van a ir –Dijo Pete mirando su reloj y al psicópata.
-Cómo lo sabes –Inquirí yo, no es que estuviera interesada en el tipo, sino más bien en el cálculo exacto que tenía Pete para esas cosas.
-El le está levantando la falta con la mano al punto de llegar a sus bragas, si no se van directo al baño se van a ir al departamento de él porque con la otra mano está sacando sus llaves-Respondió Pete en su plan detectivesco.
-Entonces es hora para tu quinto reto –Afirmó Cora levantándose de un salto de la mesa y arrastrándome con ella al baño y pidiéndole a los chicos que vigilaran al psicópata y que lo interrumpieran si era necesario.
Una vez entramos en el baño sacó de su bolso un pequeño conjunto de lencería roja que yo ocupaba solo en ciertas ocasiones, que era tan pequeño que no se notaba cuando tenía que usar alguna falta estrecha en la universidad ASI DE PEQUEÑO y me lo entregó –Cámbiate y solo quédate con el conjunto – después sacó un pequeño recipiente con galletas que habían sobrado y los dejó sobre el lavamanos.
-Estás loca no pienso salir desnuda, si este es tu reto, piénsalo está lleno de borrachos Felix y Pete se van a trenzar a golpes con cuanto cabrón se atraviese –Le contesté alarmada.
-No bonita, eso sería demasiado fácil, recuerda que te dije que me la ibas a pagar, ahora termina de ponerte el conjunto rojo y lo que harás es ponerte tu abrigo encima, sigue al psicópata hasta su casa, presentarte allí tocarle el timbre o la puerta o lo que sea, abrirte el abrigo cosa que se note cada centímetro de tu piel y decirle “Aquí está tu entrega” y después largarte –La muy perra tenía todo planeado por eso se había quedado tranquila.
Hice lo que me dijo y me puse el conjunto rojo y la chaqueta, le pasé la ropa y salí de allí mientras Pete y Felix estaban expectantes, Cora le lanzó la ropa a Felix y le dijo que la guardara, intenté protestar pero me mandó a callar –Si dices una sola palabra tendrás que volver desnuda- me advirtió y los chicos se miraron sin entender.
-Ya tengo el reto, tengo que ir a ofrecerle “galletitas” hasta su apartamento, prácticamente desnuda les dije y ellos estallaron en una carcajada pero cuando me iba a parar para seguir al psicópata que se estaba largando Felix me agarró de la muñeca.
-Segura que estarás bien, si quieres puedo ir contigo y esperarte en el auto –Me dijo preocupado.
-No te preocupes, tu entrégame las llaves que yo estaré bien –Intenté hacer que mi mentira fuera creíble pero ni yo misma creía en mis palabras.
Seguí al psicópata y a la rubia oxigenada fuera del bar y se subieron en un auto negro bastante lindo y clásico, tenía buen gusto por lo menos en autos el cabrón, yo por mi parte me subí al auto de Pete y lo seguí hasta un lujoso edificio, esperé a que entraran y me paré en frente del ascensor para saber en qué piso iban a parar y cómo no, tenía que ser el último.
-Disculpe, el chico que acaba de subir, cuál es el número de su apartamento –Le pregunté al cuidador con una sonrisa inocente.
-Lo siento señorita no tengo permiso para dar esa clase de información, todo lo que tiene que ver con los habitantes es estrictamente privado me respondió profesionalmente.
-Usted no entiende, vengo por un encargo especial y se me olvidó el piso que me dijo, vengo con él –Rodé los ojos como que me estaba aburriendo y abrí mi abrigo para que viera qué clase de encargo me estaba refiriendo, el pobre hombre se sonrojó por completo y bajó la mirada hasta los pies y me dio el número.
Subí al ascensor presionando el último piso y al salir me dirigí a la puerta con el número indicado, toqué 2 veces suavemente y no me escucharon, supongo que habían empezado así que toqué con la palma abierta como si el infierno se hubiese desatado en la tierra y el psicópata apareció solo en bóxer, a pesar de ser delgado tenía un muy bien cuerpo, algunos lunares esparcidos por su blanca piel que le hacían marcar ciertos músculos.
-Que mierda! –Exclamó con los ojos como plato y por detrás pude ver como venía una chica con las tetas al aire agarrándose su vestido.
Me abrí el abrigo dejando a la vista mis curvas y en la otra mano el paquete de galletas, él me recorrió con su mirada marrón todos y cada uno de mis centímetros de piel y luego frunció su ceño indicando molestia –Que mierda quieres zorra-.
-Entrega especial –LE dije y le entregué el paquetito de galletas con una sonrisa de suficiencia mientras la chica de atrás estaba hecha una furia y salía de apartamento chocando con nosotros en el camino y casi caigo de espaldas pero el psicópata me agarró fuerte por la muñeca haciéndome un poco de daño pero sin dejarme caer.
-Cuál es tu puto afán de arruinarme los polvos maldita sea –Me gritó furioso intentando hacerme entrar a su apartamento cosa que yo no haría ni aunque me pagaran por eso así que dolorosamente doblé la muñeca y la aflojé para salir de su agarre.
-Lo siento no fue esa mi intención, solo tenía que hacerte una entrega –Le contesté rápido dándome la vuelta para marchar de allí.
-Así que tú eres esa clase de zorra –Le iba a responder pero antes siquiera de intentarlo me agarró por la cintura y me adentró en su departamento, rebuscó por la cocina y trajo un paquete que dejó sobre una mesa de vidrio que estaba en frente de un sillón de cuero negro y en la otra mano traía un papel y un lápiz donde apuntó algo.
-Entonces entrega así mismo como estás este paquete en esta dirección, no sé cuál es tu tarifa pero supongo que esto lo cubrirá –Me lanzó un puñado de billetes de su billetera y me entregó el papel.
-Oye no tengo por qué hacerte caso –Respondí molesta sentándome en el sillón examinando con los ojos la cajita que tenía en frente de mí-
-Te acabo de pagar así que ahora recoge tus putos billetes y lárgate de aquí antes de que me cobre todos los polvos que me debes y espero que regreses viva para ver si el muy bastardo quedó contento, si te matan, ni modo, tendré que buscar otro modo para que se le quite el jodido encabronamiento que tiene conmigo.
Dicho eso y asustarme hasta la mierda me agarró por un brazo me puso el paquetito en una mano, el dinero en le otra con el papel de la dirección y me lanzó literalmente fuera del apartamento cayendo de bruces al suelo y regalándole una vista de mi trasero en primera fila y en la mejor panorámica con ese mini tanga rojo que estaba metido entre medio de lugares que no debería la ropa interior común y corriente pero ahí estaba. Logré recomponerme un poco y me paré lo mas dignamente posible y recogí todo lo del suelo y cuando me volví para decirle algo el miró hacia otro lado como si no supiera que me había estado mirando el trasero y cerró la puerta EN MI CARA.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
SI SE LES OCURREN IDEAS DE RETOS ME LAS DEJAS :D ESPERO LES GUSTE :amor:
-Lo mejor de todo es que el día de hoy estoy libre de retos –Les comenté a mis amigos cuando llegué a su lado y todos compartieron una risa cómplice.
-Lenore cariño, creo que o te odia o le gustas –Me dijo serio Pete
-Lo siento si me rio en tu cara, pero entre ese psicópata y yo no hay ni siquiera un pequeño fósforo encendido, el odio el mutuo, solo lo dejé descolocado con lo de las galletas –Le contesté levantando los hombros.
-Me diste la idea perfecta entonces –Comentó bajito Cora pero para su mala suerte la alcanzamos a escuchar.
-A qué te refieres –Preguntó Felix, desde un principio sabía que el psicópata y yo cerca uno del otro no era una buena idea.
-Nada, ya lo verán –Dijo ella restándole importancia al asunto.
Terminamos de comer entre bromas y gente que se nos quedaba mirando por el ridículo que solemos hacer todos juntos, o más bien al que nos arrastra Felix, haciendo una de sus clásicas escenitas de llegar corriendo hasta el lugar donde estamos y gritarle a Pete “SABÍA QUE ME ESTABAS ENGAÑANDO” y apuntaba a Cora para hacer como que se secaba las lágrimas para después decirle “ENCIMA UNA MUJER Y RUBIA”, Pete intentaba negarlo todo mientras Cora entraba en acción gritándole que su rubio era natural y que como mujer tenía mucho más que ofrecer que él.
Y ahí para la guinda de la torta me metieron a mi en el juego cuando Pete dijo, que ambos tenían razón que prefería las morenas y me tomó de la mano para salir y escapar del par de locos que era nuestros amigos, mientras los otros dos se quedaban recogiendo todo y llevándolo al auto.
Era como una pequeña tradición el primero que comenzaba el juego y hacía el escándalo más grande para atraer la atención ganaba y el resto tenía que recoger y/o limpiar el lugar o pagar la cuenta, así que esta vez Pete fue más inteligente y dejamos al par de idiotas allí recogiendo mientras nosotros estábamos tranquilamente esperando en el auto con música puesta, él en asiento del piloto y yo con las piernas estiradas en el asiento trasero.
Cora llegó maldiciendo y cargando la mayoría de las cosas mientras Felix se limitaba a una pequeña cesta, Pete y yo lo miramos mal a lo que él solo respondió –No le gusta la igualdad femenina, ahí tiene su igualdad- Cora le devolvió la mirada cargada de odio y Pete corrió al lado de su novia para agarrar todo lo que traía y meterlo a la cajuela del auto y después repartir pequeños cortos besos por todos sus brazos que tenían marcas por el esfuerzo y algunos besos en su frente y boca; nada demasiado asqueroso ya que el anti-romanticismo estaba presente es decir Felix y yo.
Una vez en el auto íbamos hablando de cualquier estupidez que se nos ocurriere y Felix y yo en la parte trasera jugamos a golpearnos cada vez que veíamos un auto rojo chillón y quien lo veía primero golpeaba al otro y por supuesto los dos terminábamos con moretones en los brazos y reprimendas de Cora y Pete, pero en algo había que gastar esa hora de viaje que nos tomó llegar a ese pedacito de cielo en el que habíamos comido.
-Les parece si esta noche vamos al mismo local del otro día –Dijo Pete muy animado, le había gustado la música, tenía una mezcla de todo un poco y como Pete no era mucho de salir y bailar, Cora estuvo de inmediato de acuerdo porque eso significaba que lo podría arrastrar hasta a pista de baile.
En ese momento le dimos nuestro más sentido pésame a Pete porque Cora no se cansaba nunca de bailar y yo me fui a la ducha de Felix mientras Cora y Pete se iba a hacer quizás que porquerías a mi ducha, realmente estoy pensando en lavarla con lejía si es necesario, ni siquiera quiero imaginar cómo estarán mis sábanas.
-Felix –Grité desde el baño a lo que apareció a los segundos tras la puerta y podía verlo por la sombra en la cortina.
-Cariño, sabes que si no fueras mi amiga te lo haría completamente sobre todo si me llamas así de desesperada, pero primero tenemos invitados y segundo sería incómodo –Dijo el muy idiota tomándome el pelo y riéndose al final.
-Imbécil, quiero que me traigas algo de ropa, un pijama o algo así de mi habitación, no traje nada y una toalla también por favor –Con un escaso “ok” salió de la puerta y volvió al par de minutos extendiéndome las toallas por entre la cortina estirando el brazo y mirando hacia el otro lado y yo las agarré para cubrir mi cuerpo.
-Lamento decirte que no te pude traer ropa, ese par de calientes se encerraron en tu habitación así que te dejo uno de mis bóxer y una camiseta sobre la tapa del estanque, si te da frío ponte una sudadera que tengo sobre la cama o mis pantuflas, de todas formas yo estoy con zapatillas –ME contestó dejando todo en el lugar donde había dicho previamente mientras yo me secaba y tanteaba el lugar donde estaba la ropa.
Salió del baño cerrando la puerta tras él y yo me vestí, su camiseta era simple, blanca y sin mangas que me quedaba un poco grande y por poco se me veían las tetas y los pezones así que la idea de la sudadera no era para nada mala, me puse los bóxer y las pantuflas que había dejado allí y tomé la sudadera, me subí el cierre, me sequé el pelo y lo dejé estilando por sobre los hombros para que se secara al natural.
-Tenemos que hacer algo –Le dije a Felix entrando a la cocina y el me miró extrañado.
-Como qué o por qué –Me contestó sin entender nada
-Como que se encerraron en mi habitación y están teniendo sexo allí y no me dejaron ni el puto pijama en la puerta sabiendo que me iba a bañar –Contesté obvia.
-Ni que mi ropa te quedara tan mal o como si fuera la primera vez que la usas –Los defendió ese grandísimo traidor.
-No importa, tu pásame esa botellita de ají extra picante, una cuchara y el colorante rosa que compró Cora cuando intentó hacer una torta –Felix sin decir nada me pasó todos los ingredientes con una mueca de no entender nada en el rostro y yo revolví el ají con el colorante hasta que quedó un color más menos lindo y comestible y esperé a que los chicos salieran.
Pasados unos 15 minutos entre que Felix cambiaba como un maldito robot los canales de televisión y yo esperaba sentada en uno de los taburetes de la cocina que se dignaron a salir, Cora estaba con el cabello medio despeinado, se notaba que había intentado arreglarlo con los dedos y Pete claramente lo traía todo desordenado la camisa desarreglada y los labios rojos de tanto besarse, Cora por su parte intentaba disimular un chupón en la clavícula que SIEMPRE que tenían sexo Pete marcaba como si fuera suya. Más de una vez lo habíamos molestado con eso pero a él parecía no importarle en lo absoluto.
