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La Estación 《 Larry Stylinson 》
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
● Charlotte ● escribió:braulove escribió:Hola latigablemente sexy CharlotteTe queria decir que me encanto el capitulo
Perdon por no haber comentado es que estaba ocupadita(por no decir castigada XD)
Ameeeeee el capitulo estuvo realmente genial.
Louis estaba celoso? si estaba celoso posdata: se esat dando cuenta que quiere a Harry
Harry corto con su novio esta bien me parece bien, el es de Louis XD
Como asi que no te gusta Harry? :(
Tienes que seguirla porque es realmente buena, como no amar esta novela si es Per-Fecta.
De nuevo perodn por no comentar.
Eres una gran escritora
Sin mas que decir.... Te quiere Brau.
pasense por mi novela El principe y el Plebeyo https://onlywn.activoforo.com/t78839-principe-y-el-plebeyo-larry-stylinson
owww muchas gracias por pensar todas esas cosas lindas
de mi y de la novela, me hacen sentir mejor y jejejejjeje que
hiciste para que te castigaran??? Muchas gracias por comentar
y no importa lo que importa es que comentaste la sigo en unos
días muchos besos, y yo igual te quiero mi Brau
de nada pienso eso y mucho mas sexy charlotte, pues digamos que me cacharon haciendo cosas malas
1) la profe de matematicas dijo que andab demasiado distraida
2) se me quedo matematicas
3) tengo muchas faltas a clases
4)soy toda una problematica
5) sabes lo que hacai el negro zayn que la las fans no le gusta pues yo hago algo parecido o mejor dicho hago eso
bueno espero que no me veas mal soy una chica buena-problematica, besos te quiere Brau
1) la profe de matematicas dijo que andab demasiado distraida
2) se me quedo matematicas
3) tengo muchas faltas a clases
4)soy toda una problematica
5) sabes lo que hacai el negro zayn que la las fans no le gusta pues yo hago algo parecido o mejor dicho hago eso
bueno espero que no me veas mal soy una chica buena-problematica, besos te quiere Brau
braulove
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
memiabril escribió:En serio, mataría a Louis.
Este Louis gay de closet es peor que Harry rey de los heterosexuales. Te lo juro. ARRRG.
Sigo frustrada, :(. QUE HARRY NO SUFRA MÁS, PLIIIISSS. T.T. Perdón, es que en la vida real siempre me acuerdo cómo se le debe romper el alma cuando pasan cosas con la relación entre el y Lou y entro en crisis, D:. JAJAJ. Pero, fuera de eso, ARRRG VOY A MATAR A ESTE LOUIS.
Ya, sabés que me sigue gustando demasiado tu novela y estoy muy enganchada e interesada en cómo seguirá todo estoo. Vamos, tenés todo mi apoyo hasta el final, :D.
Besotes con amor, Char.
¡Hola Mel!
jejjejejeje ya se es algo frustrante pero no desesperes que
talvez las cosas lleguen a cambiar
un pocito
y espero no lo mates, bueno espera
a que leas el próximo
capítulo
y
que gusto que te guste eso me hace sentir bien jejjejjeje gracias
te mando muchos besos Mel
:(L):
Invitado
Invitado
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
Paw'ls escribió:● Charlotte ● escribió:Paw'ls escribió:● Charlotte ● escribió:Paw'ls escribió:Charz' mi VIDA !!!
:lloro::lloro::lloro::lloro:
:arrastro:agonizo !!!!
:arrasatro: :arrastro::arrastro::arrastro:
Cuando vas a subir capitulo T-T ?!?!?
estas bien ;-; ??
Jejejjejeje después de mis vacaciones
atrasadas y bueno estoy un
poco triste...
A bueno (?' si son tus vacaciones entonces puedo esperar ;-;
Que tienes amor ?!?!?!? *-*
T_T es que *Snif* es mi cumpleaños y estoy muriendo
porque me estoy volviendo viejaaaa
Jajajaj mi amor ;3 encerio estas triste por eso ??? Pero si tu eres joven *-*
Cuando tengas que ir a sacar tu credencial de lector, ahí si ._. sabes que ya estas creciendo ;-;
Jajajajajaj ay :3 no te sientas mal por eso hay que vivir mientras seamos jóvenes \(*-*)/ ahre. Que la saco de LWWY de 1D (?'
jejejjejeje gracias corazón jejejejjej bueno eso espero seaa dentro de muuuuuuuuche jejejeje aunque no creo y esa canción es linda jejejeje
Invitado
Invitado
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
TumblrGirl♥ escribió:Holaaaaaaaa! pasaba a ver si subiste capitulo pero depaso te pregunto como estas? jeje
Tambien no me gusta hacer esto pero empece a subir una novela Ziam que despues va a tener un poco de Larry y sinceramente quiero tu opinion es esta: https://onlywn.activoforo.com/t80099-my-new-assistantziam#4468158
¡Hola Cami! ♥
Subo hoy en la nocheeeee y pues no sé estuve un poco triste por mi cumpleaños ya se es estupido pero yo soy así jejeejejjeee me pasoooo ahora, besos.
Invitado
Invitado
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
braulove escribió:● Charlotte ● escribió:braulove escribió:Hola latigablemente sexy CharlotteTe queria decir que me encanto el capitulo
Perdon por no haber comentado es que estaba ocupadita(por no decir castigada XD)
Ameeeeee el capitulo estuvo realmente genial.
