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problemas mentales { n.c.
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Re: problemas mentales { n.c.
Lamento no haber comentado nada, pero antes de subir y comentar debo terminar de escribir los capítulos de otras NC
Pevensie
Re: problemas mentales { n.c.
Hola chicas lamento no haber comentado antes, he estado ocupada con mi trabajo, pero en fin al menos me di un sal-tito y puede leer los capítulos que están en verdad geniales y buenos.
También les aviso que mañana publico mi capitulo lamento la tardanza, besos y saludos a todos!!
También les aviso que mañana publico mi capitulo lamento la tardanza, besos y saludos a todos!!
Invitado
Invitado
Re: problemas mentales { n.c.
Me parece genial Chels, preferiría dejar mi cap para el final porque aún no tengo bien claro lo que voy a escribir y tengo que terminar caps de otras NC
Pevensie
Re: problemas mentales { n.c.
me da gusto que sigan por aquí. okay, mar tu turno lo pasaremos al final de la ronda; sin problemas cccc':. chels, te entiendo... entonces, lo espero ansiosa bc quiero leer shaaaaa'. las quiero<33333.
Invitado
Invitado
Re: problemas mentales { n.c.
capítulo 005.
¿Se podrá vivir después de haber muerto?♡— Jessie Blake | Zayn Malik.
Encerrado, lagrimas, destrozos, pareciese que mi vida ya no tenía sentido, no después de haber perdido lo más preciado que tenía. Porque la vida te arrebata lo que más quieres, ese pedazo de vida que me iluminaba, ese pedazo que alguna vez fue importante para mi recuperación, pero todo se acabó de un día al otro con solo una llamada, fue como dejar caer un vaso al suelo y se rompiera en mil pedazos. Lamentablemente la vida era así, llena de dolores, muchos de esos peores, que llenaban a mi corazón y alma de rencor haciéndome una persona que no sabe qué mismo quiere, los sueños, deseos iban aumentando cada vez más hasta que nadie que estaba a mi alrededor soporto más, haciendo que ahora me encontrara encerrado dentro de este cuarto pálido, con cuatro paredes que realmente me perturban más.Se supone que estoy en tratamiento, pero nada sirve cada vez me siento débil, sin ganas de vivir y otras con unas ganas de vivir, sonreír a todo el mundo y volar como una mariposa, esas son libres y saben que rumbo tomar. –Ja, ja– esa sonrisilla macabra de nuevo sonaba en mi cabeza, según dicen estoy loco, esa es una razón de las tantas que escucho para permanecer en este cuarto frio, solo, sin poder ver a mis amigos, a ella que de seguro aún me está esperando. –Sigue soñando–, instintivamente golpe una de las paredes muy enojado, cabreado con la vida, segundos después me vi rodeado de enfermeras que me ponían de nuevo la camisa de fuerzas, otra me inyectaba, lo que se exactamente es, un sedante para que de nuevo el frio y abrigador dueño de los sueños me tome. Antes de poder adentrarme a las tinieblas un susurro estremeció mi cuerpo –Es una pena, todo indicaba que estaba recuperándose, con esto jamás saldrá–.
Por más intentos que hice para mantenerme con lucidez me fue imposible, ahora el sueño era dueño de mis peores pesadillas, una y otra vez aquella escena volvía a mi cabeza, una mujer hermosa la cual parecía un ángel, era mi ángel, mi vida, mi mujer, rubia, ojos azules, blanca que cada vez que me sonreía destellaba llamas en mi interior, pero de pronto la misma mujer estaba en el suelo suplicando, gritando ayuda, rodeada por una charco de sangre. Mientras yo estaba estático observando todo, sin hacer nada, no podía por más que intentaba no podía.
– ¡Zayn, se muere!– susurraba, mientras intentaba tomar el teléfono, las lágrimas recorrían su rostro angelical, segundos después el sonido de la sirena, resonó por todo el edificio, los para-médicos entraron rápidamente, daban los primeros auxilios. –Por dios Zayn reacciona, tu hija se está muriendo por tu culpa– grito, desesperada, mientras me golpeaba, movía sin lograr nada. –Púdrete en el infierno–. Fue lo último que escuche antes de despertar.
