boys don't cry. {audiciones abiertas}.

Las lágrimas se deslizaron por el delicado rostro de Autumn mientras mordía su lengua para que ningún lamento saliera expulsado de su garganta, mantenía la vista en sus sudorosas manos mientras Alexandre se encontraba impasible frente a ella, como si aquella joven no llorará por su culpa.
Por la mente del chico rondaban mil y una maneras de como salir de allí, no podía estar con Autumn Holmes de ninguna manera, ni como el amigo que se había prometido ser, ni como el novio que le había prometido a ella, así que la única manera de alejarse con la conciencia limpia era aquella, diciéndole la verdad. No había planeado herirla cuando el "Lo siento Autumn pero no te quiero como tú quieres que lo haga" había escapado de sus labios, no era el sitio ni el momento adecuado pero ¿qué más podía hacer? Mientras más lo prorrogaba más crecía la esperanza en el juvenil cuerpo de la chica, la esperanza había que arrancarla de raíz y no se podía dar el lujo de seguir enamorándola.
— ¡Tranquila Tutu! — dijo casual.
Autumn lo observó por un instante mientras sentía como su mano deseaba impactar contra el rostro angelical de Alexandre De Freitas, se sentía ofendida y humillada, la había tratado al decirle aquello como si se hubiera ganado la lotería pero sus palabras habían sido una patada en el hígado, más... lo que le dolía no era el “no te quiero” que le había dicho, era aquella actitud casual y desinteresada lo que destruía sus entrañas, como si estuviera rechazando a cualquier objeto, no a la Autumn que le había profesado amor en aquellas vacaciones.
— ¿Tutu? — preguntó con sorna.
Tutu” era el ápodo que le decían sus amigos, ¿cómo se atrevía a decirle Tutu luego de aquello? Era bastante cínico de su parte.
—Estoy segura que la persona que menos me gustaría que me llamara Tutu en este momento eres tú De Freitas—bufó.
Para aquel momento las saladas lágrimas se habían evaporado por el calor incipiente de sus mejillas, no aquel rubor que producía él cuando la hacia sonrojar, su rostro para aquel momento era tan carmesí que Alex palideció, nunca la había visto en aquellas circunstancias, sus mejillas rojas, su ceño fruncido y sus labios curvados no eran una buena señal.
— ¡Lárgate! —chilló enojada.
El ceño de Alexandre de curvó mientras observaba a Autumn un tanto asustado.
— ¿Qué? — preguntó atónito.
Autumn colocó su rostro a la altura del rostro de Alexandre, lo miró de tal manera que todos los bellos de su trabajado cuerpo se crisparon.
—No te quiero cerca de mí De Freitas, no respires de mi aire si es posible— dijo seria.
Se levantó de allí y lo dejo con la duda vagando en su mente ¿había tomado una buena decisión? Eso estaba por verse.