Louis estaba celoso? si estaba celoso posdata: se esat dando cuenta que quiere a Harry
Harry corto con su novio esta bien me parece bien, el es de Louis XD
Como asi que no te gusta Harry? :(
Tienes que seguirla porque es realmente buena, como no amar esta novela si es Per-Fecta.
De nuevo perodn por no comentar.
Eres una gran escritora
Sin mas que decir.... Te quiere Brau.
pasense por mi novela El principe y el Plebeyo https://onlywn.activoforo.com/t78839-principe-y-el-plebeyo-larry-stylinson
owww muchas gracias por pensar todas esas cosas lindas
de mi y de la novela, me hacen sentir mejor y jejejejjeje que
hiciste para que te castigaran??? Muchas gracias por comentar
y no importa lo que importa es que comentaste la sigo en unos
días muchos besos, y yo igual te quiero mi Braude nada pienso eso y mucho mas sexy charlotte, pues digamos que me cacharon haciendo cosas malas
1) la profe de matematicas dijo que andab demasiado distraida
2) se me quedo matematicas
3) tengo muchas faltas a clases
4)soy toda una problematica
5) sabes lo que hacai el negro zayn que la las fans no le gusta pues yo hago algo parecido o mejor dicho hago eso
bueno espero que no me veas mal soy una chica buena-problematica, besos te quiere Brau
jejjejejejjene naahh como te voy a ver mal jejejejejeeje
yo digamos soy pues.... no sé soy rara saco buenas
calificaciones pero me encanta hacer enojar a las personas
jejjejenenenenene soy problematica jejejen
Invitado
Invitado
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
siguela siguela siguela siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
_________________________________________
[img][/img]
My addiction is the cigarette... but you are now also your
[img][/img]
My addiction is the cigarette... but you are now also your
braulove
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
Holaa, soy tu nueva lectora aunque hace varios dias vengo leyendo tu novela y la amoo!! Voy a tratar de ser activa y comentar cada vez que subas un nuevo capitulo :3
Seguila pronto!
Besitoss ♡
Seguila pronto!
Besitoss ♡
_BackInYourHead
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
braulove escribió:siguela siguela siguela siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa_________________________________________
" />
My addiction is the cigarette... but you are now also your
La sigo en 2 horas jejjejeje besos, me gusta tu firma.
Invitado
Invitado
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
_BackInYourHead escribió:Holaa, soy tu nueva lectora aunque hace varios dias vengo leyendo tu novela y la amoo!! Voy a tratar de ser activa y comentar cada vez que subas un nuevo capitulo :3
Seguila pronto!
Besitoss ♡
¡Hola! Bienvenida :(L):
Muchas gracias por comentar y por haberte pasado
jejejejjeje que gusto me da que la ames, muchas
gracias y jejejejeje no te preocupes con que puedas
comentar algunas veces esta bien y subo hoy.
besos.
Invitado
Invitado
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
¡Hola! Jejejeje espero les guste el capitulo, humm este cap' se lo dedico a mi mejor amiga la cual me recuerda mucho a Harry y por eso en mi historia Harry cumple en su día jajaja bueno disfrútenlo y dejen sus comentarios o y a esos lindos fantasmitas comenten.
×××××××××××××××××××××××××××××
17° Capítulo
—Oye, Harry ya despiértate. —Oí una voz algo lejana mientras mi cuerpo se debatía entre seguir durmiendo o no.
—¿Humm? —pronuncié quejoso mientras sentía que una mano se posaba en mi hombro y me zarandeaba ligeramente.
—Levántate ya. —Por fin reconocí la voz al tiempo que abría mis ojos lentamente, tratando de adaptarlos a la luz matinal que se filtraba por la pequeña ventana.
—¿Qué pasa? Déjame dormir —contesté enfurruñado al ver que Louis seguía insistiendo en que me levantara. Intenté cubrirme el rostro con las cobijas pero Louis lo impidió, diciéndome que me levantara ya, me lavara la cara y me arreglara.
—Anda, muévete
—No, qué flojera, quiero dormir más.
—¡Que no! Levántate ya, si no, no te llevo a cenar —fueron sus últimas palabras antes de que saliera de la habitación.
Me paré tan rápido de la cama que sentí que todo daba vueltas. Tomé mi celular para mirar la hora, eran las 6:30 p.m; también vi qué día era: 28 de Febrero, y fue ahí cuando por fin reaccioné completamente. ¡Me iba a llevar a cenar! Estaba tan emocionado que me apresuré a arreglarme. Cuando salí él se encontraba en la sala fumando.
—¿Ya? —dijo al notar mi presencia.
—¡Sí! —contesté con la emoción de un niño—¿Me llevarás a comer porque ayer fue mi cumpleaños? ¿Eh? —pregunté inocentemente.
—Pues, sí, también porque no habrá nadie más en la casa más que tú y yo, y qué flojera cocinar. —Apagó su cigarro para irnos.
Era cierto, lo que quedaba del día estaríamos solos, porque Mark se había ido a una práctica, y Mery junto con Susan se habían ido ayer por la noche a cuidar a un familiar. Claro que antes de que se fueran me hicieron un pequeño festejo con pastel y esas cosas. Había cumplido diecinueve, y yo no sentía nada del otro mundo, para mí sólo era un año más y punto. También me había hablado por teléfono Caro, como siempre, preocupándose por mí. Me dijo que la casa donde había vivido con Elizabeth , ya lo habían puesto en renta de nuevo, pues nunca regresó Elizabeth, excepto por sus cosas.