– No era mi intensión, despertarte- una voz, dulce, tranquilizadora, escuche, no podía reconocer a nadie ya que los efectos del sedante aun corrían por mis venas. –No te muevas, todo estará bien– volvió hablar, al parecer por su voz estaba preocupada por mí, lo dudo un poco, no me hago más películas y me tranquilizo. –Según el reporte que tengo te llamas Zayn Malik–
Yo solo asentí, y minutos después mis ojos estaban totalmente abiertos y lo que vi era demasiado hermoso, para ser realidad, tal vez de nuevo mi subconsciente quería aprovecharse de mi situación para divertirse un rato con mi dolor. Me di vuelta con un poco de dificultad por la camisa de fuerzas, mi mirada se mantuvo fija en aquella pared, como no escuchaba nada, entonces supuse que era verdad era solo una nueva visión.
–Te sientes mal– un momento más de silencio –Tranquilo, soy Jessie, estudiante de último año de Psicología y Psiquiatría–
–Veo, que de nuevo intentaran, saber que tengo, pues te ahorrare el trabajo, no tengo nada, ahora ¡Vete! – la interrumpí, mi voz y cada palabra que pronunciaba salían como balas, resonando con fuerzas, que hasta a mí mismo me daba miedo, no me di vuelta, seguía en la misma posición mirando a la pared.
Escuche que la puerta se abrió y varios pasos y voces que reconocía perfectamente, entraban a volvían a invadir mi espacio, pero aquella voz de nuevo interrumpió sea lo que aquellas personas intentaban hacer conmigo, segundos después de nuevo me encontraba solo. Me levante con dificultad por esta cosa que llevaba encima. Me acerque a la puerta y puse atención a la conversación que mantenía, la voz angelical con la voz del viejo doctor que llevaba mi caso de toda la vida y algunas enfermeras que ya me conocían y yo las conocía demasiado bien, se podría decir que tengo mis momentos de lucidez y se en donde estoy, las razones, pero por otro lado prefiero encerrarme para no volver a sufrir. El Doctor Farrel entro en mi habitación una tarde de lluvia, con su típico uniforme, un mandil blanco, gafas, es gordo, estatura media, su voz es de miedo, su mirada es muy avasalladora y nunca permite que hable antes que él, siempre lleva encima, su libreta y una lapicera de oro. El diagnostico que siempre entregaba era el mismo –Es un bipolar, pero su bipolaridad no es normal, ya que tienen continuos shock– genial, decía siempre cuando escuchaba hablar en murmullos de las enfermeras. Y ahora el mismo diagnóstico de años volvía a escuchar que le decía. Algunos pasos se alejaban por lo que supuse que se habían retirado, pero no fue así, la puerta se volvió abrir y dio la figura de una joven, hermosa, no era la típica mujeres que han pasado por aquí, pequeñas, gordas, flacas, algo feas, en cambio aquella chica, era bonita, con un cuerpo bien formado, además que la vestimenta le ayudaba a mostrar sus curvas perfectas, llevaba un jeans azul, blusa holgada sin tiras de color mostaza, encima lo combinaba con una pequeño saco del mismo color pero algo pálido, unos tacones del color de su piel, unas gafas, y de tras de aquellas gafas unos ojos, que centellaban y tenían un brillo especial; para mí aquella figura era un milagro después de tanto tiempo de soñar ella estaba ahí de carne y hueso.
–Sr. Malik–
–El mismo– anuncie mientras, me acercaba, sentí que ella se asustó, pero luego sonrío, cerró la puerta y se fue acercando a la silla que se encontraba cerca de mi cama, tomo asiento, acomodo su pequeño bolso entre sus piernas.
–Jessie Blake, anteriormente no pude presentarme como es debido, y si dije algo que lo molesto, espero que me sepe disculpar– hablo, y si mis oídos no me traicionaban se estaba disculpando conmigo, creo que ella es la loca ahora, pero la pequeña sonrisa que se dibujó en sus labios, me hicieron cambiar de parecer.
–El que debería disculparse, ese debería ser yo, por no saber controlar mis emociones– conteste mientras, por dentro intentaba calmar a la fiera y no saltar encima de ella, y ser más grosero como hace un momento, me acerque y otras personas tal vez, se hubieran asustado pero ella no, se mantuvo en su lugar y siempre mostrando una sonrisa.
–Comprendo que ha tenido un mal día, a mí me suele pasar, pero luego de hacerlo y recordarlo me da risa–
–Creo que nos entenderemos bien–
–Eso espero, bueno veo que está mejor y más calmado, pues solo he venido a presentarme, pasare una larga temporada en este lugar. Además seré tu nueva doctora, el doctor Farrel ha tenido un problema familiar y saldrá por tiempo indefinido y me ha encargado personalmente, que sea yo quien tome este caso, te seré sincera no me agrado mucho la idea, pero viéndole desde otro punto de vista creo que será genial, además que serás de gran ayuda para culminar mi carrera, antes de que me digas algo, te lo dijo para que después no pienses que eres un ratón de laboratorio.
