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Chocolate {1º tema de audiciones
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
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Re: Chocolate {1º tema de audiciones
Lottie. escribió:shadow. escribió: Winter Peace♡ Nombre Completo: Winter Peace Lind
♡ Chico: Harry O'Donell
♡ Rol: La Bartender.
♡ Representantes: Taissa Farmiga | Harry Styles.
- Escrito:
Capitulo 002Elizabeth Winter Mots
La primera clase del semestre ya iba a empezar, Historia... Me encanta esta materia. Llega la profesora Nancy Williams, y detrás de ella, una niña, rubia y tímida, abrazada de sus libros. Giro mi cabeza hacia mi mejor amigo, Sebastián, que también esta un poco confundido por la llegada de la rubia.
—Creo que se equivocó de salón.– se acerca a mí y vemos atentos hacia ella.
—¿Cuántos años tiene?– le pregunto. –Parece de 13.
—No lo se– me susurra. –, pero es obvio que no pertenece en este salón.– alza la mano para capturar la atención de la maestra. –Ah, uh, profesora. Al parecer uno de primero se coló a la clase.
La profesora llama a la niña para que pase al frente, y le pide presentarse a los demás. Le susurra algo antes y la rubia se prepara para presentarse.
—Mi nombre es… Venus Bates. Esto… tengo quince años. Y... – se nota a kilómetros que esta nerviosa. –, eso es todo.
Muchos murmullos se acumulan en el aula. ¿Por qué deberían estar tan sorprendidos? Giro mi cabeza a Sebastián, que tiene su barbilla hasta el suelo.
Venus Bates... Venus Bates... Me suena conocida. Bueno, no importa, puede que haya saltado algunos años, no es gran cosa.
{#}
Receso. Al fin. Mi cerebro está a punto de estallar por tanta información recibida en las últimas clases. Doy vuelta al pasillo en el que se encuentra mi casillero, y lo primero en observar es a 2 estudiantes nuevos, probablemente del mismo año que yo, fumando. Que asco.
Llevo mis dedos a mi nariz para poder evitar el olor a tabaco quemado. ¿Cómo es que les gusta esa porquería? ¿Qué no van a Biología?.
Par de estúpidos.
Camino rápido enseguida de ellos, y uno de ellos tira la colilla del cigarro a mis botas.
—¡Oye estúpido!– sacudo mis pies para retirar esa droga legal de ahí. –¿¡Qué mierda te pasa?!
—Fíjate por donde pisas– saca otro y lo enciende.
—Estas idiota– lo miro, estupefacta. –, tu sabias que pasaba por enfrente de ti. Lo hiciste intencionalmente.
—O puede que este ciego.– alza sus manos y los mueve en el aire. –Oye, idiota, ¿dónde estoy?– Se sueltan riendo.
—¿Cómo es que los aceptaron en este instituto?– dije aún molesta.
—Fácil, tenemos dinero.
Después me arroja humo a mi cara, me hace toser 3 veces. Huele horrible. Ya me hicieron enfurecer.
—Mira, estúpido, discúlpate antes de...
—Antes de qué, niña bonita.– dice el otro, desafiante.
—¡No soy ninguna niña bonita!– le escupo.
—¿A no?– levanta su rubia ceja. – Actúas como tal.
Siguen fumando de su cigarrillo, como si no estuviera pasando nada. Estoy a una de darle una bofetada.
—¿Sabes qué?– me acerco a él. –Haré como si nada de esto haya pasado.– le sonrío falsamente. – Buen día.
—Adiós.– me arroja nuevamente humo a mí.
Doy media vuelta y le estampo una bofetada en su mejilla. Todos en el pasillo se detienen a mirar como el rubio va a reaccionar. Pero un profesor no le da tiempo de hacerlo. Nos manda a la oficina del director.
{#}
—Señorita Winter– el director se sorprende. –, ¿qué hace usted aquí?
—Este...– trato de encontrar una palabra que sustituya a idiota– Tipo, me tiró su colilla de cigarro a mis botas.– El tipo sonríe sarcásticamente.
—¿Pero, entonces, qué hace aquí?
—Me tiró una bofetada– responde el otro. Muerdo internamente mi mejilla. Dios, esto me va a costar caro.
Nos invita a sentarnos en las sillas de enfrente, lo cual hago de mala manera. Volteo a ver al rubio, que tiene una sonrisa burlona dibujada en su rostro. Me dan ganas de darle otra bofetada.
—Tengo que decir que me desconcierta el hecho de que haya usado la violencia, señorita Winter– revuelvo los ojos–, no es muy típico de usted. ¡Ni siquiera llegue a pensar que usted haría algo como eso!
—Director, siempre hay una razón para todo, ¿no cree?
—Prosiga, señorita.
—Yo sólo estaba caminando por el pasillo, para ir a mi casillero– continuo. –, y me fije que él y su amigo estaban fumando, que por cierto esta prohibido en el reglamento si más lo recuerdo, y me tiró su colilla. Me moleste, él sólo saco otro cigarro y fingió que no pasó nada. Me tiro humo en mi cara y eso me enfureció. Ya después de un minuto, quise dejarlo, para no causar más alboroto. Pero él me arrojo, de nuevo, humo en mis espaldas, y es cuando le tiré la bofetada.
El director no dice nada, sólo se queda quieto, es como si estuviera evaluando la situación. El idiota me esta mirando con sus típicas sonrisas burlonas. De aseguro se está burlando de mí en su mente, el muy maldito.
—Señor Peters, ¿no dirá nada?– responde al fin.
—Sólo que es cierto.
¿Se rindió así de fácil? Mi boca está hasta el suelo de la impresión.