Yo seguía preguntándome constantemente qué habría sido de ella, si tenía un lugar estable dónde vivir, o por lo menos dormir, si tenía trabajo, si había tratado de dejar el alcohol en serio, pero mejor trataba de hacerme el que ya no me importara más, porque siempre que pensaba en eso, me sentía terriblemente mal.
—¿Iremos en el tren?—pregunté al recordar que su esposa se había llevado el carro.
—Sí.
—Oh, me parece perfecto. —sonreí pícaramente, pues me acordé de la primera vez que nos vimos. Creo que él también lo recordó, pues se sonrojó un poco, pero rápidamente cambió el tema.
Él ayer no había estado en la pequeña celebración pues se había quedado hasta tarde en el trabajo. Cuando llegó, Mery y Susan ya estaban listas para irse, pero Susan le insistió en que me felicitara pues en la mañana no nos habíamos visto. Estoy seguro de que sólo por la presión que ejerció Susan sobre él, se acercó y me dio un abrazo, de esos abrazos como los que se dan los grandes amigos, me felicitó, pero enseguida de eso se apartó de mí, como si fuera a infectarlo de algo. No me dio regalo, ya me lo esperaba, tampoco era que me gustara que llenaran de regalos y eso, pero uno de su parte me habría hecho muy feliz.
Además, en la mañana de ese día, toda la mañana me la pasé solo, bueno hablando por teléfono con Caro de nuevo, pues me sentía algo solo en esa gran casa, Louis había tenido que ir al trabajo a arreglar unas cosas y no regresaba sino hasta la tarde. Así que, para matar un poco el tiempo, decidí tomar una siesta que sin querer se prolongó más de lo que yo esperaba. Ahora comprendía que esto era su regalo, y no podía dejar de sentirme tan dichoso, pues estaría el resto del día con él.
En el metro el sorpresivamente comenzó la plática, preguntándome cosas muy triviales como que había hecho ayer, entre otras cosas, pero me alegré de que volviera a hablarme normalmente. Yo quería preguntarle acerca de la actitud que había tenido el lunes en el estudio, pues me había dejado muy intrigado, pero la plática comenzaba a darse por sí sola, que no quise interrumpir preguntando algo, que sabía le molestaría.
Fuimos a la calle Westbourne Park Road a comer comida Mexicana, en un restaurante y lo primero que pensé al entrar al lugar fue que la comida seguro sería bastante cara; además de que la mayoría de las personas que había eran parejas, y una que otra familia. Me sentí muy avergonzado, pero me extrañó que a Louis no le incomodara la situación.
Seguimos platicando de cualquier tontería que se nos ocurriera. Para mí fue como conocer un extremo de él que pocas veces salía a flote. En ningún momento nombró a su esposa, como si no existiera en su vida. También le pregunté una que otra cosa acerca de mi mamá, aun sabiendo las consecuencias que eso traería, tanto para él como para mí, pues aun seguía dolido de que me hubiera usado sólo como un sustituto, pero, maldita sea, estaba demasiado enamorado de él, lo veía y era feliz, me hablaba y era feliz, aunque también le tenía un poco de rencor en esas fechas, pero ese día era como si se hubiera puesto ése rencor en pausa para sólo dejar correr mi tonto enamoramiento hacia ese hombre, que desgraciadamente, era mi tío.
Louis no hizo nada más que evadir las preguntas y cambiar el tema de conversación. A pesar de que las preguntas le habían incomodado (porque aunque fingió no estarlo, lo delató su rostro), lo tomó muy bien y siguió como si nada, no sé, ese día estaba con una actitud muy extraña, como si se hubiera liberado de algo.
Mientras comíamos y platicábamos, no podía dejar de examinarlo y preguntarme qué era lo más me gustaba de él. Claro que su físico había sido lo primero por lo que me había llamado la atención, pero después cuando lo fui conociendo como mi tío, comencé a enamorarme de su forma de ser, tan misteriosa y solitaria. Y luego cuando empezó a preocuparse por mí, como si fuera alguien muy querido para él, ya no pude controlar más a mis emociones. Pero bueno, estaba claro que sólo lo hacía por mi mamá, no por mí. Aun así mis deseos hacia él seguían igual de intensos.
Hubo un momento en el que se toparon nuestros ojos, y él me miraba realmente extraño, hizo que me sintiera muy nervioso y que mi ritmo cardíaco se acelerara
—Perdón por no estar en la mañana, pero ya sabes, el trabajo —dijo tranquilo aun con aquella mirada extraña.
—Ah, sí, sí. No hay problema —contesté bastante inquieto.
Me gustaba tanto que mostrara tanto interés por mí, pero entonces después recordaba la realidad de las cosas. Una vez que terminamos de cenar y hablar tonterías, anduvimos por el centro del lugar en silencio, como si ya no tuviésemos más de qué hablar. Nuestros cuerpos se encontraban tan cercanos, que de vez en cuando mi brazo rozaba con el suyo. Tuve que alejarme un poco, porque si no, sentía que en cualquier momento no me contendría más y le tomaría del brazo.
Tomamos un autobús para llegar al metro. Ya iban a dar las diez de la noche, pero como era sábado, había un poco más de gente en las calles. Empezamos a caminar por el andén, yo me detuve en la parte central, pero Louis me hizo ademanes para que nos fuéramos hasta la parte de atrás.
—Pero ahí van los gays —dije apenado.
—Ya sé. ¿Y qué? Los ignoramos y ya. —Siguió andando hasta llegar al final del andén. Se asomó ligeramente para ver si ya estaba por llegar el convoy.
—¿Ya supiste que dentro de poco cerrarán los últimos vagones en las noches? —pregunté mirando a mi alrededor.