-Hey, Cora Pete, quiero que vengan y prueben algo –Les dije con voz inocente desde la cocina.
Ellos se acercaron y se araron desconcertados en frente de mi –Ahora saquen la lengua- les dije y me hicieron caso, les puse a cada uno un poco de esa mezcla que estaba horriblemente picante y para finalizar les dije -Bésense-.
Aun sin probar lo que tenían en la lengua se besaron y pasaron unos 5 segundos en los que Felix y yo mirábamos atentos hasta que sucedió, sus colores cambiaron a una especie de rojo y Pete comenzó a sudar en seguida, odiaba las cosas picantes y se separaron jadeando por aire.
-Bueno no querían ponerle calor y picante en mi habitación, ahora yo se los doy par de cerdos –Canturree con burla y ellos desesperadamente buscaban algo con que quitarse el picante de la lengua, Pete se puso bajo la llave del agua y Cora se bebió casi toda la botella de leche que Felix tenía para sus cereales ganándose un mohín por parte de él.
-Cora me miro y se aguantó las palabras unos minutos antes de decir un lento pausado y maquiavélico –Me las pagarás-.
Dio por olvidado el tema después de eso y nos dispusimos a ir al mismo local del otro día, Cora me pidió un abrigo largo alegando que hacía un poco de frío y se lo di, le cubría prácticamente hasta las rodillas y yo me puse mi ropa regular, no iba a salir con la ropa de Pete, pero la dejé sobre mi cama para dormir después con ella pues era bastante cómoda.
Nos sentamos en la misma mesa de la última vez y pasamos el tiempo charlando y bebiendo, no estaba borracha, no tenía una capacidad de campeona para aguantar el alcohol pero lo sabía beber con moderación y disfrutarlo de a poco, no me gustaba emborracharme hasta no recordar lo que había, pero si me emborrachaba a tal punto de ponerme valiente.
Pete le susurró algo al oído a Cora y a ella le brillaron los ojos mirando en cierta dirección, ese brillo de malicia que le ocurre, exacto, en esas ocasiones y yo por supuesto me giré en mi asiento para ver a qué se dirigía y allí estaba el señor psicópata con otra rubia, es que tenía una debilidad o algo así, el chico de ojos y pelo café se dio cuenta de mi presencia y mascullo un “Zorra” bien modulado que no daba cabida a confusiones y siguió manoseándose con la rubia ¡ASCO! Pensé pro qué se le iba a hacer.
En unos tres minutos se van a ir –Dijo Pete mirando su reloj y al psicópata.
-Cómo lo sabes –Inquirí yo, no es que estuviera interesada en el tipo, sino más bien en el cálculo exacto que tenía Pete para esas cosas.
-El le está levantando la falta con la mano al punto de llegar a sus bragas, si no se van directo al baño se van a ir al departamento de él porque con la otra mano está sacando sus llaves-Respondió Pete en su plan detectivesco.
-Entonces es hora para tu quinto reto –Afirmó Cora levantándose de un salto de la mesa y arrastrándome con ella al baño y pidiéndole a los chicos que vigilaran al psicópata y que lo interrumpieran si era necesario.
Una vez entramos en el baño sacó de su bolso un pequeño conjunto de lencería roja que yo ocupaba solo en ciertas ocasiones, que era tan pequeño que no se notaba cuando tenía que usar alguna falta estrecha en la universidad ASI DE PEQUEÑO y me lo entregó –Cámbiate y solo quédate con el conjunto – después sacó un pequeño recipiente con galletas que habían sobrado y los dejó sobre el lavamanos.
-Estás loca no pienso salir desnuda, si este es tu reto, piénsalo está lleno de borrachos Felix y Pete se van a trenzar a golpes con cuanto cabrón se atraviese –Le contesté alarmada.
-No bonita, eso sería demasiado fácil, recuerda que te dije que me la ibas a pagar, ahora termina de ponerte el conjunto rojo y lo que harás es ponerte tu abrigo encima, sigue al psicópata hasta su casa, presentarte allí tocarle el timbre o la puerta o lo que sea, abrirte el abrigo cosa que se note cada centímetro de tu piel y decirle “Aquí está tu entrega” y después largarte –La muy perra tenía todo planeado por eso se había quedado tranquila.
Hice lo que me dijo y me puse el conjunto rojo y la chaqueta, le pasé la ropa y salí de allí mientras Pete y Felix estaban expectantes, Cora le lanzó la ropa a Felix y le dijo que la guardara, intenté protestar pero me mandó a callar –Si dices una sola palabra tendrás que volver desnuda- me advirtió y los chicos se miraron sin entender.
-Ya tengo el reto, tengo que ir a ofrecerle “galletitas” hasta su apartamento, prácticamente desnuda les dije y ellos estallaron en una carcajada pero cuando me iba a parar para seguir al psicópata que se estaba largando Felix me agarró de la muñeca.
-Segura que estarás bien, si quieres puedo ir contigo y esperarte en el auto –Me dijo preocupado.
-No te preocupes, tu entrégame las llaves que yo estaré bien –Intenté hacer que mi mentira fuera creíble pero ni yo misma creía en mis palabras.
Seguí al psicópata y a la rubia oxigenada fuera del bar y se subieron en un auto negro bastante lindo y clásico, tenía buen gusto por lo menos en autos el cabrón, yo por mi parte me subí al auto de Pete y lo seguí hasta un lujoso edificio, esperé a que entraran y me paré en frente del ascensor para saber en qué piso iban a parar y cómo no, tenía que ser el último.
-Disculpe, el chico que acaba de subir, cuál es el número de su apartamento –Le pregunté al cuidador con una sonrisa inocente.
-Lo siento señorita no tengo permiso para dar esa clase de información, todo lo que tiene que ver con los habitantes es estrictamente privado me respondió profesionalmente.
-Usted no entiende, vengo por un encargo especial y se me olvidó el piso que me dijo, vengo con él –Rodé los ojos como que me estaba aburriendo y abrí mi abrigo para que viera qué clase de encargo me estaba refiriendo, el pobre hombre se sonrojó por completo y bajó la mirada hasta los pies y me dio el número.
Subí al ascensor presionando el último piso y al salir me dirigí a la puerta con el número indicado, toqué 2 veces suavemente y no me escucharon, supongo que habían empezado así que toqué con la palma abierta como si el infierno se hubiese desatado en la tierra y el psicópata apareció solo en bóxer, a pesar de ser delgado tenía un muy bien cuerpo, algunos lunares esparcidos por su blanca piel que le hacían marcar ciertos músculos.
-Que mierda! –Exclamó con los ojos como plato y por detrás pude ver como venía una chica con las tetas al aire agarrándose su vestido.
Me abrí el abrigo dejando a la vista mis curvas y en la otra mano el paquete de galletas, él me recorrió con su mirada marrón todos y cada uno de mis centímetros de piel y luego frunció su ceño indicando molestia –Que mierda quieres zorra-.
-Entrega especial –LE dije y le entregué el paquetito de galletas con una sonrisa de suficiencia mientras la chica de atrás estaba hecha una furia y salía de apartamento chocando con nosotros en el camino y casi caigo de espaldas pero el psicópata me agarró fuerte por la muñeca haciéndome un poco de daño pero sin dejarme caer.
-Cuál es tu puto afán de arruinarme los polvos maldita sea –Me gritó furioso intentando hacerme entrar a su apartamento cosa que yo no haría ni aunque me pagaran por eso así que dolorosamente doblé la muñeca y la aflojé para salir de su agarre.
-Lo siento no fue esa mi intención, solo tenía que hacerte una entrega –Le contesté rápido dándome la vuelta para marchar de allí.
-Así que tú eres esa clase de zorra –Le iba a responder pero antes siquiera de intentarlo me agarró por la cintura y me adentró en su departamento, rebuscó por la cocina y trajo un paquete que dejó sobre una mesa de vidrio que estaba en frente de un sillón de cuero negro y en la otra mano traía un papel y un lápiz donde apuntó algo.
-Entonces entrega así mismo como estás este paquete en esta dirección, no sé cuál es tu tarifa pero supongo que esto lo cubrirá –Me lanzó un puñado de billetes de su billetera y me entregó el papel.
-Oye no tengo por qué hacerte caso –Respondí molesta sentándome en el sillón examinando con los ojos la cajita que tenía en frente de mí-
-Te acabo de pagar así que ahora recoge tus putos billetes y lárgate de aquí antes de que me cobre todos los polvos que me debes y espero que regreses viva para ver si el muy bastardo quedó contento, si te matan, ni modo, tendré que buscar otro modo para que se le quite el jodido encabronamiento que tiene conmigo.
Dicho eso y asustarme hasta la mierda me agarró por un brazo me puso el paquetito en una mano, el dinero en le otra con el papel de la dirección y me lanzó literalmente fuera del apartamento cayendo de bruces al suelo y regalándole una vista de mi trasero en primera fila y en la mejor panorámica con ese mini tanga rojo que estaba metido entre medio de lugares que no debería la ropa interior común y corriente pero ahí estaba. Logré recomponerme un poco y me paré lo mas dignamente posible y recogí todo lo del suelo y cuando me volví para decirle algo el miró hacia otro lado como si no supiera que me había estado mirando el trasero y cerró la puerta EN MI CARA.
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SI SE LES OCURREN IDEAS DE RETOS ME LAS DEJAS :D ESPERO LES GUSTE :amor:
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Genial el cap.! Los retos que hacen... pobre chica :jojojo:
Espero que de ese odio salga el amor pronto. :B
Si se me ocurre algún reto te lo haré saber... :bye:
Espero que de ese odio salga el amor pronto. :B
Si se me ocurre algún reto te lo haré saber... :bye:
Oh_Dougie_ Poynter!
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
jejej gracias y ya de a poco se va a ir viendo como se desarrolla la relación entre esos dosOh_Dougie_ Poynter! escribió:Genial el cap.! Los retos que hacen... pobre chica :jojojo:
Espero que de ese odio salga el amor pronto. :B
Si se me ocurre algún reto te lo haré saber... :bye:
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Arg! Cora es una maldita con los retos!!!!!!
Y Felix, me encanta como es<3
Aunque Dyl, me encanta que sea tan malooooooooo!
Simplemente amo tu novela
Y Felix, me encanta como es<3
Aunque Dyl, me encanta que sea tan malooooooooo!
Simplemente amo tu novela
Invitado
Invitado
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Jaaja si cora es muy Maldita pero hay que recordar que Lenore también ha hecho su parte haciéndole los peores retos a los chicos, además les sirven para juntar a Dyl con Leny, espero sigas leyendo :bye:LuckSomniator escribió:Arg! Cora es una maldita con los retos!!!!!!
Y Felix, me encanta como es<3
Aunque Dyl, me encanta que sea tan malooooooooo!
Simplemente amo tu novela
Pepina
Reto 6: Realiza la entrega especial y bésalo 1/2
Reto 6: Haz la entrega especial que te pidió el psicópata y vuelve a su apartamento para besarlo
Me senté un poco indignada en nuestra sala, no es que el muy psicópata me gustara, pero tratarme de esa forma, bueno aunque viéndolo desde su perspectiva, ya van como 3 revolcones que le arruino con mi sola presencia, así que era justo y comprensible hasta cierta medida.
-Hey LENORE! Te estoy hablando –Dijo Félix agitando una mano por en frente de mi rostro, al parecer ya andaba perdida entre mis pensamientos.
-Y tú no tienes ninguna puta con la que acostarte –Respondí completamente borde y sí, él no tiene la culpa pero de todas formas la rabia ante la situación no me la sacaba nadie.
-Bueno, no hasta las 7 así que quedan dos horas en las que te puedo molestar –Dijo con una sonrisa, maldición a ese chico no le afecta nada todo lo responde con una puta sonrisa.
Bien, bien Len, cálmate que ahora la única que se está comportando como una psicópata eres tu y Felix solo trata de ayudar un poco, aunque creo que para las 7 voy a tener que salir de casa porque algo de lo que estoy segura de este cabrón es que no miente y que a esa hora va a traer a alguna chica para acostarse y no quiero arruinar más polvos, no por lo menos el de mi amigo, estaba bien que de vez en cuando alguno de los dos cogiera.
-Parece que la reina de las fieras necesita una buena ducha caliente…o fría dependiendo de cómo te fuera con tu amigo el maniático –Se atrevió a sugerir levantando las cejas e bastardo de mi migo a lo que le dedique una mirada asesina.
-No te lanzo esta manzana por dos razones –Dije agitando la fruta que tenía en las manos recientemente cogida de la frutera –La primera es porque está muy buena, al fin supiste escoger las manzanas que no parecen harina y la segunda es porque de verdad siento todos los músculos adoloridos y necesito una ducha caliente.
-Que pena mi querida Leny al parecer el chico fue demasiado rápido, no te pudo complacer, dios si no alcanzaste a estar 15 minutos en su casa, pobre Leny, pobre cabrón –Puso cara de apenado y esa fue la gota que rebalsó el vaso porque ni muerta me acostaría con él, había que reconocerlo ese estilo de cabello medio desordenado peinado en punta, su piel blanca y sus lunares distribuidos de forma sugerente como invitando a buscar más por allí por el resto de su cuerpo, pero eso no le quitaba lo psicópata imbécil, así que de todas formas Felix se ganó el manzanazo directo en el rostro y la pena más grande es que estaba tan rica.
-Voy a ducharme –Informé y salí a la ducha cogiendo la misma ropa de Felix que me había pasado la vez anterior, eran los mejores pijamas del mundo y sus bóxer se apegaban bien a mi culo así que eran cómodos y no parecían tan ropa interior a primera vista y con alguna sudadera con capucha que me quedaba larga por lo general, era el atuendo perfecto para estar en casa.