—Bien– abre un cuaderno y empieza a anotar. –, ya que usted, Señor Evan Peters, cometió 2 faltas– sigue anotando–. Las cuales son molestar a sus compañeros y fumar en la institución, lo cual la última es muy grave– añade. –, quedara suspendido por una semana.– cierra el libro de un golpe y se levanta de su asiento. –Puede retirarse señorita.
Me levanto con orgullo y salgo de esa oficina.
Que te vaya bien, Evan "idiota" Peters.
{#}
—Cuidado por donde pisas, estupido.– le susurro.
—Bien, ¿qué le haremos Evan?– dice emocionado. –¿Le desinflamos las llantas de su auto? ¿Pintarrajeamos las ventanas de su auto?
—Callate Kevin–espeto. –Pareces un niño de 5.
—Hace mucho que no haciamos esto.
—Lo se, lo se. Pero no por eso vas a comportarte como un estupido.– revuelve los ojos.
—Entonces, ¿qué?
—Creo que lo de reventar sus llantas suena interesante.–me sonríe.
Escuchamos a alguien salir por la puerta y nos ocultamos atrás de los arbustos. Mierda. Es Elizabeth.
Esta con shorts, una blusa blanca básica y con el cabello recogido en un molote. A pesar de estar en fachas, se veía bien. Tiene una bolsa en su mano. Y viene hacia aquí
Empujo a Kevin hacia atrás, y este cae, aplastando unas cuantas ramas. Elizabeth voltea en nuestra dirección y se acerca lentamente. ¡Mierda, Kevin! grito en mi interior. Lo volteo a ver y este solo me ve nervioso. Esta a tan solo un metro de nosotros, pero una voz la llama a lo lejos.
—¡Elizabeth! ¡Ya tiraste esa bolsa de ropa!
—¡No, Jessica, en eso estoy!– le grita de vuelta.
"Jessica" cierra la puerta y Elizabeth rápido se dirige a su auto, abre la cajuela y mete la bolsa que trae en mano. ¿Qué diablos...? Saca de su bolsillo trasero un marcador y en lo que iba anotando, también iba diciendo. "Ropa para Caridad".
Bueno, tiene razón, no es una "niña bonita" sonrío ante mi recuerdo de la mañana.
Cierra la cajuela y corre hacia su casa.
—Listo, vamos.– se levanta de su lugar y corre al auto de Elizabeth.
—No, espera– se detiene y me mira confundido –. Mejor vayámonos.
—¿Qué? Pero, ¿por qué?– me mira decepcionado – Recuerda que te hizo suspender por una semana.
—No importa, vamos.
Empieza a caminar a la dirección contraria al auto. Volteo una vez más hacia la casa de Elizabeth y logro verla en la habitación de la planta superior, sentada al parecer en su escritorio. Probablemente haciendo tarea. Y probablemente este conmigo en algunas clases.
Es linda.
¡Pregunta!
¿Puedo hacer que Harry (si es que llego a quedar) narre?Ficha Aceptada
¡Sha! ¿te puedo decir así? Bueno, amé tu capítulo ccc: tenés unas faltas de ortografía pero son muy pequeñas, así que no te preocupes por eso. Sólo un consejo, si vas a narrar desde diferentes puntos de vista deberías intentar escribir en tercera persona ya que se vuelve un poo confuso en primera persona, pero en general está bien, sólo es un consejo ;)Muchísimas gracias por participar y suerte. :)
asdfghjkl Gracias
Corregiré eso :vibracionmodeo
Chicas, les dije, no soy perfecta
mindless
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
Me voy a dormir tambien
Pd. VOLVI A PASAR DE PAGINA Yo ruleo!
Pd. VOLVI A PASAR DE PAGINA Yo ruleo!
mindless
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
yo sigo esperando que char acepte mi ficha *helado*
Invitado
Invitado
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
colferandodair. escribió: Skylar J. Jones.♡ Nombre Completo: skylar jessica jones.
♡ Chico: harry styles.
♡ Rol: la bartener.
♡ Representantes: harry styles || zoella..
- Escrito:
no me andan los spoilers, perdón:c, así que dejo links.
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Ficha Aceptada
¡Wow! AMÉ el escrito! sólo pude leer el primero, para no atrasarme en aceptar las otras fichas, pero quiero decirte que está todo más que perfecto! en serio ccccc: Tené por seguro que apenas tenga chance me leeré los otros dos! Muchas gracias por participar y suerte
Invitado
Invitado
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
katiejones escribió: Kate♡ Nombre Completo: Katherine Hope O'Donell.
♡ Chico: Zayn Malik.
♡ Rol: El mejor amigo.
♡ Representantes: Willa Holland y Zayn Malik.
- Escrito:
Capítulo 02
∞ Elena Jones | katiejones-¿Qué está pasando aquí?- preguntó una voz detrás de ellos, una voz que más de uno de los presentes sabía de quién era- Tanto abrazo a qué se debe….
-¡Harry, me voy a casar!- dijo la joven entusiasmada.
-Algo había oído.- contestó haciendo que todos se quedaran con un gesto extraño.- Nada, que este atontado- dijo cogiendo a Louis por la espalda y dándole un golpe cariñoso.- vino a pedirme permiso, ¿os lo podéis creer?
Todos rieron menos Elena y su amiga Zoe. La castaña veía como su amiga se había quedado paralizada mirando al chico de rizos y ella debía hacer algo para salir de su trance. Elena recordaba a Harry por ser el hermano de su mejor amiga Kate y todas las veces que ella había estado en su casa, el chico siempre se pasaba por la habitación de la chica a pasar un rato con ellas. Pero también lo recordaba por haber sido el último amor de instituto de Zoe y por eso ella había quedado paralizada. Justo entonces entró un chico rubio completamente empapado por la puerta. Elena abrió los ojos como platos mientras que su amiga no separaba la vista del de rizos.