—Sí, y todo eso fue por lo que ya sabes que hacen ahí—contestó poniéndose bastante incómodo y sin mirarme directamente.
Unos segundos más tarde el metro ya se encontraba frente a nuestros ojos, listo para recibirnos. Louis entró primero, y detrás de él yo, de repente me entró la preocupación de que hubiera algún tipo con el que hubiera tenido "negocios", pero afortunadamente, no. Aun así traté de ignorar a toda la gente que se encontrara dentro del vagón, que no eran muchas, por cierto.
Nos sentamos en el lugar para dos personas, con dirección contraria a la que llevaba el metro. Yo me senté del lado de la ventana, para sentirme un poco más seguro. Mientras avanzaba el metro, no pude aguantar más, y alcé la vista, pues sentía que alguien miraba en nuestra dirección, era un tipo que se encontraba justo en los asientos frente a nosotros, de unos treinta y tantos tal vez, que me miraba con cara de pervertido. Me sentí completamente inofensivo ante tal mirada tan insolente.
—No le hagas caso a ese idiota—dijo Louis al mismo tiempo que me rodeaba con su brazo izquierdo. Me sentí aun más nervioso.
Aun así ese tipo horrible seguía mirándome como si me devorara con los ojos, lo único que pude hacer, aparte de dejar que Louis me protegiera de alguna forma, rodeándome con su brazo, fue voltear hacia la ventana. Entonces sentí como me tomaba del mentón, obligándome a voltear hacia él, y al instante sentir sus labios en los míos, fusionándose en un beso que se prolongó más de lo que yo esperaba. Era la primera vez que él me besaba por iniciativa propia y me quedé completamente anonadado; además lo había hecho en el metro, un lugar público.
—¿¡Qué haces!? —protesté haciendo esfuerzos por bajar la voz. No respondió. Le miré desconcertado hasta que por fin pude volver a hablar —.¿Lo hiciste sólo para que ese dejara de verme así, verdad?
—Humm, sí, pero no sólo por eso —contestó sin titubear, pero con el rostro completamente ruborizado. Mi pulso se aceleró de manera increíble. Pero pronto recobré el sentido al recordar algo.
—Ah, sí, ya sé que sólo lo haces porque soy el sustituto de ya sabes quién—Bajé la mirada y traté de no hacer una escena.
Mientras el hombre ese se bajaba en la estación a la que habíamos llegado. Louis suspiró como si lo que a continuación iba a decir, le costara la vida. Y creo que así lo fue.
—Cállate. Deja de ser tan inseguro, Harry, deberías de tener más confianza en ti mismo—sentí que mi corazón se quedaba pasmado— no lo hice tampoco por eso, es cierto que tal vez en un principio buscaba eso, pero ya no —me decía sin quitarme siquiera un segundo la vista de los ojos, completamente honesto y decidido—. Aun estoy algo confundido, pero créeme, que mi intención nunca fue usarte como tú piensas que lo hice... eres alguien importante para mí. —Su mirada seguía puesta en mí, y aunque al final su voz empezó a temblar, lo que veía en su rostro era que me decía la verdad.
¿Entonces eso significaba que me quería, no? Sentía que reventaba de felicidad. Quería gritar, quería reír, incluso quería llorar. Me sentía como un tonto por sentirme tan emocionado, pero, ¡es que cómo no hacerlo! Yo había perdido toda esperanza, y ahora él me decía ésas cosas de la manera más honesta que uno puede esperar. Su brazo seguía alrededor de mi cuello, su mano estaba aferrada a mi chamarra. Yo estaba a punto de pronunciar algo, pero entonces él se levantó.
—Esta es nuestra estación —dijo con una ligera sonrisa.
Bajé del vagón sintiéndome más ligero, como si me hubieran quitado parte de esa cadena que arrastraba todos los días. Para llegar a la casa se tenían que caminar unas cuatro calles, todas éstas anduvimos en silencio, pero ahora sí me mantuve todo el transcurso lo más cerca que pude de él. Aun dentro de la casa, seguimos en silencio, lo único que se escuchaba eran nuestras pisadas en los peldaños de la escalera, y nuestras respiraciones.
—Gracias por lo de hoy—hablé al fin, casi susurrando como si las paredes fueran a oírme.
Casi no lograba verle bien el rostro porque estaba completamente a oscuras la casa, así que no vi su reacción. Me dirigí a mi cuarto, cuando sentí el aliento cálido de Louis rozar mi nuca, y sus manos posándose en mis hombros.Me quedé inmóvil al tiempo que él me besaba la nuca e hiciera que sintiera escalofríos, ¿acaso esa era una señal?
—Abre la puerta —murmuró cerca de mi oído. Sí, era una señal, me sentí totalmente turbado.
—N... no te fuerces—contesté nervioso, pero su contestación fue que él mismo abrió la puerta de mi cuarto.
Dándome un ligero empujón, por fin puse los pies dentro de mi habitación, detrás de mí seguía Louis tomándome de los hombros y siguiéndome empujando lentamente, pues yo no avanzaba lo suficiente. Mis piernas se habían quedado trabadas, y mi mente era un completo desorden. Ni hablar de cómo estaba mi corazón en esos momentos.
Las manos de Louis fueron bajando lentamente por mis brazos, acariciándolos sutilmente, hasta que llegaron a mis manos. Por fin entré un poco en razón, y en cuanto sus manos tocaron las mías, le tomé con fuerza su mano izquierda y caminamos hasta mi cama.