Me demoré más de la cuenta en la ducha, lo que primero pensé que serían unos 15 minutos solo para relajarme se transformaron en una media hora o quizás un poco más, tomé la toalla del porte de áfrica que era mi favorita y me sequé dejando mi cabello húmedo, no me agradaba para nada el secador, ese lo ocupaba Felix quien se preocupaba de darle forma con el secado.
Terminé tan relajada y cansada después de la ducha que apenas me vestí, cosa que tenía que hacer de inmediato porque Felix tenía la mala manía de llegar y entrar y no preocuparse de tocar la puerta o ver si estuviera vestida o no y me lancé sobre la cama, no importando la posición, era solamente lanzarme a los brazos de mi amante quien me recibió gustosa, abrí las piernas y las manos abarcando casi toda mi cama que era doble y mis párpados comenzaron a pesar lentamente y yo no iba a luchar contra eso así que en breve me quedé dormida.
-Lenore, Lenore, MIERDA! Despierta –Me gritó Felix saltando sobre la cama y moviéndome bruscamente sobre los hombros y yo abrí los ojos media atontada e intenté responderle pero las palabras aun no me salían así que solo me puse de pie.
-Que mierda es lo que te pasa –Le dije a la vez que me restregaba el rostro con las manos intentando volver a la maldita realidad en que tenía el rostro de mi amigo lo suficientemente cerca para agarrarlo del cuello y estrangularlo con mis propias manos.
-Viene la chica que te dije, viene subiendo por el ascensor, tienes que irte ahora –Me dijo inquieto y le mande una mirada enfadada el cabrón pretendía echarme de mi propio apartamento.
-Ni siquiera estoy vestida Felix –Respondí con obviedad
-Ten –Me lanzó su sudadera que me quedaba larga y que tenía a un lado de la cama y que me cubría hasta los muslos además de mis pantuflas y literalmente me arrastró fuera de la habitación y fuera del departamento cerrando la puerta en mi cara -Vuelve en 3 horas –Me gritó el grandísimo hijo de puta del otro lado.
Como no me quedaba otra me puse la sudadera y la abroché ya que ni un maldito brasier traía y solo era la camiseta de mi amigo, que lo peor de todo era blanca y sin mangas, y a esta hora el frío haría más evidente la falta de ropa interior; habiéndome ya enfundado la sudadera me subí la capucha y caminé por el pasillo y esperé el ascensor y vi salir a una peliroja con menos ropa que yo así que supuse que esa era la compañía de Felix, no le dije nada y me subí presionando el botón del primer piso, agradezco por lo menos traer mis pantuflas conmigo así puedo ir al parque.
Eso fue lo que hice, metí las manos a los bolsillos intentando obtener algo de calor y por lo menos caminar me estaba ayudando a eso y me fui a la parte más oscura y alejada del parque, siempre los chicos me advertían que no debía ir allí porque a veces se ponían vendedores de drogas y digamos que en estos momentos no tengo mucho que ofrecer o que me puedan quitar así que me encaminé en esa dirección.
Cuando llegué al punto más oscuro vi dos personas hablando pero no me importo, quería sentarme y recuperar algo de calor, sentía mis manos congeladas porque la caminata había hecho maravillas con mis piernas y estaban frías pero no las sentía. Me puse en una de las banquitas y no me di cuenta que había alguien a mi lado que también miraba a ese par de chicos con especial atención, yo saqué las manos de la sudadera y me puse casi en posición fetal a soplar aire caliente por mis manos y no sé cuánto tiempo estuve así hasta que escuché a alguien hablar muy cerca de mí pero no era a mí a quien precisamente le estaban hablando.
-¿Cómo lo hice jefe, salió todo bien?, mire aquí tengo el dinero –Preguntó una voz que se me hacía la había escuchado antes pero no tomé importancia y seguí con lo mío.
-Tú que eres idiota o qué, quieres dejar testigos cual es la primera puta regla que te he dicho que tienes que seguir, nunca ser descubierto ni dejarte serlo –Le dijo dándole un golpe con la palma de la mano en la cabeza o por lo menos eso es lo que asumo por como fue el sonido ya que ni siquiera quería mirarlos pues ya conocía de quién era la segunda voz.
-Que, qué, yo pensé que estaba con usted jefe como no se ha movido ni ha hecho nada, ¿estará vivo? –Preguntó el chico, y que bien no me lograban distinguir.
-Para tu suerte espero que se haya muerto congelado por este frío porque lleva un buen rato sin moverse –Y cuando alguien habla de que es mejor que esté muerta es mejor salir de allí, supervivencia básica, díganle como quieran pero en ese mismo momento me levanté de la banca para irme a otro lugar, creo que era verdad lo del tráfico de drogas, no había que ser muy inteligente para averiguar qué era lo que estaba pasando allí.
-Se está moviendo jefe, en realidad se está marchando –Le dijo el hijo de puta que no me podía dejar ir en silencio y el otro psicópata se volteó y me alcanzó a agarrar antes de que pudiera salir corriendo de allí y me quedé frente a él.
-Tú otra puta vez maldita zorra! –Dijo casi en un grito
-Hola, que tal, tanto tiempo psicópata, qué hablamos de llamarme zorra a cada minuto, no es un lindo apodo deberías aprenderlo ya o tu única neurona no te deja procesarlo –Dije mirando directo a sus orbes café que por la oscuridad del lugar se veían completamente negras.
-Me importa una mierda, hiciste el encargo que te mandé –Preguntó aun sosteniéndome fuerte por el brazo y yo no sabía si temblaba más por el frío o por su agarre o era una combinación de las dos cosas juntas, apostaría por la última.
-Y por qué tendría que hacerte caso yo –Dije elevando un poco la voz, bueno técnicamente me había pagado pero hoy no tenía ganas de hacer nada.
-Porque te pagué maldita zorra y ahora vas a aprender a respetarme –Me bajó el cierre de la sudadera dejando que se filtrara todo el aire frío por la delgada tela y de su pantalón sacó una pistola.
-Dios no me mates, aún tengo muchas personas a las que fastidiarle la vida soy muy joven para eso –Le supliqué como haría cualquier persona cuerda al ver un arma apuntándole.
-No pequeña zorrita, no tendrás tanta suerte -Apuntó a algún lugar cualquiera y disparó luego rápidamente levantó la camiseta sin mangas de algodón de Felix por la parte de la cadera y estampó el cañón del arma con fuerza contra esa parte y quemaba, realmente quemaba hasta con ese frío lo podía sentir y sabía que dejaría cicatriz.
-Mierda! –Salté hacia atrás del dolor- que jodida cosa te pasa como se te ocurre hacer eso, acaso no sabes que va a dejar una horrible marca –pregunté enfadada-.
-Sí lo sé, y es mí marca, tu trabajas para mí y haces lo que yo te diga sino, esa pequeñez será lo último que deba de preocuparte.
-Pero jefe usted nunca había marcado a nadie así –Interrumpió su lacayo que ahora que me fijo bien fue el mismo que derribó las bebidas en mis tetas.
-Cállate perro, esta zorrita es diferente y necesita una lección y si no quieres que te de la misma, mejor te vaya ahora mismo, PERO YA! –y el chico salió disparado como alma que se lo lleva el diablo, maldita sea me gustaría tener la misma suerte y poder largarme.
-Y ahora qué piensas hacer, por más que me gustaría tener una psicótica charla contigo o arrastrarte a un siquiatra, creo que tienes mejores cosas que hacer que quedarte aquí conmigo a ver como muero congelada –Le dije invitándolo sutilmente a que se fuera, a ver si pescaba la indirecta.
-De todas formas qué haces así aquí, sabía que eras una zorra, pero no una zorra suicida, este no es lugar para nadie que realmente lo esté buscando o esté buscando algo específico, no me digas que tu…
-No mierda no, me echaron de casa con lo que tenía puesto y no puedo volver hasta un par de horas y solo quería un lugar tranquilo y la verdad no me importaba mucho qué lugar fuera y busqué el más apartado, digamos que no estoy en condiciones de pasear por el centro, además ni siquiera traigo nada conmigo.
-Es decir estás prácticamente en ropa interior, y por lo que puedo notar no es la tuya, acaso peleaste con tu novio, tan mala eres en la cama que te echaron –Lo dijo con tono de burla, era la primera vez que veía ese vestigio de sonrisa.
-Eso a ti no te importa, ahora si me dejas tengo que hacer otras cosas como perderme por ahí para no congelarme aquí, pero antes me podrías decir la hora –Le miré por segunda vez en la noche a los ojos y se le veía un tanto confundido, me dijo la hora y maldecí para mis adentros, aunque la caminata durara media hora hasta casa, aún tenía media hora más libre.
-Y dime dónde piensas ir por esas fachas, te advierto en ningún cabaret aceptaran un mamarracho como tú –Me dijo sentándose nuevamente en la banca.
-Que gracioso, MUY gracioso –ironicé y me senté de nuevo junto a él y no pude evitar apegarme un poquito al calor que emanaba su cuerpo- La verdad solo pensaba caminar una media hora hasta volver a casa –Confesé seria-.
-Mira zorrita, ni siquiera yo dejo que mis zorras se congelen y eso que soy un bastardo, creo que eres tonta o masoquista –Me dijo y me entregó sus guantes-.
-En primer lugar no soy ninguna de las dos cosas, tuve que salir rápido de casa o más bien me echaron rápido y son cosas que no entenderías y en segundo, porqué mierda me das tus guantes –Pregunté alzando la ceja.
-Ya te dije, soy un bastardo pero ni siquiera a mis zorras les hago lo que tu novio te hizo a ti, aunque debería preguntarle cómo es que logra que una zorra tan loca termine tan sumisa como para hacerle caso y salir en medio de la noche y con este frío casi desnuda –Agarró mis manos y me puso los guantes que me quedaban un poco grandes pero por todos los dioses inventaos estaban tan calientitos que casi me derrito-.
-Gracias, supongo, pero ya es hora de irme y para tu última pregunta, no busco droga, mi cabeza ya está lo bastante loca como para necesita algo más –Dije apuntando a mi cien, le iba a pasar los guantes pero me hizo un gesto con las manos y se llevó las suyas al abrigo que traía y me dio un asentamiento de cabeza.
-Recuerda que aún me debes muchas zorrita y buscaré las formas de hacértelas pagar, no soy una persona amable ni mucho menos así que espero que cumplas mi encargo y si sirves para algo saldrás viva de eso y quizás te contrate para algún trabajo. –No dijo nada más y se levantó para irse en la dirección contraria a la que debía tomar yo para irme al apartamento.
Camine con las manos en los bolsillos guardando el calor de los guantes y como ya iba tarde y a Felix le daría un ataque si yo llegaba impuntual porque era capaz de echar a una chica si me decía en dos horas y se pasaba del tiempo, así que troté los últimos 5 minutos para llegar a tiempo y lo logré porque cuando iba llegando al apartamento vi a un Felix furioso colocándose una bufanda para salir a buscarme…al parecer me demoré un poco más porque Pete y Cora ya estaban en el apartamento.
-Que…que…que…ta…tal –Dije a penas porque mis dientes los tenía como castañuelas vibrando por el frío que me impedía hablar.
-Grandísimo hijo de puta lanzaste a Lenore a la calle así –Cora se llevó las manos al cabello en señal de desesperación
-Sabes que estamos a menos 5 grados afuera verdad –Le apoyó Pete, era bueno tener para variar a tus amigos a tu favor y no en tu contra, así que le di una sonrisa diabólica a Felix y me acerqué u abracé a Cora y Pete que estaban en el sillón como una niña chiquita con sus papás.
-Tenía mucho frío y pasé dos horas congelándome allí afuera y Felix me echó así, sin nada más, por suerte tenía mis pantuflas puerta sino me manda a la calle sin ellas –Les dije haciendo pucheros escondiendo la cabeza en el pecho de Pete y rodeando con el otro brazo a Cora quien me tocaba y se cercioraba de que estaba congelada.
-Puto cabrón ve a prepararle un café –Ordenó Cora con esa voz a la que no eres capaz de objetarle nada.
-Len, si saliste sin nada…de quién son esos guantes porque no son ni tuyos ni de Felix –Observó mi maldito amigo detallista Pete. Intenté buscar una excusa pero como no se me vino ninguna a la cabeza opté por decirles la verdad.
-Creo que necesitamos una conversación con ese cabrón no tiene ningún derecho a decirle zorra a Leny, ella no ha hecho nada como para que le diga así –Y claro Cora de toda la historia saca que el maldito me dice zorra, bueno tampoco me iba a poner a defenderlo así que daba igual.
Llegó Felix con cara de perrito arrepentido y me tendió un té con galletitas para que comiera y observó la cajita queme había entregado la vez anterior el psicópata he hizo un gesto hacia ella –Y eso –Preguntó.
-El psicópata me dijo el otro día que la llevara a una dirección pero no lo he hecho, incluso me pagó por eso pero me dijo que tenía que ingeniármelas para salir de allí –Les conteste con inocencia, no les iba a decir que el ingeniármelas quería decir ingeniármelas para salir viva.
-TENGO TU RETO! –Gritó Pete a lo que todos lo miramos, el por lo general no los sugería pero cuando lo hacía intentaba que no fueran tan malos, aunque en realidad el nunca terminaba sabiendo lo cabrones que podrían llegar a ser sus retos.
Me senté un poco indignada en nuestra sala, no es que el muy psicópata me gustara, pero tratarme de esa forma, bueno aunque viéndolo desde su perspectiva, ya van como 3 revolcones que le arruino con mi sola presencia, así que era justo y comprensible hasta cierta medida.