-Hola, perdón por llegar tarde. He venido corriendo en cuánto he recibido el mensaje. Literalmente corriendo.- dijo sonriendo mientras echaba un vistazo a sus ropas mojadas y su cabello empapado. Siempre sonreía, no importaba si las cosas salían mal, él siempre llevaba esa sonrisa en la cara.- ¿Qué me he perdido?
-Niall, nos casamos.- dijo Louis sonriendo y abrazando a su prometida.
-¿En serio? Por fin, ya era hora de que esto pasara.- parecía que el rubio no se había percatado de que allí había más gente.
El chico cogió una silla y se sentó entre la nueva amiga de Kate, Chloe, y Elena. Entonces miró a su izquierda y allí se encontró a la chica que siempre había querido y de la que nunca se había olvidado. Dejó de sonreír y sus mofletes se tornaron de un color rojo intenso.
-Ho-hola.- dijo él tartamudeando sin dejar de mirarla.
-Hola.- dijo ella sin embargo seca y dedicándole tan sólo una mirada de reojo. Miró a la feliz pareja.- ¿Entonces ahora podréis reservar vuestra melosidad para la noche de bodas no?-ambos rieron pero ella no dibujó gesto alguno en su cara aunque finalmente también rió.
La situación era incómoda. Harry estaba sentado al lado de Zoe, a su lado Elena y al lado de esta estaba Niall. No eran los mejores asientos para dos relaciones rotas hace años y menos siendo ésta la primera vez que se volvían a encontrar después de tantos años. Elena observaba la situación detenidamente mientras reflexionaba sobre lo que pasaría los próximos meses. No podría huir de él tan fácilmente. No esta vez. Debía estar con su amiga en todo momento, ahora era lo importante. Pero no quería volver a sufrir como ya lo había hecho, a pesar de que ella había sido la que decidió dejar la relación. Una voz la hizo salir de sus pensamientos:
-¿Ya no cantas Elena? Me gustaba oírte cantar, lo hacías realmente bien.- miro hacia el hermano de su amiga que estaba sonriendo. Ella se limitó a sentir.- ¿Por qué no nos cantas algo?- insistió el de rizos. Todos empezaron a animarla y a decirle que empezara a cantar. Todos menos Zoe que sabía exactamente como se sentía ella en ese momento.
-No quiero.- dijo ella suavemente.
-Venga… -le dijo el rubio colocando la mano sobre el muslo de la chica.
-No.- dijo ella seca quitando la mano del chico y levantándose.- Perdón, tengo que ir al baño.
-Te acompaño.- dijo su amiga de ojos verdes. La primera chica asintió y se fueron juntas.
Ya en el baño la castaña arrojó su bolso contra el lavabo y se sentó en él. Sacó de su bolso un cigarro y empezó a fumar. Zoe la miró con una mirada de desaprobación mientras negaba con sus ojos.
-¿Qué?- le dijo secamente Elena.
-No puedes fumar aquí.
-Lo sé, debería salir fuera y blablablá. Pero como no va a entrar nadie, nadie se va a enterar.- dijo mientras cerraba la puerta del baño con pestillo.
-Sé cómo te sientes pero tenemos que soportar esto… por Kate.
-Lo sé, pero no pienso caer otra vez. Sufrí ya mucho una vez y no puedo volver a sufrir como la otra vez. ¿Sabes qué?- hace una pausa para fumar de su cigarro- Me encantaría tener una historia de amor tan bonita como la que tiene Kate con Louis. Poder tener planes de futuro. Me encantaría que aquella historia hubiera durado y poder seguir ahora con él pero no pudo ser. Y para mí, una vez que termina una relación no puede volver a funcionar. Simplemente se acabó y queda en el pasado.- silencio.
-Y, ¿por qué no has cantado? Podrías haberlo hecho y haberte liberado de todo. Esa es tu escapatoria.
-No quiero que él me oiga cantar. Recuerdo que le encantaba que cantara y no quiero que eso pase, es algo del pasado.- dijo mientras apagaba su cigarro contra él lavabo.
Fue el váter y tiró la colilla por este, mientras que su amiga abría el grifo para limpiar la ceniza que había dejado la castaña. Elena abrió la puerta y su amiga le siguió. Ambas se sentaron en sus respectivos sitios. Todos las miraron en silencio y Kate lo rompió haciéndole una pregunta a su amiga Elena:
-¿Podrías cantar en nuestra boda? Nos encantaría que cantaras allí, sería magnífico. Por favor.- acto seguido sonrió. Elena miró a su amiga Zoe y esta última hizo un leve gesto con su cabeza asintiendo.
-Está bien, lo haré.- le dijo ella dejando asomar una pequeña sonrisa.
Pasaron el resto de la noche allí, siempre en una situación bastante incómoda. Ni siquiera se podría imaginar cómo serían los próximos 6 meses teniendo que aguantar eso, pero lo hacía por Kate. Ella era una de las cosas más importantes en su vida y por eso debería soportar eso. Seis meses se pasaban rápido ¿no? Zoe y Elena se fueron en el coche, ambas con un gesto un tanto apagado. En cuanto llegaron al piso, la primera fue directa a la cama mientras que la segunda cogió su botella de vodka e intentó ahogarlo todo en el alcohol. No quería volver a estar mal y menos por un chico, ese chico.