Su respuesta si me sorprendió mucho, y muchas partes no le entendí, habla mucho, parece un loro, pero un loro hermoso que no me molestaba en absoluto que hablara sin cansarse, si intente interrumpir, pero no me dejo y aclarar algunas cosas. A pesar de todo, agradecería al Doctor Farrel por traer a ella. El resto del día, tarde o yo que se pasó volando, ella lo único que hacía era hablar contarme de ella, de sus estudios, amigos, amigas, novios, aventuras, su pequeña vida familiar, y me preguntaba lo mismo, al momento no tocaba el tema del porque estaba encerrado en este lugar, y eso me hacía sentir muy cómodo, ciertas preguntas si me molestaban, gritaba y luego sonreía, y Jessie se mantuvo en calma y también actuaba como yo. Sí que sería una experiencia algo extraña a partir de ahora.
Última edición por chelsy el Miér 07 Mayo 2014, 10:20 pm, editado 3 veces
Invitado
Invitado
Re: problemas mentales { n.c.
oww lindo capitulo. te adoro. genia gif, es hermoso. zayn todo un bipolar jajaj espero el proximo capitulo :3
darkness.
Re: problemas mentales { n.c.
Genial capítulo ♥ perdon por no haber comentado antes :c that sorry ♥ espero tu cap hol bye.
holmes.
Re: problemas mentales { n.c.
capítulo 006.
La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.♡— Madeleine Brown | Evan McGowan.
El sol entraba por la ventana, iluminando mi cama y parte del suelo. Sus débiles rayos me daban directamente a la cara, imposibilitando mi visión y haciendo que doble la cara, mirando la plena oscuridad. Las paredes, al igual que el suelo, eran acolchonadas y mullidas. En el techo, había una pequeña cámara de seguridad y algunos parlantes. Esos horribles aparatos habían sido estratégicamente colocados en cada esquina del cuadrado que era la habitación. Todo eso había sido una medida de seguridad implementada después de uno de mis brotes suicidas. Por un tiempo, me había dejado crecer las uñas para poder rascarme la parte de las venas. Cada vez que en mi mente aparecían los recuerdos y veían a visitarme las almas perdidas del hospital, comenzaba a rascarme y gritar desaforadamente. Luego de ese pequeño brote en el que tuvieron que intervenir tres médicos y dos enfermeras con enormes agujas, han colocado las cámaras y parlantes para que podamos escuchar sus voces y ellos poder vernos. Cuando me agarraban mis brotes, siempre había una voz angelical tranquilizándome desde el otro lado. Si paraba, los médicos volvían a sus ubicaciones y el accidente se daba como nulo, pero si no lograban calmarme, pasaban a inyectarme un tranquilizante que me hacía dormir toda la noche, sin ningún tipo de pesadillas o recuerdos que molestaran mi noche.
Había tenido una mala noche, no había logrado dormir nada y estaba demasiado cansado. Bostecé. Me paré y caminé hacia la puerta, golpeé con la cabeza un par de veces hasta que un hombre uniformado de blanco abrió la puerta.
- Evan, ya te has despertado. ¿Qué necesitas? – Preguntó Bob, mi médico de cabecera y al primero que conocí. Él me había recibido la primera vez que había llegado a este lugar. Siempre lograba transformar los peores momentos en los mejores.
- Ya me siento mucho mejor, quería saber si podrían sacarme la camisa y llevarme hasta el comedor. – Contesté, poniéndome mi mejor sonrisa. Las noches que me sentía inseguro e inestable, los médicos me colocaban una camisa de fuerza como medio de prevención a cualquier tipo de accidente.
- Claro, déjame traer a la enfermera y ella se encargará de ayudarte. – Me devolvió la sonrisa y me indició con la cabeza que me sentara. Accedí y me encaminé hacia mi cama. Deposite mi pesó en ella y levanté la vista. Bob estaba mirando algunos de mis estudios, observando si estaba empeorando o mejorando. Si estaba mejor, algunos meses más y podría volver a casa, con mi familia. Pero si daban mal, estaría mucho más tiempo internado, deprimiéndome de a poco. Fruncí el ceño. Betty, mi antigua enfermera, se había jubilado y todavía no me habían asignado una nueva.