-Hey LENORE! Te estoy hablando –Dijo Félix agitando una mano por en frente de mi rostro, al parecer ya andaba perdida entre mis pensamientos.
-Y tú no tienes ninguna puta con la que acostarte –Respondí completamente borde y sí, él no tiene la culpa pero de todas formas la rabia ante la situación no me la sacaba nadie.
-Bueno, no hasta las 7 así que quedan dos horas en las que te puedo molestar –Dijo con una sonrisa, maldición a ese chico no le afecta nada todo lo responde con una puta sonrisa.
Bien, bien Len, cálmate que ahora la única que se está comportando como una psicópata eres tu y Felix solo trata de ayudar un poco, aunque creo que para las 7 voy a tener que salir de casa porque algo de lo que estoy segura de este cabrón es que no miente y que a esa hora va a traer a alguna chica para acostarse y no quiero arruinar más polvos, no por lo menos el de mi amigo, estaba bien que de vez en cuando alguno de los dos cogiera.
-Parece que la reina de las fieras necesita una buena ducha caliente…o fría dependiendo de cómo te fuera con tu amigo el maniático –Se atrevió a sugerir levantando las cejas e bastardo de mi migo a lo que le dedique una mirada asesina.
-No te lanzo esta manzana por dos razones –Dije agitando la fruta que tenía en las manos recientemente cogida de la frutera –La primera es porque está muy buena, al fin supiste escoger las manzanas que no parecen harina y la segunda es porque de verdad siento todos los músculos adoloridos y necesito una ducha caliente.
-Que pena mi querida Leny al parecer el chico fue demasiado rápido, no te pudo complacer, dios si no alcanzaste a estar 15 minutos en su casa, pobre Leny, pobre cabrón –Puso cara de apenado y esa fue la gota que rebalsó el vaso porque ni muerta me acostaría con él, había que reconocerlo ese estilo de cabello medio desordenado peinado en punta, su piel blanca y sus lunares distribuidos de forma sugerente como invitando a buscar más por allí por el resto de su cuerpo, pero eso no le quitaba lo psicópata imbécil, así que de todas formas Felix se ganó el manzanazo directo en el rostro y la pena más grande es que estaba tan rica.
-Voy a ducharme –Informé y salí a la ducha cogiendo la misma ropa de Felix que me había pasado la vez anterior, eran los mejores pijamas del mundo y sus bóxer se apegaban bien a mi culo así que eran cómodos y no parecían tan ropa interior a primera vista y con alguna sudadera con capucha que me quedaba larga por lo general, era el atuendo perfecto para estar en casa.
Me demoré más de la cuenta en la ducha, lo que primero pensé que serían unos 15 minutos solo para relajarme se transformaron en una media hora o quizás un poco más, tomé la toalla del porte de áfrica que era mi favorita y me sequé dejando mi cabello húmedo, no me agradaba para nada el secador, ese lo ocupaba Felix quien se preocupaba de darle forma con el secado.
Terminé tan relajada y cansada después de la ducha que apenas me vestí, cosa que tenía que hacer de inmediato porque Felix tenía la mala manía de llegar y entrar y no preocuparse de tocar la puerta o ver si estuviera vestida o no y me lancé sobre la cama, no importando la posición, era solamente lanzarme a los brazos de mi amante quien me recibió gustosa, abrí las piernas y las manos abarcando casi toda mi cama que era doble y mis párpados comenzaron a pesar lentamente y yo no iba a luchar contra eso así que en breve me quedé dormida.
-Lenore, Lenore, MIERDA! Despierta –Me gritó Felix saltando sobre la cama y moviéndome bruscamente sobre los hombros y yo abrí los ojos media atontada e intenté responderle pero las palabras aun no me salían así que solo me puse de pie.
-Que mierda es lo que te pasa –Le dije a la vez que me restregaba el rostro con las manos intentando volver a la maldita realidad en que tenía el rostro de mi amigo lo suficientemente cerca para agarrarlo del cuello y estrangularlo con mis propias manos.
-Viene la chica que te dije, viene subiendo por el ascensor, tienes que irte ahora –Me dijo inquieto y le mande una mirada enfadada el cabrón pretendía echarme de mi propio apartamento.
-Ni siquiera estoy vestida Felix –Respondí con obviedad
-Ten –Me lanzó su sudadera que me quedaba larga y que tenía a un lado de la cama y que me cubría hasta los muslos además de mis pantuflas y literalmente me arrastró fuera de la habitación y fuera del departamento cerrando la puerta en mi cara -Vuelve en 3 horas –Me gritó el grandísimo hijo de puta del otro lado.
Como no me quedaba otra me puse la sudadera y la abroché ya que ni un maldito brasier traía y solo era la camiseta de mi amigo, que lo peor de todo era blanca y sin mangas, y a esta hora el frío haría más evidente la falta de ropa interior; habiéndome ya enfundado la sudadera me subí la capucha y caminé por el pasillo y esperé el ascensor y vi salir a una peliroja con menos ropa que yo así que supuse que esa era la compañía de Felix, no le dije nada y me subí presionando el botón del primer piso, agradezco por lo menos traer mis pantuflas conmigo así puedo ir al parque.
Eso fue lo que hice, metí las manos a los bolsillos intentando obtener algo de calor y por lo menos caminar me estaba ayudando a eso y me fui a la parte más oscura y alejada del parque, siempre los chicos me advertían que no debía ir allí porque a veces se ponían vendedores de drogas y digamos que en estos momentos no tengo mucho que ofrecer o que me puedan quitar así que me encaminé en esa dirección.
Cuando llegué al punto más oscuro vi dos personas hablando pero no me importo, quería sentarme y recuperar algo de calor, sentía mis manos congeladas porque la caminata había hecho maravillas con mis piernas y estaban frías pero no las sentía. Me puse en una de las banquitas y no me di cuenta que había alguien a mi lado que también miraba a ese par de chicos con especial atención, yo saqué las manos de la sudadera y me puse casi en posición fetal a soplar aire caliente por mis manos y no sé cuánto tiempo estuve así hasta que escuché a alguien hablar muy cerca de mí pero no era a mí a quien precisamente le estaban hablando.
-¿Cómo lo hice jefe, salió todo bien?, mire aquí tengo el dinero –Preguntó una voz que se me hacía la había escuchado antes pero no tomé importancia y seguí con lo mío.
-Tú que eres idiota o qué, quieres dejar testigos cual es la primera puta regla que te he dicho que tienes que seguir, nunca ser descubierto ni dejarte serlo –Le dijo dándole un golpe con la palma de la mano en la cabeza o por lo menos eso es lo que asumo por como fue el sonido ya que ni siquiera quería mirarlos pues ya conocía de quién era la segunda voz.
-Que, qué, yo pensé que estaba con usted jefe como no se ha movido ni ha hecho nada, ¿estará vivo? –Preguntó el chico, y que bien no me lograban distinguir.
-Para tu suerte espero que se haya muerto congelado por este frío porque lleva un buen rato sin moverse –Y cuando alguien habla de que es mejor que esté muerta es mejor salir de allí, supervivencia básica, díganle como quieran pero en ese mismo momento me levanté de la banca para irme a otro lugar, creo que era verdad lo del tráfico de drogas, no había que ser muy inteligente para averiguar qué era lo que estaba pasando allí.
-Se está moviendo jefe, en realidad se está marchando –Le dijo el hijo de puta que no me podía dejar ir en silencio y el otro psicópata se volteó y me alcanzó a agarrar antes de que pudiera salir corriendo de allí y me quedé frente a él.
-Tú otra puta vez maldita zorra! –Dijo casi en un grito
-Hola, que tal, tanto tiempo psicópata, qué hablamos de llamarme zorra a cada minuto, no es un lindo apodo deberías aprenderlo ya o tu única neurona no te deja procesarlo –Dije mirando directo a sus orbes café que por la oscuridad del lugar se veían completamente negras.
-Me importa una mierda, hiciste el encargo que te mandé –Preguntó aun sosteniéndome fuerte por el brazo y yo no sabía si temblaba más por el frío o por su agarre o era una combinación de las dos cosas juntas, apostaría por la última.
-Y por qué tendría que hacerte caso yo –Dije elevando un poco la voz, bueno técnicamente me había pagado pero hoy no tenía ganas de hacer nada.
-Porque te pagué maldita zorra y ahora vas a aprender a respetarme –Me bajó el cierre de la sudadera dejando que se filtrara todo el aire frío por la delgada tela y de su pantalón sacó una pistola.
-Dios no me mates, aún tengo muchas personas a las que fastidiarle la vida soy muy joven para eso –Le supliqué como haría cualquier persona cuerda al ver un arma apuntándole.
-No pequeña zorrita, no tendrás tanta suerte -Apuntó a algún lugar cualquiera y disparó luego rápidamente levantó la camiseta sin mangas de algodón de Felix por la parte de la cadera y estampó el cañón del arma con fuerza contra esa parte y quemaba, realmente quemaba hasta con ese frío lo podía sentir y sabía que dejaría cicatriz.
-Mierda! –Salté hacia atrás del dolor- que jodida cosa te pasa como se te ocurre hacer eso, acaso no sabes que va a dejar una horrible marca –pregunté enfadada-.
-Sí lo sé, y es mí marca, tu trabajas para mí y haces lo que yo te diga sino, esa pequeñez será lo último que deba de preocuparte.
-Pero jefe usted nunca había marcado a nadie así –Interrumpió su lacayo que ahora que me fijo bien fue el mismo que derribó las bebidas en mis tetas.
-Cállate perro, esta zorrita es diferente y necesita una lección y si no quieres que te de la misma, mejor te vaya ahora mismo, PERO YA! –y el chico salió disparado como alma que se lo lleva el diablo, maldita sea me gustaría tener la misma suerte y poder largarme.
-Y ahora qué piensas hacer, por más que me gustaría tener una psicótica charla contigo o arrastrarte a un siquiatra, creo que tienes mejores cosas que hacer que quedarte aquí conmigo a ver como muero congelada –Le dije invitándolo sutilmente a que se fuera, a ver si pescaba la indirecta.
-De todas formas qué haces así aquí, sabía que eras una zorra, pero no una zorra suicida, este no es lugar para nadie que realmente lo esté buscando o esté buscando algo específico, no me digas que tu…
-No mierda no, me echaron de casa con lo que tenía puesto y no puedo volver hasta un par de horas y solo quería un lugar tranquilo y la verdad no me importaba mucho qué lugar fuera y busqué el más apartado, digamos que no estoy en condiciones de pasear por el centro, además ni siquiera traigo nada conmigo.
-Es decir estás prácticamente en ropa interior, y por lo que puedo notar no es la tuya, acaso peleaste con tu novio, tan mala eres en la cama que te echaron –Lo dijo con tono de burla, era la primera vez que veía ese vestigio de sonrisa.
-Eso a ti no te importa, ahora si me dejas tengo que hacer otras cosas como perderme por ahí para no congelarme aquí, pero antes me podrías decir la hora –Le miré por segunda vez en la noche a los ojos y se le veía un tanto confundido, me dijo la hora y maldecí para mis adentros, aunque la caminata durara media hora hasta casa, aún tenía media hora más libre.
-Y dime dónde piensas ir por esas fachas, te advierto en ningún cabaret aceptaran un mamarracho como tú –Me dijo sentándose nuevamente en la banca.
-Que gracioso, MUY gracioso –ironicé y me senté de nuevo junto a él y no pude evitar apegarme un poquito al calor que emanaba su cuerpo- La verdad solo pensaba caminar una media hora hasta volver a casa –Confesé seria-.
-Mira zorrita, ni siquiera yo dejo que mis zorras se congelen y eso que soy un bastardo, creo que eres tonta o masoquista –Me dijo y me entregó sus guantes-.
-En primer lugar no soy ninguna de las dos cosas, tuve que salir rápido de casa o más bien me echaron rápido y son cosas que no entenderías y en segundo, porqué mierda me das tus guantes –Pregunté alzando la ceja.
-Ya te dije, soy un bastardo pero ni siquiera a mis zorras les hago lo que tu novio te hizo a ti, aunque debería preguntarle cómo es que logra que una zorra tan loca termine tan sumisa como para hacerle caso y salir en medio de la noche y con este frío casi desnuda –Agarró mis manos y me puso los guantes que me quedaban un poco grandes pero por todos los dioses inventaos estaban tan calientitos que casi me derrito-.
-Gracias, supongo, pero ya es hora de irme y para tu última pregunta, no busco droga, mi cabeza ya está lo bastante loca como para necesita algo más –Dije apuntando a mi cien, le iba a pasar los guantes pero me hizo un gesto con las manos y se llevó las suyas al abrigo que traía y me dio un asentamiento de cabeza.
-Recuerda que aún me debes muchas zorrita y buscaré las formas de hacértelas pagar, no soy una persona amable ni mucho menos así que espero que cumplas mi encargo y si sirves para algo saldrás viva de eso y quizás te contrate para algún trabajo. –No dijo nada más y se levantó para irse en la dirección contraria a la que debía tomar yo para irme al apartamento.
Camine con las manos en los bolsillos guardando el calor de los guantes y como ya iba tarde y a Felix le daría un ataque si yo llegaba impuntual porque era capaz de echar a una chica si me decía en dos horas y se pasaba del tiempo, así que troté los últimos 5 minutos para llegar a tiempo y lo logré porque cuando iba llegando al apartamento vi a un Felix furioso colocándose una bufanda para salir a buscarme…al parecer me demoré un poco más porque Pete y Cora ya estaban en el apartamento.