Giré sobre mis talones lentamente para quedar cara a cara con Louis, pero me sentía tan nervioso y avergonzado que sólo lo abracé y hundí mi cabeza en su pecho. Sentía como si fuera mi primera vez, ni cuando había sido mi primera vez me había puesto tan nervioso.
—Oye, cálmate, el que debería de estar así soy yo, no tú —dijo con voz tranquilizante.
Me acarició la cabeza con una de sus manos, la cual temblaba levemente. Yo me aferraba más a él como si me lo fueran a arrebatar. Hice un último intento para tranquilizarme, alcé la vista y lo primero que vi fueron los ojos azules de Louis que me miraban con tal intensidad que no dudé ni un segundo en buscar sus labios. Lo besé y poco a poco todas las preocupaciones que pasaban por mi mente se fueron yendo. Lo rodeaba con mis brazos fervientemente, sin dejar de separarme de sus labios.
Entonces las cosas se fueron dando solas, cuando menos lo pensé ya estábamos tumbados en mi cama, besándonos, quitándonos las ropas; acariciándonos con manos temblorosas como si fuésemos inexpertos. Sus manos cálidas y grandes recorrían mi cuerpo como si fuera un nuevo descubrimiento, explorando cada rincón, cada milímetro. Su torso desnudo, por primera vez lo veía, y gracias a la diminuta luz que entraba por la ventana también podía verle el rostro, completamente sereno, aunque por momentos se tornaba avergonzado.
Cuando sus manos llegaron a mi entrepierna, noté que se ponía bastante nervioso, le dije que no era necesario que me tocara ahí, pero él hizo caso omiso y comenzó a acariciar aquella parte de mi cuerpo tímidamente, como la vez anterior. Yo también le acariciaba con mis manos delgadas, aquel miembro recto y cálido.
Nuestros cuerpos ya no podían más, necesitaban más que caricias, así que comencé a prepararme para él con mis dedos lubricados por mi saliva. Aun así Louis insistió en usar condón porque no quería lastimarme. Abriendo mis piernas, dejé entrar a Louis lentamente. Su respiración comenzó a tornarse agitada a medida que comenzaba a moverse dentro de mí. Me penetraba despacio, como si tuviera miedo de hacerme daño, me aferraba a su espalda, le enterraba las uñas. Gemía, respiraba con dificultad. Sentía una corriente eléctrica bajar y subir por todo mi cuerpo.
Nuestros labios se unían frenéticamente. Sus manos buscaban las mías, entrelazándose, fusionándose como el resto de nuestros cuerpos, fusionándose a tal punto que llegáramos a ser uno mismo.
Perdí la noción de todo cuando llegamos al clímax. Mi abdomen se había manchado de mi líquido blanquecino, mi cuerpo temblaba y mi corazón comenzaba a recuperar su ritmo normal. Louis se alejaba de mi cuerpo, satisfecho, recobrando el aliento. Se retiró el condón, y haciéndole un nudo se disponía a levantarse de la cama, pero yo le detuve arrebatándole aquello y lanzándolo al suelo.
—No te vayas —supliqué.
Se recostó a mi lado, tomé un el primer pedazo de tela que vi cerca de la cama y me limpié el abdomen. Louis me rodeaba con su brazo y aproximaba mi cabeza a su hombro, y así permanecimos bastante tiempo.
Quería decirle que lo amaba, que si esto de verdad estaba pasando, porque no podía creerlo. Comencé a pensar en su esposa, en sus hijos, en mi propia madre... demasiadas preocupaciones como para arruinar ese momento tan dichoso.
—¿Humm? —pronuncié quejoso mientras sentía que una mano se posaba en mi hombro y me zarandeaba ligeramente.
—Levántate ya. —Por fin reconocí la voz al tiempo que abría mis ojos lentamente, tratando de adaptarlos a la luz matinal que se filtraba por la pequeña ventana.
—¿Qué pasa? Déjame dormir —contesté enfurruñado al ver que Louis seguía insistiendo en que me levantara. Intenté cubrirme el rostro con las cobijas pero Louis lo impidió, diciéndome que me levantara ya, me lavara la cara y me arreglara.
—Anda, muévete
—No, qué flojera, quiero dormir más.
—¡Que no! Levántate ya, si no, no te llevo a cenar —fueron sus últimas palabras antes de que saliera de la habitación.
Me paré tan rápido de la cama que sentí que todo daba vueltas. Tomé mi celular para mirar la hora, eran las 6:30 p.m; también vi qué día era: 28 de Febrero, y fue ahí cuando por fin reaccioné completamente. ¡Me iba a llevar a cenar! Estaba tan emocionado que me apresuré a arreglarme. Cuando salí él se encontraba en la sala fumando.
—¿Ya? —dijo al notar mi presencia.
—¡Sí! —contesté con la emoción de un niño—¿Me llevarás a comer porque ayer fue mi cumpleaños? ¿Eh? —pregunté inocentemente.
—Pues, sí, también porque no habrá nadie más en la casa más que tú y yo, y qué flojera cocinar. —Apagó su cigarro para irnos.
Era cierto, lo que quedaba del día estaríamos solos, porque Mark se había ido a una práctica, y Mery junto con Susan se habían ido ayer por la noche a cuidar a un familiar. Claro que antes de que se fueran me hicieron un pequeño festejo con pastel y esas cosas. Había cumplido diecinueve, y yo no sentía nada del otro mundo, para mí sólo era un año más y punto. También me había hablado por teléfono Caro, como siempre, preocupándose por mí. Me dijo que la casa donde había vivido con Elizabeth , ya lo habían puesto en renta de nuevo, pues nunca regresó Elizabeth, excepto por sus cosas.