- Encontré esto y tenía que ponerlo idk ajsdjadoajd:
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Ficha Aceptada
¿Por qué todas escriben tan bien? En serio no sé como haces para escribir un capítulo tan maravilloso!! c:
En serio amé tu capítulo, me fascinó! y me encanta la forma en la que cierras el capítulo, sólo hace que quieras seguir leyendo!! es injusto!! Tu redacción está perfecta y en tu ortofrafía encontré un par de errores con unas tildes, pero son errores básicos que todos los humanos poseemos! jaja. No tienes nada de que preocuparte. Muchísimas gracias por participar y suerte. :)
Invitado
Invitado
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
Diamandis. escribió: Dakota Coleman♡ Nombre Completo: Dakota Abigail Coleman.
♡ Chico: Harry O'Donell.
♡ Rol: La bartender.
♡ Representantes: Cara Delevingne & Harry Styles
- Escrito:
Las manecillas del reloj parecían no moverse, lo que en cierto sentido había comenzado a alterarme. No soportaba seguir encerrada en ese lugar por mucho más tiempo, a pesar de que ya se me hacía costumbre salir tarde del instituto por ganar un castigo. Si no hacía la tarea, si me dormía mientras el profesor explicaba algún tema nuevo o si llegaba retrasada algunos segundos a la clase sabía que siempre terminaría desperdiciando dos horas de mi tiempo en el castigo.
Una pequeña bola de papel cayó encima de mi pupitre, miré en la dirección por la que provenía y me encontré con la cara sonriente de Peter, quien me indicaba que me fijara lo que había escrito. Con disimulo, e intentando que la profesora de detención no me pillara, desdoblé el papel y leí:
“Esta noche paso por ti a las diez. Sabes que no quiero un no por respuesta. –P”
Volví a girarme para dedicarle una sonrisa aprobatoria y de pronto el timbre sonó, convirtiéndose en música para mis oídos. Tomé mi mochila y rápidamente abandoné aquel lugar que tanto despreciaba, probablemente el instituto y la mayoría de sus alumnos y profesores jamás serían de mi agrado.
En contra de todo lo que creía, sólo salí de ese infierno para meterme en otro: mi casa. Si bien sabía que cuando llegara no me encontraría con la típica familia normal –porque de hecho no lo éramos– al menos esperaba tener un poco de calma o silencio, pero mis padres estaban discutiendo. Otra vez.
En esta ocasión la renta y los impuestos eran los principales motivos por los que se estaban peleando casi hasta al punto de lanzarse uno de esos horrendos y pesados jarrones que mi madre solía colocar en la sala de estar. Lo cierto es que mi familia nunca había sufrido de ninguna carencia económica, sin embargo últimamente el dinero comenzaba a escasear y yo sospechaba que era porque mi padre complacía los excéntricos caprichos a su amante –mejor conocida como su secretaria–, pero no se lo había contado a mi madre, ¿Por qué? Por cobarde, supongo.
— ¿Y Maddie? —Pregunté por encima de sus gritos, y fue recién ahí cuando ambos se dieron cuenta de mi presencia.
— ¡Demonios, James! ¡Se suponía que deberías haber ido a buscar a la niña a la escuela! —Gritó mi madre.
— ¿Qué? ¿Acaso tú no eres su madre? ¡Tú deberías haberlo hecho! —Contraatacó mi padre.
— ¡Eres un cerdo imbécil!
— ¡Te equivocas, tú lo eres!
— ¡Ambos lo son! —Exclamé exasperada— ¿Qué clase de padres olvidan ir a buscar a su hija menor? En verdad me dan asco. —Escupí las palabras con veneno mientras les dedicaba una mirada de desprecio.
— ¡Cathleen Anderson, no vuelvas a hablar así en tú vida! ¡Estás castigada! ¿Me oíste? Nada de salidas, nada de amigos… —Mi madre siguió hablando pero la ignoré por completo y salí de mi casa dando portazo detrás de mí.
Normalmente no me importaba si ellos acababan matándose, pero me preocupaba mucho por mi hermana Maddie. Ella no tenía la culpa de nada y era la única persona por la que velaba. Cuando llegué a su escuela, la encontré tomada de la mano de su profesora y llorando a moco tendido, lo cual yo también hubiera hecho a su corta edad. En el momento en el que me miró su rostro se iluminó un poco y corrió a abrazarme, odiaba verla así y me juré a mí misma que les cobraría esto a mis padres de una forma u otra.
Por suerte cuando regresamos a casa las cosas se habían calmado un poco. No deseaba que Maddie escuchara a mis padres gritándose e insultándose como yo lo había hecho durante casi toda mi infancia, por lo menos ellos habían aprendido a medirse frente a su hija menor. Le preparé un sándwich y la dejé mirando televisión, luego me dispuse a ir a mi cuarto y esperar hasta que Peter pasara por mí, no sin antes recibir una mirada de mi madre, la cual claramente significaba: “Que ni se te ocurra salir". Sin embargo yo ya tenía planes.
(...)
Me puse mi chaqueta de cuero favorita y dentro de uno de los bolsillos guardé mi teléfono y un poco de dinero por si no conseguía un aventón y debía volver en el primer bus de la mañana. Luego me arrodillé sobre el alféizar para abrir la ventana y, acto seguido, comencé a salir lentamente mientras me aseguraba de apoyar mis pies sobre una de las ramas de aquel gran roble que había adornado el jardín delantero de mi casa desde que tenía memoria. Cuando estuve completamente segura de que no me caería ni me quebraría un brazo, empecé a descender lentamente hasta que logré pisar el césped. Llevaba años escapando por las ventanas, por lo que se podía decir que era toda una experta en hacer cosas sin sentido.
Oí el sonido de una bocina a mis espaldas y maldije a Peter hacia mis adentros por ser tan impaciente y no guardar un poco de silencio para que mis padres no sospecharan nada. Me acerqué rápidamente hacia él recibiendo el casco que me tendía, me lo coloqué y subí en su moto negra. Aceleró y comenzó a recorrer las calles desiertas de la ciudad sin detenerse en ningún semáforo. En cierta forma me gustaba la adrenalina que sentía al experimentar con la velocidad, pero no al punto de ser una obsesionada como él.
