La Estación 《 Larry Stylinson 》

3° Capítulo 

A veces tenía unas ganas inmensas de pedirle el divorcio a mi esposa y no tener que soportar su rostro a diario. Éramos como dos extraños viviendo en el mismo techo, durmiendo en la misma cama. Pero a la mera hora me arrepentía, si por algo seguía con ella, era por mis hijos, Mark y Susan. Mark no era mi hijo biológico, pero como si lo fuera, cuando conocí a mi esposa, él ya tenía ocho años, pero pronto me encariñé con él, porque con él sentía que compensaba mis errores que había cometido en el pasado. Después de que me casara con mi esposa, nació Susan.


Ahora, ya llevábamos diez años de casados, Mark tenía veinte años y Susan estaba por cumplir los diez años. Eran mi adoración, sólo vivía por ellos y para ellos, ya no para mi esposa. Y también en esos momentos sólo vivía por poder encontrar a esa persona, aunque tal vez ni se acordara de mí, tenía que verla porque si no moriría de desesperación pero los primeros pasos ya estaban dados, ya casi estaba en la meta, mis investigaciones en mis tiempos libres habían conseguido por fin la dirección de un domicilio, y estaba dispuesto a ir lo antes posible, ya no podía dejar pasar más tiempo, tenía que dormir en paz de nuevo.

 
Era viernes por la noche, había vuelto a salir tarde del trabajo. A pesar del encuentro de hace un par de semanas, me volví a subir en el último vagón, aun sabiendo lo que podía ver, cuando entré al vagón, había cuatro personas, una pareja heterosexual y una pareja de dos hombres, pero afortunadamente ambas parejas no estaban haciendo nada del otro mundo. Me senté completamente exhausto en el primer asiento que vi, me aflojé la corbata  y me quité el saco de color azul marino.


El metro llegó a Westminenster cuando me percaté que alguien conocido estaba por entrar al vagón, era de nuevo aquel chico rizado de ojos verdes. Fingí estar dormido, pero fue muy obvio, lo que provocó que éste soltara una risita, se sentó a mi lado, no voltee a verlo sino hasta unos segundos después.

 
—Hola... cuánto tiempo —dijo soltando una sonrisa algo cínica.

 
No respondí nada, simplemente me limité a girar mi cabeza hacia el otro lado mientras me aferraba con fuerza a mi portafolio.

   
—¿Estás de mal humor? —preguntó en voz baja.


—Qué te importa —respondí sin voltearlo a ver y con la mirada perdida en un cartel de una exposición de arte.

 

Él sólo volvió a reírse y el metro llegaba ahora a otra estación. No pude evitar recordar el episodio de la vez pasada, y al parecer él también lo recordó, pero no dijo nada.

 
—¿En qué estación bajas? —No respondí, no tenía por qué entablar conversación con ese rizado.


—Yo bajo en Shadwell ¿y tú? —No sé ¿por qué? pero voltee a verlo y le respondí.


—En Liverpool


—Oh, ya veo. Temia que no te veía por aquí otra vez.


—No me interesa platicar contigo, así que puedes irte a otro lado.


—No quiero —dijo en tono retador y la pareja de hombres nos miraba con cierta diversión. Solté un largo suspiro, ese chico era insistente.


—Entonces ya te gustó subirte en la cajita feliz, ¿eh?


—¿Cajita feliz? —pregunté interesado.


—Sí, sí. Las personas que suelen venir a coger aquí , le pusieron el nombre de cajita feliz a los últimos vagones del metro.


—Gracias al cielo que bajo en la próxima —dije para mí, aunque aquel chico logró escucharme.


—Creo que yo también, esto está muy aburrido. —Guiñó un ojo.


—No quiero que bajes conmigo.


Él me ignoró, y bajó conmigo del vagón. Caminé como si no hubiera notado su presencia.


—Oye... ¿puedo saber tu nombre? —dijo aquel chico tratando de alcanzar mi paso.

 
La estación estaba completamente solitaria, el eco de nuestros pasos por el andén se oía como un susurro en los oídos. Creo que la forma más fácil que pude haber usado para alejarlo de mí habría sido golpearlo o amenazarlo, pero su rostro, que en parte mantenía aun rasgos de inocencia, me inquietaba tanto se me hacía tan familiar, que no pude hacerle nada de a ese rostro. Me detuve en seco y giré sobre mis talones, casi choco con aquel chico.

 
—¿Si te digo mi nombre dejarás de molestar? —Se quedó un momento en silencio y me respondió con voz inocente


—¿Te molesto? Perdón, no era mi intención.