Yo seguía preguntándome constantemente qué habría sido de ella, si tenía un lugar estable dónde vivir, o por lo menos dormir, si tenía trabajo, si había tratado de dejar el alcohol en serio, pero mejor trataba de hacerme el que ya no me importara más, porque siempre que pensaba en eso, me sentía terriblemente mal.
—¿Iremos en el tren?—pregunté al recordar que su esposa se había llevado el carro.
—Sí.
—Oh, me parece perfecto. —sonreí pícaramente, pues me acordé de la primera vez que nos vimos. Creo que él también lo recordó, pues se sonrojó un poco, pero rápidamente cambió el tema.
Él ayer no había estado en la pequeña celebración pues se había quedado hasta tarde en el trabajo. Cuando llegó, Mery y Susan ya estaban listas para irse, pero Susan le insistió en que me felicitara pues en la mañana no nos habíamos visto. Estoy seguro de que sólo por la presión que ejerció Susan sobre él, se acercó y me dio un abrazo, de esos abrazos como los que se dan los grandes amigos, me felicitó, pero enseguida de eso se apartó de mí, como si fuera a infectarlo de algo. No me dio regalo, ya me lo esperaba, tampoco era que me gustara que llenaran de regalos y eso, pero uno de su parte me habría hecho muy feliz.
Además, en la mañana de ese día, toda la mañana me la pasé solo, bueno hablando por teléfono con Caro de nuevo, pues me sentía algo solo en esa gran casa, Louis había tenido que ir al trabajo a arreglar unas cosas y no regresaba sino hasta la tarde. Así que, para matar un poco el tiempo, decidí tomar una siesta que sin querer se prolongó más de lo que yo esperaba. Ahora comprendía que esto era su regalo, y no podía dejar de sentirme tan dichoso, pues estaría el resto del día con él.
En el metro el sorpresivamente comenzó la plática, preguntándome cosas muy triviales como que había hecho ayer, entre otras cosas, pero me alegré de que volviera a hablarme normalmente. Yo quería preguntarle acerca de la actitud que había tenido el lunes en el estudio, pues me había dejado muy intrigado, pero la plática comenzaba a darse por sí sola, que no quise interrumpir preguntando algo, que sabía le molestaría.
Fuimos a la calle Westbourne Park Road a comer comida Mexicana, en un restaurante y lo primero que pensé al entrar al lugar fue que la comida seguro sería bastante cara; además de que la mayoría de las personas que había eran parejas, y una que otra familia. Me sentí muy avergonzado, pero me extrañó que a Louis no le incomodara la situación.
Seguimos platicando de cualquier tontería que se nos ocurriera. Para mí fue como conocer un extremo de él que pocas veces salía a flote. En ningún momento nombró a su esposa, como si no existiera en su vida. También le pregunté una que otra cosa acerca de mi mamá, aun sabiendo las consecuencias que eso traería, tanto para él como para mí, pues aun seguía dolido de que me hubiera usado sólo como un sustituto, pero, maldita sea, estaba demasiado enamorado de él, lo veía y era feliz, me hablaba y era feliz, aunque también le tenía un poco de rencor en esas fechas, pero ese día era como si se hubiera puesto ése rencor en pausa para sólo dejar correr mi tonto enamoramiento hacia ese hombre, que desgraciadamente, era mi tío.
Louis no hizo nada más que evadir las preguntas y cambiar el tema de conversación. A pesar de que las preguntas le habían incomodado (porque aunque fingió no estarlo, lo delató su rostro), lo tomó muy bien y siguió como si nada, no sé, ese día estaba con una actitud muy extraña, como si se hubiera liberado de algo.
Mientras comíamos y platicábamos, no podía dejar de examinarlo y preguntarme qué era lo más me gustaba de él. Claro que su físico había sido lo primero por lo que me había llamado la atención, pero después cuando lo fui conociendo como mi tío, comencé a enamorarme de su forma de ser, tan misteriosa y solitaria. Y luego cuando empezó a preocuparse por mí, como si fuera alguien muy querido para él, ya no pude controlar más a mis emociones. Pero bueno, estaba claro que sólo lo hacía por mi mamá, no por mí. Aun así mis deseos hacia él seguían igual de intensos.
Hubo un momento en el que se toparon nuestros ojos, y él me miraba realmente extraño, hizo que me sintiera muy nervioso y que mi ritmo cardíaco se acelerara
—Perdón por no estar en la mañana, pero ya sabes, el trabajo —dijo tranquilo aun con aquella mirada extraña.
—Ah, sí, sí. No hay problema —contesté bastante inquieto.
Me gustaba tanto que mostrara tanto interés por mí, pero entonces después recordaba la realidad de las cosas. Una vez que terminamos de cenar y hablar tonterías, anduvimos por el centro del lugar en silencio, como si ya no tuviésemos más de qué hablar. Nuestros cuerpos se encontraban tan cercanos, que de vez en cuando mi brazo rozaba con el suyo. Tuve que alejarme un poco, porque si no, sentía que en cualquier momento no me contendría más y le tomaría del brazo.
Tomamos un autobús para llegar al metro. Ya iban a dar las diez de la noche, pero como era sábado, había un poco más de gente en las calles. Empezamos a caminar por el andén, yo me detuve en la parte central, pero Louis me hizo ademanes para que nos fuéramos hasta la parte de atrás.
—Pero ahí van los gays —dije apenado.
—Ya sé. ¿Y qué? Los ignoramos y ya. —Siguió andando hasta llegar al final del andén. Se asomó ligeramente para ver si ya estaba por llegar el convoy.
