sarcastic or whatever. {taejong

Taemin estaba sentado en su silla, mirando fijamente el oso de peluche con el que debería modelar ahora.

Patético.

Se levantó, tomó el oso blanco y salió del camerino dirigiéndose al centro del gran salón, justo donde se situaban los sillones blancos, rodeados de miles de luces y cámaras desde más ángulos de los que normalmente había. Según le habían dicho, esta vez se querían sacar fotos desde todos los ángulos posibles, aprovechando la belleza natural del chico. Y no es que le molestase, ya que mientras más fotos sacaran, más dinero ganaría.

No tardó mucho para que la sesión iniciara. La cosa fue mucho más normal de lo que Taemin pensó, y se atrevió a calcular aproximadamente la hora en la que terminaría todo, cosa que solía hacer cada vez que se aburría de algo. Estaba pensando en cuánto tardaría en cambiarse de ropa cuando uno de los tipos con cámaras le habló.

—Tae, lindo, ¿puedes moverte un poco hacia tu derecha?

Miró inexpresivamente al fotógrafo que le pidió eso. Al ver el escalofrío recorrer la columna del hombre y provocar un notable temblor momentáneo Taemin sonrió amablemente e hizo lo que le pidieron. —¿Está bien así?

Una sonrisa tonta y una pregunta que obviamente sabía la respuesta, sólo eso bastó para que el hombre con la cámara sonriera y asintiera casi eufóricamente, olvidando lo que había ocurrido hace unos segundos.

—Perfecto.

Realmente patético.

Cuando llegó el momento, uno de los encargados de los visuales le dio la orden de tomar el peluche mientras posaba como si le hablara al ahora conejo —porque se había decidido, de último momento, usar un conejo y no un oso, ya que al parecer los osos estaban de moda, y esta era una sesión de fotos no convencional; aunque Taemin sabía, y se atrevería a asegurar, que era porque ese peluche no era tan lindo como el del conejito blanco que ahora sostenía—. Mientras sentía los flashes de las cámaras titilar en sus ojos, se preguntaba a quién le gustaría un chico hablando con un objeto estúpido, mientras se encontraba en una pequeña "sala" llena de dulces y demás cosas aleatorias esparcidas por el suelo, simulando que había estado allí cientos de veces, y el hablar con un conejo de peluche era algo normal. Todo era una completa basura, y aún así había gente que compraba estas cosas.

Todo es tan patético.

Pronto el shot terminó, Taemin por fin fue libre de toda actividad hasta las 7 de ese día, donde debía ir a un estudio para una de sus tantas entrevistas. Hasta que ese momento llegó había hecho muchas de las cosas que hacía normalmente: escuchar música, practicar unos pasos de baile, quejarse de que el vecino de arriba hacía cosas sospechosas por puro aburrimiento, y muchas cosas más, aunque en realidad nada nuevo. Eso sí, había estado pensando en comenzar a fumar, ya saben, por puro capricho. Últimamente se habían visto a muchos artistas fumar y él también quería hacerlo, pero sabía que si lo hacía y las cámaras lo descubrían se armaría mucha polémica sobre el asunto, ya saben, por su apariencia de chico bueno e inocente, por lo que desistió de la idea.

Una vez llegó al estudio de la cadena televisiva donde se haría la entrevista se sorprendió al ver que no sería el único invitado. Un chico, Jonghyun según escuchó, también sería entrevistado junto con él, y habría una especie de juego entre ellos casi al final del programa para divertir a la audiencia. Según le dijo su agente, Hyun —como Taemin le diría, hasta que se olvidara de su nombre, rostro y persona, básicamente— era un cantante y modela como él, sólo que no era actor y era conocido como el "chico malo" entre los artistas del momento, en otras palabras, el opuesto de Taemin.

No es que le importara mucho lo que dijeran de Hyun, o por qué fuera famoso, o cualquier cosa relacionada con él, pero si se impresionó al verlo frente a frente: un rostro de rasgos finos, con un cabello plateado y una piel de porcelana, y Dios, esos ojos..., esos no eran unos ojos cualquiera. Eran unos ojos que transmitían todo y nada al mismo tiempo, revelando todo lo que sentía esa persona, por más que no lo mostrara.

Y Taemin se preguntó por qué Hyun era tratado como un chico malo, cuando tenía los ojos del ángel más inocente de todo el cielo.

Taemin se le quedó mirando hasta que Hyun ocasionalmente miraba en su dirección, haciendo que el peli-negro debiera desviar la mirada, para luego volver a donde estaba antes: clavada en el perfil del chico peli-platino hablando con el que parecía su agente. Y siguió así, hasta que su propio agente le llamó para ir a su camerino y comenzar a prepararlo para la entrevista, que sería en aproximadamente 45 minutos.

Luego de pasar poco menos de media hora en el backstage, subió al escenario con la anfitriona y algunos asistentes mientras le explicaban más o menos de qué iría la entrevista, hasta que vino Hyun  y, luego de explicar todo rápidamente, pudieron hacer entrar al público y empezar la entrevista.