En cuestión de minutos ya nos encontrábamos frente al club más concurrido de la ciudad. Había una larga cola de adolescentes que ansiaban entrar, pero ambos pudimos ingresar en unos minutos gracias a que el guardia de seguridad era nada más y nada menos que el hermano mayor de mi amigo.
—Yo voy hasta la barra, después te alcanzo. —Me avisó y luego comenzó a alejarse.
El olor familiar a alcohol, tabaco y sudor inundó mis fosas nasales al instante, la música se encontraba al tope y en un momento contemplé la posibilidad de quedarme sorda si permanecía mucho tiempo en ese lugar, pero no me importo en absoluto. Empecé a abrirme paso entre las personas que bailaban muy pegadas en la pista de baile, choqué con varias que me dedicaron miradas despectivas y uno que otro insulto hasta que visualicé a mis amigos sentados en una de las mesas del fondo.
— ¡Ya se me hacía raro que no llegaras! —Exclamo una de mis amigas llamada Kylie por encima de todo el barullo— ¡Alex está haciendo su mezcla mágica!
— ¿Quieres un poco? —Me ofreció un castaño de ojos oscuros, estaba segura que lo conocía de algún lugar pero no podía recordarlo. Sin embargo acepté su trago de un extraño color purpura y le sonreí.
Me saqué mi chaqueta y la coloqué en el respaldo de mi silla. Luego comencé a darle pequeños sorbos a mi bebida, sentí como se me escocía la garganta y los ojos se me ponían algo llorosos pero ya estaba más que acostumbrada a aquella sensación.
—Dame más. —Le pedí a ese tal Alex, quien primero me miró asombrado por la rapidez con la que ingerí su extraño trago, pero luego accedió y me dio otro vaso. Y después otro y otro.
En ese punto ya podía sentir como las luces fluorescentes y parpadeantes se volvían más intensas y… hasta creía que podía olerlas. Oh, ya entendía… este maldito había colocado algo en los tragos, pero de cierta manera se lo agradecía. De pronto noté como todos mis problemas se alejaban, sólo era yo y nadie más. Me sentía bien y totalmente viva, tanto así que de un salto abandoné mi asiento para ir a la pista y comenzar a bailar como jamás lo había hecho. No me importaba el hecho de que los zapatos estuvieran torturando a mis pies o que todo el tumulto de gente acabara por aplastarme, sólo deseaba seguir moviéndome y gastar toda la energía que tenía.
Cuando quise acordar tenía la boca de un tipo encima de la mía y unas intensas ganas se tomar agua se apoderaron de mí. Jamás había tenido esa sensación, pero sabía que me deshidrataría si no bebía algo urgentemente. Aparté bruscamente al chico de mí y regresé lo más rápido posible a la mesa en donde algunos de mis amigos, entre ellos Peter, seguían fumando lo que ahora parecían ser unos porros.
— ¿Estás sedienta, eh? —Comentaron mientras se partían de risa al verme beber una botella de agua en menos de cinco segundos— ¡Las desventajas del éxtasis!
— ¿Tienen un porro para mí? —Pregunté atropelladamente una vez que pude recuperar el aliento y la sensación de sed se calmó un poco. Kylie me pasó su cigarrillo y le di dos profundas caladas antes de devolvérselo.
—Un poco más allá se puede conseguir droga de la buena… ¿quieres probar? —Inquirió un Alex bastante animado mientras me miraba fijamente. Podía notar cuán dilatadas estaban sus pupilas y llegué a la conclusión que las mías debían encontrarse de la misma forma.
— ¿Qué clase de droga? —Cuestioné acercándome más a él.
—Ya verás.
En un lugar remoto de mi mente –que en esos momentos estaba casi totalmente desconectada del mundo real– sabía que no debía meterme en ese territorio, pero la curiosidad y la insistencia de Alex me guiaron hacia unas escaleras que dirigían hasta el sótano del club. El lugar poseía una mesa de billar en el centro y varios chicos se encontraban jugando y riendo muy alto mientras fumaban.
—Alex, viejo… ¿quién es ella? —Preguntó un moreno mientras me observaba de arriba abajo sin ningún tabú, estaba a punto de contestarle pero la voz de mi acompañante me interrumpió.
—Eso no importa, ya saben lo que venimos a buscar.
—Setenta libras cada uno. —Contestó un rubio mientras dejaba de lado su palo de pool y nos miraba atentamente.
—Yo no tengo ese dinero. —Le susurre a Alex. Era cierto: apena tenía veinte libras para poder regresar a mi casa en bus o en un taxi ya que estaba segura de que si les pedía dinero a mis padres jamás me lo darían.
—La casa invita. —Me respondió y le dio al rubio unos cuántos billetes. Éste los tomó, se fue unos momentos hasta una de las mesas cercanas y regresó con un objeto entre sus manos que no pude distinguir muy bien ya que el sótano no estaba muy iluminado— Espero que no le temas a las agujas.
Tragué en seco arrepintiéndome de mi decisión, pero ya no había vuelta atrás: sentí un pequeño pinchazo en la parte interior de mi brazo y sólo hicieron falta unos cuantos segundos para que pudiera conocer los efectos de aquello que ingresó a mi organismo. Era algo realmente increíble: una oleada de placer se apoderó de mí, sumergiéndome por completo en una sensación de euforia que nunca antes había experimentado.