—Me llamo Louis.


—¿Louis? Lindo nombre, yo soy Harry.


—Harry —dije casi en un susurro. Aquel chico, bueno, Harry me miró con curiosidad y soltó su típica risita.


—Bueno,  ya te dije mi nombre, así que ya vete o no llegarás a tu casa —le reclamé y el como niño bueno asintió y se dio la vuelta mientras agitaba su mano en forma de despido.

 

Unos diez minutos después, estaba en casa. Vivíamos en una zona bien acomodada al norte de la ciudad, no éramos muy ricos, pero podíamos darnos lujos de vez en cuando. La casa era de dos pisos, con habitaciones amplias y un pequeño pero bonito jardín en la entrada. En el garaje, descansaba nuestro cuidado carro color negro; había días que mi esposa lo usaba, de ahí la razón por la que tenía que viajar a veces en metro. Entré y la sala estaba en penumbras y tan silenciosa que podía oír claramente mi respiración, me dirigí hasta mi habitación, pues a esa hora mis hijos ya estaban durmiendo. Mi esposa estaba acostada del lado derecho de la cama leyendo una novela, en cuanto oyó el ruido de la puerta al abrirse sólo apartó unos segundos la mirada de su libro para después seguir leyendo como si nada. Me acerqué hasta ella para saludarla con un beso en la mejilla, tenía siglos que no le daba un beso en la boca.

  
—¿Cómo te fue? —preguntó dejando por fin su libro en el buró.


—Bien... ¿y a ti?


— También bien. ¿Vas a cenar?


—No, comí algo por allá.

 

 Dejé en una silla mi saco y empecé a quitarme la corbata y a desabrocharme la camisa mientras observaba a esa mujer que supuestamente era mi esposa. Yo era más joven que ella, por tres años, aun así,  ella parecía estar peleada con la vida, en su rostro se reflejaba algo de hartazgo y aburrimiento. Era deprimente verla así, y siempre que tenía la oportunidad, me echaba en cara todos sus problemas. Yo no entendía cómo podía seguir conmigo si yo era el que no la dejaba "Vivir", pero claro, esa respuesta llegaba a la hora de voltear a ver el dinero. Sabía que ella seguía ahí porque conmigo estaría bien económicamente, y no es que ella no trabajara, pero con el sueldo de ambos era como podíamos vivir cómodamente. Si se separara de mí, tendría que decirle adiós a muchos de sus caprichos. No le convenía, y a mi tampoco pues sabía que me alejaría de mis hijos, y eso no lo soportaría.

 

Mientras la observaba, no dejaba de pasar por mi mente que alguna vez amé profundamente a esa mujer. Sentada ahí en la cama, con el pelo suelto cayéndole en los hombros y ese cabello castaño claro ondulado la hacían ver hermosa, bueno, aun seguía siéndolo, pero sólo por fuera, por dentro ya no. Una vez puesto mi pijama, me incorporé en la cama, me dejé hundir en el colchón y me cubrí con las sábanas y las colchas lentamente.

 
—Louis —dijo mi esposa que seguía sentada en la cama y me miraba fijamente.


—Sí, dime Mery-contesté


—¿Sigues buscándola, verdad?- me preguntó


—Sí—Solté un bostezo. Y ahí venían sus regaños, a ella no le parecía la idea. Se quedó en silencio unos instantes, como pensando lo que iba a decirme.


—No creo que debas seguir con eso ¿no crees que ya es demasiado tarde?


—No—contesté al instante —No lo creo Mery, además, estoy a nada de dar con su casa, bueno, espero que siga siendo esa y si no es, seguiré buscando hasta encontrarla.—Ella sólo de miró con fastidio, me dijo buenas noches y se echó en la cama cubriéndose casi todo el cuerpo.


Para Mery eso no era importante puesto que ella no llevaba arrastrando ese gran peso consigo, pero yo sí, y no podía dejar de sentirme atormentado. Cada día que pasaba me culpaba más y más, "si tan sólo" era lo que siempre pasaba por mi mente cuando pensaba en ella. "Solamente espero encontrarla, que me comprenda y que me perdone"



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Hola nuevo cap espero les guste y comente bueno quiero que sepan que se me ocurrió una idea que complicara un poco el fic y es que habra incesto, no sé si les guste pero solo se me ocurrió la trama sera la misma solo que lo que busca Louis es a alguien especial bueno besos y abrazos :) :) :)