La entrevista tomó un buen curso, y todo salió bien hasta que llegaron a los últimos momentos de esta. Hasta ahora, todas habían sido preguntas relacionadas con su carrera y había habido pocas personales, o por lo menos para Taemin. Hyun estuvo repleto de preguntas sobre su mala conducta, y cada vez que intentaba explicar el por qué de su acción, se distraía y terminaba mirando a Taemin. Y Taemin notaba que en realidad no sabía cómo explicar eso, o más concretamente, que no había explicación. Sus ojos estaban asustados, probablemente ante las reacciones carentes de expresiones de Taemin.

—Y ahora, amigos, llegó el momento de despedirnos. Pero antes, haremos un juego, para no dejarlos con simples respuestas por parte de estos dos oppas.

La chica que fue el host de la entrevista pronunció esas palabras e inmediatamente un reflector iluminó una puerta, de esas que se utilizan como utilería en obras de teatro. Hyun miró a Taemin, esperando que él supiera qué es lo que harían, pero el peli-negro no le devolvió la mirada y, en cambio, se quedó mirando fijamente la puerta, volviendo a su actitud inexpresiva.

—Como saben, Jonghyun recientemente inició una carrera como actor, por lo que esperábamos que pudiera hacer una improvisación con nuestro experto, Taemin.

La host los miró, esperando a que se levantaran e iniciaran. Nuevamente, Hyun miró a Taemin, quien ignorando su mirada se paró y caminó hacia la puerta. Hyun fue obligado a seguirlo, y pronto ambos quedaron frente a frente esperando a que alguien se le ocurriera una idea.

Y Taemin fue quien tuvo esa idea.

—Hyun, querido, ve al otro lado de la puerta, pasa y sígueme la corriente.

Con una sonrisa, le ordenó a Hyun, quien sólo respondió vagamente con un asentimiento tardío.

Pronto, Hyun se encontraba detrás de la puerta, que se encontraba de modo que su lado más delgado fuera visto para el público, y los actores pudieran ser vistos de perfil por la audiencia. Hyun, sin saber exactamente qué hacer, abrió la puerta y dijo lo primero que se le vino a la mente:

—Llegué.

Taemin respondió naturalmente: —Bienvenido, querido.

La audiencia gritó al escuchar cómo Taemin había llamado a Hyun.

—¿Cómo estuvo el trabajo?

Hyun comprendió un poco de qué iba el acto. —Agotador, como siempre.

—¿Sabes? Nunca podemos tener estos tiempos a solas —Taemin se acercó lentamente a Hyun mientras mantenía contacto visual con unos ojos cautivadores, los mismos que los de un animal mirando a su presa.

El público gritó de nuevo. Hyun volvió a responder tardíamente. —¿En serio?

—Mm-hm —Taemin comenzó a juguetear con el cuello de la chaqueta que traía Hyun, inclinando su cadera ligeramente hacia adelante, ejerciendo una leve presión sobre la entrepierna de Hyun—. Y sabes, tu novio —Taemin recalcó las palabras, la audiencia gritó, y en la mente de Hyun sólo había un silencio mientras intentaba procesar todo lo que pasó en menos de 10 segundos— quiere hacer honor al título, haciendo cosas que los novios hacen.

La mano de Taemin se alejó de la chaqueta para subir lentamente sobre el hombro de Hyun hasta alcanzar la altura de su cuello. En el momento en el que lo rozó con la punta de sus dedos, un escalofrío recorrió a Hyun de pies a cabeza y Taemin no pudo evitar sonreír.

—Sabes, yo...

Hyun había alzado su mano para quitar la mano de Taemin pero el peli-negro fue más rápido y agarró su muñeca firmemente para apoyarla sin ningún cuidado contra la puerta, al lado de su cabeza. También, con su otra mano tomó la cintura de Hyun, y con los dedos de las manos podrían contarse los centímetros que separaban a Taemin de Hyun.

—¿Qué te pasa, bebé? Estás más reservado de lo usual.

Taemin acercó su rostro lentamente hacia el de Hyun, pero antes de que sus labios se rozaran cambió el rumbo hacia la oreja del chico de cabello plateado.

—Y... corte.

Rápidamente, Taemin se separó de Hyun, librándolo de su agarre y dejando algo de espacio personal hacia el peli-platino. Las chicas en la audiencia no dejaban de gritar que siguieran, algunas con obscenidades, otras simplemente gritando, pero el mensaje era el mismo: sigan.

La host se apresuró a despedirlos, confundiéndose en algunas líneas —producto de la improvisación entre los artistas— y pronto Taemin y Hyun abandonaron el escenario. En el backstage se encontraba el agente de Taemin listo para reprenderlo, mientras que Hyun siguió su camino directamente hacia sus cosas, para tomarlas e irse del plató lo antes posible, con el rostro completamente rojo cada vez que pensaba en lo sucedido.

Cuando Hyun fue a buscar a su agente para avisarle que se iba, aunque sea una milésima de segundo cruzó miradas con Taemin, y lo sintió sonreír, con exactamente la misma sonrisa sarcástica con la que lo miró antes de apresarlo contra la puerta de utilería.

Definitivamente, todo es tan patético.

Pero, igualmente gracias, Hyun. Puede que ahora pueda fumar en paz, aunque sea por un tiempo.

Luego de eso, volveré a buscarte.

Es una promesa, Hyun.