—¿Ya supiste que dentro de poco cerrarán los últimos vagones en las noches? —pregunté mirando a mi alrededor.
—Sí, y todo eso fue por lo que ya sabes que hacen ahí—contestó poniéndose bastante incómodo y sin mirarme directamente.
Unos segundos más tarde el metro ya se encontraba frente a nuestros ojos, listo para recibirnos. Louis entró primero, y detrás de él yo, de repente me entró la preocupación de que hubiera algún tipo con el que hubiera tenido "negocios", pero afortunadamente, no. Aun así traté de ignorar a toda la gente que se encontrara dentro del vagón, que no eran muchas, por cierto.
Nos sentamos en el lugar para dos personas, con dirección contraria a la que llevaba el metro. Yo me senté del lado de la ventana, para sentirme un poco más seguro. Mientras avanzaba el metro, no pude aguantar más, y alcé la vista, pues sentía que alguien miraba en nuestra dirección, era un tipo que se encontraba justo en los asientos frente a nosotros, de unos treinta y tantos tal vez, que me miraba con cara de pervertido. Me sentí completamente inofensivo ante tal mirada tan insolente.
—No le hagas caso a ese idiota—dijo Louis al mismo tiempo que me rodeaba con su brazo izquierdo. Me sentí aun más nervioso.
Aun así ese tipo horrible seguía mirándome como si me devorara con los ojos, lo único que pude hacer, aparte de dejar que Louis me protegiera de alguna forma, rodeándome con su brazo, fue voltear hacia la ventana. Entonces sentí como me tomaba del mentón, obligándome a voltear hacia él, y al instante sentir sus labios en los míos, fusionándose en un beso que se prolongó más de lo que yo esperaba. Era la primera vez que él me besaba por iniciativa propia y me quedé completamente anonadado; además lo había hecho en el metro, un lugar público.
—¿¡Qué haces!? —protesté haciendo esfuerzos por bajar la voz. No respondió. Le miré desconcertado hasta que por fin pude volver a hablar —.¿Lo hiciste sólo para que ese dejara de verme así, verdad?
—Humm, sí, pero no sólo por eso —contestó sin titubear, pero con el rostro completamente ruborizado. Mi pulso se aceleró de manera increíble. Pero pronto recobré el sentido al recordar algo.
—Ah, sí, ya sé que sólo lo haces porque soy el sustituto de ya sabes quién—Bajé la mirada y traté de no hacer una escena.
Mientras el hombre ese se bajaba en la estación a la que habíamos llegado. Louis suspiró como si lo que a continuación iba a decir, le costara la vida. Y creo que así lo fue.
—Cállate. Deja de ser tan inseguro, Harry, deberías de tener más confianza en ti mismo—sentí que mi corazón se quedaba pasmado— no lo hice tampoco por eso, es cierto que tal vez en un principio buscaba eso, pero ya no —me decía sin quitarme siquiera un segundo la vista de los ojos, completamente honesto y decidido—. Aun estoy algo confundido, pero créeme, que mi intención nunca fue usarte como tú piensas que lo hice... eres alguien importante para mí. —Su mirada seguía puesta en mí, y aunque al final su voz empezó a temblar, lo que veía en su rostro era que me decía la verdad.
¿Entonces eso significaba que me quería, no? Sentía que reventaba de felicidad. Quería gritar, quería reír, incluso quería llorar. Me sentía como un tonto por sentirme tan emocionado, pero, ¡es que cómo no hacerlo! Yo había perdido toda esperanza, y ahora él me decía ésas cosas de la manera más honesta que uno puede esperar. Su brazo seguía alrededor de mi cuello, su mano estaba aferrada a mi chamarra. Yo estaba a punto de pronunciar algo, pero entonces él se levantó.
—Esta es nuestra estación —dijo con una ligera sonrisa.
Bajé del vagón sintiéndome más ligero, como si me hubieran quitado parte de esa cadena que arrastraba todos los días. Para llegar a la casa se tenían que caminar unas cuatro calles, todas éstas anduvimos en silencio, pero ahora sí me mantuve todo el transcurso lo más cerca que pude de él. Aun dentro de la casa, seguimos en silencio, lo único que se escuchaba eran nuestras pisadas en los peldaños de la escalera, y nuestras respiraciones.
—Gracias por lo de hoy—hablé al fin, casi susurrando como si las paredes fueran a oírme.
Casi no lograba verle bien el rostro porque estaba completamente a oscuras la casa, así que no vi su reacción. Me dirigí a mi cuarto, cuando sentí el aliento cálido de Louis rozar mi nuca, y sus manos posándose en mis hombros.Me quedé inmóvil al tiempo que él me besaba la nuca e hiciera que sintiera escalofríos, ¿acaso esa era una señal?
—Abre la puerta —murmuró cerca de mi oído. Sí, era una señal, me sentí totalmente turbado.
—N... no te fuerces—contesté nervioso, pero su contestación fue que él mismo abrió la puerta de mi cuarto.
Dándome un ligero empujón, por fin puse los pies dentro de mi habitación, detrás de mí seguía Louis tomándome de los hombros y siguiéndome empujando lentamente, pues yo no avanzaba lo suficiente. Mis piernas se habían quedado trabadas, y mi mente era un completo desorden. Ni hablar de cómo estaba mi corazón en esos momentos.
Las manos de Louis fueron bajando lentamente por mis brazos, acariciándolos sutilmente, hasta que llegaron a mis manos. Por fin entré un poco en razón, y en cuanto sus manos tocaron las mías, le tomé con fuerza su mano izquierda y caminamos hasta mi cama.