Sólo me encontraba en mi mundo por un rato, ya nada me importaba. ¿Cómo había llegado hasta este punto? No quería saberlo y tampoco deseaba pensar en la clase de persona en la que me había convertido. Cualquiera sentiría pena por mí al verme tirar un futuro por la borda con esta actitud, pero ya lo había hecho de todas formas.
Toda la habitación comenzó a distorsionarse frente a mis ojos y las imágenes eran cada vez menos nítidas. Me encontraba muy somnolienta, tanto así que mis ojos comenzaron a cerrarse por sí solos sin que yo pudiera hacer nada.
Con el último hilo de cordura que me quedaba contemplé la idea de que probablemente esto podría llevarme a una muerte segura. Quiero decir, lo supe desde un principio, no era ingenua… sabía en lo que estaba metida pero nunca me interesó. ¿Y qué si me sucedía algo? ¿Acaso alguien llegaría a preocuparse realmente? Esa última pregunta sólo sirvió para hacerme ver cuán sola estaba. Sí, tenía padres, pero se la pasaban discutiendo y preocupándose de su cuenta bancaria como para prestarme un poco de atención. Sí, tenía amigos, pero no podía considerarlos como tales porque nunca fuimos demasiados cercanos y de hecho creía que sólo estaban conmigo por interés.
Si yo me llegaba a ir… ¿alguien sufriría? Por supuesto que no, ni siquiera yo lo haría. Es más, lo agradecería.
Y como si mi lejano y débil pensamiento hubiera sido escuchado, de pronto todo mi campo visual se volvió negro y lo último que sentí fue mi cuerpo impactando contra el frío suelo de cemento del sótano.
- Otro escrito:
CAPITULO 5
Just twin fire signs, four blue eyes[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
No sabía dónde estaba, ni cómo había llegado a aquel lugar, pero no podía ignorar el hecho de que esa persona estaba de espaldas a él y que su corazón comenzó a acelerarse sin control. Era ella, de eso no había dudas, podría reconocer aquella ondulada y suave cabellera pelirroja en cualquier lado. Lentamente se giró sobre sus talones y Niall creyó que había dejado de respirar por unos momentos. Estaba exactamente igual que hacía más de siete meses cuando había decidido partir lejos de todo el mundo. Era bella, muy bella, y él pensó que jamás encontraría a una mujer así.
Había estado enamorado de esos ojos verdes desde la secundaria y por su mente se cruzó la idea de que tal vez moriría deseándolos por toda la eternidad. Pero había algo que no entendía: ¿Por qué ella había vuelto? ¿Acaso su vida en Atlanta era un asco, como la de él desde que ella había partido? Sea cual sea la respuesta, estaba decidido a perdonarla. Quería decirle que no importaba que se hubiera ido, porque al fin y al cabo había regresado y él continuaba amándola como siempre. Además, su pequeño hijo también la necesitaba.
Avanzó unos pasos hasta el encuentro con su primer y único amor, sin embargo pudo notar como ella comenzaba a desvanecerse. Su rostro se volvía cada vez más borroso, al igual que toda su silueta. Niall extendió sus brazos para intentar tocarla sin éxito alguno.
Ella se estaba yendo, otra vez. La misma situación volvía a repetirse.
De pronto, Niall comprendió que Pagie jamás volvería a su vida, porque la molesta alarma del despertador estaba sonando indicando que toda la situación anterior no era más que un producto de su gran imaginación. En esos momentos deseó tener un bate a su alcance para despedazar ese aparato y seguir durmiendo, pero después de todo era un nuevo día y él ya no era un adolescente como para permitirse esos gustos. Debía hacerse cargo de sus responsabilidades, por lo tanto comenzaría con la más importante: Dylan.
Eran las siete de la mañana y ya podía escucharse el sonido de los coches circulando por las calles. Para Niall los miércoles eran peores que los lunes porque la semana aún no acababa y el fin de semana estaba muy lejos. Se levantó de la cama con toda su fuerza de voluntad y caminó a tientas hasta la habitación de su pequeño hijo de cuatro años. Al entrar casi se patinó con un dinosaurio de juguete que yacía en el suelo, pero lo esquivó a tiempo y evitó una caída segura.
—Campeón, es hora de levantarse. —Dijo mientras sacudía suavemente a su hijo que aún dormía plácidamente— Debes ir con toda tus energías al jardín de infantes.
—Cinco minutos más, papi. —Pidió el pequeño y Niall no pudo evitar sonreír. Dylan era un calco a él, tanto físicamente como en su forma de ser.
—Lo siento, Dy, pero esto no puede esperar así que… ¡¡Arriba!! —Exclamó y comenzó a saltar sobre la cama de su hijo.
Sí, Niall Horan también era un niño en su interior.
Para cuando quisieron acordarse, se encontraban gritando y saltando en aquella pobre cama. Ambos no sólo eran padre e hijo, sino más bien mejores amigos. Desde la inesperada partida de Pagie se habían vuelto más y más cercanos, después de todo Niall tuvo que convertirse en la madre y el padre de Dylan. Por ello dejó de lado las fiestas, las mujeres y cualquier otra cosa para avocarse únicamente al pequeño, pero no se encontraba mal por criar a su hijo; al contrario, le gustaba proteger a esa personita que al fin y al cabo era una parte suya. Sin embargo, no podía negar que la ausencia de Pagie se notaba a horrores y que él aún no era un experto en el cuidado de infantes.
—Bien campeón, cámbiate y de mientras yo iré abajo a preparar el desayuno ¿de acuerdo?
— ¡De acuerdo! —Respondió Dylan y ambos chocaron los puños. Niall se dirigió a la puerta del cuarto— Papá… —Empezó a decir el pequeño pero su padre lo interrumpió.
—No te preocupes hijo, hoy te irá muy bien el jardín, ya lo verás.