-Que…que…que…ta…tal –Dije a penas porque mis dientes los tenía como castañuelas vibrando por el frío que me impedía hablar.
-Grandísimo hijo de puta lanzaste a Lenore a la calle así –Cora se llevó las manos al cabello en señal de desesperación
-Sabes que estamos a menos 5 grados afuera verdad –Le apoyó Pete, era bueno tener para variar a tus amigos a tu favor y no en tu contra, así que le di una sonrisa diabólica a Felix y me acerqué u abracé a Cora y Pete que estaban en el sillón como una niña chiquita con sus papás.
-Tenía mucho frío y pasé dos horas congelándome allí afuera y Felix me echó así, sin nada más, por suerte tenía mis pantuflas puerta sino me manda a la calle sin ellas –Les dije haciendo pucheros escondiendo la cabeza en el pecho de Pete y rodeando con el otro brazo a Cora quien me tocaba y se cercioraba de que estaba congelada.
-Puto cabrón ve a prepararle un café –Ordenó Cora con esa voz a la que no eres capaz de objetarle nada.
-Len, si saliste sin nada…de quién son esos guantes porque no son ni tuyos ni de Felix –Observó mi maldito amigo detallista Pete. Intenté buscar una excusa pero como no se me vino ninguna a la cabeza opté por decirles la verdad.
-Creo que necesitamos una conversación con ese cabrón no tiene ningún derecho a decirle zorra a Leny, ella no ha hecho nada como para que le diga así –Y claro Cora de toda la historia saca que el maldito me dice zorra, bueno tampoco me iba a poner a defenderlo así que daba igual.
Llegó Felix con cara de perrito arrepentido y me tendió un té con galletitas para que comiera y observó la cajita queme había entregado la vez anterior el psicópata he hizo un gesto hacia ella –Y eso –Preguntó.
-El psicópata me dijo el otro día que la llevara a una dirección pero no lo he hecho, incluso me pagó por eso pero me dijo que tenía que ingeniármelas para salir de allí –Les conteste con inocencia, no les iba a decir que el ingeniármelas quería decir ingeniármelas para salir viva.
-TENGO TU RETO! –Gritó Pete a lo que todos lo miramos, el por lo general no los sugería pero cuando lo hacía intentaba que no fueran tan malos, aunque en realidad el nunca terminaba sabiendo lo cabrones que podrían llegar a ser sus retos.
Pepina
Reto 5: Haz una entrega especial en su apartamento 2/2
-TENGO TU RETO! –Gritó Pete a lo que todos lo miramos, el por lo general no los sugería pero cuando lo hacía intentaba que no fueran tan malos, aunque en realidad el nunca terminaba sabiendo lo cabrones que podrían llegar a ser sus retos.
-Dime –Dije en un suspiro-.
-Tienes que ir al lugar que te dijo el imbécil y hacer la entrega –Bueno eso no era nada difícil pensé…quizás –Luego de eso tienes que ir a su casa avisarle que está hecho y besarlo, luego regresar con nosotros.
-Maldito –Mascullé entre dientes
-Es un buen reto Leny no es como si fuera la primera vez que lo besas –Me dijo Felix riéndose.
-Bésalo tú entonces, no quiero besarlo, no quiero ir a ese estúpido lugar además puede pensar que me gusta y eso definitivamente no –Reclamé cruzándome de brazos.
-Segurísima que no te gusta –Me dijo Cora con picardía.
-No me gustan los psicópatas de eso estoy segura, no quiero un Hannibal Lecter por ahí dándome vueltas –Me recorrió un escalofrío en la espalda, sabía que ese chico no era de fiar, con mi padre ya había tenido lo suficiente para saber cuándo alguien era realmente malo en realidad, aunque gracias a eso y al padre de Cora pudimos conocernos.
-Bueno tendrás que abstenerte a las consecuencias entonces –Felix se frotó las manos ideando un plan así que antes que su cabeza lo maquinara grite un -LO HARÉ-
-Esa es mi chica –Apuntó Pete con los pulgares hacia arriba
Fui en dirección hacia mi habitación y me quité la ropa de Felix y la dejé bajo la almohada, ese sería mi pijama de ahora en adelante y me puse unos jeans negros ajustados y mis botas para el frío, una camiseta y una polera sobre esta y una de mis tantas chaquetas, sé que no me abrigaba mucho pero estaba acostumbrada a no hacerlo, para finalizar me eché los guantes del psicópata en mi bolsillo y un gorro y sobre este le puse el gorro de la chaqueta y salí de la habitación para coger la cajita con la dirección indicada allí y me despedí sin hablar con ninguno, era tarde, estaba molesta y tenía sueño, no me pidan más.
Tuve que mirar 2 veces el papel para cerciorarme de que “eso” era la dirección, una casa que se caía prácticamente sola, toqué tres veces la puerta y dije un ligero “hola” en la nota decía que tenía que preguntar por un tal Logan Lerman, pero como nadie me contestó me volteé molesta por tener que perder mi tiempo en un lugar que estaba para dar escalofríos pero sentí una mano en mi cintura y otra en mi boca que me jalaban al interior de la casa esa, no grité, no iba a sacar nada haciéndolo.
Me vi en medio de una sala con 3 hombres que me miraban como si no hubiesen visto una mujer en su vida, me metí las manos a los bolsillos esperando a que la caja siguiera en su lugar y ellos seguían mirando.
-Bueno quién de ustedes es Logan –Pregunté restándole importancia y haciendo que mi voz sonara firme, si lo iba a hacer, tenía que hacerlo bien.
-Para qué lo quieres saber preciosura –Me contestó uno de cabellos extremadamente liso color negro y ojos intensamente azules
-Para una mamada no es claro está, no tengo pinta de puta así que si sus cabezas, entre tres no pueden pensar que es un negocio me dan bastante que desear –Les dije un poco molesta.
El mismo pelinegro me dedicó una sonrisa sincera –Me gusta- Me dijo y me agarró la mano para sentarme en frente a él en una mesita y me estudió el rostro –Y no es policía que es lo mejor – después me estudió la ropa y se quedó mirándome esperándome a que le diera una explicación.
-Porqué mierda tendría que ser policía yo, si lo fuera ten por seguro que no me aparecería en un lugar así y sola, seré un poco valiente pero no idiota –Le contesté con obviedad.
-Ho, si, lo siento preciosa, este lugar es solo para hacer ciertos negocios te aseguro que mi casa es mucho mejor, yo soy Logan por cierto y estos dos no son importantes al menos para que tu recuerdes sus nombres, ahora dime, a qué viene una chica tan linda como tú a este lugar- en ese momento me dieron ganas de darme una palmada mental en la cabeza por haber olvidado el tema, no podía negarlo era algo encantador el tipo, mucho más que el psicópata, así que metí mi mano al bolsillo para entregarle la caja.
-Me mandaron para traerte esto y decirte que ojalá que quedes contento, porque si no, bueno tu verías que hacías con mi vida –Tragué de forma disimulada al recordar las palabras del otro idiota.
Miró la caja con interés y la abrió, sacó una nota y la leyó para sí mismo y luego me miró con una sonrisa como de lástima –Te topaste con un muy mal tipo primor –Me dijo.
-Me di cuenta hace bastante –Le contesté levantando los hombros
-Dile que la deuda no está completa, pero que gracias a ti lo estará, pero no te preocupes no te obligaré a nada, solo a que salgas a cenar conmigo, así tu vida y la vida de tu novio quedan perdonadas –Me dijo como si estuviera negociando el precio de una blusa.
-En primer lugar esa no es forma de pedir una cita, y en segunda ESE PUTO CABRÓN BASTARDO NO ES MI MALDITO NOVIO –Grité la segunda parte lo que hizo que la sonrisa de Logan se ensanchara aun más.
-Entonces está dicho, mañana paso por ti a las 8 y cenaremos –Me dijo dando el trato por cerrado.
-Ni loca te doy la dirección de mi casa, tienes que ganarte mi confianza y como nos vamos conociendo créeme en ti ni en tu amiguito no confío de nada, así que pasa por mi al parque que queda a media hora de mi hogar, le arrebaté un lápiz y en el mismo papel que me había dado el psicópata la dirección de Logan apunté la dirección del parque y se la entregué.
Cuando hice eso me tomó la mano y la besó lentamente acariciando mi muñeca y guiñándome un ojo para luego guardar el papel en su billetera –Aquí estará seguro, seré puntual no te preocupes preciosa y discúlpame, pero si no eres de pero, ten por seguro que serás mía-.
-Bueno me voy –Dije y estaba dispuesta a salir por la puerta cuando Logan me detiene.
-No pensarás que te voy a dejar salir así de desprotegida primor, Trevor, ve con ella y asegúrate de que llegue sana y salva a su casa, y como le pase algo, ya sabes las consecuencias –Le dijo amenazante y sus azules ojos se oscurecieron aun más.
-Si jefe –Le dijo un escuálido chico tomando torpemente las llaves de un auto y tropezando con la mesa haciendo que tuviera que contener la risa ante el nerviosismo del pobre Trevor.
-Gracias Lerman –Le dije dándole un beso en la cara.
-Para ti soy solo Logan primor –Y no me agradezcas, cuido lo que quiero tener –Dijo guiñándome un ojo, cosa que yo decidí pasar por alto, mientras él me guiaba fuera de casa donde había un lujoso Lexus RC F Press color azul estacionado afuera, me abrió la puerta del auto y me tomó la mano para subir y me cerró la puerta una vez dentro.
-Whooo, este auto es precioso –Le comenté a Trevor mientras él arrancaba el motor que ronroneaba suavemente pero tomaba una velocidad en pocos segundos impresionante.
-Al jefe le gustan los autos y este es su favorito y usted de verdad al parecer le gustó porque nunca ha sido tan benevolente con nadie, así que por favor no lo cabree –Me dijo serio.
-No sé si pueda prometerte eso, soy especialista en joder a la gente, acaso no te diste cuenta de cómo los traté –A Trevor se le escapó una risa que cubrió rápidamente un poco asustado.
-Lo siento señorita –Me dijo algo apenado como si yo fuera algo superior.
-Trev, te puedo decir así ¿no? –Asintió con la cabeza- no soy una jodida loca, es más podemos ser amigos, me agradas así que por favor no pienses que te haré o diré algo, no soy una jodida loca solo soy una chica normal que al parecer tiene mala suerte ok?, y me podrías llevar a la casa del psicópata que le mandó la nota a tu jefe tengo algo que hacer allí y no me demoraré más de 3 minutos tengo que decirle que ya entregué su preciado paquete.
-Como digas…-Dejó las palabras en el aire-
-Dime Len o Leny, mi nombre es Lenore –Le ayudé a completar.
-Como digas Leny, yo solo tengo que asegurarme de que llegues a destino sana y salva, en realidad no sé cómo llegaste a nuestro centro sin que te pasara algo, creo que hasta el señor Lerman se asustó un poco y por eso le agradaste, tienes más ovarios que muchos pelotas y no sse atreven siquiera a hablar directamente como lo hiciste tu.
-Gracias, pero Logan no es ningún Dios, espérame aquí –Le dije cuando ya habíamos llegado, la verdad ese chico era bastante simpático y era verdad cuando le dije que podríamos ser amigos aunque lo dudaba nos movíamos en lugares completamente diferentes.
Toqué la puerta del psicópata mientras pensaba que es rato, ni siquiera sé su nombre y ya van varias veces que nos hemos vistos e incluso tengo una maldita cicatriz con la forma de la salida del cañón de un arma en la cadera por su culpa.
-Así que sobreviviste –Me dijo al abrir la puerta, solo estaba en unos pantaloncillos de hacer ejercicios y estaba descalzo y sin polera.
-Qué, pretendías que me iba a morir del susto o algo, pero para la otra avísame que me estás enviando un agujero del infierno porque me costó un mundo llegar y caminé más de 20 minutos porque ningún taxi quiso llevarme hasta allí, ha! Sí, cierto, lo que vine, me dijo que no estaba completo pero te lo perdonaría solo porque mañana me va a hacer ir a cenar con él –Se le fueron los colores de la cara y para variar me agarró fuerte del brazo.
-Supongo que le dijiste que no –Me dijo entre dientes apretando muy fuerte mi muñeca, estoy considerando seriamente que me va a dejar un moratón allí.
-Por qué le diría que no, me trató mucho mejor que tú que ni siquiera sé tu nombre –Contesté de forma venenosa.
-Soy Dylan, Dylan O’brien y puedo ser tu peor puta pesadilla.
-Bueno diría que mucho gusto pero no ha sido así, yo soy Lenore, pero puedes decirle Leny o Len Le contesté más por cortesía que por otra cosa.
-Lo sé, ya lo sé todo de ti –Dijo él aún con su mano agarrando mi muñeca
-Bueno en ese caso adiós –Me iba a ir pero recordé la última parte del trato y le besé los labios de forma suave no como la última vez que fue más un choque, en esta ocasión abrí un poco la boca para que con mi boca acariciara sus labios de forma suave –Y agradece que tu deuda está saldada.
-Que mier… -No terminó de decirlo o en realidad no escuché lo que dijo pues salí corriendo escaleras abajo y llegué con el puto corazón en la mano y me senté en el asiento del copiloto donde Trev me esperaba.
-Llévame a casa chico, pero tienes prohibido decirle a tu jefe dónde vivo, me bajaré un edificio antes y tu me verás entrar a mi edificio, pero no a que departamento ni nada para que no le tengas que mentir ok? –Le dije al pobre Trev, sabía que no sería capaz de mentirle a Logan.
-Muchas gracias –Me dijo con un brillo en sus ojos.