- ¿Quién será mi nueva enfermera? ¿Jocelyn, Emily, Annett? – Pregunté curioso, todas eran feas, pero eran muy buenas profesionales y muy cariñosas. Aunque pensándolo bien, si le sacamos a Jocelyn su característico peinado y le colocamos un uniforme más lindo, sería muy atractiva. Sonreí. Eso jamás pasaría, era más probable que Bob me dijera que saldría hoy mismo de la clínica que Jocelyn se vuelva atractiva.
- Las enfermeras están demasiado ocupadas para atenderte, así que he decidido contratar algunas nuevas para alivianar las responsabilidades de nuestras ayudantes. – Me dirigió una mirada de advertencia. – Pero si quieres que alguna de ellas te atienda, puedo cambiarlas en un segundo.
- No, no, así está bien. – Me paré inmediatamente y coloqué la mejor cara de súplica que podía lograr. Negó con la cabeza y se encaminó hacia la puerta. – Adiós Bob. – Pronuncié con una sonrisa y volví a sentarme.
Mientras esperaba la llegada de mi nueva enfermera, comencé a imaginarme cómo sería. Moví la cabeza en dirección a la ventana y contemplé cómo el sol iluminaba las copas de los árboles. Me entretuve mirando el paisaje hasta que sentí el ruido de la puerta al abrirse. Giré a cabeza y observé, expectante, a mi nueva enfermera. Era hermosa.
- Buenos días Evan, soy Madeleine, tu nueva enfermera. – Me dijo, regalándome la sonrisa más grande y más brillosa que pudiera existir alguna vez. Tragué saliva. Era muy bonita, pelo azabache y unos ojos marrones con un brillo único. Llevaba el pelo atado en una colita y usaba el uniforme blanco de las enfermeras. En su cabeza, también se encontraba el pequeño gorro blanco.
- Buenos días, Madd. – Le devolví la sonrisa y me paré de inmediato. Se acercó hacia mí y comenzó a desanudar los nudos de la camisa de fuerza. Inhalé rápidamente el olor que se desprendía de ella. El perfume a fresas que despedía de su cabello era embriagador. Cerré los ojos y me transporté hacia un campo lleno de ellas y comencé a observar todo a mí alrededor.
- ¿Podrías darte la vuelta? – Me preguntó en un susurro tímido. Asentí con la cabeza y me giré. Agudicé mi oído y escuché cada cosa que hacía. Comenzó a desatar los últimos nudos de la camisa y al finalizar, me ayudó a sacármela. Sentí cómo los músculos de mis brazos se iban relajando. Los moví varias veces hasta dejar de sentir el picor habitual de un profundo y doloroso calambre. Sonreí.
- Gracias Madd. – Pronuncié mientras le propinaba un gran abrazo. Al principio, sentí como todos sus músculos se volvían rígidos, pero después de un rato se empezó a relajar y me abrazó. Me dejó en las nubes, sus pequeños brazos cubrían mi espalda a la perfección.
- Creo que deberíamos ir al comedor. – Me dijo mientras lograba separarse de mis brazos. Sentí en ese mismo instante el vacío y el frío que dejó al separarse de mí. Quería que estuviera en mis brazos, me dejaba una sensación agradable y me hacía sentir protegido.
Había tenido una mala noche, no había logrado dormir nada y estaba demasiado cansado. Bostecé. Me paré y caminé hacia la puerta, golpeé con la cabeza un par de veces hasta que un hombre uniformado de blanco abrió la puerta.
- Evan, ya te has despertado. ¿Qué necesitas? – Preguntó Bob, mi médico de cabecera y al primero que conocí. Él me había recibido la primera vez que había llegado a este lugar. Siempre lograba transformar los peores momentos en los mejores.
- Ya me siento mucho mejor, quería saber si podrían sacarme la camisa y llevarme hasta el comedor. – Contesté, poniéndome mi mejor sonrisa. Las noches que me sentía inseguro e inestable, los médicos me colocaban una camisa de fuerza como medio de prevención a cualquier tipo de accidente.
- Claro, déjame traer a la enfermera y ella se encargará de ayudarte. – Me devolvió la sonrisa y me indició con la cabeza que me sentara. Accedí y me encaminé hacia mi cama. Deposite mi pesó en ella y levanté la vista. Bob estaba mirando algunos de mis estudios, observando si estaba empeorando o mejorando. Si estaba mejor, algunos meses más y podría volver a casa, con mi familia. Pero si daban mal, estaría mucho más tiempo internado, deprimiéndome de a poco. Fruncí el ceño. Betty, mi antigua enfermera, se había jubilado y todavía no me habían asignado una nueva.