— ¡Papá! —Advirtió el pequeño y cuando Niall quiso darse cuenta ya se encontraba en el piso por culpa de aquel dinosaurio de juguete de hacía unos minutos— Te lo dije, papi.
— ¡Auch! —Se quejó el rubio mientras se levantaba— No olvides recoger tus juguetes, Dy. Ahora ve a cambiarte que es tarde.
Aún le dolía un poco el trasero por la caída, pero de todas formas Niall se dirigió rápidamente a su habitación y se vistió con una camisa blanca, pantalones, saco y zapatos negros. Luego, bajó de prisa las escaleras y comenzó a tostar pan mientras oía el reporte del clima que daba la televisión.
—Ya estoy listo. —Avisó Dylan, que vestía pulcramente una remera roja adornada con dibujos infantiles y unos pantalones azules. Tomó asiento en la mesa de la cocina y Niall puso enfrente suyo un tazón de cereales y luego besó su cabecita— ¡Son los cereales que vi el otro día! ¡Gracias por comprarlos papá! —Niall sonrió.
—“Pronostico del día de hoy: cielo parcial a totalmente nublado, tormentas provenientes del sector norte…” —Informaba el presentador de las noticias.
—Campeón, parece que hoy tendremos algo de lluvia, pero no por eso será un día aburrido. Habrá mucha diversión en el jardín, te lo aseguro.
— ¡Estoy ansioso! —Dijo Dylan mientras su padre reía— Emm, Papá…
—No, no debes preocuparte, además jugarás con tus amiguitos… —Contestó Niall interrumpiendo al pequeño.
—Pero papi…
—Y este año aprenderás otras cosas muy divertidas, también podrás usar los columpios que tanto te gustan. —Continuó diciendo el rubio, sin prestar atención.
—Papá, creo que las tostadas se te están pasando.
Niall dirigió su vista hacia la tostadora y comprobó que su hijo tenía razón: ¡La comida se estaba quemando! Rápidamente desenchufó el artefacto y trató retirar las tostadas, no sin antes quemarse en el intento. Lo que antes parecían panes ahora sólo eran trozos negros nada comestibles.
—Vaya, lamento no haberte escuchado Dy. Tenías razón. —Se lamentó el rubio y reconoció que su hijo, por más de tener cuatro años, era aún más cuidadoso y atento que un adulto como él.
—Lamento que tu desayuno se haya quemado, papi.
—No te hagas problema, campeón. Aún hay tiempo para que pueda cocinar algo más… —Miró el reloj pulsera de su muñeca y se alarmó al darse cuenta que ya eran las 7:50. Dylan debía estar en el jardín a las 8:00— ¡Cambio de planes! ¡Dy, termina rápido tus cereales y ve a lavarte los dientes!
El niño hizo eso y mientras estaba en el baño Niall aprovechó para limpiar la cocina, guardar la leche en la heladera y apagar la TV. ¿Cómo era que la hora se había pasado tan rápido? No tenía idea.
— ¿Ya estás listo? —Preguntó Niall y su hijo asintió— Bien, vámonos —Dijo abriendo la puerta delantera, pero su hijo lo detuvo.
—Papá, mi mochila.
—Oh, ¡casi lo olvido! —El rubio tomó la mochila de su hijo que se encontraba encima del sillón y con toda rapidez salieron de la casa. Una fina pero persistente lluvia cubría a toda la ciudad, tal como había advertido el servicio meteorológico. Niall abrió su paraguas y dijo por último: — ¿Listo para correr, campeón?
(…)
—5 minutos con 13 segundos… ¡un nuevo récord para el equipo Horan!
— ¡Sí! —Festejó Dylan y chocó los puños con su padre. Luego de correr aproximadamente unas diez cuadras, habían llegado antes de que la campana sonara— Allá están Sam y Ted, ¿puedo ir a jugar con ellos?
—Claro que sí, pero recuerda portarte bien. —El niño asintió— Así me gusta, volveré a recogerte a la una.
—Papi, salgo a las doce.
— ¡Cierto! Hasta las doce, entonces. —Besó la mejilla de su hijo y lo abrazó— Te quiero Dylan.
—Y yo a ti, papá.
— ¡No olvides de demostrar quién es el que puede comer más pastelitos!
— ¡No lo haré! —Respondió el niño mientras corría hasta los juegos para encontrarse con sus amigos.
Niall rió y en ese momento se sintió muy bendecido por tener por a su hijo. Tal vez él no era el mejor padre, eso estaba claro, pero Dylan sin dudas era el mejor y el amor que sentía hacia él era mayor que cualquier otra cosa. Gracias al pequeño, Niall había podido continuar adelante a pesar de las diferentes piedras que la vida ponía en su camino.
—Crecen muy rápido. —Dijo una voz a su izquierda. Niall giró y se encontró con un hombre de aproximadamente su edad, cabello castaño con rulos y ojos verdes— Soy Harry Styles.
—Niall Horan. —Respondió el rubio y ambos estrecharon sus manos— Recuerdo como si fuera ayer cuando apenas había nacido y ahora ya está aquí, haciendo sus propias amistades.
—Te comprendo totalmente. —Concordó Harry— Por cierto, ¿dónde trabajas, Niall?
—En la empresa Harvey’s como contador. —Respondió.
—Yo debo ir hacia esa dirección, ¿quieres que te alcance? —Propuso el castaño.
—De acuerdo, gracias. —Agradeció Niall y, antes de marcharse al trabajo, observó por última vez cómo su pequeño ingresaba al jardín.
(…)
Aquella noche el temporal empeoró y una fuerte tormenta había empezado a la hora de la cena.