Giré sobre mis talones lentamente para quedar cara a cara con Louis, pero me sentía tan nervioso y avergonzado que sólo lo abracé y hundí mi cabeza en su pecho. Sentía como si fuera mi primera vez, ni cuando había sido mi primera vez me había puesto tan nervioso.
—Oye, cálmate, el que debería de estar así soy yo, no tú —dijo con voz tranquilizante.
Me acarició la cabeza con una de sus manos, la cual temblaba levemente. Yo me aferraba más a él como si me lo fueran a arrebatar. Hice un último intento para tranquilizarme, alcé la vista y lo primero que vi fueron los ojos azules de Louis que me miraban con tal intensidad que no dudé ni un segundo en buscar sus labios. Lo besé y poco a poco todas las preocupaciones que pasaban por mi mente se fueron yendo. Lo rodeaba con mis brazos fervientemente, sin dejar de separarme de sus labios.
Entonces las cosas se fueron dando solas, cuando menos lo pensé ya estábamos tumbados en mi cama, besándonos, quitándonos las ropas; acariciándonos con manos temblorosas como si fuésemos inexpertos. Sus manos cálidas y grandes recorrían mi cuerpo como si fuera un nuevo descubrimiento, explorando cada rincón, cada milímetro. Su torso desnudo, por primera vez lo veía, y gracias a la diminuta luz que entraba por la ventana también podía verle el rostro, completamente sereno, aunque por momentos se tornaba avergonzado.
Cuando sus manos llegaron a mi entrepierna, noté que se ponía bastante nervioso, le dije que no era necesario que me tocara ahí, pero él hizo caso omiso y comenzó a acariciar aquella parte de mi cuerpo tímidamente, como la vez anterior. Yo también le acariciaba con mis manos delgadas, aquel miembro recto y cálido.
Nuestros cuerpos ya no podían más, necesitaban más que caricias, así que comencé a prepararme para él con mis dedos lubricados por mi saliva. Aun así Louis insistió en usar condón porque no quería lastimarme. Abriendo mis piernas, dejé entrar a Louis lentamente. Su respiración comenzó a tornarse agitada a medida que comenzaba a moverse dentro de mí. Me penetraba despacio, como si tuviera miedo de hacerme daño, me aferraba a su espalda, le enterraba las uñas. Gemía, respiraba con dificultad. Sentía una corriente eléctrica bajar y subir por todo mi cuerpo.
Nuestros labios se unían frenéticamente. Sus manos buscaban las mías, entrelazándose, fusionándose como el resto de nuestros cuerpos, fusionándose a tal punto que llegáramos a ser uno mismo.
Perdí la noción de todo cuando llegamos al clímax. Mi abdomen se había manchado de mi líquido blanquecino, mi cuerpo temblaba y mi corazón comenzaba a recuperar su ritmo normal. Louis se alejaba de mi cuerpo, satisfecho, recobrando el aliento. Se retiró el condón, y haciéndole un nudo se disponía a levantarse de la cama, pero yo le detuve arrebatándole aquello y lanzándolo al suelo.
—No te vayas —supliqué.
Se recostó a mi lado, tomé un el primer pedazo de tela que vi cerca de la cama y me limpié el abdomen. Louis me rodeaba con su brazo y aproximaba mi cabeza a su hombro, y así permanecimos bastante tiempo.
Quería decirle que lo amaba, que si esto de verdad estaba pasando, porque no podía creerlo. Comencé a pensar en su esposa, en sus hijos, en mi propia madre... demasiadas preocupaciones como para arruinar ese momento tan dichoso.
Invitado
Invitado
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
SIIIIIIIIII!!!!!!!!!!
HOT LARRY, PERRAS!!!!!!!!
Tomenla!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Estuvo hermoso querida Charlie!!!!!!
*shora de la emocion, que hasta se traba escribiendo*
Estuvo perfect!!!
Uhiii Louis tuvo celos al ver que alguien miraba a SU Harry!!!
Se dieron contra el muro!!!
Siguela.
*como puedes ver soy loca para escribir*
HOT LARRY, PERRAS!!!!!!!!
Tomenla!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Estuvo hermoso querida Charlie!!!!!!
*shora de la emocion, que hasta se traba escribiendo*
Estuvo perfect!!!
Uhiii Louis tuvo celos al ver que alguien miraba a SU Harry!!!
Se dieron contra el muro!!!
Siguela.
*como puedes ver soy loca para escribir*
Mra. De Horan
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
POR FIN! SI SI SI POR FIN! no tengo más que decir, eso es louis
inmaaamlg
Re: La Estación 《 Larry Stylinson 》
Well, well, well, eso fue muy romántico e inesperado. OFMG, SIIIII, LOUIS, ENTREGATE, e.e.
Ay, que lindos estos momentos entre ellos, <3. Los amo demasiado.
En fin, no ando inspirada con los comentarios (no es como si lo estuviera algun momento, soy una mierda dejándolos a decir verdad), pero no me voy a quedar sin comentarte, rigth?
Te dejo muchos besotes con amor, lindura, goodbye, <3.
Ay, que lindos estos momentos entre ellos, <3. Los amo demasiado.
En fin, no ando inspirada con los comentarios (no es como si lo estuviera algun momento, soy una mierda dejándolos a decir verdad), pero no me voy a quedar sin comentarte, rigth?
Te dejo muchos besotes con amor, lindura, goodbye, <3.
memiabril
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