- ¿Quién será mi nueva enfermera? ¿Jocelyn, Emily, Annett? – Pregunté curioso, todas eran feas, pero eran muy buenas profesionales y muy cariñosas. Aunque pensándolo bien, si le sacamos a Jocelyn su característico peinado y le colocamos un uniforme más lindo, sería muy atractiva. Sonreí. Eso jamás pasaría, era más probable que Bob me dijera que saldría hoy mismo de la clínica que Jocelyn se vuelva atractiva.
- Las enfermeras están demasiado ocupadas para atenderte, así que he decidido contratar algunas nuevas para alivianar las responsabilidades de nuestras ayudantes. – Me dirigió una mirada de advertencia. – Pero si quieres que alguna de ellas te atienda, puedo cambiarlas en un segundo.
- No, no, así está bien. – Me paré inmediatamente y coloqué la mejor cara de súplica que podía lograr. Negó con la cabeza y se encaminó hacia la puerta. – Adiós Bob. – Pronuncié con una sonrisa y volví a sentarme.
Mientras esperaba la llegada de mi nueva enfermera, comencé a imaginarme cómo sería. Moví la cabeza en dirección a la ventana y contemplé cómo el sol iluminaba las copas de los árboles. Me entretuve mirando el paisaje hasta que sentí el ruido de la puerta al abrirse. Giré a cabeza y observé, expectante, a mi nueva enfermera. Era hermosa.
- Buenos días Evan, soy Madeleine, tu nueva enfermera. – Me dijo, regalándome la sonrisa más grande y más brillosa que pudiera existir alguna vez. Tragué saliva. Era muy bonita, pelo azabache y unos ojos marrones con un brillo único. Llevaba el pelo atado en una colita y usaba el uniforme blanco de las enfermeras. En su cabeza, también se encontraba el pequeño gorro blanco.
- Buenos días, Madd. – Le devolví la sonrisa y me paré de inmediato. Se acercó hacia mí y comenzó a desanudar los nudos de la camisa de fuerza. Inhalé rápidamente el olor que se desprendía de ella. El perfume a fresas que despedía de su cabello era embriagador. Cerré los ojos y me transporté hacia un campo lleno de ellas y comencé a observar todo a mí alrededor.
- ¿Podrías darte la vuelta? – Me preguntó en un susurro tímido. Asentí con la cabeza y me giré. Agudicé mi oído y escuché cada cosa que hacía. Comenzó a desatar los últimos nudos de la camisa y al finalizar, me ayudó a sacármela. Sentí cómo los músculos de mis brazos se iban relajando. Los moví varias veces hasta dejar de sentir el picor habitual de un profundo y doloroso calambre. Sonreí.
- Gracias Madd. – Pronuncié mientras le propinaba un gran abrazo. Al principio, sentí como todos sus músculos se volvían rígidos, pero después de un rato se empezó a relajar y me abrazó. Me dejó en las nubes, sus pequeños brazos cubrían mi espalda a la perfección.
- Creo que deberíamos ir al comedor. – Me dijo mientras lograba separarse de mis brazos. Sentí en ese mismo instante el vacío y el frío que dejó al separarse de mí. Quería que estuviera en mis brazos, me dejaba una sensación agradable y me hacía sentir protegido.
- Léanme:
- Lamento la tardanza y decidí subirlo sin antes corregirlo, así que trataré de mirarlo hoy a la noche y resolver algunas fallas. Les agradezco la paciencia y decidí poner, como homenaje, una frase de Gabriel García Marquez. Un gran escritor que nos ha dejado para unirse al cielo.
Última edición por Pevensie el Miér 14 Mayo 2014, 3:10 pm, editado 1 vez
Pevensie
Re: problemas mentales { n.c.
me a encantado el capítulo, a valido la pena esperar Holss. Evan es tan sadfghjklñ y Maddy me encanta idk that ah. Espero a la siguiente ansiosa bye <33
holmes.
Re: problemas mentales { n.c.
como ha dicho jude. ha valido la pena la espera. fue hermoso el capitulo, el gif de harold ... mmm. gabbo lo extrañaremos. besotes espero el cap de chelsy :3
darkness.
Re: problemas mentales { n.c.
Gracias chicas y les recuerdo que ya terminamos la ronda. Pedí permiso para que Chels subiera antes que yo, así que mi escrito fue el último de la primera ronda
Pevensie
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