//Don't Let Me Go// N.C.//

Mis ojos no tenían ganas de abrirse, pero luego de una lucha interna ordené que lo hicieran. Desde la cama miré hacia la ventana aún debajo de mis sabanas. Las cortinas estaban quietas, y apenas podía ver lo que había detrás de ellas.

Luego de un placentero desperezo me levanté. Caminé descalza hasta llegar al baño. Abrí las canillas de la ducha y cuando el agua estuvo templada me puse debajo de ella cerrando mis ojos, dejándola correr por todo mi cuerpo. Estaba tan concentrada en mi ducha que ni siquiera me enteré cuando alguien, sigilosamente, se introdujo en el baño. Sentí el ruido de la mampara correrse, y fue allí, cuando volteé, pero mis ojos estaban cerrados a causa del shampoo por lo cual me exalté y estirando mis brazos al frente, mis manos chocaron contra el abdomen desnudo de un chico. Con gran velocidad enjuagué mis ojos dando un paso atrás y fue ahí cuando pude abrirlos, para encontrarme con él.

Su sonrisa seductora me dejó sin palabras, el calor del agua y nuestras respiraciones hacían que aquel lugar se volviese un sauna, fue allí, cuando él tomó mi cintura acercando nuestros cuerpos desnudos y cuando nuestros labios estaban a tan solo centímetros…

06:30 a.m, la melodía de “timber” interrumpió mi profundo y bello sueño. Odiaba ese momento en el cual las cosas se ponen interesantes y debo despertarme. Una vez más, Louis en mis sueños robándome suspiros.

Como cada mañana, mis pies descalzos hicieron contacto con la suave alfombra color rosa que cubría por completo el suelo de mi habitación. Me introduje en el baño y abrí las canillas del duchero hasta que el agua estuvo tibia, fue ahí, cuando quité la poca ropa que llevaba sobre mi cuerpo para así poder darme mi ducha matutina. Esta vez no soñaba, Louis no apareció y velozmente terminé con el baño saliendo de éste en ropa interior.

Ya en la habitación nuevamente, me apresuré a ponerme los jeans gastados color celeste, un buzo rojo de hombro caído con una musculosa gris debajo, me calcé las “vans” color rosa que Louis me había regalado en mi pasado cumpleaños.

 Delineé mis ojos con lápiz negro, una fina línea por debajo y un poco de sombra plateada, amo el contraste de ese color con el de mis ojos verdes. Labial, escogí uno color durazno, bien suave, solo para dar brillo, acostumbro maquillarme poco para ir al secundario, pero siempre me gusta cuidar mi imagen.  

Encendí el secador a toda potencia logrando que muy rápido cumpliera con mi objetivo. Planché mi pelo hasta dejarlo completamente lacio lo alboroté un poco col el secador para que se viese más natural y ya lista, bajé las escaleras en busca de mi desayuno.

Entré a la cocina cruzándome con mi padre, quien besó mi frente y me deseó buenos días antes de irse al trabajo. Mamá, tan puntual como siempre colocaba mi desayuno sobre la mesa, le agradecí con un cálido abrazo y me senté a desayunar. “Que tengas un buen día” gritó desde la sala, ya que papá la esperaba en el auto para llevarla al trabajo, ya que él, era su jefe.

Era aun temprano, y no tenía ganas de ir sola al secundario, por lo cual, pensé en enviarle un mensaje a Louis para que pasase por mí.

“Buenos días Tommo! De seguro no tienes nada mejor que hacer que pasar a buscarme para ir a la secu, no?”

Envié el mensaje antes de arrepentirme, aunque Louis era un buen amigo y tenía mucha confianza con él gracias a que Sofie es una de mis mejores amigas, no dejaba de ser el chico que me quitaba el sueño. Comí el último bocado de mi tostada, tomé el último sorbo de mi café y me levanté a lavar las cosas que habían dejado mis padres antes de salir, como siempre, salían apurados y me dejaban ese trabajo a mí, es extraño, pero es así.

La alerta de mensaje sonó y observé la pantalla con una sonrisa al ver el mensaje de Louis.

“Nada mejor que verte, le aviso a Sofie y voy por ti”

Podía ser el chico más tierno y dulce del planeta si se lo proponía, aunque otras veces puede ser un completo idiota, sobre todo cuando se junta con algunos del secundario, solo se muestra tal cual es con Harry, Sofie, o conmigo, y eso me gusta.

Poco rato después, la particular bocina del auto de Louis sonó fuera de casa, por lo cual me coloqué el abrigo, la mochila, y salí apurada para no hacerlo esperar.

 

-Buenos días princesa- Fueron sus palabras apenas subí al vehículo, luego de eso, me acerqué con una sonrisa tímida a besar su mejilla.

-Ya te dije que odio que me llames así, es extraño.

-Y yo ya te dije que me gusta la cara que pones cuando te lo digo, es divertido molestarte-  rodeé los ojos queriendo parecer ofendida y me abroché el cinturón de seguridad, luego de eso, el auto arrancó rumbo al secundario.

-Supongo que esta noche irás a casa ¿No es así?- Preguntó viéndome de reojo, sin dejar de fijar su atención en el tránsito.

