of heroes and monsters |nc|

Sus ojos, podía ver ese destello amarillo de sus sueños. Parecían congelados, simplemente no parpadeaban; o el tiempo iba muy lento para su gusto. Tal vez seguía soñando, o simplemente su mente le estaba jugando una mala broma. Muy mala, casi indecente. Sus labios se movían, dándole a entender qué le estaba diciendo algo, pero ninguna palabra llegaba a sus oídos. Arrugo su nariz y se mordió los labios, sabia qué algo le molestaba. Y antes de qué pudiera abrir la boca nuevamente esta desapareció, dejando a su lado unos fieros colmillos qué reclamaban por sangre; su sangre. Sus ojos se abrieron demasiado, logrando qué ese amarillo intenso contenga toda su atención. Y en ese momento, cayo.

{***}

Abrió los ojos, algo agitada. Supuso qué todo lo anterior había sido un sueño, y lo podía confirmar con su extraña caída a un monto de hojas en medio de un bosque. No era como cualquier bosque de los parques, ni parecido. El de su sueño era sombrío, con sus ramas totalmente desoladas y un aire qué te erizaba la piel por completo. Se tenso de solo recordar los ojos de su madre al inicio, y de como parecía ser la presa perfecta para ella. Miro para ambos lados, cerciorándose de qué estaba en su habitación. También miro su cuerpo y comprobó qué estaba en su cómodo pijama. Aun era de noche, o tal vez era un día nublado. Y, aunque fuera la hora que fuera, ella bajo a la cocina. Necesitaba un vaso de agua o tal vez un calmante antes de decidir qué haría en los próximos minutos. Al caminar, su playera con el numero treinta y cuatro oculto por completo su short desgastado. Su cabello estaba atado en una coleta, por lo qué no incomodo sobre su rostro al momento de preparar el café.

-Veo qué ya has despertado- susurro una voz detrás de ella. Rápidamente distinguió qué era la de su madre y se giro para contestarle.

-He tenido una pesadilla- confeso.

Sidney no se despertaba a las siete de la mañana, no un día sábado sin nada planeado.- ¿Es la misma de siempre?- indago su madre.

Clarissa no era una mujer común, de hecho aun tenia alma de adolescente; por lo qué comprendía a su hija en casi todas las consecuencias y lograba ayudarla en sus momento de "emergencia". Siddie agradecía eso, ya qué no tenia la típica madre sobre-protectora qué la mayoría de sus conocidos tenia.

-Si- suspiro, mientras asentía lentamente con la cabeza. Su madre la miro, ya sabia lo que venia. Hablaría sobre las sesiones qué tuvo con el psicólogo y qué debería retomarlas.- Sigo mal y tal vez empeore, pero ya me estoy acostumbrando a la idea de estar sola en mis sueños.

{***}

Termino su trenza al costado, decorada con una flor, y dio un vistazo al espejo. Se notaba abatida, deprimida quizá. Tal vez no debería salir, o tal vez eso la alegraría. No estaba agotada, de hecho lo qué menos tenia era sueño. Pero esas pesadillas no podían estar allí sin razón.

-Deberías dejarlo ir, no podrás retenerlo por mucho tiempo- se dijo a si misma.

Adrew, su novio, pronto ex-novio. Él quería ir a la universidad de artes de América, y si ella seguía con esa relación él no se iría jamas. Había conseguido qué Drew, como lo llamaban, fuera ese día a su casa y de esa forma terminaría con él. Debía ser sensata al momento de decir qué no sentía nada por él; o si no, no serviría de nada.

{***}

-¡Oh vamos! ¡Drew!- vocifero, intentando llamar la atención de quien salia furioso de su casa.

-Dios, ya no me hables- dijo, simplemente.

Antes de poder acotar algo, el ya estaba cruzando su pórtico. Sidney lo siguió, deseando calmar a Adrew. Se había enfadado, demasiado, con ella y solo por el hecho de terminar a poco tiempo de su aniversario. Más de dos años de relación no terminaban porque si, y él estaba seguro de qué ella estaba mintiendo respecto a lo qué había dicho minutos antes.

Sidney troto, intentando llegar a su lado. Pero nuevamente Drew se apresuro y llego al inicio de la calle, donde nadie se esperaba lo ocurrió. Los vecinos de la otra calle, los Mons, estaba saliendo en su camioneta familiar. Nadie vio a la otra persona, simplemente reaccionaron al tener a Adrew tirado sobre el asfalto, notoriamente inconsciente. Siddie grito, dejando salir el dolor de sus pesadillas.

{***}

-Here's down the sun...-los acordes de su guitarra acompañaban la canción. Apenas podio ver las cuerdas qué tocaba. Sus ojos estaban hinchados y su vista estaba algo borrosa, llevaba así varios días.

"Te están buscando" escucho, seguramente dentro de su cabeza. Podía ver ojos en los rincones de su habitación. Las voces cada vez se hacían más fuertes al tiempo qué la noche llegaba. Se estaba volviendo loca, y la idea le estaba alegrando. Un cambio en su vida, algo de acción. Quizás seria un buen cambio, pero no podía seguir deprimida en su cama.

"Sera fácil encontrarte" susurro una voz, antes de qué ella sonriera para si misma.

-Claro qué lo sera, me dejare encontrar- suspiro.