-Vamos muchacho –Dije y puse la música mientras cantábamos y le guiaba de camino al departamento que comparto con Félix, y sería mejor que ninguno de ellos se diera cuenta de con quién o en qué auto venía llegando, la misión era pasar desapercibida, además no podría explicarles que le al maldito Dylan le di un beso tierno porque ni yo lo sabía.
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
OMG, me muero -no literalmente por supuesto por que después no puedo leer (?) e.e- ME ENCANTO lo juro por Dios. Logan un mafioso o.o no lo puedo imaginar, tiene la cara tan tierna que de malo simplemente no me lo imagino pero bueno de todas forma me gusta cómo va la novela y no hay que mencionar que me fascina Dylan de malo Ah se me olvidaba; Lenore que demonios tiene en la cabeza?... que le planta el beso en la cara sin más a Logan, está bien que sea lindo pero que se aguante no? Me pregunto que le pasara en la cita a la pobre o mejor dicho a la suertuda (?) Yo creo que el maloso y sexual Dylan se puso celoso con eso de la cita
Espero el siguiente cap. !
Espero el siguiente cap. !
Oh_Dougie_ Poynter!
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Oh_Dougie_ Poynter! escribió:OMG, me muero -no literalmente por supuesto por que después no puedo leer (?) e.e- ME ENCANTO lo juro por Dios. Logan un mafioso o.o no lo puedo imaginar, tiene la cara tan tierna que de malo simplemente no me lo imagino pero bueno de todas forma me gusta cómo va la novela y no hay que mencionar que me fascina Dylan de malo Ah se me olvidaba; Lenore que demonios tiene en la cabeza?... que le planta el beso en la cara sin más a Logan, está bien que sea lindo pero que se aguante no? Me pregunto que le pasara en la cita a la pobre o mejor dicho a la suertuda (?) Yo creo que el maloso y sexual Dylan se puso celoso con eso de la cita
Espero el siguiente cap. !
Me alegra que te haya gustado tanto, tuve que hacer un 2x1 porque esta semana no podré subir caís ya que tengo que terminar la tesis, pero lo del beso en la cara a Logan fue como un gesto de despedida muy a lo Leny claro está xD y en cuanto a Dylan ahí veremos que hace en el siguiente Cap, porque no le gusta que toquen sus cosas menos aun con alguein que se la debe tanto como Leny, no porque le haya lecho el favor va a estar menos jodida xD UPS
nos leemos
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Te informo que el color del titulo del tema no coincidía con el color del genero indicado en la ficha de tu novela. Para evitar inconvenientes, este a sido cambiado a su color correspondiente.
uncool.
Reto 7: Acepta la Cita con Logan pero haz que Dylan se entere
Reto 7: Acepta la Cita con Logan pero haz que Dylan se entere
-Abandonadora de hogares –Fue el recibimiento que me dijo Felix apenas entré por la puerta a lo que yo me quedé mirándolo con cara de fastidio.
-Después de que tu me echaras por otra, no digas que soy yo la que destruye esta familia –Le devolví con igual dramatismo.
-Y Leny tiene un punto Felix: 0 Len: 1 –Contestó Pete como siempre llevando y aguantando nuestras peleas “familiares” como las llamábamos.
-Eso no importa, tienes que contar todo, como fue quien era, eran mafiosos, quien estaba allí –Cora chillaba mil preguntas por segundo que ni siquiera me dejaba procesar lo que estaba diciendo así que me desplomé en un sofá y agarré una de las cervezas de los chicos y le di un largo trago antes de responder a cualquier pregunta.
-El muy hijo de perra me mandó a una ratonera del infierno, se los juro era una casa que estaba a punto de caerse por los suelos y pensé que no había nadie hasta que un chico me abrió la puerta, eran mas menos de nuestra misma edad quizás un poco mayores, y tenía que buscar a un tal Logan, que no estaba nada mal por lo demás y entregarle el maldito paquete y así lo hice, después me dijo que tenía que aceptar salir con él, cosa que no voy a hacer y le dije que me esperara en el parque al que voy siempre que Felix me echa del apartamento, después me fui donde el psicópata de Dylan y le dije que su entrega estaba hecha y lo besé –Resumí la historia me salté algunos detalles claro está pero sabía que para Cora y Pete habían ciertas cosas que no dejarían pasar por alto.
-Dios y Dylan besa bien –Preguntó ella casi cayéndose del sillón
-Y como es eso de que el tal Logan te pidió una cita, qué hiciste pequeña Len, qué le dijiste –Preguntó Pete sosteniendo a su novia para que no se cayera, era como estar en un interrogatorio con mis padres.
-Primero, no fue “esa” clase de beso Cora solo fue algo como un topón de labios y nada más, y segundo solamente fui yo no le coquetee ni nada al chico, solo dijo que yo tenía más ovarios que muchos pelotas en ir a ese lugar a esa hora y sola.
-Eso quiere decir que el muy imbécil te puso en peligro –Saltó Felix sabiendo de lo que Dylan podría ser capaz.
-Tranquilo muchachón que no pasó nada y llegué sana y salva y eso es lo que importa ¿no?
-Yo opino que hay que conocer al tal Logan –Dijo Pete en tono autoritario
-Sí es lo mejor –Secundó Felix, esos dos cuando se ponían en plan para conocer a una de mis citas no había nada en el mundo que los hiciera desistir de dicho acto, y ya habían arruinado muchas porque les sacaba la mierda del susto a los tipos, así que prefería hablarlo con Cora cuando necesitaba alguna cita o algo por el estilo.
-Ustedes déjenla en paz, tienen sexo casi todos los días y quieren prohibirle a la pobre de Leny tener algo de acción –Y ahí estaba mi amiga defendiéndome de la peor forma, decirle a los chicos que yo tendría sexo era como decirles que ellos estarían en sequía un mes, furia instantánea.
-SEXO! –Gritaron los dos al mismo tiempo cosa que nos hizo retroceder a Cora y a mí gracias al grandísimo grito que lanzaron como si los hubieran castrado.
-No, no, no Lenore nadie dijo que habría sexo, tu solo dijiste que te invitó a una cita –Felix estaba prácticamente histérico agarrándose el pelo.
-Nadie lo ha hecho maldita sea Cora, cierra la boca, tampoco es como si quisiera salir con el de todas formas, y no lo haré, no tengo ganas de salir en una cita con un tipo que apenas conozco y que tiene una reputación más dudosa que las novias de Felix –Resoplé mientras me lanzaba al sillón y me dejaba caer, estaba cansada, aburrida y con sueño y yo solo quería dormir, esta noche nada de salidas y menos después de lo sucedido con Dylan y Logan, esos dos me volverían loca, uno que apenas me veía y ya quería prácticamente todo y el otro que en cuanto me ve le dan ganas de asesinarme, bueno tiene motivos, pero ya era como un niño chiquito y yo había hecho todo lo que él quería para que se le pasara su estúpido enojo.
-Chicos, mejor la dejamos descansar, Felix no te atrevas a echarla y traer una de tus putitas al departamento y echarla y nosotros nos vamos, tenemos cosas con las que ponernos al día –LE dijo Cora con una sonrisa coqueta a Pete el cual entendió en seguida y tomó de la mano a su novia para después despedirse con la mano y desaparecer por la puerta.
Me estaba quedando dormida cuando siento a Felix picarme el hombro para que me vaya a la cama y realmente no tenía la fuerza para hacerlo así que le gruñí algo parecido a un déjame en paz y de pronto sentí que ya no estaba en el sillón y mi estómago estaba presionado, el muy bruto me había echado al hombro y me llevaba como un maldito saco hasta mi habitación, despejo las cobijas y me dejó caer, me quitó los zapatos y me cubrió para dejarme hasta el otro día en donde debería averiguar la forma de escabullirme de algún reto que estaba segura que los chicos me harían cumplir sobre todo con el gran material que les había dado la noche anterior.
Desperté con el olor de la cocina de Cora, eso quiere decir que todos estaban en el apartamento para variar, porque Felix ni muerto se perdía una comida hecha por Cora y Pete vivía pegado a Cora, desde hace años se habían vuelto como uno solo y era raro verlos separados.
-Buenas –Dije en cuanto llegué a la cocina y los vi a todos medio atragantados con la comida de Cora quien por supuesto m había guardado un plato para mí, sino las bestias que tenía por amigos se lo tragaban todo, así que me senté a comer pero la comodidad no me duró ni 30 segundos cuando ya Pete me estaba interrumpiendo.
-Leny, ya tenemos tu nuevo reto, mejor dicho Cora ya lo tiene mi amaga genio del mal.
-Sip, tienes que salir a la cita con Logan, pero eso no es todo, tienes que hacer que Dylan se entere, es decirle, que salga de tu boquita decirle a tu psicópata favorito que vas a salir con el tipo que te mandó a la puerta del infierno.
-Es decir tú quieres ver si a Dylan le dan celos y de paso juntarme con Logan –Deduje su plan en un par de segundos, siempre intentaba hacer lo mismo juntarme con alguien y jugar a ver quién más está interesado en Leny.
-Cora por favor no intentes que me dé un ataque al corazón –Le dijo Felix con una mano en el corazón fingiendo celos.
-No volvamos a la conversación de anoche por favor, no necesito imágenes de mi hijita haciendo “eso”, ya es suficiente con Felix –Pete tenía cara de asco mientras Cora le sobaba la espalda, como siempre ellos hacían el papel de mis padres en su “ausencia”.
-Bueno ya que esto no va a ninguna parte voy a cumplir el estúpido reto –Me fui a la ducha y después de unos minutos salí lista para vestirme, algo sencillo, no le pondría esfuerzo a una cita a la que ni siquiera quería ir, así que me puse unos jeans, mis botas, una polera y una chaqueta, de todas formas era algo regular en mi guardarropa, un toque de perfume y salí de casa en busca del bueno para nada de Dylan.
Caminé alrededor de media hora por las calles de la ciudad buscando algún lugar en donde podría encontrarlo, no quería ir a su casa, cualquier lugar menos ese pero era lo último que me faltaba por registrar, ya había ido al parque, a la heladería y ya con dolor de cabeza no quería seguir pensando así que me fui en camino al departamento de mi Psyco personal Dylan, 20 minutos después estaba tocando a su puerta.
Fue Trevor quien me abrió la puerta y al instante sonrió cuando vio mi rostro, pero al escuchar unas voces masculinas a mis espaldas se le borró la sonrisa y a mí me dejó desconcertada el hecho de que Trev estuviera en casa de Dylan, el chico se notaba nervioso a medida que las voces seguían cada vez más alto pudiendo reconocerlas, eran Dylan y Logan discutiendo, Trevor estaba en el medio y no quería dejarme pasar e intercalaba miradas entre lo que ocurría en el interior y yo que estaba en la puerta.
Lo saludé con un beso en la mejilla como era mi mala costumbre, desde los 8 años no me habían podido quitar esa costumbre aun cuando mis padres adoptivos intentaron todo lo posible porque no lo hiciera pero ya era parte de mí, lo corrí con un empujón suave que no se esperaba, de otro modo no lo hubiese movido ni dos centímetros y me encaminé hacia la sala.
Lo primero que vi fue una escena del terror, Logan y Dylan estaban separados por un metro cada uno apuntándose con una pistola y con el ceño fruncido, cualquier otra chica hubiera tomado su mierda y habría salido corriendo de allí pero como yo era un poco distinta, o más estúpida que las demás, caminé hacia ellos hasta que se dieron cuenta de mi presencia.
Los dos me miraron confundidos pero ninguno dejó de apuntarse en ningún momento así que me encaminé hasta colocarme en el medio de los dos mirándolos con mi mejor cara de enojo esperando a que por lo menos se dejaran de apuntar por estar yo en medio pero era una lucha de ellos y ninguno pensaba ceder primero.
-Qué acaso piensan dispararme a mí? –Pregunté indignada volviendo a mirarlos con una ceja alzada.
-Primor no deberías estar aquí –Dijo Loga intentando controlar el volumen de su voz
-Zorrita acaso Logan no te da lo suficiente que viniste a mi apartamento a interrumpir cosas de hombres –Contestó Dylan sarcástico lo que hizo saltar una vena de enfado en Logan
-No la llames zorra, ella es demasiado mujer incluso para ti Dylan – Se le notaba la rabia en la voz.
-Si terminaron con su concurso de meadas, Logan me parece de pésimo gusto que estés a punto de matarte el día de nuestra cita y pensar que por un minuto estaba considerando decirte que sí –Les dije a los dos esperando sus reacciones, sabía perfectamente cuáles serían y esperaba en realidad que fueran a mi favor-
-Primor de verdad que vas a salir conmigo, si tú lo quieres dejo todo lo que estoy haciendo por ti ahora –Me contestó un sonriente Logan bajando en el instante el arma como si nada hubiera pasado.
- Vas a salir con el idiota de Logan, eso sí es ser zorra –Dylan se llevó ambas manos a la cabeza incluida la que tenía el arma en gesto de desesperación
-Que no te aburres de decirme zorra, y es problema mío con quien decido salir o no, si no mal recuerdo fue tu idea que me fuera a meter a ese lugar de mala muerte donde encontré a Logan así que no pongas todo esto en mí, mira que mucho tiene que ver contigo.
-Te mandé con una condición específica y parece que meneaste tu culo lo suficientemente bien para dejar a mi primito atontado te felicito zorra, pero te prohíbo salir con él, recuerda tú me perteneces –Dijo con una sonrisa y de pronto recordé la puta marca del cañón de la pistola que tenía como cicatriz en mi cadera gracias a uno de sus arranques.