—Adivina que tenemos para cenar, campeón…
—Mmm… ¿Pizza?
— ¡Sí! ¿Cómo lo supiste? —Preguntó Niall incrédulo.
— Papi, últimamente comemos pizza todos los días. —Respondió Dylan mientras tomaba una porción y veía los dibujos que pasaban en la televisión— A mí me gustan mucho las galletas de canela y chocolate que hace la señorita Brown. —Dijo casualmente.
— ¿La señorita Brown?
—Sip, mi maestra. —Aclaró el niño— Es muy, muy hermosa, inteligente y joven. Todos mis amigos quieren casarse con ella.
— ¿Y tú quieres casarte con ella, Dy?
—No, sé que no se fijaría nunca en mí porque ella es más grande. —Contestó sabiamente para ser sólo un niño— Pero tú sí podrías papá. —Niall rió ante las ocurrencias de Dylan.
—Campeón, no creo que eso suceda.
Lo cierto es que Niall no se había fijado en ninguna otra mujer desde que Pagie se había marchado. Quizás debería comenzar a hacerlo, pero él estaba convencido que jamás podría amar a alguien tanto como amó –y aún amaba– a aquella pelirroja. Además, no quería acabar con el corazón completamente destrozado nuevamente.
(…)
—5 minutos y 57 segundos. No está mal pero debemos vencer el récord de ayer, después de todo ¿quiénes somos nosotros?
— ¡El equipo Horan!
— ¡Bien dicho! —Como siempre, los dos chocaron sus puños y en ese momento la campana sonó— Espero que te diviertas, nos vemos luego. —Niall se despidió de su hijo y vio como entraba a su clase.
—Disculpe, ¿es usted el señor Niall Horan? —Aquella voz pertenecía a una bella castaña de ojos completamente azules y profundos.
Vaya, sí que era linda.
—Sí, soy yo. —Respondió aún algo obnubilado por esa mujer.
—Un gusto, mi nombre es Skye Brown y soy la maestra de Dylan. —Explicó su suave y melodiosa voz. Así que ella era la maestra de su hijo… el pequeño no se había equivocado cuando dijo que era hermosa. Y joven— Debo felicitarlo, su hijo es uno de mis mejores alumnos. Es tan inteligente y dulce, sin dudas un gran niño. —Sonrió cálidamente y, luego de unos momentos, Niall cayó en la cuenta de que debía responder.
—Sí, es un hijo grandioso. Incluso en ocasiones él es quien me recuerda que ya no hay más leche en la heladera y que debo comprar más. —Respondió sin pensar, aunque todo lo que dijo era completamente cierto. Skye rió.
—Señor Horan necesito un favor de su parte, si no le molesta claro. —Pidió ella de forma armoniosa.
—Claro, ¿qué necesita?
—Verá, estoy organizando una clase para los niños sobre las profesiones y he escuchado que usted se evoca a la economía. ¿No le gustaría charlar con ellos sobre dónde y cómo trabaja? —Skye sonrió una vez más y Niall simplemente no pudo resistirse a su petición.
—Sí, sí, por supuesto. —Aceptó sin dejar de observar el bello rostro de la joven— Sería un placer.
— ¡Muchas gracias! Le aseguro que será un grato momento para todos. Bien, es mejor que entre ya. Gusto en conocerlo señor Horan y gracias otra vez. —Le tendió la mano y él la tomó en forma de saludo. Qué piel tan suave…— Espero que tenga un buen día.
—Igualmente.
Totalmente embobado la vio alejarse con su cabello castaño siendo despeinado por la brisa matutina y, por primera vez después de mucho tiempo, deseó poder conocer más a fondo a una mujer.
Ficha Aceptada
Linda amé tu escrito - el primero, ya que el segundo no lo pude leer ;___; para no atrasarme tanto con las otras fichas- !! está super bien narrado y la trama llama demasiado la atención, en serio, es esa clase de escrito que te incita a seguir leyendo! en serio lo amé!! No vi ninguna falta de ortografía ni nada! en serio lo AMÉ!! Muchísimas gracias por participar y suerte. :)
Invitado
Invitado
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
Chicas prometo que mañana sin falta termino de aceptar las fichas que faltan, es que en serio me estoy cayendo del sueño! ;___; mañana sin falta las acepto!! besos y gracias por un excelente primer día de audiciones :D
Invitado
Invitado
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
mar, pero la tuya ya la acepté
está en la página 14 ccc:
está en la página 14 ccc:
Invitado
Invitado
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
Esto comprueba que estoy más ciega que no sé
GRACIAS POR ACEPTAR MI FICHA, MI CORAZÓN SIEMPRE CONTIGO (? Creo que ya audicioné para una NC tuya, pero ni idea
GRACIAS POR ACEPTAR MI FICHA, MI CORAZÓN SIEMPRE CONTIGO (? Creo que ya audicioné para una NC tuya, pero ni idea
Pevensie
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
Me voy a dormir y hacer 16 páginas.
¡Pero que es esto!
Me deprimo mucho, mucho. Me voy a ir a un rincon a llorar y intentar acabar la ficha.
¡Pero que es esto!
Me deprimo mucho, mucho. Me voy a ir a un rincon a llorar y intentar acabar la ficha.
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
- edito:
- en el otro tema C:
Última edición por ZoeAnneThompson el Sáb 08 Mar 2014, 8:12 pm, editado 1 vez
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Chocolate {1º tema de audiciones
Gracias Zoe, otra producción de Pris (?
Ahquesecreia.
Ah decir verdad, no se porque elegí el rosa
Creo que porque combinaba con la imagen del inicio
Ahquesecreia.
Ah decir verdad, no se porque elegí el rosa
Creo que porque combinaba con la imagen del inicio
Invitado
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