-Si, Sofie organizó una reunión de amigas después de clases, prepararemos algo de comer y tendremos charlas de chicas, así que será mejor que no aparezcas por allí.

-¿Estás pidiéndome que me vaya de mi propia casa?- Dijo haciéndose el ofendido por lo cual yo asentí. Él dejó de mirarme y casi enseguida llegamos al estacionamiento del secundario pero él seguía sin mirarme ni decir nada.

-Hey- Exclamé mirándolo algo confusa, Louis no era del tipo de chico que se ofendía, al contrario, solía ser muy bromista y conocía mi humor que suele ser algo irónico. –Vamos, no te enojaste por lo que dije ¿O sí?- El bajó del auto y comenzó a caminar sin siquiera esperarme por lo cual me apresuré algo enojada y apoyé mi mano sobre su hombro para que frenase. -Louis William Tomlinson Ha…- No terminé de decir su nombre cuando de repente, sus labios estaban sobre los míos, lo cual me dejó inmóvil. Sus ojos se cerraron al igual que mis ojos, sus manos rodearon mi cintura y ambos nos dejamos llevar uniéndonos en un beso más extenso. Mi estómago fue inundado por un ejército de mariposas que me causaron un cosquilleo tan intenso como bello, haciendo que una sonrisa se formara en mis labios.

Luego de un tiempo que se me hizo indefinido, el se apartó por lo cual yo también lo hice, quiso decir algo pero antes de que pudiera hacerlo mi dedo lo frenó posándose sobre sus labios, yo solo negué con la cabeza y me sentí felizmente confundida, tenía una rara sensación que no era del todo grata y eso, me hacía darme cuenta que esto no era un sueño.

-Será mejor que vayamos a clase, no querrás llega tarde como de costumbre- dije como si nada hubiese pasado y él me siguió la corriente, por lo cual no me sentí una completa idiota.

-¿Sabes? A mi hermana le gusta Harry- Soltó de repente a lo que reí.

-Por favor, dime algo que no sepa- reí apenas.

-¿Te lo dijo?- Preguntó sin mirarme mientras a una distancia normal caminábamos hacia la puerta del secundario.

-No, pero es mi mejor amiga, la conozco- Me encogí de hombros. Aunque ambos intentábamos dejarlo atrás, hacia tan solo segundos nos habíamos besado, y de una manera en la cual si no me hubiese tomado por la cintura, probablemente hubiera perdido el equilibrio ya que mis piernas hasta se aflojaron ¿Cómo demonios habíamos llegado a eso? –Ehmm, iré a buscar a las chicas, luego nos vemos.

-Sí, yo debo buscar a Harry- Quiso besar mi mejilla, yo quise hacer lo mismo y casi volvemos a besarnos por accidente, pero no pasó, solo reí con cierto nerviosismo y me fui.

 

+++

 

Tal como lo habíamos acordado, nos encontramos en casa de Sofie con las chicas, la primera en irse fue Jane, y luego las demás por lo cual quedamos solas con ella, ya que previamente habíamos acordado que yo me quedaría a dormir en su casa.

Terminamos de acomodar la habitación poniendo un colchón en el piso donde yo dormiría, fue entonces cuando tomé coraje y hablé.

-Louis me besó- De inmediato, me miró anonadada, sin dudas no se lo esperaba, ella sabía que siempre había sentido cierta atracción por su hermano, y aunque decía que eso no le molestaba, por algún motivo, siempre creí que pensaba que yo no era la chica para él o algo así, supongo que tampoco sabía que Louis se sentía atraído hacia mí, aunque, no es por presumir, pero la mayoría de los chicos del secundario se sienten atraídos por mí, solo que la mayoría no me importa en lo más mínimo.

-¿Cómo fue que eso pasó?- Preguntó de una manera que me impidió notar si estaba enojada, feliz, o que sentía en ese momento.

-Fue casi sin querer pero…

-¿Pero…?- Preguntó insistente.

-Al final ambos quisimos y nos besamos- Dije algo intimidada, Sofie era mi mejor amiga y se cuanto ama a su hermano, cuanto se cuidan y cuanto se celan.

-Y… ¿Qué pasó luego?

-Nada, solo hicimos como si nunca hubiese pasado y desde la mañana que no nos hablamos- me encogí de hombros.

-¿De verdad te gusta Louis? Ya sabes, no quiero que se ilusione y…

-Me gusta, siempre me ha gustado, solo que nunca pensé que… ya déjalo así, creo que no hice bien en decirte- Me senté sobre el colchón del piso y estaba a punto acostarme cuando ella se sentó frente a mí.

-Claro que hiciste bien en contármelo, somos mejores amigas, debemos contarnos todo, solo que me tomaste por sorpresa- Dijo con una dulce sonrisa que me tranquilizó para luego darme un fraternal abrazo. –Creo que antes de saber más debo descansar y mañana lo hablamos mejor, también tengo algo para contarte.

-¿Me dejarás con la intriga?- Pregunté cruzándome de brazos haciéndome la ofendida.

-¡Claro que sí!- Exclamó riendo y se levantó para tomar la almohada y con ésta golpearme.

-¡Ah! ¿Con que eso quieres?- Reí y tomé mi almohada para devolverle el golpe y así comenzar una guerra de almohadas antes de que ambas, cayéramos dormidas.