-Trev como veo que el concurso de meadas no ha terminado me puedes llevar a casa, parece que esta tarde no saldré con nadie –Al instante apareció mi nuevo amigo a mi lado con las llaves del auto y un brazo dispuesto a guiarme hacia la salida, cuando fui en dirección a tomarlo sentí dos manos jalarme en direcciones contrarias.
A un lado tenía a Dylan y al otro lado tenía a Logan quienes se gruñían mutuamente, al parecer ahora su foco de atención era que no me fuera con Trevor.
-Desde cuando lo llamas Trev, no me gusta que la mujer que quiero para mí esté con otros y sé que no eres de esa clase primor no me hagas poner celoso –Logan hablaba pausadamente y entre dientes, se notaba a leguas que quería controlar su enojo mientras tanto Dylan era todo lo contrario, histeria y gritos.
-Te dije que eras mía zorra idiota, trabajas para mí, me perteneces, porque no puedes hacerme puto caso y ahora te quieres ir con este, que no es nada menos que un maldito mocoso de los recados –Ese hombre aparte de loca iba a dejarme sorda.
-Trev, algo de ayuda por favor sino me arrancan los brazos este par de idiotas –Trevor con cara de miedo miró a ambos que echaban chispas por los ojos y se decidió a ayudarme, al parecer me apreciaba como a su propia vida.
-Por favor suéltenla, no ven que le estaban haciendo daño, sus pleitos familiares los pueden dejar de lado pero a ella no la metan por favor porque no creo que tenga tanta paciencia como yo para aguantarlos así que de verdad, déjenla ir –Suplicó en mi ayuda.
Me soltaron y Logan me miraba con cara de disculpa e intentó tocarme pero le quité el brazo antes de que pudiera tocarlo, mientras tanto Dylan seguía con su cara de psicópata enojado, no es como si tuviese otra.
-Un momento, sé que soy lenta a veces pero, ustedes son primos, son familia y se tratan como el perro y el gato y además se tienen que andar perdonando la vida cada vez que los veo, creo que necesito una explicación pero por ahora, por todo lo que pasó y mi salud mental no la voy a pedir ahora, solo voy a pedir que no me metan en medio.
Dicho eso me salí del departamento sin ninguno de los tres hombres que me quedaron mirando con cara de desconcierto y Logan con Trevor disculpándose a gritos mientras que Dylan furioso caminaba en el interior o al menos eso fue lo que alcancé a ver antes de cerrar la puerta e irme en dirección hacia mi departamento nuevamente.
Seriamente debo considerar comprarme un auto o una bicicleta, caminar a todos lados hace que me demore demasiado, aunque por otra parte era el único ejercicio que hacía y me ayudaba a pensar, así que conversación conmigo misma llegó a la conclusión de que caminar, seguiría siendo mi medio de trasporte por la ciudad, aunque a veces caminara durante una hora para llegar a algún lugar como ahora para llegar al apartamento con Felix.
¿Qué será de la apuesta? La cumplí a medias, le dije a Dylan que iba a una cita con Logan pero técnicamente me voy de vuelta y ya no estoy saliendo con logan y no sé si tenga ganas de salir con él después de todo, iba perdida entre mis pensamientos cuando un auto se detiene a mi lado y se baja la ventanilla del copiloto era Logan quien venía de copiloto y por supuesto Trevor lo venía guiando en dirección hacia mi casa.
-Tev eres un traidor –Le dije y él se encogió de hombros articulando un “Lo siento” inaudible, de seguro que Logan lo había amenazado o algo.
-No es su culpa, primor por favor perdóname no te quería meter en todo eso pero parece que eres un imán de problemas y no puedo negar que eso me encanta, así que por favor sal conmigo –ME dijo suplicante apoyado en la puerta del auto.
-Trev incluido –Dije mirando hacia el interior indicándole con la cabeza a su acompañante.
-Trevor compañero, lo siento pero bájate, la dama quiere una cita a solas y es lo que va a tener –Ordenó Logan a Trevor quien inmediatamente me sonrió, se desabrochó el cinturón y salió por la puerta.
-Solo porque eres tú Leny –Me contestó
Horas después y miles de coqueteos que ignoré por parte de Logan estábamos en la pista de baile, me había llevado a comer, después un paseo por el parque y se sentó y hablamos de alunas cosas ridículas como películas favoritas y cosas por el estilo, nada personal, se notaba que ninguno de los dos quería llegar a ese punto, el por su estilo de vida y yo por mi pasado.
Llegada la noche nos fuimos a la misma discoteca que la del día de mi cumpleaños y yo pensé que tendríamos que hacer fila, pero al igual que su primo solo pasó por entre los guardias dándoles un saludo y diciéndole que se iba al VIP para ser tan distintos a veces podían ser tan iguales que esperaba y rogaba que de verdad no fueran iguales del todo no quería dos psicópatas.
Pasamos horas bailando en la pista del privado, era bueno tener todo el espacio libre para mí, a veces Logan bailaba conmigo, otras veces solo me quedaba mirando con una sonrisa y un trago en la mano, yo saltaba y bailaba agarrada a una botella de cerveza girando y girando hasta que casi me caigo y si no es porque en ese momento Logan estaba bailando conmigo me caigo de lleno al sueño y no estaba lo suficientemente borracha como para querer liarme con el sueño.
-Estas bien? –Preguntó logan preocupado sosteniéndome fuerte entre sus brazos
-Suelta, suelta que la mercancía no está en venta –Le respondí liberándome de su abrazo para seguir girando, eso era lo que siempre hacía y volvía locos a mis amigos, giraba y giraba sin control sobre la pista y servía también para ahuyentar a los no deseados.
A eso de las 4 de la mañana ya estaba lo suficientemente cansada como para pedirle a Logan que me llevara a casa, no estaba lo suficientemente borracha o tonta para dejarlo ir hasta mi departamento así que hice lo mismo que con Trevor y le dije que me dejara antes del edificio, se negó pero por lo menos aceptó que no lo dejaría que me acompañara hasta la puerta así que me dejó solo en la puerta del edificio, le besé la mejilla y subí por las escaleras lentamente, no quería que Felix viera la escena o que Logan viera a Felix y armara una escena.
Llegué al final de la escalera, sabía que Felix estaría durmiendo para esta hora en su habitación que para mí mala suerte era la primera a la entrada y la mía la última, así que me senté en el último peldaño y me quité las botas, me quedé con los pies descalzos observando mis calcetines, tenían un dibujo de un monstro sonriente que me hizo sonreír al instante por el estúpido regalo de Felix, siempre me hacía regalos infantiles pero nunca los despreciaba y bueno, no se veían gracias a las botas solo ahora.
Me pasé media hora sentada fuera de mi apartamento hasta que se me entumeció el trasero y me decidí a tomar las botas en una mano y las llaves en la otra, intentando hacer el menos ruido posible me deslicé al interior del departamento, agradecí a todos los dioses que el pasillo estaba cubierto por una alfombra y caminé en puntitas hasta mi habitación, con la luz de la pantalla del celular ubiqué mi cama, me quité los pantalones, la chaqueta y el brasier por debajo de la polera dejándome solo en bragas y polera y me dispuse a dormir
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
DISCULPEN LA TARDANZA PERO ESTABA TERMINANDO MI TESIS ASÍ QUE ACÁ HAY UN CAPI SUPER LARGO
-Abandonadora de hogares –Fue el recibimiento que me dijo Felix apenas entré por la puerta a lo que yo me quedé mirándolo con cara de fastidio.
-Después de que tu me echaras por otra, no digas que soy yo la que destruye esta familia –Le devolví con igual dramatismo.
-Y Leny tiene un punto Felix: 0 Len: 1 –Contestó Pete como siempre llevando y aguantando nuestras peleas “familiares” como las llamábamos.
-Eso no importa, tienes que contar todo, como fue quien era, eran mafiosos, quien estaba allí –Cora chillaba mil preguntas por segundo que ni siquiera me dejaba procesar lo que estaba diciendo así que me desplomé en un sofá y agarré una de las cervezas de los chicos y le di un largo trago antes de responder a cualquier pregunta.
-El muy hijo de perra me mandó a una ratonera del infierno, se los juro era una casa que estaba a punto de caerse por los suelos y pensé que no había nadie hasta que un chico me abrió la puerta, eran mas menos de nuestra misma edad quizás un poco mayores, y tenía que buscar a un tal Logan, que no estaba nada mal por lo demás y entregarle el maldito paquete y así lo hice, después me dijo que tenía que aceptar salir con él, cosa que no voy a hacer y le dije que me esperara en el parque al que voy siempre que Felix me echa del apartamento, después me fui donde el psicópata de Dylan y le dije que su entrega estaba hecha y lo besé –Resumí la historia me salté algunos detalles claro está pero sabía que para Cora y Pete habían ciertas cosas que no dejarían pasar por alto.
-Dios y Dylan besa bien –Preguntó ella casi cayéndose del sillón
-Y como es eso de que el tal Logan te pidió una cita, qué hiciste pequeña Len, qué le dijiste –Preguntó Pete sosteniendo a su novia para que no se cayera, era como estar en un interrogatorio con mis padres.
-Primero, no fue “esa” clase de beso Cora solo fue algo como un topón de labios y nada más, y segundo solamente fui yo no le coquetee ni nada al chico, solo dijo que yo tenía más ovarios que muchos pelotas en ir a ese lugar a esa hora y sola.
-Eso quiere decir que el muy imbécil te puso en peligro –Saltó Felix sabiendo de lo que Dylan podría ser capaz.
-Tranquilo muchachón que no pasó nada y llegué sana y salva y eso es lo que importa ¿no?
-Yo opino que hay que conocer al tal Logan –Dijo Pete en tono autoritario
-Sí es lo mejor –Secundó Felix, esos dos cuando se ponían en plan para conocer a una de mis citas no había nada en el mundo que los hiciera desistir de dicho acto, y ya habían arruinado muchas porque les sacaba la mierda del susto a los tipos, así que prefería hablarlo con Cora cuando necesitaba alguna cita o algo por el estilo.
-Ustedes déjenla en paz, tienen sexo casi todos los días y quieren prohibirle a la pobre de Leny tener algo de acción –Y ahí estaba mi amiga defendiéndome de la peor forma, decirle a los chicos que yo tendría sexo era como decirles que ellos estarían en sequía un mes, furia instantánea.
-SEXO! –Gritaron los dos al mismo tiempo cosa que nos hizo retroceder a Cora y a mí gracias al grandísimo grito que lanzaron como si los hubieran castrado.
-No, no, no Lenore nadie dijo que habría sexo, tu solo dijiste que te invitó a una cita –Felix estaba prácticamente histérico agarrándose el pelo.
-Nadie lo ha hecho maldita sea Cora, cierra la boca, tampoco es como si quisiera salir con el de todas formas, y no lo haré, no tengo ganas de salir en una cita con un tipo que apenas conozco y que tiene una reputación más dudosa que las novias de Felix –Resoplé mientras me lanzaba al sillón y me dejaba caer, estaba cansada, aburrida y con sueño y yo solo quería dormir, esta noche nada de salidas y menos después de lo sucedido con Dylan y Logan, esos dos me volverían loca, uno que apenas me veía y ya quería prácticamente todo y el otro que en cuanto me ve le dan ganas de asesinarme, bueno tiene motivos, pero ya era como un niño chiquito y yo había hecho todo lo que él quería para que se le pasara su estúpido enojo.
-Chicos, mejor la dejamos descansar, Felix no te atrevas a echarla y traer una de tus putitas al departamento y echarla y nosotros nos vamos, tenemos cosas con las que ponernos al día –LE dijo Cora con una sonrisa coqueta a Pete el cual entendió en seguida y tomó de la mano a su novia para después despedirse con la mano y desaparecer por la puerta.
Me estaba quedando dormida cuando siento a Felix picarme el hombro para que me vaya a la cama y realmente no tenía la fuerza para hacerlo así que le gruñí algo parecido a un déjame en paz y de pronto sentí que ya no estaba en el sillón y mi estómago estaba presionado, el muy bruto me había echado al hombro y me llevaba como un maldito saco hasta mi habitación, despejo las cobijas y me dejó caer, me quitó los zapatos y me cubrió para dejarme hasta el otro día en donde debería averiguar la forma de escabullirme de algún reto que estaba segura que los chicos me harían cumplir sobre todo con el gran material que les había dado la noche anterior.
Desperté con el olor de la cocina de Cora, eso quiere decir que todos estaban en el apartamento para variar, porque Felix ni muerto se perdía una comida hecha por Cora y Pete vivía pegado a Cora, desde hace años se habían vuelto como uno solo y era raro verlos separados.
-Buenas –Dije en cuanto llegué a la cocina y los vi a todos medio atragantados con la comida de Cora quien por supuesto m había guardado un plato para mí, sino las bestias que tenía por amigos se lo tragaban todo, así que me senté a comer pero la comodidad no me duró ni 30 segundos cuando ya Pete me estaba interrumpiendo.
-Leny, ya tenemos tu nuevo reto, mejor dicho Cora ya lo tiene mi amaga genio del mal.
-Sip, tienes que salir a la cita con Logan, pero eso no es todo, tienes que hacer que Dylan se entere, es decirle, que salga de tu boquita decirle a tu psicópata favorito que vas a salir con el tipo que te mandó a la puerta del infierno.
-Es decir tú quieres ver si a Dylan le dan celos y de paso juntarme con Logan –Deduje su plan en un par de segundos, siempre intentaba hacer lo mismo juntarme con alguien y jugar a ver quién más está interesado en Leny.
-Cora por favor no intentes que me dé un ataque al corazón –Le dijo Felix con una mano en el corazón fingiendo celos.
-No volvamos a la conversación de anoche por favor, no necesito imágenes de mi hijita haciendo “eso”, ya es suficiente con Felix –Pete tenía cara de asco mientras Cora le sobaba la espalda, como siempre ellos hacían el papel de mis padres en su “ausencia”.
-Bueno ya que esto no va a ninguna parte voy a cumplir el estúpido reto –Me fui a la ducha y después de unos minutos salí lista para vestirme, algo sencillo, no le pondría esfuerzo a una cita a la que ni siquiera quería ir, así que me puse unos jeans, mis botas, una polera y una chaqueta, de todas formas era algo regular en mi guardarropa, un toque de perfume y salí de casa en busca del bueno para nada de Dylan.
Caminé alrededor de media hora por las calles de la ciudad buscando algún lugar en donde podría encontrarlo, no quería ir a su casa, cualquier lugar menos ese pero era lo último que me faltaba por registrar, ya había ido al parque, a la heladería y ya con dolor de cabeza no quería seguir pensando así que me fui en camino al departamento de mi Psyco personal Dylan, 20 minutos después estaba tocando a su puerta.
Fue Trevor quien me abrió la puerta y al instante sonrió cuando vio mi rostro, pero al escuchar unas voces masculinas a mis espaldas se le borró la sonrisa y a mí me dejó desconcertada el hecho de que Trev estuviera en casa de Dylan, el chico se notaba nervioso a medida que las voces seguían cada vez más alto pudiendo reconocerlas, eran Dylan y Logan discutiendo, Trevor estaba en el medio y no quería dejarme pasar e intercalaba miradas entre lo que ocurría en el interior y yo que estaba en la puerta.
Lo saludé con un beso en la mejilla como era mi mala costumbre, desde los 8 años no me habían podido quitar esa costumbre aun cuando mis padres adoptivos intentaron todo lo posible porque no lo hiciera pero ya era parte de mí, lo corrí con un empujón suave que no se esperaba, de otro modo no lo hubiese movido ni dos centímetros y me encaminé hacia la sala.
Lo primero que vi fue una escena del terror, Logan y Dylan estaban separados por un metro cada uno apuntándose con una pistola y con el ceño fruncido, cualquier otra chica hubiera tomado su mierda y habría salido corriendo de allí pero como yo era un poco distinta, o más estúpida que las demás, caminé hacia ellos hasta que se dieron cuenta de mi presencia.
Los dos me miraron confundidos pero ninguno dejó de apuntarse en ningún momento así que me encaminé hasta colocarme en el medio de los dos mirándolos con mi mejor cara de enojo esperando a que por lo menos se dejaran de apuntar por estar yo en medio pero era una lucha de ellos y ninguno pensaba ceder primero.
-Qué acaso piensan dispararme a mí? –Pregunté indignada volviendo a mirarlos con una ceja alzada.
-Primor no deberías estar aquí –Dijo Loga intentando controlar el volumen de su voz
-Zorrita acaso Logan no te da lo suficiente que viniste a mi apartamento a interrumpir cosas de hombres –Contestó Dylan sarcástico lo que hizo saltar una vena de enfado en Logan
-No la llames zorra, ella es demasiado mujer incluso para ti Dylan – Se le notaba la rabia en la voz.
-Si terminaron con su concurso de meadas, Logan me parece de pésimo gusto que estés a punto de matarte el día de nuestra cita y pensar que por un minuto estaba considerando decirte que sí –Les dije a los dos esperando sus reacciones, sabía perfectamente cuáles serían y esperaba en realidad que fueran a mi favor-
-Primor de verdad que vas a salir conmigo, si tú lo quieres dejo todo lo que estoy haciendo por ti ahora –Me contestó un sonriente Logan bajando en el instante el arma como si nada hubiera pasado.
- Vas a salir con el idiota de Logan, eso sí es ser zorra –Dylan se llevó ambas manos a la cabeza incluida la que tenía el arma en gesto de desesperación
-Que no te aburres de decirme zorra, y es problema mío con quien decido salir o no, si no mal recuerdo fue tu idea que me fuera a meter a ese lugar de mala muerte donde encontré a Logan así que no pongas todo esto en mí, mira que mucho tiene que ver contigo.
-Te mandé con una condición específica y parece que meneaste tu culo lo suficientemente bien para dejar a mi primito atontado te felicito zorra, pero te prohíbo salir con él, recuerda tú me perteneces –Dijo con una sonrisa y de pronto recordé la puta marca del cañón de la pistola que tenía como cicatriz en mi cadera gracias a uno de sus arranques.
-Trev como veo que el concurso de meadas no ha terminado me puedes llevar a casa, parece que esta tarde no saldré con nadie –Al instante apareció mi nuevo amigo a mi lado con las llaves del auto y un brazo dispuesto a guiarme hacia la salida, cuando fui en dirección a tomarlo sentí dos manos jalarme en direcciones contrarias.
A un lado tenía a Dylan y al otro lado tenía a Logan quienes se gruñían mutuamente, al parecer ahora su foco de atención era que no me fuera con Trevor.
-Desde cuando lo llamas Trev, no me gusta que la mujer que quiero para mí esté con otros y sé que no eres de esa clase primor no me hagas poner celoso –Logan hablaba pausadamente y entre dientes, se notaba a leguas que quería controlar su enojo mientras tanto Dylan era todo lo contrario, histeria y gritos.
-Te dije que eras mía zorra idiota, trabajas para mí, me perteneces, porque no puedes hacerme puto caso y ahora te quieres ir con este, que no es nada menos que un maldito mocoso de los recados –Ese hombre aparte de loca iba a dejarme sorda.
-Trev, algo de ayuda por favor sino me arrancan los brazos este par de idiotas –Trevor con cara de miedo miró a ambos que echaban chispas por los ojos y se decidió a ayudarme, al parecer me apreciaba como a su propia vida.
-Por favor suéltenla, no ven que le estaban haciendo daño, sus pleitos familiares los pueden dejar de lado pero a ella no la metan por favor porque no creo que tenga tanta paciencia como yo para aguantarlos así que de verdad, déjenla ir –Suplicó en mi ayuda.
Me soltaron y Logan me miraba con cara de disculpa e intentó tocarme pero le quité el brazo antes de que pudiera tocarlo, mientras tanto Dylan seguía con su cara de psicópata enojado, no es como si tuviese otra.
-Un momento, sé que soy lenta a veces pero, ustedes son primos, son familia y se tratan como el perro y el gato y además se tienen que andar perdonando la vida cada vez que los veo, creo que necesito una explicación pero por ahora, por todo lo que pasó y mi salud mental no la voy a pedir ahora, solo voy a pedir que no me metan en medio.
Dicho eso me salí del departamento sin ninguno de los tres hombres que me quedaron mirando con cara de desconcierto y Logan con Trevor disculpándose a gritos mientras que Dylan furioso caminaba en el interior o al menos eso fue lo que alcancé a ver antes de cerrar la puerta e irme en dirección hacia mi departamento nuevamente.
Seriamente debo considerar comprarme un auto o una bicicleta, caminar a todos lados hace que me demore demasiado, aunque por otra parte era el único ejercicio que hacía y me ayudaba a pensar, así que conversación conmigo misma llegó a la conclusión de que caminar, seguiría siendo mi medio de trasporte por la ciudad, aunque a veces caminara durante una hora para llegar a algún lugar como ahora para llegar al apartamento con Felix.
¿Qué será de la apuesta? La cumplí a medias, le dije a Dylan que iba a una cita con Logan pero técnicamente me voy de vuelta y ya no estoy saliendo con logan y no sé si tenga ganas de salir con él después de todo, iba perdida entre mis pensamientos cuando un auto se detiene a mi lado y se baja la ventanilla del copiloto era Logan quien venía de copiloto y por supuesto Trevor lo venía guiando en dirección hacia mi casa.
-Tev eres un traidor –Le dije y él se encogió de hombros articulando un “Lo siento” inaudible, de seguro que Logan lo había amenazado o algo.
-No es su culpa, primor por favor perdóname no te quería meter en todo eso pero parece que eres un imán de problemas y no puedo negar que eso me encanta, así que por favor sal conmigo –ME dijo suplicante apoyado en la puerta del auto.
-Trev incluido –Dije mirando hacia el interior indicándole con la cabeza a su acompañante.
-Trevor compañero, lo siento pero bájate, la dama quiere una cita a solas y es lo que va a tener –Ordenó Logan a Trevor quien inmediatamente me sonrió, se desabrochó el cinturón y salió por la puerta.
-Solo porque eres tú Leny –Me contestó
Horas después y miles de coqueteos que ignoré por parte de Logan estábamos en la pista de baile, me había llevado a comer, después un paseo por el parque y se sentó y hablamos de alunas cosas ridículas como películas favoritas y cosas por el estilo, nada personal, se notaba que ninguno de los dos quería llegar a ese punto, el por su estilo de vida y yo por mi pasado.
Llegada la noche nos fuimos a la misma discoteca que la del día de mi cumpleaños y yo pensé que tendríamos que hacer fila, pero al igual que su primo solo pasó por entre los guardias dándoles un saludo y diciéndole que se iba al VIP para ser tan distintos a veces podían ser tan iguales que esperaba y rogaba que de verdad no fueran iguales del todo no quería dos psicópatas.
Pasamos horas bailando en la pista del privado, era bueno tener todo el espacio libre para mí, a veces Logan bailaba conmigo, otras veces solo me quedaba mirando con una sonrisa y un trago en la mano, yo saltaba y bailaba agarrada a una botella de cerveza girando y girando hasta que casi me caigo y si no es porque en ese momento Logan estaba bailando conmigo me caigo de lleno al sueño y no estaba lo suficientemente borracha como para querer liarme con el sueño.
-Estas bien? –Preguntó logan preocupado sosteniéndome fuerte entre sus brazos
-Suelta, suelta que la mercancía no está en venta –Le respondí liberándome de su abrazo para seguir girando, eso era lo que siempre hacía y volvía locos a mis amigos, giraba y giraba sin control sobre la pista y servía también para ahuyentar a los no deseados.
A eso de las 4 de la mañana ya estaba lo suficientemente cansada como para pedirle a Logan que me llevara a casa, no estaba lo suficientemente borracha o tonta para dejarlo ir hasta mi departamento así que hice lo mismo que con Trevor y le dije que me dejara antes del edificio, se negó pero por lo menos aceptó que no lo dejaría que me acompañara hasta la puerta así que me dejó solo en la puerta del edificio, le besé la mejilla y subí por las escaleras lentamente, no quería que Felix viera la escena o que Logan viera a Felix y armara una escena.
Llegué al final de la escalera, sabía que Felix estaría durmiendo para esta hora en su habitación que para mí mala suerte era la primera a la entrada y la mía la última, así que me senté en el último peldaño y me quité las botas, me quedé con los pies descalzos observando mis calcetines, tenían un dibujo de un monstro sonriente que me hizo sonreír al instante por el estúpido regalo de Felix, siempre me hacía regalos infantiles pero nunca los despreciaba y bueno, no se veían gracias a las botas solo ahora.
Me pasé media hora sentada fuera de mi apartamento hasta que se me entumeció el trasero y me decidí a tomar las botas en una mano y las llaves en la otra, intentando hacer el menos ruido posible me deslicé al interior del departamento, agradecí a todos los dioses que el pasillo estaba cubierto por una alfombra y caminé en puntitas hasta mi habitación, con la luz de la pantalla del celular ubiqué mi cama, me quité los pantalones, la chaqueta y el brasier por debajo de la polera dejándome solo en bragas y polera y me dispuse a dormir
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
DISCULPEN LA TARDANZA PERO ESTABA TERMINANDO MI TESIS ASÍ QUE ACÁ HAY UN CAPI SUPER LARGO
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
¡Por fin regresaste! y que mejor que el cap. estuvo largo, me encanta como se va poniendo la cosa :B Familia tenían que ser! Já cuál de los dos más mafioso e.e Espero que estés muy bien con tu tesis y actualices pronto, que me alegras la existencia con la novela <3 Tengo la ligera sospecha que Félix siente más que una amistad por Leny o ¿es idea mía? o.o de todos modos si alguna vez tiene que elegir entre Dylan, Logan o Félix yo en su caso no sabría cual y me quedaría con los tres aunque parezca una cualquiera (?)
Saludos! :3
Saludos! :3
Oh_Dougie_ Poynter!
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Oh_Dougie_ Poynter! escribió:¡Por fin regresaste! y que mejor que el cap. estuvo largo, me encanta como se va poniendo la cosa :B Familia tenían que ser! Já cuál de los dos más mafioso e.e Espero que estés muy bien con tu tesis y actualices pronto, que me alegras la existencia con la novela <3 Tengo la ligera sospecha que Félix siente más que una amistad por Leny o ¿es idea mía? o.o de todos modos si alguna vez tiene que elegir entre Dylan, Logan o Félix yo en su caso no sabría cual y me quedaría con los tres aunque parezca una cualquiera (?)
Saludos! :3
jajaj siempre me haces reir con tus comentarios, felix es un poco sobre protector pero más adelante se va a saber porqué, quizá en el siguiente cap o un par mas... presentaré fotos con los personajes para los siguientes capis así sabes mas menos como me los imagino
Pepina
Re: ¿Fue realmente amor? [Dylan O'brien]
Hola! Nueva lectora por acá, tengo que decirte que me declaro fan de esta novela y mas aun que tenga a Dylan y a Logan jajja los amoo
Me encanta como escribes por favor siguela ya quiero saber que va a pasar
Saludos!
Me encanta como escribes por favor siguela ya quiero saber que va a pasar
Saludos!
MariiJonas
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